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Mi oscura obsesión por Izarblack

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Notas del fanfic:

Como todos saben, ni Batman ni Superman me pertenecen.

(Si fuera así, ya habría hecho un imperio de películas, series y mangas yaoi sobre Bruce y Clark XD)

Amo esta pareja. A medida que vaya avanzando el fanfic, todo irá cambiando, pero por lo pronto, aquí os dejo con Lemon :3~ para que no haya quejas XD.

Notas del capitulo:

No es para MENORES. El Capítulo contiene Lemon Hard.

Contenido sexual fuerte, no apto para mentes sin corromper Dx.

Espero que disfrutéis el capítulo, y dejéis algún comentario )8, para ver si debo continuarlo, o dejarlo tal cual. Muchos besos a todos y todas! ~ 

En el Daily Planet el revuelo era tremendo. Ese día acudiría el famoso multimillonario Playboy, príncipe y niño mimado de Gotham, Bruce Wayne.

 

Los periodistas, valga la redundancia, se aglomeraban en las puertas del gran edificio cuchicheando con emoción, y preparando sus cámaras para fotografiar a uno de los hombres más codiciados. Y dentro del edificio, la situación no era muy diferente.

 

Lois Lane se acercó a su gran amigo Clark Kent, con una sonrisa notable, y los ojos brillantes. Su amigo ese día estaba extraño, casi podía notarlo seco y borde, y eso era algo casi imposible, Clark siempre era un buenazo- ¿Te has enterado verdad!?

 

-Cómo no enterarme- Contestó el hombre de forma algo ruda, sin mirar hacia la chica demasiado- Ha salido en portada los últimos tres días.

 

Lois frunció el ceño ligeramente, inclinándose hacia él- ¿No te agrada Bruce Wayne?

 

- Me parece un niñato mimado y presuntuoso..- dijo entre dientes. Y no era para menos.

 

Desde la unión de todos en la JLA, dos años atrás, su relación con Bruce había cambiado a pasos agigantados. Desde el principio se había acercado a él, atraído por ese magnetismo oscuro que tenía el murciélago, y antes de darse cuenta. No solo Batman lo había atrapado completamente, ¡Resultaba que el Héroe Nocturno era Bruce Wayne!.

El jodidamente sexy e irresistible, Wayne.

 

La relación de ambos era un tira y afloja. Discutían casi constantemente, y no era para menos. Bruce podía llegar a ser insoportable a veces, pero estaba loco por él.

 

Habían tenido peligrosos momentos de cercanía, insinuaciones.

 

 Jugaban constantemente. A Bruce le gustaba jugar, y Superman, no era para menos.

 

Seguía sus acciones a cada momento, obsesionado con él. Con esos bellos ojos del color del mar, esa piel pálida, y ese pelo negro como la noche. Con esa apariencia fría y oscura, que ocultaba un corazón compasivo. Un niño huérfano, dedicado a dejar su vida por los demás. Y él quería ser el bálsamo de ese chico solitario e independiente. Llegaría hasta él en algún momento, y lo haría totalmente suyo por completo.

 

Pero ese mismo día, estaba cabreado.

 

Hacía una semana que le había perdido la pista a Batman, habían discutido, y el murciélago había desaparecido completamente de sus radares.

 

Y era vergonzoso admitirlo, pero Batman podía escapar de sus superpoderes, como nadie lo había logrado jamás. Nadie podía ocultarse de él, excepto el señor de la noche.

 

Y tras buscarlo durante más de seis días, de pronto aparecía en su trabajo.

 

“Una maravillosa entrevista con el multimillonario Bruce Wayne”.

 

Y se preguntaba entonces, a qué jugaba el maldito murciélago.

 

-Ya viene - susurró Lois atropelladamente, obviando su comentario anterior, al ver que el ascensor se abría, y casi todo el mundo se ponía en pie, o miraba hacia un punto concreto, todos deseosos de ver a ese escurridizo y famoso hombre.

 

Clark Kent elevó la mirada despacio, respirando enseguida el aroma que tanto lo enloquecía, y que solo pertenecía a una persona. Escuchó sus latidos calmados, y su respiración suave. Y finalmente lo vio, y maldijo a todos los dioses.

 

Bruce había salido del ascensor, con una expresión calmada, y una educada sonrisa en sus labios. Su bello rostro, emulando una expresión neutral. Llevaba un costoso traje, conformado de un pantalón negro, una camisa gris plata, elegante, junto a una chaqueta del mismo color obsidiana, caminando con elegancia y clase. Como un dios entre mortales, pensó irónicamente el propio Superman.

