Toshiki: “Espera, espera, espera ¡no puede ser! ¡Es Kiuiko! ¡No puede haber dicho eso en serio! si, seguro será una de sus típicas bromas, no debo preocuparme. No, no era una broma, estaba llorando, y sus mejillas estaban rojas, seguramente fui demasiado duro con mis palabras ¡maldita sea! ¡Dios, nunca creí que la hiciera llorar! ¡No la vi como ese tipo de chicas! pero sigue siendo una chica imbécil, y es sensible, es normal que llorara si alguien a quien quieres te dice eso, pero, como me puede querer a mí, nunca lo noté, incluso siempre anda jorobándome y haciendo de rabiar. ¡Datebayo, no lo entiendo, no lo comprendo! ¿¡Por qué!?” Ag.
Kurama: “Te creía más listo, Toshiki”
Toshiki: “¡Kurama!”
Kurama: “Deberías preocuparte más por esa chiquilla que por tu mellizo”
Toshiki: “¿¡Kurama, Ryu está bien!?”
Kurama: “Tranquilo chiquillo, los Uchiha sois los más fuertes y tú lo sabes, si Ryuta de verdad no quisiera estar con ese lobo podría retirarlo rápidamente, pero te aseguro que ese no es el caso”
Toshiki: “¡Pero Ryu siempre ha sido muy inocente, e Inutai le está quitando eso poco a poco!”
Kurama: “Yo también estoy muy apegado a Ryu, pero ese estúpido lobo lo quiere sinceramente, y aunque no haga falta, también lo puede proteger. Ahora céntrate mocoso, acabas de hacer llorar a esa chiquilla”
Toshiki: “No era mi intención, es que me estaban provocando”
Kurama: “Yo no soy el indicado para decir estas palabras, pero no debería subirte la sangre a la cabeza en algunos momentos, y sobre todo con las mujeres, tú siempre has sido muy tranquilo”
Toshiki: “No puedo creer que tú me estés dando consejos”
Kurama: “¡Encima que te ayudo mocoso, debería dejarte solo a ver qué pasa!”
Toshiki: “Lo siento Kurama”
Kurama: “Así está mejor. Ahora medita tranquilamente lo sucedido”
Toshiki: “Me enfadé, le grité sin darme cuenta, me fui corriendo con intención de calmarme, pero ella vino llorando y se me confesó”
Kurama: “¿Qué sentiste?”
Toshiki: “Cuando la vi llorar mi corazón se comprimió, haciendo un dolor agudo en el pecho, nunca la había visto llorar, y me sentí demasiado mal, su tristeza traspasaba mi alma, haciendo que me sintiera de igual manera. Pero luego me sorprendí mucho cuando me dijo esas palabras, al principió no podía creérmelas, pero al recordar su cara llorosa y sonrojada, ya no pude dudar de sus palabras”
Kurama: “¿Y por qué no fuiste tras de ella en aquel momento?”
Toshiki: “Creo que fue por el shock”
Kurama: “Mocoso, anda ve a consolarla”
Toshiki: “Pero no sé lo que como volver a hablar con ella, todo es tan complicado”
Kurama: “Mocoso”
Toshiki: “Kurama dime algo… he Kurama… Kurama, genial y ahora me dejas solo” (suspiro).
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En una de las ramas del árbol, que estaba escondida de los ojos de los demás, se encontraban tranquilamente un lobo y un pequeño zorrito rojo. Inutai estaba sentado en aquella rama, y entre sus brazos tenía acurrucado a aquel que era su vida, los dos se fundían en un tierno y acogedor abrazo, en el que Ryuta estaba acurrucado en su calor.
Sus respiraciones eran tranquilas y pausadas, aquel momento era realmente mágico para ambos. Inutai había conseguido poco a poco hacer que su zorrito se rindiera ante él, y esos momentos en que era tan tierno y como un animalito los adoraba y los guardaba celosamente en su mente.
Ryuta de repente se recostó, observando atento el ambiente.
Inutai: ¿Qué te pasa Ryu?
Ryuta: Siento algo.
Inutai: (serio) ¿El qué?
Ryuta: Mi hermano me necesita.
Inutai: ¿Cuál?
Ryuta: Es Toshiki.
