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Fugitivos I: Buscando Una Razón Para Vivir. por diidi1897

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Notas del capitulo:

muchísimo tiempo ha pasado y muchas cosas han pasado :( he estado leyendo la historia y bueno... me sigue encantando XD 

como ya había dicho seguiré publicando aunque ya no haya gente que siga mi historia :) aquí estará para que la lean cuando gusten :) o cuando ya esté finalizada xD jaja

los extrañaba :3 

 

 

En el capítulo anterior... 

 

 

Noté un ligero movimiento en una de las esquinas e inmediatamente encendí una lámpara pequeña que había sobre mi buró. La tenue luz alumbró mi cuarto y me sobresalté un poco al verlo recargado contra la pared, con los ojos cerrados y con los brazos cruzados frente a su pecho.
-Sean...- Murmuré débilmente para no despertar a Ana, quien se removió ligeramente entre las cobijas.
Sean entre-abrió sus ojos y me observó. No pude ver bien su rostro con tan poca luz.
-¿vas a ayudarme?- claro y directo, Sean no había cambiado mucho. Erguí mi espalda y lo observé fijamente.

-cuenta conmigo- 

 

Suspiró y se alejó un poco de aquel oscuro rincón de mi habitación. Por fin pude ver su rostro.

Su cabello estaba totalmente hecho un desastre, despeinado y sin una dirección fija, las ojeras estaban bien marcadas y sus ojos un poco irritados. Fuera de todo eso se veía "bien". Lo más probable era que dentro de él todo estaba mal.

Sean era de los que si estaba sufriendo difícilmente hablaba con alguien sobre sus problemas; él evitaba que la gente se enterara de sus pensamiento pero por ahora, todos sabíamos el motivo que lo tenía en ese estado. 

Se sentó a un lado de mí y la cama se hundió solo un poco. Ambos observamos en silencio a Ana, ella seguía en su mundo de sueños. El silencio no era incómodo, cuando Sean y yo nos habíamos conocido era muy difícil que platicáramos entre nosotros así que poco a poco nos habíamos acostumbrado a estar en silencio. Suspire hondamente

-¿has descubierto algo?- Sean mantuvo su vista fija sobre la pared de mi habitación 

-nada, ningún rastro-sus cejas se curvearon ligeramente, parecía exasperado- parece que la tierra se los tragó- se pasó los dedos entre sus cabellos. Ambos estábamos hablando entre murmullos para evitar despertar a Ana 

-no lo creo...- lo observé en silencio. Mis palabras de aliento ni siquiera a mí me alcanzaron- y dime... ¿Qué está pasando en la fábrica? Aparte de James, Ana y tu nadie más me ha visitado- me crucé de brazos intentando hacer un berrinche 

-probablemente no les caes tan bien como creías- sonrió un poco mientras me veía de reojo

-ja, ja, ja mira qué buen chiste- se encogió de hombros y se levantó de la cama sin hacer nada de ruido, guardó sus manos en los bolsillos de su sudadera y empezó a curiosear entre las cosas que había en mi buró- hablo en serio Sean, dime qué está pasando- tomó entre sus dedos un pequeño muñequito de porcelana que tenía olvidado por ahí. Guardó silencio un buen rato, viendo que más curiosear

-nos peleamos- giró su cuerpo para voltear a verme, su rostro no tenía ninguna expresión

-sí, lo sé, James me lo contó ¿Por qué se pelearon?-

-está en contra de que Daniel regrese, sigue aferrado a que estaremos mejor sin él-

-eso no es verdad-

-no me digas lo que ya sé Lucy- odiaba cuando empezaba a responder de esa forma

-quiero ayudarlos Sean, a ti y a Tom- observé a la dormilona de Ana- convencí a Ana de que nos ayudara, podemos buscar a más personas que nos ayuden, tengo 2 conocidos que son rastreadores- Sean se mantuvo expectante

-no quiero a gente que estorbe- otra vez...

