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Los Varones de Papá, los Donceles de Papi por Serenamoon

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Notas del capitulo:

Hola mis queridos lectores, ya se que hoy es lunes pero debido a que debo irme de viaje mañana y estare fuera toda la semana es que subo hoy, asi no los dejo esperando.

Lo que si me va a resultar muy dificil responder sus hermosos revews, pero si que los voy a leer, para eso sirve por lo menos mi tel.

Espero que les guste el capitulo y al final sabran a quien va dedicado el titulo.

IDIOTA

 

Unos cuantos dias después y tras varias discusiones Naruto había ingresado al prestigioso colegio de Konoha, donde se educaban a los herederos de las familias mas poderosas del país, incluyendo a los Uchiha, todos y cada uno de ellos habían egresado de allí. Al principio era un colegio de varones pero con el paso de los años y las exigencias sociales abrieron sus puertas a damas y donceles, que eran minoría. Madara se había negado en un principio, a pesar que con solo una llamada suya podía conseguir una banca para Naruto, pero después de varias amenazas por parte de Minato aceptó, si le preguntaban no sabia decir con que lo había convencido, dudaba que había sido dejarlo para toda la vida sin sexo o seducir al director para conseguir el lugar, como fuera ninguna de las dos opciones eran viables. Su rubio solo podía seducirlo a el, y el sexo era imprescindible porque con solo mirar a su ex esposo la sangre le hervía. Y así llego el primer día de clases del Namikaze menor, estaba nervioso pues esa seria la primera vez que asistiría a un colegio con varones y no sabia si lo aceptarían o no.

- Clase silencio – el profesor ingreso al salón y los mando a callar – tenemos un nuevo estudiante, espero que lo traten bien y no lo molesten, no quieren enojar a su padre – la clase se quedo callada, esperando al nuevo – entra – pidió y el rubio que llevaba el uniforme de los donceles hizo su aparición. Los varones quedaron embobados por tanta belleza, había tres mujeres que se sintieron amenazadas y dos donceles que se alegraron por tener uno mas de su genero – preséntate – pidió.

- Mi nombre es Naruto Namikaze – hablo suavemente – me gusta el ramen, los dulces, los animales y ojala que nos llevemos bien dattebayo – culmino con una sonrisa de comercial y guiñando un ojo, ganándose en el proceso mas admiradores y mas enemigos.

- Siéntate junto a los dos donceles de allí – indico el maestro, era fácil distinguirlos por el corbatín rojo, el rubio asintió y camino tranquilo – bien sigamos con la materia, Kiba y Lee luego van a enseñarte el colegio y ponerte al día ¿si? – el rubito asintió y se dispuso a prestar atención.

- Un gusto conocerte Naruto-kun – dijo un castaño de nombre Kiba – es bueno tener mas donceles aquí.

- El gusto es mío dattebayo, ojala y seamos amigos – Kiba asintió con una sonrisa.

- Mi nombre es Lee – hablo el otro doncel – y estoy seguro que nos llevaremos bien y seremos grandes amigos.

- Me encantaría Lee-kun – dijo feliz – estoy tan contento, nunca había disfrutado tanto en el colegio.

- Solo llevas media hora – señaló Kiba.

- Pero son los primeros amigos que tengo dattebayo – dijo con una amplia sonrisa y los otros dos sonrieron – en mis otros colegios todos se metían conmigo, no querían ser mis amigos, ni las niñas ni los donceles.

- Que idiotas – dijo Lee – a kilómetros se nota la ardiente llama de tu juventud – se puso de pie y el profesor lo miro de mala manera, se disculpo con un gesto para volver a sentarse – quiero decir que eres buena persona – Naruto asintió a su nuevo y efusivo amigo. La hora del primer receso llegó y Naruto salio con sus amigos al patio, caminaron unos pasos hasta que un grupo de varones los detuvo.

- Hola – saludo uno, de cabellos oscuros y ojos perlas – mi nombre es Hyuga Neji – tomo la mano de Naruto y la beso como todo un caballero – y es todo un placer conocerte Naruto-kun.

- Igualmente Neji-san – dijo algo ruborizado pero muy educadamente – a ustedes también – le sonrió a los otros.

