Desperté de mi sueño. Mi cabeza y estomago dejaron de doler. La enfermera dijo que me levante a buen tiempo, había sonado el timbre de receso ese tiempo me daría lo suficiente para llegar al salón con mi tobillo lastimado. Con ayuda de Sury me levante de la camilla.
A pasos lentos caminaba por los pasillos llenos de gente, me asfixiaban, odiaba los lugares concurridos, por eso me quedaba en mi pupitre viendo a la ventana escuchando mi música a todo volumen ignorando a todos. Pero gracias a cierto “rumor” me llene de chicas. Todas a mi alrededor hablaban de mí, no me gustaba la gente, odio estar acompañado.
Akira, esta todo el tiempo conmigo y no me quejo.
Las mujeres esas se la pasaron encima mío, no paraban de decir sobre lo bello que eran mis ojos. Joder debí comprarme unas nuevas lentillas ayer pero con el asunto del conejo no pude salir porque temía de que padre le hiciera daño.
Ignore cada comentario hasta llegar a mi salón donde un tipejo me las quito, no se quien fue, no me interesa. Me senté en mi respectivo lugar donde sobre la pared se recargaban dos chicas. Una rubia y la otra de cabellos naranjas.
-¿ya te enteraste? –pregunta la joven de cabellos naranjas.
-¿de qué cosa Mizuki? –interrogo ansiosa por saber del chisme.
-de… ya sabes…. el.- con su vista me apunta. Meto mis manos buscando mi ipod y poniéndome los audífonos haciendo como si no les pusiese atención aunque el aparato estuviera apagado. Solo quiero escuchar las vulgaridades de esas dos mujeres.- ¡ya vistes sus ojos!- grito casi dejándome sordo, pero trate de verme normal, cruzándome de brazos y parando oreja les puse atención porque sabía de quien iban a hablar.
-¡sí, dios los tiene hermoso!
-¡lo se! Y con esa carita tan bien cuidada ¡Dios me derrito! –gracias a las herencias de mi madre, ria y yo nacimos con un cutis muy bello. Pero no mentiré de que me cuido para mantenerla impecable.
-¡Y su altura lo hace ver tan tierno! -¿tierno? ¿Mi altura es tierna? Por cierto, cortesía de mi madre la altura. No entiendo porque ria y yo no nacimos igual de altos que padre. El es también japonés… bueno medio. Su padre, ósea mi abuelo era japonés mientras mi abuela era estadunidense, gracias a ella mi padre nació como todo un poste. Sonó ofensivo pero no me lo negare, desde pequeños mi hermana y yo teníamos que levantar toda la cabeza para verle y pa colmo el tenia que inclinarse para vernos a nosotros sus: bebes, como le encantaba llamarnos así y en la actualidad además de que tenemos que elevar el rostro para verle (es humillante en cierto modo) nos sigue, no, corrección me sigue llamando bebe, a mi hermana solo le llama por su nombre ¿no creen que esa es suficiente razón para que ria me odie mas? Hubiera deseado nacer con esa altura, soy hombre y los hombres por lo general nacen con genética alta, ¡pero no! tuve que ser hermano de una niña gemela si bien no me guste me tengo que aguantar sin embargo aunque me muera de ganas por matarla le quiero como no imagina y yo se que ella también siente lo mismo pero por amor ¿de que no eres capaz?
-¡es tan tierno que lo quisiera abrazar! -¿Qué soy? ¿Su peluche?
-¡Hay sí! ¿Sabes a quien me recuerda? –na mas falta que digan que me parezco al oso de felpa rosado, ese que sale en toy story 3. ¡No pregunte como lo conozco!
-¿A quién?
-Ah shou. -¿shou? ¿Quién es ese?
-oye, tienes razón. Shou es muy estudioso como el. ¿Cómo se llama? – le gustan mis ojos, pero no saben ni como carajos me llamo.- Recuerda que yo no voy en este salón.- Oh se la dejare pasar a la chica rubia.
-Creo que su apellido es matsumoto.
-Matsumoto ¡que lindo!
-si, hahhahaha.
-se parecen tanto. Los dos son unos genios, lo digo porque shou va en mi salón y pues si vieras sus notas. Ni yo saco eso ni dormida.
-Si. Solo que shou es mas social y se cuida bastante.
-eso es cierto. ¿Y sabes porque se cuida bastante? ¿Porque hace tanto ejercicio* y siempre maquillado?
-para verse bien ¿supongo o no?
-No. Lo hace para gustarle a tora.
-¿a tora? ¿Es gay?
-Si. Shou es gay, ama a tora como no lo imaginas.
-Pero tora es bien pendejo. Nunca ¡Nunca! Se ah fijado en alguien. Pobre shou.
-¿le apoyas?
