Nathan se limpió las manos sudorosas en sus jeans y tragó saliva, mirando la puerta del departamento de Eunhyuk.
Tendría que haberse negado.
Debería haberse negado cuando ella lo sugirió.
Al principio había estado nervioso y avergonzado cuando HyunA le había dicho que sabía sobre el beso. Aparentemente, Eunhyuk siempre le contaba todo.
Cómo el novio perfecto que él era.
Él no estaba seguro de por qué le molestaba tanto por lo menos eligió no examinarlo muy de cerca. Hasta su conversación con ella, había estado tratando de no pensar en el beso, y la oferta que hizo había sido un choque para él.
Al parecer, ella y Eunhyuk querían un trío.
Un verdadero trío.
Un trío en el cual él podría tocar al mayor y él lo tocaría. Había estado tan asustado que dio su consentimiento sin pensarlo. No fue su momento más brillante.
Maldita sea, esto tenía mala idea escrito por todas partes. Tendría que haberse negado. Porque realmente le gustaba HyunA. Y él no confiaba en sí mismo, no después del beso.
- Deja de ser un cobarde.
Murmuró y golpeó.
Mientras esperaba, se volvió cada vez más consciente del tubo de lubricante en su bolsillo. ¿Presuntuoso? Tal vez. Tal vez no.
La puerta se abrió. HyunA se quedó allí, vestida con un delgado camisolín blanco.
- Hola.
Saludo con una sonrisa.
Nathan devolvió el saludo y le dio un beso en la mejilla.
Ella cerró la puerta, tomó su mano y lo llevó hasta el dormitorio.
El corazón le latía en algún punto en el área de su garganta. Él no podía recordar alguna vez haber estado tan nervioso por sexo.
Eunhyuk estaba sentado en la cama, vistiendo sólo un par de bóxer negros.
Ojos marrones se encontraron con los suyos, ilegibles.
El rostro desaliñado del pelinegro era completamente impávido. Sólo el bulto en su bóxer lo delató, él no estaba tan desinteresado como aparentaba.
Sintió las manos de HyunA desnudarlo, sus labios besando su cuello mientras ella lo hacía. La mirada del más grande seguía el recorrido de las manos femeninas, mirándola desabrocharle la camisa.
Con dedos un poco inestables, desabrochó sus jeans y los empujó hacia abajo junto a su ropa interior.
Se sintió ruborizar mientras la mirada de él recorría su cuerpo desnudo.
Era ridículo: él tenía un buen cuerpo, y no era como que Eunhyuk no lo había visto desnudo antes. Aun así, no pudo evitar sentirse cohibido. Y más cuando sabía que era sobre todo hétero, después de todo.
¿Le gustaba lo que estaba viendo?
- Vamos.
Dijo HyunA, empujándolo hacia la cama.
Se sentó en la cama.
Incómodo, vio como ella trepó en el regazo de Eunhyuk y lo besó.
Vio cómo las grandes manos de él eliminaban su negligé. Nathan se removió, odiando su inusual timidez y torpeza.
No era propio de él en absoluto.
Molesto consigo mismo, se acercó y deslizó una mano hacia abajo por la suave espalda de HyunA, hasta que su mano tropezó con la del otro. Le acarició los nudillos con sus dedos, sintiéndolos contraídos, y trabados. Mientras miraba como la besaba.
Nathan se humedeció los labios y los ojos del más grande se clavaron en ellos.
Sintió una emoción atravesarlo.
Le acarició los dedos, mirándolo a través de sus pestañas.
ÉL mayor dejó de besar la espalda de HyunA, con los ojos pegados en el pelirrojo. Estaban vidriosos y un poco fuera de foco. Los propios ojos de Nathan probablemente no se verían mejor en ese momento.
Probablemente notando que Eunhyuk ya no estaba besando su espalda, HyunA volvió la cabeza hacia Nathan y lo atrajo hacia sí para besarlo.
