Eunhyuk se detuvo frente a la puerta conocida y levantó la mano para golpearla, pero se detuvo.
Cristo, esto era una locura.
¿Qué estaba haciendo allí a esta hora? Lo más racional sería esperar hasta mañana, en lugar de aparecer a la una de la madrugada como un adicto que necesitaba una dosis, lo que no estaba lejos de la verdad.
Nathan y su abuela estarían dormidos de seguro, y estaría probablemente enojado con él, por casi patearlo fuera del coche después de primero haberlo besado.
Por no hablar de que Nathan no había dado ninguna indicación de que quisiera que sean algo más que amigos.
Nathan no sostenía relaciones.
Y Nathan había dicho que quería a Jong Hoon.
Eunhyuk apretó los dientes.
No.
No había imaginado el hambre y la necesidad en los besos de Nathan, no lo había imaginado apoyándose en su toque.
Esta cosa, esta atracción sin esperanza, no podía ser unilateral. No sabía lo que él haría si fuera unilateral.
Nada bueno.
El pelinegro tenía una punzante sospecha de que no lo tomaría bien si Nathan le decía que no estaba interesado.
La sola idea lo puso inquieto y ansioso.
No quería estar en la situación de su primo.
A diferencia de su primo, él no creía que él fuera capaz de ver a Nathan con otra persona.
Su autocontrol no era lo suficientemente bueno como para eso. Al darse cuenta de que tenía los puños apretados con fuerza a los lados, los forzó a relajarse.
Mierda.
Quizás reprimir y evitar las emociones durante años realmente había sido una mala idea: él no sabía cómo lidiar con esto en absoluto.
Nathan algunas veces bromeando le llamó espeluznante. Y él tenía el mal presentimiento de que podría no estar muy lejos de la verdad. Se sentía como una canilla con la llave rota: una vez abierta, no podía ser cerrada de nuevo. Tenía el potencial para convertirse en un acosador espeluznante si Nathan lo rechazaba.
Jesús.
Mejor que Nathan no lo rechazara.
Apoyándose en la pared, sacó su celular y lo llamó.
Tuvo que esperar un rato largo hasta que respondió.
- ¿Huh? - Murmuró, su voz somnolienta y no del todo despierto. Sus ojos estarían probablemente aun cerrados. - ¿Quién eres y por qué coño estás llamando en medio de la noche?
- "¿Realmente quieres a Jong Hoon?"
Silencio.
- ¿Hyuk?
Se oyó el ruido de los muelles del colchón.
Se pasó la lengua por los labios, imaginándolo en la cama, con su piel cálida, el pelo alborotado por el sueño, los ojos soñolientos y los labios un poco hinchados.
- ¿Eunhyuk?
- "¿Realmente lo quieres?"
Su voz más dura de lo que pretendía.
No pudo evitarlo.
Otro silencio.
- ¿Estás celoso?
Sonó un poco inseguro.
- "Quizá".
Respiró profundo.
El pelirrojo dejó escapar una risa ahogada.
- Mierda, esto realmente está jodiendo mi cabeza.
Eunhyuk pensó que era algo justo, teniendo en cuenta que Nathan había arruinado completamente su ordenada, racional vida.
- "¿Quieres a Jong Hoon?"
Nathan suspiró.
- ¿Alguien te dijo que eres como un perro con un hueso? No, no quiero a Jong Hoon. ¿Feliz ahora? ¿Y por qué me estás llamando a esta hora?
- "Ven afuera".
- ¿Qué?
- "Ven afuera. Estoy aquí, fuera".
Hubo un momento de silencio.
- ¿Estás diciéndome enserio que estas fuera de mi casa a la una de la mañana?
- "Sí".
- ¿Por qué?
- "Yo estaba en el vecindario".
- Y decidiste venir a visitar a un amigo, ¿eh?
- "Algo así".
- Espeluznante.
Murmuró suavemente y colgó.
