Estaban tan pegados el uno al otro que notaban la respiración del otro. Inevitablemente sus labios se unieron. Su beso era inocente y lleno de amor, no se querían separar, querían estar siempre unido al otro. Por desgracia no podían estar de aquella manera eternamente, por mucho que lo desearan.
Taigaken: Nunca te dejare ir.
El pequeño pelinegro la abrazó de manera protectora, intentando que de aquella forma sus anhelos se cumplieran y no se separasen en la vida.
Los dos mellizos salieron por la puerta de su habitación, Ryuta giró la cabeza y vió que en el pasillo también se encontraban Aiko, Taisei y Tsuyoshi, esperando cada uno enfrente de su puerta. Sin previo aviso el pequeño pelirrojo corrió por el largo pasillo hasta ellos, chocándole las manos, y dando un gran salto para chocarle a Tsuyoshi, que permanecía volando cerca del techo.
Toshiki: Ryu, no corras por el pasillo o despertaras a Hana.
Ryuta: Jeje, lo siento lo había olvidado Toshi.
Aiko: Esta completamente dormidita.
Taisei: Yo hoy me acostare súper súper tarde dattebayo.
Soun y Nawaki salieron por la puerta de su habitación, escuchando las últimas palabras del pequeño rubito.
Soun: Eso es lo que tu crees pequeño pececito.
Nawaki esperaba que alguien se sorprendiera, aunque solo fuese un poco, por las vestimentas que llevaba aquel pelinegro de ojos electrónicos. Pero no hubo reacción alguna, en cambio su pequeña hermana pelirroja lo abrazo.
Aiko: Llévame en tu espalda, por fi Soun oni-chan.
Soun la levantó como si nada, pues la pequeña no pesaba apenas comparado con las rocas de 4 veces el tamaño de él que solía levantar para entrenar. La pequeña se abrazaba, sin hacer demasiada fuerza, a su cuello, apoyando la cabeza en la espalda del pelinegro.
Aiko: (suspiro) Eres tan cálido.
Himeko y Rin también salieron de su habitación tranquilamente, viendo el panorama que había. Rin se sonrojo ligeramente al ver a Soun sin la camiseta de su pijama.
Himeko: Ven angelito, ya estarás algo cansado.
Tsuyoshi bajó lentamente hasta los brazos de su hermana mayor, que siempre lo habían cuidado y dado un gran cariño.
Ryuta: Taigaken oni-chan aun no sale, voy a llamarle.
Soun agarró con su mano el brazo del pequeño pelirrojo, impidiéndole llegar a la habitación del primogénito. A pesar de ser Ryuta 2 años mayor que Soun, tenían la misma altura, incluso el pelinegro le superaba en un par de centímetros.
Soun: Taigaken ahora está con Sara, no entres.
Ryuta: (morritos) ¿Por qué?
Kurama: Cachorro debes tener paciencia y no molestar a tu hermano.
Ryuta: Bueno... pero solo porque tu lo dices Kyu-chan.
Soun: "Claro y a mi ni caso".
Nawaki: Si eso deberíamos ir bajando mientras nosotros.
Fueron bajando por las escaleras, mirando hacia abajo para no tropezar con algún escalón, y caer los unos encima de los otros.
Ryuta: (X3) Estás muy linda con ese camisón azul Rin.
Rin: (O///O) Gra-gracias.
Nawaki: (7///7) "Estos hermanos son demasiado atrevidos, pero es verdad que está muy linda".
Toshiki: Jeje, no digas eso delante de Inutai.
Ryuta: ¿Porqué?
Toshiki: Por que se pondrá celoso baka.
Nawaki: Inutai es nombre de chico.
Soun: Es porque el es un chico.
Nawaki: P-pero...
Aiko: Después de estar con nuestros padres aun no te acostumbras a estas cosas.
Rin: Supongo que los pensamientos de ahora son diferentes a los de antes.
Himeko: Bueno, jeje, Kakashi-sensei si se ha acostumbrado bastante rápido.
Rin: ¿Qué quieres decir Himeko-chan?
