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Tu me ayudas con las materias y yo te enseño Amar por Alice_alii

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Notas del capitulo:

HOLLAAAA

Perdon por tardar u.u 

lo siento. retomando el tema, el cap de hoy no salio como pensaba :/ pero espero les guste y dejen reviews - tres como maximo-

el cap de hoy es de -sonido de tambores.- Aoiha y un poquitito de toraxshou.- hay un trio- jejjeeje n.n

 

Mi nombre es Shiroyama yuu, aoi para los amigos, tengo 17 años y voy en primero de preparatoria, mi vida ah cambiado desde que apareció ese mocoso, mi pequeña perdición llamado: Takashima Kouyou….

Fue hace un año, cuando iba en 3 de secundaria….

 

 

Jugaba en mi Xbox 360, haciendo “piu piu” como mi madre decía,  mi “linda” y “amorosa” madre, ¿notaron el sarcasmo?

-Yuu! Baja en este instante! –gritaba mi madre desde abajo, yo seguía en lo mío, en mi mundo donde era feliz haciendo “piu piu”. –yuu!- volvió a gritar.

-que?!- conteste amargado, mi madre me distraía, no me dejaba jugar a gusto.

-yuu, si no bajas iré a traerte de la oreja, ¿me oíste?

-si si. –le ignore, moviéndome de un lado al otro como si yo estuviera en el juego.

-deja esa puto juego! – oh sí, mi linda y amorosa madre.

-no es ningún juego!!!

-entonces que es?!

-es un aparato computarizado, capaz de hacerme divertir!!!

-no utilices juego de palabras conmigo jovencito!!!

-si, si. Como digas… ¡puto zombie! ¡muere!

-SHIROYAMA YUU! Baja en este instante!!!

-si, si. Cuando acabe mi tarea!

-cual tarea? estas en el puto juego ese!

-la estoy haciendo al mismo tiempo que juego!

-deja de decir idioteces y…! ¡voy!

Al parecer alguien llego, lo descubrí porque tocaron a la puerta. No entiendo por qué tanta existencia con que bajara…. Neee mejor sigo jugando. Todo era tranquilidad, escuchaba voces abajo, una mujer parece ser, mi madre y la señora esa, platicaban eufóricamente, yo trataba de no poner atención pero ah como repetían la palabra trabajo, un favor y otras más, hasta un nombre, ¿de quién? Quién sabe, yo solo hago piu piu.

-yuu! Hijo! Baja! –hay mi madre tan dulce como cada vez que viene alguien a la casa.

-mande! –le conteste de la misma manera, “amable y tierna”.

-puedes bajar! –seguía con el mismo tono, pero notaba como entre dientes se forzaba la voz para hablarme así.

-no puedo estoy ocupado!

-que estás haciendo como para que no puedas bajar!

-mi tarea, tengo mucha tarea!

-tarea pendejo?! Cual tarea?!–mi madre amargada estaba en la puerta de mi cuarto, ¿Cuándo subió? Nunca la  oí subir.

-esa –apunte mi mochila negra que estaba en un rincón de mi cuarto sin abrir.

-baja.- me ordeno.

-no!

-no has a bajar?

-no.

-tú lo pediste

-¡muere!.... ¿qué?... no, no, no, mama ¿qué hiciste? Estaba a punto pasar mi record! –gritaba, mi madre había desconectado mi televisor, solo vi cuando mi tele se encontraba negra y como ella traía el cable.

-baja!- me grito, subiendo y bajando el pie, por lo desesperada que estaba.

-no me obligaras.- le rete, cruzándome de brazos y viéndole directamente a los ojos.

Mi madre alzo una de sus cejas, se acerco tomo de mi oreja y comenzó a jalarme en dirección a la salida. –ah duele! –me quejaba, bajamos las escaleras, cuando llegamos, mi madre me soltó y sonrió dulcemente a la mujer que miraba nuestra sala.

-su casa es hermosa.

-gracias, y aquí está mi hijo, yuu, ella es la nueva vecina de enfrente.

-uhmm.- rodee los ojos.

-no seas descortés.- me regaño mi madre.

-no descuide, es normal en un adolecente.

