Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

SUEÑO CONTIGO por crystalwall

[Reviews - 144]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola, les traigo el capitulo nuevo, las sorpresas de esa noche aun no acaban y la historia continua, espero que les guste 

Capítulo 5.- Regalos y visitas nocturnas

 

Shun pasó una noche algo accidentada, igual no pudo dormir bien y estaba un poco cansado en la mañana, Hades se levantó temprano y junto con sus dos jueces, Minos y Aiacos se fue al Inframundo en medio de las protestas de Shun, el peliverde quería que su esposo se quedara con él para planificar lo del torneo pero el Dios del Averno no podía descuidar sus obligaciones y dejo a su esposo a cargo de todos los preparativos para lo del torneo ayudado de Radamantys que ya estaba en la habitación de Shun junto con Hécate que estaba revisando a los pequeños para asegurarse de que todo estuviera bien, en eso estaban cuando Saori llegó a verlo

 

La diosa y su ex caballero charlaron un rato antes de que sus amigos y demás caballeros llegaran también, el primero que llegó fue Shaka el que trajo varias colchitas para los bebés, además de varios animalitos de peluche pero eran del tipo hipoalergénico para que Shun los pudiera poner en sus cunitas, Shun agradecía las atenciones de Shaka, las cosas con él si quedaron bien luego de que rompieron su noviazgo pero la sorpresiva llegada de Hades a su vida dejó muchas cosas inconclusas entre él y su maestro y luego todo fue muy rápido, su noviazgo con el poderoso Dios del averno no duró mucho tiempo antes de que llegara su boda, su mudanza al inframundo y casi inmediatamente su embarazo que se complicó en todos los aspectos y muchas cosas quedaron sin decirse, Shun creía que de no haber llegado Hades a su vida él eventualmente hubiera vuelto con Shaka, tenían problemas no muy graves en su relación, Shaka era por demás absorbente y Shun quería ser libre, lo que fue irónico cuando Hades apareció porque el Dios del Averno era igual de posesivo pero había una gran diferencia, Hades no lo hacía sentir como niño sino como su consorte, valoraba su opinión, y varios cambios que se hicieron en el Inframundo fueron impulsados e ideados por Shun, Shaka tenía complejo de “maestro” y no necesariamente tomaba en cuenta las opiniones de Shun, no porque no lo amara o porque no fueran buenas, era simplemente porque ese era su carácter

 

Hades conocía toda esta historia y aunque sabía que su príncipe nunca tuvo nada muy serio (físicamente hablando) con su maestro eso no evitaba que el pelinegro Dios odiara y con pasión al rubio guardián, esa era una de las razones por las que Hades no quería subir al Santuario, por eso cuando Shaka entró a la habitación de Shun, Radamantys se paró en la puerta y no hubiera habido poder humano que lograra moverlo

- Gracias Shaka… eres muy amable – dijo el peliverde acariciando las colchitas que eran en verdad suavecitas, entre los peluches había una jirafa la que Shun tomó y sonrió pero casi inmediatamente se llevó la mano al vientre y se contrajo de dolor

- Estás bien? – el rubio se alarmó porque Shun se puso mas pálido de lo que estaba

- No te preocupes… a veces me pasa…

- Quiere que llame a Hécate su alteza? – preguntó el primer juez acercándose y tomando la mano de Shun para ayudarlo a que se acomode de mejor manera en las almohadas

- No Rada… no es nada… lo que tengo es sed, me podrías conseguir algo de tomar?

- Claro su alteza, que le gustaría?

- Jugo de naranja… no no no, mejor de piña, no no no, sabes que?, mejor coca cola, no no no, agua mineral con gas… si eso quiero, agua mineral con gas

- Enseguida su alteza – el rubio se incorporó y se dirigió a la puerta pero se detuvo cuando Shun lo llamó otra vez, esto era por demás usual así que el rubio se volteó con una sonrisa

- Rada… mejor sin gas

- Ya se la traigo, por favor no se mueva

- No lo haré, gracias Rada

 

El rubio salió y se chocó con Ikky que entraba, el peliazul antes de entrar al cuarto de su ototo jaló a Radamantys y sin mayores preámbulos lo empujó arrinconándolo a la pared y le plantó un muy pasional beso, el espectro se sorprendió por la efusividad de su pequeño pero disfrutó el beso apretándolo contra su pecho lo que les resultó incómodo porque Rada estaba usando su armadura, cuando  el beso se rompió Ikky se acercó y le susurró directamente en la oreja:

