CAPÍTULO 23: Es hora de tomar una decisión.
–¿Adónde vas? –Increpó el menor, frunciendo el ceño más que confundido.
–¿No has dicho que nos divorciaremos? –Siguió metiendo ropa en la valija, sin si quiera mirar a Jaejoong. –Pues entonces tendré que irme de aquí, ¿no? No sea que tus abogados –enfatizó aquella última palabra con sarcasmo –me saquen de aquí.
–¿Entonces te irás? –Reclamó, indignado y herido – Pues mientras estés lejos, recuerda pensar en nuestro hijo y en todo el daño que le estás haciendo con tu actitud infantil –oh, oh, golpe bajo. Suspiró con pesadumbre – ¿Eso es realmente lo que quieres… divorciarte de mí?
Yoochun le devolvió la mirada, descubriendo que una lágrima había corrido libre por la mejilla del más bajo. El pelinegro suspiró con pesadez por enésima vez en la misma noche, y dejó lo que tenía en las manos. Se irguió y miró a los ojos al castaño, quien ahora sollozaba audible.
–No, Jaejoong –lo tomó por los hombros, haciendo que le devolviera la mirada –no es lo que quiero.
Las palabras salieron automáticamente de su boca, a pesar de que en realidad ni siquiera él estaba seguro de que fuera así.
–¿Entonces…?
Yoochun juntó el entrecejo, sintiéndose terriblemente mal, sentía que una y otra vez dañaba a Jaejoong con su estúpido proceder, y aun así no dejaba de lastimar también a junsu… ¿Cómo habían llegado a todo esto?
–Yo… –Suspiró con pesadumbre, la tribulación se notaba en su rostro –lo lamento, Jaejoong. Por favor… –Lo miró apenado –perdóname, en serio, no sé qué diablos pasa conmigo –se sinceró –sé que lo que dices es cierto, lo admito –se rindió –pero es que todo parece tan súbito, hay tantas cosas que están pasando a la vez, a veces siento que el mundo se me cae a pedazos… ya no sé lo que quiero, ni siquiera sé quién soy…
El castaño le devolvió la mirada, y entonces, una súbita ternura invadió su interior.
–Yo sé quién eres –tomó el rostro del mayor entre sus manos y lo acercó un poco más al suyo –eres el hombre que amo, el padre de mi hijo, eso eres.
Kim Jaejoong y Park Yoochun seguirían juntos, solo el tiempo podría dictaminar por cuánto.
Así como la decoloración de una película
La certeza del presente se volverá confusa
Los momentos en que reíamos se volverán dolorosos
–Días después–
Los días en la clínica eran más que extraños para Yoochun y Junsu, éste último se ausentaba mucho y por tanto, el primero debía ocuparse por sí solo de la clínica. La relación entre ambos era prácticamente solo laboral, pues de alguna u otra forma, ninguno de los dos deseaba tocar ese tema, les aterraba hacerlo.
Ambos seguían atormentados por la idea de que el bebé que el rubio esperaba fuera de Park, pero la zozobra no podía ser evitada, pues solo podrían deshacerse de la duda una vez el infante naciera para así poder realizarle una prueba de ADN. Y entonces venían más preocupaciones. Tener que hacerle pasar al pequeño tanto sufrimiento por culpa de ellos los hacía sentir aún peor –si es que eso era posible–.
Los recuerdos que tengo me guiarán por un camino
Que seguiré para encontrarte de nuevo
Seguiré creyendo
Un día, alrededor de la 1:00pm, cuando Yoochun se preparaba para salir a almorzar, su celular sonó.
–¿Bueno? –Dijo tomando la llamada.
–Yoochun, soy, yo, Niiummy –le habló del otro lado de la línea, usando un tono demasiado serio, nada de su estilo.
–Oh, hola, pequeña –sonrió aunque ella no podía verle. – ¿A qué debo el honor de tu llamada?
–Quiero… no, necesito –enfatizó la palabra–hablarte de algo.
–Bien, adelante. –Contestó despreocupado.
–Lo que tengo que decirte debo decírtelo personalmente. –Hizo una pequeña pausa. Niiummy Sarang pensaba que lo que le diría era algo serio y que necesitaban verdadera privacidad. –Y… en un lugar privado.
–¿Lugar privado? –Repitió con extrañeza, para luego sonreír traviesamente –oh, vamos, Niiummy, ¿planeas seducirme o algo así? –Rió bajito ante su propia broma – ¡soy un hombre casado!
–Es bueno que tengas en mente eso de que estás casado... –Dijo la chica con sequedad, extrañando aún más al pelinegro – ¿Qué te parece si nos vemos en mi apartamento a eso de las cinco de la tarde?
Yoochun se encogió de hombros, mirando su reloj, y luego su horario en el portátil que tenía en frente.
