Reborn: puedo verla
Doctor: adelante esta en el cuarto 205
-------------------------------------Nuevo Capítulo---------------------------------------------------
El asesino se adentró al lugar mientras buscaba con la mirada el número del cuarto cuando lo encontró, se adentró con cuidado en él; la escena que vio lo dejo petrificado; y con un inmenso dolor en el pecho.
El cuarto totalmente blanco solo tenía una cama y sobre esta se encontraba su hija, de su nariz salía un tubo que se conectaba a una máquina, dedujo que para darle oxígeno; en su brazo había una aguja conectada a una bolsa con suero, de su pecho salían un par de cables conectados a una máquina que media el latido de su corazón,
Y de no ser por todas estas cosas, cualquiera pensaría que la chica estaba dormida; Reborn tomo una silla que estaba cerca y la acerco a la cama, aun lado de su hija; y sin más se sentó, llevo una mano a los cabellos castaños de su hija mientras los acariciaba. Su mente se mantenía en blanco y hasta él llego todo lo que había pasado para encontrar a su hija, los esfuerzos sobrehumanos de Spanner y Soichi para localizarla; las horas de trabajo de Sebastián y Claude para hacer un plan de ataque.
Y el momento en que habían llegado a ese lugar, ese momento en que no encontraron resistencia alguna; el momento en que Reborn guiado simplemente por su juicio o intuición había subido las escaleras hasta ese cuarto, el momento justo en que abría la puerta y el disparo inundaba sus oídos y veía como su hija caía ensangrentada, al piso.
Justo ese momento en que su corazón se paró y su mirada volteo a la chica que le había disparado a su hija, viendo que esta iba a volver a disparar; tomo su arma la que siempre reposaba al lado de su cadera y de un certero disparo había matado a esa joven.
Rememoro la mirada angustiada del otro joven, del joven que odiaba porque había lastimado profundamente a su hija, luego observo a su hija que le sonreía a Gokudera y a Ryohei los cuales habían corrido para ayudar a sus bebes; y vio su mirada llena de paz cuando lo vio y le susurro un quedo perdónalo en referencia al otro joven.
Después la vio cerrar sus ojos, recordaba los momentos en la ambulancia cuando una de sus máquinas empezó a sonar fuertemente; alertando a los paramédicos que habían empezado a darle algunas descargas a su corazón que quería dejar de latir; recordó la mano de Lambo apretando la suya; intentando tranquilizarlo; Lambo su tierno –aunque no lo dijera a viva voz-y querido doncel, madre de sus hijos; era para él un alivio tenerlo en momentos como ese.
Enfermera: puede hablarle, ella lo escuchara.
Abrió sus ojos, ¿en qué momento los había cerrado? Mientras observaba a la enfermera que checaba a su hija y anotaba algunas cosas en su libreta; soltó un suspiro y asintió con la cabeza. La enfermera le sonrió tristemente; ella había visto a los jóvenes angustiados pero el más angustiado de todos era el padre, sin más se retiró.
Reborn tomo la mano de su hija, mientras soltaba otro suspiro; se acercó depositando un beso en su frente y empezó a tararear una canción bastante antigua que le cantaba a su hija cuando era pequeña –pero eso nadie más lo sabía- ya que la joven aún tenía pesadillas en cuanto a su madre y la muerte de esta, y aunque no lo pareciera Anabel se preocupaba demasiado por él y su seguridad, temía perderlo y quedarse sola de nuevo.
Reborn: no sé si me escuchas o no Anabel, hija por favor despierta; no quiero que te pase nada malo; eres una gran Hitman, la mejor diría yo; y puede que no lo parezca pero te quiero; como no lo voy a hacer si eres sangre de mi sangre; por favor mi pequeña despierta papi te necesita; además (llorando) tienes que conocer a tus hermanitos.
La puerta se abrió mientras el asesino limpiaba sus lágrimas pero se detuvo al ver a Lambo; el joven se acercó notando las lágrimas que corrían por el rostro del mayor, las limpio con cuidado; el hitman se levantó cediéndole el lugar al doncel.
Lambo se acercó hasta la joven que dormía depositando un beso en su frente, tomo su manos y la paso con cuidado sobre su vientre; en ese momento él bebe pateo la mano de la joven dormida.
