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SUEÑO CONTIGO por crystalwall

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Notas del capitulo:

Hola, les traigo el final de esta historia, espero que les guste

Capítulo 16.- El nuevo torneo

 

Una noche de tormenta el viento soplaba con fuerza y se podía escuchar el golpeteo en las ventanas de Guidecca, el poderoso Dios del Averno dormía profundamente en su cama junto a su esposo que estaba acurrucado en su pecho cuando Hades sintió una pequeña mano que le estaba acariciando la mejilla, el pelinegro despertó y saltó en la cama para ver a una pequeña figura que estaba sentada a sus espaldas y le dijo:

- La tormenta me despertó papá, podemos dormir contigo?

- Podemos?, tu y quién mas? – preguntó el pelinegro acariciando el rostro de su hijo, el pequeño Damián lo miraba algo inseguro y abrazaba a su pulpo de peluche

- Tito y yo – dijo el pequeñito mostrándole su inseparable peluche a su papá que le sonrió y le hizo un espacio a su retoño entre él y Shun que con toda la conmoción no se había despertado, en este punto ya se había acostumbrado a las tormentas en Giudecca, el pequeño Damián tenía casi cuatro años y era el que mas se pasaba a la cama de sus papás en las noches porque era el que tenía el sueño mas ligero de los tres, cuando se acomodó abrazó a Hades que lo tapó con las mantas y trató de conciliar el sueño pero la comodidad no le duró mucho porque un poco mas tarde en la noche llegó Aileén con su almohada en forma de florecita y casi al amanecer llegó Aarón con su pollo de peluche, a la final Hades tuvo que dormir al filito de la cama para poder dar cabida a todos sus hijitos que se habían despertado asustados con la tormenta seguramente

 

Hades despertó cuando una almohada le cayó en el rostro, abrió los ojos y vio a sus tres niños de pie en la cama lanzándose sus peluches por sobre Shun que dormía tranquilamente, Hades los vio y no pudo evitar sonreír, sus hijos estaban tratando de hacer silencio según ellos y se shusheaban entre sí pero igual estaban en el escándalo, además se estaban lanzando los peluches pero no lo hacían con las manos sino que los estaban haciendo levitar con su mirada, Hades se volteó en la cama y se acercó a Shun para abrazarlo, cuando el dios del Averno se movió los tres niños se quedaron quietos y trataban de aguantarse la risa pero no podían y pronto se dedicaron de vuelta a su juego al ver a sus padres supuestamente dormidos nuevamente

 

Shun despertó cuando algo o mas bien alguien le cayó encima

- Hey… cuidado amor – el peliverde abrió los ojos y abrazó a Aarón que reía todo pícaro, él había sido el que se le había botado a Shun cansado de verlo dormir, Hades a su lado se estiró y jaló a Damián para abrazarlo, el pequeño reía y trataba de zafarse del abrazo de su padre sin poderlo hacer, Ailéen se lanzó a Hades y los tres cayeron en la cama entre risas, así eran las mañanas en el frío castillo de Guidecca, ahora que sus niños ya estaban mas grandes todo era risas y diversión

- Papito… Damián me mordió ayer – se quejó Aileén mostrándole su enrojecido brazo a Shun que lo examinó y lo besó, la princesa del Averno tenía los cabellos negros y los ojos verdes, muy parecida a Hades pero había heredado la sonrisa de Shun además de sus ojos

- Yo no te mordí, fue mi pulpo – se defendió el pequeño haciendo reír a Hades que tomó el pulpo para verlo mejor buscando los dientes aparentemente pero Damián se lo quitó de las manos y lo abrazó con fuerza, no vaya su padre a castigar a su pulpo o algo, Damián tenía los cabellos verdes en una tonalidad un poco mas oscura que la de Shun y tenía los ojos verdes también, él no se parecía mucho ni a Hades ni a Shun pero era muy hermoso y el mas molestoso de los tres, él era el que les hacía todas las bromas y maldades a sus hermanos

- Hay que enseñarle modales a tu pulpo entonces porque no puede ir mordiendo a Aileén, haber dime que no debemos hacer a los hermanitos? – preguntó Hades sentando a Damián en su estómago y revolviendo sus cabellos

