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Tu me ayudas con las materias y yo te enseño Amar por Alice_alii

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Notas del capitulo:

HOLAAAA

ya regrese n.n ojala les guste el capitulo, en unos minutos respondo sus reviews sino los contesto o no termino es porque mi padre me quito la laptop.

 

Me levante a duras penas de mi calientita cama, era sábado ¿Quién se levanta a las 7:00 am? Yo –levanto mi mano perezosamente- Saque todos los libros de mi mochila, guarde un cambio de ropa, no sabía si me iban a dar ya el traje, colonia, desodorante y una botella de agua que gracias a una “pequeña criaturita del bosque” me metió en un lio, un gran lio diría yo.

Dieron las 7:40, ya desayune y tuve que mentirle a mama para que me dejara salir tan temprano.

“saldré con shima y aoi” buena mentira ¿no creen? Mama me dio dinero a gastar, cosa que no quería pero insistió bastante, regrese a mi cuarto y fui por más dinero “si se trata de shima, ese condenado te hace desgastar mucho, tanto físico como económico”, llame por el celular a mi viejito, el muy sínico dijo que hoy no cuidaba de shima pero me valió comino y le obligue.

 Conozco a mi madre y sé que en cualquier momento podría llamar a la casa de yuu, si se entera que no estoy con él se dará cuenta de mi “showcito” y  no confiara en mí, como consecuencia mama me atara a la cama, creo que exagere pero de que me regañara, me regañara cuando se entere.

A aoi, le dije, que le vería saliendo del club, por supuesto no sé a qué horas acaba así que le obligue a que viniera y esperara. Como respuesta un sinfín de groserías. Le colgué –me matara- y salí de mi habitación bien campante, de nuevo volveré al karate, estoy que lloro de felicidad  sin embargo el sentimiento de culpabilidad sigue presente.

Las calles abandonadas, todos dormían y yo aquí despierto, ¡quiero dormir! Después de mucho vagar, pronto me acercaba a la escuela. Hoy tome un camino diferente por lo que gracias a ese cambio, ahora miraba de frente a la escuela, ya que siempre (camino corto) llegaba por uno de sus lados.

La vista era bella, el portón blanco, los arboles adornándole y una cosa movible… ¡un momento! Yo conozco a ese chico ¡Taka! Mis ganas de vivir regresaron, corrí como nunca, era taka  ¡MI taka! Alto, dije Mi taka, ¿desde cuándo lo es? Así desde que prometí protegerlo.

-¡taka! –Grite su nombre con una gran sonrisa.-¡Ta..! –me calle al igual que mis pies dejaron de moverse.

Unos chicos se le acercaron, rodeándolo sin dejarle salir del círculo. Unas ganas de protegerlo regresaron y apresure mi paso. Mi sangre hervía, yo no amo a matsumoto solo le admiro y deseo protegerlo, pues le prometí que lo haría, yo siempre estaré a su lado para que ya nunca se sienta solo. Cuando llegue, takanori se recargaba en una de las paredes, se veía fastidiado ¿me esperaba? Claro, también ignorando las propuestas de sus “pretendientes”.

-¿oye, no quieres salir a tomar un café? –Ni le volteaba a ver.- vamos, no me ignores, mi…

-¡taka! –me le avente encima. Estrujándolo entre mis brazos mientras se quejaba dándome de golpees en la espalda.- ¿me esperaste mucho mi amor?

-tsk, vámonos.- y se fueron pero mis ganas de abrazarlo seguían por lo que no le soltaba aunque ellos ya se hubieran ido.

-¡suéltame!

-¡nop! –tan infantil pero me gustaba el contacto.

-suéltame….

-¡Nooo!

-suel….ta…me…. N-no….res… -¿res? - ¡AKiii….raaaAA! –le solté. Este de inmediato comenzó a tomar de bocanas grandes.

-¡opss! ¿Te asfixie, verdad?

-¡No, enserio! –me grito enojado con ese deje de sarcasmo.

-lo siento.- me encogí de hombros.