Ryuta salió corriendo, Toshiki y él tenían una conexión especial por ser mellizos, era algo especial e inexplicable, pero realmente podían sentirlo. Con gran velocidad saltó de rama en rama, y bajó del gigantesco árbol, yendo a aquellas raíces que sobresalían del suelo, encontrándose frente a su hermano mayor.
Ryuta: ¿Qué te sucede Toshiki?
Toshiki: No es nada Ryu.
Ryuta se acercó a su hermano y lo abrazó.
Ryuta: A mí no me puedes engañar con tus palabras.
Toshiki correspondió el abrazó de su hermanito, que rodeaba su cabeza.
Toshiki: (Abatido) Sin querer hice llorar a Kiuiko, por qué estaba enfadado “No puedo contarle el porqué de mi enfado, ni la confesión de Kiuiko”
Ryuta: Comprendo, pero lo único que tienes que hacer es ir y disculparte.
Toshiki: Pero siento que en este momento no puedo hacerlo.
Inutai los veía desde lejos, ya que estaba preocupado, pero luego decidió dejarlos solos, y volver con la pandilla.
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Soun: (Mirada amenazante) ¿Y Ryu oni-chan?
Inutai: Está con Toshiki ¿Qué se supone que ha pasado?
Buki: Bueno en parte es culpa tuya.
Inutai: ¡Mía!
Kasai: Se podría decir… que tienes que disimular más cuando vayas a comerte a Ryuta.
Inutai: (O///O) ¡Pe-pero, pero qué decís!
Etsu: Oni-chan no tienes que disimular, se te nota demasiado, es muy obvio.
Inutai: (¬///¬)
Soun: Yo solo te abierto que no te pases de la raya con él.
Inutai: (Serio) Soy totalmente sincero con mis sentimientos.
Himeko: Jeje, eso ya lo sabemos, si no… ya estarías muerto.
Inutai: “Cuando quieren pueden llegar a dar mucho miedo”
Nonomi: Lo que es que indirectamente por tu culpa, la pobre Kiuiko a llorado. Toshiki estaba cabreado por que estabas con su hermanito, Kiuiko lo provocó un poquito, entonces este le gritó y le puso una cara que realmente asustaba, entonces eso hizo llorar a Kiuiko, Toshiki se fue, pero luego ella fue detrás de él, y ya no sabemos más.
Inutai: Pésima explicación pero creo que la entendí. A Kiuiko no la vi, solo estaba Toshiki.
Kenji: Es mejor que vaya a buscarla.
Todos estuvieron de acuerdo con ello, ya que al fin y al cabo era su hermano pequeño. Kenji decidió buscarla en los lugares más comunes donde ella iría en esa situación, y después de un rato logró encontrarla, abrazada a Taigaken oni-chan, lo que lo tranquilizó, y se fue acercando a ellos. Kiuiko había prácticamente dejado ya de llorar y se había desahogado.
Kiuiko: He, ¿qué haces aquí Kenji?
Kenji: Estaba preocupado por ti Kiu nee-chan.
Kiuiko abrazó a su hermanito, este se quedó un poco extrañado por tal acto de su hermana, pero debido a la situación correspondió el abrazo. Kiuiko acariciaba la cabeza del hermano en el abrazo.
Kiuiko: Gracias Kenji, eres un buen hermanito menor, te quiero.
Taigaken los veía con una amable sonrisa, complacido por aquel dulce ambiente.
Kenji: ¿Ya te encuentras bien Kiu nee-chan?
Kiuiko: Sí (sonrisa alegre), gracias por venir Kenji.
Kenji: ¿Pero qué fue lo que sucedió?
Kiuiko: Prometo decírtelo cuando lleguemos a casa, ¿sí?
Kenji: Está bien.
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Deidara: Yo iré a hacer el té.
Fugaku: Te acompaño.
En la cocina mientras hacían el té, Fugaku puso su mano encima de la cabeza rubia de Deidara, y el rubio lo miró.
Fugaku: Se que mis hijos son unos bestias, que una vez que quieren algo, no lo dejan ir, siento que está familia te cause tantos problemas.
Deidara: No, Fugaku oto-san me alegra de estar con ustedes, yo nunca he tenido una familia y me gusta estar así con vosotros.
Fugaku: Es así, entonces me alegra, si pasa algo con mi hijo dímelo y yo hablaré con él, Itachi siempre ha sido algo especial.
Deidara: Sí. “No sabía que Fugaku podía ser tan amable”