Cap 1.
Íbamos de camino a su casa, ese chico realmente era especial pues me trataba con mucho cariño y respeto. En el camino me contó que tenía otro perro y que esperaba que nos lleváramos bien, también me dijo que se llamaba Luhan y estudiaba en la universidad.
Realmente era raro, un humano hablando con un perro como si fueran amigos de toda la vida… Aún así, no me molestaba en lo más mínimo.
Iba escuchando todo lo que tenia para decirme, a veces salía con unos chistes que ni mejor contárselos. Sentí que detuvo su caminar y cuando lo vi me miro con una sonrisa en su rostro.
-Estaba pensando en algo pequeño, como vas a vivir con nosotros de ahora en adelante ¡Te compraré cosas! Así como lo hice con Hunnie ¡Vamos!
Me alzo y comenzó a caminar con rapidez, creo que esto de comprar cosas le emociona tanto como a mí la idea de tener un nuevo hogar. Prácticamente me llevo volando a un local de esos donde venden mascotas y todo tipo de cosas para ellas, quién sabe qué tanto va a comprar pero no lo detendré, la idea de verlo cargar muchas bolsas me parece divertida.
Apenas puso un pie en la tienda cogió una canasta y comenzó a llenarla de cosas: Comida, unas latas, golosinas, un plato, una correa, camisas por aquí, sacos por allá, ¡Hasta cogió unos zapatos! Me daba gracia ver como se movía, con todo eso confirmó mi teoría de que ama a los animales. Que bien que me tope con alguien así.
-¡Oye! ¿Qué haces ahí parado? Ven y coge lo que te gusté –Me sonrió.
-¡Guau! –Fui corriendo a donde él estaba y señale una mantita de color azul con rosa y un osito de peluche.
-Que buen gusto tienes –Rió. Vamos a pagar.
Fuimos a la caja registradora y yo obedientemente me senté mientras él comenzaba a pasar las cosas. Sin exagerar creo que duramos como 50 minutos ahí dentro y es que él era muy indeciso para muchas cosas.
-Gracias por todo~ -Le escuche decir.
-¡Guau! –Dije como señal de agradecimiento.
Me había hecho a la idea de verlo salir con un montón de bolsas pero no fue así. Solo tenía 3. Sin perder más tiempo me llevo por las calles de Seúl hasta lo que parecía ser su casa. Por fuera se veía muy hermosa, era de fachada azul, tres grandes pisos, tenia patio y muchas flores. Este chico llevaba una buena vida según yo.
-Mira pequeño, este será tu nuevo hogar. ¿Qué te parece un buen tour? Para que sepas más o menos ubicarte.
Batí mi cola feliz y él respondió con una sonrisa y un alegre “¡Vamos!”
Me llevo de aquí para allá viendo cuartos, cuartos y más cuartos. Vaya que era grande esa casa, si por fuera se veía grande por dentro era el doble. Me estaba cansando un poco además de que quería conocer a su perro. ¿Dónde estará? ¿Será agradable? ¿Me tratará bien? Todo tipo de preguntas golpeaban mi mente pero bueno, seguramente era un buen perro como su dueño.
-Aigo~ estoy tan cansado, creo que podría pasar por muerto. –Se sentó en un sillón. A todas estas ¿Dónde estará Hunnie? ¿Qué te parece si lo vamos a buscar?
¡Al fin! Me puse en posición de juego para ver hacía donde debía ir y el salto del sillón y salió disparado por uno de los pasillos a lo que yo lo seguí.
-¡Hunnie! ¿Ese cachorro donde se metería? ¡Hunnie! Ven aquí~ -Le llamo pero nunca hubo respuesta alguna.
Me puse a olfatear un poco y sentí un aroma a can. Seguí con mi búsqueda por el suelo. El olor me llevaba a una habitación y sin más entré.
Me encontré con una habitación llena de: ¡Cosas increíbles! Mis ojitos no creían lo que veía: Una cama enorme, juguetes por todas partes, golosinas en un estante y también habían miles de atuendos colgados ordenadamente en un armario.
Paseé mi vista por toda la habitación analizando donde podría estar el can que estaba buscando y me encontré con una diminuta mota blanca comparada con la enorme cama. Estaba acostada o más bien, esparramada.
Con cuidado de no asustarlo me acerque. Rodeé la cama y ahí estaba con sus ojitos cerrados y patas sobre su hocico. Subí a la cama y comencé a lamerle las orejas a ver si al fin despertaba cosa que surtió efecto.
-Ñam, ñam, ñam. Eso se siente tan bieeeen~ -Comenzó a removerse y al fin abrió sus ojitos negros.
-¿Holi? ¿Quién eres? –Se estiro, desperezándose.
-Am, hola. Tu amo me recogió de la calle, espero no te moleste –Baje mis orejas esperando que dijera que me fuera o algo peor pero no me esperaba lo que hizo.
-¡Como dices esas cosas tan feas! Claro que no me molesta~ ¡Para nada! Es más, es genial *-* ¡Al fin tengo un hermano! -Sin decir más se abalanzo encima y comenzamos a jugar como los cachorros que éramos.
-Owwwwn~ ¡Que lindos! Veo que ya se conocieron. –Se sentó en la cama. Vengan aquí –Palmeo el lugar a su lado. Los dos nos miramos y corrimos a él.
-Hun, quiero que conozcas a tu nuevo hermanito, lo recogí hoy de la calle pero aún no tengo un nombre para ti… Am, déjame pensar… ¡Lo tengo! ¿Sabes? Hunnie en realidad se llama Sehun pero de cariño le digo Hunnie o Hun. Amo los nombres de personas así que te llamaré Taemin y de cariño serás Minnie ¿Te gusta?
-Guau, guau~ -Ladre y me le subí encima lamiéndole la cara haciendo que Hun se me uniera. Luhan solo reía y nos abrazaba.
¡Estaba muy feliz! A partir de ahora tenía una hermosa familia y un hermoso lugar donde vivir y sentirme seguro.
