Capítulo 14.- La luz en el Inframundo
- Ya vienen… los bebés… ya vienen…
Hades no esperó nada y tomó a Shun en sus brazos para transportarlo a la habitación que Saori ya había acondicionado para el alumbramiento, tenía todo lo necesario como un quirófano en una clínica, además de una habitación sencilla y no muy grande a la que pasarían a Shun luego de la cesárea, Hypnos, Asclepio, Pandora y Hécate se aparecieron a su lado y cada uno empezó a preparar lo que le correspondía, Asclepio tomó los instrumentos que tenía en una mesita con los que le practicaría la cesárea a Shun que estaba recostado en la mesa de operaciones con Hades a su lado que le hacía respirar a su ritmo, el dolor en el vientre de Shun era agudo y venía en picos, el joven peliverde cerraba los ojos con fuerza y apretaba la mano de Hades cuando cada contracción le venía
Pandora estaba atareada preparando las cunitas para poner a los bebés, ya tenía lista la bañera en la que los asearía antes de vestirlos, Hypnos estaba de pie junto a Shun y tenía ambas manos en su vientre, el Dios del sueño estaba tratando de dormir a los bebés o por lo menos de calmarlos un poco para que la labor de Asclepio se facilite, Hécate estaba sentada en un rincón y tenía las manos unidas mientras recitaba un cántico, Shun estaba asustado y trataba de concentrarse en los ojos de Hades que buscaba calmarlo hasta que perdió el conocimiento, el poder de Hypnos había hacho efecto en él y los bebés se habían dormido al igual que el regente del Averno y ese fue el momento en el que Asclepio empezó a trabajar
Afuera de la habitación de Shun, Ikky estaba caminando de un lado hacia otro, estaba preocupado y nervioso, Shaka estaba a su lado y mantenía los ojos cerrados, Saori también estaba allí acompañada de Julián Solo que esperaba pacientemente que nacieran los bebés, no sería algo demorado porque Hades había hecho ya todas las preparaciones
Mas o menos veinte minutos desde que Shun fuera llevado a aquella sala se escuchó el primer llanto a través de la puerta, todos los afuera presentes sonrieron y se abrazaron contentos, al primer llanto le siguió un segundo y un tercero, Ikky sonreía como los otros pero estaba preocupado por Shun, nadie les decía nada y el poderoso Fénix quería saber qué es lo que había pasado con su pequeño hermano, en eso estaban cuando la puerta se abrió dejando ver a Hades que tenía un bulto en sus brazos y una maravillosa sonrisa en el rostro cuando llamó a Ikky diciendo:
- Fénix… conoce a tu ahijado, este es Aarón y es mi primogénito – Ikky se acercó y tomó al bebé en sus brazos, era muy pequeñito, arrugado y rojito, movía suavemente las manitos y hacía pucheros, sus cabellos eran negros como los de Hades
- Aarón… es un bello nombre – dijo el Fénix, el nombre de los bebés era un secreto para todos hasta ese momento
- Te lo encargo, ya regreso – dijo Hades perdiéndose en la habitación para salir con otro bulto en brazos, esta vez el Dios del Averno fue directo hasta Julián Solo y puso al bebé en sus brazos al decirle: - Este es Damián y será tu ahijado
- Es hermoso… - Julián sonrió emocionado al cargar al segundo bebé varón que tenía los cabellos en una tonalidad verdosa un poco mas oscuro que los cabellos de Shun
- Falta solo uno, ya regreso… - Hades volvió a desaparecer en la habitación para regresar con un tercer bulto envuelto en una manta rosadita y para sorpresa de todos se acercó a Dita y puso a la bebé en sus brazos para decirle: - Conoce a Aileén, Shun y yo queremos que seas el padrino de nuestra niña, no hay mejores manos que las tuyas para cuidarla y velar por ella – Dita cargó emocionado a la pequeñita que estiró su manito y abrió los ojos, eran plomos y no se definiría su color hasta un par de meses después aunque se podría intuir que serían negros porque negros eran sus cabellos como los de Hades que miraba a sus tres retoños con emoción y dijo a todos los de la sala: - Shun está bien, la operación resultó sin complicaciones y Asclepio lo está atendiendo ahora, dormirá el resto de la noche y mañana ya podrán verlo, podrían traer a los bebés por favor? – dijo Hades y abrió las puertas de la habitación, no era conveniente que los pequeños sean pasados de mano en mano aún, ya habría tiempo para eso luego cuando sean un poquito mas grandes, Julián Solo, Dita e Ikky entraron y Hades cerró la puerta tras de si, adentro Pandora recibió a los niños para acomodarlos delicadamente en sus cunas, Asclepio salía del improvisado quirófano con una sonrisa en su rostro y al ver a Hades se acercó a él directamente
- Su alteza está bien, dormirá la noche entera de acuerdo con lo que dijo Hypnos, ahora que los bebés ya nacieron el poder de Hypnos fluye con mayor impacto en su esposo, desea verlo?
