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SUEÑO CONTIGO por crystalwall

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Notas del capitulo:

Hola, les traigo la continuación de esta historia, aquí el grupo del Inframundo llega al Santuario y todo empieza, espero que les guste

Capítulo 3.- Huéspedes

 

Cuando Hades regresó a casa vio movimiento por todas partes, los espectros iban y venían por los pasillos del segundo piso y lo entendió todo cuando vio a Shun de pie frente a su armario

- Shun… qué haces de pie?, debes estar en cama…

- Necesito ver lo que voy a llevar y Rada está ocupado empacando las cosas de los bebés… oye!!!!, bájame Hades que tengo que empacar – el Dios del Inframundo sin esperar nada ni preguntar nada cargó a su esposo delicadamente con todo y sus protestas pero lo llevó a la cama y lo acomodó allí

- Yo te empaco Guidecca entera si quieres pero tu quédate acostado por favor – Hades acarició el rostro de Shun que le sonrío y pícaramente le guiñó un ojo al decirle:

- Me consientes mucho lo sabías?

- Si… lo se… pero cómo era que me dijiste una vez: “Ahora me haces caras y te niegas a cumplir un simple favor pero cuando me hacías el amor siguiendo el kamasutra entero ahí si no te costaba hacer nada no?, ahí si no estabas cansado… ahí si no tenías sueño y tu trabajo no te estresaba, ahora que yo quiero algo de comer para alimentarme a mi y a tu hijo tu te molestas” – Hades imitó a la perfección el tono que ponía Shun cuando estaba irritado y el peliverde abrió la boca indignado pero no pudo decir nada porque su esposo lo calló con un beso

- Cómo te acuerdas de todas las barbaridades que te digo? – Shun sonrió y acarició nuevamente la mejilla de Hades que tomó su mano y la besó

- Hay algunas cosas que me parecen divertidas y esa fue una de ellas, qué quieres que te empaque mi príncipe?

- Mis batas, mis pantuflas, mis pijamas, y muchas de mis túnicas – dijo el peliverde señalando la parte central del armario pero Hades meneó la cabeza

- No… no vas a necesitar tus túnicas porque tienes que guardar reposo Shun y debes estar en cama, el hecho de que vayamos a la tierra no significa que vas a poder pasearte por toda Grecia, tienes que cuidarte

- Lo se… lo se…, pero no quiero recibir a todo el mundo en bata o pijama, mis amigos irán a verme y yo quiero estar bien, me estresa pasar todo el día en pijama porque me siento enfermo y no lo estoy, y si me siento enfermo me deprimo y cuando me deprimo me pongo mal genio – Shun dijo esto con tono de niño chiquito que quiere convencer a su padre de que le compre un helado, así que Hades solo suspiró y meneó la cabeza volteándose para sacar las túnicas del armario

- No muchas túnicas Shun, yo quiero que descanses, te voy a empacar solo estas porque igual  yo supongo que nos quedaremos unos días luego del alumbramiento, no creo que sea muy conveniente moverte si estás recién operado verdad?

- Te lo agradecería mucho – dijo Shun con un suspiro

- Ya buscaré las formas en las que me puedas agradecer – dijo Hades con una sexy sonrisa pero en vez de hacer sonreír a Shun tuvo el efecto contrario porque el joven de ojos verdes bajó la cabeza y empezó a  jugar con sus manos, no pudo evitarlo y unas rebeldes lágrimas bajaron por sus mejillas

- Hades… yo… en verdad lo siento…

- Por qué lloras amor?, no quiero verte triste…

- No estoy triste, estoy avergonzado

- Por qué?

- Porque hace mas de dos meses que tu y yo… no... no hacemos el amor y yo… es que te juro que no me siento bien como para… tu me entiendes verdad? – Shun en verdad se mostraba avergonzado pero Hades le sonrió con ternura pensando en lo joven que era su esposo y dándose cuenta que aún se le dificultaba hablar de sexo

- Shun… no te preocupes por eso, a mi me encanta hacerte el amor pero para poder hacerlo como me gusta a mi y como te gusta a ti pues… si no podemos por ahora no hay problema, yo se esperar además que estamos hablando de tu comodidad y de tu salud y la de mis hijos, por mi no te preocupes

- Ok., pero…

- Pero qué?

