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SI TÚ TE ATREVES por Niiummy Sarang

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Notas del capitulo:

Hola a todos!

Quiero ofrecer mis más sinceras disculpas por no haber actualizado, la cosa es que el cargador de mi computador se dañó, tuve problemas para entrar a Amor Yaoi y además mi internet se puso de Gay... fueron tantas cosas... pero al fin he regresado, con muchas ganas de quedarme y de seguir presentándoles esta maravillosa historia.

Gracias por todo el apoyo.

Recuerden que mi página es Niiummy Sarang y que pueden seguirme como @niiummy sarang también.

Canción recomendada:

FT ISLAND –After love.

CAPÍTULO 15: Una traición tarde o temprano conlleva a otra.

Cuando Changmin regresó a su trabajo común y corriente después de sus pequeñas vacaciones con Junsu, Niiummy Sarang se apresuró a preguntarle los detalles de aquel viaje, quería cerciorarse de que su idea había funcionado.

–Anda, oppa –decía la chica –cuéntamelo todo, no quiero perderme de nada.

–No hay mucho que contar –contestó él, intentando revisar las cifras de clientes en los hoteles mientras hablaba –simplemente fuimos de viaje, salimos, nos relajamos… cosas así. –Se encogió de hombros y luego la miró con una sonrisa –lamento decepcionarte, Niiummy, pero este viaje no fue como los que ves en tus doramas, Junsu y yo somos una pareja de esposos que se fue de viaje, eso es todo.

El moreno regresó la mirada a los papeles que tenía sobre el escritorio y la pelirroja hizo un puchero.

–No es justo, oppa, yo quería más detalles que eso.

–¿Qué más esperas que te diga?

–No sé… qué tal algo como… –Lo miró divertida –si hubo sexo.

Como de costumbre, Niiummy logró que Changmin se sonrojara ante sus descaradas preguntas, pero él ya se había resignado a ello, por lo que contestó:

–Sí, Niiummy, tuvimos sexo.

–¿Salvaje?

El moreno entrecerró los ojos.

–¿No te cansas de ser siempre tan morbosa?

–Oh, no, oppa –negó con la cabeza –nunca me cansaré de ello.

Changmin suspiró, negando con la cabeza.

–No tienes remedio –declaró.

 

Pensaba que eras mi amor

Pensaba que lo eras todo para mí

Creía que tú podrías ser mi último amor

Sonreía sólo por ti

Vivía sólo por ti

Confié en tu amor y que eso era la felicidad.

 

 

Había vuelto de su viaje y ahora Junsu se encontraba atrapado en el tráfico y refunfuñaba en voz baja porque definitivamente lo odiaba. Así, intentando relajarse aunque fuera un poco, respiró profundo, fue entonces cuando vio pasar a un apuesto joven que caminaba por el paso peatonal, era alto, de unos 22 o 24 años, cabello castaño claro, piel blanquecida y labios que parecían cerezas. <<Qué guapo>> pensó Junsu mientras lo veía caminar sin que el otro chico lo notara, moviéndose de manera pausada y elegante, Junsu supuso que se dirigía a alguna Universidad.

Casi una hora después Junsu logró llegar a su trabajo, donde Yoochun lo esperaba, dispuesto como siempre a iniciar un nuevo día.

–¡Al fin estás aquí! –Declaró Yoochun con una enorme sonrisa, extendiéndole los brazos abiertos al menor, quien no dudó en abrazarlo –SuSu, ¡te he extrañado tanto!

–Y yo a ti, Chunnie –le sonrió –lamento llegar tarde pero es que el tráfico estaba imposible.

–Entiendo, no te preocupes por eso, lo importante es que estás aquí.

Pero antes de iniciar con sus pacientes, Yoochun invitó a Junsu a su oficina para beber un café y charlar un poco, nada como iniciar el día así. Pero no hubieron comenzado a extender su charla, cuando la puerta sonó.

–Adelante. –Dijo en voz alta Yoochun.

