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Azul por Pandora_Von Christ

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Notas del capitulo:

¡Hola!

He aquí un nuevo capítulo. Sé que me tarde un poco más de lo acordado, así que por ello pido discultas de antemano! ^^

Sin ser más, que lo disfruten!

Al principio, Loki había estado contento al quedarse completamente solo en la biblioteca la mayor parte del día, explorando libros de historia y ciencia,  riéndose de vez en cuando al descubrir cuan atrasados los Midgardianos se encontraban.

Tras aburrirse fisgoneando por la mansión, buscaba a Tony y se sentaba en el otro extremo de cualquier habitación en la que él se encontrara, mirándole con el ceño fruncido. Había hecho pocos intentos en tratar comunicarse con alguien; incluso  Tony, las dos primeras semanas, aparte de una que otra extraña palabra, también había recibido su frío trato. Sin embargo, la mayoría de sus gélidas miradas aún seguía reservándolas para Thor.

Si Thor entraba en una habitación, Loki se marchaba. Si Thor intentaba hablar con su hermano, este le ignoraba completamente o lo despedía con un gesto de su mano. Ante la incómoda situación, Thor había decidido consultar a Tony sobre la mejor forma de acercarse a su hermano.

—No sé qué puedes hacer si realmente no quiere hablar contigo —le contestó Tony mientras se sentaba en la desordenada sala junto a Bruce—. En este momento escasamente habla conmigo.

—Esta situación es intolerable —respondió Thor—. La atmósfera que crea no es una  agradable para vivir.

—Tengo que admitir que en eso tienes razón —dijo Tony.

—Es un gran cambio para él y tú ya sabes lo que se siente —añadió Bruce—. Creo que tienes que darle un poco de tiempo para que lo asimile.

—Cuando yo fui mortal, no actué de la manera en que Loki lo hace.

—Sí, pero  tú no estabas embarazado —contestó Tony, y luego dijo—. Wow, nunca dejará de sonar extraño decirle eso a un hombre.

—Eso es cierto —respondió Thor, desviando la mirada, pensando—, pero esto no puede continuar así por más tiempo. Ahora mismo tendré unas palabras con mi hermano.

—No creo que esa sea una buena idea —dijo Bruce—. No te escuchará en el estado de ánimo en el que se encuentra.

—En ese caso simplemente tendré que hacerlo escuchar —indicó Thor, quien luego se dio la vuelta y abandonó la habitación.

—Esto no va a terminar bien —dijo Tony, y tanto él como Bruce saltaron de sus asientos y corrieron tras Thor.

****


Cuando Thor entró en la biblioteca encontró a su hermano de pie junto a un estante leyendo la parte posterior de un libro. Al advertir su presencia, una mirada de furia apenas contenida cruzó el rostro de Loki. Esta era una mirada que cada uno de Los Vengadores ya conocía, por ello mientras Tony entraba en la habitación, seguido de Bruce, el único pensamiento que cruzó su cabeza fue un “Oh mierda”.

—Fuera —dijo Loki, extendiendo su brazo; sus dedos se movían levemente, un gesto inconsciente que en el pasado habría conjurado verdes llamas pero que ahora no hacía nada excepto exhibir su inmensa irritación.

—No hermano, tenemos que hablar —contestó Thor.

—Dije QUE TE FUERAS —respondió, alzando la voz en tono y volumen con cada palabra.

—Thor, no creo que esta sea una buena idea —dijo Bruce, situando su mano en el hombro del rubio,  a lo que Thor simplemente la apartó, restándole importancia, y una vez más respondió—: ¿Hermano, que ha pasado con tus modales?

—Quiero estar solo,  en este momento no me interesa la ansiedad que me causa el estar cerca de ti —dijo Loki secamente, poniendo el libro de regreso en la estantería y pasando una de sus manos sobre su vientre, halando deliberadamente la holgada sudadera que llevaba lo suficiente como para poder visualizar la curva de su estómago—. Es bastante obvio que te importa muy poco la salud de mi hijo o de lo contrario no estarías aquí.

Thor lo miró mientras cruzaba la habitación en dirección hacia donde Loki se encontraba. Esperando aligerar el ambiente sonrió y le dijo bromeando—: Hermano, no deberías hacer eso, es bastante indebido.

Tras la respuesta, el pelinegro levantó la mano y la dejó caer, pretendiendo golpear a su hermano con fuerza en el rostro; pero tras años de batalla los instintos de Thor se habían agudizado finamente, por lo que manoteó la mano antes de que esta se conectara con su mejilla.

Loki gritó de dolor, cayó de rodillas y se inclinó, gimiendo mientras acunaba su herida mano contra su pecho.