-descuida, son excelentes en lo que hacen- me sentía orgullosa de decir eso, los dos chicos que tenía en mente no iban a decepcionarnos, encontrarían a Daniel en muy poco tiempo 

-¿Qué tipo de rastreo hacen?- cruzó sus brazos frente a su pecho

-uno es rastreo térmico y el otro es rastreo por olores- se sobó ligeramente la barbilla con su mano izquierda

-si, tal vez podrán ayudarnos- lo meditó un poco más hasta que asintió ligeramente con la cabeza

-¿No tienes alguna mínima idea de en dónde podría entrar Daniel?- 

-estoy suponiendo que en algún laboratorio nuevo, lo más seguro es que sea un lugar subterráneo- frunció ligeramente las cejas y sus hombros se relajaron un poco. Volvió a sentarse tranquilamente en la orilla de mi cama, dándome la espalda. Nos quedamos en silencio, notaba un aura extraña envolviendo a Sean; algo muy cercano a la nostalgia. Y fue en ese momento que estábamos experimentando los mismos sentimientos hacia Daniel. Lo extrañábamos y lo queríamos de regreso. 

-¿Crees que lo vamos a encontrar?- 

-me aseguraré de que así sea- sus hombros volvieron a tensarse y su espalda se volvió rígida. 

Nunca me hubiera imaginado ver a Sean de esa forma por alguien. Si no lo conocías de tiempo podría llegar a parecer una persona sin sentimientos, a la que no le importaba nadie; pero Sean me estaba demostrando lo contrario, queriendo solo a una persona, claro.

-Lucy- Sean rompió el pequeño silencio que se había formado, le presté atención- ¿Qué sucedió ese día?- guardé silencio y medité lo que estaba por contarle

-casi me matan si no hubiera sido por Dany, no se resistió a irse porque lo amenazaron con hacerme daño-

-te hicieron daño de todos modos-

-peleamos, en verdad lo intentamos pero...- Sean volteó a verme por mi repentino silencio- pero traían nuevas armas con las que pudieron someter a Dany-

-¿Qué tipo de armas?- giró un poco más su torso hacia mi

-inmovilizadores, armas de largo y corto alcance y bueno, un tipo estuvo hablando con Dany, diciéndole que no lo queríamos y que estaría mejor con ellos-

-¿Qué?-

-tu bien sabes que eso no es verdad, Dany estaba mucho mejor con nosotros, no entiendo qué quieren de Dany, él no ha hecho nada malo-

-cálmate Lucy...-

-¡no voy a permitir que me lo arrebaten como lo hicieron con Carlo!-

La puerta de mi habitación se abrió con demasiada fuerza. Y todo pasó muy rápido para mi gusto.

Primero vi a James bajo la puerta y luego, cuando parpadee, lo vi frente a Sean. 

-te dije que no la molestaras con preguntas absurdas-

James tomó a Sean de su playera y lo estrelló contra mi pared

-tengo que saber lo que pasó- Sean logró darle vuelta a James e igualmente estrellándolo contra la pared. James fue el primero en soltar un puñetazo. 

-deténganse- el cuarto empezaba a subir de temperatura. Ana había despertado desorientada e intentaba separarlos inútilmente. Los vi pelear por lo que a mi parecer fue una eternidad hasta que Tom y August llegaron. August liberó una fuerte corriente eléctrica a través del cuerpo de ambos. Cayeron inmóviles sobre el suelo por un momento y Sean fue el primero en reaccionar. Se levantó lentamente recargando su espalda en mi cama. Tenía varias heridas, un corte en la ceja izquierda y en el labio eran las que estaban sangrando más. Observé a James, él no tenía heridas en su rostro. Definitivamente James no era más fuerte que Sean.

-no lo golpeaste...- solo se estaba defendiendo sin usar sus poderes

Sean no respondió y me solté a llorar.

Ana me abrazó rápidamente, Tom y August se mantenían expectantes en un rincón de la habitación. El ambiente se había vuelto extrañamente triste.

¿La amistad había desaparecido?

¿Qué estaba pasando?

¿Estaba asustada?

El abrazo de Ana me estaba ayudando muchísimo. James empezó a levantarse y Sean salió de la habitación.

Observé al hombre que amaba con todo mi corazón. ¿Qué le sucedía? Calmé mi llanto y lo observé, él me regresó la mirada. 

