Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Tu me ayudas con las materias y yo te enseño Amar por Alice_alii

[Reviews - 319]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

HOLAAAA

Ahora si fui rapida con esto de la actualizacion owo 

asljfkajskfa se que amaran este capitulo tanto como yo *v*

su mas grande deseo por fin se cumple x333

dejen reviews!!!! hoy si que los meresco kyaaa~ x3 ahh estoy tan romantica y orgasmeada por esto(?) aksflak -3- los amo, nos vemos proximamente~

por cierto Terumi Uchiha tome en cuanta tu deseo owo/ gracias 

DISFRUTEN TANTO ESTE CAPITULO COMO YO LO HICE!

Entre platicas eufóricas por los chicos llegamos a la casa de Akira, Shima y Yuu dijeron que irían a sus casas, opino que a cambiarse y después regresarían para continuar con la salida a saber dónde.

- pasa.- me dijo Akira abriéndome la puerta.

- gracias, con su permiso.- entre a la casa mirando en todas direcciones, no había nadie, estaba silenciosa la casa.

- por si te preguntas: mi madre está trabajando y mi hermana también, creo que está haciendo horas extras.

- oh vale.- asentí. No hay nadie, sería una buena oportunidad para confesar mis sentimientos… ¡pero en qué cosas estás pensando Takanori! Comencé abofetearme por mi propia estupidez y en parte, por la pena y vergüenza.

- ¿Takanori te encuentras bien? –me volvió a preguntar, debe pensar que estoy loco.

- si.- levante mi pulgar y fingí una sonrisa alegre.

- ok –dijo nada convencido.- te llevo a mi cuarto para que ahí te cambies.- camina a las escaleras.

- sí, yo te sigo.- cuando giro, aproveche esa oportunidad para golpearme la cabeza con mi mano, me daba muy duro para a ver si así, se me desaparecía lo baboso. Subimos escaleras, luego a su habitación. El abrió la puerta y justo como la última vez que vine, está hecho un desastre.

- ¡espera! –me cerró la puerta en la cara. Arrastradero de cosas, algo romperse acompañado de un grito de asusto, pasitos para un lado pasitos para el otro y se acabó.- ¡Ya puedes pasar! –abrió, di un vistazo a su cuarto al menos mejoro. - Si quieres deja la mochila en mi cama.- la apunto, después camino a su ropero. Hice lo que dijo,  puse mi mochila en su cama como un  apoyo para poder sacar con facilidad mi ropa.- Iré a cambiarme en el baño, tomate el tiempo que quieras aquí.

- ¿Qué? Espera, es tu cuarto.- lo detuve con mis palabras.

- no te preocupes por eso.

- pero no me sentiré a gusto ¡y si pusiste una cámara para espiarte!

- ¡no me tomes por un pervertido! ¡No sería capaz de grabar tu feo cuerpo! – comento burlesco con una enorme sonrisa dibujada en su rostro mientras huía a paso rápido de su cuarto , cerrando la puerta bruscamente.

- ¿Feo? Mi cuerpo, ¿es feo? –repetía, una y otra vez mientras una sola lagrima cayo. Estoy roto, sucio, ¡fui violado!, seguramente alguien me va querer, estos pensamientos creí desaparecerlos de mi vida cuando conocí  a Akira, pero que curiosa es la vida, el volvió a abrir las heridas. Me senté en su cama, las lágrimas caían sin querer, quiero irme, quiero estar lejos del.- Estoy feo, sucio…- temblaba y a la vez arañaba mi piel al recordar las manos de Kai sobre mí, sobre cada centímetro de mí piel. Las imágenes disparadas de forma lenta y tortuosamente, de nuevo el asco de cada caricia me envolvían en un abismo de terror.

 

 

__________________

 

 

No sé qué fue lo que dije, lo pensé en broma, ¡es una broma! Pero se escuchó muy mal, debo pedir perdón.

