Una hora libre por la repentina huida de nuestro “querido” profesor. Estoy realmente sorprendido por su actuación, es ¿Qué cómo ocurrió esto tan rápido? Nunca imagine que lo mío con Akira fuera a ser descubierto tan rápido. No es que me moleste pero es tan rápido todo, siento que todo un mar de dolor se avecina. Pensaba tanto en los problemas que se fueran avecinar que olvide por completo Akira, pero “grata” fue mi sorpresa al verlo recostado en su paleta del banco. Toque con mi dedo índice su hombro pero no recibí respuesta; proseguí a dar de picotazos cada vez más fuerte hasta conseguir nada, se quedó dormido en su pupitre con la baba salida de un lado, que molesto. No lo interrumpí en su descanso, que siga haciéndolo mientras yo escuchaba música para que no dormirme tambien. Así estuve hasta la llegada del siguiente profesor, desperté a Akira con un golpe y con unos ánimos tan bajos puso atención al maestro. Una hora, dos horas, tres horas y se dio el descanso, Akira entonces me pidió que saliéramos a comprar comida a la cafetería, que se moría de hambre bla bla bla. Después de comprar fuimos a sentarnos en unas banquillas lejos de toda la multitud, consumíamos unas galletas sabor vainilla que Akira compro, estaba muy tranquilo a nuestro alrededor.
- Aquí es donde todo comenzó.- murmulle para mí mismo.
-¿y tú cuaderno?
-¿eh?... jejejejj lo siento, lo olvide…
-¿cómo que se te olvido? Si sabias que ibas a estudiar debiste traerlo.
-si pero tú te fuiste así de la nada y no me distes tiempo.
-¡eso no importa! Resuélvela.
-¿eh? ¿yo?
-no el árbol.
-toma arbolito, todo tuyo.
-¡no seas idiota!
-¡waaa!
- Hum – tape mi boca antes de comenzar a reírme en voz alta como foca por recordar su infantil actitud de aquel día.
- ¿De qué te ríes? –me pregunto viéndome raro además de dejar su galleta a medio camino de ser devora, te salvaste galletita.
- Nada. – trate de ocultar mi sonrisa con la manga de mi suéter negro pero imposible tenia las imágenes enfrente de mí.
- ¡Te estas riendo! ¡Venga cuenta! –insistía, pero bueno no puedo ser así de malo.
- ¿No te acuerdas? –le interrogue apuntando alrededor.
- No.
- Aquí fue cuando “comencé con tu clases”.- unos minutos de silencio para que después sorprendido gritara.
- ¡Tienes razón! ¿Cómo pude olvidarlo?
- Sera por tener una cabeza de chorlito.
- Eso es cruel. –dejo por fin la galleta en el empaque ahora corran pequeñas.
- No lo soy.
- Claro, es como la vez que te reíste porque el profesor me amenazó con matarme con su escritorio.
-taka, deja de reírte.
-no me estoy riendo.- dijo entre risas.
-¡¿ah no?! ¡¿Y esa sonrisita?!
-bueno si ¿y qué?
-Suzuki ¿quiere que le lance el escritorio? –dijo tomando de los lados el tan famoso escritorio.
-¡si!-dijo taka riendo.
-¡NO! –Grite negando con las manos mirando acusadoramente a taka, ¡quería que me lanzaran un escritorio! ¡Está loco! ¡Olviden lo de buena onda este me quiere matar!
-¿entonces? Tome su lugar Suzuki.
- esto no se queda así, taka.
-¡SUZUKI! –Voltee y este levanto el escritorio.
-¡NO, NO, NO YA ENTENDI! ¡CON USTED NO ME METO! –me levante como rayo (y baya que soy rápido) porque ni cuenta me di y ya estaba en una de las esquinas del salón con toda la gente mirándome y riendo a carcajadas.
-¡Regrese a su asiento!
- Jajajajajja eso fue muy gracioso, Akira.- me reía a carcajadas al recordar la escena tan chusca de aquel día.
- Ja Ja si muy gracioso, ¡tú eres malo!
- Bueno, tal vez un poco.
