Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Los Varones de Papá, los Donceles de Papi por Serenamoon

[Reviews - 628]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Lo prometido es deuda, y como les habia dicho he aqui el nuevo capitulo.

Para todos los que queriamos saber que pasaba con Minato, la respuesta mas abajo. Ademas un poco de Sasu que ya estaba desaparecido y de los otros persojanes.

Se vienen los momentos culminantes del fic... mucho drama y despues el gran final feliz y el epilogo.

Espero que lo disfruten y muchas gracias por sus comentarios y su apoyo.

 

Luz en la oscuridad

 

El pasillo que ocupaba la familia Uchiha estaba sumido en un tenso silencio, todos esperaban alguna novedad esperanzadora de los ingresados en urgencias.

De repente el sonido de una puerta abriéndose saco a todos de sus pensamientos. Unos quejidos y el arrastrar de algo inundaron el espacio y por la esquina hizo su aparición el menor de los azabaches. Sasuke arrastraba una pierna y se notaba que cada paso que daba le causaba un dolor insoportable, pero él tenia que avanzar. Madara y Fugaku se pusieron de pie, las heridas del menor comenzaron a sangrar nuevamente.

- ¿Sasuke que demonios haces? – exclamo su padre sorprendido y furioso. Del mismo lugar que había llegado Sasuke aparecieron dos enfermeras corriendo agitadas.

- Lo sentimos mucho, nos distrajo y se escapo – hablo una.

- Madara – hablo el menor sin hacer caso a nadie mas – tengo que hablar contigo – el mayor bufo, ya sabía por donde iba la cosa.

- Regresa a tu cama – ordeno.

- No, tengo que hablar contigo ahora – indico decidido y enderezándose completamente, a pesar de la herida en su abdomen que le dolía horrores. Apretó los labios para no quejarse y respiro profundo – Naruto – comenzó – necesita un corazón y el mio es fuerte – Mikoto exclamo horrorizada al saber lo que su hijo pretendía. Fugaku la sujeto para que no callera al piso de la impresión – toma el mio – Madara lo miro unos segundos, decidiendo cual era le mejor manera de responderle. De verdad que no estaba en sus casillas y tenia la enorme necesidad de descargar su frustración y su ira en alguien. Y el muy idiota de su sobrino se le ponía en bandeja de plata – yo no voy a vivir sin el, así que.

- Escúchame Sasuke – el tono de Madara le helo la sangre a todos, que sin elevar la voz un poquito siquiera sonó terrorífica – hace un tiempo me juraste que amarías y cuidarías a mi hijo por toda tu vida, que lo harías feliz cueste lo que cueste y ahora me dices que quieres morirte – Sasuke trago en seco - ¿acaso no tienes palabra de honor?

- Yo se lo que dije, pero si Naru necesita un corazón – quiso razonar el menor.

- No tomare el tuyo – sentencio Madara – así que deja de molestarme.

- Madara – se desespero Sasuke, él no iba a permitir que Naruto muriera, sin el su vida no tendría sentido y terminaría suicidándose de todas maneras – si el muere yo moriré también, es lo mismo.

- ¿Y piensas que el será feliz si él vive y mueres tu? – Pregunto el líder de los Uchiha - ¿acaso subestimas los sentimientos de mi hijo Sasuke?

- No lo hago, pero - ¿Qué podía decir? Suponía que su rubito se pondría triste, pero lo superaría, o eso imaginaba.

- Lo que tu sientes por el, es lo mismo que el siente por ti, así que si tu no podrías vivir sin, a él le pasara lo mismo – sentencio.

- Pero – quiso seguir Sasuke.

- ¡Pero nada! – Exploto Madara – y vete ahora mismo a tu habitación.

- Estoy bien, quiero ayudar si no vas a usar mi corazón voy a buscar otro.

- Sasuke estoy perdiendo la nula paciencia que me queda – aviso el Uchiha y Fugaku se acercó lentamente a tu hijo – vete.

