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El comienzo y el final por sasunaru11997

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Notas del capitulo:

Perdón, me de cuenta de k se me olvido poner un capítulo k tenía ya escrito. Culpa mía 

Los pequeños llegaron a la guarida, dentro de aquella cueva especial, encontrándose con sus demás amigos, todos ellos eran como una piña, como una gran familia, que siempre se ayudaba y se cuidaba mutuamente.

Cada pequeño se fue a jugar por su lado. Taigaken muchas veces se quedaba en el balcón de manera, velando de sus “segundos hermanos pequeños”, era un poco solitario, porque ya no tenía a su querida Sara, pero a veces la podía sentir a su lado, abrazándolo y consolándolo.

Este siempre analizaba su comportamiento, e intentando hacerse una idea de lo que pasaría en el futuro con cada uno de ellos. Podía observar a su pequeña hermanita Hana jugando siempre con Tsurik, (el segundo hijo de Lee y Midori) aquel niño un año mayor que ella, de pelo verde y ojos negros. Los dos siempre estaban entre las flores, apreciándolas, y al con la naturaleza. Le hacía gracia el pequeño Asami de tres años, k al no tener a nadie de su edad, se la pasaba buscando escondrijos, o observando a los demás, al igual que él, algo que le parecía raro en su carácter, ya que el pequeño de pelo anaranjado era todo un revoltoso.

Como siempre, dos niños que destacaban por su seriedad frente a la de su hermanita Aiko, y como no, esos eran Murasaki y  Kaoru. Esos dos chicos se parecían mucho a pesar de tener roles distintos en su familia, Murasaki era el primogénito de Lee, y Kaoru era el hijo más pequeño de Shino. Bueno, también hacían contraste sus cabellos, el de Murasaki, negro, y el de Kaoru, blanco, todo aquello era peculiar, pero era divertido ver jugar a aquellos niños de 4 añitos.

Luego estaba aquel grupito tan variado, compuesto por Shiroko (hija de Suigetsu), una chica de pelo blanco y unos ojos grandes y azules, su comportamiento solía ser alegre, pero a veces podía sorprenderle en diferentes sentidos. Luego estaba Tsuchiko, (la hija pequeña de Choji) era una niña realmente tímida y miedosa, pero era súper adorable. Su hermanito Taisei, aquel pequeño travieso. Todos ellos tenían 6 años, pero siempre se juntaba con ellos Akako, de 5, (segunda hija de Shino) una niña también con un carácter bastante peculiar, era algo callada y misteriosa, pero su hermanito Taisei siempre se esforzaba por hacer sacar una sonrisa a aquella niñita de pelo blanco y ojos rojos. Las personalidades de aquel grupito eran tan dispares, pero aun así nunca se les veía discutir.

Los demás siempre solían estar más juntos, y se mezclaban unos grupos con otros, formando un gran conjunto, con tantas edades dispares, desde los 11 hasta los 7 años. Kenji, protegía siempre a Himeko y Haruka, era un buen chico, con algo de temperamento pero no tanto como el de su madre la pelirrosa. Estaba agradecido con él, ya que su princesa estaba a salvo de cualquier insinuación, aunque ella sea fuerte e inteligente, es mejor ser precavidos. Ellos tres eran los más pequeños de este gran grupo. Luego estaban los de 8, Nonomi, la primogénita de Shikamaru, con el carácter de la madre, Etsu, el hijo de Kiba, con su lobo negro Yasei, y Buki, la primogénita de Kankuro y Ten-ten, con un carácter muy alegre, al igual que la madre. Si estuvieran los trillizos de Gaara, Taiki, Daiki y Kizuki, formarían con su hermano Soun, el grupo de niños de 9 años, pero al estar solo en algunas ocasiones, Soun se juntaba con los de 10 y 11 años. Los de 10 eran, Kasai, Kiuiko y Suiko y los de 11, Inutai, Sora, cuando podía venir, y mis hermanos mellizos.