-¿Por qué James?- 

-no los quiero perder- y como había hecho Sean, James se recargó en mi cama

-estás logrando lo contrario- Ana me soltó y yo sorbí mis mocos

-suénate la nariz Lucy- se levantó del suelo y se acercó a mi buró, tomó dos Kleenex y me los entregó. Los demás salieron de la habitación silenciosamente. James se sentó a mi lado.

-no interfieras James- después de un largo silencio lo confronte, volteó a verme en silencio- nunca había visto a Sean tan preocupado por alguien- estaba entendiendo un poco más a James- no fue culpa tuya ni de nadie lo que le pasó a Carlo- 

Aún, en mi interior, sabía que la culpa era mía.  

James guardó silencio, algo muy extraño en él.

-no compares a Carlo con Dany- tomé su mano con delicadeza- a Carlo... él desde un principio no quería que lo ayudáramos- James me observó fijamente por largo tiempo, le sonreí ampliamente y le enseñé la lengua

-dame un beso Lucy- nos observamos fijamente, ambos sabíamos hacia dónde iba mi beso. Giró un poco su rostro y cerró sus ojos; me estiré un poco para poder depositar mi beso sobre la comisura de sus labios. Lento, sencillo, e íntimo... así era nuestro beso favorito- voy a cuidarte Lucy, tú estás antes que nadie- me tomó de la barbilla y lo observé. Noté un ligero tinte de morado en su pómulo izquierdo

-James...- le hablé con cariño

-dime...- me respondió de la misma forma

-no vuelvas a discutir con Sean- asintió levemente, tomó mi mano entre las de él y besó mis nudillos

-tus deseos son órdenes- me sonrió y yo a él

-ojalá eso se aplicara siempre-

-no abuses Lucy- nos soltamos a reír y guardamos la calma un momento. 

-¿Cuándo voy a poder levantarme?- se acostó a un lado de mi

-deja que termine esta semana y luego te revisaré para ver los avances-

-falta mucho para que termine la semana- odiaba hacer nada

-debes curarte, no quiero que luego andes con dolores de cabeza-

-¿de verdad estoy muy grave?-

-si Lucy, ya te lo había dicho, perdiste mucha sangre pero tu cabeza es dura como una piedra- me sonrió- nada le entra ni nada le sale- se carcajeó

-qué alegría tener una como estas- me llevé una mano a las vendas que envolvían mi cabeza y las sobé un poco. Ambos reímos como hace tiempo ya no hacíamos. Bostecé dos largas veces

-descansa Lucy, la semana se te pasará rápidamente- me acurruqué sobre su pecho y él me abrazó por la cintura

-no te vayas aún, espera a que me duerma- murmuré

-eso planeaba hacer- cerré mis ojos porque empezaba a sentirlos pesados.

 

 

 

 

2 Semanas Después

 

 

 

-voy a retirarte las vendas Lucy, siéntate con la espalda recta- obedecí de inmediato a James, ya me moría de ansias por quitarme las vendas, lavarme el cabello era mi meta. Dos largas semanas habían pasado en un abrir y cerrar de ojos, habían pasado muy rápido porque todos en la fábrica se estaban movilizando para encontrar a Dany.

Cada uno de nosotros teníamos conocidos con poderes que podrían servirnos en la búsqueda, varios se negaron pero otros tantos aceptaron por el hecho de que odiaban a los "monstruos" que experimentaban con personas que tenían poderes, me había tocado llamar a mis conocidos

 

 

Escena Retrospectiva

 

 

Hojee con calma una de mis libretas viejas que contenía todos los números de mis viejos amigos; amigos que había conocido en la infancia y unos tantos que eran recientes. Marqué el primer número de la lista

-veamos que tal va esto- tomé entre mis manos el teléfono inalámbrico y empecé a apretar botones. 

Muchos me hacían la plática y parecía no interesarles del todo el motivo de mi llamada

"Vayamos por un café, tenemos que ponernos al corriente"

"Disculpa, ahora atiendo a mi familia, no puedo arriesgarme"

"Dejé de lado mis poderes, ni siquiera sé si aún los tengo" 

"¿Cómo te va con James?, ¿Ya decidieron formar familia?".