 

Todo el mundo comenzó a saludarlo atropelladamente, y todos los ojos se colgaron de él, como arañas pendiendo de un hilo. Incluso Lois miraba con asombro al bello millonario. Y Clark, Clark estaba furioso.

 

Notando las constantes revolucionadas de toda la plantilla. Incluso las pulsaciones de Lois se habían incrementado.

 

El jefe como era natural, prácticamente abordó a Bruce, dándole la bienvenida con una flamante sonrisa, y el señor de la noche miró hacia Lois, y luego hacia Superman.

 

Azul claro contra azul oscuro.

 

Las miradas de ambos chocaron como una hecatombe, y Bruce esbozó una maliciosa sonrisa, que a ojos de todos pareció sexy.

Clark apretó los puños con brusquedad, aguantando la situación en silencio.

 

-Ella es la señorita Lane- escuchó Clark tras salir de sus pensamientos. Mientras Bruce dedicaba una atractiva sonrisa hacia la chica, inclinándose un poco, poniendo aún más rabioso a Clark- Y él es el Señor Kent- finalizó al jefe, mientras Bruce extendía una mano hacia Superman poco después, con una “inocente”, sonrisa.

 

-Encantado Señor Kent- su suave voz lo alteró, y extendió su mano hacia la de Bruce, estrechándola con algo más de fuerza de la necesaria. Tragando al hacer contacto sus pieles, abarcando su mano casi por completo la del otro, por la diferencia de tamaños.

 

- Ellos le harán la entrevista señor Wayne- prosiguió el hombre volviendo a parlotear, y Bruce soltó su mano de la de él. Dejándolo ansioso.

 

¿Ansioso de qué?

 

Espera. ¿Qué?.

 

Clark miró sorprendido hacia su superior. Debía ser una cruel broma. ¿Tenía que hacerle él la entrevista con Lois?. Joder

 

 

-No ha salido nada mal..-dijo la chica más de una hora después, con una sonrisa soñadora- Ah..ese hombre es fantástico.

 

Clark no respondió, más pendiente de la conversación que mantenía ahora su Jefe con Bruce tras la puerta, habiendo finalizado la entrevista.

 

-Permítame que le invite a almorzar- dijo Bruce en un tono amistoso, ofrecimiento que su Jefe tomó como un regalo del cielo- a usted y a los dos reporteros.

 

Clark apretó los labios al escucharlo, con la mente trabajando rápido. ¿Qué demonios se proponía Bruce?.

 

- Sería fantástico Señor Wayne!- exclamó el hombre con una sonrisa inmejorable- avisaré ahora mismo a la Señorita Lane y a Kent – Bruce sonrió de nuevo, sabiendo que Clark los estaba escuchando completamente.

 

- Voy al servicio…si me disculpa- dijo en un tono bajo- los esperaré a las 13:00 en la entrada del edificio- El otro hombre asintió de nuevo, deshaciéndose en halagos y elogios, y poco después Bruce salía de su despacho, clavando sus ojos inmediatamente en Superman.

 

Clark Kent lo atravesó con la mirada, mientras Bruce se alejaba por uno de los pasillos.

 

- ¡Lane, Kent!- Exclamó el hombre saliendo de su despacho, mirándolos inquisitivamente- almorzaremos con el Señor Wayne- anunció, provocando que Lois se emocionara, comenzando a hacer preguntas, y que Kent solo asintiera, sin apartar los ojos del pasillo por el cual el otro había desaparecido.

 

Pocos después, Superman se dirigía a los servicios.

 

Al entrar trancó la puerta, taladrando con los ojos a Bruce Wayne, que le esperaba calmadamente, de brazos cruzados, y apoyado contra uno de los lavabos.

 

-  ¿Qué pretendes?- dijo inmediatamente, con la voz gruesa. Batman solo ladeó la cabeza, mirándolo con más fijeza.

-   ¿No te alegras de verme?- Se burló significativamente el señor de la noche, dedicándole una sonrisita irónica- al fin y al cabo, has estado buscándome por muchos días.

 

Clark apretó los dientes, y en dos pasos estuvo casi pegado a Wayne, notándose por la cercanía la diferencia de alturas. Superman era realmente imponente, a pesar de vestir con ese estilo setentero, y esas horrorosas gafas.