-ya me puedo a mi cuarto a “hacer mi tarea”.

-no.

-pero “tengo mucha”.

-dije que no. primero escucha a Hana.-apunto a la mujer de cabellera castaña.

- mi nombres es Hana, como dijo tu madre, me dio la curiosidad de saber si vas a la escuela que esta a una cuadras de aquí.

-al colegio San Juan? –Asintió la mujer –si, ¿Por qué?

-bueno lo que pasa es que yo trabajo desde las 6 de la mañana y salgo hasta las 6 de la tarde…

-y eso que tiene?

-pues que tengo un hijo y quisiera saber si tu puedes llevarlo.

-porque no se lo pide a su esposo?

-mi esposo trabaja conmigo, los dos no estaremos al pendiente de el.

-ummm no creo que haiga problema, solo será caminar, llegamos y el que el vaya a su salón solito, fin de la plática ¿me puedo ir, mama? Es que en verdad tengo mucha tarea.

-ese es el problema.

-Que? Hay no me diga….-asintió la mujer con una sonrisa apenada- ¡no, me niego, todo menos eso!

 -yuu solo es…

-¡No! ¡tu bien sabes mama que odio a los niños!

-hay por favor yuu –sonreía la mujer asiéndome unos ojitos de perro mojado, como los que yo hacía para mis berrinches.

-¡no es no! – me fui de ahí, pero mi madre me tomo del brazo, para llevarme hasta la cocina arrastras.

-vas a hacerlo –susurro mi madre con ese tono de voz enojado.

-no.

-que lo vas a hacer!

-que no!

-que si!

-entonces cuídalo tu!

-yo no puedo, tu sabes que trabajo todo el dia.

-pero mama?

-yuu!

-no lo voy hacer, y no lo voy hacer.- me gire para irme.

-si lo haces, te dejare ponerte el pedazo de metal que tu quieres.- me detuve, me voltee mirándole entre cerrado mis ojos, que convenenciera, chantajista era mi madre.

-enserio? –creo que me convenció.

-ujum!- sonreía maliciosa, me dio en el punto.

-todos los que quiera? –debo sacar provecho de esto, una oportunidad así nunca regresa. Mi madre bufo y luego asintió.- y me darás dinero para hacérmelos?

-si aceptas el trabajo, la mujer te pagara.

-enserio?

-si, ella dijo que te pagaría, así que de ese dinero los compras.

-bien…-sonreí.

 

-cuando y donde? –pregunte saliendo de la cocina con una sonrisa de oreja a oreja. Mi madre por supuesto estaba enojada, hace mucho que había pedido hacerme un percing pero ella no me dejaba.

-muchas gracias, yuu. Te lo agradezco de corazón.

-si, si.

-bueno, no se si te dijo tu mama, pero a mi pagan por quincena, te pagare con 1000 yenes, ¿Qué te parece?

-perfecto.

-me alegra, bien este es mi hijo. ¡Shima!- hablo la mujer dulcemente volteando a ver al sofá, vi una pequeña cabecita, corrió hasta su madre y la abrazo por las piernas, ocultándose detrás de ella.- hay disculpa pero es que es muy tímido con la gente nueva.

-no descuide, todo está bien.- puta friega que me llevare con el mocoso ese.

-su nombre es Takashima, pero le llamamos mas por Shima.

-ujum.

-porque no suben y lo invitas a jugar.-dijo mi madre con esa sonrisa maliciosa.

-no creo, mama. Estoy muy ocupado. –no dejare que un mequetrefe de 5 años juegue, con mi Xbox.

-shima sube con yuu a jugar –me lleva el payaso.

Mi madre con esa sonrisa estiro su mano, el pequeño shima salió de su escondite  con un robot entre sus manos, con una de ellas libre y la otra abrazando al muñeco ese, tomo de la mano de mi madre, poco a poco lo fue acercando a mi.-vayan arriba a jugar. Yuu  cuídalo.

-si, vamos.- se voltee y me dirigí a las escaleras – que esperas.- le llame al ver que este seguía en el mismo lugar. Hice un ademan con mi mano y el pequeño corriendo se acerco, subimos las escaleras hasta llegar a mi cuarto.

