Al día siguiente Ana se levantó y se fue dejando una nota que decía “lo siento Anton”
------------------------Nuevo Capitulo------------------------------
Ana: (susurrando) lo lamento tanto Anton; pero tú me hiciste más daño.
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La chica había apresurado sus entrenamientos y en medio año había terminado exitosamente su entrenamiento en Rusia, le mando una carta a Reborn diciéndole que encontró un entrenador en Alemania y que regresaría y sin esperar la contestación de su padre; regreso a Alemania.
La chica intento buscarlo pero se arrepentía, frecuentaba los lugares a los que iba pero regresaba a su hogar; un día iba hacia la cafetería pero a medio camino le temblaban las piernas, y regresaba; no era cobardía simplemente no sabía qué le iba a decir al chico; tan enfrascada en sus pensamientos que al momento de voltear choco con alguien.
Ana: lo sient….
Las palabras murieron en su boca cuando noto esos ojos esos ojos que habían cautivado su joven corazón; estos relucían un semblante de tristeza la cual se fue en cuanto vio a la joven.
Anton: Ana…bel
Ana: Anton……
El silencio incomodo se formó en el lugar mientras ambos jóvenes se observaban pareciera que el tiempo se había detenido para ellos; los dos hablaron al mismo tiempo sincronizando sus pensamientos.
Los dos: lo siento/te amo
La sorpresa en ambos era mayúscula y otro silencio se hizo presente; Ana decidió romperlo mientras lo miraba fijamente a los ojos.
Ana: lo lamento Anton, no debí haberme ido así; mi papa llamó y yo...
El chico puso un dedo sobre sus labios mientras negaba suavemente; tomo su rostro viéndola directamente a los ojos y sin más le planto un beso, la chica se sonrojo mientras rodeaba su cuello con sus brazos. El beso subió con cierta intensidad cuando el más alto coló su lengua entre sus labios pero se tuvieron que separar por falta de aire.
Anton: (sonriendo) te esperare siempre. No importa que tan lejos estés, yo estaré aquí para ti.
La chica se abrazó al de cabellos negros y así con las manos unidas; caminaron rumbo al parque.Su relación regreso a su rumbo; y ahora que ambos estaban libres; andaban más tiempo juntos. Por las mañanas iban a la cafetería de siempre y por las tardes caminaban por el parque; o tomaban un pequeño almuerzo y ya en las tardes él iba a dejarla a su casa; siempre respetándose y sin llegar a más de unas cuantas caricias y besos.
Así pasaron unos 3 meses pero algo pasó en su relación que la empezó a fracturar; él era más posesivo y celoso con ella; y hasta cierto punto agresivo; y más ahora que habían acabado sus vacaciones y había regresado a la escuela.
Ana había buscado un trabajo de medio tiempo, que le diera tiempo para comer con Anton; cosa que a él no le gusto e inclusive pelearon por ello.
Anton: ¿Por qué un trabajo? Yo pagare tus gastos
Ana: porque no quiero depender de nadie, he estado independiente por mucho tiempo
Anton: ¿y tú papa?
Ana: me manda dinero, pero tengo que pagar la renta del departamento, mi comida y demás.
Anton: múdate conmigo el departamento es de mis papas
Ana: no Anton tenemos 15 años, se vería raro
Anton: te dio pena
Ana: no es eso, mi amor
Anton: no me justa que trabajes, hay demasiados pervertidos sueltos.
Ana: tranquilo me se defender
Anton: no, no, y no; deja el trabajo
Ana: es mi decisión, así que yo trabajare
El chico se levantó mientras se iba; la joven suspiro; ya era costumbre sus berrinches de niño pequeño; sin más lo abrazo por la espalda y le susurro.
Ana: solo es medio tiempo
El joven se mordió el labio y volteo abrazándola y dándole un suave beso.
Anton: está bien.
Aunque por parte de los celos la historia era diferente.
Anton: (molesto) ¿con quién hablabas?
Ana: solo era un amigo del trabajo
Anton: y ¿Por qué tan cariñosa?
Ana: no era cariñosa era amable; Anton deja de celarme
Anton. ¿Por qué? ¿Para qué corras a los brazos de tu amante?
