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Rescatame por alexriden02

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Notas del capitulo:

Hola mis lectoras!

Si que pasó mucho, mucho tiempo desde que actualice. Lo lamento, pero no digo más. Aquí va la actualización del mes!

Feliz dia de San valentin!

  

La niña se acercó con una sonrisa y cogió la pequeña libreta de anotación.

 

– Atsuji, se le cayó – la dulce voz de la niña llamo la atención de Jaejoong y volteo a verla.

 

Tembloroso, Jaejoong cogió la pequeña libreta que le alcanza la niña.

 

– ¡Appa, me lave las manos! ¡Lo ves, limpias! – dijo la niña enseñando orgullosa sus manos al hombre frente a Jaejoong.

 

Jaejoong abrió enormemente los ojos no creyendo  lo que estaba escuchando. ¿Appa?

 

Siwon se puso de pie para atrapar a su hija en un cálido abrazo. Ya con la niña en brazos se acerco a Jaejoong que no había movido un musculo desde el principio.

 

– Como veras no  represento ningún peligro. En verdad quiero que me disculpes por mi error.

 

YeEun miró a su padre y luego al chico de piel nívea y muy guapo. Pestañeo para volver a ver a su padre. ¿Qué error? Pensó la pequeña al ver tan arrepentido a su padre.

 

– Appa… ¿Qué sucede?

– Ellas es mi hija, YeEun – dijo Siwon con todo el amor que un padre podría expresar por su hija – Mi niña, el es alguien con quien appa cometió una injusticia y quiere enmendar su error.

 

Siwon no dejó de ver a Jaejoong que ahora lucia menos asustado.

 

– ¿Podrás perdonarme alguna vez Jaejoong? – actuó con verdadera culpa y hasta su hija creyó sus palabras.

 

Una sensación escalofriante viajo por Jaejoong al escuchar su nombre en labios de aquel hombre. ¿Cómo perdonar?

 

– Si en verdad quiere hacer algo por mí. Váyase y nunca más vuelva.

– ¿Si hago eso me perdonaras?

– No – le respondió mostrando su desagrado al tenerlo tan cerca – Pero será un inicio.

 

Siwon asintió vencido. Deja en el suelo a su hija y le toma la mano para irse.

 

– No quiero irme, appa –YeEun hace un puchero mostrándolo lo triste que se veía al irse – Prometiste un postre de chocolate con muchas fresas y crema batida.

 

Siwon miró a su hija para después ver a Jaejoong.

 

– Iremos a otro lugar – le dijo con la esperanza de que YeEun no aceptara. Después de todo, la expresión en el rostro de Jaejoong le  decía que se sentía mal o tal vez culpable por la reacción de su pequeña.

 

Jaejoong se agacho para quedar a la misma altura que la niña y con una sonrisa amable le dijo.

 

– ¿Te gusta los dulces con muchos colores?

– ¡Como los del arcoíris! – grito YeEun muy enérgica.

– Te traeré unos – se levanto y miró a Siwon – Pueden tomar lugar.

– No hace falta. Solo tráelo para llevar. Aquí te esperaremos.

 

Jaejoong asintió y fue por los postres. Los pequeños muffins arcoíris serian  perfectos para la pequeña. El postre   era  llamativo puesto que desde la base a la punta simulaban un verdadero arcoíris y los sabores correspondían a cada color. Con entusiasmo Jaejoong guardo unos cuantos en una caja para llevar postres. Volteo a ver a su madre que lucía muy curiosa con la preciosa niña que estaba junto a Siwon.

 

– ¡Es tan hermosa, parece una princesita! – dijo su madre al verla pero cuando su atención fue a Siwon algo cambio  en su ensoñada expresión – ¿Ese hombre no estuvo aquí para pedirte disculpa aquella vez?

 

Su madre tenía muy  buena memoria cuando se trataba de hombres guapos y Jaejoong lo sabía. ¡Un momento! Jaejoong sacudió su cabeza queriendo borrar esos pensamientos. <<Ese hombre no es guapo… no, no, no>>

 

– Su hija es hermosa y el es muy guapo – dijo ella  llamando la atención de su hijo – No quiero imaginar lo bella que debe ser su esposa.

– Esposa, lo dudo  –  le fuera difícil creerlo. Choi Siwon estaba casado. Para él era una broma de mal gusto. Como si alguna mujer se casaría con un ser tan despreciable como él – Tengo llevarle su pedido.

– Sonríe un poco – le dijo su madre haciendo un movimiento con sus manos para mostrarle a Jaejoong como debía sonreír.

