EPILOGO – II PARTE
Naruto se encontraba nervioso y ansioso, por fin darían por finalizados tantos años de sacrificios. No es que no le gustara estudiar, en realidad no le gustaba, le costaba muchísimo quedarse quieto mas de quince minutos y había requerido todo un reto para el asistir a clases y sentarse horas y horas a estudiar, su naturaleza hiperactiva era un obstáculo. Pero lo había logrado, por fin tendría su titulo en Marketing y Publicidad, y no solo eso si no que además daría el discurso de graduación frente a todos sus compañeros, familiares y amigos.
- ¿Estas nervioso? – pregunto Kiba, que se había vuelto su mejor amigo.
- Un poco dattebayo, espero no equivocarme en el discurso – suspiro - ¿ya va a comenzar?
- Si ya cerraron las puertas, vamos a acomodarnos – Kiba se dirigió con el resto de sus compañeros y Naruto ocupo el escenario junto a rector y los profesores. Recorrió el recinto con la mirada y ubico a su familia, no era muy difícil localizar a un monto de azabaches, un pelirrojo y dos rubios, más los niños claro. Lo que si le sorprendió fue notar que la silla que debía ocupar su novio estuviera vacía, miro todo el salón y ni señales así que frunció el seño. Si no aparecía se sentiría muy ofendido. No presto mucha atención a la ceremonia, salvo cuando escucho su nombre y tuvo que pasar al frente. Sonrió a su superior, recibió su diploma y luego de repasar a los presentes una vez más comenzó su discurso.
- El tan esperado día ha llegado – sonrió – mis queridos compañeros, hemos soñado con este momento desde que atravesamos por primera vez las puertas de esta universidad. Al principio estábamos asustados, confusos quizás, pero con la clara idea de querer formarnos para ser mejores. Y creo que lo hemos logrado. A lo largo de estos años hemos aprendido muchos conceptos, formulas y demás, de la mano de nuestros inigualables maestros. Pero no solo han sido conocimientos teóricos, también no han enseñado a vivir como adultos. Porque, con justo conocimiento de causa – sonrió pícaramente – tengo que decir que la mayoría de nosotros llegamos a estas aulas siendo unos mocosos malcriados y consentidos, que nos creíamos que el mundo era nuestro y que nuestros padres o familiares tenían el derecho y la obligación de cumplir con nuestras exigencias – miro a su padre y le guiño un ojo – y no digo que eso haya cambiado mucho, por lo menos en mi caso – todos rieron – pero he aprendido también que puedo conseguir mis metas por mi mismo, que si me lo propongo puedo llegar tan lejos como quiera y ser tan feliz como lo desee. La familia y los amigos siempre van a estar, pero ahora sé que no dependo de ellos para lograr mis metas en la vida, que yo solo puedo, que si quiero puedo – suspiro – todos saben lo mucho que me ha costado estar aquí hoy – el director y los profesores asintieron – me costó horrores adaptarme a una institución tan formal y los primeros meses quería abandonar, pero no lo hice. Fueron mucho los que me insistieron para que siguiera, pero fue una persona en especial la que me convenció definitivamente. Esa persona me dijo que nosotros somos lo que sabemos, nada más que eso. En ese momento no lo comprendí mucho, pero me dejo pensando. Y entendí que yo no puedo definirme individualmente si no tengo conocimientos y experiencias adquiridas, porque sin eso, seria simplemente un doncel, un rubio, un ser humano. Y me di cuenta que no quería ser solo eso, quería ser mas, mucho mas y para eso debía saber y entonces decidí esforzarme y dedicarme a mis estudios con responsabilidad y dedicación. Estoy al tanto que muchos pensaran que estoy aquí ahora solamente por ser el hijo de mi padre y están en todo su derecho de pensarlo, porque no voy a negar que me encuentro en una posición de privilegio por ser mi padre quien es; pero me siento muy feliz conmigo mismo porque sé que si estoy aquí hoy es por todo menos por ello. Al principio me negué a dar este discurso porque sé que hay alumnos que lo merecen mas que yo, el cuadro de honor de esta generación esta muy relleno, pero aquella misma persona que me convenció de transitar el camino que nos trajo hasta aquí me persuadió también de subirme a este escenario frente a todos ustedes. Y sus palabras de aliento me llegaron al alma, y puedo decir sin querer ofender a nadie que me siento muy orgullos de mi mismo hoy. Porque he superado a mi peor enemigo para estar aquí, me he enfrentado con mis miedos y mis límites con toda mi determinación. He luchado contra mi mismo y he salido victorioso. Y eso es lo que quiero compartir con ustedes hoy cuando estamos a punto de comenzar nuestra vida como ciudadanos de bien y utilidad. Vamos a enfrentarnos a cientos de obstáculos, vivir situaciones difíciles, dolorosas o incomodas. Nos vamos a caer muchas veces, pero lo importante es que nos levantemos la misma cantidad de veces y con más fuerza que antes, porque podemos, solamente tenemos que quererlo y ser consientes de que todo lo que necesitamos para triunfar esta aquí – se puso una mano en la cabeza – y aquí – señalo su corazón – así que generación del 2014 ¡Felicidades y vamos a por todo! – finalizo gritando y lanzando su sombrero al aire. Sus compañeros lo imitaron y el resto del público aplaudió de pie. Naruto estaba muy feliz y realmente se sentía orgulloso de él mismo. El rector lo felicito efusivamente igual que los profesores y se bajo para celebrar con sus compañeros. Después de un rato fue donde su familia y se colgó del cuello de Madara que lo hizo dar vueltas en el aire - ¿Cómo estuve oto san? – pregunto sonriente.