Ana: por dios Anton sabes que déjame no quiero verte, cuando se te pase el berrinche vuelves.
La chica se dirigió a la puerta para abrirla haciéndole una seña al otro para que saliera; Anton se acercó hasta ella y bruscamente la beso mientras la joven forcejeaba, sin más la pego contra la pared cerrando la puerta.
Forcejeo bruscamente con ella; hasta que logro cargarla y llevarla a su cuarto y lo demás era demasiado doloroso para ser recordado.
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La joven Ana sollozaba mientras inconscientemente llevaba una mano a su vientre; acariciándolo tiernamente.
Ana: mi pequeño, no nacido.
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Después de ese día fatal, no se vieron más; ella no salía casi de su casa más que para ir al trabajo y lo evitaba lo más posible, había cambiado de celular y de departamento, había decidido terminar su contrato que le daba 1 mes más y después irse del país; aunque algo le daba miedo; ya que últimamente se sentía mareada y con nauseas.
Y un día sin más se había desmayado, cuando abrió los ojos se encontraba en el hospital, todos sus amigos preocupados la habían llevado de emergencia y en este el doctor le dio un diagnostico hermoso pero malo a la vez.
Doctor: señorita está embarazada.
La joven abrió los ojos sorprendida mientras pequeñas lagrimas escurrían de sus ojos, sus manos acariciaban su aun plano vientre mientras pensaba el que hacer.
Ana: “no puedo decirle a papa, se decepcionaría”
Sus amigos entraron e intentaron animarla; le llevaron juguetes y demás cosas para bebe en cuanto supieron la buena nueva mientras la chica se hacía a la idea; ya después vería como enfrentar a Reborn.
Pero los problemas no se hicieron esperar y más cuando Anton se enteró de lo sucedido; constantemente la acosaba e iba a visitarla al hospital lastimándola tan profundamente que le prohibieron el acceso.
Sus amigos no la dejaron sola y cuando pudo dejar el hospital; siempre la acompañaban; la animaban; se quedaban con ella hasta tarde intentando que ese sujeto no se le acercase más aún cuando se enteraron que era el padre de su futuro bebe.
Se recuperó y decidió ser fuerte, no por nada era hija de Reborn; empezó a mejorar y sus amigos empezaron a darle espacio a petición suya.
Ana: o me quedo llorando o salgo adelante.
Esas simples palabras la animaban para ser fuerte por ella y por el pequeño ser que crecía dentro de ella; los días pasaban en relativa calma. Un día le toco cerrar así que iba algo tarde a su casa, caminaba por las calles de la hermosa Alemania; mientras acariciaba su vientre y sonreía.
Ana: ¿Qué nombre te pondré? Tu abuelito de seguro querrá su nombre si eres varón, te agradara mi bebe es estricto pero es muy bueno en realidad, y tu abuelita que en paz descanse querría su nombre si eres mujer. Me he decidido te llamaras Isabel si eres niña o Reborn si eres niño.
Anton: y ¿si mejor no nace?
La chica se alertó al oír esa voz tan conocida, mientras se ponía en posición de defensa ahora no le importaría golpearlo; solo por proteger a su bebe.
Ana: ¿Qué quieres Anton?
Anton: quería verte pero veo que aún estas terca de tenerlo; de tener al hijo de tu amante.
Ana: sabes que Anton ya nada de lo que me digas me dañara; además él bebe…..es tuyo.
Anton: (sarcástico) a otro ingenuo con eso ¿no crees?
Ana: me vale si me crees o no; pero voy a tener a este bebe así que muévete, me estorbas.
La joven se adelantó mientras él la tomaba de un brazo; la chica volteo dispuesta a golpearlo pero él dirigió una patada a su vientre; ella logro bloquear el golpe pero él no le daba tregua; podría defenderse aún más si no cuidara a cada tanto a su pequeño, la balanza se inclinaba en su contra; no supo ni como pero termino en el piso con el labio partido y con muchos golpes. Él se acercó a ella y hasta en ese momento pudo notar su aliento a alcohol, saco una pequeña ajuga y le inyecto un líquido que la mando al mundo de las tinieblas.