- Ellos son Abrume Shino – le señalo a un azabache de lentes que solo hizo un asentimiento con la cabeza – Nara Shikamaru – el aludido, un joven alto de cabellos oscuros sujetos en una coleta lo saludo con la mano – somos de ultimo año y nos gustaría enseñarte las instalaciones para que te sientas a gusto.

- Muchas gracias sempai pero mis amigos ya lo están haciendo – señalo a los dos donceles que no podían creer que los chicos mas populares del instituto estuvieran con ellos – pero podemos ir todos juntos si gustan – Neji sonrió y asintió, le ofreció su brazo al rubio que lo tomo sin dudarlo – este colegio es tan grande dattebayo – y Naruto comenzó con su habitual monologo, hablando, preguntando y respondiendo el mismo. Los donceles sonreían, ya se habían acostumbrado a la personalidad atolondrada y explosiva del rubio, los varones no podían creer que hablara tanto, ellos suponían que los donceles eran tímidos y reservados, pero Naruto Namikaze no lo era.

- Y entonces llego mi aniki y me salvo dattebayo – concluía su relato sobre su secuestro, dejando a todos estupefactos por tomárselo con tanta calma – tenia miedo, pero no mucho, solo tenia que esperar que pidieran el rescate y ya.

- ¿Rescate? – pregunto el Nara confundido.

- El rescate para mi liberación dattebayo – dijo como si nada el rubio y los demás se miraron sin poder creer que fuera tan ingenuo y no hubiera notado que estaban a punto de violarlo y que probablemente nunca pedirían un rescate.

- Naruto – dijo serio Shikamaru que había desarrollado un sentimiento de protección con el pequeño doncel - ¿alguien te dijo que tenias que hacer si algúnvarón intentaba sobrepasarse contigo?

- Sobrepasarse – repitió no comprendiendo del todo, los demástenían los ojos como platos y una gota estilo anime bajando por sus cabezas.

- Si rubio – dijo el varón – tocarte de manera inapropiada, besarte sin tu consentimiento o forzarte a algo más.

- Algo más ¿Cómo que? – cuestiono inocentemente.

- Sexo – respondió Kiba sonrojado – sexo Naruto – el aludido tenía los ojos abiertos como platos, al igual que su boca.

- ¿Quieres decir? – sabia lo que era el sexo, había visto unas revistas pero jamás imagino que el tendría que hacer eso. Se tapo el rostro horrorizado y comenzó a negar – soy muy chico para eso dattebayo, además mi oto-chan y mi abuelito dijeron que debía esperar a mi noche de bodas – comenzó a hiperventilar – y que eso era cosa de adultos, yo no voy a tener sexo dattebayo – respiraba entrecortadamente.

- Que problemático – susurro Shikamaru, los demás asintieron. La inocencia de Naruto era muy tierna, pero si caía en las manos equivocadas seria muy peligroso – escucha – el rubio asintió – comprendo que quieras llegar virgen al matrimonio y eso, me parece una gran decisión – todos concordaban – pero vas a cruzarte con hombres que no piensen igual y van a querer tomar tu virginidad a la fuerza – eso lo horrorizo – eso es lo que quería hacer el hombre que te secuestro, y tu profesor de matemáticas y seguramente el director.

- ¿Cómo lo sabes? – cuestiono asustado.

- Porque eres muy violable – dijo como si nada haciendo que los tres donceles se sonrojaran – y demasiado ingenuo para tu bien.

- Tengo miedo – confeso con los ojos acuosos.

- Lo entiendo, pero vamos a cambiar eso – el Nara se puso de pie y le tendió una mano – vamos a un lugar privado para hablar mejor – el rubito asintió - ¡no! – le grito haciendo que todos se sobresaltaran – si un varón te pide ir a un lugar privado tu te niegas y te alejas ¿entiendes? – Asintiótímidamente – bien, vamos a trabajar en eso primero – suspiro con gesto de cansancio – Shino quiere enseñarte los vestidores de varones a la salida – dijo relajado, el rubio asintió con una sonrisa mirando al varón que negó con la cabeza – no estas entendiendo rubio.