- No – dijo el obstinado menor y Madara no aguantó más. Con un rápido movimiento y un certero golpe en la nuca ya lo había noqueado. Fugaku lo sostuvo para evitar que se golpeara en el piso.

- Si es necesario lo amarran a la cama, pero no quiero verlo de pie hasta que lo autorice un medico – ordeno a las enfermeras que ya tenían una silla de ruedas para trasladar al inconsciente Sasuke a su habitación – estúpido niño, ¿en que estaba pensando mi bebe al fijarse en el? – hablo en voz alta mientras se sentaba al lado de Deidara y lo abrazaba por los hombros.

- No te ofendas oto san, pero Sasuke se parece demasiado a ti – dijo el rubio. Madara suspiro y fue incapaz de negar una realidad tan evidente. Otra vez se hizo el silencio pero fue roto por un teléfono que sonaba sin cesar. Tsunade se alejó para responder y cuando escucho lo que le decían bajo corriendo por las escaleras, no tenia tiempo de usar el elevador.

 

Itachi había llegado al hospital y luego de derrapar se bajo para tomar en brazos a un descompuesto Minato, que no dejaba de quejarse y apretar su vientre. Cuando el varón lo levanto noto que el asiento estaba mojado y no con agua. Corrió desesperado hacia la entrada y le pidió a alguien que llamara a Tsunade urgentemente. Un medico de guardia lo guio a la sala de emergencias para esos casos y luego de dejar al doncel en la camilla tuvo que salir, por que lo obligaron. Suspiro profundamente y antes de poder pensar que hacer, una rubia lo acorralo.

- ¿Dónde esta mi hijo? – exigió saber. Itachi solo pudo apuntar la puerta de la sala en cuestión y la mujer desapareció tras ella tan rápido como había llegado. El azabache cerró los ojos, necesitaba calmarse y pensar que decirle a su familia cuando los viera, porque iban a exigir explicaciones, pero podía tomarse unos minutos para idear una explicación que calmara a todos un poco por lo menos. Suspiro nuevamente y antes de poder dar un paso la imponente figura de Madara apareció por el pasillo, acompañado de Sai y su rubio. Deidara al verlo corrió a sus brazos sin importarle nada, se había preocupado muchísimo por el y verlo sano y salvo lo tranquilizo y alegro. Itachi lo apretó contra si. Había tenido tanto miedo de perderlo, de solo imaginarse a su adoración en una situación parecida a la de su suegro le hacia hervir la sangre. Aprovecho unos segundos el confort que su amor le daba y luego se separo pero no del todo. El doncel siguió abrazado a él, con la cabeza oculta en su pecho.

- Minato esta dentro – comenzó Itachi – los médicos lo están tratando y no van a dejarte ingresar – advirtió Itachi y Sai sujeto a su padre y ambos miraron al otro esperando que siguiera explicando – no es grave, creo, llegamos a tiempo – miro a su tío a los ojos, diciéndole con la mirada que no quería hablar delante de Deidara de lo que había pasado.

- Dei amor, ve arriba – pidió el mayor, pero el doncel no quería. Afianzo mas el abrazo con su novio – por favor bebe.

- ¿Por qué no quieren que escuche? – Pregunto dolido y molesto – no soy un niñito impresionable, y de todas maneras voy a enterarme – se separo de Itachi y miro a su familia – no voy a irme – dispuso cruzándose de brazos. Madara suspiro, no quería pelear con su hijo y tampoco iba a perder el tiempo convenciéndolo.

- Habla Itachi – indico. El aludido suspiro y sujetando la mano de su rubio comenzó el relato.

- Fue Orochimaru – confirmo lo que todos sabían – él quería vengarse de ti – Madara asintió – pero no estaba solo, cuatro miembros del consejo y el idiota príncipe que pretendía a mi Dei.

- Kimimaro – murmuro Madara apretando los puños.

- ¿El consejo? – pregunto Sai sorprendido. Itachi asintió.