-¡llegaste tarde! –grito molesto jalando de su suéter gris para luego cruzarse de brazos y girar su rostro a otra zona que no fuera mi cara. Vestía con unos pantalones negros un tanto pegados junto con una camisa negra y el suéter. Y de calzado unos converses negros  con sus agujetas bien acomodadas.

-¿Qué haces aquí?

-vine a asegurarme de que vinieras al club ¡no lo hice porque me importaras y quisiera verte!- me apunto, mirándome con esos ojos celestes detrás de sus lentes rojos  y ese lindo sonrojo asomándose en sus mejillas.

-ummm no te creo ¡querías verme! –le abrace.

-¡suéltame! –me empujo consiguiendo esta vez que si le soltara a la primera.

-¿Por qué tan amargado? Si ayer andabas risa que risa.- y su cara se puso roja ¡como un tomate! Una sonrisa burlesca se me salió y creo que eso denoto la bomba. Traía en sus manos una bolsa violeta ¿y qué creen? ¿Qué creen? Si me azoto con ella.

Corría por todo el lugar (la calle) mientras atrás un “enano”  me perseguía dándome de bolsazos con la bolsa ¿eh? Gritaba, lloraba y suplicaba porque me dejara ¡pero claro! Yo soy el villano de la película.

-¡yo nunca hice eso! ¡Estabas ebrio!

-¡mentira! ¡Bien que reías!

-¡eso no es cierto!

-¡claro que sí! ¡Hasta quisiste que me lanzaran el escritorio!

-¡mentiroso! ¡Cara de buitre!

-¡¿CARA DE BUITRE?! –eso es nuevo, nunca nadie me había llamado así, normalmente es “cara de iguana”.

-¡Buitre! ¡Sonso! ¡Mentiroso! ¡Cara de…! –no termino su insulto pues un pitillo nos hiso detener, era un carro que venía a toda velocidad y en eso nos dimos cuenta en el lugar que estábamos. Nos tomamos de las manos y corrimos a la banqueta. Un insulto por parte del conductor, no lo culpo, dos locos en media calle peleando era más que suficiente.

-¡suéltame! –grito soltándome con violencia.

-amargado.- murmulle pero fue lo suficiente para que me escuchara.

-¿Qué dijiste? –pregunto incrédulo.

-que…que…que… ¡PATITAS PARA QUE LAS QUIERO! –y salí hecho la mocha, ósea corriendo. Taka me perseguía gritándome de lo que me haría cuando me atrapara. Al final nuestras piernas dolían, nos sosteníamos de las paredes tratando de recobrar las fuerzas. Llegamos al edificio D, el edificio donde están todos los clubes, el primer piso: basquetbol. Segundo piso: voleibol y el tercero: karate.

-¡¿Quien invento las escalera?! – Me arrastraba por las escaleras.-¡¿Por qué no pusieron un elevador?! ¡Yo no siento mis pies!

-¡cállate! ¡¿Quién fue el idiota que salió corriendo?!  

-¡tú me querías matar! –gire mi rostro para verle, sus mejillas rojas y la frente sudada por la santa corrida.

-¡cállate! –Volvió a contestar molesto.- ¿Dónde es karate?

-terminando estas escaleras.

-¡pues apúrale, que ya llegaste tarde!

-¡ya voy! – di los últimos escalones. Me estire como todo un gato, mis piernas y pies aun dolían. Observe de reojo a taka, el se sostenía del barandal mientras trataba de regular su respiración.- ¿estás bien? – me acorde de su accidente.

-me duele un poco pero estoy bien. Entra a tu clase yo estaré bien.- dijo ya enfrente de mí.

-¿seguro? ¿No quieres que te lleve a tu casa?

-Akira, deja de buscar escusas y entra a la maldita clase.- su amargura regreso.

-ya voy…- me acerque a la puerta, me sorprendí eran de las que se deslizaban.- ¡no quiero! –me hinque y abrace las piernas de taka.

-¡no seas terco y entra!-pataleaba pero con  mi súper fuerza de iguana no le soltaba.

-¡no quiero!

