Martes: hoy me levante con muchos ánimos.
Me vestí debidamente, tome mis cosas y mi celular, baje las escaleras, hoy tome mi desayuno con tranquilidad, sin prisa alguna, aun faltaba mucho, después de acabar lleve los platos al fregadero, fui arriba y me cepille mis dientes.
Cuando baje tome mi mochila del asiento y me despedí de mi mama como de costumbre y salí para irme a la escuela…
Llegue a buen tiempo, estaba un poco fresco, las nueves estaban negras y como que amenazaban con llover, me adentre a mi colegio y mientras caminaba una ráfaga de viento hiso que muchas faldas de muchas chicas se levantaran, me detuve y me quede mirando el suelo. Cuando esta ráfaga de viento se fue vi como un cisne de papel rosado volando por el aire, lo mire irse entre el viento junto con algunas hojas secas de algunos árboles.
Sentí unas gotitas caer sobre mi rostro, mire hacia enfrente y observaba como la gente platicaba felizmente.
Me adentre a la institución y me fui a mi salón, me dirigía a mi lugar cuando Nao me grito.
-oye recuerda que ahora te sientas con el nerdcito jajja.
-no le llames así.
-hay sí, hay si jajajaj.
-oye nao no seas tacaño a ti tampoco te gusta que te digan así. Tu también eres un genio.
-Dejame –se volteo, burlándose de todo que llegase diciendo cosas absurdas junto con Tora y sus otros amiguitos, me regrese, llegue a mi respectivo lugar y tome asiento en mi nuevo lugar.
Deje la mochila en el pupitre donde me recosté en el, tenía un poco de sueño, debo de dejar ver anime todas las noches hasta las 2 de la noche. Escuche el rechinido de una silla, voltee y observe que Matsumoto había llegado. Como de costumbre se queda observando la ventana, me levanto, sonrió y le saludo.
-¡hola, Matsumoto! –y nada -sjakdhffjfdfksd –decía cosas en murmullos maldiciendo a todo ser, otra vez estaba con el ipod, me acerque a él, removí algunos cabellos, buscando en su oreja un audífono el cual no encontré.
-¿qué te pasa?, ¡eso es acoso sexual!-retiro mi mano con rudeza además de que por su tono de voz se notaba molesto.
-¿Qué? ¡No! es solo que te hable y no me contestabas.
-¡si te escuche!, que no quisiera contestarte era otra cosa –Matsumoto venía de mal humor, algo debió haber sucedido como para que se amargase.
Hoy es día martes:
Los gritos y más gritos en mi casa. Mi padre y hermana seguían peleando, gritándose de groserías hasta lanzando cubiertos, floreros, platos de un lado al otro en la mesa. Cada uno estaba en la esquina mientras yo en medio, comiendo como si nada mientras una guerra sucedía a mis lados, -suspire- me levante, acomode mi silla dejando el plato que alguna sirvienta tomaría.
Salí de ahí y subí las escaleras a lavarme los dientes. Baje las escaleras y estos seguían, ya habían llegado a la famosa: “guerra de comida”.
Esquivaba cualquier comida como fuese, tome mi mochila, llegando hasta afuera donde ya se encontraba la limosina esperando. Me abrió la puerta y educadamente me saludo.
-muy buenos días señorito.
-ni tan buenos días.- respondí con deje de molestia.
-¿pleitos en la casa?
-¿que no los oyes?
-con sinceridad sí, creo que hasta llegan a los oídos de los vecinos.
-suspire- ya vámonos –me subí a la limosina, pero antes de cerrar la puerta este me dijo:
-no puedo llevarlo, son reglas de su padre, tengo prohibido llevarlo solo a uno de ustedes, tengo que llevarlos al mismo tiempo, mis disculpas, señorito.
-¡¡¡¡que!!!!! ¡¡¡Esa….ahhhh!!! –grite, me cruce de brazos, esa tipa que tenia de nombre Riakanot me las pagaría, ya verá lo que le hare a su ropa de marca, pero veras.
Pasaron minutos, revise un reloj de mano que mi padre me compro ayer y revise que solo quedaban 30 minutos para llegar. Vivía muy alejado de la escuela, pero era una de las mas capacitas, así que tenía que asistir a ella, y mi hermana ni sus p….-tape mi boca- impidiendo decir esa frase, no quería sonar como mi hermana, pero esa, ¡ahhhh!, todo lo decía en mi cabeza, el conductor estaba recargado en la limosina mirando a la puerta, esperando a que llegase mi “linda” hermanita, así que no veía lo que hacía, pero es que hay, esa tipa la voy a matar.
