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Tu me ayudas con las materias y yo te enseño Amar por Alice_alii

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Notas del capitulo:

HOLAAAAA n.n

ya por fin regrese, sus reviews ahorita los respondo.

ademas de eso vengo a promocionar:

damita y caballero a qui les presento mi nuevo producto, comprenlo barato baratito

ok ta .-.

http://www.amor-yaoi.com/fanfic/viewstory.php?sid=112556&warning=5

si no se abre pues su nombre es:

Mi psicópata ASESINO

espero les guste el capitulo de hoy (que lo van a amar xDDD) y de paso pues si le dan una pasada a mi nuevo fic (muy sangriento, tortura, entre otras cosas feas ToT +18)

bye bye~ ;)

 

Nuestras respiraciones se mezclaban, los nervios me carcomían. Tenerlo cerca, tan cerca provoca que mi corazón se acelere. Deseo besarlo, pero no puedo hacerlo, el es mi amigo, el es….

Este no es el mejor momento para decir esto, pero creo que

Me enamore de takanori…

Mierda, yo no estoy enamorado… o tal vez sí.

Sus ojos celestes me miraban atentos. Solo un centímetro para besarnos. El cerro sus ojos ¿el también desea de este beso? ¿El me quiere? Mis labios húmedos gracias a ria y el profesor, se acercaban peligrosamente a los suyos. Baje mis parpados, yo también deseo de ese contacto tan cálido que sentí aquella vez. Fue un choque pero fue tan cálido, tan suave... que quiero repetirlo…

-la biblioteca es para leer no para besarse.

-auch! – nos quejamos, alguien nos había dado de un librazo en la cabeza.

Solté a takanori y me sobe la cabeza que si fue un buen librazo. Matsumoto imito lo mismo que yo y de un reojo, nos quedamos los dos embobados viendo los ojos del otro. Un sonrojo apareció en ambos ¿un beso? ¡Un beso! Estoy loco yo no le quiero yo le admiro, es un tipo de persona que yo desearía ser.

-¿no se supone que deberían estar en clase? –takanori y yo levantamos la vista aunque no era necesaria ya que conocíamos la voz.

-lo siento profesor, kai. – oh si el mendigo regreso.

Me miraba con ojos que sacan llamas. Una mirada asesina que si así fuera ya estuviera muerto…

-takanori es mío…

Cierto, por eso esta tan enojado y ¿Por qué no jugamos profesor?

-lo siento.- se disculpo takanori con la cabeza agachada y porque es mi amigo, y por lo poco que lo conozco debe de estar en pánico, con ganas de largarse y no le culpo, kai le hiso eso, arrebato su infancia.

-lo siento, pero es que mi NOVIO –y su cara se formo a una incrédula, indescriptible. Me quiero reír a carcajadas- y yo buscábamos de un libro, pero tenerle cerca provoco que me dieran unas ganas de besarlo.- mordía mi lengua para no reírme pero es que kai estaba que saca lumbre.- vamos taka, al final no encontramos el libro, vámonos MI AMOR.- Y kai apretaba los puños si sigue así romperá los dos libros (libros con los que nos pego).

Entrelace mi mano con la de taka, su contacto era muy suave, todo en general de taka es tan suave como un osito ¡no! como el conejito, ¡encontré un hermano perdido de taka! Bueno ya me calmo, ando muy sarcástico. Pasamos por un lado de kai quien hecho furia no apartaba la vista de nosotros hasta rechinaba los dientes.

Muy campante me retire junto con taka. El tacto era muy cálido por lo que no decidí separarme y continuar así hasta llegar al salón.

-¿Por qué le dijiste eso? –se detuvo en seco.

-¿Por qué?- le imite. Minutos en silencio, no puedo decirle que se su secreto pero tampoco me puedo quedar callado.- porque yo sé quién es kai.

-¡te dijo! –me voltee, taka se sorprendió dejando sus ojos como platos, sorprendido pero con un deje de miedo. Temblaba y sus ojos amenazaban con llorar.

-lo se todo.-y comenzó a llorar, sus lagrimas traviesas resbalan y sus ojos seguían como platos por su sorpresa.- No debes tener miedo.

-¿y como no lo voy a tener? –musitaste entre tus sollozos.

-porque yo voy a estar ahí.- aun te tenia de la mano. Te jale y por mi acto terminaste en mi pecho. No tardaste mucho en reaccionar y me abrazaste. Apretando con fuerza mi camisa escolar. Te hundías en mí, negabas con tu cabeza mientras decías, no, me describías tu dolor.  Deslice mis manos por tu torso, te tensaste pero pronto paso. Llorabas como aquella vez en mi casa, la primera vez que te vi llorar, aquella cuando hablaste de mi familia, de las diferencias y el dolor que sentías.

Te separe y tú me miraste con esos ojos todos rojitos, por tu rostro y esa boquita abierta pensaste en protestar pero te callaste. Cogí tu rostro entre mis manos, doble mis rodillas y te bese….

