CAPÍTULO 26: Palabras que no me atrevo a decir.
Allí le vio. Pálido, ojeroso, débil… Kim Jaejoong yacía recostado en una cama. Al ver a Yoochun, las dos enfermeras que allí estaban salieron, haciendo una leve reverencia ante él y mirándole algo apesadumbradas. Yoochun aun no entendía nada.
–¿Qué sucedió, Jae? –Exclamó, en cuanto quedaron a solas. – ¿Estás bien?
–Estoy bien –alcanzó a decir –pero… –de repente sintió la vista borrosa por las lágrimas que amenazaban con brotar de sus ojos –El bebé… –Musitó, apenas audible y con la mirada perdida –el bebé ya no está en mi vientre…
Jaejoong rompió en llanto como nunca antes lo había hecho. Una parte de él había sido arrancada, el ser que se había empezado a desarrollar en su vientre, aquel pequeño e indefenso ser a quien de una u otra forma habían empezado a amar, había desaparecido de la manera más cruel, dejando en ellos un vacío y triste recuerdo de su fugaz estadía con ellos.
“Esperaré por ti”
No podría decir esas palabras
Así que de nuevo hoy, me quedo estático a tu alrededor
–¿Cómo pudo pasar…? –Logró pronunciar Park, desplomándose en el frío suelo.
En esas entró Leeteuk.
–Jaejoong sufrió una gran cantidad de estrés durante estas semanas, la carga era demasiado para él –explicó con un semblante de derrota y evidente tristeza –lo siento tanto…
Yoochun aun no podía creer lo que oía, ¿Por qué…?
Jaejoong continuaba llorando, cubriéndose ahora el rostro con las manos mientras sentía como las fuerzas lo seguían abandonando. En esas, el pelinegro hizo lo único que estaba a su alcance hacer en ese momento, se incorporó y le abrazó con fuerza, ahora ambos lloraban.
Estaba claro que aquel bebé había decidido llegar en el momento esperado, pero así había sido la vida, y los Park-Kim estaban dispuestos a aceptar las cosas así. Pero ahora… aquel mismo bebé se había ido tan inesperadamente como había llegado, y todo parecía tan triste y solitario ahora…
Debido a las dolorosas memorias que te hacen llorar
No podría decir esas últimas palabras, “No te vayas”.
Se hallaron parados frente a un féretro increíblemente pequeño, en el cual yacía el cuerpo inerte del que hasta ese momento fuera su hijo.
–Perdóname por haber sido una Omma tan inútil –dijo Jaejoong, como si su bebé pudiera escucharle desde el más allá–. Y aunque no fue mucho el tiempo que estuvimos juntos, quiero que sepas que siempre te recordaré, pues tú ya eras parte de mí y formabas parte de mi vida.
Rompió en llanto de nuevo, y Yoochun solo lo rodeó con sus brazos en silencio.
–Todo estará bien –le susurró al fin mientras las incontenibles lágrimas del castaño seguían cayendo –todo estará bien…
–Lo siento…
–Está bien, no fue tu culpa… lo superaremos, todo estará bien…
Era duro, pero debían enfrentar su pérdida como fuera. Sin embargo, Jaejoong resultó más que afectado con todo aquello.
Las palabras “Te amo”
Las palabras “Espera por mí”
Simplemente se esconden en mis oídos
Las palabras que no podría decir me hacen sufrir
En el Conservatorio se decidió darle cuatro semanas de receso, algo así como la licencia maternal pre-parto a pesar de que jamás concibió. Y durante los días que siguieron a su aborto, Jaejoong permanecía encerrado en su casa, ahora tenía ojeras y había bajado drásticamente de peso, no quiso ver a nadie y tampoco le habló a nadie al respecto.
Claramente no fue por voluntad propia que recibió la visita de Junsu y Changmin, pero no mostró emoción alguna cuando los vio.