- Lo siento, voy a esforzarme dattebayo, no quiero que me roben mi virginidad – grito dramáticamente atrayendo la atención de todos alrededor.

- Bien entonces recuérdalo, no ir a ningún lugar con un varón y alejarte de el cuando lo proponga – aclaro Shikamaru.

- ¿Y si lo persigue y quiere llevarlo a la fuerza? – pregunto Lee.

- En ese caso tienes que defenderte, liberarte y correr gritando por ayuda como un condenado – hablo el varón – aunque funciona mejor que grites fuego antes que ayuda.

- Fuego – repitieron los tres donceles – muchas gracias Shika-kun – dijo sonriendo el rubio – no voy a dejar que nadie se sobrepase conmigo – el varónasintió complacido y recién noto la mirada asesina de su amigo oji-perla. No que Neji quisiera violar al rubio, en realidad si quería pero con el de acuerdo, pero que Shikamaru le indicara todos esos tips anti acosadores le suponía ciertos problemas. Al final de las clases el rubio corrió a donde su oto-chan lo esperaba. Había tenido su mejor día de escuela y estaba feliz - ¡oto-chan! – Se le colgó del cuello – este lugar es genial dattebayo, tengo amigos – Minato sonrió feliz mientras subían al coche – me encanta.

- Que gusto mi amor – le dijo calidamente - ¿tienes hambre? – Naruto asintió – tu oto-san nos invito a cenar ¿quieres ir? – Otro asentimiento mas efusivo – bien vamos a prepararnos entonces, seguro nos lleva a un lugar lujoso.

- Papi – lo llamo el rubio - ¿tu quieres a mi oto-san? – Minato se sonrojo.

- Si – no iba a mentirle.

- ¿Y cuando vamos a vivir todos juntos?

- No se si eso sea posible pequeño – dijo con calma – a veces el amor no es suficiente – Naru lo miraba confundido – lo comprenderás cuando crezcas ¿si?

- Hai oto-chan – respondió abrazando al rubio.

 

Unas horas después una limosina trasladaba a los tres rubios a donde el líder del clan Uchiha los esperaba. Apenas pusieron un pie en el lujoso local todas las miradas se posaron en ellos. Madara frunció el seño al notar como todos los varones miraban a sus rubios. Su hermano Fugaku, que “casualmente” había llegado ahí con sus hijos sonrió por el gesto del mayor. El mesero los acompaño a su mesa.

- Mi amor estás hermoso – halago el Uchiha a Minato que solo le frunció el señor por llamarlo de esa manera – tú también mi Dei, una visión – el rubio menor se sonrojo ante el halago de su padre.

- Deja de alimentarle el ego que después no hay quien lo aguante – Sai llego y después de abrazar a su oto-chan le mostró la lengua a su rubio hermano que le frunció el seño - ¿y mi Naru? – pregunto y todos miraron al lugar donde debía estar el pequeño y no lo vieron. Minato estaba por entrar en crisis, pensando que le habían robado a su niño de sus narices, hasta que escucho su risa. Lo busco con la mirada y lo encontró en otra mesa, hablando animadamente con unas personas.

- ¿Quiénes son? – cuestiono molesto Madara. Minato elevo los hombros, no distinguía quien estaba con su niño – voy a buscarlo – repuso pero en ese momento el pequeño se giro y les sonriósaludándolos con la mano. Minato reconoció a los presentes y sonrió de regreso.

- Son unos amigos de ellos – dijo y se giro a la mesa – déjalo ya vendrá – se sentó luego de saludar a su “ex” cuñado y sus sobrinos – ve a saludar Dei y trae a tu hermano – el rubio pelilargo asintió y se acerco a la mesa. Los Uchiha notaron como un pelirrojo se ponía de pie y estrechaba entre sus brazos la delicada y grácil figura de Deidara.

- Ese idiota – murmuro Sai celoso – pensaba que no volveríamos a verlos.

- ¿Quiénes son? – cuestiono Madara.

- El pelirrojo se llama Subaku no Sasori – respondió Sai con rabia – es un imbécil que se cree digno de pretender a mi hermano, si se atreve a tocarle un solo cabello voy a matarlo.

- Sai – lo regaño tiernamente Minato – algún día tus hermano tendrán novios.