- Excepcional mi niño – le beso la frente apenas conteniendo las lágrimas de felicidad, lo bajo al piso pero sin soltarlo todavía – y estoy sumamente orgulloso de ti.
- Muchas gracias, no lo habría logrado sin ti – lo apretó un poco mas.
- Claro ahora solo tienes un oto san y a tu oto chan que lo parta un rayo – se quejo Minato, aunque hacia tiempo había aceptado que el favorito de Naruto era Madara, igual le daban celitos de vez en cuando. El menor se soltó de su padre y se abalanzo sobre su papi.
- Sabes que te amo igual que a oto san dattebayo – le beso las mejillas – pero tu no puedes hacerme girar en el aire – Minato sonrió y beso orgulloso a su niño – a ti también se debe esto, muchas gracias por estar siempre conmigo y apoyarme.
- Y regañarte y castigarte – agrego el rubio mayor.
- Si eso también – hizo un puchero.
- Le toca a tu hermano mayor – Sai lo separo de Minato y lo sostuvo contra su pecho unos instantes. Dando gracias al cielo por tenerlo y por ese momento que antes dudaban que pudieran vivir – muchas felicidades tesoro, estoy muy orgulloso de ti.
- Muchas gracias Aniki – lo beso sonoramente en la mejilla.
- ¿Y para mi no hay beso y abrazo? – Deidara se puso junto a Sai y estiro los brazos.
- Claro que si Deidi – se le lanzo y casi caen los dos al suelo pero Itachi sostuvo a su esposo para evitarlo – gracias por ayudarme a estudiar y por tu infinita paciencia.
- Lo hice con gusto, ya sabes que adoro pasar tiempo contigo y ayudarte en todo lo que pueda – se abrazaron otro poco mas y un carraspeo los hizo separarse. Akira miraba a sus hermanos con el seño fruncido.
- ¡Mi bebe! – Naruto lo levanto y lo sacudió un poco – mi bebito me quiere felicitar – lo dejo en el piso y el apretó las mejillas - ¿Quién es él bebe mas lindo dattebayo?
- No soy un bebe – Akira se separo del agarre muy sonrojado – deja de tratarme así, soy un varón Uchiha, no tu bebe – Naruto hizo un puchero y puso sus ojitos de cachorro.
- ¿No eres mi bebe? – pregunto afectado, al borde de las falsas lagrimas. Akira trago seco y miro a su familia que lo asesinaba con los ojos.
- Si, si soy – se apuró a responder y se colgó del cuello del rubio para que lo cargara como koala – pero en publico tengo que disimular – le confeso al oído – o Shun no va a dejar de molestarme – Naruto asintió enternecido y le beso la frente – y estoy muy orgulloso de que seas mi hermano mayor Naru chan, te amo muchísimo – le dijo en un susurro solo para el.
- Yo también te amo mi bebe hermoso – respondió el doncel de la misma manera y lo bajo, le despeino los cabellos para disgusto del niño y continuo.
- Cuñadito muchas felicidades – Itachi lo apretó un poco – estoy súper orgulloso, fue un discurso genial.
- Gracias Ita chan – le sonrió – ¿sabes donde esta Sasuke? – pregunto por lo bajo, pero no obtuvo respuesta porque Gaara lo estaba abrazando.
- Muchas felicidades hermanito del alma, al fin todos tus esfuerzos han valido la pena.
- Si, al fin – se sonrieron – tú también tienes mucho que ver en esto Gaa chan, fuiste un excelente profesor particular dattebayo.
- Ha sido un placer kitsune – volvieron a abrazarse – niños saluden a su tío – Kai se le colgó del cuello y le beso las mejillas.
- Felicidades Naru chan – dijo el menor - ¿a que no sabes? – El rubio lo miro interesado – yo también soy doncel, como tu.
- Gracias mini cerecita – le había copiado el apodo a su hermano – pero yo ya lo sabia, siempre supe que eras doncel ¿ustedes no? – pregunto a Sai y Gaara.
- Lo sospechábamos, pero hoy lo confirmaron – Naruto asintió – y Suishi es varón.
- Eso también lo sabia – dejo a pelirrojito en el piso - ¿Shun? – Estiro los brazos - ¿no hay abrazo para tu tío recién graduado? – el niño fingió pensarlo y luego se le colgó del cuello también para besarlo.
- Felicidades tío Naru, eres el mejor – Naruto sonrió feliz y después de unos cuanto mimos se giro a su otro sobrino.
- ¿Sui chan? – el aludido se acercó lentamente y le estiro los brazos para que lo cargara – felicidades por ser un varón.
- Yo siempre lo supe, pero esos dos cabezas hueca lo negaban – señalo a sus padres y les saco la lengua – muchas felicidades tío, te quiero mucho – le susurro al oído.
- Yo a ti también – después de besarle la frente lo dejo en el piso y tomo a sus sobrinas en brazos - ¿Dónde están las niñas mas bonitas de la familia?
- Tío somos las únicas niñas de la familia – aclaro Hana y le beso la mejilla.
- Pero somos las mas bonitas igual – Mina dijo segura y lo beso también – muchas felicidades tío – dijeron juntas – en casa tenemos un regalo para ti.
