Ya había pasado cerca de una hora desde la última charla de esos dos, al menos Yuki ya había escrito algo, era poco pero peor es nada.
-¿Te falta mucho, Yuki?- Dijo Shuichi más dormido que despierto.
-Que sí, baka-
Shuichi más que aburrido empezó a hacer un ruido ahogado en la garganta pero sin abrir la boca y así estuvo por alrrededor de tres minutos, Yuki se le quedaba viendo con cara de “No-puede-ser-que-no-se-calle”, un tic en la ceja le empezó a salir.
-¡Oye ya basta!- Gritó cabreadísimo Yuki.
Shuichi escuchó el gritazo que le dieron y paró en el acto, volteó con Yuki viéndolo de cabeza esperando saber por qué le quitaban su única diversión de momento.
-¡Ve y comprate un gato y dejame escribir!- Volvioa gritarle el rubio.
-Oye, no te desquites conmigo, no es mi culpa que el cerebro se te haya secado de ideas- Le respondió Shuichi mientras se sentaba como era debido en el sillón.
-Tsk, sólo quedate sin hacer ruido- Y volvioa mirar el monitor.
Shuichi se undió en el asiento, y se undió más… y más… hasta que se acabó donde undirse y…
¡PAFF!
Yuki miró a donde se suponía estaba Shuichi pero no lo vio, se levantó un poco de su asiento ¡y ahí estaba!, tirado en el piso con el cuello torcido a causa de las patas del sillón.
-¡Auch!- Dijo Shuichi tratando de pararse.
-Vete a hacer yoga a otro lado- Dijo una vez que vio que estaba bien.
-¡¡Yuki, me aburro!!- Lloriqueó Shuichi sentandose en el piso.
Yuki se levantó de su asiento y Shuichi, pensando que le daria algo con que jugar, lo siguió; entró a la cocina y se sirvió un vaso de agua, Shuichi no se dio cuenta de que Yuki se había parado y siguió caminando hasta chocar con él, haciendo que se le derramara el agua del vaso sobre el rubio.
-¡Oops!- Dijo Shu con un dedo en la boca.
-Sí serás… ¡¿Para qué demonios me sigues?!-
-Estoy aburrido-
-¿Y para desaburrirte me mojar la camisa?... Ay, olvidalo…- Dijo dejando el vaso y dovolviéndose a su estudio, y Shuichi ahí va atrás de él.
Iban entrando cuando a Shuichi se le vino una idea, según él, perfecta contra el aburrimiento. Yuki llegó a su asiento y cruzó las piernas, Shuichi se sentó frente a él en el sillón e hizo lo mismo que Yuki, se cruzó de piernas; luego Yuki posó su rostro en su mano y Shuichi lo imitó de nuevo, Yuki lo notó pero no le dió importancia, bajó su mano para apoyarla en su pierna y Shu lo hizo también, esta vez Shuichi soltó una sonrisita, esto era muy divertido.
Yuki empezó a teclear y Shu, para seguir con su juego, agarró dos plumas que estaban en la mesita frente a él e imitando el sonido del teclado empezó a golpear la mesa con las plumas como si de una bateria se tratara, Yuki paró para ver qué es lo que estaba haciendo ahora su koi pero en cuanto paró, por supuesto, Shuichi también.
Yuki hizo cara de extrañeza y siguió con lo suyo, en cuanto se volteó, Shuichi soltó una sonrizota tratando de ahogar una risa, ¡¡¡Sí que se estaba divirtiendo!!!
Cada que hacía algo Yuki, Shu también lo hacía, y cuando paraba para ver qué hacía el rosado, Shu también, tardó un poco en entender de qué se trataba, pero al fin Yuki supo que practicamente se estaban “burlando de él”; enojado por la acción de chico-rosa, decidió sacarle provecho para ver si así podía deshacerse de Shu y poder escribir en paz.
Yuki escribió un par de renglones más y luego puso en acción su plan macabro para librarse de su koi molesto, se levantó seguido por Shuichi y se dirigió a su habitación, Shuichi de vez en cuado soltaba una que otra risita pero Yuki fingía no escucharlo; llegó hasta una mesita donde Shuichi guardaba sus deliciosos dulcesitos de fresa y Shuichi también se acercó a su mesita; Yuki abrió el cajonsito izquierdo, en él había infinidad de envolturas vacias, todas con algún producto gratis que Shuichi estaba guardando para cuando se le acabaran sus dulces los fuera a cambiar por otros muchos, como Shuichi lo estaba imitando tuvo que abrir el cajinsito derecho, en este estaban los dulcesitos que aún no se había comido con posible producto gratis dentro de la envoltura. Yuki tomó una en sus manos y Shu tuvo que tomar uno de lus dulces, se preguntaba si sería bueno seguir con su jueguito.