- No mordidas, no golpes, no jaladas de cabello, no enviarlos fuera del castillo y mucho menos a las prisiones o al corral de cancerbero, no se puede usar magia en los hermanitos ni quitarles su comida o sus dulces – dijo el pequeño Damián en tono divertido, Hades sonrió y se incorporó para besarlo en la mejilla

- Muy bien, panqueques para ti, vamos a desayunar? – dijo Hades estirándose en la cama nuevamente y mirando por la ventana, el día no acababa de despuntar por lo que era temprano, sus hijitos siempre madrugadores los despertaban en verdad temprano

- Si, dónde está Sein?, lo dejaron solito? – preguntó Shun cayendo en cuenta que sus tres hijos estaban en su cama pero el hijito de Hypnos y Mu no, el pequeño Sein se quedaba a dormir seguido en el castillo con los tres príncipes del Averno, Hinde, la niña de Minos y Dita también se quedaba frecuentemente pero no lo había hecho la noche anterior

- Estaba dormido papito, él es como tu y no se despierta con nada – dijo Aarón mirando a su papá con sus hermosos ojos negros, Aarón era el más parecido a Hades pero era el mas tranquilo de los tres, tenía el carácter suave de Shun

- Vamos a verlo, me pasas mi buso amor? – Hades ya se había levantado y tenía a su niña en brazos y Damián caminaba de su mano, Hades haciendo malabares porque Aileén se negaba a bajarse le lanzó el buso a Shun que lo atrapó y se lo puso antes de levantarse y caminar por el pasillo con Aarón de su mano, al entrar a la habitación de juegos en donde habían dormido todos los niños en un colchón inmenso en el suelo, vieron al bebé de Hypnos y Mu profundamente dormido, el pequeño tenía los cabellos rubios pero tenía las marquitas en la frente como Mu y se parecía mucho a él, era menor a los trillizos con casi ocho meses porque había nacido prematuramente pero ahora era un niño sano y normal que le gustaba pasar con los pequeños herederos del Averno, Shun tomó al niño en brazos y le besó la mejilla para despertarlo, el pequeñito abrió los ojos y se abrazó a Shun volviéndolos a cerrar, de cualquier manera todos fueron al comedor en donde ya estaban listos los puestos para todos y el aroma a panqueques recién hechos llenaba el ambiente

 

***

El sol brillaba ya en la soleada mañana en el Santuario de Atena, en el cuarto templo, en la habitación principal, un hombre de cabellos negros se contorsionaba mientras dormía, sus pacíficos sueños se habían transformado en sueños violentos llenos de sangre y fuego, a su lado su pareja, un hombre de cabellos cortos azules despertó por el errático movimiento del dios de la muerte

 

Death Mask de Cáncer se dio la vuelta en la cama y trató de sacudir a Thanatos que murmuraba algo en un idioma que el dorado guardián nunca había escuchado y se veía todo agitado, Death lo movió un poco mas fuerte para despertarlo pero el Dios no abría los ojos, cuando DM se empezó a preocupar Thanatos abrió los ojos y lució totalmente angustiado y preocupado, hasta algo desubicado porque vio a su pareja como si no lo hubiera visto antes e instintivamente se sentó en la cama y se arrimó al espaldar como un animalito asustado

- Thanatos… Thanatos soy yo, estás bien?, respira… solo respira… eso es… - DM se arrodilló junto al asustado pelinegro que cuando se dio cuenta de donde estaba y quien estaba a su lado respiró aliviado y dejó que el peliazul lo abrazara

- Sangre… muerte… mal mal sueño… - dijo el pelinegro resbalándose en la cama, Death se acomodó de lado y apoyó su cabeza en su brazo y con su otra mano le acarició suavemente el rostro al mayor que se volteó y se acurrucó en el pecho del mas joven, sus manos rodearon su cintura y su rostro se hundió en ese fuerte pecho que lo recibió como tantas otras veces habían hecho

- Tu no tienes pesadillas – dijo Death acariciando los negros cabellos del Dios de la muerte que ahora ya respiraba con normalidad

- Usualmente no pero… Hypnos es un idiota a veces, hoy vienen y esta es su forma de recordármelo

- Es verdad… hoy vienen, auch auch auch… rayos… - DM se iba a incorporar en la cama pero un dolor algo inusual en su vientre lo detuvo, Thanatos se sentó en la cama como un resorte y miró preocupado a su consorte que tenía una mano en su vientre y estaba algo pálido

- Se están moviendo mucho?

