Para el final de la semana, Nathan había desarrollado un caso de bolas azules.
Para el final de la semana siguiente a esa, él también estaba molesto como el infierno y estúpida y ridículamente herido.
Eunhyuk era un amigo muy atento.
Iba a su casa cada día, generalmente justo después de que volviera de la escuela. De alguna manera él sabía los horarios de Nathan, pero eso no le sorprendió exactamente: la memoria del hombre era monstruosamente buena y registraba todo.
Bueno, todo excepto el hecho de que su "amistad" era tan bizarra como el infierno.
Él lo tocaba todo el maldito tiempo.
Un toque en el cuello o en el hombro, un brazo alrededor de su cintura, una nariz acariciando el lado de su cara.
Por no hablar de las miradas intensas.
Lo volvía loco.
La peor parte era, que Nathan estaba bastante seguro de que Eunhyuk ni siquiera notaba lo raro que se estaba comportando.
Pero otras personas lo hacían.
Suho los miraba con curiosidad, y no era de extrañarse.
Nathan tomó una respiración profunda, tratando de ignorar la mano del mayor en su cuello.
- Seguro. - Eunhyuk dijo a Suho. - Si quieres asegurarte de que la niñera de tus hermanas realmente habla con fluidez italiano y chino, mándala a mi oficina.
Suho se quedó mirando la mano de Eunhyuk en el cuello de Nathan.
- No es que me importe. - dijo lentamente, forzando sus ojos lejos y dándole una mirada a Nathan, quien le devolvió una mirada impotente como respuesta. - Pero mi pareja encuentra sus referencias un poco sospechosas.
Se encogió de hombros, sonriendo torcidamente.
- Personalmente, creo que está siendo paranoico, pero no hemos tenido mucha suerte con las niñeras de las gemelas, por lo que él es un poco sobreprotector.
- Envíamela.
Dijo Eunhyuk, la punta de sus dedos acariciando un lado del cuello del Nathan.
El menor esperaba que sus temblores no fueran evidentes.
- Sí, hazlo. - dijo a Suho con una risa un poco forzada. - Tal vez eso haga que este tipo permanezca en su oficina por unas pocas horas.
Eunhyuk lo miró, con un toque de diversión en sus ojos.
- Mi negocio puede funcionar sin problemas sin mi supervisión a tiempo completo. Si el gerente necesita estar presente en todo momento, eso significa que él no contrató a la gente adecuada en primer lugar y no creó sistemas eficientes para que ellos sigan. Yo lo hice.
- Presumir de sí mismo no es atractivo.
Nathan dijo sonriéndole.
Aunque ¿a quién quería engañar? La autoconfianza de Eunhyuk era algo caliente.
El celular del hombre sonó.
Él contestó el teléfono con la mano libre, la otra todavía envuelta alrededor de su cuello.
Nathan apretó los dientes.
Esto se estaba tornando ridículo.
- No puedo oírte.
Eunhyuk soltó el cuello de Nathan e hizo su camino hacia un aula vacía cercana, donde no estaba tan ruidoso.
- ¿Qué demonios?
Suho dijo tan pronto como el otro estuvo fuera del alcance auditivo.
- Dímelo a mí. - suspiró. - Él me está volviendo loco con esto. Dice que somos amigos y luego me toquetea todo el tiempo.
- ¿Lo conversaste con él?
Evitando su mirada, Nathan se pasó una mano por el pelo.
– Yo...
- Tienes miedo.
Dijo Suho, con una nota de sorpresa en su voz.
- No lo hago
Nathan se quejó.
Sí, tenía miedo, y lo odiaba.
Él tenía miedo de enloquecerlo si él lo confrontaba. Él tenía miedo de que dejara de venir, de que dejara de tocarlo.
Sin importar lo frustrante que era todo el asunto del toqueteo, en el fondo, él ya era un poco adicto a ello.
O más que un poco.
Maldición.
Atrapó a amigo mirándolo curiosamente.
- ¿Qué?
- Nada. Sólo...
Estaba mirándolo, pensativo.