- Esta noche voy a venir a tu habitación, espérame desnudito – el peliazul dijo esto y le lamió la oreja al rubio que sonrió y besó nuevamente a su amante hasta dejarlo sin aliento para decirle

- Trae cremita mi vida, recuerda tus ofrecimientos, esta noche tu culito es mío – dijo el rubio sonriendo muy sensualmente a su amante

- Uyyyyy – el rubio le palmoteó el trasero al peliazul y continuó con su rumbo a la cocina para traer el agua mineral sin gas para Shun, mientras el poderoso Fénix entraba a la habitación y abrazó a su ototo que sonrió al verlo

 

Esa mañana pasó sin mayores sobresaltos, Seiya llegó casi a medio día con muchos conjuntos de monitos, pijamas y demás ropita de bebé, Hyoga llegó con muñequitos de hule para la bañera, Shyru con tres osos de peluche, Mu llegó con tres juguetitos que se cuelgan en la cuna, y así empezaron a llegar los caballeros con regalos de todo tipo para el peliverde que pasó el día entretenido hablando alegremente con todos, a lo que caía la tarde llegó el caballero que faltaba y Afrodita de Piscis entró a la habitación de Shun cuando salía del baño ayudado por Ikky

- Hola Dita… - el joven peliverde sonrió e iba a acercarse pero el caballero dorado de piscis dio un paso hacia atrás, Shun sorprendido se paró en seco sin entender

- No quiero lastimarte o a tus bebés – explicó el peliceleste y ahí Shun comprendió, la sangre de Dita era tóxica y para no dañar a sus camaradas se mantenía alejado de todos ellos, ya habían pasado algunos envenenamientos en el Santuario, pero Shun sonrió y se acercó hasta tomar las manos del doceavo guardián y le sonrió dulcemente

- No nos puedes lastimar Dita, yo soy inmortal y según Hécate mis bebés también, pero gracias por querer asegurarte

- Ohhh… es lógico, les traje esto – el visitante señaló un olmo recién brotado que estaba en una maceta

- Gracias Dita, que original de tu parte – Shun sonrió cuando dijo esto, a la final todos le habían traído cosas para bebés, pero el regalo de Dita le pareció muy hermoso

- Supuse que estarías hasta el cuello de ositos de peluche, preferí darte algo que le diera vida a tu jardín, espero que lo plantes y tus bebés sean felices jugando en su sombra

- Gracias Dita, pero no te vayas y hazme compañía un ratito, Ikky tiene que ir al templo de Leo, Aioria lo llamó hace rato pero yo no lo he dejado ir

- Ve tranquilo Ikky que yo me quedo con Shun

- Gracias Dita, nos vemos mas luego ototo

- Ok., y dime Dita, qué ha pasado en mi ausencia, es cierto lo de Seiya y Saga???, Hyoga me lo contó pero no lo puedo creer…

 

El dorado guardián y el nuevo regente del Inframundo se dedicaron a ponerse al día hasta que fueron interrumpidos por uno de los jueces del Averno, por un portal que se abrió a los pies de la cama de Shun, Minos se materializó e hizo una reverencia a su amo, Shun la respondió muy propio y solo lo miró esperando el mensaje de Hades

- Su alteza… mi Señor Hades me ha enviado a decirle que se ha presentado un problema en el Tártaro y lamenta mucho no poder venir a cenar con usted, me ha dicho también que no sabe a que hora llegará pero no puede desatender lo que está atendiendo

- Que pasó?

- No estoy en libertad de decírselo, me dijo que él mismo se lo va a contar cuando regrese

- Es grave?

- Si su alteza pero no se preocupe, estamos haciendo todo lo posible por solucionarlo lo antes posible

- Ok., gracias Minos

- Su alteza si no le incomoda he venido a relevar a Radamantys porque mi Señor Hades lo llamó al Inframundo, por cierto… en dónde está?

