Capítulo 8.- Quieres jugar al doctor?
Saga de Géminis estaba molesto consigo mismo y con el planeta, su pérdida era una deshonra y el peliazul estaba rabiando a mas no poder, al llegar al tercer templo el mayor se encerró en el baño y preparó la bañera, aurita estaba sumergido en el agua caliente rabiando
Seiya lo dejó ir, lo conocía muy bien como para no tratar de decir nada en esos momentos así que mas bien fue a la cocina y preparó un te, después al ver que Saga no salía decidió hacer la cena y en eso estaba cuando Kanon llegó
- Que hay Seiya? – preguntó el Dragón marino a manera de saludo
- Carne al horno con papas y ensalada - respondió el caballero Pegaso señalando el horno en el que se estaba hornando la carne, la verdad olía delicioso, Kanon no le conocía esas habilidades al joven novio de su hermano
- Y Saga?
- Intentando ahogarse en la bañera – dijo Seiya con un tono divertido lo que hizo que Kanon sonriera, él no lo hubiera podido describir mejor
- Será que lo voy a ver?
- Claro… solo si quieres que te saque la cabeza de un mordisco – dijo Seiya pasándole una cerveza a Kanon del refrigerador, el castaño estaba tomando su te
- Tienes razón – Kanon destapó la cerveza y le dio un sorbo, en eso sonó la campanilla del horno, la carne estaba lista por lo que Seiya tomó un guante acolchonado para sacarla, el joven caballero de Pegaso estaba dando las espaldas a Kanon cuando se agachó y el gemelo menor arqueó una ceja al ver el apetitoso trasero del muchacho que estaba afanado en sus cosas, Kanon puso la cerveza en el mesón y le preguntó directamente a Seiya: - Qué le vez a mi hermano eh?
- Saga es muy sexy – dio Seiya sin pensarlo
- Entonces yo también te parezco sexy? – preguntó el dragón marino con una pícara sonrisa
- No, lo siento, tu no eres sexy – contestó el Pegaso volteando el rostro y guiñándole el ojo a Kanon que se rió y con ganas
- Tu estás saliendo con el gemelo equivocado, yo nací con todos los dones en cambio Saga… solo digamos que el aventajado siempre he sido yo, le puedes preguntar a Mu si no me crees – (Mu era el ex novio de Kanon pero la relación terminó por la distancia y la ausencia, el hecho de que Kanon viviera en el templo marino dificultaba las cosas con el dorado guardián del primer templo)
- No no no, prefiero dejar algunas cosas en el misterio, quieres quedarte a cenar? – dijo Seiya sacando la ensalada de la nevera y poniéndola en el mesón de la cocina, se agachó para sacar una botella de vino tinto, a Saga le gustaba tomar vino con la carne, de la nevera sacó una cubeta de hielos y una botella de agua mineral de la despensa
- Me estás coqueteando Pegasito? – dijo el gemelo menor tomando una papa de la bandeja, estaba caliente pero muy rica, Seiya tenía buena sazón aparentemente, el castaño hizo moción de golpear la mano del dragón marino porque cogió la papa con la mano pero Kanon hizo caso omiso y se la comió de todas maneras
- No… solo te estoy invitando a cenar… cuñadito – dijo Seiya caminando delante de Kanon para sacar los platos de la estantería
- Tu cuñado debería ser Saga no yo – Kanon se arrimó al mesón y le sonreía a Seiya que no le estaba tomando en cuenta porque estaba buscando los cubiertos, en eso Saga venía caminando por el pasillo atraído por el aroma de la cena, al ver a Kanon que estaba prácticamente en pose de cacería y muy cerca de su niño, el gemelo mayor que vestía solo unos pantalones flojos de pijama seguía de un humor de perros y al ver esa escena preguntó todo indignado:
- Qué creen que están haciendo?????