—¡Loki! —gritó Tony corriendo hacia donde el pelinegro  se acuclillaba en el suelo, meciéndose hacia adelante  y hacia atrás en rodillas, llorando de dolor. Después se arrodilló a su lado y le pasó un brazo por la espalda.

—¿Por qué demonios hiciste eso? —le preguntó Bruce a Thor, mientras se movía en dirección a Loki—. Sabes que ahora es humano.

—Lo siento, fue sin querer —dijo Thor—. Loki, perdóname, yo no quería lastimarte. Olvidé que no podías hacerme daño.

—¡Cállate, Thor! —gritó  Loki, incapaz de contener sus sollozos.

Bruce situó una de sus manos en el hombro de Loki, se arrodilló junto a él y le dijo—: Déjame ver.

El asgardiano levantó su temblorosa mano. Ambos dedos estaban doblados en extraños ángulos y lívidas contusiones empezaban a formarse en su muñeca y en la palma de su mano. Tony y Bruce se encogieron de dolor  en respuesta ante la dolorosa imagen. Loki se quejó de dolor al ver sus destrozados dedos e inclinó la cabeza en el cuello de Tony, quien levantó la mano y la pasó sobre la cabeza del dios, rosando sus dedos por su suave cabello en lo que esperaba fuera un gesto reconfortante.

—Tenemos que llevarte a la enfermería —dijo Bruce—. ¿Puedes caminar?

—Yo lo puedo llevar —contestó Thor, sintiendo una mezcla de culpa e inutilidad.

—¡No! —gritó Loki—. Creo que ya has hecho suficiente, Thor.

Bruce y Tony se levantaron, uno a cada lado de Loki, ayudándole a ponerse en pie.

—¿Estás seguro de que puedes caminar? —le preguntó Tony.

—Estaré bien —respondió Loki  y dio un pequeño paso. Tambaleándose un poco, continuando hasta salir de la habitación con Tony y Bruce sosteniéndolo a cada lado, dejaron a Thor completamente solo en la biblioteca.

****



—El dolor es diferente en este cuerpo —dijo Loki, secándose con la palma de su mano izquierda una extraviada lagrima que rodaba por su mejilla  mientras esperaba sentado en una camilla con su dañada mano derecha apoyada sobre una almohada—. ¿A dónde  ha ido Tony?

—Fue a buscar un médico —le respondió Bruce—. Me ofrecí a ir a buscarlo  para que así él pudiera quedarse aquí contigo, pero ya sabes cómo es Tony. Cualquier trabajo importante puede hacerse diez veces mejor si es él quien lo hace.

—¿Y qué hay de ti? Tú eres un médico, ¿no? —le preguntó Loki, luciendo un poco preocupado.

—Yo soy físico, no médico —dijo Bruce—. Los verdaderos médicos se niegan a tratar con Tony si pueden evitarlo.

—Oh —respondió Loki abatido—: ¿Te quedarás conmigo hasta que regrese?

—Creo que puedo hacer eso —dijo Bruce, viéndose un tanto sorprendido porque  alguien que hacía sólo unas cuantas semanas estaba lanzándole contra edificios estuviera ahora solicitando su compañía.

****


Habían sido necesarios dos médicos bastante aterrados a quienes Tony prácticamente  había arrojado en la habitación para tratar su destrozada mano. Ambos dedos estaban gravemente dislocados, uno incluso estaba roto, y mientras los médicos los enderezaban y entablillaban, Loki había rechazado toda la medicación para el dolor que habían tratado de suministrarle, creyendo que esta podía tener efectos adversos en su niño en gestación.

Después de la intervención, el dios había ido directamente a la cama; pero horas más tarde, al escuchar la puerta de su habitación abriéndose con un clic,  Tony se dio vuelta sobre su costado y vio su inconfundible figura reflejándose en el suelo gracias a las luces en el pasillo.

—Hey, ¿qué pasa? —le preguntó Tony.

—No podía dormir.

Sabía que nunca se lo pediría así que le preguntó—: ¿Quieres meterte aquí conmigo?

Lo dudó por un momento, pero luego cerró la puerta y se abrió camino a través de la habitación. Tony retiró las sábanas de la cama y esperó hasta que Loki se hubiera subido en ella antes de tirarlas de nuevo sobre su cuerpo.

—¿Cómo está tu mano? —le preguntó, mirando el ancho vendaje envuelto alrededor de sus dañados dedos.

—Me duele mucho —dijo Loki—. No estoy acostumbrado a la sensación.

—Debe ser muy difícil para ti.

—En el pasado, mi magia habría curado esto inmediatamente —contestó Loki suspirando—. El dolor me recuerda que ya no soy lo que una vez fui.