- Si por favor, cuida Pandora a mis pequeños mientras voy a ver a Shun
- Si mi señor – respondió la muchacha con una sonrisa, los tres niños estaban tranquilos en sus cunas por el momento todavía, la joven de cabellos negros los había aseado y ahora los miraba con una dulce expresión en su rostro, al verlos tan lindos y pequeñitos en sus cunas Pandora no pudo evitar querer uno propio
Hades entró a la habitación de Shun y se acomodó en la silla a su lado, el joven peliverde dormía profundamente, Hypnos estaba a su lado y mantenía los ojos cerrados en concentración, lo que dijo Asclepio era cierto y su poder en el joven regente del Averno fluía de mejor manera pero de cualquier forma Shun era poderoso e inconscientemente peleaba en contra del poder de Hypnos por lo que el dios del Sueño necesitaba concentrarse para poder mantenerlo dormido mientras sanaba, Asclepio no quería que Shun sintiera dolor mientras obraba su magia en él pero para eso necesitaba la noche entera
- Felicidades mi señor, los bebés están hermosos – dijo Hypnos cuando estuvieron solos en la habitación, no había duda de que esos tres bebés serían hermosos si eran hijos de Hades y Shun pero Hades pensaba que no se cansaría de escucharlo, él se había enamorado de la idea de tener hijos pero hora al ver a sus pequeñitos un sentimiento infinitamente mas fuerte llenó su corazón
- Gracias… lo bueno es que tu hijo tendrá con quien jugar cuando nazca – respondió Hades con una sonrisa en los labios, Hypnos abrió los ojos, aún no había tenido la oportunidad de hablar con Hades al respecto pero el dios del sueño se tranquilizó al ver la expresión del Dios del Averno cuando habló de su hijo
- Siento mucho no habérselo dicho mi señor, todo sucedió tan rápido, fui al Olympo porque el tiempo era esencial, si Mu no comía la manzana del jardín de las Hespérides cuando lo hizo probablemente hubiera muerto a estas alturas, los cuerpos de los humanos son sumamente frágiles y mi hijo es un Dios, su cosmo se ha manifestado con fuerza en Mu – Hypnos había temido por su ahora esposo cuando se había desmayado en sus brazos en los Campos Elíseos y su venas habían empezado a marcar su piel, lo que decía el dios del sueño era cierto, si no hubiera hecho lo que hizo cuando lo hizo, su dulce Mu hubiera muerto y su hijo también
- Lo se Hypnos, lo se… lo que hiciste fue muy arriesgado pero me alegro que encontraste a Hera de buen humor, ella no necesariamente aprueba los romances de los dioses con los mortales, cómo está Mu por cierto? – preguntó Hades interesándose por el dorado guardián de Aries, si Mu concibió al bebé siendo humano todavía y luego comió la manzana podría presentar problemas por el hecho de que Hypnos era un Dios, no era el mismo caso de Dita si quedaba en estado del hijo de Minos, Hades suponía que su espectro sería en padre del hijo del dorado guardián del templo de Piscis juzgando por lo que Shun le había contado y por las miradas de la pareja en la cena en especial cuando Death había hecho la petición
- Está algo delicado, si quiere que le diga la verdad estoy algo preocupado
- No temas Hypnos, Asclepio lo cuidará como cuidó a mi Shun y en el Inframundo Mu tendrá todas las atenciones, yo mismo velaré por él si eso te complace, yo se lo importante que es… un hijo Hypnos, no sabes la emoción que es cuando lo puedes cargar con tus propios brazos, solo espera y lo sabrás… si puedo ayudar en algo para que puedas experimentar lo que siento yo no dudes que con gusto lo haré, todo valdrá la pena ya lo verás – Hades besó la mano de Shun que no se movió y dormía con una expresión serena en el rostro
- Gracias mi señor… gracias…
