- ¡OWWW TAKA! –me apresure abrazar. Entre quejas y groserías me separe de mi ahora pequeño, era vergonzoso el reconocer nuestro sentimientos pero llegaría el día en que esto le veríamos normal. Le di un beso en la frente aceptando la diminuta bolsita. Ahora bien le pedí sentarnos en el suelo. Ambos sentados fente a frente en el suelo con una enorme pena, incluso con un nudo en la garganta por el nerviosismo Takanori se atrevió hablar.
- Dentro de dos días pelearas ¿cierto?
- Si, y dentro de dos días tu concursaras.
- Si… Me apena el hecho de no cumplir mi promesa.
- No te culpes, no es nuestra culpa sino de Kai, el de seguro planeo todo esto, nunca antes habían juntado dos torneos al mismo tiempo, es obvio que fue él.- miraste hacia el suelo y tus lentes rojos parecieron empañarse.- Oye.-levanto la cabeza con ojos entristecidos.
- Mande.
- No te conte.
- ¿Que cosa?
- Ria y yo tenemos un plan.
- ¿Un plan? ¿Para qué?
- Para vernos.- le sonreí, me había aguantado estas ganas de contarle.
- ¿Para vernos?
- Si.- su rostro estaba desconcertado a lo que mis labios dijeron pero esa luz que emanaba de su mirada decía mucho.- Nos veremos en el torneo y es muy fácil, todo dependerá de ti.
- ¿Cómo?
- Te contare.
***
Al siguiente día desperté con muchos ánimos, estaba alegre no puedo describir esta emoción. El plan que tenían esos dos era fantástico ¡Claro que pondré de mi parte! ¡Lo veré! ¡Lo veré! ¡Qué emoción! Salí de mi cuarto sin preocupaciones, estaba listo para ir a clases. Grata fue mi sorpresa al ver a mi hermana enfrente en el pasillo para ir directo abajo por las escaleras. Ella sonrió picarona y un inmenso sonrojo se asomó por mis mejillas, gire rápidamente para bajar a prisa las escaleras pero es mi hermana y conoce cada movimiento.
- Y bien, ¿Cómo estuvo tu "velada romántica"? –hablo detrás de mí con tono burlesco y de orgasmo.
- ¡No empieces Riakanot! –le grite, estaba hecho un tomate por su falta de respeto hacia mi privacidad sexual.
- ¡Hay venga pero si parecías tener una erección cuando me contaste lo que Reita te his!
- ¡YO JAMAS QUISE CONTARTELO!
- ¡pero esa carita sudada decía mucho! –me lanzaba besitos al aire.
- ¿Y tú qué sabes del sexo? - a media escalera di la vuelta para apuntarle molesto.
- Conozco más de sexo que tu maldito ingrato, yo que te ayude.
- ¿Qué? ¿Con cuántos te has metido?
- ¡Eso no te interesa pedazo de alcornoque! – cruzo de brazos y bajo molesta los escalones continuos.
- ¡DIMELO!
- ¿acaso eres Enrique Iglesias? “¡Dímelo, por qué estás fuera de mí y al mismo tiempo estás muy dentro!” –canto.
- ¡COÑO NIÑA, NO ME JODAS CON ESA RIDICULA CANCION! –grite furioso mientras ella canta a gritos por el comedor. Baje todos los escalones y fuimos a sentarnos en la correspondiente silla.
Comí mi desayuno molesto, incluso por el enfado ni cuenta me daba de lo que metia a mi boca; una fruta se me paso entera por mi garganta casi me ahogo y la desgraciada se burlaba diciendo que lo repitiera después de que el mayordomo viniera auxiliarme.
Padre bajo solo a regañarnos en especial a Ria como todas las mañanas, solo observe esta vez pero no me vi salvado.
- ¿Qué fuiste hacer a la casa de ese mugroso?
- Se llama Akira y soy su “maestro”.- me levante molesto de la mesa.
- ¡Que lo haga otro entonces!
- ¡Soy el mejor de la clase, de la puta escuela! ¿Quién más podría? ¡Yutaka, estas de joda!
- ¡Pues quien sea pero no tú!