Sooyoung, la secretaria personal del menor, ingresó tímidamente al lugar, hallando a los dos amigos sentados frente a frente, separados únicamente por el escritorio del pelinegro.

–Lamento interrumpir –se disculpó –pero ha llegado un sobre para usted, señor Kim.

–¿Para mí? –El rubio se extrañó – ¿Cuándo?

–Esta mañana. –Le extendió un sobre de manila –yo lo recibí por usted.

–¿De quién?

–No lo sé, no tiene remitente.

–¿Y quién lo trajo? –Esta vez preguntó Yoochun.

–El chico de la correspondencia. –Contestó la chica.

–Vaya… Ok. Muchas gracias, Sooyoung –recibió el sobre –ya puedes retirarte.

La chica hizo una reverencia y salió tan calladamente como había entrado, cerrando nuevamente la puerta tras ella.

Yoochun y Junsu quedaron a solas, contemplando con curiosidad el extraño sobre.

 

Todo son mentiras. Todo mentira.

Tu amor por mí era mentira

Me heriste

Y me dejaste llorando.

 

–Bien, veamos de qué se trata –dijo Junsu a punto de abrir el sobre.

–No, amigo, espera –lo detuvo Yoochun, con un tono de voz alarmante.

–¿Qué pasa?

–No sé si sea conveniente abrir ese sobre tan extraño, así como así. –Abrió los ojos como platos – ¿Y si es una bomba?

–Oh, vamos, Yoochun, no seas tonto –le sonrió despreocupado –es un sobre, no un paquete, las bombas no vienen así.

Quiso volver a abrir el sobre pero el mayor volvió a detenerlo.

–¡Espera!

–¿Qué es esta vez? –Viró los ojos.

–He visto casos en los que sicópatas envían esa clase de sobres extraños, sin remitente, y entonces resulta que los sobres contienen cuchillos, fotos extrañas y otras cosas espantosas.

–Hey, Park Yoochun, ¡ves demasiada televisión! –Se quejó –deja de ser tan paranoico.

–No es paranoia, lo que te digo es verdad –pero se rindió cuando vio a Junsu quitar la cinta de seguridad para descubrir el contenido del sobre –ashh –hizo una mueca –eres tan terco, por Dios. –Junsu se encogió de hombros, continuando con su tarea –no me importa –se movió hasta tomar el teléfono sobre su escritorio –llamaré a la policía para reportar un sobre sospechoso.

Kim Junsu viró los ojos y sonrió, pero aquella sonrisa se desvaneció por completo cuando de aquel extraño sobre extrajo unas fotografías que lo dejaron sin aliento.

 

Dijiste que sólo me amarías a mí, me protegerías sólo a mí

Tu amor era una mentira

Te llevaste mi corazón y mi amor

Es un amor que desaparece.

 

 

–Hey, ¿por qué te has quedado tan callado? –Decía Yoochun, jugando con el cable del teléfono sin mirar al menor –oye, Su, te estoy hablando –volteó a mirarlo, y se sorprendió sobremanera cuando vio la cara horrorizada del rubio. – ¿Qué te pasa? ¿Cuál es el contenido del sobre o qué?

A Park Yoochun no le importó que del otro lado de la línea le hubiesen contestado ya, porque simplemente colgó para ponerse de pie y rodear rápidamente su escritorio hasta llegar junto al rubio e hincarse frente a él.

Y entonces lo vio…

En aquellas fotografías se observaba a Shim Changmin en diferentes lugares, desde estacionamientos, restaurantes y bares hasta la entrada de hoteles, junto a un apuesto muchacho, a quien abrazaba, acariciaba, e incluso besaba en algunas de las fotografías, aunque, claro, parecía estar pendiente de que nadie lo viera en la mayoría de ellas. Sí, en aquellas fotos se demostraba la infidelidad de Changmin con Cho Kyuhyun.

