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Rescatame por alexriden02

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Notas del capitulo:

Editado para vosotras

 

 

Más calmado por el desaire de aquel hombre, Jaejoong salió del baño. Estaba dispuesto a disculparse con Hyun Joong pues se iría de la fiesta, su ánimo estaba por el suelo. Al salir por la puerta intentó caminar hasta el centro del salón, pero alguien lo cogió del brazo llevándolo hasta un pasillo que conectaba con la salida de emergencia.

 

 

- ¡Tú! – exclamó atónico, sus ojos se saldrían de sus cuencas y su corazón empezó a latir rápidamente. Su cuerpo nuevamente volvió a temblar, estaba perdiendo la tranquilidad al ver quien lo había arrastrado hasta ese sitio.

 

 

Que más hubiese querido él que no prestarle atención alguna a la presencia de Jaejoong en la fiesta, pero no pudo. Desde que lo vio junto a Hyun Joong sabia claramente de quien se trataba, pues quien más seria tan estúpido de entrar en brazos de un hombre, pensó molesto. Durante toda la noche había intentado no notarlo, ignorarlo, centrar su atención en sus amigos y en la hermosa mujer que lo acompañaba. Pero al verlo en el baño, no pudo contenerse más, de alguna manera se sentía  avergonzado por la forma en que Jaejoong lo había encontrado. Teniendo sexo con una mujer. Ahora estaban frente a frente, a una mínima distancia uno del otro.

 

 

- ¿A qué viniste? – preguntó Yunho con una gélida expresión en su rostro sujetando con más fuerza el antebrazo de Jaejoong. Su respiración había acelerado más de la cuenta.

- Yo…yo – apenas podía modular al hablar, estaba arrinconado contra la pared por el cuerpo del más alto. Hace tanto que no lo sentía tan cerca. A esa distancia podía sentir el perfume de aquel hombre, su esencia seguía siendo tan masculina, pero estaba ligeramente mezclado con el perfume de aquella mujer. Ese arroma le parecía pestilente, le recordaba la primera vez había olido una fruta podrida.

- Veo por quien  viniste – dijo Yunho manteniendo firme sus gélidos ojos al observar el antifaz rojo que pendía de la mano de Jaejoong – A Hyun Joong le gusta jugar con las personas – dijo como advertencia.

 

<< -Mira quién habla>> << No es a ti a quien le gusta jugar con las personas. >> << ¿Por qué desapareciste tantos días? ¿Estabas con esa mujer?>>  esas palabras retumbaban en la mente de Jaejoong y mordía sus labios para callar las voces de su conciencia.

 

 

- ¿Han- Jung? – preguntó la mujer del vestido blanco sorprendida al ver que Yunho estaba tan cerca de aquel joven.

 

 

Jaejoong reconoció a aquella mujer, no era la que estaba en el baño junto a Yunho.  Era la mujer elegante que lo estaba acompañando  en la mesa y a la que había notado tan cariñosa junto a Yunho.

 

Repentinamente casi por instinto Yunho soltó a Jaejoong y se acercó hasta la mujer que lo aguardaba en el pasillo. Acaricio levemente la mano de la mujer para después escoltarla. La mujer parecía desconcertada, pero aún así acepto la gentileza del hombre.

 

- ¿Quién es él? – preguntó tímidamente la mujer con cierto desdén  al joven que segundos atrás estaba  cerca de Yunho.

- No es nadie – ahogo una risa sobradora, menospreciando la presencia de Jaejoong. Después beso la mano de la mujer. Ambos se alejaron de la vista de Jaejoong.

- No es nadie – repitió rechinado los dientes como si deseara ahogar su rabia –  Idiota, eres un gran idiota – musito Jaejoong bajando la mirada, su atención se perdió bajo el oscuro suelo.