Me golpee levemente la frente con el teléfono y exhale agotada ¿¡Acaso ahora todos negaban la existencia de personas con poderes?! 

-traidores a su naturaleza- murmuré levemente, entendía que las personas debíamos de avanzar, dejar de lado las cosas malas del pasado y ver hacia el futuro, pero... ¿olvidarte de lo que te hacía único y especial a las masas de personas? Llevaba 5 horas pegada al teléfono, lo dejé en su lugar y cerré la libreta que ya llevaba la mitad de contactos tachados. Me estire sobre la cama y me frote con cansancio los párpados.  

Suspire hondamente tres veces más y guardé silencio. 

-a este paso no lograré obtener ayuda- me puse triste al momento. El embarazo no me estaba ayudando mucho con las emociones. Me levanté levemente la playera y acaricie con cariño mi abdomen plano

-voy a hacer que ames tus poderes- sonreí en silencio- me pregunto ¿tendrás mis poderes de transformación o el fuego de tu padre?- reí levemente ante mi ocurrencia, no me importaba si salía con mis poderes o los de James... Lo que me importaba era tenerlo ya en mis brazos, acariciar sus deditos y hacerlo reír.  Me volví a acomodar la playera y suspire hondamente; debía de encontrar a Dany costara lo que tuviera que costar, no podría vivir sin saber del paradero de Daniel. Tomé con determinación el teléfono y abrí mi libreta de contactos, marqué el siguiente número y esperé dos tonos

-¿Lucy?- me alegraba escuchar su voz

-hola... Claudio ¿Cómo te va?- sonreí con emoción 

-pero de maravilla-escuché su risa- hace siglos que no sé de ti, me alegra mucho volver a escucharte-

-te digo lo mismo a ti, si no hubiera llamado tú nunca lo hubieras hecho- empecé a bromear

-¿pero qué dices mujer?- me carcajee- hace dos años te había invitado a cenar y me saliste con la respuesta " lo siento, estoy un poco ocupada"- imito muy mal mi voz

-no dejo de ser mujer ocupada ¿sabes?- ambos nos reímos y guardamos silencio

-venga ya chica, tus llamadas nunca son porque si ¿en qué puedo ayudarte?- me sentí un poco mal

-lamento llamarte sólo para pedir tu ayuda- parecía que era una mala amiga

-no te preocupes, para eso somos los mejores amigos- me regresó el ánimo-  

-hay una situación delicada con un chico que tiene poderes, se lo han llevado- hubo silencio y continué-  los de la fábrica y yo estamos buscándole- escuché un suspiro- eres bueno rastreando Claudio, te necesitamos- 

-escucha mi vida, cientos de chicos y chicas con poderes no mayores de 15 años son llevados a la fuerza por esos tipejos- volvió a suspirar- siempre se está en peligro- empezaba a perder las esperanzas de que aceptara ayudarnos- experimentando con ellos, experimentaron con nosotros y nadie... Nadie nos ayudó- 

-podemos hacer la diferencia- 

-¿es amigo tuyo?- 

-llevábamos poco de conocernos pero... Claudio, él ha dejado una marca en mí, en todos nosotros- 

-¿Quiénes son todos nosotros?- ahí empezaba la parte difícil 

-August, Ana, Tom, James y...- dudé un momento- y Sean...- murmuré el nombre que no era del agrado para todos.

-¿ese "Sean"?- Sean tenía enemigos esparcidos por todas las galaxias

-sí, ese "Sean"- escuché como volvía a suspirar

-es un tipo sin sentimientos ¿Él también está ayudando por ayudar o porque está aburrido y no tiene nada que hacer para entretenerse?- escuché su tono sarcástico,  maldito Sean "antiguo"

-de hecho, él es el principal buscando a esa persona- 

-bueno pues... -ahora escuché su tono de sorpresa-  Sean es extraordinariamente poderoso e inteligente como para poder arreglárselas solo ¿no crees?- 

-esta vez... La situación lo ha superado- otro silencio- aunque no lo creas

-¿A quién buscan?- su interés aumentó

-no es conocido entre los "poderes libres" - así nos referíamos a las personas como todos los de la fábrica que vivíamos en libertad-de echo sólo Sean lo conoce de pies a cabeza, pasaron juntos la infancia y parte de la adolescencia en el mismo laboratorio- 

-¿eran investigados juntos?- el interés era palpable; para todos era difícil imaginar a Sean junto a alguien por tanto tiempo y sin haber intentado matarlo. 