- Solo un poco… explícame esto, por qué Mu tuvo un solo bebé y nosotros estamos esperando dos?, que tu hermano no es un dios también? – DM no había aceptado con mucho agrado la noticia de su embarazo y mucho menos le había hecho gracia enterarse por su esposo que no era un bebé, sino que serían dos, a sus ojos eso estaba bien para Dita que pasó saltando por la vida cuando finalmente quedó en estado, para Shun y para Mu que su carácter suave los hacía un poco mas aparentes para un embarazo, pero él era un guerrero por todos los Dioses!!!!!

- Si es un dios pero no todo funciona igual para todos, el ejemplo mas claro es Shun que tuvo tres bebés, tranquilo amor que aún falta para que nazcan – Thanatos puso la mano en el vientre de Pietro, el peliazul se dejó caer en la cama y puso su mano sobre la de su esposo, tenía cinco meses de embarazo y lo que mas deseaba era esconderse en alguna parte y que nadie lo viera, Thanatos le había ofrecido ir a los Campos Elíseos y regresar cuando los bebés hubieran nacido pero Death no quería dejar el Santuario como habían hecho Mu, Shun y Dita a los que los veían poco, sus visitas eran usualmente cortas y espaciadas

- Ya lo se… ya lo se… lo único bueno es que voy a ver a Dita, me dijo que me traería algunas de las cosas de Hinde, no sabes el sexo de los bebés?, eso no lo puedes ver? – esa era una de las cosas que DM quería saber, Mu había tenido un varón y Dita una niña que eran casi de la  misma edad, Dita permanecía en el Averno porque Minos no podía ausentarse, era uno de los jueces de Hades y a falta de Radamantys ahora tenía mas obligaciones, a Dita le gustaría pasar mas tiempo en la tierra pero no era posible por el momento

- No… aún no lo se, Hécate viene hoy con la comitiva del Averno y le podremos preguntar – Thanatos se acercó y buscó los labios de DM que se hizo el quite al inicio pero luego correspondió a sus besos, el Dios de la muerte conocía a su pareja mejor que nadie y sabía que por mas que diga y se queje y reniegue por su embarazo, Pietro esperaba a sus bebés con ilusión y desde ya los amaba, él tenía un corazón de oro que siempre estuvo oculto por miedo a dejarse ver lo vulnerable que era, solo Dita había rasgado su superficie y conocía un poco mejor al fiero guardián del cuarto templo

- Espera… espera… - DM puso sus manos en el pecho de su esposo que detuvo la muy deliciosa tarea de desvestirlo y le preguntó:

- Qué pasa?, te duele algo?

- Un poco… se están moviendo, los sientes? – DM puso la mano de Thanatos en donde sentía a sus pequeños moverse y el pelinegro sonrió al sentirlos

- Crecen fuertes y sanos en tu vientre, me gustaría verlos correr por los Campos Elíseos, hay un lugar que está rodeado de cascadas que es muy hermoso, podríamos ir allí algún día verdad?

- Claro… podemos ir cuando tu quieras, solo no quiero ir a vivir allá

- Lo se… por eso no he presionado el tema, todo será a su debido tiempo – dijo el pelinegro pensando que Pietro era ahora inmortal pero todos sus amigos y familia no, DM estaba consciente de esto y por eso mismo había insistido en quedarse en el Santuario el mayor tiempo posible, Thanatos entendía que lo que su consorte le estaba pidiendo era tiempo y considerando que tenían la eternidad por delante, unos pocos años no iban a causar ninguna diferencia

- Si… pero bésame, los labios no me duelen – dijo DM abrazando a su Dios y atrayéndolo a su cuerpo, el pelinegro accedió con gusto a los pedidos de su temperamental pareja, pero era precisamente el carácter de DM lo que mantenía su pasión por él ardiendo, según Thanatos eso hacía su vida mucho mas interesante

