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Perfumes y Armas por ItaDei_SasuNaru fan

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Demasiado.

 

 

Fue demasiado. Minato no tiene ni idea de qué, cómo o cuándo ha sucedido… lo cual es una verdadera lástima, porque le gustaría recordarlo todo con infinitos detalles. Hubiera querido guardarlo como uno de sus más queridos recuerdos, en caso de que alguna vez deseara recrearlo en tiempos de necesidad.

Su cuerpo, acostado justo a Fugaku, cubierto por un supremo silencio, le grita que recuerde. Y no obstante, su memoria, en lugar de reproducir nítidamente aquellos momentos de salvaje placer, solo trae a la superficie de su conciencia un conjunto de imágenes dispersas, sensaciones confusas y sonidos que no puede terminar de enlazar entre sí. Es como si lo sucedido entre el moreno y él mismo, hubiera sido tan apoteósico, que su cerebro no fue capaz de manejarlo y sufrió un pequeño colapso mental por la sobrecarga de sus neuronas.

Piezas de rompecabezas es todo lo que tienen.

Una boca por aquí, una mano por allá, un gemido largo y profundo… ¿pero de quién? ¿De Fugaku? ¿O de Minato? ¿Una mezcla de ambos?

—Vamos a tener que hacer eso… otra vez —dice el rubio, recién percatándose de un zumbido en sus oídos. Su propia voz se le antoja lejana—. Vamos a tener que hacer eso otra vez, más despacio.

—Por un momento… no podía ver —concedió Fugaku en un susurro con matices de ensoñación.

—Apenas estoy empezando a escuchar de nuevo…

Muchísimo más despacio, para la próxima —reitera el Uchiha.

Fugaku siente algo cálido y húmedo en la espalda, manchando las sábanas, acompañado de un poderoso ardor debido a los arañazos. Trata de removerse para asegurarse de que no está sangrando mucho o de levantarse para buscar el botiquín que está en el baño, pero desiste cuando se da cuenta de que los latidos de su corazón aún galopan con violencia y todavía le toma trabajo respirar. Desde su posición, observa a su rubio que yace a su lado, tan estupefacto como él se siente.

Con pesados y torpes movimientos, el moreno intenta acercarse al otro para arroparlo y estrecharlo contra sí, pero su cuerpo simplemente parece no responderle.

—Solo dame un minuto…

—No te preocupes, no iré a ninguna parte… —murmura Minato, mirándolo con una sonrisa imposible—. No puedo.

 


 

The Abominable Bride.

 

 

 

—¿Lo notaste? —preguntó Fugaku, haciendo a un lado la computadora donde hacía pocos minutos habían terminado de ver el último especial del detective consultor más famoso del mundo.

—¿El qué? ¿El cómo el John del palacio mental de Sherlock está lleno de confianza y hace las de un caballero en armadura brillante o… el hecho de que es un delirio victoriano inducido por la fiebre donde manifiesta sus peores temores? —respondió Minato.

—Ambas cosas. Esa escena en la que Mary “lleva a John a casa”, tiene que referirse al miedo constante a que John siempre escoja a Mary antes que a él.

—No olvides que para Sherlock, el que Mary esté en control de esa relación es probablemente el peor escenario.

—Así parece. Pero, dejando de lado que la trama seguirá posponiéndose por otro año… hay algo que no me termina de convencer.

El rubio respiró hondo y se acomodó mejor en las almohadas para ver al otro y escuchar su análisis interminable acerca del subtexto en la historia.

—Cuéntame.

—Mycroft duda que el palacio mental pueda albergar una fantasía tan elaborada, ¿verdad?

—Sí, en realidad se ideó como un mero recurso mnemotécnico.

—Pero sabemos que eso no es cierto. Es cuestión de segundos, Sherlock puede imaginar cualquier escenario de la manera más realista posible.

—Como Hannibal —observó Minato con una sonrisa nostálgica.

—No, este no es momento de tratar tu obsesión con Hannibal —atajó el Uchiha antes de que la situación se le saliera de las manos.

—¡Pero la simbología-!

—Minato, no.

—Está bien, lo siento. Por favor, continúa.

—Como decía, Sherlock incluso emplea el palacio mental para comunicarse con otras partes de su mente. En la ocasión en que Mary le disparó, Sherlock utilizó los conocimientos de Mycroft y Molly para salvar su vida.

—Los rubios somos peligrosos —comentó el otro con guiño.

—No necesitas recordármelo —replicó el moreno, abandonando su puesto y buscando acomodarse sobre el rubio, que lo recibió contento—. Lo que no puedo creer es que Sherlock no tenga otro tipo de fantasías acerca de John, en su palacio mental.

—¿Cómo cuáles te imaginas? —susurró Minato contra una sonrisa felina.

—Bueno, el hombre también está hecho de carne y hueso, ¿no? Debe tener sentimientos, impulsos… como el deseo de acariciar.

Siguiendo la insinuación de sus palabras, las manos de Fugaku serpentearon por la orilla de la camisa del otro, reptando bajo ella y revelando la piel tersa; cada dígito de su mano maravillado sin cansancio, mientras recorría los costados sensibles de Minato, amenazándole con cariño el arrancarle un par de carcajadas.

—Sherlock debe querer besarlo… o tocar áreas más íntimas, ¿verdad? —susurró el rubio, llevando una mano hasta el cabello castaño y tirando suavemente de él, demandando sus labios.

Fugaku rápido se vio prisionero de un beso apasionado, con las manos de Minato enredadas en su cuello, apretándolo contra sí y rodeándole con ambas piernas.

Minato, por su parte, deslizó las manos por la columna del moreno, debajo de la ropa, incitando uno que otro gruñido al presionar juguetonamente los rasguños que decoraban los músculos de su espalda, absorbiendo el aroma natural del Uchiha mientras disfrutaba el estar atrapado bajo su cuerpo.

—Si estoy en lo cierto, estoy seguro de que esa es una de las razones por las que Sherlock se pasa horas concentrado en su palacio mental —dijo Fugaku, sonriendo en la cercanía del abrazo.

—Y les hace creer a John y a la señora Hudson que está resolviendo casos muy importantes —sonrió Minato, arqueando el cuello a medida que la boca del moreno se abría camino.

Lo que nunca fue dicho por ambos, es que les dejó un sentimiento de tristeza al pensar en que el amor del detective continuaba sin ser correspondido. A ninguno le gustaba la idea de los amores frustrados, por lo que esperarían pacientemente por otro año y una nueva temporada de una de sus series favoritas, demostrándose mucho amor.

 

 


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