–¿Cómo pudo Changmin…? –Musitó Junsu, juntando el entrecejo –y a éste chico… –Señaló al castaño junto a él –lo vi hoy, esta mañana mientras conducía al trabajo –declaró en voz baja, tenía un nudo en la garganta que no le permitía pronunciar las palabras con claridad.

Yoochun observó con el ceño fruncido la fotografía que Junsu le mostraba, en la que Changmin y el otro chico se besaban.

–Ese chico se me hace familiar –declaró – ¿Dónde lo habré visto antes…?

Pero sus cavilaciones se quedaron en el aire cuando Junsu comenzó a sollozar audible.

–Soy un idiota –se cubrió el rostro con las manos y algunas de las fotografías que habían reposado en sus piernas cayeron al piso –Changmin me engañó…

–Ah, SuSu, ven aquí…

Yoochun sentía que no podía con tantas emociones a la vez. Por un lado quería romperle la cara a Changmin por haber traicionado así a Junsu, la ira lo invadía… pero reprimía esa ira al ver a su amigo llorando de esa manera, y dentro de él, sólo quería consolarle y protegerle a toda costa. Así, lo abrazó con fuerza, escuchándolo llorar sin decir palabra. Para él, Junsu siempre fue el mejor amigo, como un hermano, como la pequeña estrella que al final le ganaba a la oscuridad de su vida… Claro, no es como si Jaejoong no fue especial y muy importante para él, pero eran dos clases de amor diferentes, era algo que no conseguía explicar con palabras.

 

Ser amado por una persona…

Dar amor a una persona…

Fui un tonto al creer que serías tú.

 

 

Después de eso, cancelaron todas sus citas de ese día y pusieron a cargo a otro par de médicos lo suficientemente capacitados como para hacer su trabajo por ese día: Byunghee y Seungho, quienes se hicieron cargo de sus casos y pacientes mientras ellos permanecían encerrados en la oficina de Yoochun.

–¿Qué voy a hacer ahora, Yoochun? –Decía Junsu en voz baja, mientras el mencionado seguía abrazándolo y acariciando delicadamente su espalda.

–Ese infeliz de Changmin –rezongó entre dientes –ya verá, me las va a pagar caro…

–No, Chun –levantó la mirada para verlo –No quiero que le digas nada.

Yoochun lo miró sorprendido.

–Pero ¿Por qué?

–Porque pensándolo bien, quizás… quizás empezó a ver a alguien más porque quiso buscar lo que yo no le di.

–¿De qué hablas? –Lo miró extrañado.

–Aceptémoslo, las cosas en mi matrimonio no iban precisamente bien. Lo descuidé, trabajaba demasiado, peleábamos todo el tiempo, ya casi ni teníamos sexo… –Desvió la mirada –supongo que estaba vulnerable…

–No es tu culpa tampoco –refutó el mayor –si trabajabas tanto era para brindarle mayor estabilidad económica a tu matrimonio, no puedes culparte por eso.

–¿Sabes lo que me dijo alguna vez? Dijo que él no necesitaba un montón de cosas, ni dinero, que le bastaba conmigo... Esa vez también me dijo que sentía que yo no lo amaba como antes, y claro, discutimos, ya era costumbre entre nosotros. Era un grito desesperado para que yo me diera cuenta, un grito que yo ignoré.

–Lo lamento tanto, Su…

Junsu negó con la cabeza.

–Por eso no puedes ir a reclamarle nada, es todo mi culpa, yo inicié todo esto…

–Oh, Junsu… no hables así –lo siguió envolviendo en sus brazos y éste volvió a llorar.

Y es que a decir verdad, Junsu había llegado a sospechar antes que su esposo le era infiel, algo dentro de él siempre se lo dijo. Sin embargo, jamás se imaginó que aquella pudiera ser tan increíblemente doloroso, tan difícil de asimilar…

 

Todo son mentiras. Todo mentira.

Tu amor por mí era mentira

Me heriste

Y me dejaste llorando.