 

En la entrada del gran salón estaba el oficial Shindong a la espera del jefe de área, aún seguían con la tarea de resguardar la integridad y la vida del cantante Max Changmin.  Algo cansado por subir las escalinatas Yoochun se reporto tarde, pues no había podido conseguir un traje de gala. Su tardanza no importaba, sino el paradero de la estrella de música. A lo que le oficial le señalo los acontecimientos de la fiesta y que el cantante estaba junto a sus amigos en uno de los balcones adjuntos al salón. Presuroso decidió ir en busca  del cantante y verificar su estado, pues su cabeza dependía de que él estuviera sano y a salvo.

 

Cuando llegó al balcón donde se encontraba el cantante. Confirmó su bien estar al verlo. Hizó una reverencia por la tardanza ante el cantante, esperando que éste no comentara nada a Kibum sobre su impuntualidad. También recordaba lo que Shindong le comentó, que Max Changmin  estaba con sus amigos, pero el cantante estaba muy solitario en el balcón.

 

Max Changmin parecía irradiar una satisfacción al ver a Yoochun, aclarando que sus amigos estaban ocupados, uno con su novia, el otro ni sabia donde se metió, mientras que el otro de sus amigos había ido a buscarle un trago.

 

- Changmin espero que te siga gustando  el ponche de frutas – dijo Junsu dibujando una sonrisa en su rostro, sonrisa que se desvaneció al notar que alguien  estaba frente a  su amigo. No distinguía quien era la otra persona ya que estaba de espaldas. Se acerco curioso para saber quién era, aunque algo le impedía avanzar haciendo que sus piernas temblaran. Cuando finalmente estuvo frente a ese sujeto, casi se le caen las copas que traía en su poder. No podía creer estar viendo a Yoochun.

 

De alguna forma Max Changmin noto la sorpresa de ambos hombres al verse cara a cara. Fingiendo no darse cuenta intenta presentarlos  – El es mi mejor amigo Han-Jung Junsu y él es el teniente Park Yoochun.

 

Ambos guardaron un silencio abismal, se observaban atentamente como sí  se estuvieran midiendo fuerzas. Ninguno de los dos habló.

 

-        ¿se conocen? –preguntó elevando una ceja a ambos hombres.

-        No. Es un placer conocerlo teniente Park  – dijo Junsu muy confiando y cogió del brazos a Max Changmin – Vamos al otro balcón, desde ahí se puede ver la Luna.

-        Con su permiso – dijo Max Changmin siguiendo a Junsu, pues este lo estaba cogiendo del brazo.

 

La mandíbula de Yoochun casi se desploma sobre el suelo, no podía creer que la estrella de música a la cual estaba cuidando fuera amigo de Junsu. Menos creía la desfachatez con la que Junsu negó conocerlo yéndose tan campante del brazo de Changmin. Ahogo un respiró profundo presionado sus manos hasta formar un puño, después fue tras los dos. Los encontró en el balcón que daba vista a la luna. Observó sórdidamente como ambos se acomodaban en un banco que estaba en el centro del balcón. Junsu seguía sosteniendo el brazo del cantante, cada vez con más fuerza. Desde detrás del cristal, que lo separaba de ambos jóvenes, Yoochun  podía observar como los labios de Junsu se movían, estaba hablando con el cantante. Después quedo sorprendido, elevando su respiración formando un doloroso puño, cuando Junsu se recostó sobre el hombro de Max Changmin haciendo que el cantante sostuviera su mano.  Al ver tal escena agachó la cabeza, volteo rápidamente pues ya no podía seguir viéndolos tan cerca uno del otro.

 

 

¨*¨*¨*¨*¨*¨*¨*

 

 

 

- ¿Por qué me trajiste a este lugar? – dijo Max Changmin apartando su brazo del de Junsu.

- Eh… quería ver la luna – dijo tomando asiento en el sillón que estaba en el centro del balcón.

 

El cantante respiró  antes de seguir hablando.

