Escuela de amor para Héroes por Sora17

Naruto ya no sabía que hacer... Llevaba horas llorando escondido en aquel rincón del patio secundario de la escuela.
Por suerte todos los chicos estaban en sus respectivas clases y nadie lo había visto, pero lo malo era que durante su llanto el cielo también había dejado caer sus furiosas gotas y ahora ademas de deprimido estaba empapado y aterido...
Desde el principio debería haber sabido que Sasuke lo manipulaba una vez mas para lograr sus propósitos... Como era posible que se hubiera enamorado de un ser tan bajo?? Como había sido tan estupido de entregarle su corazón?
Seguía reflexionando sobre todo esto con los ojos aun derramando lágrimas cuando se dio cuenta de que alguien lo observaba...
Primero, por algún motivo, su sentido del peligro se activo hasta niveles alarmantes, pero apenas vio quien era que lo observaba esa súbita sensación de peligro desapareció...
Le hubiera gustado sonreírle a la niña que tenia delante pero ni siquiera era capaz de fingir una sonrisa en su estado...
Por otro lado la chica lo miraba fijamente, casi con curiosidad, aunque tambien con cautela...
Su cabello era de color rosa muy largo, llegándole hasta la parte posterior de las rodillas y un fleco le tapaba el ojo derecho, el otro ojo que era con el cual vigilaba a Naruto, era de color rosa tambien pero mas intenso que su cabello, tenia el ceño un poco fruncido mientras le miraba y al final Naruto decidió que lo mejor sería llevarse sus penas a otro lado en lugar de seguirlas desahogando frente a una niña.
Sin embargo cuando estaba por levantarse del suelo una sombra pareció cubrirlo.
En un pestañeo aquella extraña chica se había colocado delante suyo y lo examinaba...
-Que te ocurre?- preguntó al fin la extraña.
-N-nada- balbuceó Naruto sorprendido por esa repentina velocidad, aunque era estupido alarmarse dada la gran variedad de poderes que poseían todos los alumnos de Hero School...
-Estas llorando- dijo la chica aun mirándolo fijamente como si lo estuviera evaluando de algún modo.
-Si.. Es obvio jeje... No deberías estar en clases pequeña?- preguntó Naruto amablemente secandose la cara y poniéndose de pie delante de la chica...
-Pequeño es tu cerebro.- respondió la chica con el rostro ensombrecido y una expresión que casi asustaba de no ser por lo dulce que lucia.
-Ha! Aveces pienso que si...- murmuró Naruto recordando de nuevo como Sasuke lo había engañado.
-Pero que? No tienes nada mejor que hacer que estar aqui mirándome?- dijo al fin Naruto.
-Mis clases terminaron...-
-En que curso estas? No recuerdo haberte visto nunca antes... Ni siquiera en los cursos de los mas pequeños- dijo Naruto examinándola de arriba abajo.
-Que importa. Y no soy pequeña, tengo 15 años.-
-Oh que grande! Pues yo tengo 17- se rió Naruto, y esta vez la risa fue un poco mas sincera, aquella chiquilla le agradaba a pesar de la horrible sensación que había tenido la primera vez que la vio...
-Como te llamas?- preguntó al fin el rubio al ver que ella no le seguía en las risas.
-Mica. Y tu?-
-Naruto, mucho gusto- dijo el ojiceleste tendiéndole una mano que Mica no tomó.
En ese momento dos chicas mas parecieron aparecer de la nada en dirección a donde estaban Naruto y Mica, una de ellas caminaba como un muchacho, era alta, delgada y de cuerpo plano, con el cabello azul y largo, su expresión era fría e intimidante incluso mas que la de Mica, la otra joven que venía a su lado se veía mas relajada y mas sociable tenia el pelo largo y negro y los ojos de un hermoso color violeta. Las dos chicas eran muy lindas pero Mica era la que mas dulce se veía.
Cuando las dos llegaron junto a ellos se quedaron mirando alternativamente a Naruto y a Mica como su estuvieran viendo extraterrestres... Al final fue la de aspecto mas rudo la que habló.
-Que haces hablando con uno de estos gusanos?- su voz sonaba grave y miró de arriba a abajo a Naruto como si fuera el peor de los insectos.