Después de unos 25 minutos, el tiempo en el que se supone es para el camino, llego mi hermana con rastros de comida en la cara y pedazos de ella en el pelo, mas añadir que el uniforme todo manchado de algún liquido naranjado-.
-no voy a ir.
-¡hija de…! -tape mi boca, no podía gritar eso, cerré la puerta yo mismo y le grite al conductor ya adentro de la limosina -acelérale.
Íbamos muy rápido, como fuera posible, tenia que llegar, esa tipa me las pagaría cuando llegase.
De alguna manera llegue temprano, solos unos minutos para que cerraran el portón.
Aun con mis humos por los aires me adentre a mi salón, no quería que nadie me molestase y a nadie me refería el rubiecito ese que tenia por alumno.
Hay no quiero ni verle, hay cálmate Takanori, te saldrán arrugas si sigues amargándote así además de que te convertirás en tu hermana si sigo comportándome tan mal educado, diciendo todo la enciclopedia de groserías, tu relájate y ignora al tipo ese rubio con un pedazo de tela en la cara, llamado… ammm como se llamaba…eso no importa tu ignóralo y muchos problemas no existirán. Sip, problemas resueltos, ahora solo concéntrate en…
-¡hola, Matsumoto!- ¡hijo de…!-suspire- ignora su comentario y seguí mirando la ventana hasta que el… pedazo de… pacotilla. Me toco por la oreja sin permiso.
-¿qué te pasa?, ¡eso es acoso sexual! -grite levemente, este tipo, todo lo que quería evitar y este… ¡ahhh! tranquilízate Takanori.
-¿Qué? ¡no! es solo que te hable y no me contestaba –lloriqueo como siempre. Eso era molesto.
-¡si te escuche!, que no quisiera contestarte era otra coas.
-ahhh perdón, ¿sucede algo?
-¿porque la pregunta? –dije un poquito, pero poquito calmado.
-es que se ve que algo te pasó.
-¡brujo! –grite, me voltee avergonzado, ¿que era esta actitud? tu no puedes confiar en este tipejo.
-¿sucedió algo? –no respondas Takanori tu ignora - ¿sucedió algo con Riakanot?
-¡¿cómo sabes?! – ¡ahhh por kami!, Takanori idiota, ya no digas mas, solo ignora… ¡¿hay a quien engañas Takanori?! ¿Cómo no eres capaz de ignorar a este bastardo? ¿Por qué no eres capaz?
-entonces di en el clavo.
-¡cállate! –me cruce de brazos, no quería su preocupación solo quería que se fuera, pero hay como quitármelo de encima si ahora se sienta a mi lado, por dios kami ¿qué te hice?, me haré una limpia si esto sigue así.
El timbre suena, bendito seas, mi suerte está cambiando… y ¿porque entro un prefecto en vez de la profesora de química? o ¡ciencias como quieran llamarle! no me digas que…
-su profesora de química, como ayer y hoy no vendrá, sigue incapacitada, mis disculpas pero tendrán dos horas libres
Sentía un tic en mi ojo derecho, esto es la pu… no lo digas Takanori, tu suspira y…
-y bueno ¿me contaras?
-ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh
Grite a todo pulmón, mire a mis lados, la gente me miraba confusos, me fui a enterrar en el pupitre, esto era una tortura, ahora aparte de nerd, seria llamado el loco de la clase, Hooo ¿kami que te hice?, ya me hare una limpia por dios.
-jovencito ¿quiere un citatorio?
-¿eh? -levante mi cabeza, el prefecto me miraba enojado, pero cuando me vio a la cara este cambio a uno como sorprendido, con miedo.
-mis disculpas Matsumoto. –y se retiro. Volví a tirar mi cabeza en el pupitre. Esto era lo malo de ser hijo de unos de las personas que donan dinero a la escuela. ¡Quiero una vida normal!
-¿estás bien Matsumoto?, ¿quieres ir a la enfermería?
-no la necesito -dije aun con la frente pegada al pupitre.
-entonces ¿qué paso?
-no eres mi psicólogo.
-¿vas al psicólogo?, ¿tienes problemas mentales?, ¿estás bien de la salud? si es así mejor vayamos con la enfermería para…
-¡estoy bien! –me levante, miraba sus ojos con desafío, pero los ojos del rubio con medio trapo en la cara decían: preocupación.