 

 

- Así que él es tu querido Yoochun – se acomodo junto a Junsu.

- Lo sabías.

- No, tuve sospechas cuando lo conocí… pero cuando vi tu rostro lo confirme – dijo aproximándose a su amigo – Como teniente está encargado de mi seguridad, para serte sincero sentía envidia de que él fuera ese chico al cual tanto quieres.

- ¿Por qué lo dices? – miró desconcertado a su amigo.

- Es un gran hombre, simplemente por eso – dijo Max Changmin recordando la ocasión en que Yoochun lo había salvado – Igual, no me molesta que me uses para darle celos – sonrió más animado, como si se tratara de un juego. Pero esa risa escondía su propio dolor.

- No… no estaba haciendo tal cosa – negó tímidamente –

- Tonto… quise decir que siempre contaras con mi apoyo.

- Lo sé – dijo recostándose sobre el hombro de su amigo. No se había percatado antes, pero Max Changmin estaba mucho más alto desde la última vez que lo había visto – Me alegra tenerte a mi lado.

 

El cantante cogió de la mano a Junsu y se aferro a él. Sentía rabia pues recordaba el día  en que

Junsu lo llamó desconsolado por la ida de aquel hombre. Desde ese día había prometido no volver a verlo sufrir. Pero el dolor de su amigo lo lastimaba tanto que tuvo que dejar de escribirle cartas, ya que sólo hablaba de Yoochun y de cuanto lo extrañaba. Estaba molesto, porque no importaba cuanto triunfase en su carrera, Junsu sólo tenía ojos para Yoochun.  

 

- ¿Lo  has olvidado? – preguntó Changmin temiendo la respuesta mientras observaba la luna.

- Estoy intentándolo. La última vez que escribiste, dijiste que si te decía que aún no lo había olvidado, me ayudarías – miró los ojos de Max Changmin esperando una respuesta – ¿Me ayudaras?

- Por supuesto – dijo arrullando en sus brazos a Junsu. Había rezado por escuchar esas palabras, rezado porque su amigo dejase de sufrir, para que olvidase definitivamente a ese policía que tanto mal le había hecho. Sentía que no podía irse y dejar a sus amigos, debía quedarse por más tiempo en la ciudad. Más ahora que Junsu estaba olvidando a Yoochun, no podía desaprovechar esa oportunidad.

 

 

 

¨*¨*¨*¨**¨*

 

 

 

Caminó en círculo por unos minutos como  si estuviera a punto de escupir fuego de sus ojos, avasallando a todo lo que estaba a su paso. Se acerca lentamente hacia su suboficial, se retuerce las blancas manos y se coge con ellas la cintura. Exhala un respiro fuerte antes de hablarle a su suboficial. Ordenándole a Shindong que se encargara de vigilar al cantante, alegando que iría a revisar el perímetro del salón. Aunque en verdad de su pecho nacía una molestia profunda de sólo volver a ver al cantante cerca de Junsu. Ladeo la cabeza y chaqueo los dedos pues debía mantener su calma.

 

 

Yunho se acomoda el saco y ladea su copa de un lado a otro, perdiendo su vista en el fondo rojo del vino. La mujer a su lado intentaba entablar una conversación, pero él solo respondía con un <<-Aja>> <<-Si, por supuesto>> Ella acomodo su vestido para que él notase su prominente escote, y aún así no volteo a verla.

 

 

- ¿Qué te sucede? – preguntó ella casi perdiendo la paciencia al ser ignorada.

- No es nada – dijo él girando hacia ella. Después cogió la mano de la mujer, besando los nudillos de la misma – Me alegra tenerte esta noche.

- No parece – dice ella apartando su mano.

- Iré por otra copa de vino – expresó al notar que la copa de su compañera estaba vacía. Volvió a besar a la mujer en la mano. Antes de retirarse volteo nuevamente hacia ella. – Yoona, luces muy hermosa con ese vestido blanco. Bueno, creo que todo en ti luce hermoso.