El pequeño llamado shima miraba todo el lugar, de arriba abajo, de izquierda a derecha. Inspecciono todo y a todo me refiero que hasta vio mis calzones ahí tirados. Me fui a mi escritorio, tome asiento y fui a buscar la supuesta tarea que me dejaron, revise cuaderno tras cuaderno, dándome cuenta que si tenía tarea, prendí el computador y comencé a hacer mis investigaciones.

-cómo te llamas? –le oí hablarme. Me voltee buscándolo, no le encontraba pero en eso sentí un jaloncito en mi camisa negra, me gire para el lado contrario y ahí estaba.

-no asustes a la gente así.

-lo siento-bajo su cabeza, abrazando al juguete.

-mi nombre es yuu.

-yuu? Que no yuu es nombre de niña.

-vuelve a decir eso y te lanzo por la ventana.- asuste al pequeño pues salió corriendo.

1…2….3

-¡Shiroyama!

Si, y ahí esta.

-mande?!

-porque le dijiste eso?!

-lo siento!!!

-quieres el percing si o no?!

-siii!

-entonces?

-ya voy! –baje las escaleras para verme con el niño que lloraba entre los brazos de su madre. –lo siento no fue mi intención asustarlo, pero es que no me llevo muy bien con los niños.

-entiendo.- sonrió melancólicamente la mujer.

-trata de llevarte bien con el, yuu.- dijo mi madre.

-lo se.- busque entre mis bolsas del pantalón, cuando lo encontré me puse de cuclillas.- lo quieres? – saque un dulce, el niño como todo amante de los dulces se acerco y me quito el objeto, fue con su madre y le abrió el dulce, para que shima lo consumiera…

-nosotros nos vamos.-dijo la madre, tomando a shima de su manita.

-fue un gusto tenerte.- agradeció mi madre.

-toma yuu.- me extiende su mano con unas llaves.- son las llaves de mi casa.- las cojo y guardo en mi pantalón.- Nos vemos.

Hana y shima se fueron, mi madre me obligo a ir  a despedirlos, Hana nos despidió con un beso en la mejilla, mi madre se inclino y el pequeño shima la imito, dándole un dulce beso como cuando yo era pequeño, el tomo de mi pantalón y jalo, con pereza me puse de cuclillas y fui recibido por un besito cerca, muy cerca de mis labios, mis mejillas tomaron cierto color. Shima salió corriendo con una sonrisa angelical y haciendo un ademan con la mano.- adiós, yuu.- me dijo.  La madre le tomo de su manita y cruzaron la calle…

 

Al día siguiente me levanto, me visto con el uniforme de la escuela, tomo mi mochila con los cuadernos llenos de tarea, bajo y desayuno…

Salgo de mi casa, cruzo la calle y entro en la casa, subo por las escaleras y veo que en una de las puertas hay una con dibujitos pegados, ese debía ser el cuarto del pequeño, me acerco y abro con mucho cuidado. El cuarto estaba lleno de dibujitos, crayolas y en especial muchos juguetes y peluches, de todos los tamaños y colores. Shima se encontraba en su camita, durmiendo plácidamente. Dejo mi mochila en la entrada y voy con el.

-shima, shima.- le muevo, el pequeño abrió sus ojitos, se sentó en la cama blanca y suave con un bostezo, tallando sus ojitos. El niño no me dijo nada solo se levanto se puso unas pantuflas de pato y se fue a su baño. Me tumbe en la cama y espere lo suficiente. Shima salió ya con su uniforme, su cabello mojado, parece ser que se baño, se sentó en un banquito que estaba enfrente de un tocador, el se quedo mirando ahí.

-no me vas a peinar?

-tengo que hacerlo?- pregunte con flojera, no quería levantarme.

-si.

Suspire perezosamente me acerque cogí un peine y le comencé a peinar, sus cabellos eran suaves y desprendía un olor agradable. Le di pan tostado para desayunar –no sabía hacer otra cosa- al acabar el fue por su mochilita, y yo agarre la mía que traje antes de bajar a la cocina. Salimos de su casa no sin antes cerrar con llave. Cerré el portón y cuando me voltee el pequeño me tenia de la mano.