-¿de verdad?
-estoy bien -voltee a ver otro lado, a pesar que era un infantil niño sus ojos parecían tan inocentes que hacían sentirte mejor… Dios ¿no me digas que estoy sintiendo afecto a este mocoso de secundaria?
-ya dime ¿qué pasa? –y así estuvo el chico rubio durante media hora, todo el rato se la paso interrogándome sobre si estaba bien que después de otra media hora dejo ese asunto y lo cambio a contarme cosas, sobre si su perico se murió, que su perro vomito y luego se lo comió, que el pajarito del nido de arriba de su casa ya no cantaba, que este y que el otro.
¿Dios que te hice? ¿porque…? Esperen eso chico lo conozco -miraba por la ventana- estaba ahí el chico que la otra vez lo vi besuqueándose con mi hermana.
Pues que bonita pareja eran. El tipo ese se besaba con otra chica, que digamos se veía igual que mi hermana aun que con mas curvas, un momento esta es la hora de la venganza, saque mi ipod y tome una fotografía.
-Matsumoto ¿qué haces?
-¿eh? –rayos, olvide que tenia encima a este tipo - no nada solo… –inventa algo Takanori - tomaba una foto al cielo, ¿no está hermoso hoy?
-ammm Matsumoto está oscuro, parece como si fuera haber una tormenta, tal vez eléctrica – mierda - ¿te gusta la lluvia o los días lluviosos?
-eh… yo –la cajeteaste Takanori.-olvídalo, yo me entiendo.
El tiempo pasó y paso, paso, paso, paso y paso y por fin llego el profesor de literatura. ¡Aleluya!, ¡aleluya!, gracias. Ya estaba a punto de darme de golpes contra el pupitre, si no me quitaban al tipo este de encima.
El tiempo paso rápidamente, me sentía feliz como nunca, por fin tenía una conversación con Matsumoto, ese era un muy buen paso.
Después de mucho platicar, terminaron las horas libre y llego el de literatura. Impartió sus clases con gises voladores constantemente que golpeaban las frentes de mis compañero – el grupito donde yo era el principal, el alma de las fiestas, pero ahora era de tora, creo que me están sacando del grupito - y para mi suerte ninguno de los gises fue para mí, wiiiiii.
-disculpe profesor, pero daremos un anuncio, nos permite –dijo un prefecto en la puerta. El profesor de literatura asintió.
-jóvenes, nos informaron que habrá una fuerte tormenta, se les da la libertad de retirarse a sus casas, me retiro con su permiso.
-ummm eso es una desgracia….-dijo el profesor tristemente.
-¡nos vemos profe! –Yomi corrió por un lado del profesor con mochila en los hombros y un cuaderno en la mano, no se notaba que estaba desesperado por irse.
-¡alto ahí Yomi! –dijo el profe tomándolo de la oreja, quien este empezó a quejarse.
-¡ahh pero profe!
-espera tengo una tarea para ustedes-
-¡Hayyyy profe! –nos quejamos todo el grupo entero, menos Matsumoto, quien saco una libretita de color roja.
-¿quieren que sean 3? –grito enojado el profesor.
-¡no, no, no, no, con una basta!
-bien la tarea será traerme los tipos de lenguajes que existen.
-¡pff eso es muy fácil! - grito desde atrás tora.
-lo sé, es muy fácil, pero no quiero que mañana me salgan con una investigación sobre el español, el italiano, el portugués, esos son idiomas yo quiero ¡tipos de lenguajes!
-¿y que no es lo mismo? –volvió a gritar desde atrás tora. El grupito supuestamente que yo cree se burlaban de las idioteces que decían.
-no, los tipos de lenguajes –hablaba Matsumoto con voz clara y fuerte, waaaaoohh, me gustaría ser como el -son aquellos como escritura, el habla, el proxemico…
-¡ya, ya cerebrito! –tora no dejo terminar a Matsumoto, me molesto un poco que le dijese eso, pero Matsumoto no mostro mueca de tristeza o algo por el estilo.
-¡jovencito no quiero ese tipo de vocabulario en mi clase!
-¡si, si! –dijo desinteresado tora, hay siempre es lo mismo con él.
-bueno regresando a su tarea.
-profe ya apúrele que la tormenta se acerca.-dijo Yomi desde la puerta.