Cuando cerré la puerta, no hui, me quede ahí recargado a la puerta esperando unos insultos pero no escuche nada, solo unos sollozos. La cague, lo hice llorar, se su situación y aun así lo trate mal, ¡Es que soy estúpido! ¿Cómo pude decir esas palabras tan dolientes? Mis palabras siempre son veneno para Takanori, tal vez debería alejarme como dijo el padre de Taka, soy un mal ejemplo, no merezco estar a su lado, él es tan precioso como una joya y yo soy la suciedad que lo hace imperfecto, debo alejarme… ¡no puedo rendirme! Yo siempre he estado a lado de taka, he sido su pañuelo desde que lo conocí, yo escuche sus problemas, cada uno de ellos, estuve siempre a su lado, yo no soy la suciedad ¡yo soy el explorador que lo saca de ese hoyo de tierra y trato de hacerlo a un más bello! La tierra y la suciedad del agua lo hacen ver feo cuando en realidad él es una bella joya, un diamante tan hermoso como el cielo. No me rindo ¡no me rendiré! Él es tan importante para mí que dejarlo sería mi muerte.

- ¡Taka! –abrí la puerta. Él estaba sentado en la orilla de cama mirando al vacío mientras sus lágrimas desaparecían en su cuello.

- ¿Qué haces aquí? No, soy yo el que debería irse. -Tomo su mochila y camino en mi dirección. No di oportunidad de que se fuera, lo abrace tan fuerte para que entendiera lo tan importante que era para mí.- suéltame.- exigió entre dientes.

- no te dejare ir, eres lo que más quiero y dejarte ir significaría mi muerte.

- ¡estás loco!

- ¡estoy loco por ti! –mis mejillas se sonrojaron a lo que dije, jamás en mi vida había hecho una confesión. – Me gustas, vale.- A Takanori lo aleje tomándolo de los hombros con la finalidad de que me viera a los ojos y entendiera que lo que decía era enserio.

 

______________

 

 

- no juegues con mis sentimientos.- le dije mientras de nuevo mis lágrimas volvían a caer.

- ¿que?  

- ¡No juegues conmigo! –grite furioso, primero me había dicho ser una criatura horripilante y ahora dice que le gusto, esta de joda.

- ¡Yo no estoy jugando!

- ¿Cómo quieres que te crea cuando acabas de dañarme? –me aleje de sus brazos, estoy sucio no puedo ensuciarlo a él con mi impureza.

- Lo lamento, en verdad me disculpo por lo que dije ¡ni siquiera lo pensé! ¡Perdóname!

- siempre es lo mismo, estoy condenado a sufrir por las personas que más quiero.

- ¡No, no, no, no, no! Yo nunca he querido hacerte daño, tú conoces mi idiotez, sabes como soy: ¡un tonto sin cerebro!

Un silencio inexplicable inundo la habitación, las palabras se esfumaron junto a dolor; odiaba cuando tenía razón, era un tonto sin cerebro que nunca pensaba antes de actuar, sus idioteces tenían dos finales: uno en risas y aquella verdad que te lastima indirectamente.

- ¿Por qué? ¿Porque tus palabras siempre me retractan de alejarme de ti? –sollozo tapándome la cara, odiaba la idea de que me viera llorar, de verme tan débil como el crio de cinco años que lloraba por todo.

- porque lo que digo es en serio. – mordí mis labios, ya no sé qué responder, me siento como entre una espada y la pared. Ahora ¿qué hago? ¿Qué digo? Él tiene razón, es tan estúpido y nunca intenta hacerme daño, confió en él, desde que lo conocí confié en el ¿Por qué no ahora hacerlo?

- ¡Te odio! – di un paso para acércame al igual que un salto para alcanzarlo. Jale su playera escolar con intenciones de que se me acercara lo suficiente para besarlo. Un choque de labios temblorosos por mi parte, mi vergüenza es mayor en solo pensar lo que diré a continuación. - ¡me gustas también! Y me harías feliz si me haces el amor porque sé que te quiero, contigo he pasado los mejores momentos, me has sacado muchas veces de mi laberinto que no sabría cómo compensártelas. Tal vez mi cuerpo será el indicado ¡pero estoy sucio, fui violado de pequeño! No sé, si tú me querrás de esa manera.- me solté de su camisa y deslice mis manos por su pecho. No pude abrir los ojos ante mi confesión, el nerviosismo me hiso decir cosas estúpidas, mi cabeza arder al recordar lo que dije; resbalando suavemente me tumbe al suelo y tape mi cara ¡no quiero ver a Akira! ¡Y el estúpido ni me contesta! En un dos por tres me levante rápidamente para huir, cometí un gravísimo error al decir aquello, debí callarme y jamás decirlo.