- La cena – dijo Seiya que tenía en sus manos los platos, el castaño salió de la cocina y fue para la mesa del comedor llevando todo lo necesario para poner los cubiertos, en el camino le dio un suave beso en los labios a su muy histérico novio y como si nada se pasó hasta la mesa y empezó a poner tres puestos, Kanon le guiñó un ojo a su hermano mayor que lo miró con furia, Kanon le había dicho muchas veces que Seiya estaba como quiere y que le encantaría tenerlo en su cama, Saga era por demás celoso y Kanon por demás cínico y le encantaba hacer rabiar a su hermano mayor, Seiya ahora le presentaba esta oportunidad, el castaño ni en cuenta tomaba a Kanon porque amaba a Saga pero eso no impedía que ellos se molestaran mutuamente
- Yo quería carne cruda pero Seiya insistió en hornearla – dijo Kanon caminando a la mesa con la bandeja que tenía la carne
- Cállate Kanon – dijo Saga conteniendo las ganas que tenía de caerle a trompadas a su hermano y abrazando a Seiya que se había puesto delante suyo y lo abrazó primero, cuando Saga se ponía en ese plan lo único que funcionaba con el muy temperamental peliazul eran los mimos y Seiya sabía muy bien como hacerlo
- Ven siéntate, ya traigo el resto de cosas – el castaño llevó a Saga hasta la mesa y lo sentó en una de las sillas, Kanon se sentó a su lado y con una divertida sonrisa tomó con su cubierto uno de las rodajas de carne, Seiya fue a la cocina y regresó con una fuente de papas y con la botella de vino, acomodó las cosas en la mesa y él también se sentó, le sirvió el plato a Saga y luego sirvió el suyo propio
- A mi no me sirves el plato Pegasito? – preguntó Kanon levantando su plato para dárselo a Seiya que meneó la cabeza y con una sonrisa dijo:
- No… tu si tienes manos
- Saga también – dijo Kanon en protesta
- Lo se, pero quiero que las use para otra cosa mas tarde, así que sírvete tu mismo tu plato – el tono de Seiya era siempre fresco y a este comentario Saga mostró una pequeña sonrisa, seguramente su castaño ya habló con su maestro para quedarse a dormir en su templo, eso siempre era delicioso
- No quieres que yo “te de una mano” también – dijo Kanon con una sexy sonrisa
- No, para eso me basto yo solo, si no vas a comer lárgate Kanon – dijo Saga algo molesto por la implicación de las palabras de su hermano
- Uy que genio…, yo no se como lo aguantas Seiya, yo te ofrezco lo mismo que esta copia mal hecha te puede ofrecer pero yo le adicionaría siempre una sonrisa – contestó Kanon probando la carne que estaba rica y jugosa
- Tu no lo conoces como yo – dijo Seiya y le guiñó un ojo a Saga que volvió a sonreír un poquito
- En eso tienes un punto, gracias a todos los dioses no, no lo conozco como tu – dijo Kanon y vio a Saga tomar la mano de Seiya y besarla, el castaño sonrió y ambos se dedicaron a comer
- Me gustó tu último giro hermano, no debes sentirte mal, Thanatos es un Dios – dijo Kanon como quien no quiere la cosa
- Eso no me hace sentir mejor pero gracias – dijo Saga y Kanon solo asintió, vació la copa de vino que se había servido y dejando la servilleta en la mesa se puso de pie, Kanon estaba sobrando desde el inicio de la cena pero tenía hambre y la carne que había hecho Seiya olía delicioso además el prospecto de ir a cenar en el templo del patriarca no le atraía en lo absoluto, “mucha gente” pensaba Kanon
- Bueno… muchas gracias por su hospitalidad, me voy a dar una vuelta por el templo del Patriarca, voy a ver a Sorrento, Shaka es una bestia, cómo lo dejó fuera de combate así??? – dijo el peliazul pero como los otros dos no habían estado en el Coliseo no sabían de lo que Kanon estaba hablando, fue Seiya el que no pudo mas con la curiosidad y preguntó:
- Que hizo Shaka?
- Uyyy… eso estuvo divertido – Kanon se volvió a sentar y les contó a la pareja los pormenores de las demás peleas, luego de eso si se despidió y se fue, Seiya iba a llevar los platos a la cocina pero Saga lo atrapó por la espalda y le besó el cuello para susurrarle en la oreja:
- Déjalo yo limpio todo mañana, ven a cama conmigo, necesito atención – el mayor llevó su mano a su pecho en donde un morado bastante feo se estaba formado
- Pobrecito bebé, quieres que te ponga una cremita?