-¿pero que?

-mama dice, que nunca debo salir sin tomar la mano de mi cuidador.- respondió inocentemente el niño, alzando su cabecita hacia atrás para verme –yo era muy alto-. Suspire, apreté un poco su manita y nos fuimos al colegio. La gente me miraba un poco extraña, gran parte me conocía y nadie sabía que yo tenía un “hermanito” o algún “primito”.

Shima miraba por todos lados, admirando el nuevo lugar y yo por mi parte apresuraba el paso. Por fin llegamos al edificio de primaria, subimos y nos encontramos con millones de mamas y papas despidiendo a sus hijos, yo con esa vergüenza subimos por las escaleras hasta llegar a su salón –joder, porque te toco de los últimos.-

Una maestra recibía a los niños, me acerque y deje a shima, la mujer se me quedo mirando de manera fea.- ¿qué?- le dije molesto, la mujer negó y saludo a shima, yo por mi parte me fui, pero shima me grito.- adiós, nii-san.- le escuche, yo me morí de la vergüenza, sentía que todas las miradas iban para mí, me voltee y le di un ademan y ya  después salí corriendo.

Mientras caminaba la gente que hace unos momentos me vio, murmullaban a mis espaldas.

-hola!- un amigo llamado Reita llego recibiéndome con un abrazo –típico de el-la gente no dijo cosas como si éramos gays, todo el mundo en la escuela lo conoce, no sé de nadie que no sepa de su existencia.

-hola.- le salude.

-oye no es por meterme en tu vida, pero ¿Quién era el pequeño?

-un vecino.

-ahora eres niñera.-dijo burlón.- ¡Auch!-le di un codazo.- lo siento.- lloriqueo, eso a veces era molesto.

El tiempo paso y de apoco me fui acostumbrando a ir a dejarlo desde las 8 de la mañana, eso era bueno me saltaba una clase, claro el primer día me regañaron por  irme de pinta, pero cuando les comente de que tenía que dejar al pequeño y alistarlo  -cosa que en realidad el lo hace solito-, me dieron un permiso especial,  ahora me levantaba a las 7 de la mañana, me dedico 20 minutos para alistarme y luego otros 20 para el pequeño y 10 minutos de transcurso. Siempre llegamos por suerte un minuto antes, que beneficios es cuidar de un infante. Todo cambio en muchos aspectos, ya tengo como 6 percings en el cuerpo y otro dinerito de sobra, para salir con algunos amigos o sino para videojuegos. Además no todo han sido lujos, aprendí a querer a shima y a los niños –ya que los odiaba con todo mi ser-, a dejar mi orgullo y jugar a las escondidas entre el y yo o algunas veces que venían sus amigos, era divertido y más cuando akira, llegaba y jugaba con nosotros.  Están divertido, a pesar de ser ya un viejo de preparatoria…

 

 

-Ahh!...ummAHhh!

Shima daba saltitos encima de mí desnudo, solo con esas calce titas blancas, con sus mejillas encendidas, sus cabellos largos pegándose a su piel pálida y sudada, apretando sus ojitos, derramando sus lagrimas gruesas mientras de su boquita entre abierta gemía, una que otra vez yo también lo hacía, sentir sus paredes tan estrechas sobre mi miembro era tan deleitante. Me encontraba en mi sofá con las piernas un poco abiertas y shima encima de mis muslos, dando los saltitos…. No se cuando sucedió, pero termine enamorándome de este mocoso…. Y todo empezó por ese día, en el que le hice lo peor…

 

 

Mis amigos de secundaria, tora, shou y nao, vinieron a  mi casa con cervezas, por lo tanto yo deje a shima jugando en mi recamara para que no viera el mal ejemplo y las estupideces sexuales que hacían ellos, pero al maldito se le ocurrió salir porque tenía hambre –no lo culpo-, le hice un sándwich y este se lo comió en la cocina, por supuesto ellos se burlaron por ser de niñera, yo me enojo y proseguimos con beber, ya me estaba afectando un poco por lo que lo deje, no puedo aparecer ebrio, mi madre me mata y sin mencionar que ya no tendré trabajo.