- A qué te refieres a lo de que como te gusta a ti?, es porque estoy gordo?, tu crees que estoy gordo?, me dijiste que eso no importaba – reclamó Shun muy molesto pero Hades meneó la cabeza y en medio de sus protestas igual lo besó en los labios para decirle:

- Eso no tiene nada que ver, a lo que me refiero es que yo no quiero sexo solamente, quiero que tu estés dispuesto y lo desees, que disfrutes de mis caricias y me correspondas como solo tu sabes hacerlo porque solo de esa manera disfruto yo, y si quieres saber la verdad… te ves muy sexy tal como estás, me gustas de cualquier forma pero ahora tu piel está mas suave y tiene un brillo especial, tus caderas están redonditas y si no te has dado cuenta me encanta… me encanta tu perfecto traserito, tus definidos muslos, tu pecho y el hecho de que estés tan sensible pues… estás total y absolutamente apetitoso Shun, es bastante simple… - cuando Hades dijo esto lo dijo en un tono muy sensual y de la manera en como miraba a Shun lo hizo sonrojarse

- Con mi super pancita?

- Especialmente por tu pancita, no te digo que quiero darte una mordida?, mmm…. te ves todo tentador usando esa batita tan delgada, suave y media transparente en medio de mi cama la que por muchos años pasó fría y vacía, ahora solo con tu presencia has iluminado no solo mi cama o mi vida sino al Inframundo entero

- Wow… sabía que tenía alguna razón para haberme enamorado de ti…

- Yo tengo varias

- Adulador…

 

Hades buscó los labios de su peliverde que lo abrazó y correspondió a su beso con pasión, Shun jaló al mayor y lo acostó en la cama para luego con su ayuda sentarse en sus caderas, Hades metió sus manos dentro de la bata y acarició los muslos de su esposo que estaba jugueteando con el cordón dorado que sujetaba su túnica, Hades siguió con sus caricias y subió sus manos por las caderas de Shun y arqueó una ceja al descubrir que el menor no estaba usando ningún tipo de ropa interior por lo que sus manos fueron libres por sus caderas y su trasero, ante esto el joven gimió y rompió el beso para decir:

- Me molestan los boxers…

- Muy sexy… de tu parte…

Shun sonrió y se dejó acomodar en la cama mientras Hades acabó de aflojar el cordón dorado de su túnica y se la quitó quedando desnudo, el peliverde aprovechó esto y con la ayuda de su esposo se quitó la bata dejando ver su abultado vientre el que Hades acarició y besó para luego acomodarse a las espaldas de Shun que volteó su cabeza buscando los labios de su poderoso esposo mientras lo preparaba para recibirlo, el Dios del averno se tomó su tiempo en hacerlo porque no quería causarle a su esposo ningún tipo de incomodidad por lo que mientras movía sus dedos en la entrada de Shun se dedicó a besarlo y a acariciarlo

 

Shun gimió cuando Hades encontró el camino a su intimidad y se introdujo en su cuerpo, el peliverde con algo de dificultad flexionó lo mas que pudo su pierna para facilitar las cosas, pronto la habitación se llenó de lo jadeos y gemidos de la pareja que hacía el amor suavemente en la cama, el pelinegro besaba el cuello de su amado y le decía lo mucho que lo amaba, lo sexy que le parecía, lo mucho que disfrutaba de sus besos y sus caricias y como ahora no podía dejar de pensar en él, estas y muchas cosas mas Hades las susurró directamente en la oreja de su príncipe al que sabía que le encantaba y era evidente porque Shun se estremecía y se mordía los labios en éxtasis, había extrañado mucho a su esposo estos meses en la intimidad porque estaba inseguro de muchas cosas pero ahora al sentir la manera en la que el Dios del Inframundo lo besaba y lo acariciaba con amor y pasión, al joven se le quitaron todas las dudas y se convenció una vez mas de que Hades lo amaba y con este pensamiento que como dulce bálsamo bañaba su alma llegó al orgasmo de la mano de su Dios que lo llenó de su esencia

 

Shun trataba de recobrar el ritmo de su respiración y se apoyaba totalmente en Hades que al salir de su cuerpo no lo había soltado y lo abrazaba, le besaba el hombro y le acariciaba el vientre, en esos momentos los bebés no se estaban moviendo

- Crees que lo sintieron? – preguntó Hades refiriéndose a los bebés

- Claro que lo sintieron, pero están tranquilos porque su papi está feliz – el peliverde viró un poco su rostro y besó a Hades en los labios, el pelinegro tenía su mano sobre el vientre de Shun y sintió claramente como uno de los bebés empezó a patear, Shun sonrió y entrelazó los dedos de su mano con los de la mano de Hades que besó su hombro y lo estrechó contra su pecho

- Crees que a Atena le moleste si hacemos el amor en su templo?