Himeko: Él también sale con un hombre.
Rin sin querer de la impresión se golpeó la cara con la pared al lado de la puerta del salón. Naruto corrió hacia ella preocupado, levantándose rápidamente del sofá en el que estaba.
Naruto: ¡Rin! ¿¡Estás bien!? ¿¡Te has hecho mucho daño!?
Rin: Es-estoy bien, es solo que me dijeron algo que no me esperaba, y me despiste.
Naruto: ¿El qué pequeña?
Rin: Pues... que Kakashi-sensei esta saliendo con un hombre.
Naruto: (O.O) ¿¡No puede ser!?
Sasuke: ¿En serio dobe? Lleva con Iruka desde que nosotros éramos gennin.
Naruto: P-pero...
Sasuke: Mira que a veces llegas a ser despistado.
Asuma-sensei: Hasta yo lo sabía.
Rin: ¿Quién es ese tal Iruka?
Naruto: Fue nuestro profesor en la academia, para mí es como una especie de padre.
Rin: Mmmm, de casualidad ¿tiene una cicatriz en la nariz?
Taisei: ¿Cómo lo sabes?
Rin: Lo vi alguna vez en la academia y por la aldea.
Mientras hablaban, los pequeños se iban sentando y tumbando en la alfombra, alguno que otro de los revividos si que se sorprendió por la atrevida vestimenta de que llevaba Soun.
Fugaku: Soun, no deberías ir así, es una falta de respeto.
Soun: Pero es cómodo y a mi no me molesta.
Aiko: Además es cálido abuelito.
Soun: (sonrisa Uchiha) Además los sementales tienen que mostrar su pecho sin miedo ¿verdad papá?
Sasuke: (sonrisa Uchiha) Por mí esta bien.
Fugaku: (gotita) "Vaya forma de educar".
Los dos se miraron de forma cómplice. Sasuke a veces adoraba esa forma pícara que tenía su pequeño, que se parecía mucho a la suya.
Soun: No sería lo mismo si por ejemplo lo hiciese Ryuta y fuera por las calles sin camiseta, lo devorarían vivo.
Sasuke: (serio) Sería imposible tal cosa, mañana estará en bañador, hay que vigilar a la gente de su alrededor.
Ryuta: Pero papa yo no soy ninguna comida, eso sería canibalismo.
Todos admiraban la dulce inocencia que permanecía en el pequeño Ryu a pesar de los años.
Naruto: ¿Dónde esta Taigaken y Sara?
Himeko: Ellos aun se encuentran arriba.
Ryuta: (morritos) Yo quería entrar a su habitación y avisarles, pero Soun y Kyu-chan no me dejaron.
Sasuke: No debes entrar en la habitación de tu hermano mayor sin permiso.
Aiko: ¿Es porque él es casi un adulto?
Sasuke: Así es.
En aquella habitación solo existía el silencio, acompañado por los suspiros del viento de verano, que susurraban contra la ventana. La figura de dos personas, abrazadas en el centro de la habitación, se dejaba ver entre la oscuridad de la noche.
Taigaken se separo tan solo unos pocos centímetros de Sara, pues para ambos, el estar alejados, era ya como una tortura insoportable, que el tiempo y la muerte les había condenado con anterioridad. Los oscuros ojos miraron con profundidad aquellos que eran como las brillantes perlas que se hallan en el mar.
Taigaken: Se que deberíamos bajar al salón, con los demás, pero me gustaría estar junto a ti, sin nadie cerca, permanecer solo contigo.
La voz del pelinegro era suave y grave, hablando entre susurros firmes, confesando los secretos de su corazón. Una dulce y traviesa sonrisa se formo en los delgados labios de Sara.
Sara: Estas comenzando a ser rebelde Tai-chan, nunca creí que tu lado de chico responsable lo pudieras dejar a un lado.
El pelinegro cogió como una princesa, a la pequeña de pijama negro holgado de ojos claros. Su cuerpo era ligero y delgado. La llevó hasta la cama, depositándola en ella con delicadeza.