-si Claudio, para Daniel, Sean ha sido el único que le ha otorgado cariño y amabilidad, claro, antes de que lo conociéramos-

-así que Daniel ¿he?- me lo imaginé viendo hacia el techo pensando en la situación-  me daría gusto conocer a ese tal Daniel, es un gran logro el que Sean no te odie- nos reímos 

-ellos mantienen una relación especial- 

-¿Qué tan especial?- sonreí con nerviosismo

-Sean es muy reservado en su vida sentimental- 

-sí, demasiado diría yo- reímos juntos y guardamos silencio

-solo te puedo decir que para Daniel, Sean es muy importante y viceversa-

-bueno, la verdad es que me interesa conocer a Daniel- Empecé a sonreír levemente- voy a ayudarlos - sentí un gran alivio- ¿a quién más has contactado?- mi ánimo bajó 

-ya he llamado a varios... Pero eres el primero que me da una respuesta afirmativa- soltó un silbido 

-vaya... Creía que éramos más unidos- 

-Claudio, te convencí,  no ibas a ayudarnos-

-bien mujer, está bien, me disculpo- sonreí y guardé silencio un momento

-gracias Claudio, esto significa mucho para mi-

-cuando gustes Lucy, ya sabes que siempre estamos aquí para ayudarnos-

-claro que si- 

Intercambiamos unas palabras más acordando una fecha para que él viajara desde Italia a Rusia hasta que nos despedimos y prometimos ponernos al corriente en cuanto todo esto terminara y esperaba que todo fuera muy bien. 

Encontraríamos a Daniel. Ahora tenía muchas más esperanzas de que lo lográramos.

Puse el teléfono en su lugar y me dejé caer de espaldas sobre mis almohadas. Suspiré y deseé imaginarme que Dany estaba bien; era difícil de imaginarlo, no sabía que le estaban haciendo y no quería pensar mucho en eso. Entendía a Sean, y su enorme preocupación, bien era sabido que Dany tenía grandes poderes, poderes impresionantes y extraños que eran difíciles de encontrar en una sola persona. Podrían tener una ventaja sobre nosotros si lograban poner a Dany en nuestra contra. Hice que mi mente guardara silencio y volví a suspirar, debíamos de ser positivos. Muy, muy positivos. 

 

El resto de ese día descansé y a la mañana siguiente volví a realizar llamadas, con un poco más de suerte porque fueron otras 3 personas las que aceptaron gustosos ayudarnos. Eran personas de mi total confianza. Un enorme peso se estaba quitando de sobre mis hombros. 

Cuando estaba dispuesta a hacer la última llamada, la de mi amigo rastreador por olor, su número me marcaba como inexistente; lo intenté varias veces pero en todas era el mismo mensaje

"El número que usted marcó se encuentra fuera de línea por el momento, para más información marque el número 6, Gracias"

No podía ser posible que cambiara su número de casa ¿Se había mudado? Imposible, ese tipo era muy huraño como para tener que empezar a tratar nuevos vecinos ¿Simplemente lo había cambiado? Podría ser... 

Dejé mi libreta y el teléfono a un lado y me levanté de mi cama. Tendría que buscarlo por Internet. Probablemente tenía alguna clase de blog o cosas de ese estilo. Tomé mi laptop que estaba olvidada sobre un pequeño sofá que tenía al lado de la ventana de mi cuarto y regresé a mi cama, el clima estaba un poco frío. Me acomodé lentamente entre mis cobijas y coloqué mi laptop sobre mis piernas y la encendí. 

Empecé una búsqueda intensa por todo el Internet pero no me aparecía nada. Probablemente el Internet no lo tenía todo y mis búsquedas normales no servían. Necesitaba ayuda de Sean. Un maestro en eso de las computadoras y el robo de información pública y privada. Esta vez tomé mi celular que estaba también abandonado sobre el buró al lado de mi cama y busqué en mi lista de contactos el nombre de Sean. Decidí no llamarle para evitar que lo descubrieran si estaba en un lugar privado. 