- ¡Lo hecho, hecho esta! –cogí mi mochila y salí corriendo antes de recibir una bofetada por mi padre.
- ¡Espera ahí, aun no acabamos!
- ¿Qué te falta? ¿Abofetearme como todas las veces que no te obedezco? ¡Adiós! –azote la puerta, afuera de mi casa ver los pájaros pasar y sentir la brisa mañanera me relajo un poco. Es la primera vez que hago esto y de alguna manera me siento mejor.
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- woooo ese chico sí que tiene agallas, papa. – Comente burlesca, con mi mano simulando una pistola, le apunte y después dispare.- ¡piu piu!
- ¡CALLATE RIAKANOT! –me grito enfurecido.
- ¡Tú no me callas! – me levante de mi lugar.
- ¡SOY TU PADRE!
- ¿DESDE CUANDO? –Me cruce de brazos.- ¡Para mí y para tu “adorado hijo” tú nunca has existido!
- ¡DISCULPA! – me acerque y con mi dedo empecé a picotear su pecho.
- ¡TU NUNCA HAS ESTADO PARA NOSOTROS PA-DRE!
- ¡YO…!
- ¡NUNCA LO HAS ESTADO! ¡SOLO MAMA ES LA UNICA QUE NOS QUERIA Y SE QUEDABA A NUESTRO LADO MIENTRAS TU PREFERIAS TU PUTO COMPUTADOR EN LA CASA! Y QUE HABLAR DE TU DESPACHO DONDE NOS GOLPEABAS SI NOS ASOMABAMOS AUNQUE SEA UN MILIMETRO ¡Y ESO NO ES TODO! ¡Ni en el funeral de mama nos dejaste llorar! ¿Y te haces llamar PA-DRE? ¡VETE A LA MIERDA! – me di la vuelta largándome de mi hogar.
Con paso apresurado me adentre a la limosina donde mi hermano me esperaba. Un paso adentro y deje los problemas afuera. Sonreí picarona como siempre y proseguí a molestar a mi hermano como todas las mañanas. Ayer llego agitado y solo basto hacerle una bromita para que me contara lo que hiso con Reita, me alegraba que ellos dos por fin estuvieran juntos así como yo con Michael. San Valentín jamás te olvidare, Michael y yo hicimos algo tan mágico como mi hermano ¡Hay no que vergüenza kyaaa!
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Ria no paraba de decir cosas vergonzosas en el viaje a la escuela, estaba que me muero ni como callarla tremenda boca llena de obscenidades. Tan rápido se detuvo el auto me baje pero para mi sorpresa a la entrada se encontraba Akira recargado en la barda mirando a todos lados, joder lo que menos quería ver, ¡me muero!
- Hola.- me saludo alejándose de todo mundo lleno de arpías que me lo quieren quitar.
- Buenos días, Akira.
- ¡Buenos días cuñado!
-¡CALLATE RIA! – le pegue tremendo mochilazo a su estómago para después salir huyendo a la institución.
- ¡Espera, taka! –Me seguía Akira, me detuve un segundo para que me alcanzaran.- no deberías apenarte, creo que es normal hehe.- rio con un leve sonrojo asomándose tras su venda. Con mis mofletes encendidos y una gran pena puse mi mano esperando una respuesta.- te quiero.- sentí un beso en mi mejilla, miraba a cualquier lugar, si había algo que me derretía es que sus ojos se encontrase con los míos.- vámonos.- sentí un tironcito y a un ritmo suave caminábamos por la escuela tranquilos. Así hasta el aula donde solo lo solté unos segundos para ponerme en mi lugar y después volver a sentir su agarre colgando en el aire asiéndose más vistoso.
- ¿No podemos ser más discretos? –dije irónico.
- Por mí no hay problema.- un rostro tan tranquilo y lleno de florecitas junto a corazones con un panorama rosado a su alrededor, claro el sí es sincero consigo mismo en cambio yo soy el amargado tímido ¡parezco una tía!