-¡akira, no seas llorón y entra! – se inclina y toma mi rostro (mis mejillas) jalándolas con fuerzas. ¡Dije que te metieras sino…!

-¡¿qué pasa aquí?! –me incorpore velozmente. La puerta se abrió y mostro a un hombre, ya grande con el típico traje blanco para el karate.

-yo… vengo a acompañarlo….- me empuja para quedar en las “narices” del hombre musculoso.

-entra, llegaste tarde.- se voltea, aprovecho esto para dar un paso en dirección a las escaleras no obstante taka me empuja.

-¡entra! –me empujaba de mi espalda, yo por mi parte me aferra al marco de la puerta.

-¡no voy a entrar! ¡¿Y si se entera mi mama?!

-¡muy tarde! ¡Entra!

-¡no voy a entrar!

-¡akira, no seas terco!

-¡no!

-¡Akira que comes! ¡Estás bien duro! –mire de reojo, ponía demasiada fuerza para anivelar mi fuerza y eso que solo usaba la mínima.- ¡Akira, metete! ¡Tarde o temprano se enterara tu madre! ¡ya entra!

-¡buuaaa!  -Termine en el suelo, un trancazo en mi nariz, me levante con la atenta mirada de todos mis compañeras, sonreí como bobo.- hola – por fin de mi boca salió algo. Retrocedí  buscando el “agujero” para jalar la puerta pero cuando daba de jalones este no se abría “takanori”.

 

-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-

Empuje akira al lugar, la cerré y conociéndolo tratara de abrir, así que me coloque esperando a que jalara. Como predije el maldito quería escapar, la tome y cerré esperando a que se calmara y entendiera que el karate es su pasión por lo que debería continuar. El forcejeo finalizo y yo descanse.

-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-

 

Deje de forcejear, no me dejara salir de aquí. El profesor me llamo y puse atención.

-¿tú eres Akira?

-sí.

-ve al vestidor, por aquella puerta.- apunta al fondo.- cámbiate. Que sea rápido.

-ya voy.- corrí en dirección a la puerta, casilleros y mas casilleros con sus llaves, todavía no repartían. Más al fondo había unas regaderas pero me centre mas en el  tubo pegado a la pared, colgado de un gancho unos cuantos trajes. Tome uno, me desvestí  y me lo coloque. Guarde mi ropa en la mochila y la deje en una mesa con otras mochilas.

Salí del lugar, cerrando la puerta con delicadeza “como si se fuera a romper”. Inspeccione el lugar, cuantos recuerdos, el lugar de entrenamientos de papa era más grande pero bueno este es un club, era obvio que no fuera tan grande. Sin embargo me sorprendí al ver al enano que me metió en este lio.-takanori.-musite, el enano estaba en una silla en el fondo, de brazos y piernas cruzados viéndome seriamente como si quisiera decirme “no me voy de aquí hasta verte practicar” ese enano de porquería.  Me senté en el suelo de madera junto con mis demás compañeros, ellos ni le ponían atención al profe al contrario babeaban por taka, el es mío malditos. Algunos de mis nuevos compañeros -ni tan nuevos- ya los conocía como: yomi, ese renacuajo, entre otros más.

-como les decía.- hablo el profesor.- empezaremos con su calentamiento, primero darán 10 vueltas aquí en el salón, será por ahora no se acostumbren después serán por toda la escuela. Empiecen.- nos levantamos y comenzamos con nuestro calentamiento. Primera vuelta y musite para takanori.- ¿Qué haces aquí? –no hubo respuesta, iba corriendo tengo que esperar a la siguiente vuelta.

Segunda vuelta.- van a venir por mí hasta las 5.-contesto

Tercera vuelta.- ¿Por qué tan tarde?

Cuarta vuelta.- porque padre está haciendo tramites y ria, de compras.-lo dijo tan rápido para que llegara el mensaje completo.

Quinta vuelta.- ¿no tenias nada que hacer?

Sexta vuelta.- exacto.

Séptima vuelta.- ¿no quieres ir al centro comercial?

Octava vuelta.- no tengo nada que hacer.