Fue un beso fugaz, incline un poco tu cabeza y bese tu frente, para luego con una de mis grandes manos volverte abrigar con mi pecho. Llorabas, tanto dolor había en ti. Tanto dolor nunca habías mostrado, nunca lo sacaste, nunca hubo nadie a tu lado.

Tu madre murió.

Tu padre se fijo en ti por ser el hijo hombre.

Tu hermana te odia por tener esa atención. 

Y kai, pareció ser alguien importante pero te traiciono y te arrebato lo más importante: tu inocencia.

-ya no vas a estar solo taka, yo voy a estar ahí.-no me respondiste, no esperaba a que lo hicieras.- y no solo yo, sino shima y aoi. Sé que shima es un niño y el no sabe nada de lo que le rodea pero podrá sacarte sonrisas como lo hiso conmigo y aoi, el ya es un viejo cascarrabias pero veras que nosotros tres te daremos toda aquello que nunca sentiste. Amor, amistad y confianza.-no volviste a responderme sin embargo note un asentimiento, eso me hiso feliz, nos darás la oportunidad de acercarnos a ti. Me hace feliz porque vas a volver sonreír. -Lo prometo.

 

Taka se tranquilizo y borro sus lagrimas con las mangas del suerte, no me dijo nada mas no le tome tanta importancia, le conozco y es orgulloso, por eso nunca pidió ayuda cuando más la necesitaba. Distes un paso para continuar sin embargo te detuviste, bajaste tu cabeza y eh de opinar que te sonrojaste, ya que levantaste un poco tu mano y separaste tus dedos esperando a que yo la tomara. La agarre, te estruje un poco dándote a entender que ya no estás solo. Tuviste un pequeño escalofrió, distes de un pequeño  brinquito por mi respuestas, lo sentiste.

Caminábamos agarrados de las mano, importándonos un carajo lo que la gente nos digiera o como nos vieran. Mantenías tu cabeza agachada, te daba vergüenza y en muchas ocasiones me quisiste soltar pero no te deje en cambio me acercaba y te susurraba al oído palabras dulces  para calmarte como respuesta me apretabas un poco.

Llegamos al salón, tocaste con tu mano libre. Los pasos del profesor se acercaban. Te solté esta vez pero algo inesperado sucedió, la volviste a tomar, estrujándola con mucha fuerza. No dolía, no me importo solo te regrese el gesto.

-¿Matsumoto? ¿Suzuki? ¿Se puede saber que hacían afuera? –el profesor de literatura, ahora que mentira les hacemos.

-akira y yo salimos a estudiar.- tu voz sonaba firme pero tus ojos seguían rojos.

-¿matsumoto estas bien? –interrogo preocupado el profesor.

-cuando subíamos las escaleras se resbalo y se lastimo el tobillo.-mentira, bueno si tiene lastimado el tobillo pero no fue por eso ¡apoco creen que le diré: Mire profesor me enoje con takanori lo cargue y lo tire! ¡No verdad! ¡Me corren de la escuela si digo eso!

-¿y ya fuiste a la enfermería? –preocupado, a pesar de que es un gruñón se preocupa por sus alumnos.

-sí, ya lo lleve.- le conteste.

-por eso muchos profesores se quejaron de que se hicieron la pinta. De ti no me preocupo tanto matsumoto pero akira…

-yo le dije que se quedara conmigo, lo siento pero es que no me gustan las hospitales y nada que se le acerquen.- defendió taka arrepentido.

-de acuerdo, avisare a los profesores anteriores para que les quiten esas faltas pero ya no va a ver otra vez ¿entendieron? –Asentimos.- bien, pasen.

Se hiso a un lado, dándonos paso. La gente comenzó a susurrar. Taka y yo seguíamos de las manos, no me importo lo que digieran al contrario me sentía feliz. Llegamos a nuestros bancos y por obvias razones nos tuvimos que soltar.

El profesor prosiguió con su clase con un libro en la mano, por alguna extraña razón ciento que me golpearan con él. Taka saco su material y le imite. El maestro comenzó a escribir en el pizarrón.

Matsumoto no se veía con muchos ánimos, no le culpo esta en todo su derecho de estarlo no obstante es preocupante. Su mano muy lentamente se acercaba al lápiz. No lo tenía pensado pero mis labios se movieron solos.

-no tengas miedo.-y mi frase provoco que soltara el lápiz. Este objeto resbalo y termino en el piso. Inmediatamente me incline para tomarlo pero no predije que taka también lo hiciera.

-auch! –nos quejamos por el impacto en la frente. Con mi mano libre sobe la zona afectada haciendo una que otra mueca de dolor y taka con sus dos manitas acaricio la suya. Me le quede viendo. Sus mejillas levente con ese colorcito  se inflaron levemente como haciendo un puchero, apretaba sus parpados por el dolor al igual que sus labios que por el “berrinche” se levantaban levemente en un piquito. Abrió sus  parpados mostrándome sus ojitos celestes.

-¿estás bien? –le pregunte y el asintió despacio.-toma.- le tendí el lápiz. El quito sus manitas y lo cogió.

-gracias.- y se voltio, regresando su vista al cuaderno. Me quede embobado por su belleza. Era guapo debo admitirlo. Volteo sin quitar mi vista de taka sin percatarme que alguien preparaba puntería. Mire al frente y santa cachucha.

