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~ Casado con un hombre ~ por Monnyca16

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Notas del capitulo:

Holiwis, tarde pero seguro.

Aquí les traigo el cao 22

Disculpen si tiene errores, es que ya era muy tarde y no lo pude checar, son las 11:23 pm y se supone que ya debo estar dormida porque mañana tengo facultad u_u lo bueno es que sólo voy una hora y me regreso? LOL

Espero que les guste bastante este capítulo

Capítulo 22

 

“Estás perdonado”

 

Los guardaespaldas no estaban ahí, tampoco Tomás. Esta vez el mocoso de Nicolás tenía que enfrentar a su marido, pero el chiquillo no encontraba cómo empezar a hablar, ni mucho menos sabía si caminar hasta él o quedarse sentado en la cama que le servía de sostén a su  tembloroso cuerpo.

 

Oliver se acercó, mirando toda la habitación. Inspeccionó bien el ambiente de Nico, luego se deslizó con pasos lentos y seductores hasta el computador que justamente el crío había cerrado previamente.  Al parecer Nicolás lo había ocupado minutos antes, eso descubrió Oliver al ver que se mantenía conectada y con el foquito  en blanco.

 

El corazón de Noah se detuvo cuando Oliver por fin le dedicó una perturbadora mirada. Sólo a él, solamente lo observó a él. Una y otra vez, sin parpadear, sin hablar, sin ir hacia él. Más, un poco más potente, más profundo, inclusive cruel…

 

Cuando sus miradas se cruzaron, Nicolás pudo darse cuenta del actual estado de su esposo. Notó que Oliver estaba más delgado, que portaba ojeras, y por su rostro todo indicaba que había pasado muchos días sin afeitarse la barba y el bigote. Ese hombre sin fuerzas era lo opuesto a Oliver Yael Wolff Rudel, ese hombre era un completo desfallecido, una persona derribada…No podía ser Oliver, no podía ser el Oliver que Nicolás conocía.

 

Incrédulo por todo el cambio que su querido esposo tenía desde la punta de los pies hasta la cabeza, Nicolás se levantó con un torpe salto de la cama. ¿Lo estaba jodiendo? Porque ahora lo estaba haciendo sentir culpable. Miserable. Despreciable. Nicolás se sentía así y no podía evitar culparse de ello y auto señalarse ya que era verdad. Todo era por culpa de las estupideces de Nicolás.

 

Más torpes no podían ser los pasos de Noah, estaba tratando de acercarse a su marido para verlo de cerca ya que no podía creer el vejestorio que estaba viendo. Estando frente a él, parpadeó al mismo tiempo que los ojos se le comenzaban a llenar de lágrimas. ¿Cómo había pasado eso? ¿Cómo Nicolás podía transformar al grandioso Oliver en un vegete delgado y descuidado? Incluso se miraba más viejo que su padre.

 

Joder.

 

Todo pasó tan rápido, y fue todavía más atroz cuando Oliver comenzó a rodear al muchacho. Caminó en círculos, rodeándolo, apresándolo y haciéndolo sentir incómodo. No bastó sólo eso, el ahora debilucho le apartó la playera de un solo estirón, haciendo quedar a Nicolás completamente desnudo por la parte de arriba. La lechosa y pecosa piel del enano, se enchinó frente a los espantosos irritados de Yael.

 

Con la mano derecha extendida sobre la blanca piel, Oliver comenzó a inspeccionarlo sin verlo a la cara. Checó su espalda, su estado de salud corporal, incluso le desabrochó los pantalones para verificarle si los moretones del trasero seguían ahí o habían desaparecido, haciendo que el pequeño se sintiera peor que antes.

 

No había palabras para describir el estado crítico de Nicolás, no comprendía por qué Oliver lo tocaba así, no entendía por qué no le hablaba ¿Por qué demonios lo inspeccionaba como si sólo su cuerpo le interesara? ¿Acaso no podía escuchar que el sensible corazón de Noah se alucinaba con  sus toscas caricias? ¿No podía escuchar los constantes latidos de su corazón?

