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sID por Ckonny Nickole

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Notas del capitulo:

Hola. Lamento la tardanza, pues... no tengo internet (_ _'') PERO AQUI ESTA! xD

Silencio, eso era lo que quería en ese momento. El sonido del reloj tic tac proveniente de la cafetería del Departamento era lo único que lo mantenía con un pie en la realidad mientras que el otro colgaba en el abismo de su cordura. Sus ojos negros se mantenían perdidos en ningún punto en particular de los papeles que tenia sobre la mesa, una de las tantas que decoraban el lugar. Escuchó el ruido de unos pasos a lo lejos que le distrajo momentáneamente pero pronto cesó, quizás se trataba de algún trabajador que acababa de llegar y que había cruzado la recepción, la cual no estaba lejos de la cafetería. Arrugó el entrecejo al caer en cuenta que estaba perdiendo tiempo en sus asuntos personales, tiempo que podría aprovechar en encontrar alguna pista del caso que aun estaba sin resolver. Levantó un poco la carpeta apretando el fino cartón antes de decidirse por fin a cambiar la pagina que había estado “contemplando” durante mas de media hora. Un cosquilleo en su estomago comenzó a incomodarle en el momento en que la pagina siguiente estuvo totalmente abierta exponiendo cruelmente lo que había estado tratando de evitar, sintió que algo se le atoraba en la garganta casi asfixiándolo y luego unas enormes ganas de vomitar aparecieron haciendo que corriera al baño de la cafetería oportunamente detrás de él.

— Mierda -murmuró luego de haber vomitado encontrándose ahora de frente a un espejo. El tanque de agua del inodoro comenzó a llenarse haciendo un ruido casi insoportable- No puedo con esto -se llevó la mano derecha que había mojado en el lavado para posarla en su frente y así limpiar un poco el sudor que se había acumulado allí.

-Ritmo cardiaco subiendo peligrosamente-

Golpeó el espejo con su muñeca izquierda quebrándolo al instante. Su sID hizo un ruido agudo que no duró más de tres segundos para luego quedarse en completo silencio, miró por el reflejo de los pocos cristales que habian quedado pegados su reloj completamente intacto haciendo que su enojo creciera, no había sido el espejo lo que esperaba quebrar. Cogió el mango de la puerta abriéndola para salir, no sin antes dejar el seguro puesto para que nadie pudiera ver el desastre que había hecho, al menos hasta que apareciera el personal del aseo. Caminó devuelta hacia la mesa en donde los papeles se mantenían abiertos de par a par, a pesar de que se apresuró para que nadie más viera esa pagina la caminata le pareció eterna. Se sentó, cerró los ojos al hacerlo y los abrió de golpe cuando tomó la carpeta en sus manos, y ahí estaba, la imagen de su madre desnuda en aquel parque, instintivamente cerró la carpeta y se llevó una mano a la frente respirando dificultosamente. “Te estas volviendo débil Uchiha” Aparentemente aún no era capaz de asimilar la situación y se reprochó por eso.

— ¿Qué mierda hice para merecerme todo esto? -se lamentó en voz baja tirando un poco los cabellos que caían en su rostro.

-Tiene una llamada entrante-

La voz robótica de su sID le hizo dar un respingo a la realidad borrando la imagen mental de sus dos padres muertos en el piso de una de las habitaciones de su antiguo hogar. No estaba de humor para contestar así que cortó, a los pocos segundos volvieron a llamar y volvió a cortar. Se tomó la cabeza con ambas manos apoyando los codos sobre la mesa tratando en vano de relajarse, escuchó el sonido de una lata caer desde una maquina de refrescos ¿O eran dos?, nuevamente el sonido repetitivo que hace el sID cuando hay una llamada entrante le interrumpió. Esta vez contestó, dispuesto a mandar a la mierda a quien sea que estuviera al otro lado de la línea y estaba apunto de hacerlo pero nuevamente fue interrumpido, esta vez por la voz de la persona que le llamaba.

»Ohayo~ ¿Cómo se encuentra mi desabrido hermano gemelo hoy?«

“Perfecto” pensó con un tic en su ceja izquierda cuando la pantalla holográfica mostró la imagen caricaturesca de un chico casi idéntico a él, casi.