- Algún día muy, pero muy lejano – respondió el menor, Madara asintió complacido.

- Además pensé que te gustaba el hermanito de Sasori – lo pico el rubio haciéndolo sonrojar, los demás miraron a Sai sorprendidos y burlones.

- ¿Te gusta un niño copia barata? – se burlo Sasuke.

- No es un niño, tiene la misma edad de Naruto – respondió molesto – bastardo.

- Un Subaku no – comento Madara – puedo hablar con su padre y arreglar un compromiso.

- ¡No! – Sai respondió rápidamente – si algún día me caso con Gaa-chan será porque el así lo quiere, no voy a obligarlo así que por favor no te metas.

- Tienes que casarte pronto Sai, conoces tus obligaciones – anuncio Fugaku – una vez casados puedes enamorarlo – el aludido negaba – Itachi tiene seis meses para conseguir una pareja por su cuenta, si eso no sucede va a casarse con quien nosotros consideremos apropiado – Itachi suspiro derrotado – tu tienes el mismo tiempo, ya que los dos van a quedar a cargo de todo, deben tener un matrimonio consolidado.

- Idioteces – mascullo Minato pero fue escuchado -¿Qué tiene que ver ser un líder con estar casado?

- Un matrimonio da estabilidad – respondió Fugaku – además que se necesitan herederos, tu lo sabes.

- Lamento mucho no poder hacer por ti lo que hice por tus hermanos – dijo el rubio a su primogénito, se sentía muy culpable por haber hecho ese trato dejando de lado a Sai.

- Tranquilo papi, yo prefiero su felicidad a la mía, no te preocupes que voy a estar bien – le dijo sonriendo y sujetándole la mano. Deidara regreso a la mesa.

- Buenas noches a todos y disculpen por abandonarlos – se ubico en su lugar – hacia mucho que los veía.

- ¿Y tu hermano? – pregunto Minato, Dei sonrió apenado.

- Se fue con Gaara – todos voltearon a la mesa y efectivamente notaron que el pequeño no estaba allí.

- ¿Dónde? – pregunto Madara.

- Ni idea, esos dos son impredecibles – dijo como si nada.

- No puede andar en la calle solo – se altero el Uchiha mayor.

- Tranquilo oto-san, con Gaara a su lado nada malo va a pasar, él cuida a Naruto – dijo Deidara.

- Pero son dos donceles – aclaro Fugaku.

- Gaara rompe el esquema de los donceles frágiles y delicados, su familia lo crió como un varón y es muy fuerte y ágil – hablo Minato – Naru esta seguro a su lado, aunque no voy a perdonarle el plantón, lo lamento mucho Madara.

- Es un niño – hablo el mayor – pero me preocupa que ande por ahí solo.

- No estoy solo dattebayo – el rubito lo sorprendió por atrás, venia tomado de la mano de un pelirrojo de semblante serio – estoy con mi Gaa-chan – abrazo al aludido que se sonrojo – mira Gaara el es mi oto-san.

- Un gusto Uchiha-sama – hizo una reverencia muy educada – Minato-sama, que bueno volver a verlo – el rubio le sonrió – Sai-san – saludo fríamente al azabache, que le sonrió tristemente. El sabia que a Gaara le gustaba Naruto, por su crianza él no se sentía atraído por los varones, si no por los donceles y su familia no pondría ninguna objeción si pretendía casarse con uno de cuna noble como Naruto.

- Te extrañe mucho oto-san – dijo sentándose en las piernas de su padre, Gaara lo miraba sorprendido y algo molesto, odiaba que su amigo tuviera tantas confianzas con todo el mundo. Saludo con una reverencia y regreso a su mesa – hoy fue mi primer día en el colegio.

- Me da mucho gusto – dijo Madara – y yo también te extrañe, pero no saludaste a tu tío y a tus primos – el rubito se sonrojo apenado y se levanto.

- Lo siento mucho tío – se puso a su lado y lo abrazo para luego besarle una mejilla – también te extrañe – se acerco a Itachi y lo abrazo por el cuello, el varón no tardo en rodearle la cintura con una mano ganándose la mirada asesina de todos, absolutamente todos los presentes – a ti igual primo – se acerco a Sasuke para hacer lo mismo pero el Uchiha menor lo corto.

