Me sentía un poco ahogado, como si me aplastaran el pecho y eso me impedía seguir durmiendo pero no quería abrir los ojos, eso significaría despertar de mi ensoñación tan cómoda, donde dormía con Thor, donde él había vuelto a mi vida como mi nuevo ingeniero, que volvía… que era mío, que estaba durmiendo conmigo. Maldición, me había despertado. Me intenté estirar pero el peso de mi pecho me incomodaba y no podía mover mi hemisferio izquierdo ¿Qué demonios? Abrí los ojos y me espanté al ver al rubio boca abajo, durmiendo, cubriéndome con parte de su pecho el mío, con razón me sentía algo ahogado.
Sonreí levemente y con el brazo derecho le acaricie el rostro con un dedo, le moví unos cabellos que me impedían la visión de su rostro, no había sido un suevo húmedo, había sido real y tangible. El rubio abrió un ojo y yo me asusté, miré al techo rápidamente evitando que mi rostro –que posiblemente se haya vuelto rojo, sentía muy caliente las mejillas –se notara y él me apretó contra sí.
-Buenos días –me dijo, le mire y me sonrió levemente, me sentía nervioso, era diferente esta vez.
-Buenos días, Thor –le dije mientras me movía para levantarme, había que ser sinceros… era día de trabajo.
Se hizo a un lado y sentí como el frío tocaba mi piel abandonada por el calor de la piel de Thor, me senté en la cama y me quite las sabanas para levantarme y meterme a la ducha, pero antes miré la hora en el reloj. Las 6:15 am, no estaba tan mal, me sentía tan descansado que era extraño, quizá cuántas horas dormí con tanta parafernalia de la noche anterior, me iba a levantar cuando el rubio me abrazó por la cintura y me besó la espalda.
-Aún nos queda un rato…-me susurró en el oído para después lamer el lóbulo de mi oreja causando un leve escalofrío en la espalda.
-Uhm… cierto, queda un rato –acepté aun mirando el reloj –tiempo suficiente para que te cambies ropa y vayas a trabajar… -me separé del rubio y me levanté.
-Pero que hombre más aburrido… yo decía que podríamos pasarla bien un rato más.
-Me voy a bañar.
Thor suspiro –Bueeeeno, como quiera el señor –se sentó en la cama y yo me dirigí al baño.
Abrí la llave del agua caliente de la tina, sentía entre las piernas muy mojado y no podía evitar sentirme incomodo ¿debería preguntarle si le extendía un cheque como la otra vez o pagarle en efectivo?, suspire mientras tocaba el agua con una mano, estaba tibia, perfecto. Me metí dentro y dejé acariciar mi piel al agua, recorriéndome suavemente cada rincón de él, me ardían algunas mordidas en la espalda con el agua, me enjabone todo lo que me debía enjabonar y metí la cabeza en el chorro de agua. Una mano recorrió mi espalda.
-¡AHHH!-Me asusté y me volteé para golpear a quien osaba tocarme y vi al rubio que sonreía tranquilamente -¡¿Qué mierda estás haciendo?!
-¿Qué más? –Se encogió de hombros –ahorrando agua, hay que salvar el mundo –me besó la frente, yo bufé y evité decir nada.
Continúe con mi tarea de bañarme y Thor hizo lo mismo, me sentía un poco incómodo tan apegado a él en una ducha, de cuando en cuando su piel rozaba mi espalda cuando se enjabonaba. Me volteé para reclamarle y se me cayó la baba al verlo mojado, desnudo y enjabonado ¡Ya quisieran haberlo visto!. No pude evitar acercarme y besar al rubio, me dejé seducir tras la visión del rubio que con rapidez quiso tomar las riendas, me apoyo en los azulejos de la tina y comenzó a besarme más fuerte, imponiendo fuerza, imponiendo apetito, reclamándome. Correspondía a cada beso mientras sentía como mi propio miembro comenzaba a palpitar como diciendo “Hola, amigo… ¡Estamos listos para la próxima, prepara tu trasero que vamos a jugar todos o no juega nadie!”.
Este hombre siempre logra lo que quiere… y yo muy perra me dejo.
-¡Mmhhhf!- me quejé cuando comenzó a bajar a besos y mordidas por mi cuello, el agua recorría rauda la espalda a Thor mientras mis manos la acariciaban o enterraba las uñas dejando un camino sonrosado por donde pasaban mis dedos.
-El agua sabe mejor en tu piel –me decía mientras mordía mi hombro y bajaba una mano hasta mi entre pierna y tomaba mi miembro con fuerza –vamos, haz lo mismo.