 

Cansado de tantas tonterías, Nicolás dejó caer su frente sobre el pecho de Oliver. Se golpeó con ésta una y otra vez hasta que no pudo aguantar que su garganta hormiguera y que la nostalgia le recorriera todo el cuerpo, provocando que saliera locamente en forma de lágrimas. Su cuerpo comenzó a temblar, a enloquecerse por el terrible sentimiento que le recorría las venas.

 

Oliver no lo tocó, ni siquiera inclinó su barbilla en su pequeña cabeza. No entendía, pero su enojo lo hacía comportarse de esa manera y Nico tenía que esforzarse demasiado para volverlo a contentar, cosa que el pequeño comprendió al instante. Entendiendo a la perfección la furia de su esposo, Noah lo abrazó fuerte, como si Oliver fuera un oso de felpa. Llevó su brazo derecho hasta el cuello de Oliver, y se paró de puntitas para poder alcanzar sus labios, pero no lo logró.

 

Sin ganas de rendirse, el crío deshizo el abrazo. Miró a Oliver y al notarlo sin ningún gesto que le diera ánimos para seguir, lo empujó torpemente para que el mayor quedara sentado sobre la cama. Si mal no recordaba, Nicolás estaba medio desnudo y eso podía ayudar mucho para que la reconciliación funcionara, así que fue directamente hasta donde su esposo estaba sentado y sorpresivamente se sentó en su regazo y frente a él, para mirarlo de cerca.

 

La posición era perfecta para un beso, pero Oliver no insinuaba con dárselo, inclusive  sus entrepiernas estaban al filo y solamente constaba de moverse sobre él para poder excitarlo, pero no, Nicolás no lo hizo. Oliver seguía sin responder, sin moverse, sin demostrar amor, cosa que obligó al pequeño a abrazarlo por el cuello y pegar su pequeña y pecosa nariz con la de él. Le depositó un beso ruidoso al principio, después intentó con otro más duradero, pero las cosas siguieron iguales.

 

—    Lo siento —Nicolás se disculpó. Cerró los ojos y los aplanó tan fuerte que las lágrimas comenzaron a deslizarse por sus mejillas sonrojadas —. Perdóname, por favor —musitó al mismo tiempo que le daba un abrazo fuerte.

 

Intentándolo una vez más, Nico demostró su arrepentimiento llorando con mucha desesperación, sin embargo no funcionó. Oliver no demostraba intensiones de perdonarlo y Nicolás ya no se dejaría pisotear. Ya no pensaba colgarse de su cuello y esperar a que los brazos de Oliver lo rodearan como debía ser, ya no lo besaría.  Ya no lo molestaría más.

 

Sonriendo de lado, Nico se separó de él, le acarició las mejillas y luego se secó las lágrimas con las palmas de la mano. Miró el piso y trató de bajarse del regazo de Oliver para poder ponerse de pie y salir inmediatamente de ahí, pero la hermosa y ronca voz de su esposo, lo detuvo.

—    Te extrañé.

 

Volviendo la mirada hacía él, Nicolás respiró profundo, y terció:

—    Te extrañé demasiado.

 

Cerró los ojos  y tratando de calmar el susto que se había dado, se encogió de hombros. Estaba temblando, y su rostro se había puesto  más pálido de lo normal. Se había asustado, no podía pensar en una vida sin Oliver, no podía imaginarse sin él y sin su perdón. Estaba totalmente paralizado, totalmente nervioso y su piel lo daba a conocer. Su cuerpo no dejaba de temblar y su respiración no dejaba de sonar restringida y desesperada.