- Y seguro me va a encantar – las dejo con su papi y siguió saludando a sus suegros. Fugaku lo felicito y Mikoto lo abrazo por varios minutos, siempre había querido tener un hijo doncel y Naruto había aceptado que la mujer lo “adoptara” así que le decía oka san con toda la naturalidad del mundo. Después siguió el turno de sus fieles custodios. Pain estaba muy emocionado pero lo disimulaba, Hidan no. Lo abrazo hasta casi sofocarlo, grito de la felicidad y se le escaparon unas lagrimillas. El embarazo lo tenia muy sensible. Kisame y Zetsu también le dieron sus felicitaciones. Konan y Kakuzu también. Juugo y Suigetsu igual, unos más emotivos y demostrativos que otros, pero todos iguales de felices y orgullosos por el logro del kitsune. Después de los saludos siguieron las fotos. Con sus padres, hermanos, cuñados, sobrinos, tíos, amigos, etc. Etc. Madara había contratado un fotógrafo para su hijo y tenía como orden fotografiar todos los momentos, el Uchiha quería atesorar esos recuerdos. Cuando estaba fotografiándose con sus compañeros, el que faltaba llego. Sasuke entro al salón desarreglado y jadeando. Había corrido casi doce cuadras para llegar, tarde pero tenia que llegar. Vio a su rubito posando con sus compañeros y se acercó a la familia.
- ¿Dónde estabas? – Su madre lo abrazo y comenzó a acomodarle la camisa – mira esas fachas que tienes.
- Vine desde el aeropuerto, no pude llegar antes – se zafó de las manos de su madre – me lo perdí todo.
- Si y te perdiste mucho Naru chan estuvo increíble con su discurso – Sasuke gruño – seguro se siente ofendido.
- No fue mi culpa – dijo molesto.
- Ototo – Itachi se acero – creo que estas en problemas.
- No fue mi culpa Itachi, tendría que haber llegado anoche – Gaara y Minato se acercaron.
- ¿Y por qué no lo hiciste? – cuestiono indignado el rubio mayor.
- Porque Sai me pidió un favor – miro al pelirrojo – espero que arreglen sus cosas por lo menos – Minato miro a su yerno sin comprender.
- ¿Están disgustados? – cuestiono el mayor.
- Minato ¿Por qué si no Sai esta durmiendo en tu casa? – pregunto Sasuke bufando – no es por tomarse unas vacaciones, Gaara lo corrió.
- Sai no esta durmiendo en mi casa Sasuke ¿Quién te dijo eso?
- El – respondió cerrando los ojos - ¿no están peleados verdad? – Gaara negó con la cabeza.
- Yo no sabia nada hasta hoy – se apresuró a aclarar el doncel – pero le he dicho que esta noche si va a dormir en tu casa Minato, por metiche – Minato asintió – lo siento mucho Sasuke si lo hubiera sabido te avisaba.
- Da igual, voy a saludar a Naru que es lo importante – y se alejó. Naruto había visto a su prometido, pero tenia pensado ignorarlo por fallarle – kitsune – lo llamo casi desesperado y nada – mi rubio – Naruto seguía con sus fotografías.
- Hola Sasuke – Kiba se acercó a el junto con Lee – llegas un poco tarde ¿no?
- Ya se, pero no fue totalmente mi culpa – aclaro al doncel - ¿esta muy enojado verdad?
- Imagínate cuanto, si el día de su graduación su prometido no llega a tiempo para la ceremonia. Un día tan importante en su vida – Kiba negaba con la cabeza – y encima de todo es ese prometido el que le insistió para que estudiara y se graduara.
- Entendí – suspiro - ¿fue bueno el discurso?
- Genial – Lee hablo entusiasmado – incluso hablo de ti, sin nombrarte pero todos sabemos que eras tu – agacho la cabeza derrotado, se había perdido un gran acontecimiento. Lee le palmeo la espalda enternecido – tranquilo, Shika lo grabo en video después te lo pasamos – Sasuke asintió y en ese momento Naruto se acercó a ellos.
- Mi padre ha preparado un fiesta en casa ¿viene verdad? – Los donceles asintieron – genial vamos que tengo hambre.
- Naru – Sasuke quiso detenerlo pero ya se había alejado con Kiba.
- Venga Sasuke, mas tarde se le pasa – enrollo su brazo en el del varón y comenzaron a caminar.
- ¿Tienes coche Lee? – Pregunto Sasuke cuando salieron al estacionamiento – y por cierto felicidades por tu graduación.
- Muchas gracias Sasuke y si tengo coche, ¿te llevo?
- Si por favor, vine en taxi desde el aeropuerto – suspiro – le deje mis maletas al de seguridad – fueron a buscarlas y luego al coche del doncel – lindo coche ¿nuevo?
- Si, Shika me lo dio de regalo de graduación – le conto emocionado - ¿quieres conducir?
- Te agradezco pero no me sentiría cómodo tras el volante de un coche verde con forma de escarabajo – Lee hizo un puchero.
- Dijiste que era lindo.
- Para un doncel, no para un varón como yo – le sonrió – y ahora vamos que tengo que hablar con mi rubio.
- Si, además esta asesinándome con la mirada – Sasuke se giro y vio a Naruto mirándolos con el seño fruncido unos metros más lejos.
- Es tan celoso como todos nosotros – Sasuke subió al coche – pero así y todo lo amo – Lee asintió.
- Shika también es celoso, aunque no quiera demostrarlo – Sasuke asintió, él lo sabia bien. El doncel encendió el coche y antes de ponerse en marcha la puerta trasera se abrió y Kiba se monto.
- Voy con ustedes, no cabíamos todos – mintió.