Y yo como no era ni tonto ni loco, bajé una de mis manos hasta el miembro de Thor y lo tome para comenzar a masturbarnos mutuamente, el rubio cerro los ojos y apoyo su cabeza en uno de mis hombros gimiendo, sus gemidos tan cercanos eran excitantes y viciantes, podría pasarme horas escuchándolo gemir.
Pasamos varios minutos masturbando uno al otro, dejando en claro que ya no importaba cuidar el agua del medio ambiente, de pronto Thor habló.
-Se me ocurrió algo… que quiero que hagamos –dijo sin dejar de masturbarme.
-¿Qué cosa? –Le pregunté sin dejar de masturbar.
-Quiero… probar… algo…-decía con dificultad, como el pensar hacerlo le subiera la sensación. Me despertó la curiosidad.
-Bueno… hagámoslo –Me miro al instante, como agradecido… que chistoso se veía. Me aguanté la risa.
Nos dejamos de masturbar.
Tomo mis manos y las unió a las suyas, formamos un circulo con ellas, como cuando hacemos una “O” con las dos manos y las bajo hasta nuestro abdomen, donde perfectamente nuestras pelvis se entrelazaban, me miró con cara juguetona, no nos importaba que el agua se colara en el círculo formado por nuestras manos, entonces sonrió y yo me sonroje. Vi como él movía su cadera para llegar al círculo y yo le imité, metiendo nuestros miembros juntos dentro del orificio creado por ambos y cuando estuvieron cómodos ahí él apretó y embistió.
-¡AAhhg!- se me arranco inmediato un gemido, no esperaba entre mi vergüenza encontrar tal sensación en mi espina dorsal.
-Eso, disfrútalo…no es malo, vamos… muévete –me dijo culpable y coqueto.
Lo hice al tiempo que él también lo hacía y dioses, se sentía sumamente mejor. Nos movimos gimiendo, una y otra vez, adentro y fuera, dentro y fuera, era la mejor masturbación mutua que he tenido en mi vida –y no es que con Tony no lo haya hecho, pero ésta a perdón de Tony, la mejoraba-, levante la mirada mientras escuchaba los gemidos de Thor, que no dejaba de ver la escena de nuestros penes restregándose en medio de nuestras manos enlazadas. Era todo deseo, choques eléctricos, placer… mucho placer que el agua ya comenzaba a sentirse más caliente de lo habitual por el calor corporal que emanábamos.
Me sentía como la presa de un Lobo hambriento y me gustaba, estaba entregándome a sensaciones de tal magnificencia de no podía evitar ya gritar lo bien que se sentía, que ya no podría continuar por mucho tiempo si el rubio no se detenía, porque a cada embestida que él daba yo daba dos y quería más, más y más.
-Entonces hagamos que esto sea más rico… -Me dijo y se detuvo, yo le miré caliente y jadeante, tenía sed la verdad, el agua tibia no era de mi agrado para beber, posiblemente su semen saciara mi sed… ah, que estupideces estoy pensando.
Me volteo con rapidez experta y me apoyó de espaldas a él, presionándome nuevamente contra los azulejos pero esta vez mirándolos. Me separó las piernas con uno de sus pies para acomodarnos bien y comenzó a frotar su miembro a mi entrada, se sujetó para mantener el equilibrio en mis caderas.
-¡Aahhhhm… aggh!- gemía yo, el eco se escuchaba más fuerte cuando chocaba mi voz directamente en los azulejos, comencé a mover las caderas para ayudar a Thor a dilatar mi entrada.
-Eso, muévete… -me decía mientras ya sentía las dura punta intentando hacerse paso para ingresar dentro de mi.- cuando estés listo…avisa.
-ahhhg… ahh…sí, lo haré… -Dije apretando los ojos y bajando una mano para masturbarme, eso siempre ayuda a relajar el culo, tomen nota. Bueno si tienen bajita tóquense el poroto, qué se yo…
Masturbándome, siendo dilatado analmente por el hombre que me calienta hasta el punto de ebullición no costaría demasiado llegar a ese objetivo. El momento estaba lleno de electroshocks, estaba seguro de que esto se podría intensificar si le agregáramos otro condimento, pero en ese momento estaba tan sumido en el placer corporal del momento que perdió cualquier tipo de prioridad que pudiera haberle dado a ese sentimiento. Estaba listo, me mordía el labio inferior.
-Ya… estoy… ahhh.. –Le dije apretando los ojos, aún masturbado, esperando.
-¿Sí, estás listo para mí? –Dijo mientras me soltaba una cadera y me jalaba del pelo. La sensación subió.
-Ahhhgg… sí, entra… ahhgg…-Bajaba la mirada lentamente, no podía negar que me daba vergüenza –te quiero… dentro –¡Uf!