- Tonto – dice no pudiendo evitar sonrojarse, hace tanto que Yunho no le decía un cumplido. Eso calmaba su descontento, pues por lo menos aquel hombre había notado su vestido. Pero ella sabía, que no era quien se encontraba en los pensamientos de él.

 

 

 

Con la mirada perdida, pues el salón era demasiado grande Jaejoong buscaba a su amigo, además no conocía a nadie. Rezongaban frases hirientes a Hyun Joong pues pensaba que lo había dejado a su suerte. Se acomodó levemente el antifaz rojo, como si temiera volver a encontrarse con Yunho. Estaba dispuesto a  abandonar el lugar, no estaba dispuesto a salir por la enorme entrada, por lo que optó salir por la puerta de emergencia.

 

 

Regresando al salón Max Changmin no pudo evitar centrar su atención en el joven que llevaba el antifaz rojo. No tanto porque le interesase, sino que específicamente la fiesta exigía antifaz oscuro y no rojo. No sabía que pensar, sólo inclinó la cabeza hacia su compañero, señalando con la vista al joven con el antifaz rojo.

 

 

Algo desconcertado Junsu observó al joven del antifaz rojo, después su vista se aclaro. Reconocería  esos ojos de perrito perdido en cualquier lado. Con una sonrisa le explicó a su amigo que iría en busca de aquel joven. Un  tanto indeciso Max Changmin no lo soltó, pero cuando Junsu le aclaro que era un amigo, lo recapacito dejándolo libre. Con una enorme sonrisa Junsu estaba dispuesto a presentarlos, quería que se conocieran, ya que ambos lo habían ayudado. Él sentía que las personas buenas debían conocerse.

 

Esquivando a la gente siguió al supuesto Jaejoong hasta uno de los pasillos, caminaba presuroso pues estaba  por perderlo. Sin esperarlo alguien lo cogió por la mano, tirando fuertemente de él, metiéndolo en una de las habitaciones del salón. Específicamente en el guarda ropas, donde descansaban todos los abrigos de los invitados. La habitación era bastante grande y siempre contaba con una encargada, pero Junsu no veía a la mujer pues todo estaba oscuro. El rose de la  mano que lo tomó no era la fuerza de una mujer, sino la de un hombre. Un tanto asustado intentó apartar del cuerpo de aquel hombre que se aproximaba a él. Intentó alejarlo una segunda vez, pero aquel hombre sujeto sus manos y las cercó contra la pared. Lo último que Junsu sintió fue  unos labios  depositándose en los suyos. Esos labios irrumpieron en el interior de su boca, haciendo que ambas lenguas se juntaran una y otra vez. Aquel hombre lo besaba con tal efusividad que apenas le permitía respirar. Ese beso provocaba que la defensa de Junsu disminuyera, así como el balance de su cuerpo, sus piernas estaban temblando amenazando con derrumbarse. Su corazón palpitaba rápidamente, su cuerpo dejo de resistirse y acepto el beso, ese beso quemaba en lo más profundo de su pecho, hacia enardecer su cuerpo y más su arte baja.

 

 

Aquellas manos dejaron de aprisionarlo para acariciar su entrepierna. El sólo roce de esas manos elevo aquella reacción que los besos habían dado inicio. Temía ser violado en la oscuridad de aquella habitación, en su mente solo había un hombre que podía ayudarlo. Pero el roce de esas manos lo encendían, se maldecía a sí mismo, pues con nadie más que Yoochun le sucedía tal cosa.  Después esas manos abrieron hábilmente el pantalón de Junsu, cuando estaba por bajar la cremallera,  Junsu gimió el nombre de Max Changmin. Repitió ese nombre como una plegaria de ayuda, pues estaban a punto de ser forzado por un extraño.