-Etto…Yuki, ¿qué vas a hacer con mi envoltura premiada?- Preguntó temiendo por la vida de su pequeña envoltura regala-dulces.
-Lo mismo que harás tú con ese dulce que tienes en tus manos- Le dijo Yuki indiferente.
Yuki caminó hasta la ventana y estiró la mano con las claras intenciones de tirar ese pequeña envoltura.
-¡¡No Yuki!!, la pobre envoltura no te ha hecho nada, ¡no la tires!- Dijo Shuichi actuando bajo sus propios movimientos, jalandose de los cabellos rosas en señal de deseperación.
-Ya no es tan divertido, ¿verdad?- Dijo Yuki deteniendo la envolturita con sólo dos dedos.
-¡Ya no lo vuelvo a hacer, Yuki!, sólo deja a Envolturita en un lugar seguro-
Yuki, al ver que ya había aprendido la lección el chiquillo rosado, decidió aventarla en la cama e irse por fin a seguir escribiendo, antes de salir se detuvo en la puerta y le dijo:
-Más te vale no vuelvas a tomarme como objeto de diversión- Y desapareció hacia su estudio.
-Uff, la vi cerca- Dijo shuichi aliviado- Para la proxima tomaré mis precauciones- Y así feliz guardó su dulce y envoltura bajo llave y salió en dirección a donde el escritor.
///////////////////////////////////////////////////////////////////
-¿Acaso no oyes bien, o se te olvida al acto lo que te digo?- Fue lo primero que dijo el escritor en cuanto vio al rosadito entrar de nuevo a su estudio.
-No dijiste que no…-
No puedes entrar aquí- Completó Yuki antes de que esa fuera la excusa de Shu.
-Yuki, no se vale, debes dejarme hablar a mi primero- Se quejó Shuichi, Yuki le lanzó una mirada marca Muerte; con eso bastó para que Shuichi se fuera de puntillas hasta el sillón y no hiciera ningún ruidito.
Ya habían pasado los minutos, faltaba poco para las once del dia, sólo le quedaba poco más de una hora para entregar la novela y Yuki apenas había escrito unas dos hojas, le faltaban muchas otras y la inspiración ni rastro, se estaba desesperando; muchas veces se paró de su asiento para asomarse por la ventana, caminar casi en círculos, pero no conseguía un buen desarrollo de su historia, extrañamente Shuichi no había dicho nada en todo ese momento, sólo se la pasaba viendo cada movimiento del rubio escritor, observandolo atentamente, esto ponía algo nervioso a Yuki. En una de sus caminadas alrededor del escritorio, Yuki notó de nuevo como esos ojos violetas no dejeban de verlo, en la desesperación de escribir la novela y el ser observado gritó:
-¿¡Que no tienes otra cosa que hacer que hacerme crispar los nervios?!-
Shuichi, quien esta vez no había hecho absolutamente nada, se sorprendió por el grito que le habían dado, pero sobre la sorpresa, estaba el enojo, no era justo el desquite de Yuki hacia él y se lo hizo saber en ese mismo momento:
-¡Oye, ya basta! No es mi culpa que las ideas no fluyan, ¿Quién te entiende?, no quieres que hable y no quieres que no diga nada; no te desquites conmigo, si así están las cosas, mejor me voy- Dijo levantandose de su asiento y diriguendose a la puerta, esperanzado con que Yuki le dijera algo como “No, espera, no era mi intención, perdoname, Shu”; en lugar de eso en cuanto salió se escuchó de parte de Yuki:
-¡Al fin!-
Enojado por lo que dijo el rubio, Shuishi asomó la cabeza al estudio, sólo para ver como Yuki se acomodaba mejor en su aciento ¡Y para colmo con una sonrisota en la cara!, bufó molesto y se retiró.