 

Para unir sus cuerpos, Oliver lo abrazó con torpeza y hundió su nariz entre sus cabellos pelirrojos, respirando su aroma a niño malcriado. Extrañaba su olor, lo extrañaba por completo, y era el momento para recargar sus energías. Estar sin Nicolás lo hizo comprender que no había ninguna persona que pudiera estar al nivel de su esposo, lo hizo darse cuenta que lo amaba como a nadie amó y que lo necesitaba para poder despertar feliz a la mañana siguiente.

 

Sin Nicolás no se sentía bien, sin el mocoso no se sentía feliz… porque lo amaba sólo a él y quería que fuera para siempre.

 

—    Te quiero —el pequeño alcanzó a articular cuando notó que su cuerpo se encontraba más tranquilo, luego continuó—. Te quiero mucho, Oliver.

 

El pelinegro no dudó en sonreír. Que Nico le dijera esas palabras lo hacía la persona más dichosa del mundo.

 

—    Yo también te quiero —dándole unas palmaditas en la espalda, espetó en alto—. Me tenías tan preocupado,  estaba tan triste sin ti.

—    Ya lo comprendí, y lo siento. No tuve que ponerme de esa manera —aceptando sus celos, dejó de abrazarlo para poder mirarlo a los ojos. Tenía tantas ganas de verlo, que no desperdiciaría la oportunidad de hacerlo.

—    No quise decir tonterías, lo de tu alergia se me olvidó por los nervios y…

—    No me dejes de querer —con mucho miedo, Nicolás le pidió al otro. Ya había sufrido mucho como para imaginarse una vida sin él —. No sé qué haría si me dejaras de hablar. No puedo imaginarlo, no podría asimilarlo.

—    Correcto, pero tienes que ser castigado por ponerte celoso de la nada, tienes que ser castigado por desconfiar de mí.

—    También tienes que ser castigado por decir tonterías por mensajes y por haberme hecho llorar.

—    De acuerdo —pensándolo bien, Oliver inquirió y asentó con la cabeza—.  ¿Cuál es mi castigo?

—    No sería como un castigo, quiero que sigas mis instrucciones.

—    ¿Instrucciones? —anonadado y más que inseguro por la macabra risa de Nicolás, Yael preguntó.

 

“1.- Comer 5 veces al día

2.- Afeitarte la barba cuando llegues a casa

3.- Darle un beso a Jordana de mi parte

4.-Dormir por la noche

5.-Cumplir todas las anteriores hasta que el campamento termine”

 

Después de leer la petición del pelirrojo, Oliver se burló. ¿Tan preocupado estaba el pequeño como para pedirle que hiciera esas cosas?

 

—    Te haré el amor —inspeccionando el pecho lampiño y desnudo de su pecoso, Oliver musitó. Estaba deseoso de hacerlo suyo.

—    Aquí no, yo también quiero, pero…

—    ¿Pero qué?  —sin evitar pedir explicaciones, le preguntó al chiquillo. Había esperado tanto tiempo para hacerlo suyo y ahora el mocoso se negaba… simplemente no podía aceptar un “no” como respuesta.

—    Hay muchos afuera y no quiero que nadie nos vea ni escuche —meneando la cabeza como negación, le aclaró

—    ¿Te avergüenza?

 

Nicolás se cruzó de brazos, alarmado. Oliver siempre salía con la misma cantaleta de siempre…

 

—    El sexo tiene que ser personal, no me gusta que me vean excitado.

—    Yo te veo excitado —contraatacó el pelinegro de una manera exasperada. Cualquiera que peleara con Oliver, aunque el empresario estuviera equivocado, siempre saldría perdedor por su temible carácter irritable.

—    Sólo tú puedes verme así.

—    Antes, tus amigos vagos te miraban excitado.

—    ¿Comenzaremos una pelea? Esto es diferente —se justificó teniendo en cuenta que Oliver no se aguantaba las ganas de comenzar una discusión sin fundamentos.

—    ¿Por qué? ¿Por qué somos hombres?