Desde que James y Sean se habían peleado en mi habitación no había visto a Sean tan seguido, sólo venía a darme un poco de información de cómo iban sus búsquedas, no había vuelto a preguntarme algo de lo que pasó ese día que se llevaron a Dany. Lo agradecía porque no quería revivir ese día. Había sido horrible. Seleccioné el nombre de Sean y el menú de opciones salió, opté por un simple mensaje

--"Requiero de tus conocimientos en computadoras, estoy buscando a alguien y necesito su número de teléfono"-- 

Le envié el mensaje y esperé un momento. Decidí continuar con mi búsqueda por Internet pero seguía sin salir nada. A los 15 minutos de que le envié el mensaje recibí una respuesta 

--"También estoy buscando a alguien ¿No será la misma persona?"-- puse los ojos en blanco, Sean era muy sarcástico, le respondí

--"La información de un rastreador"-- me contestó

-- "Un rastreador siendo rastreado, que maravilla"-- volví a poner los ojos en blanco 

--"¿Vas a ayudarme o no?"-- 

--"Llego en dos hora"-- 

--"Gracias"-- No recibí respuesta y me dediqué a buscar un poco más hasta que me harté del maldito Internet y su in-eficiencia para estos casos en manos de personas con conocimientos normales y pocos.

A las dos horas alguien tocó a mi puerta, yo estaba distraída acariciando mi abdomen plano y rápidamente me bajé la playera del pijama

-pasa- sabía que era Sean.

La puerta se abrió y Sean entró a mi habitación con una laptop en sus manos. Cerró la puerta y se acercó al sofá en donde anteriormente estaba mi laptop, se sentó sobre él y colocó su laptop sobre sus piernas

-dame su nombre- salí de mi trance al estar observándolo

-se llama Rustam Sergei- 

Empezó a teclear en silencio y yo lo observé en silencio. tecleaba muy rápido, sonreí maliciosamente

-serías un buen secretario Sean, escribes muy rápido- escuché que presionaba la tecla "Enter" con fuerza y me observó en silencio poniendo los ojos en blanco, nos parecíamos un poco al molestarnos mutuamente. Siguió escribiendo un poco más de tiempo hasta que anotó unas cuantas cosas en una hoja blanca pequeña, cerró su laptop y me entregó el papelito. Lo tomé entre mis dedos y leí:

 

Rustam Sergi.

Ruso.

24 años.

Maestro. 

Vive en Ekaterimburgo, Rusia. 

00 7 812 5674.

 

Todos los datos necesarios estaban en mi mano, observé el número y noté que si lo había cambiado. Anoté el nuevo número. 

-si que eres bueno en esto, ¿Cómo aprendiste a manejar una computadora tan efectivamente?-

-en los laboratorios, hay mucha gente inteligente en esas organizaciones y yo tenía mucho tiempo libre, se ofrecieron a enseñarme- vi que anotaba otras cosas en otra hoja de papel- ellos me enseñaron a fin de que los ayudara a robar información confidencial de la Interpol, FBI e incluso de la NASA- sonrió como si el tema le fuese indiferente y gracioso- no contaron con que ayudarlos no era de mi interés- se rio levemente y dejó su computadora sobre una mesita pequeña que tenía un florero sin flores, se acomodó mejor en el sofá recargándose por completo en el respaldo, frotándose el puente de su nariz y cerrando los ojos. Se le veía acabado. 

Nos quedamos en silencio y medité lo que me dijo.

-parece ser que el laboratorio en el que estaban no era tan malo- suspire levemente- el laboratorio en el que yo estaba nos trataban peor que a los pobres monos- Sean suspiró y continué hablando-nos daban una comida cada tres días y a veces no teníamos con que taparnos por las noches- me mordí el labio inferior- estuve sola mucho tiempo y cuando James llegó a mi vida, creía que no lo merecía porque no había hecho nada bueno para ganármelo- Fijé mi vista en Sean quien me veía fijamente con los ojos entrecerrados- por suerte tú y Dany estaban juntos-

-te equivocas Lucy- se levantó del sofá tomando sus cosas y dirigiéndose a la puerta-todos sufrimos de diferente manera-tomó el picaporte de la puerta- pero tú más que nadie se merece a James y más- salió de la habitación sin voltear a verme. 

