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Rescatame por alexriden02

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Notas del capitulo:

 

01/03/14

¨*¨*¨*¨HOLA¨*¨*¨*¨

Bueno, he vuelto v...(n_n)…v otro mes, otro capitulo

Vale, no digo más ~porque hablar de más me causa problemas (U.U)~

Las advertencia ~música de tiburón~

No habrá Yunjae, pero al menos sabremos que sucedió con alguno de los demás personajes.

~no lancen cosas a la pantalla de la computadora y para las que leen desde el celular, no lancen ese aparatito~

 

 

Esa noche Bang Yong Guk regresaba de haber dejado a Max Changmin en la mansión Han-Jung. El día había sido normal, evadiendo periodistas y resguardando la seguridad del tipo alto. Cuando regreso, ya al amanecer noto que Him Chan lo esperaba con el desayuno como cada mañana. Ese pequeño momento de intimidad con él, era su parte favorita del día.

Después Him Chan se dispuso a ir de compras ya que faltaban algunas cosas, dejándole dicho a Bang que descansase. El mayor acató las órdenes de su joven amigo, pero antes debía buscar que ponerse. Sin encontrar una camiseta limpia, fue hacia la habitación de su amigo así tomar alguna prenda prestada. Esculco en el enorme armario, que ya de por si no daba abasto con toda la ropa de su joven amigo. Cogió una camiseta, cuando él estaba listo para irse algo llama su atención. Una extraña caja, estaba escondida detrás de unos pares de zapatos. Curioso se agacho para ver de qué se trataba. Su curiosidad fue más lejos, puesto que Him Chan nunca tenia secretos y esa caja se le hacía muy misteriosa.

<<-¿Puede ser una caja-bomba?>> se preguntó Bang, puesto que debido a su trabajo siempre hacia más enemigos que amigos. Sin más preámbulos abrió lentamente la caja, corrió la tapa hasta poder ver completamente su interior. Y lo que había adentro no era  algo de temer, pero si algo que lo horrorizaba. Sorprendido se dejo caer al suelo cuando se topo con una diminuta tarjeta. La cogió inocente sin saber que había en esa tarjeta.

Con su habitual algarabía Him Chan regreso de sus compras, muy emocionado retorno a su habitación. Pero se encontró con Bang sentado en la esquina de su cama con la cabeza agacha.

Hyung, no creerás lo que vi en el… – guardo silencio al ver que Bang tenía en su poder aquella caja que escondía celosamente, esperando que jamás la encontrase nadie. Su animada expresión cambio bruscamente – ¿Q… que haces con mis cosas?

Bang clavo una penetrante mirada a su amigo, tan profunda que podía perforarlo.

¿Qué hace todo este dinero aquí? – pregunto con una voz profunda - ¿De dónde sacaste esto? – señaló la caja que en su interior tenía varios miles de won.

Him Chan sonrió nervioso.

Son mis ahorros.

Crees que soy estúpido – dijo Bang lanzado la caja al suelo y desperdigando los billetes – ¡Ni trabajando desde los 10 años pudiste juntar todo este dinero! – exclamó molesto, pues sabía  que su amigo le mentía. Su sueldo como guarda espaldas rebasaba el salario promedio y hasta lo duplicaba, pero el dinero en esa caja era una pequeña fortuna. Algo que ni él podía tener, y eso solo lo llevaba a un interrogante ¿Cómo Him Chan había conseguido todo ese dinero?

Déjate de tonterías – dijo sonriendo con su habitual sonrisa, sin darle importancia a las conclusiones de Bang.

Antes de que Him Chan le diese la espada, Bang le enseño aquella tarjeta que había hallado en el suelo de la habitación. Ver aquella tarjeta petrifico a Him Chan haciendo que su sonrisa cayera.

La tarjeta tenía una foto en una esquina, foto que él rápidamente reconoció <<- Es aquel sujeto>>

Te acuestas con hombres por dinero – afirmó Bang en tono acusador, como si estuviese sentenciando una cadena perpetua.

Him Chan no respondió, sentía un enorme vacío en el fondo de su estomago. Sentía que estaba cayendo en un vacio al ser descubierto por Bang.

Tu silencio me lo confirma – dice Bang con la mirada horrorizada al estar viendo a alguien a quien consideraba su amigo, pero que ahora no lograba reconocerlo.