-¡No! – Me detuvo Akira jalándome de mi brazo.- lamento si no conteste rápido, es solo que decirme tus sentimientos me puso feliz, no sabía que contestarte ¡y aún sigo! Pero debo decirte que a mí también me gustas, batalle para entenderlo pero en cuanto lo supe desee confesártelos pero esas miradas y  esas acciones que tu hacías me provocaban perderme en si me querías o no. Ahora el saberlo, que tus labios fueron lo que lo dijeron, me hace feliz. -Minutos de silencio antes de que alguien pudiera decir algo, la pena no desaparece y ninguno de los dos tenemos intenciones de progresar. La mano de Akira tomo la mía, de nuevo mi sonrojo aumento, me llevo hasta la cama, él se sentó y palmeo el colchón tomando así yo lugar en la cama. Mirábamos la nada cada uno pensando en quien sabe que, mi mente no procesa palabra alguna por más que quiera continuar  

- y-y-y-y co-co-co-como vas con tu entrenamiento? –tan estúpido soy a su lado, pero este era mi verdadero, el crio de cinco años que fue corrompido se encerró en esta armadura lleno de odio y desprecio así mismo.

- ¡Bien! –Sonrió sin mirarme.-  Nos han estado enseñando muy bien.- siguió hablando a la nada.

- Me alegro.- conteste volviendo mi mirada al piso.

- ¿Y tú concurso? ¿No has tenido problemas con kai?

- Una que otra indirecta pero ya le dije que no me dejaría ganar por el.

- ¿Enserio? de verdad vas a cambiar.

- Si, ya me canse de que siempre me protejas, ¡no digo que me moleste! Es solo, que yo debo aprender a valerme por mi solo.

- Te ayudaría muchísimo para amarte a ti mismo.

- Lo sé, por eso quiero mejorar

- Sé que lo lograras.- una mirada que accidentalmente término por unirnos, perdidos en los ojos de cada uno para después ser llevados al mejor momento. Tus labios acarician sin prisas los míos, estoy tan nervioso, siento como de nuevo perderé la cordura, comenzando a decir estupideces.- ¿Te puedo besar? –preguntas viendo mis labios

- Has lo que quieras.-gire mi vista, evitando ver como cortaba la diminuta distancia; tu respiración cada vez más cerca poniéndome aún más nervioso provocando que mi cuerpo se sienta debil. Probar de nuevo tus labios me hace feliz, extrañaba esa calidez. Sin darme cuenta estoy recostado en la cama  acorralado entre el colchón con tus fuertes brazos, me miras desde arriba, esa mirada tan penetrante me asusta, me hace sentir tan diminuto como una sumisa bajo los brazos de su amo.- no me mires con esos ojos.- tape mi cara ocultando mi grave sonrojo-

- Lo lamento, es que eres tan hermoso. No asimilo el hecho de tenerte aquí.

- ¡Cállate!

- Tal vez no debería hacer esto, seria forzarte, no debo continuar.- intentas levarte pero mis manos rápidamente van por ti, te tomo de tu camisa y te acerco de nuevo, obligándote a besarme.

- No digas idioteces, ya estamos aquí… Fui violado, ¡si! pero eso no significaba que no pueda. Aquello ya paso y me encantaría hacerlo contigo porque sé que no me harás daño, ¿verdad? – le miro con ojos triste, esperando una negación.

- Nunca te haría daño.

- En-entonces no me debo preocupar de nada.

- Estas demasiado rojo.

- ¡Ca-Callate! Además, mira ¿quién lo dice?

- No me hagas sentir más avergonzado de lo que a estoy, esta será la primera vez que hago algo así. –giro su rostro evitándome.

- ¿Haa? ¿Nunca has hecho esto?

- Para nada.- nunca pensé sentirme más avergonzado, pareciese como si yo hablase como un experto en esto.