—Sabes, Thor está realmente arrepentido —le dijo Tony, perfectamente consciente de que Loki había sido bastante afortunado, ya que si Thor le hubiera golpeado con toda su fuerza habría destrozado cada hueso de su mano—. No fue su intención lastimarte.

—Estoy seguro de que Thor nunca ha querido lastimarme, y sin embargo, siempre termina haciéndolo

—Las cosas son diferentes ahora, deberías darle una oportunidad.

—El que ahora este indefenso no significa que le odie menos —dijo Loki agriamente  y después se volteó, dejando simplemente su esbelta espalda en frente de Tony.



****


Tras aquella noche, Loki se había trasladado de manera permanentemente a la cama de Tony. Al principio, Tony parecía satisfecho con la situación, hasta que descubrió que Loki no sólo acaparaba toda la frazada, sino que también tenía los pies fríos como bloques de hielo; los cuales de manera persistente situaba sobre sus piernas.

Aparte del extraño, casto beso que le daba sólo cuando Loki se dignaba a permitírselo, Tony no tenía permitido tocarle. Ni siquiera tenía permitido quejarse sobre las numerosas veces que el dios le mantenía despierto hasta la media noche con sus constantes vueltas en la cama cuando no podía dormir. Y si Loki se dormía y despertaba a las cuatro de la mañana y le exigía pepinillos empapados en Nutella, Tony tenía que proporcionárselos, incluso aunque esto significara un viaje hasta el supermercado.

El lado positivo, era que ahora se mostraba un poco más conversador con todos, pasando  más tiempo con Bruce discutiendo sobre física; hablando con Steve sobre su breve estadía en Midgard durante la Segunda Guerra Mundial, donde, solo por diversión,  había hecho aparecer en el cielo misteriosas luces verdes alrededor de los aviones de combate; e incluso platicaba hasta con Clint, con quien había estado discutiendo sobre la manera perfecta de  lanzar una daga.

Sin embargo se negaba a hablar con Thor. Thor no era un tema de conversación que abordabas en presencia de Loki, a menos claro que quisieras que te arrojaran una taza de té en la cabeza.



****



—Estoy aburrido —anunció Loki a Tony, una tarde resplandeciente.

—¿Quieres ver un DVD?

—No, quiero decir que estoy aburrido de todo, de estar encerrado aquí todo el día —dijo Loki, observando por la ventana el  horizonte de la ciudad—. Debería estar ahí afuera, tratando de asegurarle a mi hijo un reino el cual gobernar y en lugar de ello estoy aquí, viviendo con mis captores, quienes resultan ser el grupo de “héroes” más disfuncional que he tenido la desgracia de conocer. Es degradante .

—Yo también te amo —dijo Tony, levantando la vista de su periódico.

Minutos después Loki se apartó de la ventana y se dejó caer abatido en el sofá, junto a Tony.

—Parece que alguien necesita un abrazo —dijo Tony, arrojando el periódico sobre la mesa de café, envolviendo sus brazos alrededor de Loki, besando el costado de su cuello; a lo que Loki en respuesta rodó sus ojos y clavó suavemente su delgado codo en las costillas del midgardiano.  Sin prestarle atención Tony pasó su mano por su esbelta espalda, advirtiendo como podía sentir sobresalir todas las vértebras de su columna.

—Sabes, ahora estas comiendo por dos. Tal vez deberías intentar comer un poco más como Thor y menos como un gorrión.

—Estoy haciendo mi mejor esfuerzo. Este cuerpo no fue diseñado para transportar a un pasajero —contestó Loki malhumorado—. Y no menciones el nombre de ese asqueroso glotón  en mi presencia.

—Muy bien, muy bien, pero prométeme que tratarás de comer un poco más —dijo Tony, sintiéndose incapaz de resistir la tentación de molestar—. No quiero que la madre de mi hijo termine como un costal de piel y huesos. 

—Soy el padre de este niño al igual que tú. ¡No soy menos hombre que tú! —contestó Loki bruscamente, apartando a Tony de su lado.

—Claro, aparte del útero completamente funcional.

—¡Sabes que fue un error!

—¿Estás seguro, porque parece que tienes algo ahí, y creo que son tus pantis.

—¿Qué estás balbuceando, Stark! —gritó Loki, saltando del sofá, saliendo segundos más tarde furioso de la habitación.

—Oh, Loki ... —se dijo Tony  para sí mismo mientras sonreía y volvía a coger el periódico —. A veces haces que sea demasiado fácil.

Notas finales:

Eso será todo por ahora. ¡Trataré de actualizar lo antes posible!

Como siempre, dudas, errores, correcciones, sugerencias... ya saben que hacer

¡Cuídense mucho y gracias por seguir ahí!


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