- Ya viene, Minos hazme el favor y quítate la armadura si te vas a quedar aquí conmigo, estamos seguros aquí y no corremos ningún riesgo así que quítate la armadura por favor

- Como ordene – el poderoso juez cerró los ojos y su armadura se desprendió de su cuerpo dejándolo con un pantalón sencillo y una camisa ceñida a su cuerpo, Dita lo miró con la boca abierta, el Minos real estaba mucho mejor y hasta mas sensual que el Minos en su sueño y al recordar esto no pudo evitarlo y se sonrojó un poco maldiciendo a todos los dioses por ello, pero había algo extraño en todo esto, el Minos de su sueño tenía los ojos ámbar y el Minos real los tenía exactamente del mismo color, pero cómo????, si nadie nunca había visto el color de ojos de este juez, nunca estuvieron visibles… hasta ahora, Radamantys entró a la habitación y arqueó una ceja al ver a Minos de pie cual estatua junto a la cabecera de la cama de Shun

- Pasó algo? – preguntó el primer juez a su camarada

- El Señor Hades me mandó a relevarte, te necesita en el Tártaro – Radamantys no necesitó saber mas e inmediatamente llamó a su armadura, abrió un portal y luego de hacer una venia a Shun desapareció por él rumbo al Inframundo, Shun suspiró, a él le agradaba Rada pero no necesariamente ni Minos ni Aiacos y ahora tendría a Minos como su compañía… rayos…

 

Minos estaba de pie inmóvil junto a la cabecera de la cama, Shun se mostraba fastidiado por esto y Dita algo incómodo porque los recuerdos de ese muy delicioso y extremadamente lujurioso sueño que tuvo con él le venían a la mente cual avalancha y no podía dejar de ver en su mente a Minos desnudo, a Minos moviéndose rítmicamente sobre su cuerpo, su sonrisa, su miraba, sus manos… ufffff todo él…, Dita se mostraba algo distraído y perdía el hilo de la conversación

- Estás bien Dita?

- Ah???, ohhh si, lo siento, es que… no me hagas caso, a veces me pasa

- Dita… no sabes que hay para cenar?

- No, pero si quieres te lo averiguo, ya vengo

- Ok

Dita se levantó del pie de la cama en donde estaba sentado  y por el movimiento uno de los cojines cayó al piso, Minos automáticamente se agachó a recogerlo pero Dita hizo lo mismo y ambos quedaron muy cerquita y rozaron levemente sus manos, se miraron a los ojos y el estómago del dorado guardián se dio un bote, Minos quedó embriagado por el atrayente aroma de Dita y fue muy obvio que lo olió porque cerró los ojos y aspiró, Dita se puso de pie rápidamente y dio un paso hacia atrás pero se tropezó con uno de los zapatos de Shun que estaba por ahí y se tambaleó, Minos mas rápido que un rayo se adelantó y lo tomó en sus brazos, este gesto tan galante no era necesario porque Dita no se hubiera caído ni mucho menos pero eso poco le importó al juez que solo buscaba una excusa para poder tocarlo pero Dita se soltó del abrazo y su corazón empezó a latir con fuerza

- Estás loco?, no recuerdas quien soy yo?

- Claro que me acuerdo, los ángeles son difíciles de olvidar, por qué eres tan arisco?

- No debes tocarme por tu propio bien

- Ohhhh… es cierto pero… no… - Minos se acercó a Dita y descaradamente llevó un mechón de su cabello hasta su nariz y lo olió nuevamente – Es cierto que tu sangre es un poco venenosa pero eso no es nada para los jueces del Inframundo, además… yo soy inmortal mi caballero y un poquito de veneno no me impedirá apreciar a la hermosa rosa – Minos sonrió de una manera muy sensual pero Dita palideció, esas palabras… esas eran las palabras exactas que Minos le dijo en su sueño justo antes de besarlo y el peliceleste se quedó estático y miraba sin parpadear a Minos que sonrió aún mas y con un dedo retiró un poco el cabello del cuello de Dita y se acercó nuevamente para olerlo mejor, Dita no se movía e increíblemente permitía los avances de Minos ante los ojos atónitos de Shun que quería aclararse innecesariamente la garganta o algo pero lo pensó mejor, si a Minos le gustaba Dita sería genial, eso significaba que Hades no le interesaba en lo mas mínimo así que el joven peliverde se quedó quieto mirándolo todo con una sonrisa

 

Dita reaccionó cuando sintió el suave roce de los labios de Minos en su cuello y saltó separándose, se sonrojó al ver la divertida expresión de Shun que estaba acariciando su pancita y Minos que sonreía todo sexy

- Lo siento… no se que fue… lo siento… voy a ver lo de la cena, nos vemos Shun… - Dita no esperó nada y salió atropelladamente de la habitación, Minos lo vio salir y suspiró