Cuando despertó se encontraba de nueva cuenta en el hospital; pero ahora sus amigos la veían con una triste sonrisa.
Ana: ¿Qué paso? (asustada) mi bebe ¿Dónde est……no, no, no NOOOOOOOOOOOOOOOOOO
Por todo el lugar se oyó el grito desgarrador de la joven; mientras todos se abrazaban a la chica; la joven lloraba como nunca había llorado; se deprimió y tuvo dos colapsos lo que provoco que pasara un mes más en el hospital. Cuando al fin pudo irse se despidió de sus amigos y regreso a casa.
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La chica se abrazaba a si misma mientras silenciosas lagrimas recorrían sus mejillas; una mano toco su hombro mientras se alejaba rápidamente; se levantó mientras limpiaba sus lágrimas y fue a ver al par de bebes quienes se removían en sus cunitas. Tomo uno delicadamente mientras lo arrullaba.
Anton se le quedo viendo mientras acurrucaba y cambiaba al pequeño bebe, se mordió el labio no recordaba muy bien ese día pero sabía que la había lastimado demasiado; se veía tan hermosa cargando al pequeño, todo el dolor en su corazón era insoportable; se inclinó en el suelo obteniendo su atención.
Anton: LO LAMENTO, lamento haberte hecho tanto daño a ti y a nuestro bebe; lamento (llorando) haberte herido, no quería pero estaba enfermo, enfermo de celos; tenía tanto miedo de perderte que pensé que si solo me tenías a mí, no te irías; no me traicionarías; y cuando me contaste me alegre pero mi enferma mente me empezó a decir que me habías engañado; que no era mío.
Ana: (llorando) ¿no confiabas en mí?
Anton: confiaba en ti pero no en mí; sabía que te perdería de alguna u otra forma y no quería así que te dañe ¿podrás perdonarme?
Ana: te odie, me lastimaste tanto, que te odie pero…. Ahora que nos reencontramos, no lo sé, deja ir a los pequeños; Anton mi papa te lastimó pero estos bebes no tiene la culpa, al igual que nuestro angelito que ahora está en el cielo.
La joven se acercó con el pequeño Souta y lo deposito en sus brazos, al principio el joven se veía renuente pero poco a poco fue tranquilizándose hasta sonreírle al pequeño bebe.
Ana: ellos no tienen la culpa, son pequeños angelitos; puedes discutir con papa todo lo que quieras pero déjalos ir.
Anton: lo hare te amo demasiado como para acerté daño de nuevo. Lamento haber llegado a tal extremo, solo estaba triste y enojado, Ana ¿crees que podríamos intentarlo de nuevo?
Ana: puedo perdonarte pero lo otro, déjame pensarlo ¿Qué pasara con Clarisse?
Anton: hablare con ella, debe saber que no la quiero; que a quien amo es a ti y que luchare por recuperarte.
Clarisse: no hay nada de que hablar Anton, estúpida niña (sacando un arma) te arrepentirás
El joven interpuso su cuerpo frente a la joven, pero Clarisse disparo directo hacia la cuna de los dos infantes; Ana se interpuso a tiempo y el disparo le dio en el vientre justo en ese momento se abrió la puerta mostrando la silueta de Reborn quien observo como si hija caía al suelo y como la sangre emanaba abundante de su vientre.
Anton: ¡Anabel!
La peli –roja intento dispararle nuevamente a la joven pero un arma en su sien la detuvo, y un segundo disparo retumbo en el aire; el cuerpo de la chica caía al suelo sin vida, Anton tomaba el cuerpo de Anabel quien empezaba a temblar; mientras los dos infantes lloraban.
Anton: no mi amor, no mueras; no me dejes solo; te amo, te amo nunca volveré a hacerte daño por favor no te duermas.
La chica difícilmente llevo la mano a la mejilla de su ex y la acaricio suavemente.
Ana: también……te……amo
Luego volteo a ver a la familia Vongola que se encontraba impactada, le sonrió a Gokudera y a Ryohei con un “los salve” escrito en la mirada; luego vio a su padre, quien contenia su ira y sus ganas de llorar y susurro un quedo perdónalo viendo nuevamente a Anton antes de caer en la inconciencia.