— Charasuke -dijo sobandose la cien derecha con una mano y el avatar sonrió levemente en respuesta. Definitivamente había sido una mala idea contestar esa llamada- No preguntes estupideces. Deberias saber perfectamente como estoy.

»Lo sé. Ví las noticias esta mañana«

— ¿Entonces? -preguntó cerrando los ojos, realmente no se encontraba bien psicológicamente y al parecer su hermano solo quería fastidiarlo.

El avatar se movió un poco en la pantalla de forma algo chistosa y desde una esquina sacó un ramo de rosas rojas que parecían haber sido dibujadas directamente en la pantalla.

»Sasuke«

Abrió los ojos cuando escuchó su nombre y no pudo evitar ablandar un poco su expresión al ver como la caricatura acercaba el ramo ocupando toda la pantalla para que se viera una pequeña tarjeta escondida entre las rosas.

“Lo siento. De verdad”

Leyó con una leve sonrisa tan pequeña que nadie ajeno a él notaría. Sabía a la perfección lo que Charasuke quería decir con eso: “Perdóname por no haber estado contigo en ese momento”. Chasqueó la lengua sintiéndose de repente muy afligido, pero no dejaría que se notase, no frente a su hermano.

»Sasuke, ¿Estas bien?«

— Claro que lo estoy. ¿Crees que me pondría sentimental con un gesto así de estúpido? -dijo tan neutral como pudo apuntando en la pantalla las flores dibujadas- Además… ¿De donde rayos me estas llamando? Se supone que estás fuera de Konoha.

El avatar se encogió de hombros.

»Oh, que pesado. Tú fuiste el que me llamó ayer para pedirme un favor ¿Lo recuerdas?«

— Eso no responde a mi pregunta.

Levantó una ceja extrañado cuando su hermano calló por un momento. Generalmente tenía que cerrarle la boca a golpes.

»¿Recuerdas que te dije que estaba saliendo con alguien?«

No sabia a que venia esa pregunta así que solo se dedicó a asentir en afirmación.

»Pues… tuvo un accidente y estoy cuidando de él«

— ¿Él? -preguntó sorprendido- No sabia que eras gay.

»No lo soy. Él es él y punto«

Si no estuviera pasando por un momento tan delicado se hubiera burlado de su hermano, pero… quizás eso lo mantendría distraído por un rato. Estaba a punto de contestarle algo cuando escuchó unos pasos acelerados que venían justos detrás de él.

— ¡Sasuke!

Instintivamente se volteó para mirar al que le hablaba encontrándose con los ojos azules del rubio fastidioso que tenia por compañero, se volteó con desden ignorándolo para evitar tener que hablar con él. Luego de haberle amenazado con una pistola obligándolo a revelar algo tan delicado como la muerte de un familiar no sabia como lidiar con él. Naruto frunció el entrecejo pero en lugar de alejarse como Sasuke lo hubiera querido tomó una silla de otra mesa para luego sin siquiera preguntar sentarse a su lado con una luminosa sonrisa.

— Por fin te encuentro ‘Ttebayo - dijo sacando de la mochila que traía dos bebidas enlatadas que acababa de comprar. Sasuke levantó una ceja al ver las latas sobre la mesa, así que Naruto era al que había escuchado comprar en la maquina de refrescos, instintivamente movió un poco su silla para no estar tan cerca del chico.

Naruto no le prestó atención el gesto, o eso creía, ya que no dijo nada al respecto como creyó que lo haría. Si algo había descubierto de ese chico además de que el sID no lo reconoce es que puede llegar a ser muy predecible.

— ¿Viste el reporte de Sakura-chan? -preguntó el rubio tomando la carpeta que tenia sobre la mesa para comenzar a hojearla tarareando una canción que jamás había escuchado en su vida.

Por un segundo se tensó al reconocer la pagina que venía antes de la que salía su madre pero algo le llamó su atención inmediatamente olvidándose de eso. La mano del Uzumaki ágil y discretamente tomó esas dos paginas con el dedo índice y el pulgar para voltear la pagina con ambas unidas y así abrir la pagina que venía después. Sintió una fuerte punzada en el pecho en ese momento, realmente no se esperaba una acción tan considerada por parte de ese chico. Por parte del chico al cual había amenazado con una pistola, al cual le hacia sentir una extraña sensación de desconfianza… El rubio le miró unos segundos para luego sonreír encogiéndose de hombros, instintivamente volteó la mirada hacia otro lado. No quería seguir viendo esos ojos azules que habian despertado una nueva sensación en él en ese momento, calida y agradable.