- No tendría por qué molestarse además estamos casados Shun, y ella como lo sabría?

- Si lo sabría… Hécate me dijo que… me dijo que cuando hacemos el amor como que se libera una energía especial que todos la pueden sentir, el asunto es que es muy sutil entonces nadie se da cuenta pero Atena es Diosa al igual que ella y ella si se daría cuenta si lo hacemos – explicó Shun algo avergonzado, Hades se encogió de hombros, a él no le importaba en lo más mínimo lo que pueda o no pensar Atena pero frunció el ceño al preguntarle a su esposo:

- Y por qué te dijo eso Hécate?

- Lo que pasa es que me preguntó si las cosas estaban bien contigo y yo le dije que si, ahí me preguntó entonces por qué no habíamos hecho el amor últimamente y cuando yo le pregunté que cómo ella lo sabía me lo dijo, tu lo sabías?

- Si… pero es como dice Hécate, nadie lo encontraría si no sabe lo que busca, no te preocupes mi príncipe, no creo que a Atena le moleste y si le molesta pues ni modo, nunca me cansaría de hacerte mío y nada me convencería de dejar tu cama, me gusta estar en tu cama…

- A mi también me gusta tenerte en mi cama… pero ahora nos tenemos que ir, estaremos listos para eso?

- Claro que si, primero vamos a tomar un baño y luego nos vestimos, empacamos y nos vamos – Hades besó a Shun y lo cargó para llevarlo a la bañera

- Suena bien…

 

Los habitantes del inframundo iban de aquí para allá preparándolo todo, los tres jueces estaban atareados porque debían dejar todo organizado, Lune con la ayuda de Valentine y Myu quedarían a cargo del manejo de las prisiones, su señor Hades vendría pero no era lo mismo que tenerlos a todos permanentemente en el Inframundo pero solo sería por corto tiempo todos les habían asegurado

 

Minos estaba en sus habitaciones armando su maleta cuando Aiacos entró ya con todo listo

- Si no te apuras mi Señor Hades te dejará aquí solito para que des de comer al perro – el tono de Aiacos era por demás divertido lo que no le hizo ninguna gracia a Minos

- Por qué tan contento tu?, no me digas que quieres ir a ese lugar?

- No te gusta el prospecto de ir al Santuario?

- Me da igual, lo que no me gustaría es estar en los zapatos de Radamantys, él tiene que estar todo el día al pendiente de su alteza y ahora que vamos para el Santuario tendrá que ver la cara de todos aquellos a los que nos enfrentamos antes – respondió Minos acabando de cerrar su maleta la cual no era muy grande que digamos

- Hécate dice que tendremos que permanecer allí un mes, no quiero pensar en Rada cuando tenga que dejar allí a Ikky, has pensado en eso? – Aiacos hablaba mientras se paseaba por la habitación de su camarada el que suspiró y asintió

- Bueno… lo que tenga que pasar pasará, yo no creo que ahí queden las cosas, no había visto a Rada tan entusiasmado como hasta ahora, hasta su anillo se lo dio al Fénix – puntualizó Minos con un dejo de preocupación

- Pues si… y… no quieres ver a nadie ahora que vamos para allá? – preguntó Aiacos con un tono todo divertido

- No…

- No?

- No, que tu si?

