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Rescatame por alexriden02

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Notas del capitulo:

Hola mis  lectoras

Lo sé, prácticamente desaparecí de las actualizaciones. Me disculpo, no planeaba desaparecer prácticamente un mes, el tiempo paso tan rápido que me fue difícil creer que había pasado un mes.

Bueno, dejando de lado mi tristeza al ver que paso un mes y tengo pilas de proyectos e investigaciones que revisar… de solo recordarlo me deprimo.

Vale, aquí va otro capítulo.

 

– ¡Sonrían! – pidió el fotógrafo a los dos hombres.

 

Los labios de Yunho se torcieron de costado al ver como Changmin pasaba su brazo alrededor del hombro de Jaejoong, como si fueran amigos de toda la vida. Ambos miraron  la lente de la cámara y sonrieron. En ese instante Yunho se perdió en la hermosa sonrisa de Jaejoong. ¿Cuándo lo había visto así? Desde que lo conoció, eran muy pocas las veces que logro disfrutar la bella sonrisa de Jaejoong. El solo ver  aquellos labios rojos y acorazonados   hizo que quisiera ir hasta ahí y tomarlos  contra los suyos sin importarle nada. Solo unirse a Jaejoong en un beso pasional que lo transportara lejos, a ese mundo que los labios de Jaejoong abrían para él.

 

Jaejoong se sonrojó ante el susurrado Changmin. Eso basto para que Yunho saliera de sus pensamientos y lanzara su mirada como dagas a su amigo.  Changmin solo fingió ignorarlo.

 

– Se ven muy bien juntos – dijo el fotógrafo  al finalizar la captura de una tercera foto.

 

Yunho estaba empezando a odiar al fotógrafo. ¿Hacía falta tomar tantas fotos de Changmin y Jaejoong? Rabioso,  frunció el entrecejo. Estaba controlándose para no ir a quitar  las traviesas manos de su amigo sobre  Jaejoong.

 

Changmin y Jaejoong posaron una vez a pedido del fotógrafo. Una multitud de estudiantes estaban rodeando el improvisado set  fotográfico que había armado el equipo de fotografía en la cafetería. La sala que daba al comedor de la universidad  y las paredes eran de cristal transparente asi  que dejaba una hermosa vista del campus.

 

Se cruzó de brazos intentando controlarse al ver como Jaejoong tenía las mejillas rojas como una colegiala. Maldijo la hora en la que acepto acompañar a Changmin a la entrega de premio al primer lugar. También maldecía haber creado ese estúpido sorteo previo a navidad en una de las tiendas de su centro comercial.

 

 

No te acompañare a entregar un premio. Soy el CEO, no un presentador de espectáculos.

 

Changmin torció los labios como si se diera por vencido, eso puso en alerta a Yunho pues el menor nunca se daba por vencido con facilidad.

 

¿Firmas papeles sin leer? – Changmin entrego unos papeles a Yunho.

 

El mayor observó la cara frontal de aquellos papeles.

“Ganador del premio `Un día con tu ídolo`: Kim Jaejoong”

Al ver su firma y la fecha al final de la hoja supo que estaba entre los papeles que Heechul le llevo a firmar hace tan solo unos minutos.

 

¿Él ganó? – preguntó aun no creyendo lo que leía.

No acabas de leer su nombre – alzo una ceja.

 

Yunho cogió su celular marcando al director de la tienda de Seúl. No espero mucho pues el hombre contestó rápido.

 

Buenos días. Necesito que me confirme el nombre del ganador del sorteo “Un día con tu ídolo” – espero impaciente hasta que solo dijo – ¿No hay  errores? Ya veo. Hasta luego.

¿Y bien?

Jaejoong compro tu CD junto al paquete para participar del sorteo.

En mi defensa – alzo las manos desligándose de la culpa  – Yo me negué a ese sorteo, pero tú y KangTa-hyung lo planearon todo.

 

Yunho no dijo nada. Después de todo, las ventas en su centro comercial habían subido al igual que  las  ventas del álbum  de Max  Changmin antes del incidente en el estadio Olímpico de Seúl.

 

No es tu deber ir personalmente a informarle que ganó, mis empleados lo podrán hacer.

Lo sé –  sonrió divertido – Pero KangTa-hyung asegura que es bueno antes de la fecha de mi show reprogramado ir personalmente a entregar un premio a un  mi fan – la última frase le puso especial acentuación – Y no me negare, después de todo Jaejoong es mi fan favorito.