 

–Entretanto–

Habían pasado varios días desde que Jaejoong no se sentía del todo bien, tenía recaídas, mareos repentinos, nauseas inexplicables e incluso extraños antojos que lo atacaban de la nada. Ese día se encontraba en el Conservatorio, trabajando como de costumbre cuando se encontró a Yunho, con quien entabló una conversación hasta que perdió el equilibrio y se sintió a punto de desmayarse, pero el mayor lo atrapó en sus brazos antes de que colisionara con el piso.

–¿Estás bien, Jaejoong?

–S-sí –contestó, poniéndose mejor de pie –lo siento. No me he sentido muy bien últimamente, ¿sabes?

–Creo que deberías visitar un doctor, y es que además –lo examinó con la mirada –estás muy pálido.

–Supongo que tienes razón –concordó –me parece que me iré a casa por hoy.

–¿Quieres que te lleve?

–No, no es necesario. No quiero que te molestes, gracias de todas formas, Yunho.

Justamente en ese momento Kyuhyun iba pasando por allí, y enseguida notó que Jaejoong no tenía muy buen semblante.

–Maestro Jaejoong, ¿Se encuentra bien?

–Sí, sí –sonrió –sólo que estoy muy mareado justo ahora, pero ya se me pasará…

–Jaejoong –Yunho lo miró preocupado –no estoy seguro de que sea buena idea que manejes así.

–¿Acaso se va? –Intervino Kyuhyun –pero si aún es temprano. Imagino que irá a un hospital, ¿no es así?

–No, Kyuhyun –le contestó Yunho antes de que pudiera hacerlo Jaejoong –tu adorado maestro es terco y obstinado, simplemente planea irse a descansar a su casa.

–En ese caso de todas formas no encuentro conveniente que maneje en esas condiciones.

–No –aseguró Jaejoong –no deben preocuparse por mí, de verdad estoy bien.

Yunho viró los ojos y al final declaró animadamente, mientras sacaba un bolígrafo y arrancaba una hoja de su agenda personal para escribir una nota.

–No se diga más –decía mientras escribía –te llevaré a tu casa, Kim Jaejoong –levantó la mirada para ver al aludido, quien hacía gestos –y tú –miró a su primo –por favor llévale esta nota de permiso al decano del Conservatorio.

–¡Sí, señor! –Kyuhyun imitó el saludo militar y les sonrió divertido – ¡cuídense mucho! Espero que se mejore, maestro Jaejoong.

Hizo una reverencia ante el mencionado.

–Gracias –contestó Jaejoong. –Buen día.

–Buen día. –Contestó Kyuhyun para luego desaparecer a través de un pasillo, dirigiéndose a la oficina del decano.

Fue así como Yunho llevó hasta su casa a Jaejoong, y en cuanto se detuvieron y el menor comenzó a zafarse el cinturón de seguridad, Yunho volvió a preguntar:

–¿Seguro que no quieres ir al hospital? Yo puedo llevarte si quieres.

–Que no, ya te lo dije. La verdad es que no he descansado muy bien estos días, supongo que lo que me pasa debe ser cansancio.

–¿Quieres que me quede contigo?

Jaejoong negó con la cabeza mientras sonreía.

–Debes volver al Conservatorio, tus estudiantes te esperan. Sería muy malo que faltaran dos profesores el mismo día, ¿no crees?

–Bueno, supongo que tienes razón –se resignó al fin –pero no dudes en llamarme si algo te hace falta.

–De acuerdo, gracias.

–Prométeme que lo harás.

–Está bien, gracias por todo, Yunho.

Y antes de bajarse del auto, Jaejoong depositó un casto beso en la mejilla del moreno para luego ingresar a su casa, donde descansó todo el día. Pensó en llamar a Yoochun pero se arrepintió ante la idea de molestarlo en su trabajo y simplemente decidió quedarse esperándolo.

 

Dijiste que sólo me amarías a mí, me protegerías sólo a mí

Tu amor era una mentira

Te llevaste mi corazón y mi amor

Es un amor que desaparece.