- A Dita le gustan los chocolates de menta, las películas de acción, las carreras de fórmula uno y las plantas, ama sus rosales y les dedica muchísimo tiempo, no se… un par de guantes de piel serían un buen regalo… - dijo Shun como quien no quiere la cosa y Minos sonrió haciéndole una venia a su señor, era la primera vez que Shun le hablaba sin resentimiento, Minos nunca entendió por qué le caía mal al nuevo regente del Averno pero aparentemente algo había cambiado y ese algo era Dita

- Gracias su alteza, gracias…

- Dita es muy buena persona pero siempre ha estado solo, no quiere hacer daño a nadie y por eso se ha mantenido apartado de todos, yo se que es por seguridad que lo hace pero es una forma algo solitaria de vivir, la culpa es muy grande en él porque una vez Shura presentó signos de envenenamiento, no fue muy grave pero tuvieron que hospitalizarlo – dijo Shun recordando aquello, la culpa en el rostro de Dita era evidente, a raíz de eso el guardián del doceavo templo se encerró mas en si mismo de ser posible, solo Death lo seguía visitando, el cuarto guardián había dicho que a él unas cuantas florecitas no iban a impedirle visitar y charlar con su mejor amigo

- Shura?, el caballero dorado de capricornio?

- Si…

- Ellos… usted sabe… estaban involucrados?

- No, propiamente no, me parece que Dita lo besó una sola vez y sin querer lo envenenó, en eso tu tienes ventaja sobre cualquiera, Dita no es tóxico para ti aunque habría que preguntarle a Hécate, no te vayan a dar mareos o algo

- Créame su alteza… las rodillas me tiemblan y no es por el veneno en la sangre de Dita

- Me alegro, oye Minos… me ayudas a levantarme y caminar un ratito?, me duele la espalda

- Claro su alteza…

 

Cuando Hades llegó tarde esa noche encontró a Shun acomodado en muchas almohadas riendo muy divertido con Minos que estaba sentado al pie de su cama y charlaban alegremente, al verlos tan cómodos juntos el Dios de los muertos arqueó una ceja pero sonrió complacido, si Minos se había ganado la confianza de su esposo eso le facilitaría la vida

- Amor mío… llegas tarde – dijo Shun con una amplia sonrisa y tendiendo su mano la que hades tomó y la besó, Minos inmediatamente se puso de pie e hizo una venia a Hades el que la contestó cortésmente

- Lo siento mi Shun… hubo problemas en el tártaro, los titanes están revoltosos y tuve que asegurar las cadenas hoy, me llevó todo el día pero podremos dormir tranquilos, tu cómo has pasado el día?

- Bien, Minos me ha contado muchas cosas que han pasado en Giudecca y tu no me has contado

- Ten cuidado Minos… si Pandora se entera te asesina

- Si mi señor

- Gracias por hacer compañía a mi príncipe, puedes retirarte porque Radamantys ya está en la habitación de junto

- Debo volver al Inframundo mi Señor?

- Si tu quieres hacerlo si, si no quieres hacerlo me parece que entre las habitaciones asignadas hay una en la planta baja, te quieres quedar en el Santuario Minos?

- Si no le molesta a usted mi señor

- Claro que no, ve a descansar

- Gracias mi señor

 

Minos hizo una reverencia y le sonrió a Shun que le correspondió la sonrisa pero a lo que se cerraba la puerta de la habitación de los regentes del Inframundo el Dios de los muertos se había sentado en la cama y reclamaba los labios de su esposo que tanto había extrañado ese día, Minos empezó a caminar por el pasillo y dio un pequeño salto cuando sonó la puerta de la habitación de Radamantys, Minos se tensó pero al comprender la situación solo sonrió y siguió su camino porque escuchó un gemido descarado seguido la voz de Ikky que decía: “Rada… la tienes enorme”, “vaya…” pensó Minos y siguió su camino hasta la planta baja a buscar su habitación pero lo pensó mejor y salió del recinto principal, caminó escaleras abajo embobado por el dulce aroma de las flores, pronto se encontró cerca del templo de Piscis, la curiosidad pudo mas en él y se acercó sigilosamente

 