-No seas asi Satsuki...- murmuró la de ojos violetas -Buenas, yo soy Yuno y esta fea que te habló mal recién es Satsuki... Tu quien eres?- el final de la frase sonó casi agresivo en tanto la tal Yuno no despegaba los ojos de Mica...
-Soy...Naruto- atinó a decir al fin el rubio con los ojos dilatados de sorpresa ante ese grupo de guapas chicas que a pesar de su aspecto se le antojaban peligrosas.
-Y bueno que estaba pasando aqui?- insistió Yuno algo nerviosamente, sus ojos seguían clavados en Mica.
-Ejem... Simplemente él estaba llorando y me acerque a preguntarle que pasaba-
La cara de sorpresa de las otras dos fue aun mayúscula después de eso.
-Pero ya está bien asi que vamonos- ordenó Mica quien tenia toda la pinta de llevar la voz cantante en aquel extraño grupito...
Las otras dos la siguieron en seguida sin dedicar una segunda mirada a Naruto y el rubio se quedó  otra vez solo, reflexionando sobre su desgracia con Sasuke...
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-Entonces, que hacías hablando con ese?- preguntó Yuno al fin cuando las tres se habían alejado lo bastante como para que nadie las oyera.
-Simplemente percibí un gran poder y me dejé llevar hacia él. No esperaba encontrarme un chico llorando...- respondió Mica...
-Pues yo no percibí nada- decretó Satsuki - Y a pesar de que ya nos hayan dejado libres lo mejor es no sociabilizar con ninguno de estos gusanos.-
-Ahhh por que?? Si lo mejor de estar libres es que ahora podremos estar con los demás...- dijo Yuno con voz eufórica.
-Yo la verdad no entiendo como tu acabaste en la clase negra - murmuró Satsuki.
-Quieres que te lo recuerde?- preguntó la aludida dándose la vuelta para mirarla fijamente. Sus ojos antes violetas ahora estaban rojos como el fuego.
-Basta las dos- ordenó Mica con una voz escalofriante y los ojos rojos también -Ahora que estamos libres es el momento de comenzar a planear. Nos han quitado la tobillera que restringia nuestros poderes. No se de quien fue la idea ni cual es su propósito, o si todo esto no será una prueba para ver si logramos dominar lo que llevamos dentro. Sea lo que sea se han confiado. Y es el momento de hacer lo que venimos planeando entre sombras hace mucho.- dijo Mica entrando en el cuarto del ala de las chicas que recientemente les habían asignado a las tres...
-Por eso te seguimos Mica- sonrió Yuno y a pesar de la dureza de su rostro, tambien Satsuki sonrió.
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-Está seguro Detective Paul que esto es una buena idea?- preguntó de nuevo el honorable anciano de larga barba blanca que se hallaba sentado detrás de su escritorio. Su expresión aun reflejaba pena por la muerte de su ahijado y Snape, quien era quien había perdido a su hijo, simplemente no dejaba de soltar lagrimas en silencio.
-Estoy absolutamente seguro- respondió Paul con sus ojos marrones clavados en Dumbledore. Era un hombre apuesto de unos 25 años y cabello negro, alto y de aspecto serio e inteligente.
-Para mi es un completo error dejar libres a los alumnos de la clase negra.- replicó Dumbledore.
-La clase negra existe hace siglos en Hero School. Ahí van a parar los estudiantes y/o profesores cuyos poderes tienen una cierta tendencia maligna. Nadie sabe nada de esta clase exepto sus propios integrantes y el director y el subdirector. El objeto de la clase es encauzar la esencia de esos poderes malignos para ser utilizados para el bien. Bien, el dejarlos libres no solo servirá a mi plan si no que tambien será útil para saber si vuestros métodos de corrección de esa maldad están siendo eficaces.- respondió Paul tranquilamente.
-Como es que sabe todo eso!?- exclamó Dumbledore sorprendido.
-Se olvido que ha contratado usted al mejor detective del mundo.. Aunque según mis cálculos solo es posible en un 15% que el asesino este entre los integrantes de la clase negra.. Pero debo descartar esa posibilidad lo antes posible. Por otro lado basándome en las recientes investigaciones que realice estoy seguro en un 95% que el asesino no fue una sola persona. Si no dos...-
-Es increíble...- murmuró Dumbledore...
-Solo es mi trabajo- respondió Paul.
-Por cierto, donde esta su compañero?- preguntó al fin el director.