 

 

Y ahora estaba parado en el comedor de la universidad, incluso había enviado a Bang en su lugar para buscar a su madre al aeropuerto con tal de ir a ver a Jaejoong. Tan solo estuvo separado  del más joven por horas pero esa necesidad de ver al pelinegro se hacía mas demandante. Era algo que ya no podía controlar porque todo lo que necesitaba esta frente a sus ojos.

 

¨¨*¨*¨*¨*¨*¨*¨*¨*¨*¨*¨*¨

 

Bang dejó el celular en su bolsillo de pantalón después de recibir el pedido de Yunho. Miró a Him Chan ofreciendo una disculpa.

 

– Después de todo, es tu trabajo – dijo el pelinegro más joven con una amable sonrisa.

– También era el tuyo. Deberías volver.

– ¿Eso significa que levantaste mi suspensión? – preguntó de forma inocente y Bang asintió.

 

¡Dios! Cómo extrañaba a ese hombre. Los días de trabajo sin HimChan a su lado se habían vuelto aburridos y sin emociones. Ahora Bang lo sabía, necesitaba a HimChan a su lado. Aunque fuera como amigos, pero lo necesitaba tanto o más que respirar.

 

– Nadie se compara con tus habilidades – lo alagó esperando que HimChan aceptara volver.

– ¿Me extrañas? – preguntó y Bang cogió las llaves de su enorme pent-house en el penúltimo piso del mejor lugar del Seúl y se las entregó a Him Chan.

– Todos los días.

 

HimChan abrió los ojos al ver las llaves en la palma de su mano.

 

– Cuando tú decidas volver, puedes hacerlo. Tengo que irme – besó la frente de HimChan como cuando eran más jóvenes – Espero verte pronto.

 

A riesgo de HimChan se negara, YongGuk salió a toda prisa de la casa. Se perdió por la puerta dejando a su amigo estupefacto.

 

Él tomó un respiro, después de todo extrañaba la comodidad de aquella casa y por sobre todo, extrañaba a YongGuk.

 

 

¨*¨*¨*¨*¨*¨*

 

Heechul no esperaba ser irrumpido por un visitante desconocido. Ese día no esperaba visitas de nadie. Tampoco el encargado le había informado que  una nueva visita subía a verlo.

 

– ¿Me dejaras así? – Hyun Joong señaló su entrepierna ya despierta y con todos los deseos de tener a Heechul bajo él.

– Se molestaron en tocar – dijo guiñando un ojo. Le gustaba ser deseado y jugaba con eso.

 

Cuando abrió la puerta sin ver de quien se trataba, él deseo no haber abierto nunca. Ella estaba parada ahí, con esa expresión humilde y de arrepentimiento.

 

– Hola… hijo – saludo ella con una sonrisa dulce mientras se estiraba para abrazar a Heechul.

– ¡No me llames así! – apartó bruscamente a su madre, alejándola lo más lejos posible de él – ¿Qué haces aquí? – preguntó furioso – ¿Te escapaste?

– Vine a verte – hablo con voz suave  y tierna, pero Heechul frunció mas el ceño – No me escape, me dijeron que podía salir. Yo… estoy curada – estira la mano intentando acariciar la mejilla de Heechul, pero él se aparta.

– ¡No me toques! – se escudo mientras veía como sus palabras dañaban a Sung Ryung – No te me acerques. Es mejor que te vayas por donde viniste.

– Yo… yo te extraño hijo – habló con voz suave – Prepare tu plato favorito – enseñó la caja de comida que había preparado.

– No me llames hijo, no tienes ningún derecho – escupió Heechul controlándose para no levantar mas la voz y llamar la atención de algún vecino.

– Soy tu madre.

– Tarde recordaste eso, ahora no te necesito.

– Heechul – dijo tratando de que su hijo se calmara al llamarlo por su nombre y no decirle hijo. Parecía haber funcionada pues Heechul no dijo mas  – Esto… solo  quiero disculparme.

– ¡¿Disculparte?! – Heechul se rió levente y sin ruido. Claro que era una risa cargada de sarcasmo – Esto debe ser una broma. Tenía 8 años cuando te fuiste, cuando cumplí diez fui a visitarte a ese lugar  y me gritaste que no era tu hijo, que me fuera. Llorando te decía “mamá ¿por qué?”