- ¿En ninguna de las tres limosinas? – ironizo Sasuke.
- Ya sabes que me mando tu celoso novio así que no te hagas – comento bufando y se pusieron en camino. La mansión de Madara estaba llena de recién graduados y sus familiares. Naruto había invitado a sus compañeros mas cercanos a festejar con el y por lo consiguiente a sus familias y amigos. Madara no había escatimado en gastos. Comida, bebidas, música, e incluso bandas en vivo para su niño consentido. A Sasuke le llevo casi cuarenta minutos ubicar a su rubio solo, lo siguió mientras iba al baño y lo abordo a la salida.
- Hola kitsune – lo saludo cortándole el paso.
- Hola Uchiha – respondió fríamente.
- Amor, no me digas Uchiha – le pidió acercándose.
- Quieto ahí, no puedes acercarte a mi – Sasuke suspiro – estás castigado hasta nuevo aviso dattebayo.
- ¿Puedo hacer algo para remediarlo? – pregunto casi suplicando. El rubio lo miro a los ojos y fingió pensarlo – hare lo que sea, lo que tu quieras.
- ¿Seguro? – Asintió con la cabeza - ¿lo que yo quiera sin replicar ni nada?
- Si mi amor, lo que sea – quiso abrazarlo por la cintura pero el doncel le negó el derecho.
- Sin tocar, estas castigado – Sasuke asintió resignado – hay algo que podrías hacer, pero estoy seguro que no querrás.
- Lo que sea que quieras mi niño, lo que sea – aseguro. Naruto sonrió de medio lado y Sasuke supo que tendría problemas.
- En ese caso presta mucha atención teme – le rodeo el cuello con sus brazos – no me toques – aclaro y Sasuke llevo sus manos a la espalda – mis amigos y yo queremos irnos de viaje de egresados – Sasuke asintió – pero no quiero ir con media docena de custodios y no quiero que Sai o Dei aparezcan de “sorpresa” en medio del viaje – Sasuke asintió – y quiero ir a Las Vegas.
- Sin custodios no amor, es peligroso – dijo por lo bajo suspirando al sentir que su novio le besaba el cuello – y Las Vegas no es un lugar para ti.
- Es la cuna de la diversión, la ciudad del pecado y quiero ir ahí y quiero hacer locuras – le lamio el cuello, Sasuke gimió bajito - ¿lo harás por mi Sasu chan? – le pregunto al oído haciéndolo estremecer – por supuesto que tu debes venir también, vas a acompañarme a todos lados y hacer todo lo que yo te diga estando allá, serias algo así como mi esclavo personal ¿te gusta la idea?
- No mucho la verdad, pero te dije que te complacería – Naruto sonrió satisfecho ocultando el rostro en el trabajado pecho de su novio – el problema será tu padre.
- Eso tienes que solucionarlo tu solito mi cielo – le dio un pico en los labios – queremos viajar el jueves así que soluciónalo – y se marcho contoneando las caderas y muy feliz de la vida. Después le agradecería a su hermano por haberle puesto en bandeja de plata a su teme.
Sasuke por su parte se retiraba a pensar, tenia que sacar a Naruto y sus amigos del país sin que Madara lo detuviera, era misión imposible.
- Ototo – Itachi apareció por el lado opuesto - ¿necesitas ayuda? – Sasuke suspiro y asintió – ven conmigo entonces tenemos una estrategia que decidir.
Días mas tarde, el jueves precisamente, Naruto, Kiba, Lee, Shino, Shikamaru, Neji y su novia Ten Ten, estaban en el aeropuerto rumbo a Estados Unidos.
- Prométeme que vas a cuidarte mucho – Minato aconsejaba a su “bebito” antes de que abordaran el avión. Madara estaba a punto de sufrir un ataque, era la primera vez que su pequeño viajaba sin el – no te separes de tus amigos y haz caso a Kisame ¿si? – el kitsune asentía sin muchas ganas. Sasuke había cumplido su pedido muy a medias. En primer lugar se iban a Los Ángeles, no a Las Vegas. Segundo, Kisame iba con ellos y por más divertido que fuera no dejaba de ser un custodio y tercero y más importante Sasuke estaba en Londres, no con el si no en un jodido viaje de negocios. Ni siquiera lo había ido a despedir. Pero estaba decidido a divertirse de todas maneras. Al diablo con todos. El vuelo fue tranquilo y divertido, a pesar de ser los únicos en primera clase, cortesía de Madara que no quería que su niño viajara con desconocidos. Al llegar a destino de alojaron en un lujoso hotel y se dispusieron a comenzar sus vacaciones. Esa noche caminaron un poco, cenaron en el hotel y luego fueron a descansar para la excursión del día siguiente. Las parejas dormían juntas: Shikamaru y Lee, Shino y Kiba, Neji y Ten Ten. Naruto tenia una suite doble con una habitación para el y otra para Kisame.
A la mañana siguiente desayunaron y se subieron a la limosina que los llevaría a su destino. Cuando llevaban un buen rato de camino el kitsune comenzaba a impacientarse.
- ¿Dónde se supone que vamos? – pregunto a Kisame, que dejo su lectura para consultar el reloj, ya llevaban mucho tiempo en movimiento, se acercó al chofer y le pregunto.
- Dice que falta poco, pero no me dijo a donde vamos – miro a Shikamaru – ¿tu planeaste todo verdad?
- Efectivamente – el Nara sonrió de medio lado – no se impacienten, estoy seguro que amaran el lugar donde vamos – abrazo a su novio por los hombros – vamos a pasarlo genial.