- Ni se te ocurra tocarme dobe – dijo mirándolo con soberbia, el rubio abrió la boca con sorpresa y después frunció el seño indignado.

- Ni siquiera quería hacerlo teme – respondiógirándose para regresar al regazo de su padre.

- Amor siéntate en tu lugar ¿si? – pidió Minato.

- No quiero – dijo con un puchero.

- No es apropiado – siguió el rubio menor

- No me importa – dijo firme - ¿a ti te molesta oto-san? – pregunto con sus ojitos de cahorrito apaleado.

- No Naru-chan, para nada – respondió derrotado por su manipulador hijo. Minato negó con la cabeza. Sai y Deidara rieron por lo bajo - ¿de que se ríen?

- Nada importante – dijo Sai aun divertido, pero Madara lo observo serio y lo hizo tragar duro – bien, es que ya caíste padre.

- ¿Caí? – cuestiono intrigado.

- Caíste hechizado por Naru-chan, eres incapaz de negarle algo, pero no te sientas mal a todos nos pasa lo mismo ¿o por que crees que es tan consentido?

- No soy consentido dattebayo – se defendió el rubito inflando las mejillas.

- Si lo eres, y es nuestra culpa – respondió Deidara – y Sai tiene razón oto-san ya caíste.

- ¿Así que eres un manipulador? – Cuestiono Madara a su pequeño que lo miraba inocentemente con sus enormes ojos azules – si, definitivamente un manipulador.

- No se que es eso oto-san – dijo el niño - ¿ya vamos a comer? tengo hambre.

- Si bebe, ahora nos traen la comida – el rubito asintió con una enorme sonrisa – y dime que tal tu día en la escuela.

- Fue genial dattebayo, tengo amigos – se emociono contagiando a la mesa – Kiba y Lee, son donceles como yo y nos sentamos juntos, almorzamos juntos, hacemos todo juntos. Son muy divertidos – Madara asentía – también conocía a Neji, Shino y Shikamaru, ellos son varones del ultimo año – eso no gusto tanto a los azabaches que se pusieron serios – Neji es muy caballeroso, me beso la mano y me dejo tomarme de su brazo para caminar por el colegio – Madara sentía que le tiraban de los cabellos – Shino es un poco callado pero me ayudo a resolver un problema de matemáticas y dijo que podía darme clases particulares si quería – eso gusto menos todavía – y Shika-kun es tan genial – junto sus manos al decirlo y Madara, Sai y cierto azabache que no mencionaremos aun quisieron asesinar a ese tal Shikamaru – es muy inteligente y dijo que me iba a enseñar a defenderme de los varones que querían quitarme mi virginidad – contó orgulloso. Fugaku escupió el vino que bebía, Minato casi se cae de la silla. Sai se quedo mas pálido de lo normal, Deidara reprimía una carcajada mordiéndose los labios. Sasuke estaba tan tenso que podía pasar por una estatua tranquilamente, Itachi estaba como Deidara y Madara sentía tanta rabia en su interior que de no haber tenido a Naruto sobre sus piernas hubiera destrozado todo a su alrededor – me dijo que yo era muy ingenuo para mi propio bien y que era violable, aunque no se que significa eso – se giro para mirar a su padre - ¿tu sabes que significa oto-san? – Naruto se asusto un poco por el rostro de su padre, hasta le parecía que tenia los ojos rojos - ¿estas bien dattebayo? – pregunto tímidamente.

- Explícame como va a enseñarte eso – pidió con la voz ronca cargada de ira.

- Primero me explico que si algún varón quería llevarme a un lugar apartado yo debía negarme y alejarme rápidamente, y que si no funcionaba y el igual quería llevarme a la fuerza debía pelear, gritar y correr como endemoniado pidiendo ayuda, o gritando ¡fuego! – explico orgulloso – también dijo que no debía dejar que nadie me tocara, o me besara a la fuerza y algo mas, cuando le pregunte que era algo mas Kiba me dijo que era sexo – susurro la ultima palabra – pero yo le dije que era muy pequeño para tener sexo y que debía llegar virgen a mi noche de bodas ¿verdad oto-chan? – Minato tenia la boca abierta y se sintió mas tenso al sentir todas las miradas sobre el, y mas la intensa de Madara.