- Ja Ja.- lo mire unos segundos a los ojos, su seriedad no duro como siempre y terminamos los dos riendo por nuestro recuerdo. Me siento tan feliz, ahora no llego a sentir esa presión en mí que decía que me mantuviera recto y frio. Ya no, soy libre, aunque sea solo con él.
- Pero miren ¿que tenemos aquí? –hablaron a nuestra espalda, toda aquella tranquilidad había sido rota, lo cual fue molesto incluso irritante, esa voz es tan castrosa.
- No Akira.- le tome del brazo antes de que se levantara, quiero evitar esas peleas sin razón alguna.
- ¿Qué quieres Tora? –exclamo Akira levantándose del asiento, ignorándome por completo, es un tonto.
- Solo vengo a ver a los dos tortolitos enamorados, ¡hay que bonitos los dos!
- Hoy el día era tan perfecto hasta que llegaste, Tora.
- ¡Opps! Lo siento.- fingio arrepentimiento seguido de una risa burlesca.
- Tu solo presencia me molesta, ya vete.
- No, tú y yo tenemos una pelea pendiente.
- ¿Disculpa? No te puedes esperar hasta el puto torneo.
- Reita, tú y yo sabemos que te voy a ganar.
- ¿Cómo estas tan seguro?
- Porque tengo algunos “contactos”
- ¡JA! Es increíble que necesites la ayuda de tu padre para ganar un puto torneo ¡que rastrero eres, Tora!
- ¡Que dijiste animal! – Tora de un movimiento veloz cogió de la camisa a Akira, me levante inmediatamente para tratar de ayudar pero un chico me detuvo, al girar para ver quién era me sorprendí un poco, ¿el? ¿Apoyando de ese tonto? No me la creo.
- Hola.- me saludo Shou con un ademan, seguido de una sonrisa tímida, tengo que admitir que es un chico sensible y agradable a la vista.
- ¿Qué haces? –borro su sonrisa.
- No debes.- me dijo.- no es nuestra pelea.
- Pero no puedo dejar que ellos dos se agarren a golpes solo porque sí.
- ¿De que servirá? Solo te utilizaran como carnada y Akira por defenderte saldrá peor.
- ¡ERES UN IMBECIL!- escuche a Tora gritar, cualquiera lo escucho.
Al girar estos dos comenzaron agarrarse a golpes. Es que ellos generan un gran show para los espectadores de la escuela; sabiendo tanto sobre combate a mano limpia nos permiten un deleite visual muy exquisito. No se necesitó de más de un minuto para que un círculo de gente se creara apoyando a su favorito y yo solo pido que se detengan, hay tanta gente que me es imposible acercarme. Escucho quejidos acompañados de golpees secos. Por mi estatura baja poco alcanzo a ver, por favor Akira detente, no quiero que salgas herido como siempre por favor que alguien los detenga.
- ¡YA BASTA JOVENES! – grito un profesor. Todos detuvieron sus aullidos y ambos combatientes se detuvieron, pronto conseguí pasar para ver. Estaban tan sucios de tierra y uno que otro golpe rojizo principalmente en la cara. Ellos se miraron con odio ante el regaño del profesor algo viejo.- ¡Ambos a dirección! –volvió a exclamar al ver que no le ponían atención. A regañadientes ambos seguían al profesor barbudo. No lo acompañe, el timbre de regreso a las clases me lo impidió, además ¿Qué podía hacer yo? Hay Akira por lo que más quieras no te exaltes sino perderás cualquier oportunidad.
***
Movía mi pierna en desesperación, llevo unas horas aquí sentado esperando a que Tora terminase su show de inocente. Yo ya hable, por lo que seguido de mí fue Tora, en cuanto entro un sinfín de gritos y llanto fingido resonaban por todo la sala directiva. Si por mi fuera ya me hubiera largado pero me “amenazaron” con que si pongo un pie afuera de la dirección perderé cualquier derecho en el combate para saber qué equipo se va al verdadero torneo ¡estoy que me caga la madre! ¡Y mi mano me duele un chingo! En uno de los movimientos de Tora no puse atención y caí fue entonces cuando el aprovecho para hacerme una llave, mi mano fue torcida que hasta la escuche tronar, si por algo es conocido en las peleas es que Tora siempre ¡siempre! Juega sucio, no respeta las artes marciales. Con suaves movimientos masajeaba mi muñeca que era donde más me dolía, tenía que pasar al hospital donde trabajaba mama para una revisión pero mejor me aguanto y solo meteré mi mano en una cubeta con hielo porque cuando me mire así con una mano rota se arma el revuelo ¡pero no porque Tora me hecho el pedo! ¡SINO POR EL PUTO KARATE! ¡ESTOY QUE ME LLEVA LA CHINGADA!