- Eso espero dattebayo, porque no vine a pasarme las vacaciones en un coche – Naruto hizo un puchero, era consiente que no era la mejor compañía pero tenia sus razones para estar molesto. Sus amigos intentaron animarlo y un poco lo consiguieron hasta que el coche disminuyo la velocidad. El chofer bajo la ventana de separación para hablar a sus pasajeros.
- Jóvenes si quieren salir por la escotilla verán un magnifico paisaje – Naruto no espero dos veces y subió para sacar la cabeza por el techo y se quedo sin respiración al ver el cartel de bienvenida a Las Vegas.
- ¡Estamos en Las Vegas! – grito a sus amigos. Kiba subió junto a él, al igual que Lee y chillaron emocionados - ¡si! – grito el rubio, su sueño se cumplía. Kisame no entendía nada, él no tenía indicado que irían a Las Vegas, estaba por hacer unas llamadas pero no encontró su teléfono.
- ¿Qué esta pasando? – Pregunto molesto a los varones que estaban sentados – quiero información ahora.
- Cuando lleguemos al hotel tendrás toda la información que quieras – respondió frio Neji – y no intentes llamar, no te dejaremos.
- ¿Ustedes dos niñitos van a detenerme? – Pregunto con sorna - ¿tienen idea de quien soy yo?
- Sabemos bien quien eres, y también sabemos que eres capaz de cualquier cosa por ver sonreír a nuestro kitsune – hablo calmado Shikamaru – y te aseguro que si le arruinas el viaje va a sentirlo mucho, mucho.
- Eso es chantaje emocional y a mi no me funciona.
- No puedo creerlo, estamos en Las Vegas – Naruto bajo y abrazo a Kisame – muchas gracias, es la mejor sorpresa del mundo – le beso las mejillas – eres genial fingiendo que no sabias nada, gracias, gracias, gracias – repetía sin dejar de abrazarlo y besarlo en el rostro, luego volvió a subir con sus amigos.
- ¿Decías? – ironizo el Nara con media sonrisa, Neji negó divertido y Ten Ten disimulo una sonrisita. No conocía mucho al custodio de su amigo, pero se notaba que había quedado idiotizado por el agradecimiento.
- A la mínima sospecha de que algo va mal llamo a Madara sama y hago que llegue un ejército de custodios – advirtió medio sonrojado y se cruzo de brazos. Recorrieron la ciudad un rato y luego llegaron al fantástico Casino-Hotel Sharingan.
- ¿Por qué me suena este nombre? – pregunto Kiba a Shino que se había limitado a ser un espectador de todo lo sucedido.
- Porque es algo que has visto y escuchado bastante – le dijo robándole un beso – vamos a registrarnos – el grupo entero ingreso al local que era muy lujoso y moderno, lo mejor de lo mejor. En la recepción los trataron como reyes, ya que estaban esperando su llegada.
- Sean bienvenidos a mi hotel – esa voz todos la conocían, se giraron para ver la impotente figura de Sasuke sonriendo de medio lado, con Suigetsu a su lado. El Uchiha le guiño un ojo a su prometido que con una enorme sonrisa corrió para colgársele como koala y besarle los labios – ¿eso quiere decir que estoy perdonado kitsune?
- Casi – dijo divertido el rubito bajándose de su novio, después de que los demás huéspedes le hicieran cientos de fotografías – pero vas por buen camino teme lindo – se dieron un beso esquimal y luego Sasuke saludo a los recién llegados.
- No me gusta nada esto Sasuke – hablo Kisame apretando los labios – no se como hiciste para engañar a Madara y a Pain pero esto esta mal.
- Mi terroncito de azúcar relájate ¿si? – Suigetsu se le colgó del cuello y le beso la mejilla - ¿no te da gusto verme?
- Deja de dar espectáculos – se lo saco de encima – compórtate.
- Sasu chan dejo que su novio se le colgara y lo besara.
- Porque su novio es un doncel tierno y dulce – el doncel de cabellos celestes fingió enfadarse.
- Te odio, eres el peor novio del mundo.
- Soy tu esposo idiota y deja el teatro que no te queda – lo agarro por la cintura - ¿tu eres responsable de esto también? ¿Me has engañado?
- Nop, soy inocente de todo cargo – miro a Sasuke – dile.
- Nos fuimos a Londres a cerrar un trato, después a NY y lo traje aquí con mentiras – Sasuke le sonrió a su amigo – pero ya que están disfruten, una segunda luna de miel no viene mal.
- Tengo que cuidar a Naruto – aseguro Kisame.
- Yo lo cuido – Sasuke se acercó – tengo cientos de encubiertos con los ojos sobre el, jamás lo dejaría en peligro, relájate y no digas nada – se alejó con una sonrisa hacia los demás.
- ¿Ves? Sasuke es un jefe genial – Suigetsu se le colgó del cuello y le beso los labios – anda, hace días que no nos vemos ¿acaso no me has extrañado?
- Eres demasiado molesto para extrañarte – le dijo guiñándole un ojo - ¿Por qué no me muestras tu habitación? – el doncel asintió y tomándolo de la mano se lo llevo a los elevadores. Sasuke había dispuesto un piso entero para el grupo, y cada quien tenia su propia habitación.
- ¿Y bien amor que piensas? – le pregunto Sasuke a Naruto cuando ingresaban en su suite.
- Esto es alucinante – le sonrió – no sabia que tenias un hotel.
