"Realmente subestimé su deseo sexual"
Suho pensó mientras chupaba la polla de su profesor una semana después.
Era la quinta vez esa semana que se había encontrado de rodillas delante de él.
Suho tuvo que admitir que no era desagradable ni nada;
Podría haber sido mucho peor.
Mucho peor.
La polla del profesor Oh estaba siempre limpia y sabía bien.
Claro, el tamaño hacía que la cosa sea más difícil de lo que debería haber sido, pero después de las primeras veces, se había acostumbrado a ello y su mandíbula ya había dejado de dolerle.
Además, la mayoría de las veces, él hacía la mayor parte del trabajo, sosteniendo la cara de Suho en su lugar y simplemente follándole la boca.
Sin embargo, hubo ocasiones, como hoy, en que le ordenó lamerle y chuparle la polla despacio. Eso era más difícil, pero el interno sentido de justicia de Suho no le dejó hacer un trabajo a medias:
Este le pagó mucho dinero por esto, después de todo.
Si alguien le hubiera dicho hace unas semanas que estaría chupando la polla de otro tipo cada día, Suho se habría reído. Si alguien le hubiera dicho que iba a dejar que el Profesor Sehun, de todas las personas, pusiera la polla en su boca todos los días, Suho habría pensado que era una muy mala broma. Y no una broma divertida.
Sin embargo, allí estaba él, chupándole la polla, la gran mano del profesor guiándole la cabeza mientras Suho bombeaba su cabeza, girando su lengua alrededor de la cabeza de la polla de su maestro.
Sí, tenía buen gusto. Suho encontró que con cada vez que pasaba le preocupaba menos el sabor.
Sehun gruñó, sus caderas empujando hacia arriba ligeramente. Suho no estaba seguro de que decía sobre él que supiera que ya estaba cerca de llegar.
-Mírame.
Exigió.
Suho se encontró con los ojos oscuros y chupó la cabeza lentamente.
Luego más duro.
Sehun agarró el cabello de Suho, empujó con fuerza y se corrió, se tragó la corrida.
No era un fanático del sabor, pero sabía que a él le gustaba cuando lo hacía.
El sabor no era tan horrible, de todos modos.
Después de un rato, sintió su mirada sobre él y levantó la vista de nuevo.
Sehun lo miraba con una extraña expresión en su rostro.
De repente, Suho se dio cuenta de que todavía tenía la ablandada polla en su boca y todavía estaba chupándola sin prestar atención, como si fuera un chupetín gigante.
Sonrojándose, Suho dejó que la polla se salga de su boca y se puso de pie.
- Yo sólo estaba en otra parte.
Dijo, alejándose y limpiándose la boca.
-Yo no dije nada.
Dijo.
Cuando oyó el sonido de una cremallera, Suho se volvió.
Una vez más, el profesor se veía inmaculado e intocable. Si Suho no supiera mejor, nunca creería lo que había ocurrido en esa oficina hace unos minutos.
Suho pasó de un pie al otro. Echándose hacia atrás en su silla, Sehun enarcó las cejas.
- ¿Sí?
Mierda. Esto era incómodo como el infierno, pero la señora Son le había dicho que iba a renunciar si Suho no aumentaba su salario.
Para empeorar las cosas, su renta vencía hoy. Así que Suho se obligó a hablar.
-Necesito dinero. ¿Me puede pagar ahora? Quiero decir... Sé que no era el trato, pero...
-Ven aquí.
Suho cerró la boca a media frase y dio un paso hacia él.
No podía leer su expresión. Sehun tomó su muñeca y lo tiró en su regazo.
-¿Pero qué...
-¿Qué hay en esto para mí?
Dijo, burlándose claramente de él, usando las palabras que Suho le había dicho hace una semana.
Suho se apoderó del respaldo de la silla, sintiéndose incómodo y extraño. Nunca había imaginado que estaría en esta situación:
Sentado en el regazo del Profesor Oh y tratando de sacarle dinero.
-¿Qué quieres? ¿Otra mamada?
Sehun lo estudió.
- Me dejas que te toque y te bese y te daré el dinero.
Suho parpadeó.
Bajó la mirada a sus labios y sintió una sensación incómoda en su estómago.
- No lo sé, quiero decir, soy heterosexual. Eso sería un poco raro.
Los labios que estaba mirando se torcieron.
-Más extraño que chuparme la polla, Kim?
El menor sentía una burbuja de risa nerviosa subiendo dentro de él.
-Bueno, cuando lo pone de ese modo, supongo que tiene razón.
Sehun envolvió una mano alrededor del cuello del menor acariciando su pulso con el pulgar.
-¿Bien?
Suho se encogió de hombros.
- Bien. Lo que sea.
Parecía como si hubiera estado esperando sólo por esas palabras, porque lo siguiente que supo, es que tenía la lengua de su profesor en la boca.
Los ojos de Suho se abrieron, pero se forzó a relajarse.
Cerró los ojos, tratando de distanciarse de lo que estaba sucediendo y fallando.
Sorprendentemente, Sehun era bastante buen besador. No era descuidado, y el beso no era horroroso, pero era extraño.
Era extraño ser el que era besado, y no al revés.
Él estaba siendo besado por un hombre, no una chica.
La diferencia no debería haber sido tan obvia, pero lo era.
El profesor besaba de la misma forma en que actuaba: mandón, exigente y duro.
Unos minutos más tarde, finalmente había terminado de besarlo, y los labios de Suho estaban hinchados y sensibles.
Se sentía un poco abrumado y más que un poco extraño.
Sehun tomó una mirada en él, resopló y lo empujó fuera de su regazo. Suho se puso de pie tambaleándose y se volvió para irse.
-Usted no cobró su pago, Kim.
Pago.
Correcto.
Suho volvió y no miró hacia él mientras Sehun puso dinero en su bolsillo.
-Ahora váyase -, dijo. - Tengo tareas que corregir.
Suho estaba simplemente muy feliz de obedecer.
Una vez que estuvo fuera de la oficina, tocó sus labios doloridos.
Ellos le hormigueaban.