–Es una hora perfecta. –Declaró él. –Te veré allá entonces.
–Bien –estaba a punto de colgar cuando recordó algo – ah… ¡y una cosa más!
–¿Sí?
–No le cuentes a nadie que nos veremos, ¿sí?
Yoochun arrugó el ceño.
–¿Por qué habríamos de ocultarlo?
–Porque sí, no hay razón para que otros tengan que saberlo. –Sin darle paso a que el pelinegro contestara, la chica exclamó: –bien, ¡adiós!
Park Yoochun no podía estar más confundido, ¿Qué diablos había sido eso? A decir verdad, la pelirroja siempre había sido dulce y cariñosa con él, y ahora lo trataba a las patadas, ¿Qué le pasaba? Quiso pensar que seguramente se trataba de algún cambio de hormonas o algo así, pero lo sorprendió mucho el hecho de que ella insistiera en no hablarle a nadie respecto a su cita de esa tarde, ¿Qué planeaba decirle con tanta urgencia?
“¿Por qué mi corazón duele tanto?”
Me pregunto, mientras presiono mi pecho ansiosamente
–Conservatorio de Seúl–
Sentado en uno de los pupitres, Kyuhyun jugueteaba con su lápiz, apoyando la quijada en la otra mano con una expresión de innegable aburrimiento. Entonces… como cada día, los pensamientos sobre Changmin invadieron su cabeza, y como por arte de magia, empezó a hacer trazos finos y delicados; y cuando menos se dio cuenta, había dibujado el más vívido retrato del moreno. Sonrió para sus adentros al contemplar su obra maestra, tal cual él siempre vio al mayor: tan dulce, tan varonil, tan encantador, así era Shim Changmin para él.
Vivir es atemorizante
Cuando continúas preguntándote el significado de ello
En ese momento llegaron Yesung, Eunhyuk y Sungmin, pidiéndole que fueran a almorzar juntos.
–¡Me muero de hambre! –Exclamó Eunhyuk, sobándose el estómago –vamos a comer ya…
–De acuerdo, de acuerdo, vamos –Kyuhyun se puso de pie –solo esperen a que guarde esto…
–¡No hay tiempo! –Refutó Donghae –hoy es Martes, el pastel de pollo se acabará en menos de lo que canta un gallo.
–Pero… –Quiso rebatir.
–Solo déjalo ahí…
Eunhyuk y Donghae comenzaron a jalar a Kyuhyun para que fuera con ellos, y solo Yesung quedó en el salón. Fue entonces cuando notó qué era lo que Cho dibujaba con tanto esmero. Frunció el ceño al contemplar aquel retrato de ese hombre, y una repentina ira lo invadió. Sin más, tomó la hoja de papel y la hizo pedazos, destruyéndole por completo.
Estoy perdida dentro de mis recuerdos
Rogando para que alguien me encuentre
–Horas más tarde–
Tal y como habían acordado por teléfono, Yoochun llegó al apartamento de Niiummy a las cinco de la tarde.
–Eres puntual. –Dijo ella, abriéndole la puerta e invitándole a pasar.
–Te escuchabas rara cuando me llamaste, supongo que es algo de verdad importante.
–Supones bien, esto es más que importante. –Le hizo un ademan, indicándole que se sentara en uno de los sillones de la sala de estar y así lo hizo. Ahora estaban sentados frente a frente – ¿Cómo ha estado Jaejoong oppa?
–Bastante bien, el embarazo marcha de la mejor manera.
–Ya veo… –asintió con la cabeza –eso es bueno…
–Lo es –concordó, sin estar muy seguro aún de por qué la menor lo había citado allí.
Silencio incómodo.
Entonces, Niiummy Sarang no perdió más tiempo, sino que fue directamente al punto.
–Escucha… –Suspiró largamente –Lo sé todo, Yoochun.
El mencionado frunció el ceño, confundido.
–¿Qué…? ¿De qué hablas?
–Sé que tú y Junsu saben de la aventura de Changmin, también sé que ustedes dos tuvieron sexo y que incluso existe la posibilidad de que el hijo que espera Junsu sea tuyo.
Park Yoochun llegó a sentir que todo esto era una pesadilla, que estaba soñando a pesar de que en sí, toda su vida parecía un gran mal sueño. Pero cuando el frío ambiente lo hizo tensar, se dio cuenta de que definitivamente no era un sueño, y de que todo esto estaba ocurriendo en verdad.
Intento escuchar tu voz
Pero aunque esté todo tan callado, no puedo escucharte
Por tu bien, seguiré escuchando
–¿Cómo te enteraste? –Atinó a preguntar lo primero que cruzó por su cabeza.
–¿Eso importa ahora? –Seguía seria. –Te juro que no podía creerlo, pero, bueno… lo escuché de ustedes mismos.
