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Rescatame por alexriden02

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Notas del capitulo:

07/08/2017

 

Appa, ¿pasa algo? – preguntó Ye Eun viendo como su padre intentaba esconder su disgusto.

—No es nada preciosa – le sonrió abrazándola con fuerza.

 

No  era difícil que las palabras de Yoona  lo perturbaran. Años apartando a su hija de las manos de esa mujer y ahora aparecía con aquellas mentiras, porque sí, Siwon las consideraba mentiras.

 

»—DongHae, ¿Qué sabes sobre lo que tu hermana dijo?

»—Ella hace tiempo dejo de ser mi hermana y desconozco sus palabras.

»—¡Entonces averígualo! ¡No dejare que nadie me quite a mi hija!

»—Siwon, ella a pesar de todo es su madre y…

»—¡No! ¡Ella es una víbora! La Yoona que yo conocí está muerta.

»—Ella parece decidida a no perder.

»—Yo tampoco perderé, sea contra Yunho o contra esa víbora.

 

.

.

.

 

Al los integrantes de cuerpo de policías le era extraño ver a su jefe tarareando una canción y mas ver esa gran sonrisa en sus labios.

 

—¿Dara sabes que le pase al jefe Park? – le preguntó Shindong a la bella mujer.

—No lo sé, es como si estuviera feliz y es raro.

—Ayer escupía fuego por la boca y hoy no me regaño por no tener el informe que me pidió.

—Eso sí es de preocupar porque lo sacas de sus casillas con facilidad – dijo el oficial Lee, esposo de Dara.

—¡Oye!

 

Los demás presentes rieron.

 

Con una sonrisa amable Yoochun llamó a Dara, para ella eso también era nuevo y extraño.

 

—¿Necesita algo?

 

El semblante de Yoochun cambio tomando lugar en su silla.

 

—¿Averiguaste quien escribió esta nota?

—Aquí tiene el informe.

 

Yoochun atrapa el folio de papeles y se dispone a leerlos.

—¿Quién es este hombre?

—El oficial Lee lo busco, pero solo dijo que alguien sin nombre le pagó para filtrar esas notas y que no sabía nada más.

—Llama a tu esposo y déjanos a solas.

 

Dara hizo una corta reverencia saliendo de la oficina de Park Yoochun y darle el mensaje a su amado esposo. El oficial Lee Sang Yoon saludo a su superior y amigo.

 

—Entiendes que este caso va mas allá de simples notas anónimas.

—Park, creo que es así y si me lo permite, quisiera estar a cargo de este caso.

—No esperaba otra cosa de ti. Junta a la gente que necesites y encuentra a quien estuvo mandándome estos anónimos.

 

Yoochun lazo el papel a la mesa y Lee lo leyó reflejando en su rostro la sorpresa.

 

“La muerte puede estar más cerca de lo que imaginas”

 

—Lo encontrare.

 

.

.

.

 

A HimChan le había tocado ir de compras porque había perdido un piedra, pale o tijera con Yoochun. Ese día estaba más animado que de costumbre porque prepararía un cena increíble para Yoochun celebrando su aniversario como compañeros de habitación.

Con las bolsas de compra en mano cruzo al otro lado de calle y lo volvió a sentir. Definitivamente alguien lo estaba siguiendo. Cruzo una calle y doblo en una esquina de manera muy lenta, pudo escuchar esos pasos que lo seguían. En un rápido movimiento soltó las compras y torció el brazo de su perseguidor.

 

—¿Quién eres? – le preguntó tomándolo por el cuello. —¡Responde!

 

El hombre no respondió, solo se limito a sonreír de costado.

—Te atrape.

 

Esa otra voz helo la piel de HimChan y más cuando sintió el frio metal sobre su cabeza.

 

—Suéltalo y voltea lentamente.

 

Aun con su cuerpo temblando, HimChan hizo lo que el otro hombre pidió.

 

—¿Me sigues teniendo miedo? – el hombre con el arma preguntó.

—Ya no soy un niño.

—Es una lástima, adoraba jugar contigo cuando eras un niño. ¿Lo recuerdas?

 

HimChang trago saliva dispuesto a no seguir temblando.

 

—Los muertos no recuerdan – dijo esta vez HimChan con odio en su mirada.

—Te sorprende verme vivo, estamos iguales. Años esperando este momento para acabara contigo.

—Si fuera cierto desde el principio jalarías el gatillo, pero seguro esperas algo de mí.

—Siempre tan arrogante, pero esta vez tienes razón.

—¿Qué es lo que quieres?

—Me costaste mucho dinero y lo quiero devuelta.

—¡Eso es mentira!

—Acabaste con mi reputación y jure acabar contigo, pero no sin antes  recuperar lo que es mío.

—Sera mejor que no te cruces en mi camino o puedo devolverte a tu tumba.

 

Las pupilas de aquel hombre se agradaron perdiendo algo de firmeza en la mano que sostenía el arma. HimChan aprovechó ese descuido y logro tomar posesión del arma.

 

—¿Piensas disparar?         

—El arma no tiene carga.

Al decir lo ultimo HimChan golpeo al hombre a su espalda y pudo conseguir correr en dirección contraria. Él odiaba admitirlo, pero ver a ese hombre de su pasado le daba  miedo. Como un niño asustado corrió tanto que su pecho dolía y no pudo evitar llorar al pegarse a una pared.

 

—¿HimChan?

 

Con lágrimas en los ojos le fue difícil identificar el rostro de esa voz femenina y avergonzado cubrió su rostro con ambas manos.