- No se sabe… pueda que si, pueda que no…

- Espera, espera, espera… tu tienes algo con alguien allá? – Minos no lo podía creer, no solo Rada había caído presa de los encantos de uno de los caballeros de Atena, ahora se viene a enterar que Aiacos también tenía algo guardadito por ahí

- No… bueno si, no exactamente, estamos como en algo inconcluso, tal vez lo podamos concluir o algo, quien sabe… todo puede pasar en el Santuario no? – Aiacos sonreía soñadoramente haciendo sonreír a Minos que meneaba la cabeza mientras tomaba su capa con capucha para el frío

- Mejor ya vámonos o en verdad la comitiva se va a ir sin nosotros – Minos señaló el camino y ambos jueces salieron para unirse al resto de viajeros para atravesar el portal hacia el mundo mortal

 

A las ocho de la noche todos los caballeros dorados estaban reunidos en el templo del Patriarca, estaban esperando la llegada de sus invitados, Ikky de Fénix ya había llegado con Radamantys el que dijo que venía a hacer una revisión en el sagrado recinto antes de que llegara su señor con su consorte, a Atena esto no le hizo mucha gracia pero lo permitió de todas maneras, ella sabía que Radamantys estaba a cargo de la seguridad de Shun y no se lo iba a tomar a pecho, ella sabía lo paranoico que era Hades y no quería provocar una nueva guerra si ella se negaba a un pedido tan simple por ridículo que le pareciera

 

Ya todos se estaban impacientando al correr de los minutos cuando en medio del gran salón se abrió un portal por el que aparecieron de la nada Pandora y Hécate que abrieron la comitiva seguidas por Asclepio, Minos y Aiacos, Hypnos y Thanatos y finalmente Hades que traía en brazos a Shun, todos ellos estaban vistiendo sus mejores galas, Atena ya los había visto en ocasiones anteriores pero se sorprendió al ver a Shun, el peliverde sonrió a todos al verlos, estaba usando una túnica verde con brocas doradas a los filos, en su cabeza tenía una corona real y en su mano derecha una sortija imponente la que representaba su condición de Regente el Inframundo, la Diosa sonrió al verlos llegar en especial porque Shun no estaba usando ningún tipo de calzado y tenía los pies desnudos aunque lucía cómodo en los brazos de Hades que lo cargaba como si esto no representaba esfuerzo alguno y eso que el vientre de Shun estaba bastante grande, era evidente que el alumbramiento se acercaba

- Sean bienvenidos… - Atena se acercó y apretó la mano de Shun, por la incomodidad de la posición no podía besarlo como lo hubiera hecho

- Gracias Saori – respondió Shun cálido como siempre

Hades solo hizo un pequeño movimiento de cabeza y caminó por los pasillos hasta la habitación que les habían asignado para poder acostar a Shun, Hypnos y Thanatos se quedaron en el salón porque el resto de la comitiva estaba en movimiento pero el rubio Dios del sueño estaba mirando con detenimiento a los caballeros de oro que estaban ahí congregados y sonrió muy significativamente a su hermano que asintió y sonrió también, esta cacería sería muy interesante…

 

La habitación que Saori había arreglado para Hades y Shun era una de las mas grandes del templo del Patriarca pero obviamente no se comparaba con su habitación en Guidecca, la cama era de madera con dosel y de dos plazas y media, tenía un muy cómodo colchón con muchas almohadas y almohadones, había una mesita redonda con dos sillas de apariencia antigua, los muebles eran muy cómodos y aparentemente nuevos y finos, la verdad Saori si se había esmerado en prepararlo todo para recibir a sus invitados, el cuarto de baño tenía una tina bastante grande, el armario también se lo veía cómodo y funcional, Hades sin hacer mayores comentarios depositó la preciada carga en la cama, Shun lo besó en los labios cuando el austero dios estaba por incorporarse, Saori lo vio y sonrió, ella aún no podía creer que esa unión se haya dado pero el amor tiene sus cosas raras

- Espero que estén cómodos – dijo la muchacha desde el pie de la cama

- Gracias Saori, está perfecto – respondió Shun acomodándose con la ayuda de Hades en las múltiples almohadas que estaban en la cama

- Voy a ordenar que te traigan la cena o te sientes bien como para ir al comedor?

- Me encantaría ir al comedor… Hades… solo por hoy si?, vamos al comedor… por favor… quiero ver a todos porque apenas los vi un ratitito, me llevarás?