- Si mi amor, nada de sexo hasta la noche de bodas – respondió y Naruto asintió orgulloso de si mismo por recordar tan bien las indicaciones de su papi – pero tenemos una charla pendiente – dijo desanimado, no quería tener esa conversación con su hijito, con su bebe. Con Deidara no le había costado tanto, pues el rubio no era tan ingenuo como Naruto, pero el menor era un caso aparte, a pesar de ser un adolescente se comportaba como un niño y eso lo desconcertaba.

- Que rico dattebayo – exclamo el rubito al ver la comida, le sonrió al mesero que le devolvió el gesto encantado, ganándose miradas asesinas en el proceso que lo obligaron a desaparecer y pedir que alguien mas atendiera la mesa de los Uchiha, por su propia seguridad. Las miradas curiosas no abandonaron la mesa, pues el temible y respetable Madara era bien conocido y verlo con un rubio en el regazo, dándole de comer en la boca o dejándose alimentar por el era algo digno de admirar. Mas teniendo en cuenta que el ex esposo acompañaba a la “pareja” y el innegable parecido entre los rubios, eran familia no cabía duda, pero la duda era que parentesco lo unía al líder del clan mas poderoso del país y el mundo probablemente. Seria su amante, el hijo de su ex marido, un amigo, un sobrino, muchas posibilidades comenzaban a circular, llenando de titulares los diarios y revistas del día siguiente.

La cena paso más o menos tranquila, Naruto hablaba y hablaba, sacándole sonrisas a todos, y dejándolos al borde del infarto en algunos casos, pero que de a poco iban cayendo en los encantos del doncel inevitablemente. La paz se termino cuando cierto pelirrojo, que no era Gaara, se acerco a la mesa.

- Muy buenas noches – saludo educadamente el varón – Minato-sama, un gusto volver a verlo.

- Igualmente Sasori – saludo el rubio con una sonrisa – supongo que conoces a mi ex esposo.

- Claro que si, Madara-sama muy buenas noches – hizo una reverencia – Fugaku-sama – otra reverencia y a los demás solo miro de mala manera, podría decirse que no tenían buena relación – espero que no les importe pero me gustaría invitar a Deidara a tomar un trago para ponernos al día – el mencionado sonrió por la invitación.

- Es tarde – respondió cortante Madara – no es apropiado que mi hijo este en la calle a estas horas en compañía de un varón.

- Oto-chan – se quejo Deidara, esas reglas nunca las habían respetado.

- Sasori ¿crees que puedes tomar el trago en casa? – Pregunto Minato – así Dei no esta en la calle haciendo algo inapropiado – blanqueo los ojos, si fuera por el dejaba a su hijo irse, pero tenia que reconocer que tenia miedo además de que debía buscar el equilibrio entre su ex – esposo y su independiente hijo.

- No veo el inconveniente – dijo el pelirrojo algo desilusionado, pero disimulando bastante.

- Pero será otro día, porque hoy se quedan en nuestra casa – dijo Sai fulminando con la mirada a Sasori que le devolvió el gesto – así que largo.

- Sai – dijeron Minato y Deidara al unísono, pues el azabache estaba siendo muy grosero con el pelirrojo – yo no estoy pidiendo permiso, Sasori no vamos – se puso de pie el rubio pelilargo – lo siento mucho padre, pero las estúpidas reglas de los clanes me interesan muy poco, que tengan buenas noches – y se marcho sin esperar una respuesta.

- Es un poco rebelde – confeso Minato – y esta totalmente en contra del sometimiento de los donceles, tal vez debí aclarártelo, a Deidara no debes prohibirle ni exigirle las cosas, tienes que persuadirlo ¿comprendes?

- Manipularlo – afirmo Itachi.

- No es posible manipularlo, mi hijo es muy calculador y desconfiado, digamos que tienes que negociar con el, es la única manera de obtener algo de su parte, a menos que seas Naruto, el si puede conseguir lo que sea de Deidara – todos asintieron – lamento mucho que te desafiara de esa manera Madara, pero el no es nada dócil, tiene mucho carácter.