 

A las ocho de la noche los caballeros del Santuario de Atena estaban ya reunidos en el templo del Patriarca esperando la llegada de las comitivas de los otros Reinos, los primeros en llegar fue el grupo del Templo Marino, los últimos años habían llegado siempre Julián Solo acompañado de Sorrento que ahora era su consorte, Hilda y Fler de Polaris con todos los dioses guerreros y las marinas de Poseidón, Kanon no había venido el año anterior porque se había quedado en las profundidades del mar al cuidado de todo pero este año si estaba allí para contento de Saga, el que así no lo quisiera reconocer extrañaba a su hermano, la influencia que había tenido Seiya a través de los años había contribuido para que las relaciones con su hermano fueran ahora mas abiertas y civilizadas, Kanon llegó de la mano de Alberick el que era su pareja hace mas de tres años, al final los gemelos de géminis habían encontrado el amor y la paz en ese par de muchachos que cambiaron sus vidas

 

La comitiva del Averno fue la que causó el mayor alboroto, el que antes era un grupo austero llegaba ahora lleno de color y vida, apenas se abrió el portal por el que entraron se pudo escuchar las voces ansiosas de los pequeños príncipes del Averno que una vez que llegaron corrieron hacia Saori para abrazarla con cariño así como al resto de caballeros en especial al antiguo caballero del Fénix que había llegado al Santuario el día anterior, Ikky se había dedicado a viajar por el mundo con Radamantys, ellos querían disfrutar de su libertad como humanos antes de tener vida eterna, a decir verdad a Ikky le gustaba mucho la idea de envejecer junto a Rada y en eso habían quedado, ellos tendrían su vida humana normal y completa y luego cuando ambos murieran Hades con su poder los traería de vuelta de forma permanente como le había prometido a su esposo

 

La cena transcurrió sin mayores novedades, el pequeño Damián estaba en la mesa junto a Julián Solo y Sorrento, el príncipe del Averno estaba entretenido mirando al bebé que tenía Sorrento en sus brazos, era un niño de cabellos azules y ojos verdes, aún no cumplía un año y estaba muy hermoso, el pequeño Max era el heredero del Templo Marino y reía divertido a las caras que Damián le estaba haciendo, hasta le dejó tomar su pulpo de peluche que había sido regalo de Julián, su padrino

 

Aileén se había quedado dormida en el regazo de Hades que estaba charlando animadamente con Radamantys mientras Ikky hablaba con Shun, Aarón estaba sentado en las piernas de su padrino armando un rompecabezas en la mesa que le había traído Ikky de uno de sus múltiples viajes, DM charlaba alegremente con Dita que tenía a su niña en sus piernas la que estaba entretenida comiendo cereales, a Hinde no le importaba la hora del día o de la noche, ella comía cereales y nada mas, era una fase le había dicho el antiguo caballero de Piscis a su mejor amigo que miraba a la pequeña con ternura, él ya quería tener a sus pequeños en sus brazos pero aún faltaba un tiempo para ello

 

Mu estaba sentado junto a su antiguo maestro y Kiki, el muchacho estaba entretenido jugando con Sein, ellos ya no estaban en la mesa sino mirando a los peces de colores de la fuente del patio del patriarca el que le estaba contando a Mu los avances de su antiguo aprendiz y pronto recibiría la armadura dorada de Aries, Mu sonreía complacido, él sabía que Kiki era fuerte y hábil, sería un excelente caballero Dorado, Saga de Géminis había ayudado mucho con su entrenamiento al igual que Aldebarán de Tauro y Seiya de Pegaso

 

Cuando la cena se estaba llegando a su fin, Saori se puso de pie con su copa en la mano y con una sonrisa se dirigió a todos los caballeros que la miraron expectante y dijo:

- Es un gusto para mi recibirlos en este su Santuario para el torneo anual entre los tres Reinos, esta noche nos hemos dado los saludos respectivos y mañana comenzará el torneo con el sorteo de los participantes, las reglas antes establecidas siguen en vigencia y de mi parte solo quería darles la bienvenida una vez mas y desearles una buena noche, levantemos nuestras copas y brindemos por la unidad, la amistad y la paz

 