 

 

Tal clamor obligó que las hábiles manos se detuvieran, alejándose del cuerpo de Junsu quien se desplomo pues las piernas sucumbieron como débiles hojas en otoño.

 

Las luces se encendieron, la habitación se ilumino por completo.

 

- Así que sales con ese cantante – dijo mirando con desdén a Junsu.

- No salgo con él – dijo intentando cubrir el levantamientos de su entrepierna.

- Te exista con cualquiera que te toque – aparto las manos de Junsu de la entrepierna y ver mejor el levantamiento del miembro.

- Supongo que sí – dijo con una sonrisa mientras aclaraba su garganta. Mentía, con ningún hombre le había sucedido aquello más que con el que estaba frente a sus ojos.

 

Yoochun furioso cogió la mano de Junsu, elevándolo del suelo y atrayéndolo a su cuerpo.

 

- ¿Te acostaste con él? – preguntó sujetando la cintura de Junsu.

- Eso no te importa – apartó su rostro observando la entrada de la habitación por el hombro de Yoochun – Tu me dijiste que te olvidara, que te importa con quien lo hago.

 

La esperanza de Junsu estaba renaciendo nuevamente, no podía dejarse ilusionar, debía alejarse de ese hombre o perdería su voluntad. Juntó todo el valor que podía y empujo a Yoochun lejos de su cuerpo. Aún estaba temblando por el beso, pero ya no quería volver a ser lastimado, lo mejor era alejarse. Sin preverlo Yoochun lo detiene. Sintiendo las manos del policía en su cintura, Junsu tiembla por la cercanía de él sobre sus labios. Lo que temía estaba sucediendo, Yoochun nuevamente lo estaba besando.

 

 

 

Molestó por la desfachatez de Hyun Joong, la de invitarlo y abandonarlo, Jaejoong se dirigió al guarda ropas a solicitar su tapado. Quería abandonar la fiesta, sin importarle conocer o no al cantante que admiraba. Abrió silenciosamente la puerta de la habitación. Maldecía haberlo hecho. Sus ojos quedaron dilatados y su asombro fue tan abismal, que casi se desmaya. Él nunca hubiese imaginado ver aquella escena. Junsu besando a un hombre desaforadamente. Fue solo unos instantes los  que observo antes de cerrar la puerta, pero no podía equivocarse. Si bien no había visto al hombre, el cual estaba de espalda, pudo ver a Junsu. Como confundiría a la persona que más quería.

 

 

¨*¨*¨*¨*

 

 

- ¡¿Qué crees que haces?! – gritó Junsu alejando a Yoochun. Amaba a ese hombre, pero algo había cambiado en sus sentimientos. El estar junto a Jaejoong y  Changmin le dio más valor para seguir con su meta.

 

Yoochun se cogió  la cabeza  con ambas manos, ni él sabía que estaba haciendo. Porque  besó a Junsu, fue como si su cuerpo reaccionara antes que su mente.

 

- Si haces esto para que me aleje de Jaejoong, no te funcionara – acomodo su saco, olvidando que sus pantalones aún seguían entreabiertos.

- Aléjate del cantante – dijo en tono lastimoso – Sólo aléjate de él.

- No eres nadie para pedirme que me aleje de mis amigos. ¡Entiéndelo! ¡Ahora no eres nadie!  – decir esa palabras lastimaban a Junsu, pero debía decirlas o saltaría a los brazos de Yoochun. Respiro profundo antes de abandonar la habitación.

 

 

En el silencio de la habitación Yoochun se recostó contra la pared, cayendo lentamente hasta tocar el suelo. Cogía su cabeza pues no podía creer lo que había hecho, descreía  la forma en la que Junsu lo había tratado. Su cabeza estaba girando, maldecía su malestar a las botellas de champagne que bebió después de ver a Junsu en brazos de Max Changmin.