Me quedé en silencio sin pensar en nada y cuando reaccioné sonreí levemente.

Definitivamente tenía que hacer que Dany y Sean volvieran a estar juntos.

 

Esa tarde hice la llamada a Rustam y su respuesta fue un tanto divertida

-Estoy harto de dar clases a mocosos que solo van a llegar a ser un bulto inservible para la humanidad y además necesito un poco de ejercicio- siempre reía a carcajadas cuando hablaba con él. 

Había logrado reunir a 5 personas con poderes increíbles y que nos serían de gran ayuda. Ahora tocaba reunirnos pero antes... Tener un plan perfectamente elaborado. 

 

 

Fin escena Retrospectiva

 

 

La última venda que estaba enredada en mis cabellos fue retirada y por fin sentí el aire fresco.  

-no te muevas, voy a revisarte la herida - sentí los dedos de James pasearse por mi cuero cabelludo, sus dedos eran largos y ágiles,  me tocaban de una manera tan relajante que casi me quedaba dormida- ya está cicatrizando, en un mes dejará una pequeña marca que se cubrirá cuando te crezca el cabello en esa zona que corté- James se levantó de la cama tomando los vendajes y me lo quedé viendo

-¿Qué zona cortaste?- empecé a tocarme los cabellos

-en la herida, tuve que lavarla bien para evitar alguna infección- me alarmé y mis dedos dieron con la herida. No pude evitar gritar.  

Me levanté a toda velocidad de mi cama y corrí hacia el baño.

Empecé a revisarme frente al espejo y lo vi. Vi esa parte en donde se suponía debía de estar un mechón de cabello pero estaba rapada, calva en esa zona. 

James entró al baño y se colocó detrás de mi. 

-¿Qué pasa?- lo vi a través del espejo

-¿en serio lo preguntas?- toqué mi cabello más tiempo- me dejaste calva de un mechón-  lo miré angustiada 

-era parte de tu recuperación,  ya crecerá- levantó los hombros como si la situación no fuera tan impactante pero claro que lo era, mi cabello era súper importante; para cualquier persona lo debe ser

-¿Estás seguro de que va a crecer?- toqué más la zona y James me detuvo

-te lo aseguro, no te arranqué la raíz, pero no te toques tanto.- lo obedecí de inmediato- cuando te bañes intenta no frotar tanto la zona- pasó sus brazos alrededor de mi cintura y me tensé por unos momentos, sus brazos estaban muy cerca de mi abdomen-¿Qué pasa?- se alejó un poco y me observó a través del espejo-

-yo...-

-¡¿Qué sucedió?! Escuché un grito de Lucy- las palabras murieron en mi boca al escuchar el grito de Ana y al verla entrar con mucha rapidez en el baño.

-¿Qué?- James se confundió por un momento. Aproveché su descuido.

-nada Anita- me alejé discretamente de James al arrodillarme para tomar una toalla del pequeño gabinete que teníamos- James me cortó mucho cabello para curarme la herida, me asusté al tocar la zona calva- sonreí sutilmente- pero me aseguró que volverá a crecer- sonreí ampliamente

-te lo aseguro- vi a James desde mi posición y ambos nos sonreímos

-ya me había espantado- Ana puso su palma derecha sobre su pecho y respiró hondamente, la observé

-pero tardaste mucho en venir- 

-lo siento... estaba en el baño-se rascó detrás de su oreja derecha, signo de que estaba un poco avergonzada- por cierto, hace falta más papel de baño- James y yo pusimos los ojos en blanco, a veces Ana decía las cosas menos deseadas en momentos inesperados; era muy gracioso escucharla. 