— ¿Ves esto? -preguntó el rubio de repente. Se volteó hacia él viendo como el chico señalaba unos números al final de la hoja- Sakura-chan dijo que podría tratarse de un especie de código ya que aparentemente el nieto de… ¿Qué es eso?.

Sus ojos se abrieron exasperadamente al ver como el Uzumaki se acercaba un poco para mirar detenidamente la pantalla holográfica de su sID en donde el avatar de su hermano seguía en línea y miraba con gran asombro a Naruto.

“Mierda.”

¿Cómo se le había olvidado ese detalle?.

“Estúpido, estúpido, estúpido” Se repitió mentalmente. El jefe del Departamento de Seguridad le había dado una orden bastante clara: “Si tienes algún familiar, sin importar lo cercano que sea, nadie debe saberlo”.

— ¿Eres tú? -le preguntó el de ojos azules tocando la pantalla para ver si el avatar se movía. Vio como Charasuke abría la boca para hablar pero le interrumpió antes de que lo hiciera.

— Si. Soy yo -contestó mirando disimuladamente a su hermano que no quitaba esa expresión de asombro de su rostro. ¿Qué le pasaba?

— Mh. ¿Es una aplicación?.

— Algo así -mintió agradeciendo mentalmente que Charasuke se pareciera tanto a él físicamente. No por nada eran gemelos.

— Wow. Debes enseñármela -dijo el rubio prendiendo su sID animado- ¡Yo también quiero un avatar igual a mi ‘Ttebayo!.

Sudó frío en ese momento entrando en un mutismo incomodo. La imagen caritacuresca de Charasuke murmuró algo por lo bajo que al parecer solo él escuchó: “Menma”. ¿A qué se refería con eso?. El avatar pareció reaccionar y al parecer se dio cuenta de que lo había escuchado.

»ralbah euq someneT. edrat sam emamalL«

Dijo el avatar de la nada con un tono neutral y rápido aparentemente estaba imitando el habla singular de las aplicaciones del sID. Levantó su ceja izquierda al no haber entendido lo que su hermano acababa de decir.

-Archivo de Sonido. Guardado-

Una imagen pequeña de lo que parecía ser un antiguo CD apareció en la pantalla para luego entrar en una carpeta recién creada. Sasuke entrecerró los ojos, sabía que Charasuke era todo un genio en cuanto a tecnología se trataba, es por eso que no le extrañó que a pesar de estar en algún lugar fuera de Konoha pudo ser capaz de entrar al sistema de su sID para hacer de las suyas.

Naruto levantó una ceja — ¿Qué fue lo que dijo? ¿Es algún tipo de idioma de computadora o algo así? Porque no le entendí nada ‘Ttebayo.

— Creó que el audio de mi sID esta dañado -mintió mirando “enojado” su reloj- Creador de ID personal. Guardar y apagar -dijo a la pantalla esperando que su hermano le siguiera el juego cosa que hizo no sin antes mostrar una sonrisa picara dirigida hacia él para luego mirar discretamente al rubio.

»Guardando cambios… Operación realizada con éxito. Yane~«

Se despidió el avatar y la pantalla se apagó. Suspiró aliviado cuando la imagen de su hermano desapareció de la pantalla, gracias a Dios Charasuke era igual de inteligente que él y sabia cuando retirarse.

— ¿Me mostrarás la aplicación?

— ¿Eh? -no pudo evitar cuestionar a que se refería. Vio como el rubio alzaba una de sus cejas extrañado y entonces recordó lo que le había dicho- Sakura fue la que me enseñó la aplicación. Debes descargarla de una pagina… o algo así.

Naruto se cruzó de brazos haciendo un especie de puchero que realmente era muy chistoso. El mesero de la cafetería llegó hacia ellos y Naruto le pidió un tazón de ramen, cosa que encontró extraño, el rubio le miró preguntándole si quería algo y él solo negó con la cabeza. Bajó la vista hacia los papeles para evitar la mirada del chico. ¿Qué rayos pasaba? ¿Porqué después de lo mal que había tratado al rubio este se comportaba con tanta naturalidad con él?… Realmente era un idiota, un completo dobe.

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— ¿No crees que hacen una bonita pareja? Juugo.