- Pero ya fueron eliminados, dos por lo menos, los otros dos van a ser sancionados pronto, Pain esta muy molesto – Madara suspiro – compraron a sus hombres y eso fue un golpe muy bajo para el, así que no va a perdonar a nadie – miro por un breve segundo a Sai, pero no dijo nada mas. De todas maneras su primo supo que había algo más en el relato que Itachi no estaba diciendo. Y Deidara también, porque Itachi no había mencionado a Sasori. Ambos decidieron preguntar luego. Madara miro inquisitivamente a Itachi esperando algo mas – no me hagas decirlo Madara, creo que él debe contártelo, solo voy a decirte que llegamos antes de que algo peor pasara – el mayor asintió agradecido, imaginando lo que esos desgraciados pretendían. Se ubicaron en unos asientos frente a la sala. Itachi sentía la pesada mirada de su primo sobre el, pero no iba a hablar mas, tenia que pensar y decidir con Pain que harían con la información que tenían ¿Gaara era de confianza? ¿Sus otros hermanos merecían morir o no? Eran muchas preguntas y no quería discutirlas con su familiar, porque él estaba involucrado directamente en el caso. Pero no podía dejar de sospechar del pelirrojo. Después de todo su padre y su hermano habían planeado toda una estrategia para quedarse con el liderazgo del clan a partir de su boda con Sai ¿y si él estaba al tanto de todo y pensaba asesinar a su primo cuando estuviera con la guardia baja? Claramente tendría la oportunidad de hacerlo, tendría muchas oportunidades de hacerlo, porque Sai jamás se lo esperaría y si lo esperara el dolor de saber que su amor lo quería muerto le impediría hacer algo en su contra. Suspiro para quitar esos pensamientos y justo cuando estaba por ir por un café, Kisame apareció. No dijo nada, solo un gesto con la cabeza y el Uchiha supo que quería – regreso luego – se puso de pie, beso la cabeza de su niño y comenzó a alejarse.

- Ita ¿Dónde vas? – pregunto angustiado el doncel.

- Tengo un asunto que resolver amor, quédate con tu familia – indico sin mirarlo.

- Itachi – hablo Madara.

- Está todo bajo control tío – respondió y se marcho con su amigo, había algo importante que discutir y concretar y estaban contra reloj. Pero si todo salía bien solucionarían varios problemas de una.

Después de dos largas horas de espera Tsunade salió de la sala, luciendo cansada pero aliviada.

- ¿Cómo esta? – pregunto Madara de inmediato. La mujer suspiro.

- Esta bien, fuera de peligro totalmente – le sonrió para calmarlo y el varón sintió que el alma le volvía al cuerpo – tiene algunos golpes, pero nada grave, solo se pondrán morados, mi hijo es muy fuerte.

- ¿Golpes? – estaba que se lo llevaba el diablo. Alguien había osado levantarle la mano a su tesoro, y alguien tendría que pagar por ello. Le arrancaría los dedos al infeliz.

- Nada grave Madara – la mujer lo calmo, a pesar de que no era santo de su devoción, no podía seguir negando que el amor que le profesaba a su único hijo era genuino, puro e intenso – ahora lo trasladaran a una habitación arriba y cuando se despierte hablara contigo sobre algo importante – el varón asintió – lo que si voy a pedirles que no le digan lo que pasa con Naru chan, debe evitar emociones fuertes por unos días. Mantengámoslo en secreto.

- Bien – dijo el hombre – quiero verlo ahora.

- Lo están llevando a la habitación, vamos – la rubia comenzó a caminar rumbo a los ascensores.

- ¿Solo fueron golpes verdad? – pregunto por lo bajo.

- Si Madara, solo golpes, la caballería de rescate llego justo a tiempo – le sonrió para que supiera que no mentía y eso alivio muchísimo mas a los demás.