Shima regreso diciendo que no alcanzaba una cajita de jugo por lo que fui por él, cuando lo baje de la alacena y me gire para dárselo este no estaba por lo que me preocupe, le escuche decir mi nombre, deje el zumo y corrí a ver qué sucedía, tora  ebrio lo jalaba de su manita acercándolo a su boca, por supuesto me enoje y lo quite de sus garras, cargándolo, y tora se enojo.

-hay no me digas que es tu novia- dijo ebrio.- porque no lo besas yuu.

-yo no me meto con menores de edad como tu tora, que solo buscas cualquier cosa en que poder meterlo.

-gallina.

-no soy ningún gallina.

-cuak cuak.- imitaba el sonido del ave esa. Mi orgullo es demasiado grande, al igual que mi prestigio, me senté en el sofá, acomode a shima en mis piernas y lo bese. Cuando me separe mi pequeño tenía su  carita rojita. –Ahora follatelo.- abrí mis ojos como platos, no puedo hacer eso, es un menor de edad.- gallina.- dijo sonriente, mientras sus amiguitos de al lado se reían e imitaban el sonido ese.- te llamaras de ahora en adelante: gallina hahahha.

No podía dejar que se burlaron,  recosté a shima en el sofá y lo desnude, importándome que fuera lo que me digiera mi pequeño, cuando lo desnude me acerque a su oreja, donde daba mordiscos, lengüetazos y unos que otro beso.

-ah!...ah!! umm – mi pequeño lloraba, ¿que estaba haciendo?

No me detenía, lo seguía besando, apretando de sus tetillas rosadas, tocando su piel de bebe y pálida, escuchando sus gritos de dolor y los gemidos que salían por mis caricias, mire su péqueña entrada, no podía hacerle eso pero tora repetía aquella palabra en mi cabeza que hacia que continuara, lleve tres de mis dedos a mi boca y los ensalive los suficientes, para luego introducir un de ellos- AH!!- shima arqueo su espalda, le dolía demasiado, dos, el gritaba mas, suplicaba por que me detuviera, tres y sentí que lo rompí, me dolía verle así, pero era más grande mi orgullo y continúe. Saque mis dedos de su entrada, shima respiraba agitado, lleve mis manos a mi cinto y lo quite al igual que abrí mi botón y cremallera. Saque mi miembro que ya estaba duro, -me puse duro con tan solo verlo y maltratarlo- me masturbe un poco y luego tome las piernitas de shima, las coloque alrededor de mi cadera. Mi shima miraba asustado lo que pudiera su suceder, había una gran diferencia entre nosotros, tome mi miembro y lo dirigía a su entradita.- ¡AHHHH!!- shima se arqueo por completo, apretó del sofá, escuchaba sus quejidos, me era doloroso el verle sufrir, me dolía ahí abajo también, estaba muy apretado, ya eh tenido varias experiencias con varias chicas y una que otra virgen pero esto no se comparaba con la estreches de esas chicas, era como si me la fuera arrancar.

Escuche un sonido singular, me voltee y vi como los tres se masturbaban, reteniendo sus gemidos. Shou el más pequeño de nosotros que iba un año  menor que nosotros -2 de secundaria- dejo de jalársela, para hincarse a las piernas de Tora, separo las piernas y tomo el miembro de tora, tragándoselo por completo.- si, sigue así mi putita.- le oía decir tora,  este tomaba de los cabellos rubios a shou, jalándolo, obligándolo a comérselo mas, escuchaba las arcadas que hacia shou por el sobre esfuerzo de meterse aquello, ¿cómo era que podía engullir todo eso? Al parecer tora se corrió, hasta mancho la cara de shou, lo descubrí por que shou se limpio el rostro y luego se lamio su mano con sensualidad provocando mas al hombre. Tora se lamio los labios y se palmeo las piernas, shou obedeció como toda la putita que era, no sin antes quitarse los pantalones. Tomo aquello ya encima de tora y lo guio a su entrada, que ni siquiera llego a bajar y este ya estaba dando saltitos, abrazando a tora, ocultándose en el cuello, nao por su parte se levanto, rodeo el sofá y fue a donde estaban los dos, acaricio la cabeza de shou y este le miro unos minutos, luego comprendió el mensaje, abrió su boca y nao metió su anatomía, gimiendo por el por pacer que le daba el pequeño.