– Cariño…

– ¡Aléjate! – la empujó cuando ella dio un paso a él.  Sung Ryung termino con las rodillas en el suelo – Te he olvidado. Hace mucho enterré a mi madre.

 

Sung Ryung sintió la fría brisa del golpe de la puerta al cerrase. Heechul le había impedido el paso. Su hijo la había dado por muerta. Su corazón se rompió otra vez y no pudo evitar llorar.

 

– No debiste tratarla así.

– No necesito escucharte – Heechul beso desesperadamente a  Hyun Joong – Solo necesito que me hagas tuyo – dijo separándose un poco de los labios de Hyun Joong y llevando su mano a la entrepierna del otro para terminar lo que habían empezado – Follame  hasta que no pueda pensar más.

 

¨*¨*¨*¨*¨

 

Cuando HimChan  salió por la puerta, guardo la llave y cuando estaba por tomar el ascensor vio a una mujer llorando frente a una puerta. ¿Alguien había compadro el otro pent-house que estaba en su mismo piso?

 

– ¿Está bien? – se agacho para ofrecer su ayuda  a la mujer.

 

Sung Ryung escuchó la pregunta y  alzo la cara. Frente a sus ojos tenia a un hermoso jovencito que realmente parecía preocupado por ella.

 

HimChan quedo atónito por la belleza de la mujer, sus finos rasgos, sus labios delicados como pétalos de rosas, sus ojos eran el claro espejo de un lago puro y lleno de dolor.

 

– ¿Le paso algo malo? – se acercó a la mujer para ayudarla a levantarse – ¿Le duele algo?

 

La bellísima mujer limpio sus lágrimas negando con la cabeza. Mintiendo. Porque si le dolía algo, pero era algo que no podía curarse.

 

– Por favor – Him Chang rodeo la fina cintura de la mujer para ayudarla a levantarse – No puedo dejarla aquí en este estado.

 

De pie, Sung Ryung miró al chico. Con el cabello oscuro, la piel nívea y los ojos llenos de compasión, ella creyó ver a un ángel.

 

– Gracias, pero debo irme – dijo mientras recogía lo caja de almuerzo que cayó al suelo, la cual permanecía firmemente cerrada.

– Espere – Him Chan se interpuso en el camino de la mujer – Solo quiero ayudarla. No se vaya aun – pidió viendo que la mujer estaba más pálida de lo normal, no era una buena señal verla en ese estado.

– Eres un buen chico – dijo Sung Ryung sonriendo amablemente – Pero…

 

Su visión se hizoborrosa. No podía escuchar lo que el aquel chico le decía. Todo se puso oscuro y sintió su cuerpo liviano.

 

Con reflejos rápido, Him Chan pudo atrapar a la mujer antes de que su cuerpo cayera al suelo y se lastimara.

 

– ¡Ahjumma! – la cogió en sus brazos y con delicadeza puso dos dedos índices  sobre el cuello para controlar el pulso. Respiro aliviado al controlar que sus signos vitales estaban normales. No había taquicardia o baja frecuencia de latidos. Pero  sabía que un desmayo debía ser controlado mediante estudios médicos. Dejó que la mujer recargara su cabeza en su pecho, la levanto del suelo en sus brazos. Pulso el botón del ascensor para bajar y llevarla a un  hospital.

 

 

¨*¨*¨*¨*¨*¨*¨*

 

Desde su lugar Yunho no escuchaba lo que Changmin estaba susurrando al oído de Jaejoong. ¿Estaba buscando hacerle perder la paciencia? Pues lo había logrado. Cuando el fotógrafo dijo haber hecho muy buenas tomas, Yunho caminó hasta Changmin y Jaejoong. Antes de que los fanáticos del cantante lo rodearan, los custodios de Yunho armaron una barrera protegiendo que nadie se acercara hasta él.

 

 

– Ya es sufriente – miró al fotógrafo que asintió intimidado por la penetrante mirada de Yunho.

 

El corazón de Jaejoong pulso tan rápido, que Changmin le sonrió como si dijera “tranquilízate”.

 

Yunho volteo a verlo. ¿Por qué le molestaba que se miraran ellos dos de esa forma?

 

– Felicidades por haber ganado  – Yunho dijo tragándose las ganas de reclamarle a Jaejoong por verse tan interesado en su amigo.