Lambo: tus hermanitos te quieren conocer, despierta Ana; tu padre y yo queremos que despiertes
Y sin más tomo la mano del Hitman que reposaba en su hombro; tomo la mano de la joven y la unió con la de su padre mientras el también unía su mano.
Lambo: ahora somos una familia. Te esperaremos, solo no tardes mucho
El Hitman desvió la mirada odiaba verse así de débil pero esa joven- que para el siempre sería su pequeña niña-había llegado a su vida dándole un nuevo sentido a esta; encendiendo una pequeña luz en toda la oscuridad que le rodeaba; dándole nuevas esperanzas para vivir y cunado creyó que solo era una felicidad pasajera apareció Lambo en su vida, y él junto con su hija llenaron su vida; le costó trabajo y casi pierde al menor por su estupidez, pero su linda hija le hizo darse cuenta a tiempo.
Y cuando recibió la noticia de que iba a ser padre nuevamente, se sintió demasiado bien y a la vez dolido al no creerse merecedor de esa felicidad; para todo el mundo seguía siendo el frio y sanguinario asesino a sueldo; pero para quienes lo conocían bien- los cuales eran pocos- sabían que algo en él había cambiado.
Ambos se quedaron en el lugar hasta que la hora de visita acabo; después se retiraron a su hogar a esperar. El tiempo transcurría lentamente para la familia Vongola; apenas habían pasado dos semanas del incidente; Reborn visitaba a su hija todos los días pero a veces tenía que aguantarse las ganas de matar a la otra persona que también la visitaba.
Anton se había mantenido firme a su decisión y después de una semana que pudo andar mejor, iba al cuarto de su amada y se quedaba con ella; aunque al salir tuviera que enfrentar la cara de supremo enojo de su “suegro” no le temía al hombre y si le daba otra paliza era porque se lo merecía pero pareciera que el mayor aguantaba las ganas de asesinarlo; ya no le odiaba, había descubierto que sus padres no habían sido del todo buenos; y aunque le doliera aceptaba que el señor Vongola tenía razón y que había hecho lo que hizo por proteger a su familia.
Ya conocía a Lambo al principio el joven estaba renuente ante él; pero después se conocieron mejor y ahora eran “amigos” o al menos se soportaban; el joven Lambo era el único que evitaba que el señor Reborn se le lanzase encima y ahora le agradaba el hecho de que su niña tuviera dos hermosos bebes por que no importaba quien fuera “la madre” lo importante eran las dos criaturitas que vivían en su vientre y que no tenían la culpa de nada.
El cuarto de la joven se llenó de flores y regalos para esta; para que los viera cuando despertara pero en cuanto pasaban los días la esperanza de que eso sucediera, disminuía.
Se cumplió un mes de la tragedia, Reborn estaba por irse con su preciado Lambo quien ya entraba en su 8° mes con dos semanas de gestación; cuando a este le vino una contracción y después otra y otra más; el joven doncel había entrado en labor de parto.
El asesino se apresuró y llevo al joven doncel al hospital –Shamal había tomado unas vacaciones largas-ya en este lo interno y los médicos empezaron a atenderlo, mientras tanto en la habitación de su hija.
La joven había empezado a colapsar sus signos vitales se habían disparado y luego disminuido drásticamente; los doctores hacían todo por salvarla pero pareciera que este sería el fin de su lucha.
///////////////Mente de Anabel/////////////////////
Ana: MAMA, Mama
La joven corría por un campo de flores mientras intentaba alcanzar a su madre; la cual caminaba sin mirar atrás; el campo desapareció mientras sentía como caía vertiginosamente; un par de brazos la sostuvieron y un rostro amable la recibió.
Isabel: hija mía
Ana: mama (llorando) te quiero, me voy contigo; me quiero ir contigo
La mujer negó suavemente con la cabeza; mientras depositaba a la menor en el suelo, y se colocaba a su altura.
Isabel: ¿y tu padre?
La joven apretó los puños; y la mujer frente a ella sonreía.
Isabel: ¿le quieres mucho, verdad?
Ana: si
Isabel: ¿y tus hermanos?
Ana: aun no nacen
Isabel: (desviando la mirada) es hora de que regreses, aun no es tu tiempo; algún día nos volveremos a ver hija mía y entonces vendrás conmigo; ahora vuelve, vuelve (más bajo) vuelve.