–¿Nos escuchaste? –Repitió, aun sin entender cómo.
–No fue intencional, pero los escuché justamente el día que hice la fiesta para celebrar los embarazos... –Aclaró –Sólo quería entrar a la habitación de huéspedes para sacar los obsequios que había guardado allí… y entonces lo escuché todo.
Yoochun abrió los ojos, sorprendido.
–¿Alguien más…?
–No –lo interrumpió, adivinando lo que le preguntaría –nadie más sabe de esto.
Yoochun suspiró largamente, apesadumbrado.
–Sé que no tengo excusas para lo que hice, sé que…
–No deberías tratar de explicarme a mí, sino a tu esposo. –Interrumpió de la misma manera cortante.
Hubo un largo silencio, nuevamente incómodo.
–Pero aún así, es todo tan increíble, tan irreal… ¿Cómo llegaron a eso…? –Indagó ella.
–¿Huh?
–Tú y Junsu oppa…
Yoochun suspiró con pesadez, y al final se decidió por explicarlo todo desde el principio.
–Después de que se enterara de la infidelidad de Changmin, Pasé todo el día consolándolo, ¡estaba como loco! No hacía más que llorar y de auto-culparse por lo sucedido, diciendo que Changmin había buscado en otro lo que él no le dio. –Niiummy estaba sorprendida ante las palabras del mayor, pero no lo interrumpió en ningún momento –y entonces… comenzamos a beber, aunque, debido a su estado de ánimo, él bebía mucho más que yo... –Negó con la cabeza lentamente –se puso a llorar tan amargamente… y yo no podía hacer nada, me sentía como un idiota, estaba tan frustrado sin poder hacer algo para calmar su dolor. –Suspiró con pesadumbre, y ella no dejaba de observarlo atentamente. –No sé qué clase de impulso fue, lo cierto es que lo besé. Una cosa llevó a otra, y terminamos entre sábanas. –La pelirroja se pasó una mano por la cara, desesperada al escucharlo. –No puedes imaginarte lo mucho que lo hirió el enterarse de la noticia… –Desvió la mirada. –Fue un golpe muy duro para él…
–Ah, claro… –Soltó en tono de reproche –entonces debo imaginar que lo que hiciste está bien porque tu solo lo estabas consolando, ¿no es así?
–Las cosas no son así, Niiummy, Junsu realmente estaba mal, sufría demasiado…
–Changmin también sufrió por todo lo que pasaba con su matrimonio antes de que todo esto empezara, sufrió al ver cómo todo su mundo se caía a pedazos sin que pudiera hacer algo al respecto… No quiero excusarlo, pero él no es malvado de la historia precisamente…
El pelinegro arrugó el ceño, cayendo en cuenta de algo…
– ¿Antes de que todo esto empezara? –Repitió – ¿Tú lo sabías? –Volvió a mirarla. La menor se quedó en silencio un momento, y al final asintió muy despacio con la cabeza. Yoochun se empezaba a enojar de a poco, y frunciendo el ceño espetó: –Tú sabías todo esto desde el principio y decidiste ocultarlo, alcahuetear a Changmin y su infidelidad…
–¿Intentas reprocharme algo? –Frunció el ceño también, pero lentamente suspiró. –Es verdad –relajó el rostro de a poco –lo sabía y me callé, así como ahora me entero de que tú y Junsu oppa tuvieron sexo y también estoy callándolo. –Yoochun arrugó la frente al escucharla decir aquello. –Sé bien que lo que hice no fue para nada correcto –reconoció la pelirroja, hablando ahora con un tono más tranquilo –pero es que no podía hacer más, estaba viendo cómo mi amigo se desmoronaba ante mis ojos. –Lo miró fijamente – ¿si hubieses estado en mi lugar, no hubieses hecho lo mismo si Junsu se encontrara en tal situación? –Yoochun guardó silencio, era obvio que no estaba en posición de responder tal pregunta. Hubo un largo silencio hasta que la chica retomó. –Además, lo que Junsu te dijo tiene algo de razón, no puedes culpar solo a Changmin…
–¿Estás diciéndome que realmente Junsu se merecía eso? –Se indignó.
–Yo solo digo que Changmin estaba sofocado, esa relación era su infierno. Tenía que llegar a una casa vacía, comer enlatados y pasar el tiempo solo… ¡ya ni siquiera tenían sexo! ¿Qué esperabas? –Un nuevo silencio cortante se hizo presente. –Quien definitivamente no se merecía una infidelidad es Jaejoong oppa –continuó ella – siempre fue el esposo perfecto, siempre haciendo lo correcto, siempre tan bondadoso, siempre a tu lado… ¡ahora incluso espera un hijo tuyo solo porque quería complacerte! ¿Y así es como le pagas? De mis cuatro oppas, siempre fuiste el más centrado, el más sobrio, y… el que más parecía estar enamorado de su esposo… –Reclamó, rematando con un tono de voz más débil que el del principio – ¿Cómo pudiste…?