Un minuto después, oyó el sonido de la cerradura haciendo clic desde el interior, y el cuerpo del mayor se tensó.
La puerta se abrió y Nathan salió y cerró la puerta de nuevo.
Llevaba solamente un par de boxers negros. Nathan se sonrojó.
- Las tablas del suelo son algo ruidosas. - dijo, más bien defensivamente, frotándose los ojos. - Yo tenía miedo de que la abuela se despertara si me movía demasiado alrededor. Ella es de sueño ligero.
- Yo no dije nada.
Sin saber dónde mirar, sus dedos deseosos de tocar por todas partes.
Tragó saliva cuando se dio cuenta de que los pezones de Nathan estaban erectos, antes de que él se diera cuenta de cuál era la razón más probable para ello.
- Tienes frío.
Eunhyuk se quitó el abrigo y envolvió con él, los hombros del más chico.
El menor le dio una mirada extraña.
- Entonces ¿Qué estás haciendo aquí?
Él preguntó, acomodando un poco el abrigo.
Eunhyuk intentó no mirarlo fijamente.
Ver a Nathan con su ropa le hizo sentir cosas extrañas en su interior. Y en su polla.
- ¿Eunhyuk?
el mayor desvió la mirada de la tela oscura de su abrigo contra la piel de Nathan, pero ahora sus ojos fueron atraídos de nuevo por la cara soñolienta y enrojecida, el pelo revuelto y los labios rojos suaves.
Cristo.
Su corazón corría una carrera, como si tuviera dieciséis años de nuevo, el calor acumulándose en su estómago y deslizándose a través de su piel.
Él no podía pensar.
- Quería hablar contigo.
Dijo, dando un paso más cerca.
- ¿Sobre qué?
Apoyó las manos en la puerta detrás de Nathan, efectivamente atrapándolo entre sus brazos. Respiró profundamente, mirando en los ojos color chocolate.
Los labios de Nathan se separaron.
- ¿Hyuk? ¿Qué estás...
- Desearía haberme negado cuando HyunA sugirió hacer el trío. - con voz ronca. - Desearía no haber conocido nunca este sentimiento. No es lindo. Es feo. Y aterrador.
Nathan Tragó.
- ¿Hyuk? ¿Estás borracho o algo?
El mayor sonrió torcidamente, mirando la manzana de Adán de Nathan subir y bajar.
- Ojalá.
Bajó la cabeza y rozó sus labios contra la piel pálida del cuello del pelirrojo. Nathan se quedó sin aliento, su cuerpo temblando por la tensión, como una flecha a punto de ser lanzada de un arco. Eunhyuk estaba bastante seguro de que él estaba temblando también, pero se las arregló para no tironear a Nathan contra sí.
De hecho, sus cuerpos no se estaban tocando en absoluto a excepción de sus labios apenas rozando el cuello.
Nathan gimió, el sonido bajo y apenas audible, y Eunhyuk finalmente hundió sus dientes en la carne y chupó con fuerza, con ganas de dejar una marca para que todos vean.
Él dejó un rastro de besos con la boca abierta, subiendo hasta que se encontró con ese punto exacto, debajo de la mandíbula, que lo hacía estremecer.
Él chupó con fuerza, casi delirante por el deseo.
- ¿Qué diablos me hiciste?
Susurró, lamiendo allí.
Jadeando, Nathan lo agarró del pelo y tiró alejándolo.
Él no se veía mejor de como Eunhyuk se sentía: sus ojos estaban vidriosos, sus mejillas sonrojadas y su respiración era dificultosa.
Pero él dijo:
- Espera, no podemos, mierda, yo quiero hacerlo, pero no debemos. Tú tienes una novia.
- Ya no más. Acabamos de separarnos. - Viendo la mirada con los ojos totalmente abiertos de Nathan, Eunhyuk agregó con una sonrisa triste. - Sé que lo más decente sería esperar, pero... no puedo esperar. - Se inclinó de nuevo y besó la comisura de la boca de Nathan antes de presionar sus mejillas juntas. Aspiró su aroma con codicia. - En serio, ¿qué me hiciste?