-de mi punto de vista, lo gay no debe importar.
-tienes razón. Perdóname.
-descuida, amiga… Y hablando del rey de roma.
-¿Qué?
-mira a la puerta.- y ahí voy de chismoso. Un chico de cabellera rubia, alto y con libros abrazando a su pecho. Además de ese chico, que debía suponer era ese tal Shou, se encontraba aun la bola de mujeres que me perseguían y el hombre que me “salvo”. El chico rubio parecía decirle algo, luego le entrego los cuadernos, libros o carpetas, como desean llamarle. El otro chico se le acerco y le plasmo un beso en los labios. Baje mi rostro, me hiso recordar el beso de akira.- Que te dije, tora es un idiota. Me duele ver a Shou asi.
-No sabía que shou hacia la tarea de tora.
-¿Qué nunca estas enterada de nada?
-no soy tan chismosa como otra ¡oye! –se quejo al recibir un golpe en el brazo.
-en fin. Shou ama a tora y este es un idiota que se aprovecha de ese amor.
-si... ¿Por qué todos son el otro bando?
-¿del otro qué? –yo tampoco entendí.
-¿Porque todos los hombres buenos son gays? ¿Ya me entendiste?
-¿Disculpa?
-Shou es gay, Tora, pues es bisexual, Aoi un pedófilo y akira y matsumoto son pareja.- ¡¿qué yo qué?!
-¡Alto, alto! ¿Qué sucedió que no me eh enterado?
-Cierto, te enfermaste. Pues el día anterior me contaron que Rei-chan~ -¿Quién es ese? - y Ojos bonitos.- ¿ya tengo apodo? - se dieron un beso. Y se de buena fuente que fue apasionado.- ¡¿Qué?! ¡Qué mentirosas! ¡Fue un accidente!
-¡Se dieron un beso! ósea como, ¿son gays?- ¡yo no soy gay!
-¡Si serás torpe! Todo el tiempo te lo eh dicho, ¿eres sorda?
-no pero… no me la creo, nuestro rei-chan~ ¿gay? -¿rei-chan~ es akira?
-pues créelo. Toda la escuela lo sabe. Y Ria está furiosa.
-uuuyy esa si te la creo.
-ya se.
-enserio… nooo aun no me la creo, MI rei-chan~
-Todos los hombres buenos son gays ¿Qué nunca habrá uno para mi?
-ya se ¡quiero un novio y ahora!
-aunque eso no deja que se te caiga la baba al ver a los papacitos.- se muerde los labios.
-eso sí. No niego que a veces les quiero agarrar ese traserito que se cargan. ¿Oye ya has sabido algo nuevo de Aoi? -¿Aoi? Ese nombre se me hace familiar.
-fíjate que no. Hace mucho que no oigo polémica.- Si mal no me equivoco es el amigo de akira ¿Qué clase de amigos tienes akira?
-lo sé. Ya no se escuchan esos “Aoi termino con Noemil” o con ella o con la otra.
-dejo esa faceta de chico rebelde que andaba con todas y lo cambio por una personalidad tan.- suspira.- tan caballerosa.
-tan papito y mas esa caballerosidad, se puso mejor.
-recuerdas cuando le dio una rosa a cada una de sus amantes, cuando de rodillas enfrente de todo el campo estudiantil les pidió perdón por el daño que les hiso.
-¡fue tan hermoso! ¡Jodidamente hermoso!
-era un mujeriego de primera pero ha cambiado demasiado.
-¿Y sabes desde cuándo ocurrió eso?
-no.
-fue cuando aoi empezó a traer ese mocoso tsima… no, gima.. No…
-shima.
-¡ese!
-¿A poco si?
-si cuando llego él. Bueno cuando empezó a traerlo nuestro aoi cambio demasiado. Se hiso tan caballeroso, tan lindo.- ¿El amor a shima, le hiso cambiar?
-aunque yo pienso que es gay.
-¿porque lo dices?, es tan lindo.
-si, pero cambio desde que ese niño apareció, es un pedófilo. ¡Me dan asco esos hombres! – a mi tampoco me gustan pero no andaré juzgando a la gente.
-no lo creo, aoi no podría llegar tan bajo. Recuerda que el siempre dijo: “nada de mariconadas”.
-hahahaah si verdad estupideces mías.- el timbre de salida retumba en el salón.
-me voy, nos vemos chao~.
La chica se fue, la otra solo se marcho hacia atrás. Me acomode en mi pupitre esperando al profesor que continuaría. Percibía un ambiente relajado, tranquilo como siempre fue desde que llegue a la escuela. Sé que sonara raro, estúpido, algo idiota por mi parte, que después de esto me matare y hare 100 rosarios… ¿Dónde carajos está akira?