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Feelings [CORRECCIÓN] por eunii

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Notas del capitulo:

Volví, se que tardé mucho... Perdón (?)

Sin mas les dejo el capitulo. 

POV Luhan

No tenía ganas de ir a la fiesta. Estaba cansado y me dolían todos los huesos, pero Chanyeol prácticamente me arrastró hasta la casa de Kyungsoo. El timbre sonó dos veces, hasta que un extraño nos abrió mirándonos con poco interés.

—¡Yah! Hyung, deja eso, no sabes tocar… ¡La vas a romper! —Kyungsoo corría detrás de Junmyeon, tratando de robarle su tan amada guitarra. Wu Fan  estaba en el sillón junto a Tao y unas cuantas personas más. Éramos demasiados.

 

—Luhan gege —oí la voz de Tao llamándome. Saludé a Fan con la mano, para después seguir con las presentaciones de los desconocidos. Un chico morocho  se presentó como Jongin, JongDae, Baekhyun y demás, ya ni me acuerdo de sus nombres.

 

—¡Yah noona!  —grité lo suficiente como para que Soo me escuchara—. ¡Tengo hambre!  

La risa del moreno sentado junto a mí me distrajo por un momento.

—¿Noona? –preguntó divertido—. ¿Por qué le dicen así? —el chico tenía una voz gruesa, bastante bonita y masculina. Ni hablar de su color de piel o de su sonrisa.

—Es algo sobreprotector, a veces con algunas actitudes parece mi hermana e incluso en ocasiones mi madre —respondí mientras le sonría, me devolvió el gesto para después desviar la vista hacia la cocina.

 

 —¿Cuántos años cumple hoy? —me hablaba con total normalidad, ignorando que éramos prácticamente desconocidos.

 

—Veinticuatro,  Kyungsoo cumple hoy veinticuatro —la cara del chico se tornó seria y se dirigió a la del más bajo  que seguía peleando patéticamente con Junmyeon en la cocina

 

 —¿Cuántos años tienes Jongin? —pregunté sutilmente. Ya me había dado cuenta por donde venía el asunto.  

 

—Diecisiete —contestó con total normalidad, ignorando mi cara de asombro y… ¿horror?

 

—Esto… Mira, no creo que Kyungs... —el timbré sonó, haciéndome saltar del susto. Tao fue a abrir y volvió solo.

 

—¿Es Sehun? – preguntó Jongin, esperanzado. Seguí la línea de su mirada, encontrándome con un chico alto y algo flaco, pero extrañamente precioso. El chico empezó a saludar hasta dar conmigo, su mano envolvió la mía haciéndome sentir calor, mucho calor. No quería soltar su  mano.

 

—Luhan —le dije temblorosamente, cuando preguntó por mi nombre, mientras se sentaba a mi lado. Me sentía un completo inútil.

 

—Y… Luhan —siguió hablando, y nunca imaginé que mi nombre sonara tan bien—, ¿cuántos años tienes?

 

—Veintitrés —respondí ya algo más calmado. Su asombro no pasó desapercibido—. ¿Te molesta? —pregunté. ¿Cómo había sido capaz de decir aquello? Me pegué una cachetada mental por ser tan obvio.

 

—No, es sólo que pareces más joven —seseaba, el chico seseaba y me encantaba aquél sonido.

 

—Yo tengo  diecisiete —lo miré a los ojos y le sonreí. Dios, me sentía idiota, se supone que tengo que contestar algo, no solamente sonreír como niño cuando tiene un caramelo en la mano. Estaba por hablar cuando escuché a Kyungsoo llamándome desde la cocina. Me disculpé con Sehun y fui a ayudarlo, de paso también agradecerle por salvarme del incomodo momento.

Cuando entré en la cocina me encontré junto a Soo un montón de potes con diversos alimentos, me acerqué por detrás, masajeando un poco su espalda. Estaba demasiado tenso.

 —¿Estás cansado? —pregunté sabiendo la respuesta

—No tienes idea de cuánto… —su rostro reflejaba cansancio y ganas de dormir toda la vida.

 

—Lo único que rescato es que Tao trajo a un amigo muy interesante  —por alguna razón mi mente, maquinó una idea extraña, en la que estaba involucrado Sehun. Pero mis dudas desaparecieron cuando noté como Kyungsoo desviaba la vista, buscando a Jongin—. Hyung… ¿A quién miras? —pregunté haciéndome el tonto.

—Al moreno, te vi hablando con él —me señaló con su dedo índice—. ¿Cómo se llama?   

Exhalé despacio, tratando de no alterarlo mucho. Sus malas experiencias con los chicos lo ponían molesto y de mal humor. Y créanme que Kyungsoo de mal humor, es lo peor que podría pasarte.