- Y no tengo uno, tengo muchos – lo estrecho contra el – también clubes nocturnos, bares, restaurantes, cruceros, centros comerciales – suspiro - ¿en serio no sabes lo que hago?
- Sabia que trabajabas en la corporación – dijo sin darle importancia.
- Si eso también, tengo un cargo en la corporación, como parte del clan, pero además tengo mis negocios. Siempre me gusto el entretenimiento y la buena vida así que me dedique a eso.
- Itachi esta en la construcción ¿verdad? – Sasuke asintió – y Sai en la investigación científica y esas cosas raras.
- Tiene laboratorios si y Dei se dedica a la decoración y la arquitectura, mi padre tiene automotrices y tu padre bancos, todo pertenece a Uchiha Corp. Pero cada uno de nosotros es el responsable de sus negocios. Cuando tú decidas que es lo que te gusta también tendrás tu negocio propio.
- Suena a mucho trabajo dattebayo – exclamo tirándose en la cama.
- A veces se me olvida que eres un flojo – se burlo.
- Teme – le lanzo luna almohada – no soy flojo tengo otras prioridades.
- ¿Cómo cuales? – pregunto acostándose a tu lado.
- Como tu – lo beso castamente – quiero ser un buen esposo.
- Vas a ser el mejor – Sasuke lo abrazo por la cintura y apoyo la cabeza en su pecho. Naruto le acariciaba los cabellos – además no voy a pedirte que cocines y esas cosas, vas a tener empleados para las tareas domesticas.
- ¿Y que hago con mis clase de cocina?
- Las usas de vez en cuando para sorprenderme y hacerme sentir especial – se incorporo mirándolo desde arriba - ¿Qué planes tienes para la ciudad del pecado rubito? – el doncel sonrió con malicia y Sasuke se estremeció.
- Muchas cosas, pero primero quiero comer – se puso de pie y entro al baño para refrescarse. Almorzaron en uno de los tantos locales del hotel, después visitaron algunas mesas de juego. Ganaron unos dólares y perdieron otros tantos. Por la noche cenaron fuera, bailaron y bebieron como locos, solo los donceles y Ten Ten, sus parejas los cuidaron. Al día siguiente tenían resaca, durmieron hasta tarde, fueron a la piscina, a jugar de nuevo y otra vez la fiesta. Pero esa noche Naruto tenia preparado algo especial – bien Sasu esta noche tienes que dar el ultimo paso para resarcirte por haber faltado a mi graduación – Sasuke asintió – quiero que uses ese traje y vayas con los chicos a donde te lleven sin preguntar ¿entendido? – Otro asentimiento – en ese caso nos vemos en un par de horas, no llegues tarde – y se marcho feliz a encontrarse con sus amigos y cómplices. Hora y media más tarde Shikamaru busco a Sasuke y se marcharon en limosina junto con Neji, Shino y Kisame.
- ¿Sabes donde vamos? – le pregunto a Kisame que negó en silencio.
- Pero no creo que sea nada bueno – le aclaro el custodio y Sasuke le dio la razón, su novio era demasiado imaginativo para sus venganzas y castigos. Llegaron a los minutos y al bajar se sorprendió al notar que estaban en una capilla. Se miraron entre los varones – yo no tengo nada que ver porque estoy casado – Kisame les mostro su alianza – pero alguno de ustedes va a dejar de ser soltero esta noche.
- Si entramos vamos a saber quien – Neji tomo del brazo a Sasuke y lo llevo adentro. La capilla estaba hermosamente adornada. Neji lo dejo en el altar y se quedo a su lado.
- ¿Qué? – pregunto aunque era obvio lo que pasaba.
- Saluda a tu familia Sasuke – Shino lo hizo girar y vio la enorme pantalla que había, donde de repente apareció el rostro molesto de su tío, junto a toda la familia.
- ¿Qué es esto Sasuke? – pregunto Madara por la video llamada.
- No tengo ni idea – admitió – aunque creo que es obvio ¿no?
- Maldito desgraciado, ¿no podías esperar seis meses? – Grito – detén ahora mismo esta locura.
- Pero – Sasuke iba a decir que no era su idea y de repente la marcha nupcial comenzó a sonar. Kiba, Lee, Ten Ten y Suigetsu eran el cortejo del novio, con hermosos trajes de marineritos. Detrás de ellos llego Naruto, con un traje blanco inmaculado y la sonrisa más brillante que había visto en su vida. Se quedo sin respirar unos instantes, Neji tuvo que darle una palmada para que volviera en si.
- Hola teme – lo saludo su prometido cuando estuvieron juntos - ¿sorprendido? – asintió incapaz de pronunciar palabra alguna.
- Amor – Madara interrumpió el momento – no sé que te habrá dicho ese para presionarte, pero no tienes por qué hacerlo, no te cases.