- ¡Idiota! - tape de nuevo mi cara, no comprendo el hecho de estar rojo.

- ¡Deja de tapar tu cara! –trato de quitar mis manos jalándolas con las suyas.

- ¡Es que es tan vergonzoso! –hacia todo lo posible por evitar que ya me viera.

- ¡Nunca avanzaremos si seguimos así!-continuaba forcejando contra mí, es que la idea de que me vea de esta forma me hace temblar de miedo, un miedo sin razón.- ¡Taka!

- ¡Maldición Akira! Te amo y quiero pasar el resto de mi vida a tu lado porque me haces jodidamente feliz así que ven para acá y hazme tuyo*.- lo tome de nuevo de su camisa y lo obligue a besarme, de nuevo mi nerviosismo hacían de las suyas, actuó como un idiota sin pensar.

 

Sus caricias me transmitían ternura, mis manos se posaron en sus hombros tratando de quitarle pero cada beso me hacía débil, no le podía detener, al contrario quiero más.

 

- Kai, ¿Qué sucede?

-  tranquilo, vamos a jugar a un  “juego”

- ¿un juego? ¿De qué trata? Kai ¿porque sonríes así? ¿Kai? No me esta gustando.

- Eso no importa, todo estará bien. Tranquilo mi pequeño será divertido, lo juro.

 

Se quitó y me miro con esos ojos, ternura, ternura y más ternura el me transmitía. Acerco su mano a mi rostro, cerré los parpados por instinto, una caricia a mi mejilla para después sentir como retira mis lentes rojos. Tan rápido los quito sus labios tibios volvieron a juntarse con los míos, parecía querer unirse a mi boca para siempre tan suave y sutil, lleno de cariño mi corazón.

 

Kai introducía salvajemente su lengua en mi boca, deseaba apartarle, me era asqueroso; tocaba mi cuerpo sin despecho, arañaba mi piel blanca, ardían, dolía ¡que alguien me ayude! ¡Mama! ¡Papi! Estoy asustado que es todo esto, se siente tan repugnante el hecho de ser tocado de esta manera.

 

- Akira~ -me silencio con un beso sus manos bajaban por mi pecho, levanto mi suéter negro dejando a la vista mi camisa escolar, botón tras botón de mi camisa; las yemas de sus dedos largos acariciaban mi piel tan perceptible. Dañada desde hace años, tocado por otro hombre a quien ame, hoy de nuevo dejaría a que alguien tocara este cuerpo vacío; sus caricias agradables llenarían de amor a este muñeco destrozado, perdido entre las sombras buscando un ser que comprendiera mi dolor. Ese día era hoy, hoy volvería a ser libre, el laberinto interminable a mi corazón desapareció, está aquí, frente de mí, dándome su mano para huir junto a él, lejos del dolor, lejos de aquellas personas que solo buscan controlarme como a un muñeco sin vida y sin espirito, hoy de nuevo dejaría a mi corazón latir.

El beso se tornaba a uno con más movimiento incluso algo agresivo pero no sentía aquel sentimiento de temor, era agradable la sensación, ¿esto es compartir un sentimiento mutuo? Las caricias a mi diminuta cintura provocaban a mis sentidos, mis gemidos salía sin pedir permiso, por más que quisiera callar no paraban, aquellas pequeñas caricias me hacían débil pero un débil que disfrutaba ser tocado de esta manera.

Me cargo levemente de mi torso, quitándome así el suéter y camisa, me recostó en la cama de nuevo, sin quitar sus ojos de mí. Su miraba tan cargada de ternura parecían decirme algo pero sus labios no articulaban ninguna palabra.

-¡kai! ¡Para, por favor!

-tranquilízate taka-chan, te gustara.- me dice mientras sus manos recorren cada parte de mi cuerpo sin consideración alguna. Las yemas de sus dedos tan ásperas acarician con violencia cada parte intima de mi cuerpo inocente. 

-¡no! –Grite al sentir una presión en mi zona delicada.- ¡kai suéltame! –grito, las lágrimas resbalan y kai se niega en soltarme de mis muñecas. – ¡mami! Mami.- grito esperando a que ella escuche de mí.