 

Jaejoong hizo una mueca al intentar reír. En su cara se dibujaba la molestia de ver a Choi Siwon. Sin verlo a él, le entrego la caja con los postres a la pequeña niña que curiosa lo abrió y exclamo con un grito.

 

– ¡Se ven deliciosos!

 

La sonrisa alegre y risueña de la niña contagio a Jaejoong que ya no estaba fingiendo reír.

 

– No quiero interrumpir, pero… ¿Cuánto es? – dijo Siwon con voz suave mostrando una expresión amable.

 

Jaejoong le frunció el ceño sin ocultar su disgusto. Miró a la pequeña niña y luego a Siwon. ¿Cómo había nacido un hermoso ángel con un padre como Siwon? Era todo un misterio que Jaejoong no estaba dispuesto a averiguar.

 

– Son un regalo  para ella – le dijo viendo a YeEun con su expresión risueña que la hacía verse como un ángel.

– ¡Atsuji, gracias!

– De ser así, también te lo agradezco.

 

Hastiado, Jaejoong intento no hacer una grosería al padre de tan encantadora niña.

 

– No me malinterpretes – se explicó – Todo lo que haga feliz a mi hija es poco con un simple gracias, pero no encuentro mejores palabras por hacer sonreír a mi hija con tu regalo.

 

La expresión molesta en Jaejoong se borró al escuchar a Choi hablar con tal amor por su hija.

 

– No tomaremos mas de tu tiempo – dijo Siwon mostrando una encantadora sonrisa a Jaejoong – Hasta luego.

– ¡Hasta pronto! – le dijo Ye Eun sin borrar su expresión angelical mientras se iba de la mano de su padre.

 

Uno minutos después, Jaejoong suspiró pesadamente.

 

– Eso fue extraño – se dijo intentando olvidar su encuentro con Siwon y su adorable hija.

 

¨*¨*¨*¨*

 

Changmin está sentado frente al escritorio de su manager. Por la expresión del mayor, él sabía que no estaba feliz. Si las miradas mataran, Changmin no dudaba que KangTa sería un asesino serial.

 

– ¿No piensas decir algo? – le increpo a hablar y Changmin se aclaró la garganta antes de hacerlo.

– Fuiste tu hyung el que me trajo aquí.

– Vale, hablare yo – se puso de pie – No entiendo porque estas tan rebelde – caminó rodeando su escritorio con pasos suaves pero su mirad era serial –  Diste tu palabra de no acercarte más a Minho y hoy los encuentro durmiendo juntos… y por si fuera poco también a Taemin. ¡La compañía y sus familiares los habían dado por perdidos!

– Solo quería secuestrarlos y pedir rescate, sabes que la familia de Minho es muy rica. Con ese dinero podría retirarme a una isla desierta – sonrió divertido pero KangTa lo miró más molesto.

– ¿Entiendes la gravedad del asunto o se te fundió el cerebro?

–  ¡Por Dios hyung! Admito que es mi culpa, pero Minho estaba muy mal y no podía dejarlo ir en ese estado.

– Lo tendrías que haber dejado ir. En unos días parten a su gira mundial – dijo apoyándose sobre su escritorio para calmarse un poco y no asesinar al más joven – Tu amistad con Minho debe llegar su fin.

 

Changmin se pudo de pie bruscamente buscando alguna explicación a tal orden de KangTa.

 

– Primero su manager y ahora tu hyung – dijo indignado con ambos – Minho y yo somos amigos desde que él era un aprendiz. Acepte alejarme de él porque creía que no estaba concentrado en su trabajo y tal vez era mi culpa por atosigarlo con mis problemas.  Pero no veo coherencia en tu pedido.

– Yo si lo veo y creo que el único que no lo ve eres tú – KangTa abrió su celular para ver la agenda del día y las citas que Changmin tenía programadas –   En unas horas empieza una sesión de fotos para una importante revista internacional. Mañana tienes la grabación de tu día con tu admirador y el siguiente…

– ¡Espera! – Changmin se molesto dejando atrás su calmada personalidad – Ahora mismo vas a decirme que es lo que no veo y tu si ves. Dame una buena razón para terminar mi amistad con Minho.

– Bien – KangTa se mostro seguro de decirlo, pero no le diría todo a Changmin – ¿Alguna vez viste como Minho te mira? ¿Cómo su mirada se ilumina de solo verte? ¿La forma en que ríe de solo estar a tu lado? ¿Lo has visto?

– No entiendo que tiene que ver esas cosas con…

 

Changmin se detuvo en su discurso pues a su mente venia un recuerdo vivido con Minho. El beso, el beso que Minho le había dado una vez. La forma en sus labios se acoplaron  y se fundieron. Porque Changmin no lo rechazo de inmediato, él recordaba haberle correspondido.