Dita estaba en el patio de su templo en la frescura de la noche, estaba entrenando con el torneo en mente así que se dedicó a pulir su entrenamiento con diversas armas y un muñeco de entrenamiento al que el dorado guardián estaba habiendo papilla, literalmente, el hermoso caballero de celestes ojos estaba usando solamente unos pantalones flojos de ejercicio y nada mas, gotas de sudor se escurrían por su bien formado pecho resultado del ejercicio, su concentración estaba en el mas alto nivel, Minos desde lo alto de la pared lo miraba embelesado, Dita era sin duda el mas hermoso de los 88 caballeros de Atena pero no era solo una cara bonita, era tan letal como hermoso, muy fuerte y ágil, absolutamente deseable y para su suerte tóxico para todo el mundo, Shun tenía razón y esto lo podría utilizar a su favor

 

- En verdad quieres el premio sorpresa del torneo verdad? – Minos se hizo visible dentro del patio, Dita no lo había sentido llegar y cuando se volteó lo vio arrimado en uno de los pilares

- Nadie te invitó a pasar

- No no no, eso no es cierto porque tu sonrojo me invitó a pasar, tus miradas me llamaron y aquí me tienes, listo  y presto para lo que tu quieras – respondió Minos con una muy sexy sonrisa

- Estás equivocado, yo no te he llamado de ninguna forma

- Ajá… no lo creo, no me digas que allá en la habitación de mi señor  Shun no sentiste algo, yo sentí como tu respiración se agitó, como tu corazón latió con mas fuerza, yo te sentí… Dita…

- Estás loco?

- Solo un poco, pero es que el verte ahora tan sensual, tan fuerte, tan invitante, tan desnudo… no lo puedo evitar, te deseo… no me deseas ni un poquito?

- No

- Mentiroso, aurita quisiera llevarte a la laguna que está del otro lado y sumergirme contigo en esas aguas claras, bañar tu cuerpo no solo con agua sino con caricias y besos, no me digas que no se te antoja

- Ajá… quieres una revolcada eh?

- Si, eso quiero esta noche pero no es todo lo que quiero contigo

- Ah no?

- Quién en su sano juicio quisiera pasar contigo una sola noche? – dijo Minos con una seguridad única, Dita no se esperó esta respuesta y en contra de su voluntad sonrió – Ohhh… acabas de alegrar mi noche, pude sacarte una sonrisa, ok… te propongo algo, por qué no vamos a la laguna y nadamos un rato, charlamos o lo que tu quieras, dejamos la revolcada de lado por ahora, mi señor está aquí de visita por un mes, tenemos tiempo de conocernos no?

- En serio quieres dejar la revolcada a un lado?

- Bueno… si me quieres violar yo no me voy a oponer, estoy seguro de que lo voy a disfrutar, que dices Dita… vamos?

- Estoy seguro de que me voy a arrepentir

- Genial, oye y dime cómo te impulsas para la última patada voladora que lanzaste, eso se veía complicado

- Uno de los poderosos jueces de Hades me pide tips a mi???, vaya… eso es nuevo, pero no… yo se lo que estás haciendo, quieres saber mis secretos para poder vencerme en el torneo pero ese gusto no te voy a dar, si nos toca enfrentarnos te voy a hacer polvo

- Un polvo contigo… a eso no le diría que no

- Eso no es lo que yo dije – dijo Dita todo indignado, que este espectro no podía pensar en nada mas que en sexo???, Minos al escucharlo solo se rió muy divertido

- Lo se… pero igual nunca me negaría, pero para que estés tranquilo no quiero robarte los trucos para el torneo, me basto y me sobro solo, yo los respeto mucho, el que hayamos sido enemigos en el pasado no significa que no los podamos apreciar como lo que ustedes son – esto Minos lo dijo en serio, era cierto que los espectros a manera general respetaban a los caballeros de Atena, a fin de cuentas los vencieron en el Inframundo y ahora era la oportunidad de reivindicarse en este torneo

- Y que somos según tu? – Dita se cruzó de brazos al preguntar esto

- Guerreros muy hábiles y fuertes, además de hermosos y apetecibles, estás muy cansado o se te apetece una carrerita

- Hasta la laguna?