-tengo cosas que terminar- Ana salió rápidamente del baño y cuando James y yo nos quedamos solos empecé a revolotear un poco dentro del gabinete para fingir un poco más y evitar que James me volviera a abrazar. Había estado a nada de contarle la verdad a James; me moría de ganas por contarle lo de mi embarazo. Vi de reojo cuando James empezaba a quitarse su playera, rápidamente tomé una toalla, cerré el gabinete y me enderecé

-¿Qué haces?- dejó su playera sobre el cesto de ropa sucia y me vio con una ceja arqueada

-vas a bañarte ¿o no?, quiero lavar tu cabello, sé que no tendrás cuidado al lavarte en la herida- me sonrió y empezó a desabrocharse el cinturón

-lo haré con calma, quiero... quiero hacerlo sola- dejó de mover sus manos y lentamente elevó su vista hacia mi

-¿Sola?- volvió a arquear su ceja, estrujé la toalla entre mis manos

-si... siento que estoy muy sucia y quiero tomarme mi tiempo, lo juro, seré paciente con mi cabello-se quedó en silencio observándome lo que me pareció una eternidad. Era la primera vez que me negaba a bañarme con James, ni siquiera cuando estábamos de novios le había dicho que no a un baño juntos.

-bien...- su cara me decía que estaba extrañado por mi respuesta, esperaba que no le diera tantas vueltas al asunto, se volvió a abrochar el cinturón

-¿Por qué no me preparas algo rico para cenar? después del baño tendré mucha hambre- froté con insistencia mi abdomen simulando un torbellino de hambre y vi que James sonreía

-por eso no quieres que me bañe contigo- se carcajeó levemente- me quieres como tu esclavo personal, Lucy- tomó su playera del cesto de ropa y se la colgó en su hombro derecho, le sonreí

-eso sería genial, mi amor- me acerqué lentamente hacia él y volvió a reír, guardamos silencio mientras nos observábamos, luego tomó mi rostro con ambas manos y se inclinó a besarme, yo incliné hacia un lado mi rostro. Un beso muy sencillo y corto. 

Nos separamos.

-Me encantas Lucy- besó mi mejilla y me sonrió

-tú también a mi- le sonreí levemente. Odiaba estarle ocultando algo tan importante y maravilloso como su futura paternidad. Deseaba que todo esto terminara para darle la noticia.

-¿Todo bien?- mi rostro había cambiado con ese pensamiento tan fugaz

-estoy un poco cansada, quiero recuperarme al 110%- 

-toma tu baño, cenas algo y descansas, todo va a estar bien- rozó su nariz con la mía y le volví a sonreír. Salió del baño y por fin me quedé a solas. 

Dejé la toalla sobre la tapa del retrete y abrí las llaves de la tina para empezar a llenarla. Me senté sobre el pequeño tapete anti-derrape que teníamos y me quité la playera. Observé atentamente mi abdomen, aún estaba plano y sin nada sospechoso que me delatara. ¿Cuántas veces al día ya me había intentado convencer de eso?

-en verdad lo siento-rocé mi vientre lentamente-no quiero mantenerte en secreto pero por ahora es necesario-

El baño empezó a llenarse de vapor y terminé por desvestirme. Quería quedar muy bien para poder encontrar a Daniel.

-Espera por nosotros, por favor- 

Lo desee inmensamente. 

 

 

En Los Laboratorios... 

 

-¿Tu nombre?- un golpe se escuchó junto a un estruendo de relámpago

-¿Daniel?- una débil voz respondió

Otro estruendo se escuchó y un quejido resultó.

-Parece que debemos de cambiar la estrategia- varias personas reunidas en ese cuarto oscuro hablaban entre ellas ignorando el débil cuerpo que estaba acostado sobre el piso

-así será, órdenes son órdenes- todos observaron el cuerpo que yacía sobre un pequeño charco de agua perfecto para aumentar las descargas eléctricas- debemos lograr que no se acuerde ni de su nombre-otro corto silencio llegó.

-hora de reanudar el trabajo- todos los presentes asintieron. 

 

Notas finales:

:( bien triste veda? XD 

tengo una teoria sobre Amor yaoi. leo fics y normalmente todos comentan sus problemas. Al igual que yo xD

y bueno... no sé si es porque sea una forma de liberarnos así como un diario o porque Amor yaoi nos da mala suerte XD o algo así jaja

por ahora me marchan bien varias cosas :) veamos que pasa ahora que regresé jaja 

saludos

los AMODORO :3 

Nos vemos pronto. n.n/


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