 

– Por la expresión de tu rostro veo que aun no lo comprendes – KangTa palmeo el hombro de Changmin – Saldremos en diez minutos para el set.

 

Cuando Changmin se quedo solo, no pudo pensar en otra cosa que no fuera ese beso. ¿Cómo lo había olvidado? ¿Por qué lo recordaba justo hasta ahora?

 

¨*¨*¨*¨*

 

Yoochun reviso los últimos informes. Delitos menores y algunos robos a bancos frustrados por sus oficiales. Se estiro un poco y bostezo. Ahora sabia que tener un día libre para él era imposible con tanto trabajo, pero bien valió la pena su escapada a Busan con Junsu.

 

– Junsu – sonrió tan enamorado con solo pronunciar su nombre – Mi Junsu – susurro viendo la hora de su reloj – ¡Se me esta haciendo tarde!

 

Se levanto y cogió su abrigo para ir a almorzar con Junsu.

 

– Dana. Saldré a almorzar.

– Entendido jefe – dijo la bella secretaria mientras revisaba el ordenador y chasqueaba la lengua – Teniente Park – lo llamó y Yoochun volteo a verla – Casi lo olvido. Llego esta carta para usted.

 

Dana hizo una mueca.

 

– No tiene remitente. No logro entender como llego hasta aquí. Solo venia con su nombre escrito. ¿Quiere que laboratorio lo investigue?

 

Yoochun sonrió y negó con la cabeza.  No era la primera vez que recibía una nota anónima, pero había pasado mucho desde que recibió una. Con curiosidad abrió el sobre y cogió el papel que había en su interior.

 

“Teniente Park Yoochun. El caballo de Troya tiene un rostro hermoso, pero no deja de ser peligroso. Tenga cuidado.”

 

– ¿Qué es esto? – murmura distraído en sus pensamientos.

– ¿Sucede algo? – Dana lo mira con mucha atención.

– Necesito las grabaciones de las cámaras de seguridad y una   listas de personas que tuvieron acceso aquí – Yoochun guardo la nota en el bolsillo de su abrigo – Vuelvo en una hora.

 

Aparco su auto frente el restaurante Palace Good. Sus pensamientos estaban en aquella nota anónima que no había relacionado la dirección que Junsu le envió y el lugar de trabajo de Jaejoong.  Parpadea rápidamente al ritmo de los latidos de su corazón. ¿Cómo le explicaría a Jaejoong su cita con Junsu? En un segundo piensa miles de posibles excusas, pero un cálido abrazo lo saca de sus pensamientos.

 

– Junsu – Yoochun dice correspondiendo el abrazo, pero luego viene a su mente Jaejoong y se separa a toda prisa. Junsu hace un tierno puchero no gustándole la repentina lejanía   – Hace frio para quedarnos aquí.

 

Junsu esbozo una forzosa  sonrisa.

 

Yoochun maldice su suerte.  Ladea la cabeza. Tenía que dejar de pensar en Jaejoong, porque ahora amaba a Junsu. ¿Lo amaba?

 

– ¿Quiere sentarse? – le pregunta una joven señalando la silla frente a la de Junsu. ¿Cuándo habían llegado hasta la mesa?

– Yoochun, ¿pasa algo? – pregunta Junsu ya sentado en su lugar – ¿No te gusta el lugar?

 

Yoochun niega con la cabeza y toma lugar en la silla. Ordena un aperitivo y un buen vino de bodega. Delante de los ventanales panorámicos, Yoochun observa el paisaje de invierno en esa parte de Myungdong. Suspira y vuelve su atención a Junsu.

 

Atractivo, muy atractivo. Era las palabras que venían a Yoochun al ver a Junsu vestido con un elegante traje gris, camisa blanca y sin corbata, con el pelo rebelde y sus brillantes ojos cafés que lo observaban atentamente.

 

– No encuentro palabras… para decir lo bien que te ves hoy – Junsu se ruboriza y Yoochun piensa que su rostro es una poesía – Gracias.

– ¿Por qué? – le pregunta y Yoochun esboza una sonrisa.

– Por amarme  – dice tendiendo la mano sobre la mesa para tomar la de Junsu – Cuando estas a mi lado no necesito nada más. ¿Sabes porque?

 

Junsu niega con la cabeza.

 

– Porque te amo y siempre te amare – le sonríe y Junsu le devuelve una hermosa sonrisa mostrando sus dientes blancos y perfectos – Debería ser un crimen ser tan lindo.

– ¿Lindo? – se ruboriza otra vez.