 

Y Bruce se lo hizo saber con un gracioso susurro- Esas gafas no te van- Alzó la mirada, cuando Superman se inclinó hacia él, con esa misma expresión seria, y Bruce entrecerró los ojos- estás mejor sin ellas.

 

Entonces Superman dio un golpe a la pared, justo a un lado de Bruce, que resonó por todo el baño, y colocó su otra mano también en el lado contrario de su cabeza, acorralándolo contra el lavabo.

 

Las pulsaciones de Bruce aumentaron, y su respiración varió imperceptiblemente, cosa que Superman  notó a la perfección, juntando sus rostros, ahondando en esos hermosos ojos oscuros, cargados de secretos.

 

Bruce sonrió a pesar de todo con cierta arrogancia, chocando su aliento contra los varoniles labios de Superman- ¿Estás celoso?.

 

Clark apretó los labios, chocando su cuerpo despacio contra el de Batman, pegándolo por completo al lavabo, cosa que incomodó al menor, que hizo una leve mueca al sentir el grifo clavarse en su espalda. Se siguió pegando hasta que sus cuerpos estuvieron encajados, y Superman lo miró ahora con superioridad.

 

Batman pudo sentir su miembro contra la entrepierna de Clark, y llegó a una conclusión. O Superman la tenía enorme, o la tenía de buen tamaño, y ya estaba empalmado.

 

- ¿A que has venido?- susurró Superman contra sus labios, y Bruce Wayne separó los labios ligeramente, sin apartar los ojos de los otros azul claro, chispeantes por el enfado.

 

- A una entrevista, tontito- respondió con una sonrisita que enervó al otro, provocando que lo empujara aún más contra el lavabo, haciéndole algo de daño.

 

-No juegues conmigo..Batman- siseó Superman, observando la expresión incómoda del hombre oscuro. A pesar de estarlo apenas presionando, su fuerza era tal, que con apoyarse ligeramente en Batman, ya lo tenía casi aplastado contra la fría porcelana. Y podía sentir su delicioso cuerpo tenso por el leve dolor.

 

Solo por su cercanía, y su aroma, el miembro de Superman despertó de un respingo.

 

Y Batman lo notó perfectamente, y vaya que lo notó.

 

Se humedeció los labios con la lengua, teniendo la boca algo seca, notando los ojos del Superhombre seguir sin parpadear el corto recorrido de su lengua. Luego sonrió, provocador, y Clark Kent no lo soportó más, haciéndose con sus labios bruscamente.

 

Bruce contuvo un gemido, llevando las manos a los fuertes brazos de Superman, clavándole las uñas, y Superman inmediatamente lo rodeó con sus duros brazos, pegándolo aún más contra sí, apropiándose de él.

 

El beso era brusco, rudo y pasional. Sus bocas luchaban por el control. Superman parecía querer comerse su boca, y Bruce no se quedaba atrás, luchando por obtener el control, hasta que rozó con su lengua los labios del Superhombre, provocando un gruñido en éste. Entonces Clark lo apretó aún más contra sí, aprovechando un segundo de descuido del murciélago, para colar su voraz lengua en esa pequeña boca.

 

Batman soltó un quejido audible, arañando los brazos del más alto con la piel erizada al sentir esa gruesa lengua en su boca. Comenzando a recorrerla por completo. Superman invadió su boca extasiado, lamiendo, probando y succionando los suaves labios del señor de la noche, y rozando su paladar con delicia, agradado enormemente con su sabor. Bruce entonces movió su lengua, rozando la de Clark, y éste notó llamas en el cuerpo ante el contacto, mientras su polla seguía endureciéndose más y más en sus ajustados pantalones, doliéndole.

 

Batman estaba enormemente excitado al sentir ese enorme bulto contra él, y se lo hizo saber con un leve movimiento contra él, rozando sus entrepiernas, hecho que provocó un sonido ronco por parte de Clark Kent.

 

Sus bocas se fusionaron durante minutos interminables, deseosas y húmedas. Bruce comenzaba a respirar agitado, pudiendo hacerle frente cada vez menos a Superman, que se comía literalmente su boca sin descanso. Como si ésta fuera un bocado exquisito.

 

Y lo era.