- No me sorprende – dijo el varón - ¿ese tipo es de confianza?

- Son amigos desde hace años y jamás ha intentado nada inapropiado, además de que Deidara no se lo permitiría, el también cree en llegar virgen al matrimonio.

- ¿De veras? – pregunto Fugaku sorprendido ya que por la actitud liberal del doncel pensaba que pensaba diferente.

- Si, pero no lo hace por las reglas ni las tradiciones, si no porque en el fondo es un romántico y sueña con encontrar al amor de su vida y quiere entregarse solo a el – dijo orgulloso – calculo que mis padres tuvieron mucho que ver en eso, son muy sobre protectores y buscaron la manera de que ambos, Naruto y Deidara, tuvieran estándares bastante altos sobre lo que quieren en un hombre, por eso no es posible que cualquiera se acerque a ellos con esas intenciones, y por lo que veo Sasori podría ser lo que Dei busca, cumple con todos sus requisitos.

- ¿Requisitos? – Itachi estaba muy interesado.

- Si, mi hijo tiene un listado de cualidades que busca en su futuro esposo – suspiro – tiene que ser atento, caballeroso, inteligente, considerado, nada machista, protector pero no demasiado, leal, guapo, no vamos a negarlo, le tiene que gustar el arte y si no es celoso mejor – todos miraban al rubio mayor – no parece la gran cosa pero encontrar todas esas características en una sola persona es complicado.

- ¿Cómo sabes eso? – pregunto interesado Fugaku mirando de reojo a su hijo mayor.

- Porque lo escribió y me lo leyó, lo tiene en su habitación encuadrado para no olvidarlo – suspiro, había veces en que pensaba que su hijo era demasiado calculador – Naru-chan también tiene su lista ¿verdad? – pregunto a su hijo que asintió sonriendo.

- Si dattebayo, pero creo que voy a cambiarla ¿puedo cambiarla papi? – cuestiono al rubio mayor.

- Si amor puedes cambiarla las veces que quieras.

- Yupi – exclamó haciendo palmas y riendo.

- ¿Eres retrasado? – la mesa quedo en silencio al escuchar esa frase salir de los labios de Sasuke, todos lo miraron fijo, pero él no se intimido – se supone que tienes quince años pero actúas como de tres, tienes que tener algún tipo de retraso mental – los azules ojos de Naruto se llenaron de lagrimas he hizo un tierno puchero, de un salto se bajo del regazo de Madara y corrió al baño secándose el llanto con los puños. Minato se puso de pie y luego de lanzarle una asesina mirada a Sasuke siguió a su pequeño – no dije nada malo, estoy seguro que todos piensan lo mismo – no pudo prever el golpe que Sai le dio en el rostro, tirándolo al suelo.

- No hables si no sabes – dijo con rabia para seguir a su papi, Sasuke se puso de pie limpiándose el rastro de sangre que le había sacado Sai.

- ¿Cuál es tu problema? – Pregunto Fugaku indignado - ¿Cómo preguntas algo así?

- Por favor, todos están pensando lo mismo, yo solo lo dije en voz alta.

- Se lo hubieras preguntado a Minato a solas – dijo Itachi – y Naru-kun no sufre ningún tipo de retraso, simplemente aun conserva su inocencia, algo que no tiene nada de malo en mi opinión.

- Itachi tiene razón – dijo Madara – voy a pedirte por favor que te abstengas de hacer esas preguntas – se puso de pie – es mas mantente alejado de mi hijo y no le dirijas la palabra a no ser que sea necesario, esta visto que no te agrada y no quiero que lo hagas llorar o sentirse mal – y se fue.

- Bien hecho hijo – ironizo Fugaku – si tenías una mínima esperanza de que Minato te aceptara como prometido de Naru-chan acabas de perderla.

- Yo no quiero casarme con ese dobe retrasado – dijo de mala gana -  yo necesito una mujer o un doncel con todas las letras no un niñito de papa – bruscamente se puso de pie y a paso rápido se retiro del lugar.

- Es un idiota –dijo Fugaku suspirando – a este paso va a casarse con una zorra o se va a quedar solo.