-¿Y hora que hiciste Akira? –me interrogo burlón Kai, no podía ponerse peor mi día.
- ¡Arg! –se me escapo un gruñido. No te pelees Akira, aguántate, no estás en condiciones y menos quieres salir peor porque ya es el torneo prácticamente en un cerrar de ojos ¡alto! Por eso Tora me quiso joder la mano, hay pero si soy bien estúpido no debí pelear ¿Por qué nunca le hago caso a Takanori? ¿Por qué? - Nada que te interese Kai. –respondí la pregunta de mi “profesor”.
- Oh claro que me interesa, me sería muy útil para joder más tu castigo.
- ¡Vallase a la verga!
- ¡Joven! Sabe que esta estrictamente prohibido el mal vocabulario en esta institución.
- Y usted sabe que las violaciones es un delito.- comente con una sonrisa pintada en la cara.
- ¡Cállate! – me grito más que molesto el hijo de puta.
- Jajjajajaj ¿mucho miedo profesor? – me burlaba desde mi asiento mientras el miraba a todos lados esperando a que nadie escuchase nuestra platica.
- ¡Tu…! - no consiguió terminar pues el director salió para llamarme.
Entre bajo la intensa mirada de Kai llena de odio.
Al pasar un sinfín de sermones regresaron es tan cansado escucharlo. Y así pasaron los minutos, oyendo nuestro castigo una y otra vez. Después de casi una hora salimos, Tora salió primero y escoltado por Kai para que no me espera afuera y así continuar nuestra pelea. Luego de minutos de espera el regreso para escoltarme a mí lo cual me negué y proteste.
- Puedo ir solo.- dije entre dientes frente al director.
- Dije: el profesor Yutaka te acompañara o prefieres ser expulsado.- me guarde mi comentario y a dos pasos adelante caminaba de ese violador.
Fui a mi salón seguido de ese hombre, hace como media hora que salieron los demás alumnos por la cual todas las aulas estaban vacías. No sé si será bueno o malo, Taka me advirtió de estar preparado frente a este loco, que cuando menos lo espere el me atacara.
Nuestros pasos resonaban por los pasillos solos, me desespera el saber que ese profesor de cuarta llamado Kai me sigue como a un preso. Por fin la tortura acabara porque el salón esta aun pasó de mí. Gire a mi derecha, abrí la puerta y Kai me empujo por sorpresa, no pierde tiempo este hombre. Al ser empujado con brusquedad di algunos pasos adelante además de que casi caigo de narices pero conseguí erguirme con éxito, al voltear para regresarle el golpe, Kai, azoto la puerta dandonos "privacidad", me miraba con ojos penetrantes ¿que planea? Nos quedamos así unos minutos sin palabra alguna, me pregunto que tendrá planeado hacer, sin esperar más el sonrió de lado y corrió hacia mí, se abalanzo en contra de mi tomándome por el cuello de la camisa. Tome sus muñecas intentando quitar sus manos sobre mi pero el tener mi mano derecha herida era una tarea casi imposible. Hacia todo lo posible por mantenerme duro y no ser levantado por ese hijo de puta.
- ¡CREES QUE TE PUEDES QUEDAR CON MI TAKANORI MALDITO MOCOSO!
- ¡Déjame estúpido profesor de mierda! –forcejeaba por quitármelo de encima.
- Ni creas que te salvaras de mí. – me empujaba sin soltarme del cuello y así llevarme hasta la pared donde me aprisiono.