-joven, si quiere se puede retirar.
-¿enserio? – pregunto con sus ojitos brillantes. Pero por favor salirte de esta clase es difícil.
-si, pero te reprobare el bimestre así que tu escoge.
-mejor me quedo. –musito triste Yomi.
-bueno, la tarea se hará en parejas.
-Reita, hay que hacerlo tú y yo –comento entusiasmado Saga, -era el único que me hablada desde que me separe del grupito de arriba…un momento su lugar es arriba no a mi lado…Awww que bonito amigo tengo - cuando le iba a contestarle su propuesta, el profe me gano la palabra.
-¡nada de eso!
-¿Pero porque profe? –protesto él.
-¡porque Suzuki lo hará con Matsumoto!
-¡¡¡¡¿qué?!!!! –Matsumoto hecho el grito de la vida, levantándose de su asiento.
-¡hay profe que harán esos dos juntitos! hahahhah –reía tora desde atrás. Hijo de tu madre, tora, me la vas a pagar.
-¡jovencito que le dije sobre su vocabulario!
-¡hay profe pero usted tiene la culpa!
-¡yo me refería al trabajo! ¡Jovencito, ya deja de ver pornografía está afectando su cerebro!
-hahahha –seguía carcajeándose a todo pulmón tora, algún día tora me vengare.
-regresando con ustedes dos harán el trabajo juntos, espero no les incomode pero dudo mucho que Akira trabaje con otros, además eres su tutor Matsumoto.
-ah -suspiro –de acuerdo- dijo entre dientes Matsumoto. ¿Porque le incomodaba hacerlo conmigo…? ¡El trabajo! Joder ya tengo una mente como tora.
-bien los demás como gusten, hagan sus parejas y para mañana quiero el trabajo sin falta.
-¡pero profe hay tormenta como nos ajuntaremos! –grito Nao.
-Jovencito. Uno: pueden quedarse aquí y hacer el trabajo, dos: saliendo se pueden ir a la casa de alguno…
-¿y si nos agarra el aguacero en su casa? –pregunto Hana, una chica estudiosa.
-se quedan a dormir en su casa. No veo problemas
-¿y si no podemos hacer ninguna de las dos? -volvió a preguntar Nao, era estudioso, un genio casi como Matsumoto, pero como se avergonzaba de eso, y se hacia el bruto.
-Jovencito, existen varias formas de comunicarse, están sus redes sociales, facebook, Messenger, entre otras más. ¿Saben qué? Serán dos tareas, investiguen los tipos de comunicación que existen. Gracias Naoyuki.
-¡¡¡hayyyy Nao!!! –gritaron todos. Nao se hiso bolita en su asiento, otra tarea y gracias a Nao.
-¡vez por tu culpas tenemos más tarea! –le da un zape tora a nao.
-¡jovencito compórtese! –grito el profesor.
-si, si como diga.-dijo tora.
-¡jovencito!
-si, si.
-pueden retirarse a sus casas.-todos se fueron rápidamente, solo esperaban las palabras mágicas del profesor de literatura.
Espere a que Matsumoto terminara, siempre era el último, que curioso, ummm bueno. Di paso a Matsumoto de pasar, luego lo seguí, como dos pasos atrás. Caminábamos por los pasillos un poco oscuros.
-¿y donde haremos el trabajo?-pregunte, ya aun lado de el.
-en la casa.
-¿pero cuál casa?, ¿la tuya o la mía?
-la tuya.
-¿eh?, pero mi cuarto es un desastre es preferible mejor el tuyo, debe de estar más organizado, con libros para la tarea y esas cosas.
-la tuya.
-¿pero?
-¡la tuya!
-¿pero porque la mía?
-¡la tuya!… ¿Qué? –Me di cuenta de que Matsumoto me estaba tomando el pelo.
-oye Matsumoto eh notado que andas un poco distraído ¿sucede algo?
-nada.
-Matsumoto.
-que nada, y ya deja de preocuparte por mí.
-e..esta bien –me quede callado, por qué tanta existencia de ir a mi casa. Salimos del instituto, y nos quedamos en el portón, había mucho movimiento. Mire al cielo, si se veía que se acercaba una tormenta, había mucho viento y las nubes estaban muy negras.
-¿dónde vives? –pregunto Matsumoto, mirando a ambos lados.