 

Clark lo apretó aun más contra sí, para contener sus propias ansias de tocarlo, reprimiéndose, hasta que Batman volvió a realizar un movimiento ondulante contra su cuerpo, y ese acto hizo que se separara de su boca, mirándolo penetrantemente mientras un hilo de saliva conectaba sus bocas.

 

Los ojos de Superman estaban ligeramente oscurecidos, y observaba ahora los deliciosos labios de Bruce, hinchados y enrojecidos por su propia gula. Luego clavó sus ojos en los del murciélago, susurrando roncamente- No tientes a la suerte.

 

Batman, que intentaba regular la respiración, entrecerró los ojos, volviendo a rozar su entrepierna ya dura contra la del Kriptoniano. Superman apretó los dientes, mirándolo peligrosamente- Wayne..

 

-¿De qué tienes miedo?..Kal-El..- susurró sensualmente el Caballero Oscuro, descontrolando al mayor al decir su nombre real, y de esa manera. Un leve brillo rojizo invadió los ojos celestes del Superhombre, y pocos segundos después, había subido con brusquedad a Bruce al lavabo, clavando sus enormes manos en el trasero redondeado del murciélago. Batman contuvo la respiración sin tener tiempo a reclamar, antes de que Superman lo empotrara contra sí mismo, exprimiendo sus glúteos, y comenzando unas duras embestidas contra la entrepierna del otro.

 

Un jadeo ahogado escapó de la boca de Bruce Wayne, mientras Clark frotaba sus entrepiernas con rudeza. Estaba demasiado excitado, descontrolado por el profundo deseo reprimido por el murciélago de Gotham, y se frotaba contra él de tal forma, que a pesar de la ropa, sus miembros se friccionaban duramente.

 

Batman apretó los labios, con los ojos casi cerrados, sintiendo su cuerpo en llamas. Su pene totalmente hinchado sentía por completo el miembro del otro. Enorme, demasiado caliente para ser humano, casi ardiente. Notaba como su propia ropa interior comenzaba a humedecerse debido a la situación.

 

Superman inhaló con fuerza, casi fuera de sus cabales al aspirar el aroma ahora cambiado de Bruce, oliendo su excitación, su esencia. Observando como varias gotas de sudor perlaban la frente del murciélago, y su rostro normalmente pálido y sereno, comenzaba a tomar color. Palpó con sus dedos el culo del caballero oscuro, notándolo terso, sintiendo que lo abarcaba por completo con sus manos, reprimiendo sus más oscuros deseos de arrancarle la ropa para ver si era tan perfecto como los pantalones que solía usar Bruce Wayne manifestaban.

 

Con morbo, sobó su trasero, escuchando un leve quejido del estoico murciélago, y la satisfacción lo llenó por completo al escucharlo. Quería oírlo más, mucho más. Sacarlo de sus casillas, enloquecerlo.

 

Bruce no soportaba esas atrevidas manos en su culo, ni la dura fricción entre sus miembros. Sentía que se correría en cualquier momento, y sin pensar, rodeó con brusquedad las caderas del otro con sus piernas, encajándose contra él del todo. Clark respiró hondamente para no perder el control, y clavando sus ojos en los del Señor de la Noche, comenzó a follárselo literalmente con ropa.

 

Embistiendo su polla ya inflamada y húmeda contra la entrepierna de Batman, perdiéndose en los ojos del chico oscuro con intensidad.

 

Bruce no pudo contener los gemidos más, soltando sonidos ahogados, que encendieron aún más si era posible a Clark.

 

Bruce era bello, pero ahora simplemente estaba follable. Con esa expresión abandonada al placer, los labios rojos y entreabiertos, la piel ligeramente brillante por el sudor. Superman nunca se había imaginado ni siquiera una imagen más perfecta que esa, y sin poder evitarlo volvió a hacerse con sus labios, besándolo demandante.

 

Pero de pronto, unos golpes en la puerta los congelaron.

 

Batman, salió un poco de su embebimiento, separándose de los labios del mayor, para mirar hacia la puerta tenso. Superman, a pesar de ser un Boy Scout por naturaleza, giró la cara con acidez hacia la puerta, viendo con su visión a tres hombres tras ésta, esperando para entrar al baño que había cerrado con llave.

 

Contuvo un sonido rabioso, apretando más aún a Batman contra sí, negándose a separarse. Batman tragó con demasiada dificultad, sin saber qué hacer. Su cuerpo ardía, su pene completamente húmedo palpitaba sin tregua, incluso su entrada estaba algo dilatada, deseosa del contacto de Superman.