-Se encuentra descansado en las habitaciones que tan amablemente nos han asignado. No ha sido un buen viaje para él y esta descansando. Sin embargo apenas se recupere se pondrá a colaborar conmigo.- respondió Paul dándose la vuelta para marcharse...
-Y no se preocupen. Descubriré a los asesinos sea como sea...-
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Después de aquella agotadora conversación lo primero que hizo el detective Paul fue marchar a paso rápido hacia las habitaciones que le habían sido asignadas a él y a su compañero, con aspecto un tanto nervioso.
Dentro del cuarto se escuchaban ruidos sofocados que hicieron apretar aun mas el paso a Paul.
-Por dios Marshall... Deja de hacer tanto ruido, te escucharan todos!- exclamó Paul apenas abrió la puerta y cerrándola con rapidez a sus espaldas.
Sobre una de las dos camas yacía un hombre guapísimo y muy pálido, de ojos y cabello negro como la noche. Tenia la expresión distorsionada de sufrimiento pero de inmediato intentó cambiarla por una mas apacible para que su compañero no notara nada...
-Cierra... La boca... Estoy perfectamente...- murmuró Marshall desde la cama, tenia las manos unidas en el pecho como si se encontrara en un ataúd.
-No puedes trabajar nada de esta manera. Apenas pueda te conseguiré algo de sangre- respondió Paul sentándose en su cama y mirando a su compañero...
-Apenas puedas... Tu si que sabes como consolar a un vampiro...- susurró Marshall -Todo este maldito lugar esta tan lleno de humanos... Y todos esos humanos están tan llenos de sangre...que siento que si doy un solo paso fuera de esta habitación... No seré responsable de mis actos...-
-Estas babeando colega... Esto pasa por no hacer un alto para alimentarte durante el viaje. Todo por que no podíamos retrasar mas la llegada...-
-Lo se...- murmuró Marshall - Y deja de pensar que me veo guapo con expresión sufrida.-
-Y tu deja de leerme la mente...- refunfuñó Paul algo avergonzado, pero enseguida se levantó -Tengo que hablar contigo sobre el caso y no puedo hacerlo si estas en ese estado, de verdad no quieres un trago de mi sangre?-
-Prefiero morir.. A beber sangre de perro... Vale lo siento... Te considero mi amigo pero vuestra sangre sabe realmente mal... Quien diría.. Que un vampiro y un hombre lobo... Acabaría siendo colegas detectives... Un par de monstruos... Enemigos por naturaleza... Buscando redimirse...- murmuró Marshall...
-Humpf... Solo eres mi amigo por que has renunciado a ser un asesino... Pero si me topara con otro vampiro que sea mas tradicional lo mataría sin dudarlo...- respondió Paul.
-No es que queden ya muchos... Los de sangre mas pura son los mas peligrosos y cuando veníamos creí notar la presencia de uno de ellos... Asi que estate alerta...-
Paul asintió y luego sonrió un poco -Iré a la enfermería a ver si consigo que nos donen un poco de sangre, vuelvo enseguida...-
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-Y bien? No me veo excelente?- preguntó la peliverde dando una vueltecita con el uniforme de la escuela puesto delante de su amigo Shadow.
-Me sorprende que te aceptaran en la escuela- fue toda la respuesta de este.
-Oh vamos, después de todos los años que pasé escondida en ese bosque venir a esta escuela es como un soplo de aire fresco para mi... Estaba demasiado aburrida...- suspiró Bulma echándose en la cama de su amigo.
-No tienes habitación?- preguntó Shadow, quien estaba algo nervioso desde que había perdido de vista a Vegeta y se había enterado de la cantidad de pretendientes que rondaban al joven príncipe.
-Lo tengo pero prefiero estar aquí. Tu ya eres viejo en esta escuela asi que quiero que me presentes chicos guapos- dijo la peliverde con voz coqueta.
-A pesar de que vengo aqui hace algunos años no conozco casi a nadie, solo he estado aqui para vigilar a Ve... Para instruirme en como usar mis poderes- se corrigió rápidamente Shadow.
-Jaja! Si claro! A mi no necesitas mentirme... En fin ya que estas deprimido por que el tal Vegeta esta rodeado de hombres guapos yo me marcharé a la cocina a ver si tienen algo de comer... Lo bueno de ser mitad humana es que no dependo de la sangre para vivir!- sonrió Bulma felizmente antes de levantarse de la cama de su amigo y marcharse del cuarto.