Bang… yo… déjame explicártelo – logro decir finalmente Him Chan casi suplicando.

¡Hubiese preferido que lo negaras o me mintieras diciendo que te habías robado este dinero! – despeino su cabellera haciéndole un torbellino - ¡Cualquier cosa era mejor que enterrarme esto!

Yo… por favor… deja que te explique

Al ver esa cara de víctima en el pelirubio, Bang enloqueció de ira. Volteo furioso hacia la cama de Him Chan, rasgando las sabanas con sus fuertes brazos y lanzándolo al suelo. Todo aquello le repugnaba, que aquel que creía su persona especial no solo se acostaba con otros hombres por dinero, sino que lo hacía en el interior de su casa. Aquella casa que ambos compartían, un lugar sagrado para Bang. Un lugar que ni el mismo había usado para revolcarse con sus miles de conquista. Pero Him Chan lo había hecho, no una sino dos veces.

¡En nuestra casa! ¡En esta cama! – comenzó a patear el colchón con cizaña - ¡te acostaste con ese maldito no una sino dos veces!

¡Déjame  explicarte! – suplico Him Chan a punto de romper en llanto, pues Bang lucia furioso.

¡Qué vas explicarme! ¡Cuánto te pagaba ese hombre! ¡Cómo te penetraba! – grito endureciendo su mirada, a sus ojos Him Chan  era más repugnante que un insecto - ¡Dime lo hicieron en otra parte de la casa! ¡Lo hicieron en la mesa, en el sillón o en el baño!

¡Bang, escúchame! – suplico Him Chan conteniéndose las ganas de llorar.

Me das asco – dijo con una gélida expresión, viendo como el más joven temblaba como una hoja mecida por un helado viento – ¿Desde cuándo haces esto?

Him Chan agacho la mirada, ya que si seguía viendo a Yong Guk no controlaría sus sentimientos y se echaría a llorar.

No hace falta que te responda – dijo Him Chan presionado sus labios.

Está bien – dijo Yong Guk parándose frente a Him Chan, así éste lo escuchaba claramente – Buscare a este idiota… – señaló al hombre de la tarjeta, un tarjeta que la gente usaba para conducir – Y le preguntare, seguro es tu cliente favorito y debe conocerte a la perfección – sonrió con repugnancia mientras Him Chan levantaba la vista.

Antes de que Bang abandonara la habitación, Him Chan volteo a verlo. No podía dejar que nadie más se enterrara de lo que hacía y menos Yoochun.

16 – dijo obligando a Bang a detenerse y voltearse hasta él – Desde los 16 años.

Bang camino con fiemes zancadas hasta llegara a Him Chan y plantarle en su pálidas mejillas una tremenda bofetada. Los cinco dedos del más alto quedaron marcados sobre la pálida piel del más bajo, en esa zona la piel le escocía  como si la hubiesen desgarrado.

Nos conocemos desde que  éramos niños – dijo Yong Guk sin creer lo que escuchaba, desconocía a aquel sujeto, lo miraba peor que a un extraño – Sabes por lo que he pasado para que tu no sufrieras – presiono sus puños, se estaba conteniendo se darle una paliza al más bajo – Pero veo que nada te importa.

Him chan no respondió. Continuaba con la mirada en el suelo mientras la carne de su mejilla ardía como el infierno, pero eso no importaba. Las palabras de Bang Yong Guk dolían más que aquella bofetada.

¡Vete! – dijo mientras lanzaba aquella tarjeta de conducir al pecho del Him Chan, dicho objeto reboto y cayó al suelo – Cuando regrese no quiero ver tu asquerosa cara, me siento traicionado – dijo y azotó la puerta con suma fuerza.

Aquel zote bastó para que de los ojos de Him Chan empezasen a descender lágrimas. Una tras otra cubrían y rozaban por donde segundo atrás la mano de Bang había pasado. Entre llanto, el peliruibio no pudo más que caer al suelo y recoger aquellos billetes.

Junto todas sus cosas en unas maletas, sentía que ya no podía seguir viendo a Bang a la cara y debía abandonar a prisa ese lugar. Sin tener a donde ir, pues no quería que sus amigos le preguntasen sobre su pelea con el más alto, opto por ir al único lugar donde no lo juzgarían. Cogió la tarjeta que Bang le había lanzado con tanta furia.