El pelinaranja miró discretamente hacia una de las tantas mesas de la cafetería que no estaban muy lejos de la recepción en donde ellos estaban y pudo ver a lo que su compañero peliblanco se refería.

— ¡¿Pero que rayos estas diciendo, Suigetsu?! -gritó Karin escandalizada golpeando la mesa de la recepción indignada. Sai la miró por un momento como queriendo decirle que no dañara su lugar de trabajo.

— Pues que ya era hora de que Sasuke diera a conocer su orientación sexual y que buscara una pareja -dijo tranquilamente tomando un sorbo de su malteada mirando hacia la “pareja” sentada en la cafetería- ¿Qué le habrá visto a ese chico?

— Suigetsu. Recuerda que Sasuke-sama es tu superior -le recordó Juugo sin dejar de mirar al azabache- Y él no es gay… creo.

El peliblanco levantó una ceja — ¿Qué no lo es? ¿Estas bromeando, cierto? -se burló botando el recipiente de la malteada en el pequeño basurero al lado de la mesa- Sasuke nunca se ha fijado en ninguna chica. ¡Y tiene un montón a sus pies!.

— Yo creo que el Uchiha bastardo es frígido -dijo Sai de la nada escribiendo algo en su computadora- O está demasiado traumatizado como para preocuparse por cosas como esas. Recuerdo que una vez leí en un libro de psicología que cuando en tu infancia tenias una experiencia traumática tu mente dejaba de pensar las cosas con normalidad y…

— Ya cállate. Me duele la cabeza -interrumpió Suigetsu con ambas manos en su cabeza- Pero vamos. Nieguen que sí hacen una bonita pareja.

Karin estaba a punto de replicar pero por alguna razón calló. Fijó la mirada en el Uchiha que leía concentrado el reporte junto al rubio, estaban muy apegados para su gusto, además de que el Uzumaki parecía estar hablando de algo con el azabache y este le respondía tranquilamente. Sea de lo que sea que estuvieran conversando se veían muy a gusto. Chasqueó la lengua molesta.

— ¡Maldición! -gritó jalándose sus cabellos de un rojo fuerte con algunas lagrimas en sus ojos que empañaron sus lentes- Tienes razón -murmuró acercándose a una pared para recargar su cabeza bruscamente y negar repetitivamente con ella.

Una gota resbaló por la cien del peliblanco mientras escuchaba como su compañera murmuraba un “¿Por qué, por qué?” por lo bajo — Si que estas loca. Bruja

— ¡Cállate estúpido!

— Yo también creo que tienes razón -dijo Juugo volteándose para mirarlo- Si más no recuerdo ese chico solo lleva dos días en Konoha y ya se han peleado… pero parece que se reconcilian rápido.

— ¿Deberíamos ponerles un sobrenombre? -preguntó Sai sin despegar la mirada de su computadora- En un libro de relaciones humanas leí que los sobrenombres eran una forma amigable de calificar a alguien.

— Deberias dejar de leer libros así. Ni que fueras un robot -dijo el peliblanco con los brazos cruzados. Abrió los ojos un poco mas de lo normal al cruzársele una idea- ¡El matrimonio! -gritó.

— ¿El matrimonio? -cuestionó Juugo poniéndose su gorra negra con letras de color blanco con la palabra “Seguridad” en el centro.

— ¡Piénsalo, es perfecto!

— Ya. Cállate -murmuró Karin deprimida sin moverse de donde estaba. Movió la cabeza un poco, lo suficiente para poder mirar al Uchiha que golpeaba suavemente al Uzumaki en la cabeza mientras éste reía divertido mostrándole juguetonamente la lengua.

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— No es eso. Estúpido -dijo molestó. ¿Cuánto llevaban hablando de lo mismo? Estaba seguro que hace mas de treinta minutos y aun no avanzaban en nada.

— ¿Estúpido?. ¡Bastardo! -gritó el rubio indignado golpeando la mesa haciendo que una de las latas cayera al suelo- ¡Es cuestión de pensar!

Arrugó el entrecejo — Eso es lo que tú no estas haciendo.

— ¡Pues parece que soy el único de los dos que lo hace ‘Ttebayo! -se levantó de la silla indignado pero sin alejarse. Sasuke le miró unos segundos- ¡¿Por qué en lugar de criticar todo lo que digo das tú una idea?! ¡¿Eh?!