E iba la peliverde tan distraída pensando en todas las cosas interesantes y divertidas que podría hacer en aquella escuela cuando chocó contra un chico alto y musculoso que venía igual de distraído que ella...
-Auch!- se quejó la peliverde casi al borde de caerse sentada al suelo.
Por suerte el chico reaccionó rápido y la sujetó del antebrazo con fuerza para evitarle la caída.
-Lo siento- se disculpó Goku con la mano libre detrás de la nuca y una sonrisa apenada en su rostro guapo e inocente -Iba súper distraído -
-No te preocupes...- respondió Bulma mirándolo con un nuevo brillo en los ojos y una sonrisa encantadora, recordaba que aquel era uno de los chicos guapos que habían ido a buscar a Vegeta el dia que este había terminado en su casita del bosque con ella y Shadow...
-Estas bien?- preguntó Goku , soltándola al fin -Si.. No soy tan débil como parezco. Pero soy nueva aqui... Podrías indicarme donde queda la cocina?-
-Justamente iba para ese lado... Ven conmigo- se ofreció Goku, y el saiyan y la peliverde se marcharon juntos rumbo a la cocina.
En el trayecto surgió la conversación respecto a lo ocurrido hacia un par dias en la casa de Bulma y Goku al final termino contándole todo a la peliverde, desbordándose en un torrente de palabra desconsoladas...
-Lo siento... La verdad es que necesitaba a alguien con quien desahogarme - dijo al fin Goku cuando terminó de contarle todo a esto Bulma.
Había agarrado un balde enorme de helado y comía directamente de el mientras Bulma lo miraba compasivamente.
-Es una lastima que ese tonto de Vegeta no valore a un chico maravilloso y guapo como tu... Y que encima lo ama con locura... Sabes, creo que deberías olvidarte de él y tratar de comenzar de nuevo... Por lo que me dices él esta enamorado de Sasuke...-
-Si... Lo está - dijo Goku con gesto de dolor -Pero pasará bastante tiempo hasta que lo olvide... Además tendremos que estar juntos siempre... Por la cuestión del bebé...-
-Eso es verdad...- murmuró Bulma quien aun no se podía creer este ultimo detalle... -Pero... Aun eres joven... Busca tambien tu felicidad, no olvides eso-... Dijo al fin la peliverde con una sonrisa encantadora que provocó otra media sonrisa en Goku...
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-Nos van a descubrir estoy seguro...- dijo Misaki por milésima vez dando vueltas en círculos en la habitación de su profesor. Akihiko por su parte simplemente estaba echado sobre su cama, la viva imagen de la despreocupación, fumándose un cigarro tras otro. De no ser por lo pálido de su semblante y lo turbio de sus ojos cualquiera diría que mantenía su fría calma de siempre...
-Lo peor es que SE que ya están aqui... Y son buenos... No tardarán nada en saberlo todo... Estamos perdidos... Escapemos!!- dijo frenéticamente Misaki...
-Si escapamos es lo mismo que confesar ..- respondió Usagi-san apagando la colilla de un cigarro en un cenicero que ya estaba lleno...
-Entonces que haremos??- casi gritó Misaki. -Primero que nada intentar tranquilizarnos... Y actuar con normalidad... Asi que por ahora ver aqui...- murmuró Akihiko abriéndole los brazos a Misaki desde la cama.
El ojiverde fue hacia él y se acostó a su lado, acurrucándose entre esos brazos que lo hacían sentir sumamente protegido...
-Sabes que te quiero... Y nunca dejaría que nada malo te pase...- murmuró Usagi -san besando con cariño el pelo castaño de su adorado Misaki...
-Te quiero tambien- respondió el ojiverde con la cabeza sobre el pecho de su sensei y los ojos fijos mirando a la nada, preguntándose que seria de ellos a partir de ahora...
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Mientras tanto algo horrible se escurría dentro de la mente de Vegeta...
Una pesadilla....
Solo podía ser eso... Una maldita pesadilla...
En su sueño él era mas pequeño y había otra persona que identificó como Sasuke, tambien en su versión de niño...
Habían sido... ¿Novios?