La joven se restableció cuando los doctores daban todo por perdido más no se despertó; los doctores decidieron llamar a sus familiares. Tsuna fue el primero en enterarse y le marco a Reborn quien coincidentemente estaba en el mismo hospital que su hija.
Ya habían pasado 2 horas desde que Lambo había dado a luz pero no podía separarse de su lado. Además los bebes estaba ahí una hermosa niña y un saludable varón.
Lambo: vamos
Reborn: debes descansar
Lambo: ¿es Anabel, no es cierto? Tu cara lo dice todo; vamos, además tiene que conocer a sus hermanitos.
Reborn suspiro, y sin más llamo a una enfermera y esta le dio un pequeño sermón hasta que Lambo la interrumpió pidiéndole por favor- al estilo uke-que lo dejase ir; logrando que la no muy convencida enfermera le pidiera una silla de ruedas para que Reborn los llevara.
Lambo acomodo a sus bebes sobre su regazo y Reborn llevaba su silla; los 4 entraron al cuarto de la joven quien se encontraba igual que hace un mes; Lambo le pidió a Reborn que acercara a sus hijos y el asesino los coloco con cuidado al lado de su hermana; logrando que un brazo de esta rodeara a los pequeños.
Los bebes se removieron un poco mientras empezaban a llorar; Reborn los iba a retirar cuando el brazo de su hija los rodeo y sus ojos comenzaron a abrirse; Lambo llevo sus manos a su boca acallando una exclamación mientras Reborn veía sorprendido la escena.
Ana: (suave) ya, ya pequeños llorones; ya desperté (viendo al frente) hola papa, hola Lambo
El hitman no hablo solamente abrazo a su hija teniendo cuidado de sus pequeños bebes; quienes ahora dormían pacíficamente.
Lambo llamo a la enfermera y al doctor quienes parecían sorprendidos por la rápida recuperación de la joven, le hicieron unos chequeos rapidos y descidieron que esa noche se quedaría en observación.
Cuando los doctores se fueron la joven observo mejor a los pequeños dormilones-no había querido que los quitaran de su lado- la niña tenía el cabello negro con unos pequeños rizos en este y el varón tenía al igual que su hermana el cabello negro pero lacio, Anabel removió un poco a los bebes.
Ana: (susurrando) hermanitos, hermanitos; abran sus ojitos
Los nenes se despertaron un poco y observaron a la mayor, la niña tenía los ojos negros de Reborn y el niño los verdes de Lambo; después ambos volvieron a dormir.
Ana: ¿Cómo se llaman?
Ambos adultos se miraron, con todo el problema y demás habían olvidado ponerles nombre.
Ana: (faceplam) ¿se les olvido, cierto?
Reborn: tu ponles nombre, ya que eres tan lista Dame-hija
Ana: gracias por el sarcasmo; haber déjame ver…..ya sé mi hermanita se llamara Tomomi (bella amiga) porque cuando crezca será muy hermosa y mi hermanito Shoryu (Dragón creciente) porque será el dragón protector de su hermana y sus conocimientos crecerán día con día.
Lambo: son hermosos Anabel
Al día siguiente le dieron la alta a Anabel, al comprobar que la joven estaba en perfecto estado; aunque Reborn tuvo que presenciar una escenita que hubiera preferido no ver.
Anabel y su familia salían del hospital cuando un chico se acercó hasta ella con un enorme ramo de flores, en específico lilas y rosas negras; un regalo algo particular.
Chico: ¿Anabel Vongola Martínez?
Ana: soy yo
Chico: le manda esto
Ana: ¿Quién?
Anton: yo mi niña
Ana: (sorprendida) Anton ¿Cómo supiste?
Anton: Lambo-san me llamó así que vine; arriesgándome a que Reborn-san me de otra golpiza pero aquí estoy mi niña.
Reborn veía a Lambo quien sonreía despreocupadamente mientras cargaba a sus pequeños; después vio al chico que se acercaba demasiado a su hija; iba a desviar la vista cuando el joven le robo un beso a Anabel ¡un beso! ¡en los labios! Frente a él, el mejor asesino a sueldo del mundo.
Reborn: ahora si te mato
El joven huyo mientras Ana detenía a su furioso padre; su cabeza estaba gacha y evitaba mirar al mayor solo para que este no viera el sonrojo en sus mejillas. Y sostenía el papel que Anton le había dado antes de huir.
Mañana en la plaza a las 3:00
Te amo mi pequeña niña
Atte: Anton