– Tu rostro es una poesía justo ahora – ríe divertido y Junsu hace un puchero – Tan lindo mi futuro novio.

– ¿F-Futuro novio?

 

Los demás clientes voltearon a verlos al escuchar la aguda voz de Junsu.

 

Al percatarse de las miradas, Junsu fingió leer el menú. Yoochun mira a los presentes alzando una ceja.

 

– ¿Usted no es el famoso teniente Park? ¿El que salvo a la estrella de rock? – le preguntó una señora.

– Si fuera ese hombre no estaría almorzando en un lugar así – contesta con una sonrisa irónica – Y menos con tan buena compañía – cogió la mano de Junsu.

– Ya veo – dijo la señora ruborizándose al ver las manos entrelazadas de ambos hombres – Lo siento.

– ¿Por qué dijiste eso? – preguntó Junsu en voz baja. ¿Yoochun se avergonzaba de él?

– Sabes que nunca me gusto eso de llamar la atención  – contesta muy serio.

– Si tú y yo tenemos algo… ellos – señalo a los demás clientes de las otras mesas – Ellos no dejar de verte e indudablemente llamaras la atención.

– Que miren. A mi lado tengo el hombre más hermoso del mundo y es todo mío – le dice a Junsu  dejando ver una ligera sonrisa en sus labios.

 

¨*¨*¨*¨*¨*¨

 

Jaejoong llevo su bolso al hombro despidiéndose de sus compañeros al finalizar la última clase. Con una enorme sonrisa bajo las escaleras para atravesar el edificio y llegar a la entrada. Antes, una vez más leyó el mensaje de texto que había recibido durante su última clase y por lo que recibió un regaño de su profesora al no tener su celular en silencio.

“Te veré afuera. Se puntual”

 

– Tan romántico – dijo divertido al saber que Yunho era el dueño de ese mensaje.

 

El frio golpeo su cara. Aun era invierno y las temperaturas  eran por debajo del mínimo. Se cubrió el rostro con su bufanda y camino esperanzado de ver a Yunho. Pero también estaba nervioso y no lo quería ver.

 

<<Espero que no esté… no, no. Quiero que este ahí, pero… no, no… Si está esperando por mí ¿Qué voy a decirle? ¿Qué hare? ¡Ah, me siento como una mujer! ¡No, no soy una mujer!>>  se detuvo al ser observado por los estudiantes que caminaban por el camino a la puerta de salida de la universidad, que curiosamente era la misma de entrada. ¿Acaso estaba haciendo caras? Y por la expresión de los demás estudiantes, lo estaba haciendo.

 

Avergonzado, escondió su mirada al suelo.

 

– Te dije que fueras puntual.

 

Jaejoong reconocía esa voz. Mordió su labio  no teniendo el valor para verlo. Ya de solo escucharlo se sentía avergonzado.

 

– ¿Estás escuchándome? – le preguntó Yunho en tono insistente y cuando Jaejoong iba a responderle un grupo de chicas llega hasta Yunho.

– Debe ser una estrella de cine.

– No es un cantante… Este que está de moda.

– ¡Se ve muy guapo!

– ¡Oppa, puedes darme tu autógrafo!

 

Jaejoong  miró a Yunho. Llevaba unas gafas oscuras y  una gorra, estaba vestido tan elegantemente con ese tapado oscuro que parecía una estrella de cine entrando de incognito. Ahora él entendía porque las chicas estaban rodeándolo y pidiéndole autógrafos. La expresión de los labios de Yunho, le indicaba que no le gustaba ese tipo de atención. Pero a Jaejoong le parecía muy divertido ver a Yunho intentar alejar a  esas jovencitas que lo confundían con algún actor o cantante.

 

De repente, Kim Jaejoong se vio con las rodillas en el suelo de piedras y sus manos extendidas evitaron que se golpeara el rostro.  Un grupo  de las “admiradoras” de Yunho lo habían empujado en su afán de verlo más cerca. A ninguna de ellas parecía importarle el chico tendido en el suelo y con los pantalones rasgados en las rodillas por la caída.

 

Yunho apartó a las chicas que lo rodeaban, avanzó con lentitud hasta Jaejoong y luego le extendió la mano.

 

– ¿Estás bien? – intervino el joven empresario agachándose y extendiendo su mano a Jaejoong.

 

Jaejoong con lentitud se volvió para verlo ahí parado como si fuera una escena de alguna cursi  película. Él tenía los ojos muy abiertos. Yunho lo observaba con una sonrisa sutil.

 

– Dame tu mano.

