-¿Qué es? - Pregunto Heero, casi saltándole encima a Duo Maxwell.
-Nada, Heero, no es nada que debas ver.
Duo Maxwell era el padre que dirigía la iglesia que estaba ubicada a tres cuadras debajo de la privada Movil Suit. Se había echo sacerdote a la tierna edad de quince años, pues había sido recogido por una de las hermanas que en ese día hacia las compras, sin esperarse hallar un bebé en los contenedores de basura.
Su vida no fue precisamente un cuento de hadas, menos en el sacerdocio, pero, no la encontraba mal a sus treinta y cinco años.
Después de todo, gracias a ser sacerdote, pudo conocer a Treize.
Heero, que con sus suspicacia hacia pasar mil peripecias a cuantos conocía, descubría que Duo Maxwell no era mal hombre, le tenia paciencia y siempre estaba para ayudar a su papá con cualquier cosa que pudiera o si no, también.... Duo se las arreglaba para estar rondando a Treize.
-¡¡Duo!! - Chillo Heero a punto de derribarlo para poder coger la caja y mirarla.
-Ya dije no es nada que te importe de momento.
-Entonces puedo echarle un vistazo - Alego, viendo insistentemente la caja. Duo juraba que de tener los superpoderes de superman, la mirada láser hubiese derretido el cartón.
-No. Es cosa de Treize, Heero.
Y Duo se marcho con la caja a ver la televisión, ni loco le quitaba la vista de encima.
Esa mañana tenia que cuidar de Heero hasta que tuviera que irse a la escuela y de paso, alejar a Heero de la caja.
Apenas Treize se lo confiara, Duo tuvo a ver serios inconvenientes en el brillante plan, numero uno: entre mas le prohibían una cosa a Heero, más se empecinaba en hacerlo; dos: Heero era un obsesivo y si se planteaba como misión el ver el interior de la caja, nada lo impediría, ni siquiera la escuela o él mismo; y tres: Heero tenia mucha imaginación.
Y bien lo demostró al prender la tostadora y dejar quemar dos rebanadas de pan....
Duo, espantado por creer que el humo que salía era por un incendio iniciado por un corto circuito, se abalanzo a la cocina, sin prestarle atención al piso, mismo suelo que estaba lubricado con clara de huevo, haciendo a los azulejos sumamente resbaladizos.... Lo único que Duo alcanzo a ver antes de azotar de bruces, fue a Heero dirigiéndose a la sala en donde la caja estaba y con dolor de espalda, Duo intento varias veces pararse, hasta que lo logro.
Heero era tan predecible.
Duo apago el tostador y abrió las ventanas para que el humo se disipara, e incluso, con una servilleta de tela, Duo apuro el proceso al blandirlo furiosamente... Era mejor desquitarse con el viento que con Heero.
Se quito su abito negro, ahora lleno de clara de huevo... Se detuvo al verlo, al tocarlo... Era una lástima que no fuera el semen de Treize.
Tendría que invitarlo a salir....
Tranquilamente fue a la sala y no pudo evitar destornillarse de la risa; Heero estaba atado, revolcándose como una oruga a punto de ser devorada por una garza. ¡Benditos los utensilios de cazeria!!
-Debí de advertirte, Heero. Cuando intentaras abrir la caja, un juego de sogas de compresión, te atraparían al ser impulsadas por un seguro de presión... Eso también dice que entre mas intentes escapar, mas se ajustaran...- Heero le miro con odio no contenido y Duo volvió a reírse - Mi tripa, mi tripa.- Dijo agarrándose el estomago - Mejor te llevo a la escuela.
-Duo - El tono llamo la atención de Duo, Heero no estaba exigiendo, ni amenazando... Sólo estaba comunicándole su demanda... Cosa rara en Heero - Quiero saber que es lo que papá trae a la casa que no quiere que vea.
Duo lo entendió.
Heero estaba preguntándole por su padre... Estaba tratando de averiguar si la caja contenía algo de Heero Yui.
-Heero...por favor, deja de atormentarte - Le pidió - Los restos de tu padre les fueron entregados en su momento. No hay nada nuevo que investigar. Heero Yui, logró obtener una charla para la firma de la paz en las colonias y china, enojado por no poder seguir traficado armas al espacio, le asesinaron limpiamente. La caja no tiene nada que ver con Heero Yui padre
-Pero... - Heero tuvo que aceptarlo.
Duo le desato y le abrazo.
-Tengo que llevarte a la escuela.
-Pero bájame - Pidió avergonzado.- No pienso dejar que me cargues hasta allá.
-Es tu castigo, Heero. Me jugaste una trampa - Heero vio la pesada aura de Duo y supo que lo mejor era no volver a hacerlo - Así que,¡¡Te llevare hasta tu pupitre en brazos!!
-¡¡No, Duo!!
Trowa no dijo nada al ver al padre Duo traer a Heero en brazos y dejarlo en su pupitre. Heero estaba vuelto un jitomatito.
Duo se despidió de ambos y le guiño el ojo a Trowa, pidiéndole guardar el secreto.
-¿Y que pasó?
-Duo me ganó. Hay ocasiones en las que siento que Duo Maxwell en realidad es un agente de la ciia o un paramilitar - Contesto aun abochornado, ocultando su rostro en su pupitre, no sacaría su cabeza de allí hasta que regresara su color habitual.
-Heero...
-¡¡No!! Sé lo que vas a decirme, pero, hoy sabré lo que papá oculta. Ada no podrá ganarme. Duo no puede estar vigilando el paquete todo el día, en un rato tiene que irse a dar el sermón a esos borregos. - Trowa ya sabia que seria difícil hacer desistir a Heero de una misión.
-Heero, por favor, tú papá a de tener una buena razón para que la caja este cerrada - Le dijo Trowa, poniendo todo su poder de persuasión en ello - No seas curioso.
-¿También tú? - Le pregunto exasperado. Heero no entendía porque de repente todo el mundo se ponía entre la caja y él. - y no soy curioso, Trowa.
Eso dijo, pero la verdad era que Heero ahora estaba colgando de un pie en otra de las trampas de Duo Maxwell.
-Heero, deja de ser tan metiche - Reprendió Treize a su colgado hijo, poniendo de paso a salvo la caja, dándosela a Duo, quien en un arranque infantil, le saco la lengua a Heero.
Heero, supo que su rival a vencer en la vida a partir de ahora sería, Duo Maxwell.
-Ve ha hacer la tarea - Ordeno.
-Pá - Gimió Heero, tratando de apelar a los buenos sentimientos maternales que todo Ada tenía por su criatura, misma criatura que estaba colgada de pies por una trampa del hombre que le cortejaba.
-Enciérrate en tu cuarto y no sales hasta acabar, sé un buen soldado, Heero.
Chantaje, pensó Heero.
Vil y puro chantaje, rumio Duo para sus adentros.
Chantaje o no, Treize no iba a contenerse con la llave maestra para controlar a su hijo. Y menos, cuando le daba una ventaja.
Dos horas después....
-Feliz cumpleaños, Heero - Gritaron Wu Fei, Duo, Milliardo y Trowa apenas saliera de su cuarto de malas pulgas.
Heero no pudo creer que olvidará su cumpleaños.
-Por eso te dije que no fueras un soldado tan chismoso, un buen soldado no lo es - Dijo Treize dándole un amoroso abrazo. Heero vio a Duo cargando su regalo de cumpleaños.... La enorme caja del demonio que ahora traía un moño azul - Felicidades por tu séptimo año de vida, Heero. Creo que ya es tiempo de que armes tu modelo a escala de un Movil Suit Leo.