 

 

Pero cuando la tarde cayó, Yoochun llevó a Junsu nuevamente hasta el Penhouse que él y Jaejoong habían comprando para ambos, pero como lo que parecía empezar a hacerse costumbre, ambos comenzaron a beber mientras Junsu sollozaba y se quejaba en voz alta.

 

Mentías al decir que era amor

Mentías al decir que me amabas

Mentías al decir que era para siempre

Me dejaste diciendo que volverías

 

Sin embargo, y antes de que continuaran bebiendo, Yoochun salió hasta el balcón del lugar, desde donde llamó a su esposo, y le mintió, diciéndole que había mucho trabajo y se quedaría en la clínica. Jaejoong no estaba muy contento con la noticia pero no quería discutir.

Está bien, mi amor –dijo el castaño del otro lado de la línea –da lo mejor de ti.

–Gracias, baby, te veo mañana en la mañana.

Cuídate. Te amo, Chunnie.

–Descansa, mi amor.

Y con esto dio por terminada la llamada.

Yoochun regresó junto a Junsu y siguieron bebiendo un poco más, pero al cabo de un rato Yoochun notó que el menor había bebido excesivamente y pensó era hora de parar.

–Ya está bueno –dijo Yoochun, quitándole el vaso de vodka a Junsu –has bebido demasiado.

–Déjame –Junsu forcejeó con el mayor hasta quitarle nuevamente el vaso –quiero embriagarme hasta perder la conciencia –se abrazó a él por el cuello – ¿Podré olvidar todo esto? –Una nueva lágrima corrió por su mejilla – ¿Se acabará este dolor?

Yoochun frunció los labios, ¡se sentía tan impotente! Su mejor amigo estaba sufriendo frente a sus ojos y no había nada que pudiera hacer. Por estar distraído en sus cavilaciones, no se dio cuenta de que Junsu había bebido una nueva copa de vodka, y repentinamente, había terminado mordiendo la copa, causando que un cristal roto cortara su labio inferior.

 

¿Dónde fuiste? (Cada vez estamos más lejos)

¿Dónde fuiste? Cada vez estamos más y más lejos

Sólo te amaré a ti

Si vuelves, vuelve a mí

No puedo volver a amar

Aunque me hiciste daño y me dejaste triste

Te sigo esperando sólo a ti.

 

 

–¡¿Qué haces?! –Yoochun le quitó la copa y examinó el labio del más bajo – ¿estás bien?

–No te preocupes, Yoochun –sonrió débilmente –no te preocupes si me destrozo los labios… es que quiero borrar la huella de sus besos, de aquellos besos llenos de traición que me ha dado. Todo este tiempo me engañó… fui un idiota…

Yoochun hizo un gesto de preocupación mezclada con resignación.

–¿Qué puedo hacer, Chun? –Sollozó –no soy lo suficientemente bueno como para mantener un matrimonio, ¡es mi culpa! Yo lo descuidé… yo me centré en el trabajo, yo lo dejé de lado… ¡Es mi culpa!

–No digas eso, ya te dije que no debes pensar así…

–Pero es cierto, Changmin buscó en otra persona lo que yo no le di y…

Pero tanto las palabras como los pensamientos de Kim Junsu se quedaron en el aire cuando súbitamente, Park Yoochun lo besó, saboreando la sangre que brotaba de sus labios en el proceso, degustando la esencia de aquel licor que previamente había bebido el menor.

 

Todo son mentiras. Todo mentira

Nuestra separación fue una mentira

Porque eres mi amor, mi todo

Sólo te espero a ti.

FT ISLAND –After Love

 

Notas finales:

Hola de nuevo! ¿Qué tal el capi? Espero sinceramente que les haya gustado, por favor no me abandonen, comenten mucho, mucho si? prometo actualizar en dos dias si hay más de cinco reviews.

Gracias de nuevo!


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