-¡WAAAAA!

-¡Suzuki ponga atención!

-¡AAAARGG! –sí, si ya sabía yo que ese libro que tenía en las manos me iba a pegar. Dios duele. Con mis manos tapaba el dolor, mientras mi cuerpo se retorcía en el banco. Primero con el de taka y ahora un santo librazo.- ¡lo voy a demandar! –le grite apuntándolo acusadoramente, pero no me duro ni un segundo lo macho.

-¿me vas a ser qué? –me dijo sosteniendo entre sus manos su maletín. Y era un maletín de esos duros.

-que…que….que…  que…. ¿Qué cual es tema? –que gallina soy. Pero con ese profe es capaz de lanzarte hasta el escritorio.

-más le vale Suzuki.-suelta el maletín.- porque si no… ¡le aviento el maletín! -lo volvió a tomar, llevándolo hacia atrás con ganas de lanzármelo.

-¡si, si, ya entendí! -dije cubriéndome con las manos para no ser atacado con el gotsilaprofesor.

Todo el salón se reía, el gotsilaprofesor  se acercaba lentamente y unos escalofríos recorrían mi cuerpo ¡patitas pa que las quiero! Estaba a punto de levantarme y salir corriendo a buscar refugio pero fue tarde. El golpeo mi banco y tomo el libro regresando al pizarrón.

Creo que morí ¡Ah no! esperen mi corazón late todavía ¡sigo vivo! Casi me da un infarto.

-jujuju.-voltee a buscar donde supuestamente escuche esa risita. No me la van a creer ¡era taka! Se estaba riendo ¡y de mi sufrimiento! Maldito.

-que mal amigo eres.- susurre entre dientes. Pero el enojo desapareció al verlo sonreír, se veía tan ajskkhagshdhfdh. Mordió sus labios para no seguir riendo y volteo a ver al pizarrón sin embargo la sonrisa seguía pegada en sus labios, se ve tan feliz.

Me gire y lo único que puedo decir que vi: era una cosa voladora de forma cuadrada rectangular negra que venía en dirección a mi cara. 

-mami…

¡ASU PUTA MADRE! Termine en el suelo revolcándome como lombriz por el santo fregadazo que me dio el profesor. Ese profesor como cumple sus promesas.

-¡¿qué le dije Suzuki?!

-¡SI YA ENTENDI! ¡NO LO VUELVO A SER! –mi cara dolía a horrores. ¿Qué carga en esa maleta? ¡Piedras!

-¡y la próxima vez será el escritorio! –no sé (tal vez veo mucha televisión mexicana) pero me imagine a la “doña florinda” cuando amenazaba a “don ramón”.

Todos reían por la escena tan chusca sin embargo yo no le veo la gracia ¡mami, duele mucho! “Cuando tu eres la persona adolorida nada es gracioso”

-taka, deja de reírte.- musite apenas me pude levantar sosteniéndome de su banco.

-no me estoy riendo.- dijo entre risas.

-¡¿ah no?! ¡¿Y esa sonrisita?! –apunte sus labios.

-bueno si ¿y qué? –se defendió riendo ¡era buena onda!

-Suzuki ¿quiere que le lance el escritorio? –dijo tomando de los lados el tan famoso escritorio.

-¡si!-dijo taka riendo.

-¡NO! –Grite negando con las manos mirando acusadoramente a taka, ¡quería que me lanzaran un escritorio! ¡Está loco! ¡Olviden lo de buena onda este me quiere matar!

-¿entonces? Tome su lugar Suzuki.- me levante sin quitarle la vista de encima.

- esto  no se queda así, taka. –musite negando con la cabeza. Me senté y me le quede viendo.

Seguía con esa sonrisa, se reía para sus adentros, inflando de vez en cuando sus mejillas para no dejar escapar sus carcajadas.

-¡SUZUKI! –Voltee y este levanto el escritorio.

-¡NO, NO, NO YA ENTENDI! ¡CON USTED NO ME METO! –me levante como rayo (y baya que soy rápido) porque ni cuenta me di y ya estaba en una de las esquinas del salón con toda la gente mirándome y riendo a carcajadas.

-¡Regrese a su asiento!

-¡Y usted no me lance ese escritorio! –le apunte.

-¡conmigo no se hacen tratos Suzuki! –bajo el escritorio pues es de metal y pesa mucho aunque no lo parezca.

-¡PUES, PUES, PUES ya voy! –baje mi cabeza arrepentido no tenia con que defenderme así que me rendí. Me senté y el gotsilaprofesor se fue al pizarrón a terminar con su clase pero en eso sonó el timbre que da por terminada su clase.- ¡EN SU CARA! –me levante con una gran sonrisa burlesca y apuntándole más que divertido.

-¡SUZUKI! –Me grito amenazándome con lanzar el borrador.

-¡COMPERMISITO DIJO MONCHITO! –y salí por la puerta, ni modo que por la ventana.

El profesor salió y yo entre, regresando a mi banco, donde a mi lado un sonriente enano….


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