Él la dejó, sintiendo que el otro apretaba sus dedos casi dolorosamente.
Cuando ella finalmente rompió el beso, Nathan encontró el rostro de Eunhyuk sólo a pulgadas de distancia.
Se miraron el uno al otro.
Lo siguiente que supo, se estaban besando con furia, todo, lengua y dientes, manos en el pelo del otro, y Dios, se sentía tan bien, y atemorizante, pero adictivo.
Gimió en la boca del mayor y chupó su lengua, acercándolo más, con más fuerza, hasta que él estaba sobre su espalda y él estaba encima suyo, su pesado cuerpo aplastándolo abajo.
Tan bueno.
Jadeando, enganchó su pierna alrededor de su cadera y molió sus erecciones juntas.
Eunhyuk gimió contra su boca y lo besó con más fuerza.
Nathan gimoteó cuando tuvieron que dejar de besarse para tomar un muy necesario oxígeno en sus pulmones.
- Oh wow.
Él se estremeció al oír la voz de HyunA.
Cierto.
Ella también estaba allí.
Nathan abrió los ojos y miró a los de Eunhyuk, a pulgadas de distancia de los suyos.
Las pupilas del pelinegro quedaron completamente dilatadas, y estaba respirando con tanta dificultad como él. Sus cuerpos estaban entrelazados tan estrechamente que no había espacio para que quepa un pelo entre ellos.
Pero Nathan todavía lo quería más cerca.
Más.
Con más fuerza.
- Follame.
Susurró, mirándolo a los ojos.
Las fosas nasales de Eunhyuk se encendieron.
- Nunca he follado a un hombre.
"Bueno". Nathan, casi dijo.
- ¿Quieres hacerlo?
Parecía una pregunta estúpida, teniendo en cuenta que la erección estaba presionaba contra su muslo, pero él sabía que podría ser un asunto importante para él: era mayormente heterosexual, después de todo.
Los ojos de Eunhyuk vagaban por su cara antes de que repentinamente besara a Nathan de nuevo.
- Sí.
Abandonando los hinchados labios de Nathan solamente para continuar con su cuello en su lugar, dejando calientes, besos urgentes por su garganta y lamiendo chupetones en su piel.
Nathan jadeó, apenas capaz de pensar.
- Hay lubricante en mi chaqueta.
Eunhyuk no se movió, todavía arrastrando los labios por todo su cuello, pulgares frotando los pezones de Nathan, su vientre.
- Hyuk. - intentó de nuevo. - Lubricante.
- Sí.
Levantó la cabeza y le dio un breve y duro beso.
Excepto que el corto beso se convirtió en uno muy largo y el menor terminó con las piernas envueltas alrededor de la cintura del hombre, sus estómagos y erecciones apretados uno contra el otro.
Se besaron así; húmedos besos con la boca abierta, lenguas entrando y saliendo, por interminables minutos. Nathan se apartó con un gemido, jadeando en busca de aire.
- Nunca vamos a llegar a follar si seguimos besándonos.
- Vamos. Lubricante. Y un condón.
- Aquí.
Dijo una voz tranquila.
Nathan volvió la cabeza y miró a HyunA.
Ella estaba acostada de lado, observándolos. Su bonita cara sonrojada.
Empujó el lubricante y un condón hacia él.
Nathan le dijo a Eunhyuk a regañadientes.
- Sal de encima. Tengo que prepararme. No puedo hacerlo contigo encima.
El mayor tomó el lubricante de él.
- Yo lo haré.
- ¿Estás seguro de saber cómo? Ha sido un tiempo para mí, y va a doler como una perra si no lo haces apropiadamente.
Le dio una mirada.
- Las Mujeres tienen sexo anal también, ya sabes.
- Correcto.
Eunhyuk rodó fuera de él.
Sus ojos recorrieron el cuerpo desnudo del menor, casi como un toque físico.
- Abre las piernas.
Su voz baja y ronca.