-Umm…uhmmm uhmm..- shou no “gritaba” como de hace rato por lo que tora se enojo un poco y le dio una nalgada.- ahummm.- no pudo sacar el miembro de nao, su grito se oyó raro pero a tora le gusto pues le dio otras mas. Tora sonreía y con su cabeza me hiso un gesto, el que yo entendí: “porque no lo estas follando”.

-mire a shima, miraba la escena al igual que yo, cogí el rostro de shima y lo hice voltear, me acerque y le bese, fui a su oído y le susurre.- lo siento.- comencé a moverme con un vaivén, escuchando los gritos desgarradores de shima. Movía mi pelvis no tan bruscamente como para lastimarlo más. El cuerpo inexperto de shima se corrió rápido por lo que hiso que la tortura terminara más rápido…

Los tres animales esos se fueron, limpie mi casa, y cargue a shima, quien se quedo  dormido en el sofá, lo lleve a mi cuarto y lo deje descansar cuando despertó me le acerque.

-no te hare nada. Lo que te hice y lo que vistes no debe salir de nosotros. Es un secreto.- asintió el pequeño repetitivamente.- si le dices a mama o a papa se van a enojar mucho conmigo y nos van a separar.

-no, yo no quiero que me separen de ti.

-entonces no digas nada.

-ni a nicolas.- se referia a su mejor amigo.

- ni a el, nadie debe saberlo, es un secreto entre tu y yo. Ok?

-si.

-ven vamos a bañarte….- lo tuve que cargar y lo lleve a la tina.

 A la mañana siguiente ni me dieron ganas de ir a la escuela a dejarlo. No fuimos ninguno de los dos, como a eso de las 10 de la mañana tocaron a la puerta, fui a ver quién era y me tope con la sorpresa de encontrarme con shima, que traía su uniforme y los cabellos despeinados.

-porque no me recogiste?- dijo triste shima.

-lo siento, no me sentía bien.- sonreí.

-no le dije nada a mis papas.

-bien hecho.

-quiero jugar twister.

-twister? Bueno vamos.- shima entro a la casa, sentándose en el sofá con cierta incomodidad en su trasero debía dolerle aun, y como no. Shima se sentó paciente, esperando a que yo regresara con el famoso tablerito con círculos de colores. Al llegar, shima me dijo: no vamos a jugar twister?

-si vamos a jugar, aquí lo tengo.-enseñe el juego ese.

-no, yo quiero jugar twister como mama y papa lo hacían en la noche.

-hahhahahahhahahah.- estalle en carcajadas en tan solo pensar en aquello, aun no puedo asimilar como los padres aun utilizan ese de “jugamos twister” hahahaahh……. Mi sonrisa se borro y mis mejillas tomaron color rosado, él quería que él y yo jugáramos twister eso significaba que…. -“Este tipo quiero sexo”-

 

 

 

Con el paso de las “violaciones” shima aun no se acostumbraba, por lo general era yo el de la iniciativa, aun asi sabia en fondo que a mi shima le gustaba y aceptaba cada vez que se lo proponía, pero el acostarme con un menor era un delito, lo sabía muy bien y cada vez que terminábamos de hacerlo la culpa me mataba, habían veces en las que quería terminar con esto, pero verlo sonreír, el oírle decirme “te amo” o “te quiero” me hacían caer a sus pies. Siempre me mato mentalmente por ser un pedófilo pero el verle me provoca y crea en mí un sentimiento de querer amarlo y nunca soltarlo…

Una linda historia de amor se creó con el tiempo

Notas finales:

que les parecio?

espero haya entendido como va la cosa, ya que un cacho inicia en el tiempo actual, luego cambia al pasado, luego regresa al actual y regresa al pasado (?) si muy confuso, espero le hay agradado, ya mañana metemos a ruki y reita, y al personaje que tanto desean ver n.n creo yo.... 

neeee espero les haya gustado -siento que le falto, nose- pero aun  asi dejen un review, n.n bye bye


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