-Sehun.
Dijo Suho, cerrando la puerta.
Sehun no levantó la vista de su computadora.
- Ahora no. Estoy ocupado y tú eres..tú eres demasiada distracción.
Sonrió.
- Distracción, ¿eh?
Le lanzó una mirada, pero fue poco entusiasta como mucho.
- ¡Vamos, dímelo ya!
-Sin tratamientos especiales - dijo Sehun. - Vas a conocer tu nota cuando todos los demás lo hagan. Mañana.
Apoyándose contra la puerta, se mordió el labio.
- ¿He reprobado?
No estaba seguro.
Sehun le había ayudado mucho últimamente, explicándole muchas de las cosas que se había perdido al inicio del semestre.
Había pensado que su comprensión de la materia mejorado y que lo había hecho bastante bien en el examen, pero ahora, mirando a la cara sombría del mayor ya no estaba seguro.
-No. - dijo Sehun. - No fallaste.
Exhaló.
- Entonces, ¿qué me saqué? Una C, ¿verdad?
Sehun frunció los labios.
- Obtuviste una B.
La boca de Suho se abrió.
- ¿De Verdad? Espera acaso tú...
-No, yo no te doy ningún tratamiento especial - su tono un tanto a la defensiva. - Hiciste un buen trabajo. Tú no eres poco inteligente. Si realmente te molestaras en asistir a clases, no habrías tenido ningún problema en absoluto.
Sonrió, sintiéndose estúpidamente cálido y mareado. Dio un paso hacia el escritorio, pero Sehun espetó:
- No lo hagas.
-¿Por qué?
El pelinegro fijó sus ojos en la pantalla delante de él, con la mandíbula apretada.
- Te lo dije eres una distracción. Tengo que trabajar.
No quería irse.
Quería abrazarlo.
Quería darle un beso.
Quería celebrar con él.
- Pero...
Sehun suspiró entre dientes.
- Bien. Ven aquí y bésame. Un beso. Luego te vas.
Fue allí y lo besó.
Y lo besó de nuevo.
Y otra vez.
Y una vez más.
* * *
Cuando abrió los ojos a la mañana siguiente, encontró a Sehun observándolo.
-Buenos días. - murmuró, sus rostro a sólo pulgadas de distancia en la almohada. Se sentía insoportablemente íntimo. - ¿Dormiste bien?
-No, no lo hice. - dijo Sehun, su pesada mano sobre la espalda de Suho. - Tú cama es terrible. Casi me caigo fuera dos veces.
Suho sonrió perezosamente.
- Nadie te está obligando a dormir aquí.
El hombre dibujó sus labios en una fina línea y desvió la mirada por un momento antes de mirarlo de nuevo.
- Sería mucho más conveniente si utilizáramos la cama en mi casa.
Suho parpadeó.
- Tú sabes que no puedo dejar a las niñas solas.
-Tengo una habitación libre para ellas.
Se le quedó mirando.
- ¿Me estás pidiendo que me mude contigo?
La cara de Sehun no mostraba nada.
- Sería conveniente.
-¿Conveniente?
-Sí, conveniente.
Presionando los labios juntos para evitar reír, Suho asintió solemnemente.
-Muy conveniente.
-Cállate, Kim.
Suho sonrió lentamente y enroscó los brazos alrededor de su cuello.
Se miraron el uno al otro a los ojos durante un largo rato, y Suho sintió algo apretando en su pecho.
Dijo suavemente:
-Te amo, también, Sehun.
Sehun se lo quedó mirando durante lo que pareció una eternidad antes de que dijera, un poco sin aliento.
- Sí.
Suho rió.
- Está bien, vamos a tener que trabajar en eso.
Sehun le cerró la boca con un beso.
Fin