-Claro… yo también… quiero estar dentro- Me dijo y entro fuerte y duro, embistiendo repetidas veces sin descanso.
-¡¡AHH!!¡¡Ahhh, ahhh!!- Gritaba más que gemía, dioses esto era la gloria.
Estar en un colapso carnal del éxtasis sexual es de lo mejor, sentirse la presa deseada del más cruento y respetado animal del bosque me hacía desear que me comiera aún más, aunque doliera o aunque fuera la última vez. Me levantó un poco una pierna para penetrarme mejor, más profundo, dando en mi próstata y haciéndome aullar de placer, me masturbaba, me embestían, me deseaban, me mordían, me rasgaban, me apresaban, me corría.
Y lo hice en mi propia mano, apretando mi entrada haciendo que Thor chillara de gozo, gritando mi nombre, gritando que se correría, gritando que no quería que se acabara. Lleno todo… hasta mi alma.
Terminamos de bañarnos al fin y cuando salimos ya eran las 8:30 am y ya tendría Thor que haberse ido a cambiar de ropa. Lo despaché rápido y me dediqué a intentar desayunar y luego cambiarme de ropa, el día estaba agradable así que me puse un ambo color marengo, una corbata verde musgo y una camisa gris, me llevé la chaqueta en la mano y me puse en marcha con una tostada en la boca.
-Bajar por el maldito ascensor me aburre… –Miró hacia el costado superior izquierdo del ascensor, donde había una cámara que posiblemente debió haber grabado el atracón de la noche anterior con Thor, suspiro y se acomodó el cabello hacia atrás como siempre.
El camino al trabajo fue tedioso y preferí irme en mi auto, cuando me estacione vi el auto de Stark en el estacionamiento, puse una cara de curiosidad al notar que el millonario andaba nuevamente de visita, porque trabajar ahí nunca lo hacía… bueno, a veces lo hacía, creo. Tomando decisiones de contratar rubios que cogen bien era una buena idea. De pronto una duda cayó en mi mente como un balde de agua fría ¿Y si el rubio también se había acostado con Stark para conseguir el puesto? ¿Y si en realidad siempre supo quién era y se acostó conmigo sólo para entrar en la industria?, no sé por qué el pensar eso me enfureció, si eso realmente fuera cierto no me molestaría colgarlo de los cojones en la punta de la torre de Tony en el centro.
Me metí a ooootro ascensor para subir a mi oficina, estoy empezando a odiar estos cubitos metálicos, en el cuarto piso me pillé a Tony.
-¡Hola, Loki!- Me dijo con vitalidad, no estaba con Steve, su asistente –llegas puntual…
-Soy puntual cuando quiero… -Dije sin darle importancia -¿Tu que haces acá?
-Oh, viendo cómo van las cosas con el proyecto… -dijo sacando sus manos de los bolsillos.
-Bueno… -Dije y Tony me miró fijamente. -¿Qué?
-Nada… estás raro –Me puse ceñudo.
-No tengo nada, Tony… sólo que me están aburriendo los ascensores
-¿Sólo los ascensores? –Me inquirió.
-Sí, para llegar a mi departamento tengo que subir pisos, para mi oficina… -suspire- me aburren ya.
-Bueno entonces vente a vivir conmigo en mi casa… hay suficiente espacio para ti y tu cuerpecito –Se me acercó.
-Ya empezaste… -Rodé los ojos alejándome lo que se acercaba. Estábamos llegando al piso de Tony.
-Sí, ya empecé… -me besó la mejilla, menos mal en este ascensor no hay cámaras. Por orden de Tony, claro.
-Estás por llegar a tu piso… -Tony sonrió.
-Cierto –Me beso en los labios y luego me los lamió. -¿Sabías que la saliva se queda durante seis meses en la boca? No sé a quién besé ahora, pero me da envidia de que pueda tomar esto –Me agarró el trasero… y bueno, me dolió un poco, ya suponen porqué.
-Oh, yo acabo de besar a Steve… excelente.- Sonreí divertido y le saqué la mano de mi nalga.
-Si… pero mira que trio más bonito –Sonrió divertido también- no, espera… cuarteto, pero que harem Loki.
-UY, que terrible –Llegamos a su piso por fin, sonó el timbre –tu piso.
Tony salió riendo y se volteo a verme.
-Las cosas pueden cambiar si tú quieres… -yo negué con la cabeza sonriendo y cruzándome de brazos mientras presionaba el botón para cerrar la puerta. Tony sonrió abiertamente –no me rendiré por ahora... –estaba a punto de terminar de cerrarse la puerta cuando escuche.
“Aniversario de la empresa”.
Lo había olvidado, sería en dos semanas.
Mejor me dedico a trabajar.