- Claro, el que llega al último se regresa desnudo a su templo – Minos no esperó mucho y antes de que Dita pueda reaccionar el primer juez salió a la carrera como alma que lleva el diablo con el dorado guardián a sus talones que lo perseguía y divertido reclamaba:

- Oye… espera no se vale… espera…

 

Mientras el santo dorado de piscis y uno de los jueces del Inframundo corrían por el campo abierto hacia la laguna en el templo de Aries el Dios del sueño estaba de pie en la habitación principal de aquel templo, Mu estaba acostado en su cama apoyado en varias almohadas porque estaba leyendo pero de rato en rato se quejaba y se movía, aparentemente por lo que Hypnos podía ver le dolía el cuello y la espalda, eso era lógico tomando en cuenta que era precisamente Mu el encargado de reparar las armaduras que igual con los entrenamientos sufrían daños y magulladuras

 

Hypnos estaba ocultando su presencia para poder observar a Mu a placer y la verdad sea dicha le gustaba mucho lo que veía, Mu era una persona gentil que tenía una buena relación con todos sus compañeros, era un maestro estricto con Kiki y sumamente sobreprotector con él pero por estas razones Kiki estaba creciendo fuerte y sería igual de poderoso que su maestro

 

Cerca de la media noche Mu bostezó, marcó la página del libro que estaba leyendo, apagó las luces y se acomodó en su cama, Hypnos no estaba ejerciendo su poder sobre él así que Mu se demoró mas o menos unos diez minutos en dormirse, ya dormido el primer guardián no sintió que el rubio Dios se había acercado a él hasta sentarse en su cama, el dormido caballero estaba recostado sobre su espalda, su mano derecha descansaba sobre la almohada y su mano izquierda cobre su estómago, Hypnos lo destapó suavemente y sonrió porque Mu estaba usando una camisa de esas camisas antiguas que no tenían botones sino una tira de tela que se cruzaba entera en zigzag y solo un nudo simple lo sostenía todo

 

Con mucho cuidado Hypnos zafó el nudo y abrió un poco la camisa de Mu para poder contemplar el muy bien formado pecho del primer guardián, su suave respiración era como un agente hipnótico para el dios del sueño que ahora estaba entretenido acariciando la suave piel del pecho de Mu el que en ese punto suspiró y se volteó en la cama acomodándose de lado, Hypnos retiró un mechón de cabello de la frente del dormido caballero y puso su mano en su frente, cerró los ojos y fue transportado a los sueños de Mu

 

El Dorado guardián estaba caminando entre una multitud de gente que iba toda vestida igual, todos de negro y solo él usaba una túnica blanca, todos iban hacia abajo pero Mu quería ir hacia arriba y la gente lo empujaba y lo jaloneaba impidiéndole el paso, se notaba que el carnero estaba frustrado de ser constantemente empujado y al intentar saltar no pudo, se cayó y la gente le pasaba por encima pisándolo dolorosamente, Hypnos no entendía la naturaleza del sueño pero Mu despertó algo agitado, meneó la cabeza y le dio la vuelta a la almohada antes de volver a acomodarse y dormir

 

Esta vez Hypnos controló su sueño y le hizo soñar que estaba en un baño termal acostado en una de las camillas para masaje mientras unas muy hábiles manos le masajeaban la espalda, Mu tenía los ojos cerrados y disfrutaba de estas deliciosas sensaciones que arrancaban gemidos de placer de su garganta al sentir como la tensión se iba desvaneciendo de sus músculos

- Voltéate por favor – una muy varonil voz habló directamente en la oreja de Mu que sin abrir los ojos se volteó en la camilla y se acomodó sintiendo como aquellas suaves manos le masajeaban ahora el pecho y los costados, Mu se sentía en la gloria y suspiró, Hypnos no esperó mucho y la verdad sin poder resistirse se agachó y besó suavemente el cuello del Mu que abrió los ojos y saltó en la camilla buscando cubrirse con la sábana de la camilla porque en ese punto se dio cuenta de que estaba desnudo

- Hypnos…

- Estás tenso caballero, déjame ayudarte con eso

- No… yo no…

- Shhhhhh… relájate, yo seré gentil contigo… recuéstate y cierra los ojos, eso es, relájate y solo siente mis manos, escucha la música suave, disfruta el aroma del incienso, siente la suavidad del aceite en tu piel… eso es, déjate acariciar… déjate besar… déjate amar…

 

Mu no estaba muy convencido que digamos todavía pero ya no opuso mas resistencia al sentir los suaves masajes en sus piernas y en sus pies, Hypnos masajeaba con maestría sus pies y Mu se estremecía entero, el enérgico toque del rubio en sus piernas le aliviaba toda sus tensiones y relajaba sus músculos, Mu tenía los ojos cerrados pero los abrió cuando sintió un hormigueo en toda su piel, ahora ya no estaba en aquel spa, estaba acostado en medio de una cama con dosel completamente desnudo e Hypnos seguía masajeándolo entero pera esta vez las manos del dios estaban en sus caderas, se paseaban por su vientre hasta llegar a su miembro el que se endureció en respuesta a estas atenciones