 

—¿Qué te sucedió? – la hermosa mujer preguntó acercándose lentamente a él –  ¿Algo le sucedió a tu madre?

 

HimChan no dijo nada, solo seguía llorando y queriendo hundirse bajo la tierra.

SungRyung acongojada por el dolor que reflejaba HimChan, no puede más que abrazarlo.

 

—No sé qué te pasa, pero por favor no te sientas solo, yo estoy a tu lado.

 

El joven se aferró a ella mientras lloraba. Por alguna razón esa mujer le daba seguridad y tranquilidad, aun más que su falsa madre.

.

.

.

Y sin su consentimiento, él lo lleva lejos del próximo set de filmación. Jaejoong intenta no tropezar con sus propios pies pues no podía seguir el ritmo de Yunho.

 

—Sabes, tengo que seguir grabando.

 

Yunho al escucharlo se detuvo y lo quedo viendo de costado.

—¿Intentas probar mi paciencia?

—No sé de qué estás hablando – Jaejoong dio media vuelta dispuesto a volver a filmar con Changmin la escena del café, pero Yunho volvió a sujetar su muñeca, solo necesito un tirón y lo tuvo frente a frente.

Una parte de Jaejoong le divertía ver hasta dónde podía probar la paciencia de Yunho, era una especie de venganza.

 

—Creo que aun no entiendes tu posición.

Jaejoong rió divertido, el rostro de Yunho era digno para una foto.

—¿Y cuál esa posición que no entiendo?

Yunho se lamio los labios mientras acorralaba a Jaejoong contra la pared, con ambas manos a los lados evitaría cualquier escape de el hermoso hombre.

—Eres mío.

Escuchar la sensual voz de Yunho hizo a Jaejoong temblar, no por miedo sino un temblor que revolucionó sus sentimientos y viajó a su sexo.

—Jaejoong – susurró lo último con claras intenciones de besar sus labios. Yunho tenía necesidades que eran difíciles controlar y besar a Jaejoong era una de ellas.

 

Un inmóvil Jaejoong no parecía querer poner resistencia al acercamiento de Yunho. Él cerró los ojos esperando. No odiaba besar a Yunho al contrario, pero temía como su cuerpo reaccionaba al contacto del otro. Todos aquellos sentimientos y cambios en su cuerpo eran nuevos, Jaejoong se sentía tan avergonzado e inexperto como en su adolescencia.

 Los labios de Yunho se movían de manera pausada, repartiendo cortos besos en los labios de Jaejoong. El éxtasis que le producía besar a Jaejoong era incomparable atrapando sus cinco sentidos, perdiendo de vista hasta el tiempo. Con un suave movimiento Yunho finalmente logro tomar terreno en la boca de Jaejoong. Ahí, en ese momento solo eran ellos dos dejando volar sus emociones y sus más ocultos instintos. Sus bocas se unían en un ensamble perfecto y erótico, sus esencias se mesclaban y sus lenguas se acariciaban en ritual casi de apareamiento.  

 

Ambos hombres guiados por algo mas allá del deseo hubieran continuado de no ser por aquel sonido, tal vez una plástico impactando contra el piso o rompiéndose, sea lo que fuera ese sonido no se produjo solo.

—Lo… siento — susurró en un fino hilo de voz haciendo una rápida reverencia.

 

Jaejoong se sonrojó como si fuera a quemársele la piel y su pulso aceleró a ritmos jamás imaginados. Alguien los había visto y era su amiga, la tierna e inocente  JiYeon.

—El staf… te está b-buscando Jaejoong-oppa —lo último lo dijo cual suspiro.

 

Al escuchar la temblorosa voz de JiYeon, Jaejoong volteo a ver a Yunho, quien estaba actuando como si nada hubiese pasado. Él entendía a la muchacha, no era normal ver a dos hombres besándose y menos de aquella manera, porque sí, Jaejoong sabía que sus besos con Yunho no eran inocentes.

—Ve Jaejoong, yo hablare con la señorita JiYeon.

 

Jaejoong negó. Una parte de él estaba asustado por lo que Yunho haría con JiYeon, pero su otra mitad sabía que Yunho no era alguien malo y no dañaría a una inocente muchacha.

 

—Sera mejor que no los hagas esperar. — dijo Yunho como orden a Jaejoong.

—JiYeon viene conmigo, yo hablare con ella.

 

Dicho eso, Jaejoong cogió la mano de la bella chica que estaba todavía inmóvil en medio del pasillo. Yunho no objetó negativa alguna, solo observó  como ambos jóvenes desaprecian por el pasillo.

 

—JiYeon, sobre lo que viste… yo… bueno… él… esto —Jaejoong, aun nerviosos, no podía hilar una oración completa. ¿Cómo explicar algo que aun para él era desconocido?

—¿Eres feliz Jaejoong?

—¿Eh?

—Porque si tú eres feliz yo también — JiYeon le sonrió de manera sincera.

—¿No te desagrado vernos?

—Me sorprendió mucho, pero como tú amiga solo quiero que seas feliz y si Yunho-oppa es tu felicidad, cuenta conmigo – le enseñó ambos pulgares arriba.

—No sé qué decir.

—Solo di “JiYeon soy muy feliz al tenerte de amiga”.

 

Jaejoong no pudo evitar reír junto a JiYeon.

—Después de todo soy feliz.

Notas finales:

Muchas gracias por vuestros comentarios y lecturas. Abrazos a la distancia.

Proxima actualización Lunes 14 de agosto de 2017.

Álex


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