Había una gran cantidad de resentimiento en su voz, y él no podía ocultarla. Enterrando los dedos en el pelo de Eunhyuk, Nathan le apartó un poco para que se miraran el uno al otro.
- No hay nada malo contigo, tonto.
Sus ojos sonriendo.
El mayor negó con la cabeza.
- No tienes ni idea de lo que está pasando en mi cabeza. Tengo algunas ideas realmente espeluznantes que me aterran incluso a mí. Enloquecerías si te contara.
Nathan sonrió, pasando los dedos por el cabello del otro.
- Pruébame. No te preocupes, siempre supe que eras raro.
el pelinegro se echó a reír.
- ¿No te tomas nada en serio?
Nathan con hoyuelos en él.
- Nop, pero tú lo amas totalmente.
El pelinegro miró su sonrisa, tratando de controlar la oleada de necesidad que nada tenía que ver con su polla.
- Quizás lo hago.
La sonrisa de Nathan se desvaneció, sus ojos oscuros se pusieron serios.
- ¿Hyuk?
Este se inclinó de nuevo y rozó sus labios contra la mejilla de Nathan.
- Te quiero. - dijo lacónicamente. - Di que sí.
El cuerpo del más chico se puso rígido. Él susurró:
- ¿A qué? ¿Qué es lo que quieres de mí? ¿Sexo?
Eunhyuk aspiró inestablemente, presionando su frente contra la del otro.
- Por Supuesto que quiero sexo. - él dijo en un susurro ronco. Él aferró las caderas del chico duro, cavando sus dedos en las nalgas. - Quiero follarte. Quiero besarte y tocarte por todas partes. Quiero sentir que te corres con mi polla. - Los labios de Nathan temblaban a centímetros de distancia de los suyos. Apenas podía contenerse de besarlos. - Nunca quise tanto a nadie, y eso me aterra, pero solamente sexo nunca sería suficiente para mí. Yo sé que tú no mantienes relaciones, pero yo no tengo relaciones ocasionales. - sintió a sus labios torcerse. - Y esto... no hay nada ocasional acerca de esto. Así que, si dices que sí, obtendrás el paquete completo, sea que lo quieras o no.
Se apartó un poco para verlo mejor.
Los ojos de Nathan estaban muy abiertos y extrañamente vulnerables antes de que una deslumbrante sonrisa dividiera su cara.
- ¿Está hacer cucharita incluido en el paquete completo? -Preguntó, poniendo una mano en el pecho. - Soy muy parcial sobre cucharear.
Eunhyuk sintió a su corazón latir más rápido. En ese momento, mirando la sonrisa de Nathan, pensó que estaría de acuerdo con cualquier cosa.
- Oferta especial, solamente para ti.
- El paquete completo por favor.
La respiración del mayor enganchada. Su agarre en las caderas de Nathan más apretado.
- ¿Estás seguro? Nunca te vas a deshacer de mí.
Las manos de Nathan se movieron a su cuello y lo jaló más cerca, hasta que sus frentes se tocaron de nuevo y sus respiraciones se mezclaban.
- Tal vez no quiera hacerlo.
Y Eunhyuk se rompió y lo besó, empujándolo contra la puerta con su cuerpo, chupando y mordiendo los labios regordetes con tal hambre que sacudía todo su cuerpo. Dios, por fin.
En algún lugar en el fondo de su mente, recordó el beso que empezó todo hace dos meses. El círculo cerrado. El mismo lugar, la misma persona, pero el deseo que sentía había cambiado a algo más personal, algo más intenso.
Algo aterrador.
A la mierda.
Eunhyuk acunó el rostro de Nathan con sus manos y lo besó más duro, sin preocuparse.
Si lo miras y piensas "esto es mío eso es todo, agárralo si puedes."
Y así lo hizo.
Fin