POV Lysandro
Salí de casa lo más pronto que pude para no darle tiempo a Leight de detenerme. El tramo a casa de Castiel no era demasiado largo por lo que ni siquiera me moleste en tomar en tomar un taxi, además de esa forma la caminata y el aire me ayudarían a pensar bien en lo que estaba a punto de hacer.
Mientras recorría el último tramo de calle una fuerte oprecion se hizo presente en mi pecho, algo no estaba bien así que apresure mi paso hasta quedar frente a la puerta del departamento de mi amigo.
-Cast? Nath? Castiel ábreme porfavor, es urgente -
Al no recibir respuesta seguí tocando de forma insistente ya que si ambos dormían no me escucharían tan fácilmente.
-Tsk, ya van,ya van!! Joder conejo, que no ves la maldita hora que es?-
-No las más idóneas sin duda-
Mientras respondía vi como la puerta se abría dejado ver a un Castiel molesto, sin camisa y con los pantalones desabrochados dejando ver bien claro que había interrumpido algo que, por mí bien mental, esperaba hubiese empezado solo.
-Me invitarás a pasar o querrás que hablemos desde la comodidad del marco de tu puerta?-
Me miro unos segundos antes de hacerse a un lado para dejarme pasar tras lo cual azotó la puerta , procediendo a pasar al lado mío y acomodarse en su sofa con un cojín sobre de él.
-Si sabes lo peligroso que es que estés fuera a estas horas y con esa pinta verdad? Cuál es la urgencia Lys? Pudiste haber llamado -
-Donde se encuentra Nathaniel?-
Al escuchar mi pregunta se rebullo un poco en su sitio y aproveché esa pequeña pausa para tomar asiento frente a él.
- Al menos pusiste atención a algo de lo que te dije?!-
Su actitud comenzaba a molestarme un poco, claro que le había prestado atención pero yo también quería una repuesta y, considerando el estado en que se encontraba mi pelirrojo amigo, estaba claro que mi pregunta era aún más importante de resolver, aún así suspiré y tras observarlo largamente decidi responder primero, después de todo fui yo quien irrumpió en su casa.
-Disculpa que me presentara de esta forma y sobre todo a estas horas, sabes que no lo hubiese hecho de no ser un tema urgente. Es solo que- Añadí al ver que tenía toda la intención de interrumpirme- Necesito hablar contigo Castiel y no es algo que pueda aplazar por más tiempo, a mi... A mi me gusta Nathaniel-
POV Castiel
Esperen que?.... Que demonios acababa de decirme? A él...a Lys le gustaba Nathaniel? No, tenía que tratarse de una broma, eso o estaba ya tan cansado que había escuchado estúpidamente mal, sí eso debía ser, comencé a reír bajo lo que me gané una mala mirada por parte de mi amigo.
- No entiendo cuál es la gracia-
- Lo siento Lys, es que por un momento creí entender que te gustaba el delegado-
- Y eso fue exactamente lo que dije-
Nos quedamos callados, observé detenidamente a mi albino amigo, tenía la mirada decidida y el pelo desaliñado, seguramente el tonto solo había atinado a ponerse bien el abrigo antes de salir corriendo de su casa para venir a ver al rubio que minutos antes había tenido gimiendo debajo de mi, maldita sea, con que cara iba a ver ahora a Lysandro a los ojos? Sonreí de medio lado.
-Asi que...Nath es el chico afortunado he?-
Que demonios estaba diciendo? Lys me miro un tanto incrédulo , y como no? Después de todo era más que obvio lo que había pasado en mi departamento antes de que llegara , cierto?
- Entonces.... Eso no te supone ningún problema?-
- A mi? Por supuesto que no- Pero que estupideces estaba diciendo?- porque tendría algún problema?- me levanté despacio para dirigirme a la cocina subiéndome el cierre de pasó.
-Bueno, a decir verdad , al verte pensé que tú ... No, no es nada, al parecer solo eran imaginaciones mias-
Comencé a rebuscar algo para ofrecerle y ganar tiempo para aclarar mis ideas pero...
-Demonios ... Se terminó el café-
POV Nathaniel
Llevaba ya un rato sin escuchar nada, o sería que me quede dormido por un momento? Era posible ya que me sobresalté al escuchar un suave golpe en la puerta .
- Ya déjame de una buena vez en paz Castiel!-
-... Soy Lysandro, puedo pasar?-
Me levanté rápidamente y tras ponerme una sudadera abrí la puerta solo para ser recibido por un fuerte abrazo por parte de él, tan cálido y lleno de afecto que por unos instantes olvide lo que acababa de suceder con cierto pelirrojo, por aquello mismo y en parte también por inercia correspondí a aquel abrazo aferrándome a su cintura a la vez que enterraba mi rostro en su pecho. Estuvimos así solo por unos pocos segundos antes de que yo mismo rompiera el contacto.
-Que estás haciendo aquí?
Lo único que recibí por respuesta fue el roce de unos cálidos labios sobre los mios