Pero alguien había matado a todos... Y Sasuke sin siquiera explicarle nada le había ordenado que se marchara... Que ya no quería saber de él... Entonces por primera y única vez en su vida el príncipe había sentido lo que era tener el corazón roto...
Dentro de su sueño Vegeta se pregunto si su asco y homofobia no se deberían a esa mala experiencia...
Y que pasaba si todo este tiempo él... Simplemente había sido asi por culpa de Sasuke? Por culpa de aquel amor de preadolescentes?...
Ahora Sasuke lo había vuelto a besar con es intensidad aunque mucho mas adulta y menos inocente... Lo había vuelto a tocar de esa manera... Y su cuerpo simplemente había enloquecido...
Ahora podía recordarlo todo...
Y mientras recordaba todo esto, de a ratos por su mente pasaba el rostro de Goku...
¿Por que Goku estaba allí tambien?
Ah... Cierto... Él sería el padre de su hijo...
Goku... Sasuke.... Sasuke... Goku...
-No!!!- exclamó el príncipe despertando de pronto y sentándose en la cama sobre la cual se había desmayado hacia ya un par de horas...
Sus sueños lo estaban dejando mas confuso de lo que ya estaba...
Entonces se acordó de lo que había pasado con Sasuke y su rostro enrojecio hasta echar humo... Por suerte el otro pelinegro no estaba por ningún lado...
-El muy cobarde huyo para que no lo mate- refunfuñó Vegeta...
Aunque teniendo en cuenta su confusión y su vergüenza no era que estuviera muy predispuesto a ponerse violento...
Sin embargo lo que había recomendado la enfermera había surtido efecto y la fiebre estaba casi extinta de su cuerpo...
Todo había sido cuestión de recibir dulces y ...placer...
Vegeta no quería pensar en esto ultimo asi que decidió irse de la habitación y salio de la escuela a respirar un poco de aire puro cerca de un pequeño lago que había a unos metros dentro del bosque.
Era media tarde y el cielo se veía gris. El aire era puro, limpio y fresco y ayudaba a Vegeta a aclarar sus ideas... El lago de agua plateada tambien estaba calmo y apenas si se mecían sus aguas con la suave brisa...
El bosque estaba silencioso, todos los pequeños animales que lo poblaban se habían refugiado ya en sus respectivos huecos y madrigueras a la espera de la tormenta que no estaba muy lejana. Todo lo que había en aquel tranquilo lugar era el susurro del viento entre las hojas de los árboles...
Sintiéndose algo mas en paz, el príncipe se sentó sobre la hierba y se quedó mirando las tranquilas aguas donde algún que otro pez creaba de cuando en cuando alguna onda en su superficie...
No supo cuanto tiempo permaneció de esa manera, sumido en su propia mente. Pero no debió ser un rato muy largo, hasta que otros pasos sobre la hierba le alertaron de la presencia de un intruso en su paraíso de calma...
El príncipe volteó la cabeza para ordenarle al intruso que se largara pero las palabras se le atascaron en la garganta al ver de quien se trataba...
Un chico pelinegro y de ojos oscuros...
Al verlo lo primero que le vino a la mente a Vegeta fue el vergonzoso recuerdo de lo que había pasado asi que se ruborizó de inmediato y se puso de pie para largarse lo mas rápido posible de aquel lugar... Sin embargo antes de irse Sasuke lo sujeto con fuerza del brazo y el príncipe cerró los ojos involuntariamente, como esperando un beso.
Pero el Uchiha no lo besó...
-La-lamento haberte obligado a algo hoy... Yo... Te amo Vegeta... Quisiera que estuviéramos juntos para siempre... Pero si has olvidado nuestro amor... No puedo hacer nada... Yo... Simplemente quería que lo supieras...- soltó Sasuke a toda velocidad y con un temblor nervioso en la voz.
-Dejame ir- apenas murmuró Vegeta sin querer mirarlo...
-Está bien- respondió Sasuke soltándolo... -Pero te estaré esperando aqui... Esta noche... Parece que lloverá, como la noche en que nos separamos... Espero que esta sea la noche que nos vuelva a unir... Estaré aqui... Vengas o no... Estaré aqui esperándote por siempre...-
Vegeta no dijo nada mas y salió huyendo hacia Hero School. La poca paz que había conseguido en aquel lugar se había desvanecido definitivamente...