Park Yoochun – leyó el reverso y la dirección – No soportaría que tú también me odiaras.

¨*¨*¨*¨*¨*¨*¨*¨*¨*¨*¨*

 

Cansado por haber tenido que montar guardia toda la noche con sus hombres, Yoochun ingresa a su departamento. Al abrir la puerta descubre que se le había olvidado un pequeño detalle, Him Chan. El joven dormía plácidamente sobre su sofá. Para despertarlo azoto fuertemente la puerta antes de entrar. Dicho ruido despertó a Him Chan un tanto sobre exaltado.

Antes de que Yoochun fuera a decir algo el más joven se levanto del sofá y corrió hacia la estufa donde había una pequeña olla.

-   Te advertí que no tocaras nada – dijo en tono severo al más joven pues sabía que en esa pequeña cacerola había comida.

-   No he tocado nada de tu cocina – torció el gesto como un niño regañado sin ser culpable.

-   Y dime qué es esto – abrió la tapa que cubría la cacerola y efectivamente había comida. Una de sus favoritas, langostinos asados.

-   Esto… – Him Chan sonrió más animado – No toque nada de tu casa, le pedí prestado la cocina a Ahjjuma e hice esto – señala la comida –  Como no llegabas tenía hambre y supuse que tú también tendrías hambre a llegar tan tarde.

Yoochun ahogo un bostezo, pues estaba muy cansado y hambriento como para negarse a tan delicioso platillo. Así que lo acepto. Him Chan calentó un poco la comida en la estufa y después se la sirvió a Yoochun. Quien parecía devorarla con gusto, cosa que agrado a Him Chan.

-   Sé que sueno muy molesto – hizo una débil mueca tímido – ¿Puedo usar tu baño?, desde anoche  que tengo ganas de ducharme. Y me dormí esperando para preguntarte.

El joven teniente solo asentó como si ya no le molestase la presencia de Him Chan en su departamento. Además tenía planeado hablar más tarde con él, ahora su estomago era la prioridad. Hace años que no comía comida casera, salvo la que sus abuelos le enviaban o la que su casera le regalaba a veces. Pero aquel platillo era casi tan delicioso como los de Jaejoong. Una extraña sensación invadió el pecho de Yoochun. Siempre había imaginado vivir con Jaejoong y que cuando regresase del trabajo su joven amigo lo recibiese con la cena o lo despertara con el desayuno. Por extraño que fuera, parecía estar viviendo eso con un completo desconocido, Him Chan.

Al terminar de comer, lavo los trastes  cosa que nunca hacia pues comía fuera de casa o comía comida deshidratada de caja. Cansado, no solo por trabajar de noche, sino por las insistentes llamadas desde la central para verlo.  Tenía menos de cuatro horas para dormir y recuperarse.  Se quito el saco, como era su costumbre así no arrugarlo y se tendió sobre su cama. Necesitaba descansar un poco antes de que Him Chan saliera del cuarto de baño, pero el sueño lo venció y cayó profundamente dormido.

Al salir del cuarto de baño, el joven no vio a Yoochun en la sala. Camino unos pasos hasta dar con una puerta entre abierta, abrió tímidamente la puerta y encontró lo que buscaba. Mientras secaba con la toalla de mano su cabello húmedo camino hasta donde dormía Yoochun. No pudo evitar suspirar al verlo dormir de esa forma. Lo contemplo con añoranza, pero al mismo tiempo se preguntaba si Yong Guk estaría durmiendo tan plácidamente después de su pelea.

Yoochun se movió un poco y quito a Him Chan de sus pensamientos por Yong Guk. El más joven sonrió tímidamente al ver a Yoochun dormir. El mayor  parecía tan cómodo recostado sobre ese colchón, cuando Him Chan tuvo que estar durmiendo  en ese incomodo sofá. Para su suerte tenia puesto el pijama y aún era de madrugada. Tomo un par de acolchados del placar y lo tendió encima de Yoochun. Al finalizar de secar su cabellera se subió a la cama y gateo hasta estar muy cerca de Yoochun. Quería dormir una vez más junto a aquel hombre, pero esta vez seria él quien descansara sobre su pecho.  Apoyo tímido su cabeza contra el pecho del mayor, una vez que lo hizo no hubo quejido alguno del otro, y prosiguió. Después de descansar su cabeza y escuchar los latidos de Yoochun, poso su mano sobre el otro costado del pecho de Yoochun que quedaba vacio.

