Por lo general, Suho era de sueño ligero.
Pero cuando la puerta de su habitación se abrió esa noche, tuvo dificultad para despertarse, su mente mareada.
Él se hundió más profundamente en el hombro caliente de Sehun, sus manos apretando alrededor.
Las voces parecían venir de muy lejos.
-Tu hermano está dormido, Regresa a la cama.
-¡Pero yo tuve una pesadilla! Tengo miedo. ¡Suho siempre me abraza cuando tengo miedo!
Era Suzy.
Suho trató de abrir los ojos.
No funcionó.
-Suzy. - dijo severamente. - Eres una niña inteligente. No puedes dormir con Suho porque la cama es demasiado pequeña para nosotros tres.
-Dormiré con Suho. ¡Tú puedes ir a dormir con Sulli!
Sehun se rió entre dientes.
-Yo no creo que vaya a caber en tu cama, enana.
Suzy reflexionó.
-Puedo dormir sobre ti. Tú eres grande, y a Suho le gusta dormir encima tuyo.
Ciertamente lo hacía, a pesar de que era perturbador que Suzy supiera eso.
-No puedes dormir en mí.
-¿Por qué?
-Porque... porque... Bien.
Sehun espetó al fin, para sorpresa de Suho.
Chillando de alegría, Suzy trepó a la cama y al pecho de Sehun.
-Eres muy cálido.
Dijo, bostezando.
Él lo era en realidad. La habitación era muy fría, pero Sehun era muy cálido.
Tan cálido.
- A Dormir. Y no te hagas pis encima de mí.
Se quejó.
-Yo no soy un bebé. Soy grande ¡No me hago pis en la cama!
-Bien. Ahora duérmete.
-Tienes músculos en tu pecho. Suho no tiene. ¿Por qué?
Eso hizo a Sehun pausar.
- A Dormir.
-No te gusto. - murmuró. - Te gusta más Sulli.
Un suspiro pesado.
- ¿Por qué crees que ella me gusta más?
-¡Le diste chocolate ayer!
Suho frunció el ceño.
- ¿Eh?
-Porque ella lo pidió. Debes pedirlo si quieres algo.
-Así que, si yo pido, ¿me darás algo? ¿Cualquier cosa, cualquier cosa?
-¿Si digo que sí, vas a dejar de hablar y dormir?
-¡Sí!
-Bien. ¿Qué quieres?
-¡Quiero un cachorro! ¡Negro y esponjoso¡!Con una estrella blanca en la frente!
Una pausa.
-Elije otra cosa.
-¡Pero dijiste cualquier cosa!
Suho volvió a dormirse aun sonriendo.
* * *
-Entonces. - dijo Nathan, echándose hacia atrás y meciéndose un poco en su silla. - ¿Qué está pasando contigo y Sehun?
Suho levantó la vista de su plato él.
-¿Eh?
Nathan rió suavemente.
-Vamos. No estoy ciego. Ha estado sucediendo desde hace semanas creí que te cansarías de él para ahora, pero todavía te ves totalmente jodido la mayor parte del tiempo.
-Yo no lo hago.
Su amigo le dirigió una mirada chata.
Pellizcándose el puente de la nariz, Suho admitió:
-Sí, está bien.
-¿Entonces qué?
Nathan levantó las manos.
-Hey, yo no estoy juzgando. Lo que sea que haga flotar tu bote. - Se encogió de hombros con una sonrisa torcida. - No es asunto mío si tú estás enamorado de su polla.
Suho se dejó caer en su silla y miró sombríamente a Nathan.
-Puede que sea un poquito más complicado que eso. - Se pasó una mano por la frente, suspirando. -Ni siquiera estoy seguro de cómo actuar con él en clases ya. Es como si mi cerebro dejara de funcionar cuando él está cerca. - Él hizo una mueca. - Yo lo besé ayer afuera de su oficina. No pude evitarlo. Tuvimos suerte de que era tarde y nadie nos vio, creo.
Las cejas de Nathan casi alcanzaron el nacimiento del pelo.
Silbó.
-Espera, ¿Están, como en una relación?
Suho frotó el rabillo del ojo.
-No, quiero decir, no lo sé. Yo... yo, como que le di una llave de mi casa.
Nathan se echó a reír.
Suho le dio una patada bajo la mesa.
-Cállate tenía mucho sentido hacerlo. A veces él viene muy tarde, y no quiero que despierte a las niñas con su golpeteo. Esto no significa lo que crees que significa.
-¿Oh en serio?
Suho dejó escapar un suspiro.
-No lo sé. Las cosas han sido raras últimamente. Él es tan bueno conmigo a veces, y me siento como. me siento tan bien con él, ¿Sabes, feliz? Es tan confuso.
-No jodas. ¿Ustedes no hablan?
El castaño se encogió de hombros.
-Claro, hablamos, pero no sobre eso. Él viene a mi casa por la noche y si las niñas están todavía despiertas, no es que no podamos tener una charla apropiada. Si ellas ya están en la cama, no gastamos mucho tiempo hablando. Sólo quiero conseguirlo desnudo y sobre mí. Y él no es exactamente el tipo conversador.
-Parece que él quisiera hablar esta vez.
- Nathan asintió hacia algo detrás de él.
Suho volvió la cabeza y lo vio caminar hacia él rápidamente. Se puso de pie y dio un paso lejos de la mesa justo cuando Sehun lo alcanzó.
-Algo está mal?
Murmuró, mirando a su alrededor. estaban atrayendo miradas curiosas los instructores normalmente no visitaban la cafetería.
Los hombros de Sehun se relajaron un poco.
-No.
Dijo, dando la vuelta y saliendo de la cafetería, esperando claramente que Suho lo siguiera.
Rodando los ojos, Suho lo hizo.
****
-Me voy por unos días.
Habló una vez que estaban afuera.
-¿Dónde? ¿Por qué?
-No importa. No te incumbe.
Suho cruzó los brazos sobre su pecho.
-¿De Verdad? Entonces ¿por qué siquiera me lo estás contando?
Ellos se quedaron mirando uno al otro.
Suho se negó a bajar la mirada.
-Me voy.
Le dijo con carácter definitivo.
-Bien. Ve.
Se mordió el interior de la mejilla, tratando de contener docenas de preguntas. Preguntas que lo harían verse como una patética y necesitada niñita adolescente.
Sehun dio un paso hacia él; sus rostros estaban sólo a pulgadas de distancia ahora. Había una extraña inquietud en esos ojos.
Algo estaba cambiando entre ellos, y eso asustaba a Suho.
Y le excitaba.
Pasaron unos segundos en que sólo se miraron.
Un tipo salió de la cafetería, y ellos se apartaron bruscamente.
-Iré.
-Señor.
El chico dijo respetuosamente a Sehun.
-Correcto.
Dijo Suho, metiéndose las manos en los bolsillos.
"Vete, antes de saltar sobre ti y besarte delante de todos."
Sehun asintió con rigidez y se alejó.
El chico suspiró.
Maldita sea.
Quizás unos pocos días de descanso podría hacerles bien.
Las cosas se estaban poniendo demasiado extrañas.
O quizás el problema era que ya no eran tan extrañas.