 

Mirándose las manos para poder calmar sus nervios, Nicolás se paralizó. De nuevo Oliver estaba pensando cosas que no eran y sólo por no hablarle claro. Odiaba cuando su esposo se ponía como un niño chiquito, siendo que el pequeño era él.

 

—    No. No importa que seamos hombres, joder. Es sólo que… es que te quiero y para mí es algo muy privado. No permitiría que otras personas te vieran excitado, solamente yo quiero verte así.

 

Entendiendo la razón principal sin mucho esfuerzo, el de mirada grisácea, gesticuló con una gran sonrisa que por el momento era imposible que alguien lograra quitársela.

 

—    Eres muy celoso ¿lo sabías?  —le preguntó a sabiendas de que era verdad, pero sólo deseaba molestarlo, como siempre lo hacía…

—    ¿Celoso? ¿Yo? ¡Claro que no! —se negó todavía más rotundo de lo que había tramado hacerlo. No podía verse como un escuincle celoso y desconfiado…

—    No lo niegues, lo eres…

—    ¿Y tú no? Eres más celoso que yo.

—    Lo soy, soy celoso y me gusta cuidar lo que me pertenece. No lo negaré, nunca lo hago y lo sabes. Eres mío y no quiero que nadie, absolutamente nadie te toque. Envidio a Tomás por tenerte todo el día, también a los guardaespaldas, porque tú eres mío y tienes que estar conmigo siempre. Y ahora que entramos en el tema ¿Por qué tienes moretones en el trasero? Yo no te he tocado por muchos días y los que te hice se debieron de haber quitado hace más de 3 días.

—    Estaba jugando. Tomás y yo estábamos jugando a patearnos. 

—    ¿Sólo jugaron?

—    Joder, Oliver. Tomás es heterosexual…—señaló la puerta de salida de aquella habitación para insinuarle que lo iría a buscar para preguntarle directamente.

—    Tú también lo eras, ahora supongo que eres bisexual, ¿No?

—    Lo soy, soy bisexual —sin dudas, le confirmó.

—    Yo también lo soy, pero tú me gustas más.

—    Tú también me gustas más —tajantemente nervioso por lo que haría, Nicolás levantó la vista y fugazmente depositó un besito en los labios del empresario.

—    ¿Te siguen gustando mucho las mujeres?  —yendo hacia el mismo tema, Yael logró cuestionarlo para salir de sus dudas. Aquellas dudas que no lo dejaban dormir.

—    Son tiernas, pero…

—    ¿Pero?

—    Me gusta más el sexo homosexual —dijo, luego se sonrojó ante imaginarse teniendo sexo con Oliver.

—    ¿Sólo el sexo?

—    La relación —complementó.

—    ¿Y qué más?

—    Los besos…

—    ¿Sólo los besos?

—    ¿Qué quieres escuchar? —conservando su ingenuidad pelirroja, le soltó aquel cuestionamiento, dejando helado y totalmente frito al más grande.

—    Habla,  la habitación será el cubículo de la iglesia y yo el padre que te escuche y castigue por tus más enormes pecados.

—    No estamos jugando —sacando una risotada, le contestó—. Lo único que quieres es seducirme para después tener sexo, lo sé.

—    He esperado por mucho tiempo, no sabes las ganas que tengo ahora. ¿Tú no tienes ganas?

—    Vamos a hablar…

—    ¿Hablar de qué? Podemos hacer tantas cosas —se pasó la lengua por el labio inferior para darle una probadita de lo que podría disfrutar si le seguía la corriente.

—    Mejor hablemos de mi castigo —sorpresiva e intencionalmente, cambió de conversación para no verse implicado en una gran follada de muerte lenta y sudorosa.

—    ¿Tienes tantas ganas de ser castigado? —picarón, bromeó un poco con el pequeño Nicolás.