***
Ikky estaba mirando a los bebés dormir, eran pequeñitos pero estaban perfectos, Aarón tenía los dedos largos y flacos, Damián era el mas gordito de los tres y Aileén era la mas blanca de los tres, Julián Solo ya había salido de las habitaciones porque era claramente un momento para la familia, Dita también había salido dando paso a Saori que en esos momentos estaba de pie junto a Ikky admirando a los pequeños bebés de Hades y Shun
- Ikky… ya te perdí no es cierto? – preguntó la muchacha de cabellos lilas sin voltear a ver a su guerrero sino concentrando su mirada en los bebés pero su tono no era de reproche, era mas bien de preocupación y pena
- Me perdió?
- Te perdí por Radamantys, si él ahora es humano y no tiene ataduras supongo que tu tampoco quieres ninguna para poder vivir con él tranquilamente en alguna playa o algo así
- Ohhhh… la verdad no lo había pensado, aún no puedo creer lo que hizo, está loco?, me sorprende que Hades no lo haya fulminado con un rayo por desertor – dijo Ikky en parte broma pero en parte cierto, él que había vivido en el Inframundo los últimos meses podía decir que en algo conocía a Hades y si había algo que no podía soportar su cuñado era la traición o la cobardía
- No lo haría, Shun está de por medio y Hades sabe que cualquier ataque a Radamantys podría ser interpretado como un ataque en tu contra, además yo creo que le agradas a Hades, de lo poco que he conversado con él me dio esa impresión – dijo Saori encogiéndose de hombros
- Mi señora… si ese fuera el caso y yo quisiera dejarlo todo para irme con Rada, lo podría hacer?
- Me daría mucha pena pero… yo creo que todos ustedes, mis valientes guerreros, ya han derramado suficiente sangre por mi y por nuestra causa, si quieres ser libre Ikky por mi no hay problema, el amor es algo que se debe celebrar en tiempos de paz, aún mas en tiempos de guerra, espero verte de vez en cuando y si yo llamó acudirás verdad?, no quiero perder a uno de mis mejores guerreros – Saori se apoyó suavemente en Ikky y el muchacho tomó su mano y la besó
- Lo haré, pierda cuidado que lo haré
- Mira… tu ahijado acaba de despertar – Ikky miró a Aarón que movió sus manitos y se empezó a quejar, Pandora había estado ocupada alistando la ropita que Shun había empacado para sus pequeños y preparando lo necesario para hacer sus biberones, Ikky fue hasta la muchacha y le pidió que le dejara cargar al bebé, Pandora le dio el biberón y le explicó cómo debía hacerlo, Ikky estaba todo conmovido al ver al pequeñito en sus brazos que comía tranquilamente, era un criaturita pequeña e indefensa o eso es lo que pensó Ikky hasta que el bebé acabó de comer y se empezó a inquietar, Ikky lo cargó de mejor manera siguiendo las indicaciones de Pandora que le puso una toallita en el hombro y le explicó como debía palmotear su espalda por la cuestión de los gases, Ikky lo hizo y el bebé como que se tranquilizó pero la tranquilidad no le duró mucho porque ahora empezó a llorar y ningún intento de Ikky de tranquilizarlo sirvió hasta que finalmente Aarón se desapareció de sus brazos en un abrir y cerrar de ojos dejando atrás la manta en la que estaba envuelto
Hades estaba mirando a Shun en silencio, eran las tres de la mañana mas o menos y Asclepio había dicho que Shun estaría como nuevo en la mañana pero eso al parecer tenía que esperar porque Hades vio con sorpresa como el aire en la habitación como que vibró o se perturbó y acto seguido Aarón apareció en la cama junto a Shun, el pequeñito lloraba con sentimiento y hasta temblaba, Hades lo tomó en sus brazos pero el bebé se desapareció de los brazos de su padre y volvió a aparecerse junto a Shun en la cama
