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Los Varones de Papá, los Donceles de Papi por Serenamoon

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Notas del capitulo:

Muy buen viernes para todos... no tenia pensado publicar hoy porque tengo mucho trabajo y poco tiempo y a mi me gusta responder los comentarios antes de actualizar, pero me parecio injusto dejarlos esperando por mi falta de tiempo.

Me disculpo por no poder responder sus hermosos comentarios, hare lo imposible por ponerme al dia con ellos.

Este capi tiene el esperado acercamiento entre otra de las parejitas del fic... no voy a adelantar quienes, entren y lean :)

Pero se que les va a gustar, eso espero.

METODOS DE RELAJACION Y METODOS DE CONQUISTA UCHIHA

 

Como Sai había decidido, esa noche en su piso estaban todos sus “amigos” listos para pasarla bien y olvidarse de todo. Su primo Itachi estaba allí, luego de una ridícula pelea con su hermano Deidara, que también estaba ahí con cara de malas pulgas en un rincón. Pero eran sus problemas el ya tenia los propios.

- Cuñado – se giro para ver al recién llegado, Subaku no Sasori y no venia solo. Su prometido estaba a su lado ¿Qué hacia ahí? Ni idea pero no dejaría que le amargue la noche.

- Sasori, bienvenido – le sonrió – Gaara, que sorpresa – hizo una mueca, que para el pelirrojo significo que no lo quería ahí. Y era obvio, pero había tenido que obligar a su hermano a que lo llevara, ni el sabia el motivo, solo sabia que necesitaba ver que es lo que haría el desvergonzado de su prometido allí - ¿sabe las reglas? – pregunto Sai.

- Se las explique en el camino – dijo el pelirrojo mayor - ¿verdad ototo?

- Si, las se todas – admitió serio.

- Genial, entonces diviértanse – sonrió falsamente – nos vemos luego – y se fue.

- Vaya hermanito, al parecer ya estas dejando de interesarle – se burlo Sasori – no me digas que no te lo advertí.

- Cierra la boca idiota – respondió para marcharse a algún rincón. Él sabía que Sai ya no le prestaba la atención de antes, apenas si lo veía una vez a la semana y solo porque el protocolo lo estipulaba. Pero desde hacia casi un mes que no lo llamaba, ni le mandaba obsequios o mensajes amorosos. Cuando se veían era porque el asistente del Uchiha arreglaba la cita y en ella no hacían nada más que tomarse de las manos y sonreír a los desconocidos que los felicitaban. Estaba confundido y molesto, muy molesto.

Sai estaba nervioso, que su cerecita estuviera allí le complicaba la noche, el necesitaba urgentemente distenderse pero no quería faltarle el respeto a su prometido, aunque se lo merecía. Había intentado con todos los métodos de conquistas llegarle y solo había obtenido desprecios y honestamente estaba cansado. Su padre cada día le daba más responsabilidades en la corporación y en el clan. Tenía que conocer a los socios, a los clientes, a los proveedores y ganarse su simpatía para cuando asumiera la presidencia. Estaba estudiando dos idiomas simultáneamente para poder completar su formación y sumado a la precaria salud de su hermanito que lo desvelaba todas las noches. No había dormido mas de dos horas en los últimos dos meses ¿acaso era mucho pedir una pareja que en lugar de ser un problema fuera una compañía, un alivio? Por eso había decidido dejarlo en paz, si él era una molestia para el pelirrojo se limitaría a cumplir con las obligaciones que dictaba el protocolo y de paso se ahorraba un dolor de cabeza.

- Hola guapo – escucho que lo saludaban, se giro y sonrió al ver a Ino, luciendo un hermoso y sensual vestido rojo - ¿Por qué tan solo?

- Te esperaba – respondió con media sonrisa – ¿Cómo has estado?

- Ya sabes, con las cosas de la boda – respondió hastiada – el idiota de mi prometido me dejo todo a mi sola.

- Quizás sea lo mejor, tu le dijiste que no lo querías cerca – respondió el azabache – te ahorras un dolor de cabeza.

- Todo mal con el mapache – pregunto afligida y Sai suspiro triste.

- Me odia – admitió con una amarga sonrisa – pero no quiero hablar de eso ¿si?