 

¨*¨*¨*¨*¨*¨

 

El corazón de Jaejoong se quebró  en mil pedazos, su respiración era más acelerada y sus ojos empezaban a empañarse. Caminaba acelerando  sus pasos, algo tembloroso y cubriéndose la boca con ambas manos para no llorar. No podía volver a la fiesta, sentía que ese día su corazón había sido  herido,  apenas podía seguir de pie. Quería para y echarse a llorar en algún rincón, pero no podía. Salió abruptamente por la puerta de emergencia, no había vuelta atrás.

 

- ¿Ese era Jaejoong? – se pregunta a sí mismo. Pues reconocía ese antifaz rojo en el joven. Se preguntaba por qué demonios lucia tan perturbado. Volteo para ver de dónde provenía. Notando que venía del pasillo que conectaba al guarda ropas. Asombrado vio que su hermano salía de esa misma habitación.

- Yunho – dijo Junsu abriendo sus ojos ante la sorpresa, el corazón casi se le salía del pecho.

- Junsu – centro fijamente sus ojos en su hermano. Notando como éste lucia perturbado, su ropa estaba desalineada al igual que la bragueta de su pantalón, la cual estaba ligeramente abierta. – Tu bragueta – señala la entrepierna de su hermano.

- ¿eh? – baja su mirada y nota que había olvidado cerrar su bregueta.

- Estuvieron juntos – dice frunciendo en entrecejo y con su mirada señalaba la habitación del guarda ropas.

- Her… herm… hermano…

-   Tu nerviosismo me lo confirma. Además acabo de verlo salir hacia allá – señala la puerta de emergencia.

 

Junsu lucia desconcertado, pensaba que su hermano lo había visto con Yoochun. Pero dudaba que Yoochun saliera antes que él, pues había un solo camino hasta el guarda ropas, y él venía de ese lugar.

 

- Sabes que no me gusta que alguien esté cerca de tuyo y menso que te ponga una mano encima – coge la mano de su hermano – asesinaría a cualquiera que te tocase un solo milímetro de tu cuerpo.

- Yunho…

- Sé que no debería importarme con quien te acuestas – agachó la mirada y ahogo un suspiro –  Pero…  ¿Por qué te interesa tanto ese idiota de Jaejoong?

- ¿Jaejoong? ¿Por qué estás hablando de él?

- Olvidaste lo que me dijiste en el casino – trago saliva antes de continuar –  que ese idiota era tu amante.

- ¿dije eso? – achicó los ojos intentando  pensar y recordar. Ese día estaba furioso así que le dijo a su hermano lo primero que le vino a la mente. Además, creía que con eso protegería a Jaejoong de la furia de su hermano.

- ¿Paso algo? – preguntó al ver como los ojos de Junsu giraban de un lado a otro.

- ¿Por qué lo preguntas? – fingió reír.

- Vi salir a Jaejoong muy perturbado  de esa dirección–  señala el guarda ropas –  ¿se pelearon?

 

Sorprendido Junsu volteo hacia esa dirección <<- Maldición ¿nos habrá visto?>>

 

- ¡¿Hacia dónde se fue?! – dijo casi desesperado.

- Hacia la salida – dijo señalando la salida emergencia. – Junsu ¿sucedió algo? – dijo afligido pues su hermano se fue rápidamente tras Jaejoong. Él estaba dispuesto a seguirlos, pero alguien lo irrumpe.

- Han-Jung el primer ministro quiere saludarte – dice Yoona quitándose el antifaz –  ¿paso algo? ¿Por qué tardaste tanto en regresar a la mesa?

- No paso nada – ladeo levemente el cuello para despejarse - Lo siento – cogió el rostro de la mujer besando su frente –  Vamos.

 

Antes de seguir a la mujer se detiene por unos minutos, coge el celular y marca un número.

 

- Sigan a mi hermano – ordenó con voz firme cortando la llamada.

Notas finales:

Gracias por leer, nos leemos en la segunda temporada.

 

 


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