Saori levantó la copa y todos los presentes la imitaron brindando por todo lo que la joven Diosa había dicho, el ambiente iba cambiando cada año, era relajado y hasta festivo, la paz les había hecho muy bien y al ver un frente tan unido cualquier amenaza que se presentara para intentar amenazar esa paz…. Solo bastaba decir que tendría serios problemas al intentarlo

 

Cuando la cena acabó las delegaciones fueron a sus respectivas habitaciones, las distintas competencias empezarían el día siguiente, a Shun le costó trabajo dormir a sus pequeños que estaban todo emocionados por haber visto a todos los caballeros que vieron, Aileén estaba parloteando alegremente sobre Hinde y su padrino Dita, la princesa del Averno solía ir frecuentemente a los Campos Elíseos a visitar a Dita que vivía allí con Minos y su niña, ahora Dita tenía interminables jardines para dedicarles su atención y las niñas le ayudaban con alegría a plantar árboles y cuidar de las flores, la pequeña de cabellos negros le estaba contando a su papi Shun que pudo tocar la pancita del amigo de su padrino Dita y pudo sentir a dos bebés dentro

- Papito?, cómo pueden estar dos bebés dentro de la pancita de DM?, no tienen calor?

- Un poco, tu estuviste en mi pancita con tus dos hermanos, lo que pasa es que no te acuerdas – dijo Shun con una sonrisa, mientras mas sencillas las explicaciones pues mejor

- En serio?, pero yo no entro aquí – dijo Aileén arrodillándose en la cama y abrazando a Shun que estaba acabando de arreglar sus almohadas y peluches y todo

- Es que eras mas pequeñita, si has visto las fotos verdad?

- Si… por eso mis hermanos y yo somos del mismo tamaño?

- Ajá, nacieron el mismo día los tres, Aarón primero, luego Damián y finalmente tu, bueno eso dice tu papá porque yo estaba dormido

- En verdad no te despiertas con nada papito – dijo Aarón abrazando a su pollo de peluche y dándose la vuelta en la cama

- Pues eso si, ahora yo quiero que ustedes ya se duerman y no se despierten con nada, dulces sueños mis amores – Shun fue de cama en cama besando las frentes de sus retoños y acomodando sus almohadas y sus peluches y todo, los niños tenían una habitación para ellos solos con una puerta que conectaba a la habitación de Hades

- Hasta mañana papito – dijeron los pequeños por turno y se acomodaron en la cama cerrando sus ojos, si había sido un día intenso y estaban agotados, cuando Shun entró a su habitación encontró a Hades que estaba leyendo algo que Minos le había traído, un reporte del Inframundo seguramente, Minos le sonrió a Shun e inclinó respetuosamente la cabeza

- Buenas noches su alteza

- Buenas noches Minos, ya deja eso mi amor que lo lees mañana, deja ir a Minos a descansar que seguramente Dita lo extraña – Shun abrazó a Hades por la espalda y le besó la espalda, Hades le devolvió los papeles a Minos que hizo una venia y desapareció de la habitación dejando a la pareja a solas

- Era un reporte de rutina, todo tranquilo en el Tártaro – Hades se volteó y besó a Shun en los labios que correspondió a sus besos y caminó con su esposo en dirección a la cama en donde se recostaron y continuaron con sus besos y caricias, el mayor había empezado a zafar la túnica de Shun pero se detuvo para preguntar: - Ya se durmieron?

- Si… como piedras cayeron, estaban agotados por la cena y todo eso, estamos bien por un par de horas al menos, oye… qué tan cansado estás? – preguntó Shun con una sonrisa pícara en los labios

- Cansado yo?, nunca… - respondió Hades mirando con anticipación a su travieso niño que le besó otra vez en los labios pero se levantó de la cama como resorte y fue al baño tomando una bolsa que estaba entre su equipaje, era una bolsa pequeña de tela, Hades se acomodó mejor en la cama y se quitó las sandalias, el cinto y la capa, las ideas de Shun siempre resultaban divertidas y no se equivocó cuando a los pocos minutos escuchó música suave que salía del baño y después salió Shun vestido completamente con un traje de policía que tenía un gorrito, un tolete, esposas y toda la cosa, Hades sonrió complacido al ver a su muy sexy esposo empezar a bailarle todo sensual e invitante