— Es ridículo Naruto.

“FQ/06_7415963/*7412369#8” Leyó mentalmente los números al final del reporte con el ceño fruncido al no saber que significaban, ¿Cómo demonios Sakura había dado con ellos?

— ¿Ridículo? ¡Vamos! “F” de feo. Es bastante predecible ‘Ttebayo -no sabía realmente si el Uzumaki lo decía en broma o realmente lo estaba diciendo enserio. De cualquier forma seguía siendo estúpido.

— Es un código -creyó necesario recordárselo con una paciencia que ni él sabia que tenía- Un código -repitió tirando la carpeta bruscamente sobre la mesa sin mirar al chico.

— ¿Y eso qué tiene que ver?

— ¡Oh! ¿De verdad? -se quejó sobandose las sienes con ambas manos- ¿Te entrenan acaso? ¡Te estoy diciendo que la palabra “Feo” en algo tan complejo como un código criminal no tiene ninguna cabina ni validez!

-Ritmo cardiaco subiendo-

Lo que faltaba. Frunció el entrecejo sintiendo sus venas hervir, suficiente tenía con el idiota del rubio como para que venga una maquina a decir en voz alta que había perdido la compostura por unos segundos. Realmente odiaba esa cosa.

— Si yo fuera un criminal y tuviera que dejar un código… -mencionó de pronto el Uzumaki cruzándose de brazos molesto- Dejaría la palabra “feo” como referencia ‘Ttebayo.

“Suficiente“. Se dijo con un tic en la ceja izquierda, había tenido demasiada estupidez por un día. Se levantó abruptamente y tomó la carpeta para luego llevársela consigo mientras caminaba en dirección a las escaleras.

— ¡Hey! ¡¿A dónde vas, teme?! -escuchó a Naruto preguntar.

— A mi habitación. Ya tuve suficiente de ti por hoy, dobe -contestó subiendo las escaleras. Naruto corrió tras él y lo alcanzó.

— ¡¿Qué quieres decir con eso, bastardo?! -le preguntó tomándolo del brazo en el cual llevaba la carpeta cuyas hojas cayeron en el momento en el que el Uzumaki lo obligó a voltearse hacia él.

— Mira lo que hiciste, retardado.

Se agachó para recoger las hojas lo más rápido posible pero su mano tembló en el momento que tomó la hoja correspondiente a las fotografías del cadáver de su madre haciendo que volviera a soltar todo lo que había recogido. Otra vez se le había olvidado un detalle.

— No sabia que tenias dedos de mantequilla -se burló el chico agachándose para ayudarlo a recoger los papeles. Cuando el Uzumaki volteó la ultima hoja que quedaba en el suelo para ponerla en su lugar se paralizó unos segundos- Lo siento -murmuró.

No contestó nada en respuesta, simplemente le quitó al rubio la carpeta recién ordenada para luego darse la vuelta y caminar en dirección al piso 7 del pasillo número 23, su hogar.

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-Piso 5. Pasillo número 3. Zona médica-

— Aquí es.

Naruto miró a la chica que le acompañaba. Apretó el primer botón de su reloj haciendo que la pantalla holográfica desapareciera luego de haber registrado el lugar en donde estaba.

— Gracias por traerme ‘Ttebayo -dijo haciendo una leve reverencia. La chica sonrió imitando el gesto haciendo que su pelo recogido en una coleta se fuera hacia adelante.

— No hay problema -le respondió Ino para luego entregarle una pequeña hoja de papel.

Naruto lo recibió mirándolo curioso - Hinata Hyuga te encuentra atractivo -leyó en voz alta confundido- ¿Quién es…? -preguntó algo avergonzado. La chica le mostró la lengua.

— No te lo diré -dijo burlona para luego voltearse e irse- Saluda a la frentona de mi parte.

Naruto la vio marcharse confundido para luego mirar a su alrededor sintiéndose observado, sacudió la cabeza en negación, no tenia tiempo para pensar en esas cosas. Comenzó a caminar por el pasillo para luego golpear una de las puertas del lugar que al cabo de unos segundos Sakura abrió poniendo cara de sorprendida al verlo.

— ¿Naruto-kun? ¿Qué haces aquí? -preguntó la pelirrosa. El rubio notó rápidamente las vendas en las piernas de la chica por lo corta que era la bata de hospital.