—¿Por qué no buscas otro? —le hablaba mientras masajeaba su espalda—. El chico castaño que está hablando con JongDae por ejemplo…

Me lanzó una mirada acusadora para después girarse y seguir acomodando la comida—. ¿Te gusta? Si es así dímelo, no me desvíes del tema —espetó sin siquiera mirarme. Empecé a sonarme los dedos, hábito que tenía cuando me ponía nervioso.

—Perdón Soo. No quise decir eso, no me gusta —Kyungsoo rió con cinismo mirándome fijamente

—Pues no lo parece Luhan —suspiré cansadamente, girándolo para que me mirara a los ojos.

—No me estás entendiendo —empecé a hablar, ya algo cansado del pequeño lío que se estaba armando entre nosotros—. Es menor Soo y además, me gusta su amigo —Kyungsoo desvió la vista avergonzando, tratando de disculparse.

—Lo siento Lu, soy un idiota —sin decir nada  más, agarró unos platos con comida y fue a la mesa. Me dio pena por el otro chico que lo miraba desde la punta del sillón, ilusionado con alguien que seguramente nunca le miraría de nuevo.

Cuando salí del comedor, fui al living y solamente había un lugar. Y sí… Era al lado de Sehun, frunciendo el ceño me obligué a ir hasta allí y sentarme. Esta noche iba a ser larga.

POV Baekhyun

—¿Todavía estás enojado?  —me preguntaba Chanyeol sentado en el piso al lado del sillón. Desvié la vista evitando el tema, y dedicándome a acariciar su cabello para tranquilizarlo.

 —No Yeol, es sólo que estos días estoy muy cargado de trabajo y… Otras cosas. 

—Claro… ¿No me quieres contar que pasa, verdad?  —a veces, Chanyeol podía ser una persona insoportablemente pesada, pero igual lo quería. Suspiré fijando la mirada en el piso.

 ¿Qué se supone que le diría? “Oh Chanyeol lo que pasa es que no dejo de pensar en ti. Quiero abrazarte y… tengo unas extrañas ganas besarte.”  Nop,  nunca lo admitiría. Siempre me burlé de Kyungsoo y Luhan por sus “inclinaciones”, no estaba preparado para sus burlas.

—Baek… —Chanyeol envolvía mis manos entre las suyas, mientras buscaba mi mirada. Me encantaba la sensación de calidez que me transmitía, haciéndome desear estar en todo momento con su calor.

Tantos años juntos en el  colegio, viéndonos todos los días y volviéndonos prácticamente inseparables, eso abrazos inocentes en los cuales Chanyeol  me pegaba a su cuerpo mientras yo me dedicaba a tomarlo de la cintura, sin saber que eso generaría sentimientos más fuertes que los de la amistad. Que después de muchos años, estarían torturándome.

 Sentimientos que no podía controlar.

Necesitaba aire y agua para mojar mi cara. Sentía calor. Con nerviosismo me disculpé, y huí al baño. Tenía ganas de besarlo, besarlo como si vivir dependiera de ese solo acto. ¡Por dios que lo deseaba…! Pero tenía miedo de no ser correspondido. Lavé mi cara unas cuatro veces, y después de no sé cuánto tiempo, pude salir del baño.

 

 

—Siéntate aquí, hyung-

  ¿En serio?

¿En serio Chanyeol me estaba pidiendo que me sentase sobre sus rodillas? Un escalofrío recorrió todo mi cuerpo, y gracias a dios que las luces estaban apagadas, no creía soportar la vergüenza de parecer un tomate frente a todos.

—¿Hyung? —me llamaba,  y es que seguro debía de parecer estúpido allí parado mirando  sus rodillas, así que simplemente decidí acceder. Después de todo, no era la primera vez que lo hacía.

Tímidamente me senté en el borde de su rodilla derecha, sintiéndome un completo idiota. Por lo general solía tirarme sobre Chanyeol sin importar quién estuviese. Pero las cosas habían cambiado, ahora esa simple acción se volvía insoportable.

—¡Yah! Duele, ¡pesas! —exclamó ganándose la mirada de todos los presentes. Una mano se había posado en mi estómago y con delicadeza fue arrastrándome contra el pecho de Chanyeol. Podía sentir los latidos de su corazón sobre mi espalda corriendo de manera rápida. No me pude contener, simplemente llevé la cabeza hacia atrás apoyándola en su hombro y girando mi cara contra cuello; oliendo  la colonia que siempre usaba.

Tímidamente acerqué mi nariz y la rosé levemente con ese cuello que tanto deseaba besar. Chanyeol se tensó un poco, apretando su agarre en mi estómago. Ignorándolo  me dispuse a ver la película. Mientras intentaba ignorar también, la mirada acusadora de Kyugnsoo.