-eh pues en una casa con puertas y ventanas… ¡waaa! –grite al sentir una pequeña presión en mi pie, Matsumoto me piso, ¡mami!, esto duele como no imaginan.
-y bien, ¿dónde vives?
-ammm no me se mi dirección pero si se llegar. Es por esa dirección –apunte a mi lado izquierdo.
-no puedo creerlo –Matsumoto acomodo sus lentes rojos, después paso enfrente de mí para caminar por la banqueta. – ¿oye que esperas?
-ah sí claro. –continuamos caminando juntos, íbamos a paso rápido pues Matsumoto dijo que no quería mojarse.
La gente nos miraba raro, debía ser porque íbamos muy juntos, casi haciendo que nuestras manos se rosasen levemente, Matsumoto al sentir los repetitivos roces, caminaba más rápido y yo por supuesto lo seguía, pero era rápido el condenado que me era difícil alcanzarlo por lo que iba como 3 pasos atrás. Alzaba mi mano para tomarlo de la mano y decirle que caminase más lento.
Un grupito de amigas -de 5 chicas-, se reían de nosotros, al otro lado de la calle, si observaba bien la situación de ahora, parecíamos novios, como que él se había enojado conmigo y yo ando persiguiéndolo para que me perdone.
Esto es vergonzoso. Me detuve, sentía mi cara arder, esto era vergonzoso, yo no tengo ninguna relación con el, bueno si tengo pero de aprendiz y profesor, pero nada de romance, malditas fujoshis.
-¡¿qué esperas?! -me grito volteándose a verme. Coloco sus manos en la cintura, de verdad que parecíamos parejas. Voltee a ver a otro lugar y observe como esas malditas se reían de mi, hasta sacaban fotos, malditas.
-ya…ya voy.
-¡¿entonces qué esperas?! –volvió a gritarme.
-a que esas fujoshis dejen de vernos como pareja –apunte a las chicas, quienes trataron de despistar sus risas mirando a otro lado.
-¡yo no veo nada!-Matsumoto era el único que gritaba, estérico por llegar.
-Es cierto, esas creen que somos pareja.
-¡Escucha!, ¡deja de imaginar cosas lujuriosas y vámonos!- eso sonó raro. Se acerco y tomo mi mano. De nuevo volví a oír sus carcajadas, por dios Matsumoto déjame que estas creando imágenes lujuriosas con esas chicas.
Apreté su mano y me detuve, Matsumoto se volteo enojado -logre mi objetivo- lo mire directamente, abrí mi boca para decirle pero en eso:
-¡DALE DURO CONTRA EL MURO, CHICO RUBIO!
-¡Hijas de puta! –grite al escuchar sus imaginaciones lujuriosas. Volteándolas a ver con mis mejillas rojas por la vergüenza, estas chicas se carcajeaban y se escondían detrás del árbol, como si no las viera, viejas pervertidas. Sentí un apretoncito en mi mano, preocupado mire a Matsumoto, mantenía su cabeza abajo, creo que las palabras le afectaron. Apreté su mano, lo tome del mentó –no tenia alternativa, necesitaba levantarlo.- y lo mire a los ojos. Tenía sus mejillas encendidas, con ese color rosadito por su piel blanca, se veía lindo.
-¡YA BÉSALO! –hijas de su mama.
-¿estás bien Matsumoto? –le pregunte aun apenado, por las cosas lujuriosas que decían.
-e…es…estoy...bien…-me dijo apenas Matsumoto, creo que le afectaron esas palabras.
-¡YA PERDÓNALO, CHICO BAJITO!
-no les hagas caso –le dije, pues bajo de nuevo su cabeza. Puse mis manos en sus hombros, tenía que calmarse, parecía que en cualquier momento lloraría.
-¡BESO, BESO, BESO!
-va…va..vamos por favor…. –dijo levemente Matsumoto.
-si, claro.-Lo solté y caminamos lentamente, Matsumoto parecia no poder seguir con esas frases tan lujuriosas que decían las tipejas esas.
-¡HAY BÉSENSE! –y la china poblana, ya harto de sus imaginaciones, me acerque y tome a Matsumoto. Cerré mis ojos mordí mis labios y “bese” su frente.
-WAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA –se escucharon sus gritos.
-¡Vámonos! –tome de la mano a Matsumoto, este era el momento de huida, mientras ellas seguían fantaseando.