— Vine a visitarte, Sakura-chan -sonrió haciendo que la mencionada se sonrojara- Y solo dime Naruto.

Haruno sonrió agradecida y le indicó con la mano invitándolo a pasar. El rubio sonrió entrando a la habitación junto a la chica cerrando la puerta tras de sí. Escondida detrás de un pasillo unos ojos perlados no habian perdido ningún detalle de lo que hacia el Uzumaki.

— ¡Hey Hinata! ¿Qué estas haciendo aquí escondida? -preguntaron a sus espaldas haciéndole dar un brinco asustada para luego sonrojarse bruscamente.

— N-nada, Kiba-kun -respondió jugando con sus dedos índices observando como el chico alzaba una ceja extrañado.

Akamaru ladró contento moviendo su enorme cola blanca en el suelo.

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Su cabello comenzaba a aplastarse producto del frío que daría comienzo a una de las noches mas heladas en Konoha, siguió caminando en línea recta ocultando sus manos tatuadas en los bolsillos de su largo abrigo al divisar un choche policial que estaba haciendo la guardia nocturna en ese lugar especificó, los alrededores de Konoha. El lugar era peligroso y la diferencia entre clases sociales podía distinguirse con solo cruzar la barrera que separaba el centro de los alrededores.

— ¿Cómo es que alguien como Kakuzu puede vivir en un lugar como este? Hm.

Le sonrió a uno de los oficiales que le respondió con un piropo al confundirlo con una mujer, no le molestaba en realidad, ya era costumbre. Entró a un edificio de pobre aspecto pero con una arquitectura interesante, las escaleras eran de madera y dejaban ver el suelo a medida que caminaba en ellos, algunos peldaños estaban mas separados que otros dándole la impresión que en cualquier momento tropezaría o se caería en medio de ellos.

— ¡Por favor!¡No pude reunir el dinero suficiente para poder pagarle este mes! -escuchó que un hombre gritaba a medida que iba subiendo la escalera- ¡Por favor, perdóneme por esta vez! ¡SE LO SUPLICO!.

Cuando por fin llegó al piso correspondiente se quedó viendo a un hombre en el pasillo que se mantenía inclinado con los brazos alzados hacia una persona de gran estatura con múltiples tatuajes similares por cuerpo dando la impresión de que había sido cocido con un grueso hilo y una enorme aguja que había dejado grandes agujeros en la piel tostada.

— ¡POR FAVOR! -rogó nuevamente con gruesas lagrimas que resbalaban por sus mejillas.

Escuchó los sollozos débiles de otras personas, miró através de la puerta abierta el interior del lugar donde dos niños miraban escondidos desde un destrozado y mugriento sillón.

— Si ganara dinero por cada suplica que he escuchado, sería millonario -dijo el hombre alto con la voz gruesa que Deidara encontraba amenazante- Pero las suplicas no dejan dinero. Por ende, no sirven.

— ¡PAPÁ!

Escuchó a los niños gritar desesperados desde su escondite cuando Kakuzu alzó un brazo para golpear al hombre en el estomago y dejarlo tumbado en el suelo encogiéndose de dolor. La risa casi histérica proveniente de la escalera que daba hacia el próximo piso sonó en el lugar haciendo que los infantes volvieran a esconderse asustados.

— Oye, no lo mates -sus ojos celestes se fijaron en el hombre de cabello blanco que tan pulcro lucia peinado hacia atrás sentado en uno de los peldaños de la otra escalera- Sería un desperdicio para Jashin-sama.

— Deja tus creencias absurdas para otro momento, Hidan -contestó el otro tomando al hombre por el cuello.

— ¡¿Cómo te atreves a llamar creencia absurda a Jashin-sama?! ¡Te mataré! -gritó el peliblanco levantándose tan abruptamente que la madera del peldaño en donde estaba crujió peligrando con romperse.

— Si no cierras la boca, seré yo el que te mate.

— Como si pudieras -murmuró entre dientes Hidan volviendo a sentarse pero esta vez un peldaño mas arriba- ¿Y tú qué? -preguntó hacia su dirección despreocupado. Deidara sonrió un poco antes de responder.

— El Líder dijo que Kakuzu quería hablar conmigo. Hm -respondió encogiéndose de hombros. La mirada de Hidan le recorrió de arriba hacia abajo un momento, inspeccionándolo.