 

Madara ingreso solo a la habitación que ocupaba su rubio. Verlo acostado, pálido y con el labio partido y un ojo morado lo llenaron de rabia nuevamente. No entendía como alguien podía ser capaz de dañar a un ángel de esa manera. Acerco una silla a su lado y le sujeto con delicadeza la mano para acariciarla, quería que lo primero que Minato viera al despertar fuera su rostro. Un par de horas después el doncel abría lentamente sus ojos. Se sentía pesado, cansado y algo aturdido. Le llevo unos segundos recordar lo que había pasado y cuando lo hizo el pánico lo invadió. Madara apretó la mano que sostenía y los ojos azules de su esposo lo miraron asustados.

- Esta todo bien amor, ya estas a salvo – Minato rompió en llanto, se había asustado tanto, había estado aterrorizado. De solo pensar que jamás volvería a ver a su familia, había aguantado estoicamente frente a esos hombres, pero con su esposo no tenia que fingir. Madara lo abrazo cálidamente y lo dejo llorar sobre su pecho – ya bebe, esta todo bien, estas a salvo y en perfectas condiciones.

- ¿Lo estoy? – pregunto dudoso. Madara lo separo de su cuerpo y le asintió con una sonrisa.

- Tu madre dijo que todo estaba perfecto, pero que tenias algo importante que decirme – le limpio el rostro suavemente - ¿me dirás? – Minato sonrió y lloro al mismo tiempo. Madara se conmovió por ello y volvió a abrazarlo. El doncel tomo la mano de su esposo y la llevo a su vientre.

- Aquí dentro esta un nuevo Uchiha Madi – susurro cerrando los ojos. El varón se paralizo. ¿Había escuchado bien? ¿Su rubio había dicho lo que el creía? Lentamente se separo para mirarlo a los ojos.

- ¿Mina? – pregunto aturdido.

- Si amor, estoy embarazado y casi 100% seguro de que es un varón – Madara se llevo las manos a la boca, Minato sonrió por la reacción – sé que es extraño, por mi edad, pero no hay dudas, si mi madre lo confirmo – le sonrió y lo llamo con una mano - ¿te agrada la idea?

- No sabes cuanto mi amor – lo abrazo nuevamente – no puedo creerlo, pensé que este día seria uno de los peores de mi vida y acabas de mejorarlo – el rubio sonrió – un bebe, otro bebe – comenzó a besar el rostro de su esposo repitiendo lo mucho que lo amaba. Minato sonreía feliz, los mimos de Madara era reparadores, podía pasar por el mismo infierno si después lo esperaban los acogedores y fuertes brazos de su otra mitad – voy a buscar un especialista en donceles, tenemos que saber todo, además como dijiste ya no eres un jovencito, los cuidados serán extremos mi adorado esposo y no quiero oír queja – Minato sonrió, ahí estaba su sobre protector y paranoico esposo, el que tanto amaba. Madara suspiro – me haz hecho muy feliz.

- No mas feliz de lo que tu me haces – dijo el rubio y se dieron un tierno beso en los labios.

- Bebe – Madara se separo serio y Minato supo lo que quería.

- No paso nada grave.

- Te golpearon – dijo el Uchiha.

- Me golpeo Orochimaru – aclaro – los demás no me tocaron, aunque según la serpiente tenían la intención de hacerlo – Madara apretó los puños y sus ojos destellaron en rojo – estoy bien amor, los chicos llegaron rápido, muy rápido en realidad. Jamás pensé que tus locuras funcionarían – tuvo que reconocer – cuando me di cuenta lo que pasaba hice lo que me habías enseñado y por eso dieron conmigo tan pronto.

- Y tanto que te quejabas de mi paranoia – Madara se relajo un poco.

- Es que uno pensaría que utilizar ropa interior con sistemas de rastreo es algo exagerado, pero esta visto que no – Minato le acaricio el cabello – tenias razón en todo, lo primero que hicieron fue quitarme las joyas, debían saber que tenían rastreadores. Nunca imaginaron que toda mi ropa los tenía también. Eres un genio amor mio – Madara se sintió un gigante por esa declaración – quiero que mis niños usen solo esa ropa, sé que es cara, pero es mejor prevenir ¿verdad?