- Es verdad, la idea es divertirnos – el varón asintió – sírveme un trago, quiero volarme la cabeza y olvidar mi miserable vida por unos instantes.

- Venga Ino, no es tan malo si te acostumbras – la abrazo por la cintura para encaminarla a la barra.

- Sai sabes que tenia sueños que no podre cumplir – dijo ella.

- Eso no lo sabes a lo mejor tu esposo es un tipo genial que te consiente en todo.

- ¿Tu dejarías a tu esposo que sea diseñador de modas?

- Si eso lo hace feliz ¿Por qué no? – Respondió sincero – yo no creo que el varón deba someter y esclavizar a su pareja, vi lo que paso con mis padres en su primera etapa del matrimonio y como acabaron, yo no cometeré el mismo error.

- Ese maldito pelirrojo es en verdad afortunado – lanzo ella luego de beberse de golpe su trago.

- Díselo a él – respondió Sai bebiendo su vaso.

- Un par de tragos mas y le canto todas sus verdades – le sonrió la rubia y se le colgó del cuello – olvidemos lo que nos molesta solo por unas horas ¿si? – Sai suspiro y asintió, la rubia acto seguido le devoro los labios con ansias. Le encantaba Sai, era un excelente amigo, un grandioso hombre, sumamente guapo e increíblemente pervertido en la cama. ¿Qué más podría querer una mujer o doncel? Sin mencionar que era asquerosamente rico y poderoso. Para Ino, Subaku no Gaara era un idiota de proporciones épicas y ella se encargaría de hacérselo saber. Ya había notado que el doncel no les sacaba los ojos de encima y aprovecho la oportunidad para darle una ayudita a su amigo, los celos siempre funcionaban. Y el seño fruncido del pelirrojo le dijo que él no era la excepción.

- Eso fue genial – dijo Sai - ¿seguimos en la habitación?

- Espera tigre, que la fiesta recién empieza – dijo divertida – voy a saludar y quiero bailar un poco, te busco al rato, no me cambies ¿si?

- Tranquila yo quiero estar solo contigo esta noche – le beso la mano antes de que se aleje.

- ¿Así será nuestro matrimonio? – Escucho a sus espaldas y al girarse vio a su rojito enojado - ¿vas a engañarme con ella?

- Todo depende de ella – mintió – se casa en un mes y si se enamora de su esposo ya no será mi amiga con derechos.

- Pobre de ti – ironizo Gaara furioso.

- Tranquilo  amor, que puedo conseguirme otra u otro – le acaricio el rostro molestándolo mas - ¿necesitas algo mas?

- ¿Vas a acostarte con ella? – cuestiono el pelirrojo.

- Es la idea, si – admitió Sai cansado ¿a que venia tanta pregunta?

- ¿Por qué?

- Porque lo necesito y ella igual – cerró los ojos – igual voy a casarme contigo, descuida que no te dejare plantado, Ino solo es mi amiga.

- ¿Por qué necesitas acostarte con ella?

- Gaara, de verdad no quiero discutir contigo ahora, necesito relajarme o voy a volverme loco ¿entiendes? No creo que lo hagas, solo eres un niñito consentido que obtiene siempre lo que quiere y no sabe lo son las responsabilidades – jamás le había hablado en ese tono, pero hasta el mas paciente de los hombres tiene limites y Sai había superado el suyo – diviértete Gaara, olvida por una noche que eres mi prometido y pásala bien.

- ¿No te molestaría que le entregara mi primera vez a un extraño? – pregunto serio el pelirrojo. Sai cerró los ojos y apretó los puños, claro que le molestaría, pero no tenia ganas de pensar en ello.

- Gaara haz lo que tengas que hacer, lo que te haga feliz – suspiro – eres libre por esta noche de hacer lo que quieras, yo no voy a detenerte, solo cuídate de no quedar embarazado porque no voy a hacerme cargo de un bastardo – y se alejó. El doncel era un descarado, el prometiéndole el cielo a la espera de solo una palabra agradable y el desagradecido quería revolcarse con un cualquiera. Chasqueo la lengua y se sirvió un trago que bebió de golpe. Que hiciera lo que se le venga en gana, el haría lo mismo. Bebió otro trago y siguió saludando a sus amistades y disfrutando la noche.