- Oto san – hablo divertido – ya deberías saber que a mi nadie me presiona por nada y si la cara de pasmado de Sasuke no es suficiente te lo aclaro, yo planee todo esto. Tuve ayuda, de mi querido cuñado Itachi, de mis amigos y de mi novio, aunque el no sabia en lo que se metía – sonrió – y sin olvidar a mi oto chan claro que consiguió este hermoso traje – todas las miradas cayeron en Minato que solo sonrió elevando los hombros – yo sé que no apruebas esto y que tenemos una gran boda planeada para dentro de seis meses, pero también sé que han pensado drogar a Sasuke para que no pueda funcionar en la noche de bodas y que quieren intoxicarlo para que pase la luna de miel enfermo y no me parece justo dattebayo – hizo un puchero – Sai, Dei, Akira y tu se la han pasado saboteando nuestros momentos a solas y he decidido tomar cartas en el asunto. Lo de mi graduación fue ir muy lejos, ustedes sabían lo importante que era para mi compartir ese momento con toda mi familia y con mi teme, pero ustedes lo mantuvieron ocupado. Aunque eso me sirvió para chantajearlo y traerlo aquí sin que hiciera preguntas, así que supongo que gracias – suspiro – ahora solo les pido que se queden callados y compartan mi felicidad en esta noche y si no pueden voy a cortar la llamada y listo ¿Qué dicen? – silencio en la pantalla.
- Nos quedamos callados – acepto Madara resignado – pero en seis meses se casan por iglesia porque yo quiero llevarte al altar.
- Hai, hai – acepto feliz – ahora si Sasuke a casarnos, a menos que quieras oponerte.
- Para nada, casémonos – le sonrió.
- Genial, señor juez – en ese momento apareció el inusual juez y procedió a casarlos. Suigetsu tenía los anillos que Sasuke había comprado sin saber y después de unas emotivas palabras fueron declarados esposo y doncel.
- Puede besar al novio – pero antes de terminar la frase Naruto estaba comiéndose la boca de Sasuke. Los presentes aplaudieron y algunos desde la pantalla también. Les llovieron las felicitaciones en vivo y por TV y después fueron a celebrar con una exquisita cena y baile en un local exclusivo.
- ¿Te gusto la sorpresa? – pregunto Naruto a su ahora esposo mientras regresaban al hotel.
- Todavía no me creo que planearas todo esto a mis espaldas – confeso.
- Sirvió mucho que oto san y mis hermanos te mantuvieran ocupado – Sasuke sonrió – y ahora debes cargarme en tus brazos para que crucemos el umbral.
- ¿No te cansas de darme ordenes? – pregunto divertido mientras lo tomada estilo nupcial.
- No, me divierte muchísimo – le robo un beso y después ingresaron a su habitación.
- No dejaste nada sin hacer – Sasuke estaba asombrado por el arreglo de su habitación. Velas, rosas, champagne frio – pensaste en todo.
- Quería que nuestra primera noche fuera especial y mágica – Sasuke lo dejo en el piso y lo miro a los ojos - ¿estas nervioso?
- Tu deberías estar nervioso, eres el virgen – Sasuke se saco la corbata – pero veo que no.
- Llevo mucho tiempo esperando este momento – sirvió dos copas – por nosotros.
- Por ti – brindaron y después se besaron - ¿estás seguro de seguir?
- Uchiha si no me haces tuyo esta noche voy a volverme loco del deseo ¿entiendes? – Le hablo al oído y le beso el cuello – llevo mucho tiempo queriendo esto ¿acaso tu no quieres?
- Amor lo deseo desde que vi tu foto por primera vez, pero no quiero que te sientas presionado o – Naruto lo empujo a la cama y después puso música.
- No estoy presionado – comenzó a bailar sensualmente mientras se desvestía – estoy excitado, deseoso, casi desesperado – quedo en ropa interior, un diminuto bóxer blanco que no dejaba casi nada a la imaginación - ¿te parezco alguien indeciso o presionado?
- Para nada – Sasuke lo atrapo por la cintura y lo lanzo a la cama - ¿Dónde aprendiste a bailar así? – cuestiono mientras comenzaba a recorrerle el cuello con besos.
- Videos, relatos, ¡ah! – gimió al sentir un mordisco.
- Mi marca de propiedad – se levanto para quitarse la camisa.
- Sasu chan – le llamo con voz inocente.
- ¿Si amor? – ya estaba ronco del deseo.
- ¿Recuerdas esa noche que te quedaste a dormir conmigo y me dijiste lo que me harías en nuestra noche de bodas? – Sasuke asintió en silencio, hipnotizado mientras acariciaba la piel canela - ¿Qué era? ¿Recuerdas? – Sasuke cerro los ojos – ibas a besarme por todo el cuerpo ¿verdad? Y después.
- Después, después, ahora la primera parte – y lo beso con hambre, quitándole el aliento para luego comenzar a descender por su cuello, pecho, donde se entretuvo con los pezones, sacando sonoros gemimos a su pareja. En el vientre jugo con su ombligo, embistiéndolo con la lengua, notando como su rubio se retorcía de placer. Dejo la parte importante para el final y le beso las piernas y los pies. Sin quitar la ropa interior le acaricio el miembro y fue suficiente para que el doncel acabara – que rápido – se burlo pero antes de que el rubio se quejara lo beso de nuevo mientras le quitaba la ropa interior – quiero probarlo todo de ti – y se bajo para limpiarle con la lengua el miembro, que a los segundos estaba duro de nuevo. Naruto no podía hablar nada coherente. Solo gemía y gritaba su nombre. Sasuke se engullo el miembro por completo y lo degusto por un buen rato, pero no dejo que acabara de nuevo, otro orgasmo y su kitsune quedaría fuera de juego por unas horas, y todavía faltaba lo mejor. Con mucha delicadez lo giro y le dio a su espalda el mismo tratamiento que a su pecho. Apretó con fuerza esas redondas nalgas que lo enloquecían y para delirio del doncel jugo en su entradita con su lengua experta. Fue demasiado para Naruto cuando sintió un dedo en su interior y tuvo su segundo orgasmo - ¿de nuevo? No me duras nada kitsune – lo giro para besarlo y quitarse la ropa que le quedaba y se coloco entre sus piernas - ¿seguimos?