Dormir de esa forma lo hacía sentirse protegido.

Casi por instinto, Yoochun rodeo la cintura del más joven y lo atrajo a su cuerpo. Sentía que estaba durmiendo con Junsu, como esos días en la habitación de alumnos después de tener una noche de amor. A Him Chan no le molesto estar así de cerca, aún quería más, pero con eso le bastaba al más joven.

¨*¨*¨*¨*¨*¨*¨¨*¨*¨*

 

La mayor parte de la gente estaba ocupada tecleando sus computadoras, egresando datos y recibiendo información, a excepción de él.

-  ¿Le sucede algo teniente Han-Jung? – preguntó el comandante EunHyuk

-  ¿eh? – dijo intentando despabilarse – Lo siento comandante, no lo escuche.

-  Junsu-shi – dijo da manera más informal, puesto que lo conocía desde hace años y sentía que debía cortar esa brecha profesional y mostrar su camaradería - ¿Hace días te noto algo tenso? Siento como si estuvieras expectante de algo, como si tu mente estuviera en otro sitio ¿Es por el caso del triple homicidio?

-  Comandante – agacho la mirada – En parte es por eso, pero en parte es porque… - pauso para tomar un respiro – repentinamente a mi mente vino la imagen de alguien.

-  ¿una chica? – sonrió EunHyuk divertido – Me parece muy bien, ya empezaba a preocuparme que no tuvieras vida sentimental.

Junsu sonrió de la misma forma que su comandante. Después centro toda su concentración en ver el expediente CEC – casos de expediente confidencial- Buscando algún caso similar al triple homicidio. Pero por más que fingía estar leyendo los expedientes, no leía una sola silaba o palabra. Su mente estaba centrada en otra persona. Cuando el comandante se levanto de su asiento y se marcho, Junsu cogió su celular. Desplego la pantalla táctil y busco en su agenda de números.

<<Kim Jaejoong>>  fueron las únicas palabras que había logrado leer. Pero resistió esa necesidad de hablarle o verlo, necesitaba su máxima concentración para resolver el caso. Se levanto de su asiento y fue hacia la máquina de café. Tomo un vaso y espero que la maquina lo llenase. Bebió el café lentamente, desde su perspectiva divisa unos cadetes de la academia de policía. Como cada año  los superiores llevaban a los alumnos a conocer las instalaciones de la central. Ver a aquellos jóvenes trajo vagos recuerdos a Junsu.

<<Mi sueño es llegar a ser comandante de la central de inteligencia>> recordaba esas palabras de Yoochun en su mente el día que hicieron aquel recorrido como cadetes <<Quiero que mi padre se sienta orgulloso de mi>> Desde la confesión de Yoochun, Junsu había decido seguir ese camino. Deseaba seguir siempre al lado de Yoochun, pero las cosas habían cambiado. Él no era el mismo joven enamorado y Yoochun seguía siendo el mismo hombre de carácter fuerte.

Al final bebió el café de un solo trago y lanzo el vaso desechable al contenedor de basura.

Notas finales:

 

La historia esta teniendo pequeños sucesos inesperados:  ¿Junsu se ha resignado a vivir si Yoochun? eso aún está por verse. Pero él ahora está iniciando a pensar en Jaejoong como algo más allá de la amistad.

Que es lo que esconde Him Chan? Cuanto más secretos hay detrás de su pasado? Por ahora no  importa la respuesta, pero en estos momentos él necesita de Yoochun como Yoochun necesita de él.

El próximo capítulo tendrá algo más de YJ.

Punto aclarado, me despido

¿Hasta cuándo?

La verdad no lo sé, pero tranquilas que mi hermana me castigara si no actualizo en menos de 7 días ~ hasta parece la niña de “la llamada”~  

Saludos!!! Y miles de gracias por vuestros comentarios.

Para las que leen desde su celular, el pequeño inconveniente ya fue reparado (n_n)

Hermana: wooo las imágenes que me habéis enviado desde  Rio de Janeiro son impresionantes, samba, plumas y muchos colores, me alegro que la estéis pasando tan bien ~con el babbo~ aunque espero que vuelvas pronto (T-T) I MISS YOU!!!


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