 

Deidara estaba apoyado en la pared de una esquina, con el seño fruncido y un aura atemorizante que mantenía a todo el mundo lejos de él. Miraba furioso a cierto azabache desvergonzado que coqueteaba con todo el mundo descaradamente, ignorándolo. ¿Y todo por qué? Por su estúpido orgullo que le había impedido decir lo que realmente quería.

 

FB

 

- Itachi – luego de la merienda el rubio pelilargo había seguido al varón al jardín.

- Dime Deidara – dijo amablemente.

- ¿Vas a ir a la fiesta de Sai? – el Uchiha sonrió de medio lado.

- No tengo nada mejor que hacer y necesito relajarme ¿Por qué? – pregunto ilusionado, esperando que el rubio le confesara que no lo quería ahí, si no a su lado. Deidara lo medito ¿Por qué no quería que fuera? La respuesta era simple, porque si lo veía cerca de una mujer o un doncel en actitud sospechosa lo arrastraría de los cabellos y lo golpearía hasta que entendiera que era suyo y no podía coquetear con nadie. Pero no podía decir algo tan vergonzoso, se pondría en evidencia y el maldito de su falso prometido sabría que lo tenía en sus manos y eso Namikaze Deidara no podía permitirlo.

- Porque yo también necesito relajarme y quiero ir ¿me llevas? – el rostro de Itachi se contrajo, por la desilusión y la furia.

- ¿Sabes lo que pasa en esos lugares verdad?

- Si lo, escuché la explicación de papá y Sai ya me lo había contado – suspiro – sé que van otros donceles y mujeres ¿acaso no puedo ir yo?

- Si puedes – respondió cortante – paso por ti a las nueve, que Sai te explique las reglas – y se fue molesto, mas que molesto, echando humo por las orejas. Deidara suspiro y se fue a buscar a su hermano, después de convencerlo, a base de ruegos y amenazas de que lo dejara ir, este le explico las simples reglas.

- Numero uno – comenzó Sai – lo que pasa en la fiesta se queda en la fiesta, sin excepciones – el doncel asintió, era algo obvio – numero dos, nada de escándalos o escenas de celos, ahí dentro nadie tiene obligaciones ni derechos con nadie ¿entiendes? – asintió  menos convencido ¿Cómo que no había obligaciones o derechos? Itachi era su prometido, no podía dejarlo como un cornudo frente a todo el mundo – Regla numero tres, relájate y disfruta – le sonrió y se marcho a preparar todo, dejando a un muy confundido y enojado Deidara.

Fin fb

 

- Esa zorra – murmuro apretando los puños ¿Qué se pensaba esa tipa refregándose así en SU Itachi? ¿Y que se pensaba ese idiota dejándose manosear? Sentía que un instinto asesino crecía en su interior ¿Cómo demonios la gente se aguantaba las ganas de golpear a los que coqueteaban con sus parejas? Observo a los presentes, cada vez mas desinhibidos por el alcohol. Los prometidos estaban separados, coqueteando con otros sin importarle su pareja en lo más mínimo ¿Por qué rayos no les importaba? Y entonces lo entendió todo. En ninguna de esas relaciones había amor, solo conveniencia y matrimonios arreglados, por eso a ninguno le importaba que su futuro esposo o esposa se revolcara con otro. Pero ese no era su caso, por más que había intentando negarlo y reprimirlo tenía que admitirse que estaba total, perdida y locamente enamorado de ese Uchiha y si pensaba que lo dejaría revolcarse con otro u otro estaba muy equivocado.  A paso decidido camino hasta la pareja en cuestión y sin ninguna delicadeza empujo a la mujerzuela y antes de que nadie dijera nada cazo los labios del varón con los suyos. Era un beso demandante y salvaje. Itachi tardo en reaccionar, pero cuando lo hizo rodeo la cintura del doncel con un brazo y profundizo el contacto.

- Auch – se quejo un poco pues Deidara le había mordido el labio hasta hacerlo sangrar. Se separaron y se miraron a los ojos. El varón miro a los ojos de su prometido y pudo ver la furia en ellos - ¿todo bien Dei? – pregunto tímidamente, intento disimular, pero para que mentir, el rubio enojado le daba miedo.