 

Hypnos estaba desnudo también y sonreía al ver como Mu se retorcía en la cama y se mordía los labios, el rubio abrió las piernas del pelilila y se acomodó entre ellas, el caballero abrió los ojos y algo iba a decir pero sus labios fueron tomados en un demandante beso que efectivamente lo calló, Mu iba a protestar pero ese beso hizo que corrientes eléctricas le recorrieran entero así que en ese punto ya no le importó nada y se rindió totalmente al placer que Hypnos le brindaba, el Dios al darse cuenta de que era plenamente correspondido empezó a tantear la estrecha entrada de su carnero dilatándola para finalmente introducirse en ese cuerpo del que ya parecía adicto llenándolos a ambos de placer

 

Mu gimió y se abrazó a su amante cuando éste se empezó a mover en su interior, sus sentidos estaban nublados por el placer que se acumulaba en su cuerpo, nunca se había sentido así antes y esta no era la primera vez que hacía el amor, ni era el Dios del sueño su primer amante, pero dejando eso de lado Mu estaba viendo estrellas, planetas y hasta constelaciones enteras en las expertas manos del Dios del sueño que lo hacía suyo disfrutándolo como no lo había hecho antes, para Hypnos no había cosa mas sexy que Mu, lo enloquecía totalmente esa mezcla de dulzura y fuerza, de picardía y deseo, de resistencia y sumisión, el rubio tenía a una obra de arte entre sus brazos, no se había equivocado al escogerlo, ahora que lo había hecho suyo no lo dejaría ir de su lado nunca mas, ni de su lado… ni de su cama…

 

Cerca de llegar al clímax, Mu balbuceaba cosas inentendibles pero entre todo lo que decía Hypnos pudo distinguir claramente como el carnero pronunciaba su nombre

- Hyp… Hypnos…

- Mu… mi caballero… mi dueño…

- Ahhh… yo… mmmm… Hypnos… Hypnos… ya… ya…

- Eres mío… solo mío…

El rubio flexionó mas la pierna de su amante haciendo mas profundas sus penetraciones, Mu se contorsionaba en la cama y gemía descaradamente sin importarle nada, en ese punto no podía pensar, solo sentir como el placer lo envolvía hasta que llegó a su máxima expresión y el menor alcanzó el orgasmo un poco antes que su amante que también lo hizo y derramó su esencia en su interior

 

Hypnos buscó los labios de Mu y lo besaba con emoción y pasión, recorriendo su cuerpo y bañándolo de suaves caricias, Mu sonreía y abrazaba a Hypnos que eventualmente lo acomodó en su pecho y acariciaba sus cabellos, Mu cansado y satisfecho cerró los ojos entregándose una vez mas al mundo de los sueños

 

Cuando el carnero abrió los ojos se vio a si mismo en su habitación, los primeros rayos del sol se colaban por su ventana, se sentía como nunca se había sentido antes, estaba somnoliento y con una pereza de moverse bárbara, es que se sentía calientito y extremadamente cómodo, cuando se movió en la cama se sentía relajado como si el masaje de sus sueños en verdad se lo hubieran dado, la tensión se había derretido de sus hombros y Mu quería pasar el día en la cama pero no podía descuidar sus obligaciones además había el torneo en el que pensar así que igual se levantó lentamente y fue al baño a ducharse, mientras Mu estaba parado bajo el agua caliente no pudo evitar pensar en la deliciosa noche que había pasado, esos masajes fueron divinos pero lo que le siguió fue mas divino aún, el solo recordar al rubio Dios hacía que se le nublen los sentidos una vez mas y se estremeció entero al recordar los ojos azules del Dios de los sueños y la manera en la que lo miraba con deseo, la manera en la que lo tocaba y besaba, Mu no pudo evitar el morderse los labios, si solo los sueños se hicieran realidad…

 

Notas finales:

Muchas gracias por leer, nos vemos el martes en el capitulo nuevo y no se pueden perder lo que viene, el torneo ya mismo empieza y eso va a estar veneno

Muchas gracias por leer y nos vemos pronto, saludos, bye

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).