- Me importa poco lo que pienses hacer.- levante mi puño y lo golpee en la cara consiguiendo que me soltara y retrocediera unos pasos.- ¿Olvidaste mi entrenamiento hijo de perra?
- Eres un maldito engreído ¡Mocoso de mierda! - regreso contra mí pero no me espere que esquivara bien mi patada y antes de darme cuenta el estúpido de Kai me dio la vuelta. Mi rostro embarrado en la pared y el haciéndome manita de puerco además de ejerciendo presión a mi muñeca lastimada por la pelea, debió darse cuenta mientras me masajeaba en la sala.
- ¡SUELTAME! –grite molesto. Esto es indignante.
- ¡Jamás maldito virgen! -grito a mi oido.
- ¡QUE DIABLOS HACES! –yo tambien grite al sentir que jaloneaba mi pantalón- ¡Argg! - Por más que forcejeara intentando librarme de que su mano tocara mi pene y parte de mis caderas él consiguió bajar mis pantalones. La hebilla de mi cinturón lastima mi pene, mierda esto terminara mal si no me libro de esto.- ¡SUELTAME MALDITO VIOLADOR! – grite aun haciendo mis forcejeos por intentar escapar.
- ¿Tienes un culo virgen? ¿Cierto?- A pesar de estar volteado alcanza a ver por un lado su rostro detrás mío, se ve tan feliz incluso extasiado viendo mi culo, bueno, si de paso no tengo ¡no sé qué diablos me mirara! El muy cabron apretaba más mi muñeca mientras con su otra mano se dedica a acariciar en círculos mi nalga izquierda, joder esto es repugnante.
- ¡Suel-ta! –mordí mi labio ¡diablos! Estoy a su merced ¡no puedo hacer nada para zafarme! Duele, duele mi muñeca, si sigue así me la romperá o mínimo me dislocara y mañana no conseguiré presentarme. De pronto su mano se desliza entre la línea de mi trasero introduciéndo sus dedos dentro de mí. - Que asco- murmulle pues mordía mi labio inferior por el dolor, así que esto sintió mi taka cuando fue violado por este hombre. No debe compararlo. Pequeñas gotitas se asomaban por mis ojos, no puedo, esto duele joder. No debo dejarme, él no debe, él no se saldrá con la suya. Desconozco cuando dedos introdujo solo siento como me corrompe por dentro, desgarrando mi interior y esos dedos se mueven como tentáculos.- ¡Es asqueroso! ¡Suéltame! –apretaba mis ojos, al igual que mordía mis labios tratando de evitar gemidos o si quiera un jadeo, no me pienso rebajar.
- Estas tan apretado, relájate.- saco sus dedos y me propino una nalgada.
- ¡Argg! –me queje por el dolor producido y de nuevo sus dedos volvieron a entrar en mi sin permiso. ¡Argg! –grite más fuerte. Siento un calor inexplicable, mis mejillas arden y un sudor frio baja por mi frente.
- Dime niño ¿te gusta? ¿Te gusta sentir mis dedos dentro de mí? Mientras más joven es el niño mejor es el culo jajajaja.- se reía pero su risa sonaba extraña, como vacía. Sus dedos seguían enterrándose dentro de mí era doloroso, entonces sentí sus cadera contra las mías.
- ¡NO! –Grite algo desesperado, estoy empezando asustarme esto no me puede pasar.
- ¿Papa lo está haciendo bien? –movía sus caderas simulando embestidas y sus dedos...
- ¿Pa-pa? – Salí de mi trance estúpido y me valió romperme mi muñeca, como pude, puse mi pie entre los de Kai e hice mi cuerpo hacia atrás, consiguiendo así que cayera sobre su trasero. Me gire lanzando una patada a su abdomen para que minino se quedara unos momentos ahí en el suelo retorciéndose del dolor, lo cual paso. Subí mis pantalones mientras corría lejos de él. Mi mochila no la vi en mi asiento pero me vale caca ahora ¿Qué diablos fue eso? ¿Papa? ¿Qué cojones paso ahí? Corría tan rápido como pudiese aunque me doliera un chingo mi culo violado, me dio unos pinches arrimones bien pinches golosos no mamen me violo.