 

Sin responder, Jaejoong permaneció inmóvil y maravillado, consciente apenas de las palabras de Yunho. Sus ojos  encendidos de placer y un brillo de alegría como si aquel fuera su primer encuentro con Yunho.

 

Al no haber respuesta de Jaejoong, Yunho se mostro amable y le toma la mano.

 

Jaejoong vacilo antes de levantarse pero los ojos de Yunho se clavaban en los suyos. Contemplándolo solo a él. El mundo se había detenido en ese momento. A Jaejoong no le importaba el murmulló de las estudiantes solo el cálido toque de las manos de Yunho, esa brillante mirada que era para él y nadie más. En cámara lenta se puso  de pie, Yunho no lo soltó en ningún momento.

 

– Lo siento señoritas. Pero la única persona que me interesa es él – dijo dando un paso al frente y extendiendo la mano para mostrar la unión de su mano con la de Jaejoong – ¿Nos vamos?

– S-Si – continúo Jaejoong.

 

Al escuchar a Yunho, se le colorearon las mejillas y procedió a seguir caminando. Yunho avanzó a pasos firmes por el camino de piedras que daba a la salida sin soltarle la mano.

 

A cada paso las mejillas le ardían a Jaejoong. Observó de reojo a Yunho que estaba un paso adelante y él  solo pudo verle la espalda. Agachó la mirada y no pudo evitar sentirse estremecer al ver que Yunho lo  sostenía y no parecía querer soltarlo. Una sonrisa se dibujo en sus labios y su corazón dio un vuelco. Caminaron de esa forma unas cuantas calles más. En silencio y con sus corazones latiendo uno por el otro.

 

 

– ¿A dónde me llevas? – Jaejoong preguntó rompiendo el silencio.

 

Yunho se detuvo y volvió para verlo ya sin las gafas oscuras.

 

– Es una sorpresa – fue la respuesta de Yunho.

 

Antes de que Jaejoong protestara por más información, una limusina se detuvo frente a ellos. De la misma bajo Bang YongGuk y los saludo con una reverencia.

 

– Todos los preparativos están listos – le habló a Yunho.

– ¿Qué sucede? – les preguntó Jaejoong sumamente curioso.

– Hoy  te tomaras un descanso de tu trabajo – Jaejoong abrió los ojos dispuesto a negarse a faltar al trabajo pero Yunho se le adelanto – Tranquilo. Hable con tu jefa y llegamos a un acuerdo.

– ¿Qué tipo de acuerdo?

– Temas de negocios.

– Ya veo – dijo Jaejoong soltándose del agarre de Yunho y se cruzo de brazos – ¿Y si me niego a ir contigo?

– Eso no sucederá – se agacho para susurrarle muy cerca al oído de Jaejoong – Porque hoy será nuestra primera cita.

 

Jaejoong pestañeo intentando recuperarse de la forma tan sensual en la que Yunho le anuncio su primera cita. << ¡Primera cita!>> repitió Jaejoong conteniendo las ganas de saltar a Yunho y besarlo. Las mejillas de Jaejoong se tiñeron otra vez y su mirada se ilumino.

 

 

– Esta haciendo mucho frio – dijo Jaejoong apartando a Yunho mientras fingía calentarse las manos pero lo que realmente estaba haciendo era esconder su sonrojo y alegría de los ojos de Yunho.

 

Yunho deja ver una ligera sonrisa  no pudiendo creer que Jaejoong se viera tan tierno intentando esconder su hermosa sonrisa de él. Cada día descubría que Kim Jaejoong  era tan diferente a las mujeres que conoció en el pasado.  Junto a Jaejoong, Yunho quería curar sus heridas, sanar su pasado y volver a sentir. Tal vez lo que sentía  si era amor y esa era la razón por la que su corazón latía de esa manera estando a su lado.  

 

Notas finales:

Gracias por vuestra paciencia, por vuestras lecturas y por siempre dejar algún comentario. Eso de alguna manera me da el apoyo para seguir escribiendo.

El siguiente capítulo será la primera cita de Yunho y Jaejoong. Tenéis alguna idea de cuales serán los posibles planes de Yunho para esta cita con Jaejoong?

Se muchas siguen la página de facebook y lo agradezco asi que os habréis enterado que tenía una novia. Habéis oído bien. Tenía, tiempo pasado. Mi hermana fue la más feliz en saber que rompimos, y Haro… digamos que no era de sus favoritas. Fue difícil terminar, pero creo que fue lo mejor. Sigo viviendo prácticamente solo, Haro pasa todos los fines de semana en mi casa, así que no estoy tan solo.

Un abrazo y nos leemos pronto!

Alex.

"Hermana os extraño y espero veros pronto. Feliz san Valentin"


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