- Vámonos, ahora – ordeno el doncel y lo romo de la muñeca para arrastrarlo a la salida, le importaba muy poco haber hecho una escena pero nadie tocaba lo que le pertenecía y menos en sus narices. Entraron en el elevador y se ubicaron cada uno a un lado. Itachi quería preguntar, por la obvia escena de celos de su rubio, pero no iba a tentar su suerte enojándolo mas - ¿hasta donde pensabas llegar con esa zorra? – pregunto sin mirarlo. El varón iba a responder - ¿la quieres a ella? ¿Te gusta? ¿Es tu amante habitual? ¿Cuándo fue la última vez que tuviste sexo con alguien? – Recién al decir la ultima pregunta lo miro y noto que sonreía, el infeliz se burlaba – búrlate lo que quieras Uchiha – giro el rostro, motivo por el que no noto como Itachi se acercaba para abrazarlo, y no pudo evitarlo.

- Te ves tan lindo celoso – Deidara iba a matarlo – tenebroso, pero lindo – le beso la coronilla y apretó el agarre – no estaba pensando llegar a ningún lado con Liu – aclaro – y no es una zorra, solo le gusta divertirse – el rubio quiso soltarse pero le fue imposible – no la quiero, le tengo aprecio como persona, no me gusta, no es mucho mi tipo – suspiro – solo nos acostamos dos veces, no me gusta mucho repetir amantes y la ultima vez que tuve sexo fue hace como seis meses, que fue cuando conocí al amor de mi vida – se separaron para mirarse a los ojos – y antes de que preguntes, eres tu Deidara, tu eres el amor de mi vida – le acaricio el rostro con delicadeza, sonrojando hermosamente a su doncel - ¿tu que sientes por mi? – el rubio hizo un puchero y escondió el rostro en el varonil pecho.

- Todo es culpa de los estúpidos genes Uchiha, ni siquiera para enamorarnos podemos ser normales – explico molesto y avergonzado – según lo que se he hecho click contigo grandísimo infeliz – cerró los ojos y se estremeció al sentir una caricia en su espalda.

- No sabes lo feliz que me siento – Itachi lo separo con intención de besarlo nuevamente pero el sonido de las puertas abriéndose lo interrumpió.

- ¿Se van? – Kisame había llegado con dos mujeres de cada brazo – oh hermano mira lo que te traje, no me abandones – ingreso al elevador al tiempo que la parejita recién confesada salía de él.

- Lo siento amigo, pero soy un hombre comprometido ahora, tendrás que ingeniártelas solo – sonrió.

- Arriba esta lleno de hombres comprometidos – exclamo el sicario.

- Pero no enamorados – respondió Itachi abrazando la cintura de su chico y le guiño un ojo a su amigo antes de que las puertas se cerraran – vamos amor, tenemos que hablar algunas cosas – comenzó a guiarlo sin dejar de sonreír. Se sentía idiotamente feliz y completo, podía decir sin temor a equivocarse que era el tipo más suertudo del universo. Se montaron al coche del pelinegro y emprendieron viaje a un rumbo desconocido por el rubio. Itachi lo llevo a su departamento, un lujoso piso en el centro de la ciudad – ponte cómodo – indico señalando la sala - ¿quieres algo de beber?

- ¿Qué pretendes Itachi? – pregunto alarmado el doncel.

- Quiero que hablemos – dijo simplemente el varón - ¿Qué podría pretender? – y comprendió todo – oh Dei, no pienses mal no te traje para robar tu inocencia – le sonrió cálidamente – pero pensé que aquí estaríamos mas tranquilos, si te molesta vamos a otro lugar ¿si?

- ¿No me deseas de esa manera?