Después de mucho correr, que no fueron ni más de tres casas, llegamos a la mía, si tenía de vecinas a unas lujuriosas. Mi casa era de una pequeña de dos pisos de color blanca. Me acerque y abrí la puerta de la cerca blanca.
-pasa.-le dije, este se metió, que seguido de el imite su acto, cerré la puerta y regrese con Matsumoto, quien seguía atontado por el beso que le di, aunque ni siquiera lo bese solo fue nuestro roce de piel, caminamos por el pequeño caminito de cemento, hasta llegar a la puerta de mi casa. Busque entre mis bolsillos las llaves, pero no siento nada.
-¿qué esperas? –pregunto impaciente Matsumoto, aun con sus mejillas rosaditas.
-si ya voy, es solo que –seguía buscando entre mis ropas las mugrosas llaves – ¡ahhhhhh no las encuentro! -la puerta se abrió y era mi hermana mayor, mierda.
-¿se puede saber que haces aquí?, deberías estar en clases. –mi hermanita mayor trabajaba en una empresa de negocios, o yo que voy a saber, pero ayer no llego a casa, ella llamo y nos comunico, algo así como que sucedieron problemas y todos los empleados se quedaron, por lo que cuando yo estaba en la escuela ella dormía, además de que ya sabrán que cuando uno no duerme andan de mal humor, con ojeras, despeinada, con ganas de matar a cualquiera.
-es que nos dejaron irnos tempranos por la tormenta que se acerca.
-¿cual tormenta? yo no veo nada -mi hermana miraba el cielo, tenía mala vista, por eso usaba lentes pero no los traía ahorita, debí interrumpir su sueño- mentiroso de porquería –mi hermana jalaba mi mejilla, dios que dolor, porque esta encajaba sus uñas largas, hay mama por favor sálvame –¿te hiciste la pinta otra vez, pedazo de mugre?
-¡no lo juro, nos dejaron salir! –lloriqueaba, dios duele.
-¡aja, eso dile a mama cuando llegue!
-¡waaaaa Sakura!, ¡¡¡por lo que más quieras!!!!
El chico rubio lloriqueaba, la chica de enfrente parecía su hermana, se parecían mucho, solo que ella tenía su cabello largo recogido en una coleta, pintado de rubio, y que tenía cuerpo muy poco curvoso.
-disculpe, es cierto lo que dice, el día de hoy por la tormenta nos dejaron salir temprano, estoy aquí porque… el y yo tenemos un trabajo en parejas que hacer –me detuve, eso debió sonar como si mintiera, pero es que no me acorde de su nombre, solo lo conozco por chico rubio.
-¿quién eres?-me pregunto, cerrando un poco sus ojos, es ¿que acaso necesitaba anteojos?
-Soy Takanori Matsumoto mucho gusto. -hice una pequeñísima reverencia con mi cabeza, estaba un poco fastidiado lo único que quería era largarme a otro lugar fuera de personas. En especial con esas tipas lujurientas. ¿Y porque carajos este me beso la frente?
Mi hermana seguía jalándome la mejilla, ya no la sentía, voy a morir.
-disculpe, es cierto lo que dice, el día de hoy por la tormenta nos dejaron salir temprano, estoy aquí porque… el y yo tenemos un trabajo en parejas que hacer -gracias Matsumoto, pero ¿porque te detuviste? sonó a que mentías.
-¿quién eres? -pregunto mi hermana un poco molesta.
-Soy Takanori Matsumoto mucho gusto.-Takanori… Matsumoto… Ooooo por fin se su nombre es Takanori, nunca había oído su nombre, como te amo hermana mayor, eres súper.
-¿Tu apellido es Matsumoto?–pregunto mi hermana sorprendida ¿que acaso lo conocía?
-si.
-entonces tu eres el hijo de mi jefe.
-¿eh?, ¿conoce usted a mi padre?
- ¿William Matsumoto?
-si.
-¡si, tu padre es mi jefe! –sonrió dulcemente mi hermana. Por fin de mucho sufrir me soltó para tomar la mano de Matsumoto y saludarse. –mucho gusto, tu padre siempre me habla de ti.
-muchas gracias-.sonrió falsamente.
-bueno hermana me dejas pasar, es que me congelo aquí.
-así pasa, -dijo sin ánimos a mi persona. Pero cuando volteo a ver a Matsumoto, cambio su carácter despreocupado, a uno alegre - pasa Takanori eres bienvenido aquí, pasa, pasa.