- Hooo~ -hice un puchero. Pero antes de que Akira dijera algo, alguien entro cayéndole como balde de agua nuestra situación romántica. Nos dimos cuenta por el estruendo. Nada más ni nada menos que mi querido profesor en la entrada del aula, su maletín y libros cayeron al vernos…
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Me están jodiendo, ese hijo de puta no puede haberme hecho eso. Estoy que me lleva el puto diablo... ¡ESTAN DE JODA! ¡ESE MALDITO VIRGEN NO PUDO HABERME ROBADO A MI JUGUETITO! ¡Es que no puede ser juro que…!
- Profesor ¿qué ocurre?
- Ah… -apenas un quejido salió.- ¡Argg! - me encogí abrazando mi estómago- ¡Me duele, hablen a la enfermera, no me siento bien! ¡Argg! - imitaba estar enfermo. Con ayuda de mis estúpidas alumnas conseguí salir y ser llevado hasta la enfermería.
- Con estas pastillas se le quitara el ardor Yutaka-san.
- Muchísimas gracias, lamento traerles problemas Yunko-san.-palabras dulces, una mirada suave y una risa angélica bastaba para hacerme el inocente.
- No se preocupe - un sonrojo saliendo por sus mejillas delicadas basto para demostrarme que había caído en mis redes como todos. – Descanse unos segundos, no se apure, Yutaka-san.
- Gracias.- una última sonrisa para verla desparecer a la otra sala de oficina que tiene. Me quede solo. Apreté el vaso de plástico haciéndolo trisas. La pastilla fue a parar al piso y el vaso al bote de basura.
- Esto no puede ser posible. - rechinaba mis dientes.- Ese maldito engendro retardado estaba a lado de mi Takanori ¡imposible! Esto no se puede ser verdad, no, no puede ser… - contener mi ira no servía de nada y muchos menos clavar mis uñas en mis pernas bastaría.- ¡ME LLEVA! – Me levante de golpe de la silla y golpe la pared con furia. Aleje mi puño y mire con atención como se enrojecía; abrí mi puño y luego cerré repetidas veces, parece ser que la mujer no escucho afuera había mucho ruido era anormal.
-¡PERO PORQUE HAY TANTO RUIDO! –tome mi chaqueta y salí hechos humos del lugar, la enfermera no estaba lo cual me importo poco. Al abrir la puerta que daba paso a la enfermería, en el pasillo pasaban un montón de mocosos de los clubes, anunciaban los torneos de mierdas. Ha pues claro son dentro de... ¡mierda es mañana! Y si mañana el niño virgen no está en “condiciones” su vida se hará más mierda de lo que es hoy. Sin darme cuenta una sonrisa de lado victoriosa se asoma es que no puedo ser más inteligente. Ese mequetrefe de rubio se las verá conmigo y que mejor manera de alejarlo de mi Takanori de esta forma.- Esto no se queda así, Akira, para nada.- musite con sonrisa pintada. Cruzados de brazos me recargo en el marco de la puerta viendo pasar a los clubs que hacen propaganda a sus torneos si mal no recuerdo es: poesia a las 08:00 am música a las 9:00 am, seguido una hora despues: 10:00 am matemáticas y karate cortesia mia. No pienso dejar que esos tortolitos se apoyen entre sí ¡jamas!
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- ¿Qué crees que le haya pasado a Kai?
- Taka, me vale si se envenena ese loco.
- Nos vio tomados de la mano.
- Y luego ¿hay algún problema?
- ¿Crees que lo fingió?
- Por supuesto no pudo aguantar las ganas de vernos juntos
- Me siento extraño
- ¿Pero porque?
- No lo sé, es una sensación extraña, tendré que, no, Akira, ten cuidado conociendo a Kai hará alguna de las suyas.- preocupado le avise a mi pareja lo que podría pasar.
- Estaré bien, se karate, se protegerme muy bien y si se mete contigo tu solo grita y yo estaré ahí
- No seas estúpido- le di un zape como un acto de nerviosismo.
- ¡Auch pero taka..!
- Ya cállate. Es vergonzoso.- hice un pequeño puchero con mis labios pero no podía durarme un enojo, pienso más en lo que podría hacerle Kai. Lo conozco no se quedara callado, lo que vio le dejo en shock y ese acto fingido lo toma para cobrárselas, espero y no llegue a nada grave, pero conociéndolo imagino lo peor.