- ¡Ya cállate!-me golpea tan fuerte en la cara, solo puedo llorar, no soy más que un niño.- Así mi nene, tú se bueno y veras que no volveré a dañarte de esa forma ¿entendiste crio estúpido?

 

- Taka. - pronuncio mi nombre y mi cuerpo tembló. Bajo sin esperar ninguna respuesta por mi parte y  acercó su rostro a mi entrepierna.

- ¡no! ¿Qué haces? – me levante, más las manos de Akira y esos ojos caramelo, me hicieron perder, un pequeño empujoncito y volví a caer en el colchón.- ahhh.- Akira respiraba en mi entrepierna, acercando levemente su rostro dándome pequeñas caricias, mi cremallera y botón bajaron, su aliento pega delicadamente a mi zona, me hacía temblar ese simple acto.- Akira ahh~.- tomo de mi miembro le miro de reojo y mis mejillas ardían más al verle besar mi miembro era inexplicable la sensación, de alguna manera era placentera.

 

- deja de llorar mi bebe.- sus manos frías aún siguen tocándome. Su rostro se restriega en mi pecho desnudo  Un gemido inconsciente escapo de mis labios tras tocar con su lengua una de mis tetillas. Mis mejillas se sonrojaron y su sonrisa se amplió muchísimos más. Ese rostro jamás había visto en él.

 

Su boca encerraba a mi pene, sus succiones me hacían estremecer, cada lamida, cada mordisco me era deleitante nunca antes había sentido algo así.

- se siente tan bien ahh~.

 

- oh pequeño tienes una rica boquita, sigue tragándotelo~

Tironeaba mis cabellos, me obligaba a tratar eso, era asqueroso, y ese líquido que salía, tenía un  sabor asqueroso como agrio y amargo a la vez.

 

- ¡Akira! –jaloneo su cabellera en un intento fallido de que deje de hacer aquella acción.- ¡No! Siento, siento como si ahhh Aki-¡Akiraa! - sus manos en mi cintura ejerciendo presión  mientras su boca engulle mi ser, Akira posiciona mis manos obre las suyas debe salir algo, va a salir y no puedo controlarlo.- Akira ah~ -gimo soltando mi esencia en su interior. No paro de temblar, yo he hecho eso, no, no puedo creerlo. Dirijo mis manos al rostro con intenciones de ocultarme pero el rápidamente las toma y las entrelaza con las suyas. Entre el aire están nuestras manos: esos ojos caramelizados y esa sonrisa tan suave asomándose me miran tiernamente, es entonces cuando una de sus manos guían sin soltar la mía a su boca depositando un beso en la palma de mi mano.

- juro que te tratare como a una joya, como siempre lo he hecho mi hermoso diamante color cielo.-

Coloca a mis lados sus brazos sosteniendo así su propio peso. Acerca un poco más su cuerpo y logro sentir así la presión al mío. Mis piernas al estar rodeando su cuerpo hacen posible el tacto de mi zona baja con la suya. Las prendas se hacen invisibles ante el moviendo de pelvis de Akira.

- ah~ -suspire, cerrando mis ojos.

Su bulto traspasa mi pantalón acariciando con cuidado mi zona genital, aun conservando nuestras prendas puedo sentir de manera placentera los movimientos; gimo sin exagerar es entonces cuando escucho un suspiro ajeno. Abro mis ojos para verte, parece disfrutarlo también, sus ojos permanecen cerrados y de su boca escapan unos suspiros. Llevo mis manos a su rostro tomándolo por sorpresa.

- ¿Taka?

- Puedes hacerlo. –le sonrió suavemente.

- ¿Eh?

- Puedes quitarme la ropa, al igual que tú. La ropa estorba.

- ¿Estás seguro? Tengo miedo de…

- Shh. -lo calle, colocando mi dedo índice en sus labios finos. – No te mentiré, a cada caricia recordaba un momento a su lado.- Se separa de mí pero con mis piernas lo abrazo evitando así que se levante de la cama. Con ayuda de mis brazos ejerzo fuerza para levantarme y quedar a su altura.- Pero luego lo olvide, por favor continua, hazme esas muestras de cariño, envuélveme con ternura y no me hagas llorar. Por favor   quédate a mi lado.