-gracias. Con permiso.-pasamos Matsumoto y yo. Mi hermana cerró, se giro y con esa sonrisa le habla a Matsumoto.
-oye Takanori…
-one-san Matsumoto viene aquí a hacer un trabajo, no le dieron mucho tiempo, así que por favor, puedes dejar de caerle bien para que tu jefe te suba el sueldo.
-¡tu cállate Akira! –me apunto amenazadoramente.
-mis disculpas pero es la verdad, no tengo mucho tiempo, por favor Akira –remarco mi nombre, viéndome con ojos suplicantes y desesperados –nos podemos ir a tu cuarto ya.
-si claro, bye one-san
-sí, claro –dijo mi hermana. Matsumoto se volteo y con una seña dije que subiera las escaleras, cuando Matsumoto ya no nos miraba mi hermana llevo su mano en su cuello haciendo un corte, representando algo así que me mataría.
Subí las escaleras, caminamos un poco hasta llegar a mi habitación. Tome el pomo de la puerta pero recordé.
-está hecha un desastre, déjame limpiarla un poco, ¿si? puedes esperar aquí ¿siii? –lo mire con ojitos suplicantes.
- no tengo mucho tiempo no creo que importe -quite a Akira de la puerta y abrí mientras atrás Akira decía cosas como: no, no entres, por favor solo déjame...
-que desastre. -dije al ver que su cuarto estaba lleno de ropa tirada, revistas por doquier, no quiero ni verlas de seguro son de pornografía, era un tiradero, un desastre, un cochinero.
-te lo dije –Akira miraba el suelo, su cara estaba por completo roja, debía ser por la vergüenza. -iré a limpiar- paso enfrente mío y cerró la puerta, escuchaba murmullitos, debía estar maldiciendo a que vi su cuarto, después de unos minutos me dejo pasar.
Se veía ahora más decente, pero que decía si toda la ropa estaba encima de una silla en una de la esquina de su cuarto.
-deja prendo la computadora –Akira, se fue a un escritorio donde estaba su ordenador, prendió el CPU junto con la pantalla y espero hasta abrirse.
Después de mucho terminamos la tarea.
-bien me retiro. –Pero justamente cuando pensaba salir de su cuarto se oyó un estruendoso trueno. – ¡aaaahh! –grite al asustarme.
-¿eh?, ¿Takanori tienes miedo a los truenos?
-que no para na…¡waaa! –y otro trueno, por la santa madre de teresa ¿que hice kami-sama?
-jjejej
-¡¿de que te ríes, Akira?! -me voltee enojado, sentía mis mejillas arder, debía estar rojo.
-nada, es solo que es gracioso….un momento ¿cómo sabes mi nombre?
-porque tu…ammm
-Ella era mi hermana, Sakura.
-pues tu hermana Sakura, te grito Akira.
-ahhhh y tu te llamas Takanori –sonrió.
-¿Cómo sabes? No recuerdo habértelo dicho.
-porque cuando entramos le dijiste a mi hermana tu nombre.
-ummm lo olvide.
-eres muy olvidadizo.
-¡cállate… waaa! -y otro trueno, este no era mi dia, primero mi hermana, el profesor con su tarea, luego el incidente de que lo haría con Akira, esas tipas pervertidas, su beso, la hermana que trataba de hacer que me callera bien y ahora los truenos.
Por la ventana observe que llovía mucho, ya había comenzado la tormenta, mire mi reloj y observe que faltaban unos minutos para que me recogieran. Y si le llamaba para decirle donde… así no se me el nombre de la calle y menos este, kami ¿cómo le hago?, me mataran. Mire a la ventana directamente, pensando en cómo resolver esto. Cada vez se oían mas truenos, esto no era bueno.
Trueno tras trueno, y susto tras susto….
FLASHBACK_________________________
Una mujer de estatura baja y cabellera rubia se acercaba a un guarda ropas, donde se escuchaban pequeños sollozos.
Un niño como de 5 años lloraba en el guarda ropas, abrazando sus piernitas. La mujer con ternura al ver a su hijo en esa forma, se acerco y lo abrazo…
FIN FLASHBACK___________________________
-Takanori, Takanori ¿estás bien? –Akira me movía constantemente por mis hombros, ¿porque recordé eso?, ¿porque recordé a mama en un momento así? –Takanori, Takanori - seguía moviéndome pero yo seguía en mi trance.
Mi cuerpo reacciono solo y….lo abrace….