– Ah…– sus labios temblaron y se sintió torpe al hablar – Gracias – intento mantener la compostura y no ponerse más nervios de lo que ya estaba.

 

Yunho se moría por besar a Jaejoong, pero guardó compostura, con una actitud seria y formal se despidió de Jaejoong.

 

– Nuevamente, felicidades – estiró la mano para una despedida formal.

 

Jaejoong miró a Yunho, después la mano estirada. Observó a sus alrededores, había demasiadas cámaras y gente, con formalidad acepto la mano de Yunho.

 

Yunho, con su  rostro inmutable asintió y se despidió.

 

– Nos veremos mañana – Changmin hizo una reverencia para después seguir a Yunho.

 

Una vez fuera del alcance de fanáticos y cámaras, Changmin se recargo aliviado en el asiento trasero de la limosina de Yunho.

 

– Sigo pensando que fue muy llamativo venir en tu limosina – dijo sin ver que Yunho lo estaba fulminando con la mirada. Cuando sus ojos se cruzaron con lo de su hyung, supo que estaba en problemas – ¿Qué?

– Tienes suerte que de no haber muerto cuando pusiste tus manos en su cintura.

– Oh… eso. El fotógrafo me pido hacerlo – se excusó a la defensiva.

– Entonces quien morirá será ese bastardo – dijo Yunho viendo su reloj de muñeca.

– No lo puedo creer. Tu… ¿Estas celoso? – preguntó un tanto divertido por la idea. Yunho no era alguien celoso, solo con Junsu y ahora parecía que también con Jaejoong.

– ¿Celoso? – Yunho miró a Changmin como si fuera la idea más descabellada del mundo – Por supuesto…  que no. Nunca.

– Vale. Entonces tal vez hoy lo invite a cenar – dijo mientras llevaba la mano a su barbilla como si pensara en hacerlo.

– Para tu mala suerte, él es mío – dijo mostrando una sonrisa en sus labios.

 

Changmin no dijo mas,  por primera vez se mostraba  una sincera risa  de felicidad en su hyung después de tantos años sumido en la oscuridad. 

 

– No me esperes despierto – Yunho se despidió bajando de la limosina.

 

¿Cuándo había aparcado la limosina el chofer? Changmin se preguntó  riendo para sí mismo.  Él no esperaba que su amigo se fuera sin antes despedirse de Jaejoong, claro aquel saludo formal no era algo que satisficiese a alguien como Yunho. Alguien completamente enamorado.

 

¨*¨*¨*¨*¨*¨*  continuara….

Notas finales:

Ok, este capítulo no fue tan Yunjae, pero esperen a leer la segunda parte. ¿A dónde pensáis que habrá ido Yunho?

Segundo tema a tratar, mi hermana y Sailor (su amiga) organizaron un evento en la página de facebook con premios y demás cosas para las fanáticas del Yunjae. La verdad no sé mucho, pero pidieron mi participación y no pude negarme a ayudarlas.

A mis amadas y files lectoras. Gracias por vuestra paciencia – he de confesar que soy muy despistado, pero no hago con mala fe… es algo que no puedo evitar. Cuando me puse  a responder los comentarios a mi fanfic, me encontré con un comentario de Jaqueline que me hizo reír de lo nervioso que estaba, se lo mostré a Haro y me dijo “Si en verdad supieran lo que hacemos al cerrar la puerta” Creo que empezamos a pelear porque él quería responder el comentario y escribir una sarta de cosas censurables porque qué va, su imaginación para ese tipo de cosas vuela. Al final olvide seguir respondiendo.

Entre trabajo y la universidad apenas pude respirar y Haro no ayudaba mucho acosándome jajaja Al final el mes paso tan rápido que mi hermana volvió y lo primero que dijo al verme fue   “¿Por qué no actualizaste?” creo que mire a Haro y ella lo cogió de la oreja. Cuando pensé que lo regañaría lo abrazo dándole las gracias  por cuidarme y asegurarse de que comiera bien. Al final con ella en casa tuve un poco más de tiempo para escribir, pero tuve citas que no podía cancelar así que el Domingo me puse a escribir y caía la noche, ya no daba más del sueño y Lally me ofreció seguir editando y que mañana yo revisara los últimos detalles. Y así se hizo este capítulo.

Abrazos!

Nos leemos pronto.


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