— ¿Pain? -cuestionó.

— Este no es el mejor lugar para hablar de eso. Par de idiotas -interrumpió Kakuzu alzando un brazo para agarrar el cabello del hombre que había caído inconciente unos segundos atrás- Vámonos.

— ¿Qué harás con él? -preguntó alzando una de sus delgadas cejas doradas al ver como Kakuzu arrastraba al hombre escaleras arriba.

— Por estos lugares suelen ofrecer mucho dinero por los órganos recién extraídos -sus ojos celestes se abrieron exasperadamente unos segundos. Se le había olvidado que Kakuzu traficaba órganos humanos- Hidan -llamó sin dejar de subir las escaleras.

— ¿Los dejarás huérfanos? -preguntó el nombrado entrando en el departamento para voltear el mugriento sofá encontrando a los dos niños abrazados uno junto al otro tratando de aguantar las lagrimas.

— ¿Te bajó el sentimentalismo?. Encárgate de ellos.

— Mh. Jashin-sama te lo agradece.

— Tú y tu Dios me valen mierda.

Deidara pensó que Hidan le respondería como de costumbre a Kakuzu en respuesta pero no lo hizo, en lugar de eso cerró la puerta del apartamento seguido de un fuerte grito por parte de uno de niños. No quiso prestarle mas atención a eso así que decidió subir las escaleras junto al otro ignorando los gritos provenientes de ese lugar. Al llegar al último peldaño de la escalera notó una puerta metálica, bastante reforzada, al final de un enorme pasillo. Ahí es donde Kakuzu vivía.

— Deidara -le llamó el otro abriendo la puerta para luego darle espacio en señal de que podía pasar- ¿Pain aún no lo sabe?

Antes de responder se quedó viendo el elegante interior del departamento, estaba seguro que nadie más a parte de Kakuzu tenia tantas cosas costosas en ese lugar. Un piano con teclas de marfil originales, vinos que tenía más edad que la propia Konoha, una enorme cama de sabanas de seda, cualquier cosa que podrías imaginar inclusive lo innecesaria que fuera, Kakuzu lo tenía.

— Aún no lo sabe -respondió sentándose en uno de los sillones de cuero- Si no fuera porque lo oí de Zetsu yo tampoco lo sabría. Es toda una sorpresa.

El otro se dirigió aun arrastrando al hombre inconciente a una habitación en donde lo lanzó hacia el interior y luego tranquilamente cerró la puerta.

— Si Zetsu aún no le ha dicho que el mocoso ya está en Konoha es por algo importante. Hm.

Kakuzu se dirigió a un mini-bar en donde sacó un poco de whisky sirviéndose para él mismo — Quizás -respondió tomando un sorbo- Pero creo que es porque aún están tras el otro mocoso.

— ¿El hermano menor de Itachi? -cuestionó. El otro le respondió con un leve cabeceo- Ya veo. ¿Viste la crueldad que le hizo hacer a Sasori?

— No te hagas -dijo en respuesta dejando el vaso en el que se había servido sobre la mesa- Si Pain le dijo que lo hiciera es por alguna buena razón.

— Da igual. Para mí hubiera resultado cruel encontrar el cuerpo de mi madre de esa manera. Hm

— Tú no tienes madre. Deidara.

— Eso a ti no te incumbe. Hm

— Como sea -dijo sentándose a su lado- Itachi me pidió un favor que solo tú puedes hacer.

— ¿De qué se trata? -preguntó algo inseguro.

Kakuzu sonrió levemente — Un traslado.

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A penas puso un pie en su habitación se dio cuenta de que la mini-pantalla plasma al lado de su cama estaba como nueva, suspiró frustrado al ver en ella la imagen de un sobre blanco con un símbolo que él reconocía a la perfección, posó el dedo índice en la pantalla justo encima del sobre y este se abrió.

Sasuke, estamos al tanto de la situación. No hagas nada imprudente.
Atte. Senju Hashirama

“Maldito” Pensó cerrando los puños maldiciendo entre dientes el nombre del jefe del Departamento. Estaba más que claro lo que Hashimara quería decir con “No hagas nada imprudente”…

— Así que… -murmuró mirando directamente hacia la mini-cámara en el centro de la pantalla con una leve sonrisa en su rostro- Ya saben donde está.

La pantalla se apagó.

Notas finales:

Eso es todo. xD 


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