Lo que unía a este conjunto era el afecto entre unos y otros. Kasai, Soun, Etsu y Kenji, siempre se llevaban bien, con alguna pelea de amigos alguna vez, pero eran un poco rebeldes a su manera. Luego estaban los diferentes casos, Inutai estaba con ellos o con Ryuta, “acosándolo seguramente ¬¬”, Toshiki no era rebelde, era tranquilo, pero tenía sus momentos en los que le encantaba ser travieso, le encantaba juntarse con ellos, pero también estaba pendiente de Ryuta. En el caso de las chicas, Kiuiko, se la pasaba jorobando a Toshiki, por diversión. Suiko a pesar de llevarse 2 años con Nonomi y Buki, era más infantil. Nonomi, por decirlo de alguna forma, utilizaba su carácter para cuidar de las chicas y de los débiles, parecía más mayor que Suiko, a pesar de ser al revés. Buki, no era ni tan infantil, ni tan madura, era a su propia manera, y siempre ligada a la música. Haruka, parecía que siempre estaba con todos a pesar de ser callada, pero era alegre. Luego estaba el caso de Himeko, que a veces y casi siempre le gustaba estar en el grupo de chicos, no porque fuera rebelde, si no porque le parecía más interesante que a veces estar con las chicas. Cuando estaba con ellos era realmente cuidada, destacaba por saber cómo tratar a los hombres, y llevarse muchas veces mejor con ellos que con las mujeres, con ellos solía ser muy abierta, sincera y risueña, y siempre sabía demostrar su inteligencia, pero solo lo era con ellos, ya que la mayoría de los demás hombres de Konoha, solo querían ligar con ella. Como decía, estaba muy protegida, por Inutai, que la consideraba su hermana pequeña, por los mellizos, por su protector Soun, un poco por Etsu, que aunque no lo admitía, también le tenía un gran cariño a esta, por su gran amigo Kenji, y por Kasai, que también velaba mucho por ella y le hacía gracia llamarla princesita, y jorobarla, provocándola. Kenji y Kasai, a pesar también de su diferencia de edad estaban muy unidos, y se trataban también como grandes hermanos, que cuidaban mucho de Himeko, entre ellos siempre se contaban todo, y parecían siempre tener algo entre manos, al igual que Soun y Etsu.

Cada uno tenía un papel en aquel gran grupo de chicos y chicas y unión era inquebrantable, al ser mayoritariamente los más mayores, también vigilaban de sus hermanos pequeños y a veces se juntaban con ellos. Todo ello provocaba aquel gran conjunto, de “segundos hermanos” que éramos. Nadie lo comprendería, pero estos lazos los forjaron todos nuestros padres, que ya eran amigos, e hicieron que todos sus hijos crecieran juntos desde bebes. Yo, al ser el mayor, soy el que más recuerdos tiene de cada uno, cada año veo su crecimiento y cuido de esta gran familia que hemos conseguido crear.

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Aquel grupo de mayores estaba reunido en el árbol, hablando amenamente, pero Inutai se había llevado a Ryuta, dejando a su lobo blanco, Tori, tumbado relajadamente con el grupo.

Inutai fue con Ryuta a una de las ramas, esta estaba algo escondida, y rodeada por otras ramas, llenas de un montón de hojas, haciendo que su posición fuera desconocida. Inutai había llevado a Ryuta de la mano, a ese lugar, y de forma algo acelerada. Al llegar se dio la vuelta, y tiró del brazo del zorro, atrayéndolo hacia él, y rodeando al pequeño entre sus brazos.

Ryuta: (O///O) (Nervioso) I-inu-tai.

Inutai: Odio estar separado de ti Ryu por tanto tiempo.

Ryuta: Pe-pero si nos vimos hace unos días.

Inutai lo miró a los ojos fijamente y estando muy cerca de su rostro.

Inutai: No me gusta estar sin ti.

Inutai coge a Ryuta de aquel collar rojo que le regalo, que era como el collar de un perro, pero más elegante.