–Claro –sonrió tristemente –este es el momento perfecto para hacerme sentir mejor, Niiummy…
–¡Es que estoy cansada! –Exclamó, poniéndose de pie para comenzar a caminar de un lado a otro en señal de desesperación –todos ustedes no hacen más que mentirse y herirse entre ustedes, viven en una telaraña de mentiras perfectas en las que simulan llevar un matrimonio ideal y un hogar maravilloso aunque no es así.
Sé que algún día nos encontraremos de nuevo
Ahora que la luz brillante resplandece
Yoochun estaba sorprendido, jamás la había escuchado decir esa clase de cosas. Repentinamente, la pelirroja se detuvo, y se sentó lentamente junto al mayor sin dejar de mirarlo.
–Oppa… ¿Qué sientes exactamente por Junsu oppa? –Yoochun abrió los ojos como platos ante tal pregunta. – No me dirás que lo amas… ¿o sí?
–Yo… –Suspiró de nuevo –no estoy seguro, no sé nada. No creo que sea momento para responderte esa pregunta…
Su respuesta no pudo desconcertar más a Niiummy, quien frunció el ceño con evidente desdén.
–Todos ustedes son unos idiotas. –Declaró de la nada, estaba enojadísima. – ¿Por qué eliges este preciso momento para eso? –Se desesperó, revolviendo sus cabellos –si es que el hijo que Junsu espera es tuyo, ¿Qué pasará entonces? ¿Acaso esperas que nunca se conozca la verdad?
–Aún no está confirmado que sea mi hijo, pero si lo es… –Se revolvió también los cabellos. – ¡No sé qué pasará con todos nosotros, Niiummy! ¡No lo sé! –Ambos se calmaron de a poco en el lapso de un nuevo largo silencio. –Yo solo quiero que Junsu sea feliz a como dé lugar, él no merece sufrir…
–Nadie merece sufrir, Yoochun, mucho menos como…
Frenó en seco. Ella también sabía que no podía recriminarle cada error a Yoochun de esa manera, no a él solo… además, todos cometemos errores porque somos humanos y eso ella lo tenía claro también. Pero se sentía como en una película de drama y ahora todo le sonaba a cliché, todos sus amigos se herían y se traicionaban mutuamente como si nada, y eso a la larga también terminaba lastimándola a ella…
–Niiummy… –la miró de nuevo – ¿Changmin ha seguido viendo a ese chico?
La pelirroja negó en silencio.
–No lo ha visto en meses.
–Supongo que eso es bueno, su matrimonio parece volver a la normalidad…
–Si a eso le puedes llamar normal… –Hizo un gesto –sin embargo, el matrimonio que ahora se desmorona es el tuyo, ¿Qué piensas hacer entonces?
El pelinegro se pasó una mano por el rostro.
–Necesito tiempo para pensarlo…
–Piénsalo, entonces. –Contestó, decidida –pero piénsalo bien, porque sea cual sea la decisión que tomes, al final terminarás haciéndoles daño a ambos, incluso a ti mismo. El tiempo se acaba, y será mejor que tomes una decisión pronto…
–¿Y tú crees que no lo sé? –Resopló –todo esto me supera… –Bajó la mirada, desganado.
Yoochun sabía mejor que nadie que su vida era un mar de mentiras, traiciones y sentimientos confusos, ¿en qué momento había llegado a tanto? Ahora, sus decisiones estaban destruyendo muchas vidas junto con la suya, y ya no sabía qué hacer…
–Eso también lo sé, Yoochun –la chica estaba más seria que nunca cuando retomó –pero, como ya te dije, estoy cansada de todo esto, y sé que todos ustedes están cansados también de tantas mentiras, lágrimas y traiciones... Así que este será un ultimátum.
–¿Huh? –Volvió a mirarla. – ¿A qué te refieres?
–Si no tomas una decisión pronto… –suspiró con pesadez –la verdad saldrá a la luz más temprano que tarde, y no hablo solo de lo de tú y Junsu, sino también lo de Changmin y Kyuhyun… arregla tus asuntos pronto, porque será peor si lo prolongas más tiempo. El bebé de Jaejoong nacerá, el bebé de Junsu nacerá… y si tu teoría es real, ambos niños son tus hijos, ¡esto no puede ser!
–Niiummy…
–Las mentiras perfectas se tienen que acabar, Park Yoochun –lo miraba más que seria –tú decides, es hora de tomar una decisión.
Todo lo que perdí esa noche
Está en un lugar al que sólo tú y yo
Siempre podremos regresar
Another OST –Anamnesis