- Estaré siempre.- tomo con ambas manos mi rostro y me beso. De nuevo la sensación cálida regreso; mi corazón late tan fuertemente que se saldrá de mí, es aquí cuando dicen que entregas tu corazón al hacerlo con esa persona tan especial, se va salir de tanto palpitar. Te lo doy, te doy todo mi en este momento solo te pido que te quedes a mi lado todo el tiempo que quieras.

Recostados en la cama la ropa se hace un estorbo; tu camisa termino perdido en este cuarto junto a nuestros pantalones. Entramos a un mundo nuevo donde solo existimos tu y yo, no hay mejor sensación al saber que te pertenezco de nuevo. Besando mi cuello y arañando con delicadeza mi espalda. Desliza lentamente tu mano hasta mi pierna que haces levantar para darte espacio a acomodarte entre mis piernas. No dejas los mimos a mi cuello, muerdes y succionas cada parte a tu merced, soy tuyo, te entrego todo este amor como muestra de mi gratitud por salvarme de este dolor. Un beso antes de iniciar, entrando con toda la mayor sutileza de dolor a mi interior.

- ¡AH! –clavo las uñas en sus hombros esperanzado a disminuir al dolor que experimento. Unas cuantas caricias a mi rostro antes de continuar.

- Juro que jamás volverás a sufrir. Estaré a tu lado siempre.

- te quiero Akira~ -un beso para sellar nuestro pacto de amor.

Este día demostramos nuestro amor en un acto lleno de pasión y desbordante de ternura. No hay mejor que placer que saber que nos éramos el uno para el otro. Experimentando nuevas sensaciones provocadas por este amor sincero, verdadero en todas sus letras. Entregándome a ti demuestro mi gran aprecio, mi esfuerzo por volver a creer en la gente, todo el temor desapareció gracias a ti, aquí te tengo, entre mis brazos, abrazándote tan fuerte evitando que te separes de mi aunque tu pareces no querer hacerlo al contrario me estrujas desde mi espalda uniéndome más a tu cuerpo desnudo.

Al compás de tus movimientos mis gemidos salen disparados para llegar a tus oídos, no quiero que el momento se acabe, deseo tanto seguir sintiendo este placer de ser amado por ti.

- Te quiero.- musito entre los sonidos de placer escapando de mi boca.

Cuantas veces sea necesario diré te quiero, aunque te canses de escucharlo seré tuyo, no importa si me marchito, me entregue a ti por amor Akira, déjame estar a tu lado. Me has salvado del abismo del dolor hoy déjame recompensarte por a ver atravesado todas esas pruebas, déjame sanar las heridas que te provoque al quererme alcanzarme.

- Ya, no, Akira va salir~ -tiemblo de pies a cabeza al sentir un éxtasis de placer en mi zona baja. Gimes en mi oído provocando a mi ser explotar de placer.- ¡Ahh~! –oculto mi rostro en tu cuello buscando borrar mi vergüenza al haberme venido pero tu estas disfrutándolo haciendo que tus movimientos de cadera aumenten incluso sintiendo mi interior llenarse de tu esencia.

- Taka, te quiero.

 

***

 

Cada uno se cambiaba a su tiempo. Era tarde, después de hacerlo dormimos por un rato que nos costó todo el día, al terminar decidí dar un vistazo hacia atrás donde Akira se cambia, apenas abrochaba su pantalón, esta vista hacia que sus abdominales se marcaran, era obvio que tuviera músculos marcados por tener una larga carrera en karate. Gire mi rostro a su debido lugar lejos de ver su cuerpo. Al perder mi vista al vacío visualice mi mochila, a paso lento me acerque, agacharme fue un tarea fácil sin complicación aunque no quiera admitir esta dolor ya fue experimentado pero no recordaba algo desagradable todo lo contrario. Tras coger ese objeto que con tanta pena compre me dirigí hasta Akira, a quien lo encontré terminando de ponerse su playera negra. Con el obsequio atrás de mi manos y mi mirada a una esquina de su cuarto tome valor; saque la bolsita con los chocolates algo triturados.

- Happy valentine... idiota.

Notas finales:

7u7 me aman lo se~


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).