- Ajá, y quiero que me la frotes en todo el cuerpo, creo que tengo fiebre – Saga empezó a besar el cuello de Seiya y bajó sus manos por su espalda hasta apretar su trasero, el joven sonreía y abrazaba a su novio correspondiendo a sus atenciones mientras preguntaba en tono pícaro:
- Fiebre?
- Ok., calentura que solo tu me puedes curar
- Será un placer
Seiya fue con el dueño del templo hasta su habitación en donde acostó al herido caballero en la cama mientras le aplicaba loción corporal en todo el cuerpo y se dedicó a masajearlo con entusiasmo, Seiya logró relajar a su peliazul al que con las suaves caricias de su novio se le fue pasando la mala vibra y el histerismo compulsivo por la pelea perdida y esa noche hicieron el amor entregándose con todo bajo el calor de las sábanas
- Seiya… - llamó Saga a su joven castaño que le estaba acariciando los cabellos y le estaba haciendo piojito
- Mmm?
- Kanon te estaba coqueteando? – ante la tan seria pregunta Seiya no pudo evitar sonreír, en el diccionario de la Real academia de la lengua junto a la definición de “posesivo” debía estar una foto de Saga
- Él siempre me coquetea, le encanta ponerte a ti de mal humor, a mi me parece divertido, no creo que yo sea su tipo, solo le gusta hacerte rabiar a ti – esa era la teoría de Seiya porque su cuñado lo molestaba pero nunca era en serio, le hacía todo tipo de propuestas indecentes pero solo cuando sabía que Saga estaba cerca, si por azares del destino se encontraban en cualquiera de los otros templos igual Kanon hablaba con él pero de otros temas o cosas, a Seiya le caía muy bien Kanon y le parecía la relación amor – odio que tenía con su hermano gemelo, a esos dos les encantaba pelear
- Prométeme que le mandarás tus meteoros por el culo si osa ponerte un solo dedo encima
- Ok., ok., no creo que lo haga pero está bien, ya estás mas tranquilo?
- No… me duele aquí – dijo el peliazul incorporándose un poco porque había estado acostado apoyando su cabeza en el pecho de Seiya escuchando el latir de su corazón, cuando se incorporó señaló su cuello y fue bajando su dedo hasta sus tetillas, Seiya ladeó la cabeza y sonrió, se incorporó también y recostó a Saga sobre su espalda, se acomodó sobre él y le fue besando desde el cuello hasta el punto en el que Saga le había señalado
- Mejor? – preguntó el castaño que además de atender el pecho de su novio había buscado con sus manos su miembro y lo estaba masajeando logrando endurecerlo
- Un poquito, ahora me duele “aquello”, lo quieres atender? – dijo el peliazul tomando las manos de Seiya y haciendo que lo masajee un poco más rápido
- Qué te parece esto? – Seiya besó a Saga en los labios mientras se acomodaba sobre él y con su ayuda ubicó su endurecido miembro en su entrada y el castaño fue descendiendo poco a poco introduciendo el miembro de Saga en su interior, el mayor gimió cuando Seiya lo había tomado entero, ahí Saga se incorporó en la cama y ayudó a su amante a mover las caderas uniéndose en un nuevo encuentro cargado de pasión
Esa tarde Saga había perdido el combate pero Seiya se lo estaba compensando y con creces y así bajo la luz de la luna esta pareja llegó nuevamente a la cima del placer para luego dormirse profundamente abrazados y satisfechos
***
Minos estaba acostado en la habitación que le habían asignado en el templo del patriarca, la verdad no tenía ganas de ir a la cena esa noche por lo que Aiacos le había traído algo de comer, Dita si había subido a la cena y buscó a Minos entre los caballeros sin encontrarlo por lo que una vez que la cena acabó fue a buscarlo en su habitación y lo encontró acostado pero no dormido, al ver a su visitante el espectro intentó levantarse pero con una meca de dolor se dejó caer nuevamente en las almohadas
- Cielos estás bien? – Dita tenía en las manos unas manzanas y un jugo
- Ahora que te veo si, ya estoy mejor, me duele de todo un poco pero mas me duele el orgullo – dijo Minos lo que era cierto, se distrajo y eso le costó la pelea pero en este punto no importaba si Dita había venido a verlo, Dita le sonrió y se sentó en la cama de Minos luego de poner las manzanas en la mesita de noche y al sentarse tomó su mano
- Adulador… lo siento
- Qué sientes?