A decir verdad poco me interesaba la película. No tenía idea de que trataba. Sólo podía sentir cómo Chanyeol suspiraba y besaba mi cabeza mientras delicadamente acariciaba mi estómago, amaba la sensación que me producía. Como mi estómago se reprimía con cada caricia. Adoraba  esta cercanía con él, me hacía sentir especial. Levanté una de mis manos apoyándola sobre las suyas acariciándole los dedos. Cada rose era una descarga eléctrica que se extendía por todo mi cuerpo.

POV Jongin

Al parecer éramos sólo hombres. No es que me molestara, era…  simplemente algo raro.  Aunque debí habérmelo imaginado, Tao y Sehun no eran de las chicas. Ni yo tampoco.   

Giré levemente la cabeza buscando al chico de ojos grandes, algo en él llamaba mi atención.  En un rincón apartado estaba JongDae, bastante entrado en copas con dos chicos uno bajito y con cara de bollo gracioso y adorable; y otro con pelo castaño.

Volví la vista encontrándome a Tao medio dormido sobre Wu Fan, mientras el último le acariciaba el pelo. Se veían bien juntos, y aunque Wu Fan Hyung lo niega, lo cuida secretamente.

En el sillón de al lado estaban el chico castaño que hablaba poco, sentado sobre  las rodillas del alto que  tenía los ojos cerrados y apoyaba la cabeza en el bajito, mientras le acariciaba el estómago.

—¿Estás buscando a Kyungsoo? —habló alguien a mi lado, no pude evitar sonrojarme, ¿tan obvio podía llegar a ser? Cabeceé un poco, tratando de que entendiera.

—Seguro está en el balcón —dijo señalándome una ventana que daba al exterior. Sin pensarlo mucho, me paré alejándome un poco de las parejas.

Abrí lentamente la ventana y pasé al exterior, Kyungsoo estaba apoyando los codos en la baranda mientras miraba la ciudad, el viento movía su pelo ligeramente. Se giró para mirarme y con… ¿indiferencia?  Volvió la vista a la ciudad. Sin mucha confianza, me acerqué a su lado.

—Tienes una bonita vista a la ciudad desde aquí —hablé, tratando de llamar su atención. Se limitó a asentir con la cabeza, sin dirigirme ni una mirada. El silencio nos inundó por unos segundos, nervioso me giré un poco para mirar su perfil. Algo en él llamaba a que le hablara.

Debió haber notado mi mirada, porque volteó a verme algo molesto—. ¿Cómo te llamas? —preguntó con aspereza, como si le costara mediar palabra conmigo.

—J-Jongin  —¡mierda! ¿Por qué me trababa justo ahora? Sonrió de costado, volviendo a enfocar la vista en el paisaje.

—Así que… ¿De dónde conoces a Tao? —preguntó. Él me hablo, solo, sin que yo tuviera que iniciar una conversación ¿Era eso una avance, no?

—Vamos al mismo instituto, pero en divisiones diferentes —comencé a explicar—.  En realidad el que lo conoció primero fue Sehun porque iban juntos a… eso que practica Tao y que Wu Fan es profesor —me odié por haber hablado todo seguido, y no decir ni una cosa coherente.

Kyungsoo sonrió, separando sus labios y contagiándome—. Sí… yo también suelo olvidarme qué es lo que “practican” Tao y Fan.

—¿Qué haces de tu vida? ¿Estudias… trabajas? —pareció sorprenderse por mi pregunta. ¿Tan interesado había sonado aquello?

—Un poco de las dos cosas, estoy estudiando Derecho con Luhan —respondió con voz profunda—, y por la tarde trabajo en una cafetería. 

—¿Sí? ¿En cuál? —pregunté algo más entusiasmado por el ritmo que estaba tomando la conversación, parecía un juego de preguntas y respuestas donde perdía el que no contestaba.

No sé si conozcas el nombre, pero queda frente al Obelisco  —respondió, mientras buscaba mi mirada— ¿Por qué? —interrogó.

—Quizás…  pase a verte alguna tarde —su rostro se tornó algo obscuro, no podía descifrar bien qué expresión era esa.  Y después sonrió, la tercera vez que sonreía.

¿Tercera? ¿Cuándo empecé a contarlas?

—¡Noona! —se escuchó un grito desde la cocina y después  cómo algo caía al piso y se rompía. Kyungsoo entró corriendo a la casa y yo sólo pude quedarme  allí parado sonriendo como idiota, definitivamente iría a esa cafetería.

 

 

Notas finales:

Nos leemos en el próximo ^.^ 


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