Hypnos vio esto y lo que pasó a continuación no lo sorprendió, los otros dos bebés se aparecieron en la cama también y empezaron a llorar, Hades miró a Hypnos que puso la mano en la frente de Shun el que abrió los ojos y al moverse se quejó un poco, le dolía el vientre pero no era un dolor tan intenso como él pensó que sería, el peliverde aceptó la ayuda de Hades que lo acomodó en la cama sentándolo para que pueda tomar a los bebés en sus brazos
- Ohhh Hades… mis bebés… - Shun lloró cuando su esposo le puso a Aarón primero en sus brazos, luego Shun se acomodó de mejor manera para cargar a su niña y Hades se sentó en la cama para cargar a Damián cerquita de Shun para que el joven los pudiera ver, Shun besó sus cabecitas y se arrimó en Hades todo emocionado, al fin sus tesoros estaban en sus brazos como tantas veces habían soñado, Ikky estaba de pie en la puerta y sonreía cruzado de brazos al ver la tierna escena ahora que los bebés habían dejado de llorar al sentirse cerca de Shun que les hablaba y los besaba
- Aarón despertó primero, le di el biberón y si lo tomó pero cuando quise abrazarlo de mejor manera se desapareció, supuse que vendría aquí – dijo Ikky entrando a la habitación con dos biberones recién hechos, Hades tomó uno y con una habilidad digna de envidia empezó a alimentar a Damián, Ikky tomó a Aarón sentándose en la cama cerca de Shun para que el bebé no se le vuelva a ir de las manos mientras Shun alimentaba a su pequeñita
- Cómo que se desapareció? – preguntó Shun acabando de limpiar las lágrimas de su rostro
- Mi teoría es que te extrañaba y vino a ti, creo ototo que vas a tener unos años muy movidos tratando de cuidar a estos pequeñitos, tienen lo suyo aparentemente – dijo Ikky sonriendo divertido, el imaginarse a Hades corriendo por el castillo tras uno de ellos era muy muy gracioso
- No podía ser de otra manera Fénix, son mis hijos… - dijo Hades besando la cabecita de Damián, el tono del Dios del Averno no podía ser mas orgulloso
- No importa… solo me importa que estén sanos y felices, mira que linda es su nariz – dijo Shun acariciando la mejilla de su niña la que le agarró el dedo con la manito, eso hizo llorar otra vez a Shun que empezó a cantar la canción que siempre les cantaba cuando se estaban moviendo mucho en su vientre e impresionantemente los bebés se quedaron dormidos casi inmediatamente, Pandora pensó que sería un desperdicio de tiempo y esfuerzo llevarse a los bebés afuera de la habitación porque se transportarían a si mismos donde su padre así que mas bien optó por traer las cunas a la habitación con la ayuda de Hypnos, Hades acomodó a sus hijitos en ellas y ante el bostezo de Shun todas las visitas salieron de la habitación dejando a la nueva familia de cinco solos en su intimidad
- Cómo te sientes vida mía, quieres que llame a Hypnos para que vuelva a dormirte?, no quiero que sientas dolor, Asclepio dijo que para mañana en la mañana estarías como nuevo
- No es necesario… estoy bien, solo abrásame un ratito que tengo un poco de frío – Shun le hizo un espacio en la cama a Hades que se acostó acomodando a Shun en su pecho, el peliverde lo abrazó y cerró los ojos, Hades estaba pensando en cuánto amaba a su esposo y en lo mucho que amaba a sus hijos también, la emoción era difícil de contener, el pelinegro acariciaba ausentemente los verdes cabellos de su esposo que se movió y susurró: - Yo también te amo, pero ya deja de hablar y duerme, si tu no estás cansado yo si
- No dije nada Shun
- Yo te escuché, decías que me amabas y a los bebés también, que quieres hacer un cuarto de juegos mas grande y comprarles muchas cosas ahora que estamos en la tierra – dijo Shun incorporándose un poco para ver a su esposo a los ojos, Hades lucía sorprendido cuando dijo:
- No te lo dije, lo estaba pensando…
- En serio?, wow…