- No se porque tengo la impresión de que diga lo que diga voy a terminar mal – suspiro – ven aquí – se apoyó en la pared, Deidara camino lentamente y cuando estuvo a su alcance, el varón lo abrazo – te amo Dei, te amo mas que a mi vida y te deseo como no te das idea. Desde que te conozco que sueño dormido y despierto con hacerte el amor. Lo he imaginado tantas veces que ya perdí la cuenta – suspiro apretándolo mas – pero mi amor es mas fuerte que el deseo, y quiero por sobre todas las cosas que seas feliz y yo sé que tu idea es llegar virgen al matrimonio y voy  a respetar eso – se separaron – porque lo que tu desees es lo que importa ¿si? – el rubio asintió enternecido y una idea surco su mente -  y no voy a engañarte ni a sacarme las ganas con alguien mas, solo tu así que no te preocupes por eso ¿confías en mi?

- Si, confío en ti – le sonrió cálidamente por primera vez desde que se conocían - ¿puedo conocer tu casa?

- Claro amor, y voy a darte las llaves así vengas cuando quieras, lo mio es tuyo – lo tomo de la mano y lo llevo a recorrer el piso.

- Me gusta la decoración – comento – es como tu.

- ¿Cómo yo? – pregunto divertido Itachi abrazándolo por la espalda frente a un gran ventanal con vistas a la ciudad.

- Sobrio, fresco, elegante, clásico pero un toque de moderno que lo hace genial – suspiro – funcional.

- Te olvidaste de sexi y guapo – le susurro a su oído.

- Y modesto también – ironizo el doncel y ambos rieron - ¿le diremos a mi padre?

- Prefiero vivir un par de días mas – dijo divertido el varón – le diremos si quieres.

- Esperemos unos días, el pobre ya tiene mucho con Naru y tu hermano – Itachi asintió – pero estoy seguro que no pondrá objeciones a lo nuestro, me da la impresión que te quiere mucho.

- Soy su sobrino favorito – se alabó solo mientras se dirigían a la sala. Hizo que el rubio dejara su cabeza en su regazo para acariciar las doradas hebras del cabello – en realidad Sasuke lo es, o lo era, pero siempre tuve una buena relación con Madara y él sabe que soy la mejor opción para ti.

- En serio Itachi que te pasas de humilde – bromeo el rubio.

- Amor, no gano nada negando la realidad ¿verdad? Tu naciste para mi así como yo nací para ti, y hay que reconocerlo – se miraron a los ojos – dime que me amas.

- Eso no se pide idiota – el rubio desvió la mirada pero no obtuvo respuesta, así que volvió a encarar esos negros ojos que lo miraban expectantes. Bufo derrotado – te amo Itachi baka – confeso sonrojado y se gano la hermosa y resplandeciente sonrisa de su prometido - ¿Itachi? – el varón lo miro - ¿el compromiso? ¿Qué haremos? – Itachi suspiro.

- Lo que quieras – le dijo cálidamente – por el momento tenemos que seguir con la farsa, pero no tienes que sentirte presionado.

- Entiendo – no sabia si sentirse aliviado o decepcionado.

- Además quiero proponértelo adecuadamente, ni siquiera te di una sortija –le acaricio las manos – quiero que sea especial y estar seguro de que  me dirás que si.

- ¿Piensas que te diré que no? – cuestiono intrigado.

- Es bastante obvio para mi que la idea del matrimonio no te agrada demasiado en estos momentos – suspiro – no voy a apurarte, aunque tengo que advertirte que vamos a terminar casados, eso no tiene discusión, pero lo vamos a hacer a tu tiempo, no tengo apuro por el momento – le sonrió y el doncel le devolvió el gesto complacido por su comprensión. No podía sentirse mas feliz, había temido que Itachi fuera un varón posesivo y controlador pero estaba resultando ser un hombre sumamente amoroso y complaciente. No se arrepentía de haberse dejado llevar por sus sentimientos, se sentía completo y en completa paz, como si toda su vida hubiera estado esperando, sin saberlo, el estar entre sus fuertes brazos y admitía que era incapaz de alejarse de el sin morir en el intento, porque como Itachi había declarado, ellos habían nacido para estar juntos.

 

Notas finales:

Por fiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiin, otra pareja se ha formado, aunque ya se lo veia venir quedaba que se confesaran y se aceptaran.

Dei es tan parecido a Madara, los celos lo pueden al pobre, pero le sirvio a Ita para tenerlo finalmente en sus brazos.

Espero que les haya gustado.

Mas de Sai y Gaara en el proximo y claro que mas del Teme y el Dobe. XD


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