- Con Naru no hay problema, el usa lo que le damos, Sai y Deidara son los que gustan de elegir sus propias ropas – suspiro – supongo que tendremos que convencerlos.

- Y lo haremos, o si no los obligamos, no quiero que mis hijos caigan en manos de gente tan enferma Madara – reconoció afligido – no voy a limitarme en el tema de su seguridad, no me importa si me odian, pero los quiero a salvo.

- Si trabajamos en equipo será mas fácil amor y ahora acuéstate por favor – el doncel obedeció – tu madre dijo que no debías alterarte ni esforzarte, tienes que descansar por tu bien y el de nuestro bebe – le acaricio el plano abdomen - ¿puedes hacerlo?

- Si Madi, lo que sea por mi bebe – le sonrió, el varón le robo un fugaz beso.

- Avisare a Tsunade que despertaste así nos dice como seguir – envió un mensaje de texto a su suegra, no pensaba dejarlo solo.

- ¿Puedo ver a mis niños? – pregunto sonriendo.

- Esperemos a ver que dice tu madre ¿si? – Minato asintió no muy conforme, se moría de ganas de abrazar a sus pequeñitos. Tsunade llego con un especialista en embarazos de donceles y luego de examinar a Minato le dieron la noticia de que tenía cinco semanas de gestación y tanto por su edad como por el sangrado que había sufrido era un embarazo delicado que necesitaba mucho reposo y mucha calma. El medico les indico que posiblemente él bebe tendría que nacer a los siete meses, pero harían todo lo posible porque el periodo de gestación fuera lo mas llevadero para el doncel. Claro que dependía mucho de él y de su familia para que lo cuidaran. Decidieron dejarlo en observación 48 horas, pero Madara pidió que sean más. Su casa no era del todo segura y además no quería alejarse de su pequeñito solecito que estaba luchando por su vida en otra sala del mismo piso. Minato pregunto por sus hijos, pero la excusa dada fue que no querían que se alterara o emocionara y le dijeron además de que no seria bueno para Naru verlo en una cama de hospital, podría emocionarlo. Esas palabras lo convencieron, pero tenía la leve sensación de que algo le ocultaban. De todas maneras prefirió no pensar en ello y concentrarse en estar bien por su bebe, si su familia le decía que todo estaba bien tenía que creerles.

 

 

Itachi llego con Kisame a donde se encontraban los demás. Pain lucia cansado pero bastante satisfecho mientras Konan le vendaba algunas heridas. Juugo fumaba un cigarro, Zetsu dormía con el torso vendado y Suigetsu miraba por una ventana interna.

- ¿Minato sama? – pregunto el líder del grupo.

- Fuera de peligro – respondió - ¿la basura?

- Esperándote – Itachi sonrió de medio lado.

- Tengo un plan – confeso.

- Habla – y así el Uchiha les conto su idea, algo loca, difícil pero bastante buena si salía bien. Y con eso en mente Pain e Itachi ingresaron a la habitación que vigilaba Suigetsu. Sasori estaba sentado y amarrado a una silla, con claros signos de haber sido golpeado. Itachi pregunto a Pain con la mirada – Suigetsu no se aguantó y le dio unos cuantos golpes – el azabache enarco una ceja – lo uso de saco de boxeo – ambos rieron y el pelirrojo arrojo agua fría a su “huésped” – despierta desgraciado, tenemos una propuesta para ti – Sasori miro a sus captores y supo que nada bueno vendría a continuación para el, pero no había nada que pudiera hacer, salvo rezar por un milagro que no llegaría nunca.

Notas finales:

Que le porpondar Pain e Ita a Sasori? Nada bueno para el seguro, pero no le va a quedar otra que aceptar me parece.

Sasu esta herido, pero igual quiso ir a salvar a su rubito, lastima que Madara tiene cero tolerancia para las estupideces de su sobrino, ex favorito.

Nos leemos pronto, espero poder subir la semana que viene.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).