Novena vuelta. - ¿eso es un sí?

Decima vuelta.- sí, hombre.

 Me detuve con una sonrisa boba, ando muy baboso.

-bien. Como sabrán el karate requiera de mucha elasticidad, principalmente en las piernas, así que ahora van hacer todo los movimientos que yo haga ¿entendieron?

-¡siiiii!- todos bien perezosos contestamos.

-que ánimos.- dijo burlesco y reímos por su comentario. Estiramiento, estiramiento dime quien es el más elástico ¿eh? Necesito dejar de ver películas para viejas y de niños: “shima”.- ahora quiero que intenten esto.- el hombre separo sus piernas lentamente hasta tocar el suelo y hacer el spagat*. Todos abrieron la boca impresionados, incluso taka abrió sus ojos a más no poder pero luego se le quito. Mis compañeros con bocas mas que abiertas preguntaron si a fuerzas era eso.- por supuesto, es lo mas principal en el karate: la elasticidad.- y todos comenzaron a decir cosas como que iban a quedar estériles, que si esto y que el otro.- fórmense en filas, les ayudare a bajar a cada uno. Del más pequeño al más alto.

- ¡mierda! –grito yomi al ser más pequeño, eso son las consecuencias de ser tan pequeño.

-pase jovencito.- yomi se acerco dudoso, se paro enfrente, dando la espalda al profesor. Nervioso separo sus piernas un poco y el profesor le agarro de sus caderas para comenzar a bajar.

-¡ARGGGG! –puso sus manos en el suelo sosteniendo su peso.

-HHAHAHAHAHAHHA.- estalle en carcajadas, hace mucho que no oía esos gritos de dolor, como los extrañaba.

-jovencito, si tanto le hace gracia porque no intenta usted.- voltee a ver, todos estaban espantados, tenía miedo de hacer eso, era el único loco que se reía. Quite mis lágrimas de los costados, estire mi espalda un poco, me acerque y me coloque enfrente de yomi que seguía abierto con más de medio metro por tocar el piso. Todos se sorprendieron mas, incluyendo a mi taka. Esto lo eh hecho desde que tengo 4 años, papa me metió en el karate a los 4 y desde entonces puedo. Nunca deje de hacerlo hasta la fecha sigo con esta elasticidad. Mama y hermana nunca están y yo aprovecho para practicar un poco y no olvidar las enseñanzas de mi padre.- ¿usted sabe karate?

-si.- le conteste aun en el suelo.

-¿Cuál es tu nombre completo? En la ficha no pusiste tu apellido.- “taka” fue lo primero que se me vino a la cabeza. Me inscribió y ni siquiera lo escribió completo.

-Akira, akira Suzuki.

-¿Suzuki? ¿tú eras hijo de Takeshi?

-si, ¿conoció usted a mi padre?

-por supuesto, fuimos compañeros. No sabía que eras tú akira, discúlpame y mis condolencias.

-gracias.

-bien, ya que eras su hijo eh de suponer que no necesito entrenarte mucho.

-jejej si.

-entonces serás mi ayudante ¿te parece bien?

-si, claro. ¿Por qué no? – me levante y me coloque a su lado. Pequeños murmullos, nunca había hablado sobre esto, lo mantenía oculto para que cosas como estas no sucedieran.

Después de mucho tratar, ninguno llegaba al suelo pero se acercaban lo suficiente.

-ahora intentaran el Split*, akira podrías hacerlo.

-si claro.-me tumbe a completando con lo que me pidió, todos seguían asustados, esto es algo que no se consiguen de la noche a la mañana sin embargo con esfuerzo se logra. Después de que todos pasaran el profesor me dio la orden de ayudar a los que más se acercaban y ¿Cómo?

Primero con yomi, el maldito sí que era elástico (a comparación de los demás), le pedí que tratara de hacer el split cuando lo tenía le faltaban como unos 10 cm para tocar el suelo, me coloque encima y apoye mis manos a su espalda obligándolo a bajar.