- Duerme Shun, trataré de no pensar mucho para no distraerte – respondió Hades con una sonrisa acariciando la mejilla de su esposo y acomodándolo en la cama una vez mas, Shun cerró los ojos y se durmió casi enseguida, Hades trató de poner su mente en blanco hasta que Shun se durmiera, su esposo estaba desarrollando varios talentos, al parecer era empático porque podía sentir lo que otros sentían y escuchar sus pensamientos, esto era muy útil pero en un lugar como el Averno podría ser abrumante
En la mañana Shun se sentía impresionantemente bien, se destapó para ver su herida pero solo encontró una fina línea que marcaba su piel, al levantarse pudo comprobar que Asclepio no había exagerado cuando le había asegurado que estaría completamente repuesto al amanecer, Hades se había quedado dormido en el filito de la cama de hospital y Shun solo sonrió al verlo dormir tan tranquilamente, sus bebés también dormían por lo que el peliverde fue al baño y saltó a la ducha, eso era lo que le hacía falta en esos momentos
Hades despertó por un suave beso en los labios cortesía de su esposo, le tomó un par de minutos al pelinegro darse cuenta de la realidad y solo lo hizo cuando escuchó un quejido de uno de sus bebés
- Shun… estás bien?, te duchaste sin ayuda? – Hades se incorporó en la cama para ver a su esposo usando una túnica azul oscura que tenía bordes dorados bordados, su cabello estaba aún mojado por el baño que había tomado pero aparte de eso Shun se veía bien, demasiado bien la verdad
- Si, recuerdas lo que dijo Asclepio?, me siento muy bien, mi herida está totalmente cerrada y no me duele nada, esto fue mejor de lo que había pensado la verdad, me pasas los biberones por favor? – Shun había rodeado la cama al escuchar a uno de sus bebés despertar y Hades sonrío al ver la ternura con la que Shun tomó a Damián en brazos que estaba moviendo sus manitos algo inquieto
- Es impresionante como se calman cuando los sostienes en tus brazos, es hermoso – dijo Hades abrazando a Shun y a su bebé
- No te preocupes que lo mismo será contigo, tu eres su padre también, verdad tu? – Shun besó la cabecita de Damián y se lo dio a Hades que lo tomó en sus brazos y le dio de comer, el bebé se mantuvo tranquilo en los brazos del Dios del Averno y hasta le sonrió, según Hades claro está…
Ese día los caballeros vinieron en grupos a ver a los bebés y se sorprendieron mucho al ver a Shun tan bien, es que el peliverde ni el color había perdido y se lo veía muy dinámico atendiendo a sus niños con una sonrisa muy dulce en su rostro
Los bebés eran por demás tranquilos, claro que estaban recién nacidos pero dormían la mayor parte del tiempo y cuando estaban despiertos no lloraban necesariamente cuando Shun estaba cerca, pero si el peliverde se movía un poquito mas allá uno de sus tres retoños lo llamaba de un grito, Hades decía que la conexión que tenían cuando estaban en su vientre no se había roto por lo que los primeros meses serían muy pegados a Shun pero a Shun eso le parecía dulce, casi al final de la tarde Ikky llegó a ver a su hermano que estaba acostado en la cama con Aileén acomodada en su regazo, Aarón y Damián estaban en la cama despiertos también pero no estaban haciendo ningún escándalo, Shun tenía la teoría de que sus bebés lo único que necesitaban era espacio porque ahora estaban tranquilos y casi ni lloraban
- Ikky… que bueno que viniste, he querido hablar contigo todo el día – dijo Shun tendiendo la mano a su hermano que se acercó a Shun, besó su frente y la de Ailéen para acomodarse en el sillón que estaba junto a la cama acariciando la pancita de Aarón y de Damián
- No quería venir cuando estuviera todo el mundo aquí, no quería que me siguieran preguntando lo de la prueba de ayer – respondió el Fénix encogiéndose de hombros
- Y me vas a contar a mi?