 

- Tienen que entrar- susurró Bruce costosamente, y Superman se separó entonces de él contra su voluntad, dejándolo libre. Bruce observó el enorme bulto en el pantalón del Superhombre, hipnotizado. Se veía enorme, y una mancha de humedad se notaba en uno de los laterales. Esa imagen provocó una punzada en su pene, y no pudo evitar sonreír pervertidamente. Imaginando demasiadas cosas a la vez.

 

Clark Kent le dio la espalda, hablándole sin girarse- Yo no puedo disimular esto, abre tú la puerta- dijo de forma borde y directa, metiéndose en uno de los cubículos del baño. Bruce parpadeó sorprendido, volviendo a la realidad al escuchar más gritos desde fuera del baño. Intentando despejar su mente, se quitó la chaqueta, para tapar su entrepierna, y se dirigió a la puerta ahora con una expresión neutral, abriéndola, observando a los tres hombres de fuera con frialdad, para ocultar el fuego que lo quemaba- Uno de los lavabos estaba estropeado- y sin más, salió de los aseos, dejando a los tres hombres interrogantes. Y éstos entraron poco después.

 

Bruce decidió ir a tomarse algo muy frío, sin saber muy bien como solucionar el doloroso problema entre sus piernas, pensando algo divertido en Superman, imaginando que haría para solucionar su propio altercado. Pero el propio pensamiento, volvió a reavivar aún más su excitación.

 

No, no, Bruce, se dijo, deja de pensar en Clark.

 

Mientras el aludido, hacía todo lo contrario, sin salir del cubículo en el que se había metido. Por su mente calenturienta pasaban las imágenes de los últimos minutos.

Sin palabras, e ignorando los sonidos de la secadora del baño, o de la puerta al abrirse y cerrarse, llevó las manos a su pantalón, con una mueca por el dolor, desabrochando los botones a duras penas.

 

Bajó el pantalón un poco, viendo sus slips casi completamente mojados. Su glande asomaba inflamado por el borde del slip, emanando abundante líquido preseminal. Casi parecía querer romper la tela de su ropa interior.

 

Bajó la prenda con fuerza, conteniendo un jadeo cuando su polla fue liberada, mientras ésta se alzaba inmediatamente como un mástil hacia arriba, venosa, hinchada y enrojecida. Llevó su mano al tronco de éste, jadeando de nuevo simplemente al rozarla, apretando luego los labios al comenzar a bombearla. Tras pasar el primer instante de dolor, comenzó a apretarla con más fuerza, comenzando a masturbarse con brusquedad.

 

Realmente estaba al límite. Su miembro palpitaba con dureza, y sentía sus testículos enormemente hinchados, sensibles a la fricción de la ropa interior.

 

Cerró los ojos, imaginando que su mano era la suave de Batman. Que Bruce Wayne lo miraba con morbo, como hacía solo un par de minutos. Casi se había tirado sobre él de nuevo, al notar su abstraimiento, al observar su entrepierna sin discreción.

 

Imaginó que Bruce lo masturbaba, sin perderse detalle de su polla. Observando la punta babeante, y luego sus pensamientos se volvieron demasiado fuertes, al imaginar de pronto cómo se sentiría la pequeña lengua de Bruce indagando en el orificio de su glande. Sus esponjosos labios chupando sus testículos, su boca deseosa, succionando su polla por completo. ¿Le cabría entera?. ¿Le gustaría chupársela?.

 

Gruñó con fuerza, soltando varias gotas de líquido preseminal en el excusado. Mordiéndose los labios con esa erótica fantasía, de Batman arrodillado frente a él, mirándolo con hambre voraz, paseando su lengua despacio por toda su erección, desde la base hasta la punta. Podía casi imaginar la respiración agitada del murciélago, cuando penetrara esa deliciosa boca. Esa boca llena de palabras frías e irónicas, y al mismo tiempo el maldito cielo.

 

Y se corrió brutalmente, llenando el excusado de semen. Lanzó varios chorros, con la mente llena de perversiones, eyaculando con más brusquedad aún, con la cara de Batman en su cabeza.

 

 

Bruce Wayne..le había robado la razón.

 

Notas finales:

Akslñfklñsad >////<. Lo se..estoy enferma XD. Espero que hayais disfrutado del capítulo *-*. Espero vuestros comentarios con ganas >/< XD.


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