 

Los brillantes ojos azules de Nico, parecieron sonreír ante el morbo que le provocaba ser castigado por su dueño y señor, luego musitó:

—    Quizás…

—    Quiero que cuando regreses a casa, te vistas de mujer y que demos un paseo juntos, después me seducirás.

—    ¿Qué?

—    Es un deseo sexual que tengo.

—    Pero yo no te castigué de verdad…

—    Debiste hacerlo —espetó, seguro de tener las pruebas suficientes para demostrárselo.

—    Sí, ahora mismo lo haré.  Ya que tu castigo es algo muy elevado, no tendremos sexo hoy.

—    Bien, aguantaré mis ganas para cuando te vistas de mujer y me seduzcas. Créeme que lo esperaré —al escucharlo, Nicolás se puso de pie y se fue a recargar en la pared. Estaba impresionado por lo el castigo que Oliver le había puesto, ¿Vestido de mujer? ¿Eso también contaba ponerse tacones? ¿Y si se caía con ellos... y si le dolían los pies o si caminaba como bamby? —. ¿Estás enojado?

—    ¿Peluca? —Nicolás le cambió la  plática, por otra que al parecer le importaba más que su estado furioso.  Quería preguntarle sobre lo que usaría aquel día…

—    Tienes el cabello un poco largo…—sonriendo, musitó para decirle que no hacía falta comprarle una peluca de cabello pelirrojo natural…

—    ¿Tacones? —mirándose los pies, le preguntó otra de sus curiosidades.

—    Me gustan muy altos…

—    ¿Falda?

—    Vestido me gusta más

—    ¿Escote? —sus bellísimos ojos bajaron para verse los pezones descubiertos. Joder… No tenía pechos, pero ¿acaso usaría un escote?

—    Tanga…—corrigió el otro —. Me gustaría que te pusieras tanga.

—    ¿Maquillaje?

—    Delineador, sombras, labios rojos…

—    No sé caminar en tacones ¿Cómo piensas que camine en ellos? —prestándole más atención al accesorio más elemental de una mujer sexy, abrió los ojos como platos. Al parecer estaba muy preocupado por usar tacones.

—    Te mandaré unos para que practiques…

—    Oliver, ¿y si me caigo?

—    Te sostengo…

—    Y si… ¿y si se me levanta el vestido?

—    Mejor para mí…—dándole una leve mordisqueada a su labio inferior, lo hizo calmarse por esas cosas tan insignificantes para él.

—    ¿Caminaremos mucho? —Oliver asentó con la cabeza, diciendo que sí, luego sonrió—. ¿Qué pasa si no me veo atractivo? Ya sabes… quizás no me queda nada y…

—    Tienes cara de mujer ¿Cómo no te quedaría?

—    ¿Cara de mujer? Yo siempre pensé que tenía rostro pequeño, pero nunca pensé que tuviera aspecto de mujer…

 

Después de ese comentario, Oliver tuvo que soportar la histeria de Nicolás ya que  éste no podía creer que tenía cara de niña, pero después de tres horas lo superó. Esa noche no hicieron el amor por berrinche de Nicolás, pero Oliver recargó sus fuerzas para volver a casa.

 

Al día siguiente y por la noche, Nicolás encendió la computadora porque su esposo le había molido todo el rato para poder conversar. Oliver no comprendía que Nico debía pasarla con sus amigos en la fogata, cocinar salchichas y quemar bombones…fue por eso que Nicolás lo hizo esperar dos horas para poder hablar por la cámara. Así que después de cenar salchichas y quemar muchos bombones, Noah regresó a su recamar, y justo en ese momento estaba viendo el rostro ya normalizado de Oliver. Al parecer, el empresario le hizo caso y siguió sus instrucciones.

 

—    Te ves mejor —para iniciar una conversación, el chiquillo sonrió y continuó—. Gracias por esperar, tenía que cenar y estar con mis compañeros del salón.

—    Esperé por 2 horas —con un gesto amargo, le contestó.