- Claro mi príncipe si es lo que deseas pero solo por hoy y hasta no muy tarde, desde mañana todos tus amigos que deseen verte lo podrán hacer aquí

- Gracias Hades, eres muy bueno conmigo

- Si si… a qué hora se servirá la cena? – el Dios del Inframundo dirigió la pregunta a nadie en particular porque en la habitación estaban Atena, Shaka, Hyoga e Ikky

- En unos 20 minutos mas Señor Hades – respondió el rubio guardián del templo de Virgo, el Dios del Inframundo solo asintió sin moverse, en ese punto nadie mas dijo nada y el silencio se estaba poniendo algo tenso así que Shun lo rompió

- Auch…

- Qué pasa mi príncipe?

- Mi hígado debe tener forma de pelota de futbol – Shun sonrió para esconder su mueca de dolor y tranquilizar a Hades que lucía preocupado

- Se mueven mucho? – preguntó la joven Diosa interesada

- Si… ven… los quieres sentir?

- Puedo?

- Claro – Shun extendió su mano y Saori rodeando a Hades se sentó junto a Shun en la cama y puso suavemente su mano en su vientre, Shun cubrió la blanca mano con la suya moviéndola hacia donde uno de sus bebés se estaba moviendo, cuando la Diosa lo sintió sonrió

- Debes estar emocionado

- Mucho… ya quiero que nazcan pero Hécate me dice que falta mas o menos un mes, gracias Saori por tomarte todas las molestias que seguramente te tomaste por recibirnos

- Tu eres familia Shun, no ha sido ninguna molestia, bueno los dejamos para que se instalen y los esperamos abajo – la muchacha ahora si besó a Shun en la mejilla y salió de la habitación acompañada por todos sus caballeros dando paso a Hécate, Pandora y Radamantys que entraron para ayudar a acomodar las cosas y demás, Hades había pedido a su hechicera que haga algún encantamiento o algo para brindar seguridad y protección extra a su príncipe en su ausencia, la hechicera había accedido aunque esto le parecía exagerado de su parte, se notaba que todos estaban contentos de ver a Shun y nadie intentaría nada en contra suya o de sus bebés

 

Shun llegó al salón comedor en los brazos de Hades, eso en verdad sorprendió a todos pero luego que lo pensaron un poco tenía sentido, Hades era en extremo posesivo y mas aún con su joven consorte, la cena transcurrió sin mayores sobresaltos, la conversación era fluida y centrada principalmente en el embarazo de Shun, a la mesa se sentaron todos los integrantes de la comitiva del Inframundo, los Regentes del Averno, la Diosa Atena, sus caballeros de Oro y sus cuatro caballeros divinos de bronce, Shun hablaba de lo que Hécate le había mandado a tomar, de cómo en los primeros meses no podía comer nada y en cambio ahora no podía dormir

 

Ikky estaba sentado entre Aioria de Leo y Hyoga de Cisne y frente a él estaba Radamantys, cuando Shun estaba hablando de sus antojos que siempre le venían en la madrugada el poderoso Fénix sonrió y disimuladamente hizo visible la sortija con piedra negra que estaba en su dedo, el primer juez la vio y no pudo evitar sonreír, esa sortija la había perdido en una apuesta e Ikky nunca le dio el chance de ganarla de vuelta, pero ya habría oportunidad de nuevos juegos o apuestas con su amante

 

Hypnos estaba sentado junto a su hermano y paseaba sus ojos por cada uno de los caballeros que comían tranquilamente, estaban tan hermosos como los recordaba especialmente ahora que no estaban usando sus armaduras sino ropa media formalita por respeto a la ocasión, Mu de Aries charlaba alegremente con Saga de Géminis y Seiya de Pegaso, había algo en Mu que llamó la atención del Dios del sueño, bueno… ya lo visitaría mas tarde en la noche para ver lo que ocultaban sus sueños…, a decir verdad el rubio Dios quería darse una vuelta por todos los templos del Santuario para hacer un sondeo y comprobar a ciencia cierta el terreno en el que pisaban, Thanatos estaba también mirando en silencio a todos los caballeros de Atena, nada que hacer… habían venido al lugar correcto para ir de cacería…

 

Notas finales:

Espero que les haya gustado, en el capitulo que viene los dioses gemelos hacen su jugada, será que les da resultado???, eso es en el capitulo nuevo

Muchas gracias por leer, nos vemos con el capitulo nuevo el martes de la semana que viene, ya se acaban mis vacaciones entonces ya tengo una fecha para continuar el fic, saludos, bye


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