···················································································
Yuki había tenido suerte, sólo era cuestión de estar solo para tener inspiración, ya faltaba poco para el final de su novela, de tanta inspiración ni le había dado al botón de Guardar; estaba por darle click cuando un grito llenó toda la casa, y del susto, en lugar de darle al botón de Guardar, le dió al botón de al lado, al de Deshacer Escritura, haciendo que todo lo que había escrito se borrara al acto, del pánico apoyó la mano sobre el mouse pero dio click en la cruz roja para cerrar el documento; y para coronar su mala suerte, al tratar de retirar su mano del mouse, se apoyó en la tecla de Enter, junto en el momento cuando aquel conocido mensaje apareció en pantalla:
“Desea guardar los cambios efectuados en…”
Con un tic en el ojo miraba la pantalla, el documento se había cerrado; miró furioso a la puerta de su estudio esperando ver a Shuichi llegar gritando por cualquier tontera, no tardó mucho en pasar.
-¡Oh, no! ¡Oh, no!- Gritaba Shuichi entrando al estudio y dando vueltas en círculos- ¡Oh, no! ¡Oh, no!- Seguía Shu pero sin decir el por qué del pánico.
-¡Ya basta, baka!- ¿Cuántas veces no había gritado eso en todo el dia?- ¿Qué demonios te pasa esta vez?-
-¡Tenía que hacer algo importante pero no sé qué es!-
Decia Shuichi dando aún círculos por todo el estudio; de repente se paró como recordando “ese asunto” tan importante. Yuki lo miraba esperando que dijera lo que tenía pendiente pero Shuichi miró a Yuki con miedo a decir lo que había recordado; Yuki hizo un ademán en señal de que dijera de una buena vez lo que tenía que decir, y al ver que no decia nada, Yuki dijo:
-¿Pues qué es?- Dijo ya desesperado.
-¿Afectó en algo el gritó que di?- Preguntó Shuichi con una mano tras la nuca; Yuki, imaginando que había gritado en vano, se levantó de su silla y miró amenazante a Shuichi .
-¿A qué viene esa pregunta?, ¿Por qué gritaste de ese modo?-
Shuichi empezó a retroceder hacia atrás y Yuki al ver que queria huir empezó a moverse lentamente hacia él, sea lo que sea, no lo dejaria escapar; una vez que Shuichi llegó hasta la pared, Yuki lo acorraló entre él, la pared y el sillón.
-¿Y bien?-
-¿No te enojas?- Preguntó Shuichi asustado.
-Shuichi….-
-Bien, que conste que ya dijiste que no te ibas a enojar- La venita en la frente de Yuki estaba por explotar- Bueno, pensé que hoy era lunes y que iba tarde a los ensayos de N.G. jiji- Dijo con cara de “no afectó en nada, ¿Verdad?”.
Yuki empezó a sentir otra vez un tic en el ojo, ¿Esa era su excusa?, ¡¿Esa?! Tenía ya casi toda la historia y por culpa de su koi baka la había perdido, no valia la pena llorar por algo que ya había pasado… ¡Pero como desahogaba! Yuki tenía una cara asesina; Shuichi tragó en seco, de esta no se salvaba.
-Yuki, recuerda tu novela, tu novela- Decía Shuichi con esperanzas de que lo dejaran libre, o con tiempo suficiente para correr.
Yuki al escuchar la palabra “Novela” reaccionó y casi corriendo llegó a su ordenador, primero debía recordar lo que había borrado y luego extrangularía a su koi; Shuichi no perdió tiempo y corrió a esconderse en el ropero.
Con notable esfuerzo, Yuki trataba de recordar lo que había escrito hace rato, algunas partes las recordaba fácilmente y otras tenía que cambiarlas; la historia terminó un poco en algo diferente a como era antes, bueno, pero acabó; a cada renglón daba click en el botón de Guardar.
Por fin terminó la novela, ¡Amen! La guardó, la copió, la recopió y la aseguró de todas formas posibles, luego la imprimió y salió a toda prisa al Editorial.
···················································································
En la Editorial:
-Muy bien, Sr. Yuki- Decía la encargada de recibir el trabajo del escritor- Revizaremos el trabajo y le llamaremos- Terminó de decir estrechando la mano de Yuki en señal de despedida.
Una vez afuera del lugar:
-Ahora veré cómo me vengaré de mi “Querido koi”- Decía Yuki poniendose sus gafas de sol.
CONTINUARA……………………………