 

- Has infringido la ley?, tendré que esposarte – Shun se acercó lentamente a Hades hasta sentarse en su regazo y besarlo con pasión, el mayor trató de abrazarlo pero el peliverde no se dejó y tomó las esposas para tratar de esposar las manos de Hades a la cama

- No no no… eso no… - dijo el pelinegro evitando que su esposo tomara sus muñecas

- Si no te dejas esposar se acaba el juego, vamos mi amor, te vas a divertir, te lo prometo – Shun miró a Hades con sus hermosos ojos verdes e hizo un puchero lo que hizo reír a Hades que tendió su muñeca y Shun la esposó a uno de los barrotes de la cama, sacó otro par de esposas y esposó la otra mano del Dios del Averno que meneaba la cabeza pero con expresión divertida

- Contento?

- Mucho… - Shun besó a Hades y se bajó de la cama para continuar con su muy sensual baile en el que se fue quitando la ropa prenda a prenda, muy lentamente y dedicándole muchas miradas pícaras a Hades que lo miraba con anticipación y unas ganas bárbaras de tomarlo, lanzarlo a la cama y hacerle el amor pero esa noche Shun tuvo el control total de todo y bailó para su esposo hasta que solo quedó con la gorra de policía puesta, en ese momento gateó provocativamente por la cama hasta que llegó a Hades y con una tijera le cortó la túnica hasta dejarlo desnudo también, se sentó en su regazo y buscó sus labios

- Suéltame Shun… déjame tocarte… - Hades besaba a su esposo y estaba disfrutando inmensamente sus caricias pero él también quería tocarlo pero Shun meneó la cabeza y le respondió con una sonrisa pícara:

- No no no… hoy eres mío, me gusta tenerte así, indefenso y atadito para mi, te amo Hades

- Y yo a ti Shun, pero en serio suéltame

- No no no, ya te dije que no, todavía no acabamos el juego

 

El peliverde bajó sus manos y empezó a acariciar el miembro de su esposo al que le subió el ritmo cardíaco, Shun tenía razón y esta era una experiencia diferente así que se dejó llevar por las manos de su niño que lo acariciaron hasta que estuvo completamente duro y ahí Shun se dejó caer sobre la erecta hombría de su amado que gimió al sentir la estrechez de Shun envolverlo por completo, ahí el Dios ya no se pudo contener y con un pequeño movimiento rompió las esposas y abrazó a Shun buscando sus labios otra vez mientras el peliverde movía las caderas con cadencia, Shun sonrió al sentir la fría mano de Hades en la parte baja de su espalda, había resistido mas de lo que había pensado por lo que se dedicó a hacerle el amor a su esposo que volteó posiciones en la cama y lo recostó sobre su espalda

- Hades… Hades… mmmm….

- Shun… mi Shun…

 

La pareja se entregó con todo esa noche como lo hacían siempre que podían y sus pequeños des dejaban unos momentos para ellos solos, esa noche fue fantástica, cargada de amor y pasión, pero como usualmente pasaba Hades se despertó en medio de la noche al sentir una manito que le abría el ojo

- Qué pasó mi príncipe?, no puedes dormir? – Hades abrió los ojos y acarició el rostro de Damián que estaba de pie a su lado de la cama

- Mi pulpo se mueve mucho – dijo el pequeñito en un susurro

- Ok., lo dejaste en la cama de allá o si lo trajiste contigo?

- Si lo traje, si lo dejo allá solo le da miedo – Damián se subió a la cama ayudado por Hades que lo acomodó entre él y Shun que dormía profundamente, afortunadamente como sus hijos siempre se pasaban de cama ahora ellos se habían acostumbrado a ponerse sus pijamas después de hacer el amor

- Es un pulpo, no debe temer a nada pero está bien, ahora ya está aquí y no tiene miedo no se va a volver a mover mucho, duerme mi amor – dijo Hades besando la cabecita de su hijo que se acurrucó en su pecho y lo abrazó al decir:

- Hasta mañana papá

- Mmm… - Hades solo gruñó y cerró los ojos para volverlos a abrir un tiempo después cuando Aileén se pasó de cuarto y luego cuando llegó Aarón, como esta cama no era tan grande como la que tenían en Guidecca ahora la familia de cinco mas tres peluches estaban todos pegaditos muy juntitos, tanto que Shun se despertó muerto de calor pero sonrió al ver el rostro sereno de Hades dormido abrazado a sus pequeñitos que dormían también, Shun se sacó el buso que estaba puesto y se acomodó abrazando a Aarón que estaba mas cerca y cerrando los ojos otra vez, aún no amanecía pero el sol no tardaba en salir, medio dormido Shun sonrió, si alguien le hubiera dicho que esta sería su vida no lo hubiera creído, ni en sus sueños mas salvajes, y hablando de sueños…

 

***

Hypnos estaba de pie en el frío de la noche con los ojos cerrados y el semblante sereno, el patio del cuarto templo era el mudo testigo de su poder porque el Dios estaba enviando dulces sueños a todos los habitantes del Santuario y a los invitados que estaban bajo su techo esa noche

- Me gustan los campos floridos hermano pero no te parece que es un poco cursi? – Thanatos había despertado y salió al frío dela noche a hablar con su hermano, esa noche en la cena no habían tenido la oportunidad de hacerlo

- Pensé que te lo debía por el sueño de anoche, pero cuéntame… todo resultó como lo esperaste?, ya tienes alguien en tu lecho que te abrace cuando tengas pesadillas? – preguntó Hypnos con una pequeña sonrisa recordando la conversación que tuvo con su hermano hace muchos años cuando su alteza Shun estaba de encargo y para divertirse una noche le habían puesto una pesadilla al Fénix

- Si… Pietro me abrazó cuando desperté de la pesadilla, todo este tiempo hermano ha sido fantástico, al fin entiendo lo que tienes con Mu y la emoción de tu hijo – la sonrisa de Thanatos era cálida

- Bueno, vas a ser tío otra vez, Mu está de encargo de nuestro segundo bebé y esta vez el embarazo va sin complicaciones, estamos emocionados en especial Sein con la idea de un hermano o una hermana

- Además de dos primos que ya mismo llegan, los tres herederos del Averno y la hijita de Dita y Minos, el Inframundo se está llenando de color y vida, ya era tiempo, quién diría que esta hubiera sido la era en la que todo cambiaría – dijo Thanatos pensativo y volteó su mirada al templo en el que su consorte dormía con sus hijos en su vientre

- Bueno… suerte en la competencia mañana, participarás?

- No lo se… prefiero dejar a Pietro que tenga el record de haberme vencido, no quiero tentar a la buena suerte, buenas noches hermano

- Buenas noches… - Hypnos se desapareció para aparecerse en una de las habitaciones del templo de Aries en donde Mu estaba dormido con el pequeño Sein acurrucado en su pecho, Hypnos se quitó la túnica y se acostó junto a sus amores, Mu puso su mano sobre la de su consorte y preguntó:

- Dónde estabas?

- Repartiendo sueños, vuelve a dormir amor mío, vuelve a dormir – Hypnos besó el hombro de Mu que se volteó y buscó los labios del rubio Dios y le dijo

- Me vuelvo a dormir solo si puedo soñar contigo

- Tus deseos son órdenes – el Dios de los sueños besó una vez mas al ex caballero dorado y le acarició la frente, Mu enseguida se quedó dormido y sus sueños fueron tranquilos y dulces, prados de flores y sol en donde estaban ellos dos con su hijo y una pequeña bebé que estaba usando un vestido lila con flores bordadas…

 

Lo que alguna vez comenzó como una cacería para evadir la soledad se había convertido en un cambio de vida para todos, en un cambio de vida que había trascendido a la paz y la amistad de los reinos, el amor había dado frutos literalmente y ahora habían niños muy especiales que traían de la mano a la nueva generación y enseñarían a sus hijos lo mas importante que les podían enseñar sus padres a ellos, que el alma está hecha de los sueños y que los sueños se hacen realidad…  

 

 

Notas finales:

Muchas gracias por haber seguido esta historia hasta el final, y espero verlos en nuevas historias, muchas gracuas por leer, un abrazo, bye


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