- Has cambiado, no me refiero en un mal sentido, sin embargo. Tú sólo solías actuar todo engreído y con exceso de confianza. Lo estás pasando mal, ¿eh? Eres casi tímido a su alrededor ahora.
- ¡No lo soy!
Protestó. No era tímido. Él nunca fue tímido.
- Sólo... - La cara de Suho era sombría. - Sólo ten cuidado, ¿de acuerdo? Él tiene una novia. Él podría estar un poco confundido en este momento, pero él tiene novia. No dejes que te maneje tu polla.
Nathan tragó.
- Lo sé. No lo haré.
Eunhyuk caminó de nuevo hacia ellos, deslizando su teléfono celular en el bolsillo.
- HyunA me dijo que no la espere. - Miró hacia el pelirrojo. - ¿Necesitas un aventón?
Nathan pensó en la advertencia de Suho.
Luego pensó en pasar la velada con Eunhyuk.
Y dijo:
- Síp.
Ignoró la mirada de desaprobación, preocupada, en el rostro de Suho. A la mierda, tal vez era patético y estúpido, tal vez no iba a terminar bien, pero no podía negarse a sí mismo esto.
Deslizándose dentro de su chaqueta, Nathan siguió a Eunhyuk fuera.
Hacía mucho frío, pero él no lo sentía.
Eunhyuk le devolvió la mirada.
- ¿Qué?
Preguntó con una sonrisa, sintiendo los copos de nieve derritiéndose en su piel sonrojada.
-Nada - dijo Eunhyuk, arrastrando sus ojos lejos y abriendo la puerta de su auto con el mando a distancia. - Entra.
Nathan se subió al asiento del pasajero y se rió entre dientes, recordando la última vez que había estado en este asiento.
- ¿Recuerdas la primera vez que me alcanzaste a mi casa? Fuiste muy irritante.
El mayor resopló, arrancando el auto.
- Tú fuiste muy irritante. Y hablabas demasiado. Y...
Se calló, y se removió, de repente recordando que fue también la noche en que el hombre lo había besado por primera vez.
La noche en que había empezado todo.
El silencio se extendió, volviéndose más incómodo a cada minuto.
Cuando el silencio se hizo insoportable, el teléfono de Eunhyuk volvió a sonar.
Gracias mierda.
- ¿Podrías poner el teléfono en altavoz?
Le dijo con los ojos en la carretera mientras maniobraba el coche a través del intenso tráfico.
-Seguro.
Sacó el teléfono del abrigo de Eunhyuk y lo puso en altavoz. Esperaba que no fuera HyunA. Lo último que quería era escucharlos todo acaramelados.
- Habla Lee.
- Lee.
Una profunda voz masculina repitió, claramente burlándose de él.
Eunhyuk sonrió.
- ¿Cómo está la buena ciudad?
- "Probablemente siga allí". - el interlocutor respondió. – "Pero yo no estoy allí, de hecho".
- ¿Ya llegaste?
- "Uh huh. En mi antiguo lugar. Ven y trae algunas cervezas".
Eunhyuk miró a Nathan.
- ¿Ahora? ¿No vienes cansado del largo viaje?
- "Lo hago, y precisamente es por eso por lo que no voy a ser capaz de dormir hasta que esté hecho polvo".
- Hecho polvo. - repitió, resoplando. - No olvides calentar una olla de té para mí, compañero.
La persona que llamó se rió.
- "Yo no lo haré. ¿Así que vas a venir?"
Nathan frunció los labios, tratando de reprimir su decepción.
El mayor lo miró.
- Estoy fuera con un amigo, de hecho.
Hubo un breve silencio en la línea. Por alguna razón, Nathan tuvo la impresión de que la persona que llamó estaba sorprendida.
- "Bueno, tráelo entonces".
Eunhyuk lo miró con la pregunta en sus ojos.
Nathan se encogió de hombros.
-Estaremos allí en media hora.
Dijo Eunhyuk.
- ¿Quién era?
Preguntó Nathan cuando terminó la llamada.
- Mi primo, Jong Hoon. Te caerá bien.