—    Lo sé…

—    Es culpa de la lejanía, del maldito campamento. Me tiene hasta aquí —arguyó tenazmente al mismo tiempo que con su dedo índice  se señalaba la garganta para dar a entender que la situación lo tenía hasta el tope.

—    Te cantaré una canción, así que no te enojes más.

 

Y así fue, el chiquillo pelirrojo le cantó una canción que le había gustado desde hace más de cuatro años y que pertenecía a su repertorio de mejores acústicos: An deiner Seite (ich bin da), misma que en inglés, se encontraba como “By your side”. Luego le cantó más que también se unían a su lista musical, listado que ensayaba para poder cantar mejor y ciertamente, también aprender a manejar mejor la guitarra.

 

Sabía tocar la batería, el piano, la guitarra eléctrica y obviamente la guitarra tradicional, incluso hace algunos días buscó por internet videos tutoriales para aprender a tocar mejor el violín, y por el momento se podría decir que no aprendió mucho de ese instrumento, pero si por alguna razón le llegaran a preguntar sobre alguna cuerda de violín, él sabría contestar correctamente.

 

Al paso de los días, las pláticas por chat y cámara se volvieron más íntimas, al grado de tener mucha más confianza. Por medio del Skype llegaron a mostrarse sus penes erectos, a sus hijos, incluso Nicolás le mandó besos por medio de esa red social. Ya no les parecía incómodo hacerlo, ahora lo veían natural y cien por ciento cotidiano ya que al fin y al cabo ya se conocían lo suficiente como para hablarse de la manera más guarra, o pura que quisieran.

 

Cada noche se miraban por cámara, y todas las mañanas y tardes se mandaban mensajes o se llamaban para poder escucharse. Oliver lo molestaba demasiado últimamente, y es que no podía aguantarse las ganas que tenía que verlo vestido de mujer. Esos días de “Campamento” lo que Nicolás más practicó fue el “andar con tacones altísimos”, zapatos de hembra que Oliver le había enviado justamente al día siguiente de haber ido al lugar donde el crío se encontraba.

 

El empresario pasaba el día, la tarde y la noche imaginando al mocoso vestido de mujercita. Lo imagina maquillado y con altos tacones de buen material. Ese día sería épico, el más gracioso de toda su vida y el más sexual de toda su historia. No podía esperar más y lo mejor era que faltaban pocas horas para que Nicolás volviera a casa y ciertamente, se vistiera de mujer. Nicolás se convertiría en una fémina muy especial y sexy…

 

 

***

 

 

El día indicado llegó y mientras Oliver lo esperaba en la sala, Nico entró a su enorme mansión familiar. De un salto, Yael se levantó del precioso sillón de cuero negro para después de darle la bienvenida con un beso, enseñarle la ropa que había comprado para él…

Notas finales:

¿Qué ondis? ¿qué les pareció? por cierto, un saludo a todas las personitas que me dejaron comentarios en el cap anterior. 

El máximo de comentarios que hay en la historia es 17 ¿rompemos el record? xDDD 

Ahora ¿Qué más pasará? ¿Cómo seducirá Nicolás a Oliver? ¿Cómo lo vestirán cuando haga su cambio de hombre a mujer? ¿se verá lindo? ¿cómo te lo imaginas tú? aawww

Dejen su amor

Una última cosita:

Necesito un favor enorme. Una amiga está concursando para ganarse una beca y un pack para su cachorro "Pepsi" Todo es obra de la Universidad y de la Facultad de psicología (en donde estudio) Aquí les dejo los links, son sólo dos likes, porfaaa!!!! ayuden : https://www.facebook.com/photo.php?fbid=691995674156173&set=a.691845494171191.1073741843.602326403123101&type=1&theater Posteriormente darle like a la página organizadora que es una federación en pro de los animales https://www.facebook.com/UANLanimalia

 


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