- No…
- Está bien, Ikky quería hablar contigo porque te tengo una propuesta aunque no se cómo lo vayas a tomar ahora como están las cosas – dijo Shun algo incómodo
- Qué propuesta?
- Ikky… quieres tener vida eterna?
- Vida eterna?, en serio Shun?, tu lo puedes hacer? – de esto no habían hablado antes
- No, yo no lo puedo hacer pero Hades si, me ha costado todo este tiempo convencerlo pero finalmente ayer accedió siempre y cuando tu quieras, es vida eterna, juventud eterna sin ataduras
- Lo has estado intentando todo este tiempo?, por qué no me lo dijiste? – Ikky miró a su hermano al que se le llenaron los ojos de lágrimas, Ikky se levantó y se arrodilló junto a la cama para abrazar a Shun que lo abrazó con fuerza
- Porque no pensé que se haría un torneo, no pensé que Rada ganaría y mucho menos pensé que renunciaría a la vida eterna por ti, yo quería ofrecértela porque no soporto siquiera la idea de vivir para siempre sin mi familia y tu… eres mi hermano, no puedo… Ikky… no puedo dejarte morir – explicó Shun con urgencia y desesperación, el regente del Averno pensaba que todos sus esfuerzos habían sido echados a la basura por el don que Radamantys había perdido, Ikky no aceptaría la vida eterna ahora y moriría
- Yo tampoco lo sabía, Rada… Rada lo hizo sin preguntármelo, Shun… yo no lo había siquiera pensado, la vida eterna no es algo que me quitara el sueño, no me había dado cuenta… pero gracias por pedírselo a Hades, yo también quisiera estar para siempre contigo, eres mi pequeño hermano y ahora soy en padrino de tu bebé – Ikky se incorporó y limpió las lágrimas del rostro de Shun que tomó su mano entre las suyas y lo miraba con ojos llenos de tristeza
- Ikky… qué haces aquí? – Hades entraba a la habitación acompañado de Pandora y no necesariamente se sorprendió de ver allí al hermano de su consorte pero lo que si le llamó la atención era que su Shun lloraba y se veía extremadamente triste
- Hades… solo vine a ver a mis sobrinos y a mi ototo – respondió el poderoso Fénix estrechando la mano de su cuñado que luego se acercó a Shun y besó suavemente sus labios acariciando su rostro el que aún estaba húmedo por las lágrimas que había derramado
- Por qué lloras luna de mi vida? – preguntó el pelinegro tomando a Aileén del regazo de Shun y sentándose en la cama frente a él
- Por nada, no me hagas caso – dijo Shun tratando de sonreír
- Yo se lo que te pasa y no tienes por qué preocuparte, Ikky será inmortal si así lo decide – Hades sonrió con ternura a Shun que bajó la mirada, Hades no estaba tomando en cuenta los últimos acontecimientos
- Eres muy amable Hades pero… lo que pasa es que yo… - Ikky empezó a hablar pero el pelinegro se puso de pie con su niña en brazos y miró al Fénix a los ojos cuando dijo:
- Sé lo que te preocupa a ti también pero en verdad no tienes razones para preocuparte, tu eres parte de mi familia porque no solo eres el hermano de mi esposo sino el padrino de mi hijo, si te escogimos como padrino de Aarón es porque queremos que seas una guía en su vida, en toda su vida, sé lo importante que es la familia para ustedes dos y eso es lo que quiero para mis pequeñitos, Shun me dijo una vez que yo no lo entendía porque no tengo una buena relación con mis hermanos y tiene completa y absoluta razón por eso yo quiero que mis hijos tengan lo que yo no tuve – dijo Hades en un tono bastante tranquilo
- Te lo repito, eres muy amable pero…
- Te preocupa Rada eh?