-¡MAMI! –grito. Esos gritos como los extrañaba.- ¡AKIRA! ¡DUELE JODER!

-relaje, te dolerá si te pones tieso. Relájate.

-¡NO ESTAMOS FOLLANDO AKIRA! ¡DUELE MAMI!

-no seas llorón y relájate.- le solté y este cerro las piernas quejándose de que le dolía ahí abajo, continúe con ruka, kazuki y otros dos más a quienes de paso no conocía.

 

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Akira era muy elástico, era sorprendente verlo hacer. Daba unas patadas a un costal que si me pegaran me partirían la costilla o cualquier hueso. Su forma  de pelear era muy elegante, su cuerpo tenía la suficiente fuerza para pelear, incluso el profesor le pidió que pelearan. Patadas y más patadas, al final, cosa que me sorprendió gano akira derribando al profesor de un golpe.

-eres muy fuerte deberías meterte al siguiente grupo.

-¿siguiente grupo? –interrogo akira.

-si akira hay dos grupos. Este es el grupo B, aquí entran los más débiles, sin ofender pero aquí son los primerizos, los que apenas inician, contrario al otro equipo, esos son los más avanzados aunque ahí van puros de preparatoria y nada más uno de secundaria.

-¿quién es ese?

- si no me equivoco: Amano Shinji.

-entiendo.

El rostro de akira parecía molesto, ¿lo conocía?

Paso una hora, dándoles salida, akira se fue a cambiar y yo espere. Regreso muy contento, extendió su mano, mis mofletes ardieron. Con la pena tome de su mano, entrelazándola como el día de ayer. No voy a negar de su contacto, el tenerlo cerca me hace sentir protegido, percibo el cariño que me trata de transmitir.

Recibimos burlas sin embargo no me soltó, ni intente separarme solo proseguimos hasta salir del colegio. Un chico pelinegro venia a lo lejos con un niño en los hombros. Reían a carcajadas, se veían felices. Padre nunca nos cargo así, al contrario nos alejaba, mama siempre fue la que estuvo ahí, dándonos amor a ambos, éramos sus dos pequeños amores.

-¡buenos días, aki-chan~, taka-chan~! –gritillo el pequeño alzando de sus manos.

-¡buenos días!- contesto akira, soltándome. En un acto imprevisto (para mí) me voltee con ojos llorosos esperando a ver los ojos de akira, mas no fue así, cargo a shima, abrazándolo fuertemente. Unas ganas de llorar llegaron, incline un poco mi cabeza, no quería ver, soy una persona que se deprime con facilidad pero cuando fuiste traicionado, con una vida no tan “placentera” es fácil caer en la depresión.

-¡hola, taka-chan! –me toco mis cabellos, dándome de palmaditas.

-h-hola.- musite escondiendo mi sonrojo con mis cabellos. Eleve mi mano y agarre de la camisa negra de akira.

-¿y a donde vamos a ir, iguana karateca? –pregunto aoi.

 -al centro comercial.

Por cuestiones del pequeño nos fuimos caminando, el sendero fue lleno de risas gracias al pequeño, una que otra vez se me salían las risitas. Hace mucho que no reía, ya no recordaba lo que era tener amigos.

Siempre éramos mi hermana y yo, tomados de las manos caminando por los salones, hasta pedíamos a padre que nos tocara en salones juntos, en la misma mesa y si jugábamos éramos los dos, nada de uno. Siempre juntos los dos.

Llegamos a un parque, shima salió disparado como bala a la resbaladilla, tuvimos que perseguirlo como loco ya que el pequeño era rápido, corría de un lado al otro dando de saltos, subiendo arboles, juegos, entre otras cosas más. Corría, brincaba, se tiraba al piso y nosotros le perseguíamos, como conclusión me canse al igual que akira y nos sentamos en una banca mientras el moreno, llamado aoi corría desesperado para que no le pasara nada pues él era: el responsable de todo lo que le pasase al pequeño.

-shima, es un niño muy energético, ¿no crees?

-solo es hiperactivo, eso es todo.

-¿te cansaste?

-no.- sarcasmo.