- ¡AKIRA! - me gritaron, frene incluso resbale yéndome de sentó al suelo.
- ¡SU PUTA MADRE! –me queje retorciéndome en el suelo por el golpe recibido a mi culo, a mi pobre culo.
- ¿Estas bien? - Era mi pequeño quien vino a mí. El tan preocupado se agacho a ver que me pasaba pero no puedo decirle que Kai intento violarme, no, no, no y no ¡ni vergas!
- Estoy bien.- rápidamente me levante. Disimula Reita, disimula, bonito y gordito. Tome una fuerte bocanada de aire para reponerme. Tan rápido que exhale, lo cogí de sus delicadas manos y le hice verme a los ojos.
- ¿Qué ocurrió? –me miraba asustado.
- Estoy bien solo tengo una pregunta para ti.
- ¿Qué cosa?
- Por favor contéstame, se sinceró y sé que dolerá pero necesito la respuesta.
- Si, claro.- asintió algo temeroso a mi pregunta.
- Cuando Kai te violo, te dijo alguna vez “¿papa?”
- ¿Que? –la cara de Taka no tenía nombre, se veía entre asustado y confuso. Paso unos minutos negando y de repente sus ojitos se cristalizaron. Respiro agitadamente antes de contestar. - Akira en ese momento no podía pensar en otra cosa que ser salvado por mis padres. – se soltó de mi agarre y tapo su cara, diablos, lo hice llorar, no fue bueno preguntarle aquello.
- De acuerdo, lo siento- lo abrace para que no se derrumbara en lagrimas - Lo siento lo que dije no estuvo bien, perdóname.- lo abrace protectoramente, no me gustaba verlo así, preferiría ser mil veces violado a que el llore por ese patán.
***
- ¿que diablos hice? -me regañana a mi mismo. Estoy desesperado, ¿que me ocurrio? ¿papa? ¿papa? ¿porque estas en mis pensamientos?
Tras la huiada de Akira de salon, por su metida de pata cai al suelo, no lo detuve, muchos menos le grite, solo me hice bolita abrazando a mis piernas. Me siento indefenso ¿porque?
- ¡Profesor! - me llemaron a la puerta. Un joven estudiante me tocaba esperando respuesta de mi. No quiero. No quiero que me vea asi con estas lagrimas sin sentido.
- Largate.-murmulle.
- Kai, por favor.
- ¡No te habias rendido! -Levante mi cabeza pra asi gritarle en la cara. Ahora estoy molesto por su terquedad. Aquellas lagrimas desaparecieron en mi cuello y solo algunas se atrevieron a quedarse a las orillas de mis ojos.
- ¿Porque llora? - Acaricio mi mejilla con delicadeza. No pude evitar inclinar mi cabeza persiguiendo su calor, pero al abrir los ojos para verle aleje inmediatamente su mano. Me levante prosiguiendo a marcharme del aula pero pronto senti su agarre en mi mano.
- ¡Ishihara, no lo repetire! ¡Alejate! ¡No me interesas!
- ¡Pero usted a mi si! - lleve mi mano a mis sienes comenzando a masajearlos, joder este mocoso sigue con lo mismo.
- ¡No conseguiras nada!
- ¡Y rindiendome tampoco! -tome silencio al escuchar un chillido, esta llorando ese crio rebelde.- Trate de alejarme de usted, quise ser invisible a sus ojos...
- ¡Siempre lo has sido!
- Por favor una oportunidad, haga lo que quiera conmigo. -gire a verle y su rostro se esperanzo.
- Te lo seguire repitiendo, no me interesan los crios como tu.- jale mi brazo soltandome por fin del agarre de ese mugroso crio. Escuche despues sus chillidos, poco me importan sus lagrimas, despues de pasar el arco de la puerte segui mi rumbo a la direccion, estoy desecho. Necesito bajar el calor de mi pene, es extraño, teniendo a ese crio a mi pies podria jugar todo lo que quisiese pero en cambio lo detesto. Sera acaso el amor que me da es lo que me causa asco. Es despreciable ese inmundo crio tan precoz. Solo me interesa... Ni siquiera se porque me interesa Takanori.