- Si, si – grito Naruto – te quiero dentro Sasu, por favor – Sasuke lo beso desesperado y con mucho cuidado introdujo la cabeza de su miembro en la virgen entrada – ah, duele – se quejo el rubito.
- Lo imagino – le beso la frente sudada - ¿quieres parar? – pregunto deseando que no le dijera que si, porque se moriría de la frustración.
- No, sigue puedo aguantar – Sasuke asintió y se deslizo un poco mas y cuando lo sintió tenso se detuvo – creo que deberías hacerlo de una buena vez no así de a poco – sugirió jadeando el rubio.
- No, soy muy grande y puedo lastimarte mucho – le beso los ojos cerrados – voy a hacerlo lento.
- Pero duele mucho – se quejo el doncel.
- Pero así no te lastimo, o la hacemos así o me salgo y ya – Naruto negó con la cabeza y el rodeo el cuello con los brazos.
- Como tú quieras entonces – Sasuke sonrió y lo beso lenta pero apasionadamente, relajándolo para poder entrar un poco más.
- Así es, relájate para mi, déjame entrar – Naruto gimió en su oído, le dolía pero era tan jodidamente excitante que no quería parar. Con besos y caricias Sasuke logro entrar del todo. A Naruto le dolió cuando rompió su virginidad, pero a los minutos comenzó a calmarse – ya estoy dentro kitsune, cuando puedas me dices para que sigamos – Naruto asintió en silencio, ocupado en dejar de sentir dolor, que de a poco iba mermando.
- Muévete teme – pidió sofocado – pero despacio.
- Si despacio – le susurro al oído para comenzar con las embestidas, lentas y profundas.
- Sasuke – grito Naruto cuando dio en su punto G – mas ahí, ahí – Sasuke sonrió y aumento el ritmo pegando en el mismo lugar cada vez. Estaba en la gloria y su esposo era más sensible y cooperativo de lo que esperaba de un virgen.
- ¿Te gusta kitsune? – pregunto jadeando.
- ¡Siiiiiiiiiii! – grito el rubio – quiero mas, teme, mas – exigía desesperado.
- Como ordenes – en un rápido movimiento el varón salió de su doncel y lo dio vuelta para dejarlo a cuatro al borde de la cama y de pie volvió a embestirlo. Naruto grito de placer y tuvo se tercer orgasmo, cayendo su rostro y brazos a la cama. Sasuke lo sujetó de la cintura y siguió embistiendo hasta correrse el. Con uno sonoro gemido de satisfacción. Se quedo quieto unos instantes para reponerse un poco. Lentamente salió del cuerpo de su amado y lo dejo caer completamente agotado en la cama. Se sentó a su lado - ¿estás bien? – El rubio asintió con algo parecido a un quejido - ¿te hice daño? – Negó con la cabeza – creo que necesitas un baño.
- Apenas respiro Sasu, no molestes – respondió en un susurro y cerro los ojos – voy a dormir un poco – Sasuke asintió y lo tomo en brazos para acomodarlo en la cama. Luego fue al baño por unas toallas húmedas, se limpio un poco y luego limpio al dormido doncel para arroparlo y recostarse a su lado, abrazándolo posesivamente. Unas horas más tarde se despertó por el molesto ruido de su teléfono. Respondió sin mirar quien era.
- ¿Qué? – pregunto de mala gana.
- Huy ototo, cualquiera pensaría que no tuviste una noche de bodas – se burlo Itachi del otro lado – seguro te desperté, lo siento – mintió – pero quería felicitarte por tu boda y desearles a los dos lo mejor – suspiro – y también avisarte que Pain y compañía están rumbo a Las Vegas, con ordenes de separarte de tu esposo hasta nuevo aviso, así que yo que tu aprovechaba el tiempo.
- Suponía que Madara haría algo así – su suegro era imposible – gracias por todo Itachi, de verdad.
- Voy a llorar – se emociono falsamente el mayor. Sasuke bufo – como sea, recuerda que tienes el deber y la obligación de hacer feliz al kitsune, porque si no somos muchos los que iremos tras tu cabeza.
- Somos hermanos Itachi – se quejo Sasuke.
- Solo de sangre idiota, Naru chan es mi hermanito del alma y si lo haces sufrir, yo te hare sufrir a ti – amenazo con tono sombrío – además si no lo hago Dei va a hacerme la vida a cuadritos.
- Ya se quien lleva los pantalones en tu casa – se burlo Sasuke.
- Como si en la tuya fuera diferente – ambos suspiraron resignados – muy bien ototo, te dejo para disfrutes de las ultimas horas con tu rubio, despiértalo y hazlo gemir, que después no podrás tocarlo hasta quien sabe cuando.
- Gracias por el consejo – ironizo – adiós Aniki.
- Adiós ototo baka – y cortaron. Sasuke suspiro y sintió que su rubio se movía.
- ¿Vienen por nosotros? – pregunto somnoliento.
- Si, ya están en camino – Naruto suspiro y abrió del todo sus ojazos azules.
- En ese caso – de un movimiento rápido recostó a un sorprendido azabache y se le monto encima – es mejor aprovechar el tiempo – Sasuke no pudo aceptar o disentir porque sus labios fueron devorados con ferocidad, y después, bueno, después aprovecharon muy bien el tiempo, tan bien que Naruto camino raro por unos días, y no se pudo sentar tampoco.
FIN