- Si… él es humano ahora y renunció a su inmortalidad por mi, yo…
- No te preocupes por él, cuando hablo de familia eso incluye a Rada, si ustedes dos se casan pues eso lo hace familia también y eso no es algo que yo ignoraría – dijo Hades como si fuera lo mas natural del mundo
- Hades… - Shun tendió su mano y sonrió a su esposo, era en serio lo que Hades decía?, el pelinegro tomó la mano de Shun que se puso de pie y lo abrazó sonriendo maravillosamente
- Soy un Dios después de todo y el conceder vida eterna es algo que puede hacerse, yo quiero que mis hijos crezcan junto a la familia completa y eso te incluye a ti, a Rada, a Pandora, a Hypnos, Thanatos, ahora también incluirá a Mu de Aries, y los que se quieran unir a nosotros, el nacimiento de mis hijos ha puesto en perspectiva muchas cosas sobre lo que quiero, sobre el futuro que quiero para ellos y para nosotros, qué dices Fénix?, cumplirás tus funciones de padrino para Aarón?
- Será un placer – Ikky sonrió ampliamente y abrazó a su hermano para luego abrazar a Hades, esta fue la primera vez que Ikky abrazaba a Hades, fue un abrazo corto tomando en cuenta que el pelinegro tenía a su niña en brazos fue Ikky el que lo abrazó pero fue un gesto que a Hades le agradó mucho, el Dios del Averno iba a hacer caso a las palabras de Shun en lo que se refería a dejar ver su lado familiar y sensible un poco mas a menudo
Ikky salió de la habitación de Shun y Hades con una alegría bárbara y no podía esperar encontrar a Rada para contárselo, mientras en la habitación Hades besaba a Shun suavemente en los labios haciendo malabares porque Shun tenía a Damián en Brazos y Hades a Aileén, Pandora estaba alimentando a Aarón, la joven de cabellos negros había arreglado las cunas de los pequeños para facilitarle las labores a los futuros padres que acomodaron a sus pequeños en las cunitas cuando se durmieron en sus brazos
- Te dije que te amaba hoy? – preguntó Shun mirando a su esposo a los ojos ahora que estaban ambos acomodados en su cama besándose y acariciándose suavemente
- No… pero estoy dispuesto a que me lo demuestres cuando quieras – Hades estaba sentado apoyado en el espaldar de la cama y sostenía a Shun que estaba sentado sobre él y le rodeaba el cuello con los brazos
- Cuando quieras, lo que quieras y donde quieras… me has hecho muy feliz vida mía – Shun abrazó a Hades y apoyó su cabeza en el hombro del mayor que lo estrechó contra su cuerpo, este era un momento muy íntimo entre la pareja que no tenía nada que ver con sexo sino con amor
- Tu me haces feliz todos los días, es poco lo que pides Shun, tu me amas sin poner reparos, te entregas a mi con amor y pasión, aceptaste renunciar a la luz del sol por mi y lo haces con una sonrisa, lo que yo pueda darte no se compara con lo que me has dado tu a mi, te amo Shun, tu eres la luz de mi vida, la luz que baña el Inframundo entero, yo no necesito un sol porque tu eres mi sol
- Con un “te amo” bastaba – dijo el peliverde sonriéndole divertido a su esposo que buscó sus labios y lo acomodó en la cama sacándole la ropa para hacerlo suyo una vez mas, como nunca se cansaría de hacer, Hades besaba a Shun y pensaba en lo que le había dicho y no se había equivocado, Shun y sus bebés eran y representaban la luz del inframundo…