- El haberte distraído, por qué me miraste?, ese fue el momento que Death utilizó para vencerte, la pelea estaba reñida y tu tenías todas las oportunidades de ganar
- Vaya… deseabas mi victoria por sobre la de tu amigo?, debo haberte impresionado mas de lo que pensé – dijo Minos con una sexy sonrisa pero Dita se mostró ofendido y lo golpeó suavemente en la pierna, el espectro se contorsionó del dolor y gimió agarrándose la pierna, Dita se asustó y con profundo arrepentimiento hizo acostar a Minos otra vez y esta cercanía la aprovechó el espectro para abrazar al caballero dorado por la cintura y plantarle un muy necesitado beso que fue plenamente correspondido, Dita ya había decidido que ya no iba a pelear mas consigo mismo en lo que a Minos respectaba, por lo que besó también al espectro y se dejó acomodar en la cama a su lado
- No que estabas adolorido? – preguntó Dita acariciando el rostro de Minos cuando el beso se rompió
- Créeme, que al tenerte en mi cama me han pasado todos los dolores
- Ah si?
- Si… eres mi medicina y me encanta tenerte en mi cama, me haces bien con solo verte imagínate como me voy a sentir si haces el amor conmigo, eso sería espectacular – dijo el espectro con una torcida sonrisa mientras acariciaba suavemente el muslo del caballero dorado
- No lo se… Minos, hay algo de lo que debo hablarte si vamos a ir mas allá con esto – Dita se sentó en la cama y se puso todo serio de repente
- Qué pasa?
- Lo que pasa es que… como mi sangre es tóxica yo…
- Dita, ya lo hablamos, tu sangre no es tóxica para mi, no te preocupes que yo voy a estar bien – Minos acarició la mejilla del Dita que meneó la cabeza, eso no es lo que quería decir por lo que aclaró:
- Si, eso si lo hablamos pero lo que pasa es que mi sangre no es toxica para ti pero para el resto de los mortales si, entonces yo… yo nunca… lo he hecho… eso… tu sabes…
- Ohhhh eres virgen, eso me quieres decir?
- Si…
- No te preocupes Dita, yo tampoco lo he hecho antes, quiero decir, es la primera vez que me enamoro, tu has sido el primer hombre que hace latir mi corazón con fuerza, yo no solo quiero tu cuerpo, te quiero a ti, entonces es la primera vez para ambos – Minos se incorporó con algo de dificultad y acarició el rostro del dorado guardián que sonrió a sus palabras, nadie nunca le había dicho que se habían enamorado de él, esto era… nuevo y muy grato…
- En serio te has enamorado de mi?
- Claro que si, siempre me has gustado eso no te lo voy a negar, pero ahora que hemos compartido tiempo juntos, que hemos charlado y que nos hemos conocido un poquito mas no he podido evitarlo y me he enamorado de ti, te quiero Dita y eso es algo que pensé que no me pasaría nunca
- Yo tampoco lo pensé, con los accidentes que tenido a través de los años me he llegado a convencer de que estaría solo al final, me he convencido a mi mismo de que así yo amara a alguien nunca podría ser correspondido porque literalmente soy mortal para aquel que se me acerque, cuando nos volvimos a ver y me dijiste que no soy tóxico para ti yo… no te voy a mentir, vi en ti una oportunidad pero nunca pensé que podría llegar a sentir lo que siento en tan corto tiempo, yo también te quiero Minos
- Genial, pero ahora bésame que ya me empieza a doler todo otra vez, solo tu me quitas todos los dolores mi Dita, mi hermoso Dita
El doceavo guardián sonrió y recostó a Minos acomodándolo en las almohadas y él se sentó con cuidado en sus caderas y se agachó para besarlo en los labios, el corazón de Minos efectivamente latía con fuerza mientras recorría por primera vez el perfecto cuerpo de su nuevo amante que le desabotonó la camisa de la pijama que estaba puesto para acariciar el fuerte pecho que tenía algunos morados bastante feos, Dita lo acarició con suavidad y besó cada una de las marcas que la pelea con Death le había dejado
Minos se incorporó y cuando ambos estuvieron sentados en la cama se desprendieron de sus ropas lentamente disfrutando el momento y de sus caricias, luego sus pantalones volaron y ambos guerreros quedaron desnudos en la cama, Dita sentía mariposas revolotear en su estómago, esto no lo había sentido antes, Minos lo trataba con suavidad y lo iba encendiendo poco a poco, las manos del espectro se movían con maestría por su piel arrancándole gemidos descarados y Dita tuvo que morderse los labios para no gritar cuando Minos tomó su miembro con las manos
- Siénteme Dita, siénteme – dijo el espectro que le abrió las piernas para acomodarse entre ellas mientras le masajeaba su miembro y le besaba el cuello, Dita tenía el pensamiento nublado por la excitación que sentía, nunca nadie le había hecho lo que Minos le estaba haciendo y se sentía maravilloso
- Minos… mmmmm…
- Sigo?