- ¿sigues enojado? 

-no, solo trato de no llorar.

-¿Qué sucede? – se acerca, preocupado por mi toma mis manos provocando que buscase sus ojos para encontrar respuestas a su acto tan repentino.

-yo nunca vine a un parque. Todo el tiempo ria y yo solo salíamos a nuestros jardines.

-¿enserio?

-padre nunca nos dio un tiempo y mama no tenía mucho tiempo por lo que siempre estábamos en los jardines corriendo o en la misma casa.

-ummm ¿jugamos?

-¿jugar? Estás loco si crees que voy…¡Ahh! –no me dejo terminar pues me tomo una sola mano y corrió a los columpios, donde me obligo a sentar y ni me dio tiempo a escaparme cuando comenzó a empujarme.

Me daba tan fuerte que tenía que aferrarme bien de las cadenas que lo sostenían. Escuchaba sus risitas y a lo lejos shima sonreía mientras aoi le esperaba de cuclillas debajo de la resbaladilla, bajaba contento abriendo sus manos para abrazar al joven, llego y él, le abrazo, levantándose y cargándolo, dándole de vueltas por el aire.

Una sonrisa se me escapo era divertido, sentir la brisa recorrer mi piel y agitar mis cabellos, los arboles tapándome del sol y los pequeños cantos de las aves era perfecto, akira me dio un último empujoncito y se fue al otro, subiéndose a él, tratando de encontrar el mismo ritmo que él me dedico.

Subíamos, bajábamos y yo no quería que parara, daba el impuso con mis pies, la sonrisa plasmada, una que otra risa se escapada de mis labios, akira reía como loco junto conmigo y los otros dos se nos unieron.

Risas, sonrisas y carcajadas, la gente nos veía raro ¡y qué más da! ¡Esto es divertido!

 

Nos bajamos de los columpios, ya era tarde y shima dijo que se aburrió por lo que decidimos continuar. No reconocía nada, ¿estamos perdidos?

-¿están seguros que vamos por el camino correcto?- pregunte dudoso, no reconocía nada, absolutamente nada.

-has ido al centro comercial ¿caminando o en carro?

-en carro.- conteste a la pregunta de aoi.

-con razón, este camino te lleva más rápido contrario en vehículo ya que ese tiene que dar vueltas y vueltas para llegar. Tal vez por eso, lo vez diferente.

-entiendo.

Como ellos dijeron, llegamos, el camino no fue tan largo.

Nos adentramos al gran lugar, aoi le dijo a shima que no le soltara la mano por nada del mundo y akira me dijo lo mismo solo que sin tomarnos de la mano, solo dijo que no me separara. No soy un niño ya se cuidarme. Era sábado y las tiendas estaban abarrotadas de mucha gente. Caminamos por mucho y en una de esa akira se detuvo provocando que me golpeara con su espalda. Se quedo viendo alguno de los locales, voltee a ver buscando lo que le llamo la atención y me di con la sorpresa de un gran letrero color morado que decía.

¿harto del mismo color de cabello?

pase a pintárselo

A bajos precios”

-taka, que tal si…

-¡ni lo pienses!- respondí, no pintaría mi cabello. Si lo pinto pero no soy ningún loco para pintármelo de colores como un chico que se acercaba a nosotros con una gran sonrisa pintada en sus labios ¿un conocido de akira? ¿Conoces a todo el mundo, akira?  O ¿un ladrón?

Notas finales:

Siendo sinceras no se me ocurrio como ponerle a letrero, fue lo primero que paso por mi mente, sorry

en fin ojala les haya gustado 

split* una imagen haber si pueden verla http://www.opensourcewushu.com/split1small.png

 spagat*

http://www.aquinoshitoryu.com/uploads/1/0/2/0/10200531/1324926356.png

si no pudieron, o quieren ver mas, busquelon asi como dice y de preferencias ponga junto con la palabra, karate, ballet o gimnasia que pueden salirles otra cosa etc.

ej: split ballet (y les aparece un sin fin de imagenes 

me retiro, nos vemos

bye bye~


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