Inutai: Tú eres mío.

Aquellos poderosos ojos azules que lo miraban tan fijamente, hacia que su mente dejara de pensar, y entrecerró los ojos, sintiendo el roce de aquellos labios, que lo habían besado tanta veces y sabía que no lo podían dejar ir. Al principió se sentía extraño que Inutai lo besara, pero siempre lo trataba tan protectoramente y con tanto cariño, que su corazón sin darse cuenta, un día empezó a latir con el de aquel lobo.

Inutai se separo un poco, viendo como las mejillas de su Ryuta, estaban algo teñidas de rojo, como sus habituales ojos negros y profundos, se convertían en unos amarillos anaranjados, y con un rombo en ellos, como un animal, le encantaba ver aquella escena.

Inutai: Saca tu lengua, quiero sentirla.

Con sus ojos entrecerrados, y excitado, por el pequeño y efímero roce anterior, obedeció sin rechistar, abriendo la boca y sacando su lengua.

Inutai con su lengua delineo los pequeños colmillos de su zorrito rojo, y luego impaciente, metió su lengua en la boca de Ryu, saboreándolo cuidadosamente y con pasión.

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Toshiki: (molesto)

Kiuiko: Un lobo capturó a tu inocente hermanito.

Soun: No digas esas cosas Kiuiko.

Buki: Seguro que está bien, habrán ido a hablar de algo.

Kiuiko: No creo que estén precisamente hablando.

Toshiki: (Se levanta cabreado y activa el Sharingan sin darse cuenta) ¡Ya cállate Kiuiko, eres muy molesta, no me hables!

Toshiki se fue enfadado ignorando todo lo demás, aquella reacción sorprendió notoriamente a los demás. Kiuiko se había quedado temblando del miedo y sus ojos se empezaban a llenar de lágrimas.

Kasai: Se ha pasado ¿estás bien Kiuiko?

Kiuiko sin pensarlo fue corriendo detrás de Toshiki.

Soun: ¡Espera tonta!

Pero esta no hizo caso, y siguió veloz a Toshiki que se encontraba entre una de las grandes raíces del árbol, sentado en ella. Kiuiko apareció ante él, con los ojos llorosos, Toshiki no levantó su cabeza, pero gracias a sus sentidos sabía que era ella.

Toshiki: (cabreado) ¿Qué quieres? Quiero que me dejes solo.

Kiuiko: (lloriqueando) ¡Eres un estúpido Toshiki!

Toshiki: (levanta la cabeza) No estoy de…

Pero al verla llorar no es capaz de seguir y su corazón se comprime.

Kiuiko: ¡Tonto! ¡Tú me gustas!

Kiuiko se va del lugar, quería irse de allí y perderse por el bosque que había en el exterior, pero un brazo se lo impide, y nota como alguien la abraza.

Taigaken: (Habla de manera pausada y tranquila) Tranquila Kiuiko, no te precipites, Toshiki no quería decir esas palabras, ni tampoco asustarte, solo estaba algo alterado, y el chakra de Kyubi no ayuda mucho en estas situaciones.

Kiuiko lo abraza de manera más fuerte, y descarga su llanto en el pecho de Taigaken.

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Toshiki: “Espera, espera, espera ¡no puede ser! ¡Es Kiuiko! ¡No puede haber dicho eso en serio! si, seguro será una de sus típicas bromas, no debo preocuparme. No, no era una broma, estaba llorando, y sus mejillas estaban rojas, seguramente fui demasiado duro con mis palabras ¡maldita sea! ¡Dios, nunca creí que la hiciera llorar! ¡No la vi como ese tipo de chicas! pero sigue siendo una chica imbécil, y es sensible, es normal que llorara si alguien a quien quieres te dice eso, pero, como me puede querer a mí, nunca lo noté, incluso siempre anda jorobándome y haciendo de rabiar. ¡Datebayo, no lo entiendo, no lo comprendo! ¿¡Por qué!?” Ag.

 


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