- Si… no te detengas… mmmm…
El espectro sonrió y le dio a lamer sus dedos a su nuevo amante que los lamió ávido, Dita se tensó un poco cuando sintió como un invasor dedo encontró el camino hasta su intimidad y se abrió paso, esto era algo incómodo pero no doloroso, o por lo menos no lo fue hasta que un segundo dedo le hizo compañía al primero y se movían en su interior, Dita frunció el ceño y gimió
- Te duele? – preguntó Minos un tanto preocupado, el espectro quería que su primera experiencia fuera memorable pero no dolorosa
- Un poco, no mucho… ohhh Minos!!!! – Dita se arqueó en la cama y se retorció de placer, aparentemente el hábil espectro había encontrado el punto sensible en su interior por lo que sonrió complacido, el espectro se estiró hasta el cajón de la mesa de noche y sacó un tubo de lubricante y lo aplicó en la entrada de Dita y en su propio miembro, cuando Minos lo penetró Dita no pudo evitar que un par de lágrimas escaparan de sus hermosos ojos, Minos le levantó la pierna e hizo que le rodee el cuerpo con ella y cuando lo sintió listo se empezó a mover en su interior, esto al inicio fue incómodo y doloroso para Dita pero a lo que se fue relajando y aflojando el cuerpo sintió como Minos con sus movimientos rítmicos tocaba el mismo punto que sus dedos habían tocado antes y Dita fue envuelto en una ola de placer como nunca antes le había pasado, el dolor fue olvidado dando paso a una sensación divina, Minos estaba encantado porque Dita resultó ser muy vocal, gemía, lo llamaba por su nombre, jadeaba y le arañaba la espalda, esto también era intoxicante para Minos que lo estaba disfrutando como nunca, lo que le había dicho a Dita antes era cierto, él nunca había hecho el amor, solo había tenido sexo y lo que estaba experimentando ahora no se comparaba con nada
- Abrásame Dita… bésame… - dijo Minos y Dita lo hizo, el sentir los labios de Minos sobre los suyos mientras hacían el amor era sumamente sexy, el espectro tenía una forma de besarlo que le hacía olvidar hasta del nombre, ambos estaban ya cerca de llegar al orgasmo y una fina capa de sudor cubría sus cuerpos, Dita gimió con mas fuerza cuando sintió la mano de Minos que subió por sus piernas, por sus caderas, se metió entre sus vientres y tomó su miembro para frotarlo igualando el ritmo de sus embestidas, Dita se arqueó en la cama cuando sintió estas deliciosas caricias y ahogó un grito cuando se vino en la mano de Minos y el espectro lo hizo casi al mismo tiempo en su interior
Con la respiración agitada se unieron en un muy pasional beso cuando todo había acabado, Minos salió del cuerpo de su amante con cuidado pero igual Dita se quejó por esto, Minos lo acomodó en su pecho y lo abrazó, en silencio estuvieron un momento hasta que Dita empezó a reír, Minos no entendía pero sonrió al ver el rostro iluminado de su amante y le preguntó:
- Qué?
- Ya no soy virgen, quisiera ver la cara de Death ahora – dijo Dita con una maravillosa sonrisa
- La cara de Death?