- A Sasuke solo lo soportan sus “amigos” interesados, los que lo buscan por su posición o por su físico, si no cambia ninguna persona de bien va a quererlo – respondió Itachi – Naruto es demasiado puro para mi ototo, ni siquiera intentes emparejarlos, Sasuke no merece a alguien así – el mayor asintió.

- Es verdad el niño necesita alguien que lo cuide y lo contenga, tu hermano solo va a maltratarlo – ambos estuvieron de acuerdo en eso.

 

- Ya mi niño – Minato se encontraba frente a la puerta del cubículo escuchando sollozar a Naruto – sal por favor.

- Yo no quiero ser así – decía en medio del llanto – pero no puedo evitarlo ¿Por qué no soy normal?

- Mi amor no tienes nada de malo – dijo el rubio intentando no llorar.

- No mientas, no mientas – grito abriendo la puerta encarando a su padre con los ojos rojos – no soy normal, todos los días alguien me lo recuerda – se paso las manos por el rostro, en un vano intento de contener el llanto – los chicos de mi edad me maltratan o me ignoran por ser como soy, los mayores me miran como si fuera un niño pequeño quiero ser normal – exclamo abrazándose a Minato que lo envolvió en sus brazos.

- Eres extraordinario mi niño, y no tienes que cambiar nada de ti, eres perfecto – hablaba el mayor decidido. Ninguno de los dos habían notado que un par de azabaches se encontraban detrás escuchando todo – eres un sol Naru, una sola sonrisa tuya es capaz de alegrarle la vida a la persona mas amargada del mundo, mira lo que hiciste con tu padre – Madara sonrió levemente, dándole la razón a su ex esposo. El rubito le había alegrado la existencia con solo una mirada.

- ¿No crees que soy un retrasado? – pregunto separándose un poco de su papi.

- No mi amor, no lo eres – le dijo con dulzura limpiando el rastro de lagrimas del hermoso rostro – los que te dicen eso es porque son unos malditos.

- Tu papi tiene razón – ambos se giraron para encarar a Madara que los miraba desde la puerta, a su lado Sai se contenía las ganas para no regresar y asesinar a golpes a Sasuke, odiaba que hicieran llorar a su hermanito – no tienes nada de malo pequeño, todo lo contrario – se acercó a los rubios y le tendió la mano a su hijo menor que la acepto tímidamente.

- Voy a intentar ser mas maduro, lo prometo – dijo decidido – así te sientes orgulloso de mi – Madara no pudo evitar abrazarlo, elevándolo del piso.

- Yo estoy orgulloso de ti, no necesitas cambiar – le dijo serio – vamos a casa – Madara quiso acomodar a Naruto para llevarlo cargando pero el rubio se removió.

- Quiero caminar oto-san – eso sorprendió a todos, normalmente Naruto buscaba cualquier excusa para que lo cargaran – ya no soy un niño, puedo caminar solo – el mayor suspiro desilusionado, con ninguno de sus hijos había tenido la oportunidad de llevarlos en brazos. Con Sai porque Minato lo hacia y con los rubios por obvias razones. Cargar a Naruto lo hacia sentir feliz, pero no se opuso a sus deseos y lo dejo en el piso. Naruto se acomodó la ropa y a paso firme salió del lugar.

- No quiero a Sasuke cerca de mi hijo – dijo Minato con tono autoritario.

- Ni yo – respondió Madara – y no se si voy a evitar golpearlo la próxima vez que lo vea – ambos salieron del baño. Sai y Naruto esperaban de pie junto a la mesa, el rubio con una expresión seria nada común en el – Fugaku no vamos – el aludido asintió – trata de que tu hijo no se cruce en mi camino por unos días – asintió comprendiendo todo – buenas noches – Minato saludo cortésmente a los dos azabaches, igual que Naruto que hizo una sobria reverencia y se fue tras su familia.

- Tu hermano es un idiota – reflexiono el mayor, Itachi asintió, pensaba igual que su padre.

 

Notas finales:

Antes que nada voy a decir que des un principio he advertido que Sasuke es un bastardo al principio y un arrpentido luego, asi que paciencia que el tipo tiene que tocar fondo antes de reaccionar del todo.


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