Suho estaba caminando a su última clase del día cuando vio a Sehun caminar hacia el lado contrario.
Sus pasos vacilaron por un momento antes de que él desviara la mirada y continuara caminando, determinado a ignóralo.
Excepto que Sehun no se lo permitió.
Él lo tomó del brazo mientras se estaban pasando uno al otro.
-Una palabra, señor Kim.
Suho se humedeció los labios, su corazón acelerado. Miró directamente frente a él.
-No creo que tengamos nada de qué hablar, Profesor.
El agarre de su mano se apretó.
-Una palabra.
Suho miró a su alrededor.
-Déjame ir. Estás llamando la atención.
Sehun quitó la mano y espetó:
- Sígueme.
-Tengo una clase en unos pocos minutos.
-Te voy a escribir una nota.
Dijo por encima del hombro antes de alejarse.
-Eso es abuso de poder.
El menor se quejó, pero lo siguió.
Sehun lo guió hasta un salón de clases al final del pasillo. Estaba vacío.
El castaño cerró la puerta.
-Mira, esto es...
Sehun lo estrelló contra la pared y aplastó sus labios.
Maldita sea, no esto otra vez.
Pero él ya estaba devolviendo el beso y jadeando en la boca de su profesor.
El beso fue desordenado y necesitado el mayor presionando contra él como si estuviera tratando de empotrarlo en la pared.
Suho se quejó cuando el beso terminó tan repentinamente como había empezado.
Sehun enterró su cara contra el lado de la garganta del chico, aspirando profundamente, su cuerpo tenso como infierno.
-Quiero follarte.
Sehun chupó con fuerza un lado de su cuello, sus manos amasando el culo y empujando sus pollas juntas.
-Necesito follarte de nuevo.
Suho cerró los ojos, tratando de pensar, tratando de recordar cómo respirar porque no parecía como si estuviera recibiendo ningún oxígeno su cerebro y toda su sangre parecía haber sido drenada hacia su polla y su cabeza estaba fielmente vacía. No podía ni por su propia vida, recordar por qué era una tan mala idea.
-¿Porqué Suho estaría aquí? Oh.
El castaño se congeló.
Sehun se quedó muy quieto, con los labios todavía en su cuello.
Luego ambos volvieron las cabezas.
Nathan estaba en la entreabierta puerta con la boca abierta.
-Él no está aquí.
Dijo en voz alta, dio un paso atrás y cerró la puerta. Con su rostro caliente, Suho suspiró.
- Yo debería irme.
Pero él no se movió.
El pelinegro apoyó su frente contra la pared al lado de la cabeza de Suho.
Sus manos estaban todavía agarrando las caderas, sus pulgares sobre la piel desnuda debajo de su estómago.
-Esto es toda tu culpa.
Él dijo, su voz lacónica.
Suho resopló, hundió la mano en el pelo del otro y tiró.
-¿Cómo es esto culpa mía?
-No deberías haber decidido terminar temprano. - dijo irritado, colocando codiciosos, besos húmedos en el cuello de Suho. - Si no hubieras hecho eso te habría jodido unas cuantas veces más hasta que se tornara lo suficientemente aburrido.
-Encantador.
Dijo secamente o más bien, lo intentó, pero su voz salió un poco entrecortada.
Sehun levantó la cabeza de su cuello.
Sus pupilas estaban completamente dilatadas mientras su mirada alternaba entre los ojos y la boca de su alumno.
-Voy a ir a tu casa esta noche y vamos a follar.
Eso no fue una pregunta.
Suho se humedeció los labios.
-¿Ya te olvidaste de las gemelas?
Respuesta equivocada. Debería haber negado rotundamente.
Sehun se quedó mirando sus labios, sus pulgares acariciando el vientre desnudo de Suho.
-¿No se supone que los niños deben irse a dormir temprano?
-Yo... No puedo dejar las solas. ¿Qué pasa si se despiertan?
-Seremos silenciosos.
El castaño no estaba seguro de poder ser silencioso. No cuando él ya tenía que tragarse sus gemidos sólo por tener las manos de Sehun sobre su estómago.
-Pero...
-Voy a ir esta noche. - dijo con firmeza. - Y vamos a follar.
Comenzó a inclinarse para besar a Suho otra vez, pero se detuvo, miró hacia otro lado y salió de la habitación.
El chico golpeó su cabeza contra el muro y tuvo que esperar un tiempo hasta que su excitación se desvaneció y él pudo pensar y moverse de nuevo.
-Es usted muy amable de dignarnos con su presencia, señor Kim. - la profesora dijo cuando entró en el salón de clases. - Sólo veinte minutos tarde.
-Lo siento, profesora. - tratando de no retorcerse bajo su aguda mirada. A la Profesora Song nunca le había agradado particularmente, pero en su clase era en realidad uno de los mejores, por lo que por lo general no tenía razón para criticarlo. Hasta ahora.
-¿Tiene usted alguna explicación, Kim?
Se frotó la parte de atrás de su cuello.
-De hecho, sí. El Profesor Oh tenía una tarea urgente para mí. Él me dijo que le pidiera disculpas a usted en su nombre. Él es la razón por la que llego tarde.
Las cejas de la mujer se elevaron.
-¿El profesor Oh?
-Sí.
Respondió tratando duro de no reírse.
No podía imaginar a Sehun disculpándose por nada, y mucho menos con esta mujer.
-Lo siento mucho por mi tardanza, pero si usted tiene un problema con ello, usted debería dirigirlo hacia el profesor Oh.
Como el infierno que lo haría.
La Profesora todavía parecía desconcertada, pero asintió con la cabeza.
-Muy bien. Siéntese, Kim.
Suho se dirigió a su asiento habitual junto a Nathan.
-Una tarea urgente, ¿eh? - Nathan murmuró tan pronto como Suho tomó su asiento. - ¿Cómo chuparle la polla?
Suho sintió que se sonrojaba.
-Vamos...
-Mira, - dijo Nathan silenciosamente, con sus ojos marrones mirándolo intensamente. - No estoy juzgando Pero tú no deberías haber mentido. Se terminó, mi culo.
Suho hizo una mueca.
-Realmente pensé que todo había terminado, lo juro. Y lo está.
-¿Pero?
Suspirando, Suho murmuró:
-Soy un poco realmente malo en pensar con mi cabeza cuando pone su lengua en mi boca.
Nathan lo miró fijamente durante un rato antes de sacudir la cabeza lentamente.
- Esto es tan raro, hombre. Quiero decir, este no es ni siquiera un tipo cualquiera del que estamos hablando. Es Oh Sehun ¡Oh Sehun!
-Lo sé. Sé que es raro y estúpido, y totalmente loco y sin sentido. Él es todo lo que yo no quiero, pero al mismo tiempo... Mierda, está jodiendo mi mente.
-Pero todavía lo quieres.
-Sí.
-Así que, ¿qué vas a hacer al respecto?
-Él cree que si cogemos un par de veces más estamos obligados a que se vuelva aburrido.
Suho se reclinó en su silla, pasándose una mano por la cara será mejor que esté en lo correcto.
Será lo mejor.