- Es que una de las cosas con las que siempre él me molesta es que me voy a morir sin tener a un hombre entre las piernas, quisiera ver su cara cuando le cuente que ya no es así
- Le vas a contar a Death?
- Es mi mejor amigo, tu… no le has contado a nadie de mi?
- Su alteza Shun lo sabe pero con todo el torneo no he hablado ni con Rada o con Aiacos – dijo Minos algo pensativo que es precisamente a quien se lo contaría
- Yo tampoco se lo he contado a Death pero si se lo quiero contar, no te molesta verdad?
- Claro que no, en este punto quiero gritar al mundo entero que te amo y que el dueño de tus besos soy yo, que tu eres mío y me has hecho tuyo, si quieres contárselo a tus amigos pues mejor – dijo Minos con una sonrisa, eso tranquilizó en gran medida a Dita, lo que le había dicho Minos antes si era cierto, si no estuviera enamorado de él no lo querría contar a nadie
- Quieres que te diga algo? – dijo el peliceleste besando otra vez los labios de su espectro
- Claro
- Me alegra que hayas perdido el torneo – dijo Dita con una sonrisa y Minos al ver su expresión no pudo evitar sonreír al preguntar:
- Por qué?
- Porque así tendrás mas tiempo para mi y yo podré cuidarte y atenderte y mimarte – Dita dijo esto besando suavemente el cuello de Minos hasta llegar a sus labios
- Pero y tu?, no te prepararás para el laberinto?
- Si… pero no estoy preocupado, aquí donde me ves soy muy hábil – dijo el peliceleste con una pícara sonrisa
- Sé que eres muy hábil, si quieres te puedo ayudar en tu preparación para esa competencia, si de los dos ganas tu pues que mejor, le puedes pedir un don a Poseidón y tu eres el caballero de Piscis, es como si ya hubiera sido arreglado o algo – dijo Minos acariciando el rostro de Dita que sonrió, la verdad ni siquiera había pensado en los dones ofrecidos que eran por demás tentadores
- Eso si, aunque si yo gano no se que pediría
- Bueno… lo único que te puedo decir es que los Dioses son… extraños, es mejor pedirles cosas sencillas, no les gusta dar dones o por lo menos eso es lo que dice mi señor Hades
- Si no les gusta dar dones entonces por qué los ofrecen?
- Porque así son ellos, pero mejor no hablemos de eso que me duele la cabeza, mejor bésame y mímame como me ofreciste – Minos buscó los labios de Dita una vez mas y se unieron en un suave beso en los labios, Dita si se quedó pensativo en lo que Minos había dicho pero su mente se quedó en blanco cuando su amante lo hizo suyo una vez mas bajo el calor de las sábanas
***
Atena estaba de pie en su balcón y sonreía, la muchacha tenía los ojos cerrados y respiraba profundamente el aire nocturno del templo, estaba perdida en sus pensamientos hasta que unos fuertes brazos que la rodearon por la cintura la sacaron de sus pensamientos y sonrió
- En qué piensas? – preguntó una muy varonil voz mientras sus labios se pasearon por el cuello de la muchacha
- En la tranquilidad que se respira, en el amor que abunda en el aire, pasión y sexo
- Sexo?
- Tu no lo sientes pero yo si, hay varias parejas en este santuario que están pasando una noche muy deliciosa
- En serio?, cuántas? – preguntó el caballero muy interesado y la muchacha cerró sus ojos una vez mas sintiendo los distintivos cosmos que estaban en punto de ebullición y no necesariamente por ningún entrenamiento o batalla
- 6, y si tu me sigues besando así serán 7 – dijo la joven diosa dándose la vuelta para abrazar y besar como los dioses mandan al fuerte caballero Aioria de Leo que la estrechó contra su cuerpo y la llevó a la cama
- 7?, estás segura?
- Si… siete, aunque puede que en estos días se formen mas, las cosas aún no están dichas, pero bésame que he extrañado tus besos todo el día – el castaño besó a su Diosa y se acomodó sobre ella, Saori tenía razón y esa noche hubieron muchas parejas que se unieron bajo las estrellas, su futuro aún incierto, este torneo había resultado mucho mas interesante de lo que cualquiera pudo haber pensado y recién estaba iniciando…