–Sinceramente lo lamento mucho… –declaró Junsu entre sollozos –todo esto es mi culpa, si Yoochun no hubiera hecho lo que hizo por mí…
Y no mentía. Pues a pesar de todo, y aunque al principio le dolió profundamente la noticia de que Jaejoong estaba en embarazo, no dejaba de sentirse culpable ahora de que ahora ese mismo bebé ya no existiera.
–Ya te dije que tampoco fue tu culpa, Junsu –intervino Yoochun.
–Lo que pasó, pasó, y aunque es demasiado lamentable, nada ganan culpándose a sí mismos –declaró Changmin.
–Estoy cansado ahora –enunció Jaejoong repentinamente, mirando por la ventana de su habitación, sin mostrar el más mínimo interés en nada más – ¿les importaría?
Changmin y Junsu asintieron en silencio.
–Lo siento… –repitió Junsu en voz baja –lo siento de verdad, Jaejoong hyung...
Pero el castaño ni se molestó en devolverles la mirada a los Shim-Kim mientras se iban. Yoochun los acompañó a la puerta y allí se disculpó por el comportamiento de su esposo. Al regresar a su habitación vio a Jaejoong observar en silencio una pequeña revista sobre embarazos, partos y bebés. El pelinegro apretó los labios y se sintió aun peor.
En mi corazón lastimado
En mi corazón que llora en el interior
No puedo decir nada y mis recuerdos se los lleva el viento
Mientras me escondo tras mis lágrimas, te espero.
–Jae, mi amor… creo que deberíamos salir, respirar aire puro, conocer nuevas cosas…
–Estoy bien con el aire de esta casa –refutó sin siquiera mirarlo –y no me interesa conocer nada nuevo, así que déjame en paz.
–Jae…
–Supongo que tienes mucho trabajo al igual que siempre, solo lárgate, ¡anda, vete! No garantizo que estaré bien, pero al menos no te daré más problemas.
Yoochun sabía que Jaejoong estaba actuando de esa manera tan agresiva debido a todo lo que estaba pasando, así que intentó entenderlo al máximo.
–Jaejoong-ni… –se sentó delicadamente en una parte de la cama, junto a su esposo –eres muy importante para mí, y no sabes cuánto me duele verte así. No quiero que pienses que mi trabajo es más importante para mí que tú porque no es así.
Jaejoong suspiró largamente, y sin mostrar expresión alguna, sentenció:
–Quiero que me dejes solo un momento, ¿podrías?
Yoochun asintió lentamente con la cabeza y salió en silencio de la habitación, dirigiéndose a su cuarto-estudio.
“Esperaré por ti”
No podría decir esas palabras
Así que de nuevo hoy, me quedo estático a tu alrededor
Una vez solo, Jaejoong regresó la mirada a su revista, y al final decidió encender su computadora. Por las casualidades de la vida, cuando abrió una ventana de su navegador apareció la última página que había visitado, llamada “Baby center”, una página con la misma temática de su revista. A la derecha de la pantalla aparecían los foros más visitados del sitio web, y uno de ellos se titulaba “La pérdida de tu bebé”. Instintivamente ingresó a dicho foro y leyó en la descripción: Si has tenido un aborto este es un Grupo de apoyo en el que puedes hablar con otras Ommas que están pasando o han pasado por tu situación.
Oh, sí, claro que él se sentía identificado con eso, era como si le estuvieran hablando directamente a él; así se sintió.
Comenzó a leer las publicaciones de otras Ommas.
De: MinAh
Tenía cuatro meses y medio de embarazo cuando tuve un aborto inesperado…. Antes de que esto sucediera, llegué al hospital con la esperanza de que mi sangrado de aquel día fuera algo normal y de que mi bebé estuviera bien, pero no fue así… mi bebé se quedó sin líquido amniótico y murió en el vientre.
130 respuestas.
De: Sae
Contaba con tres semanas de gestación, –o al menos eso pensaba– cuando tuve un aborto espontáneo. Los médicos me explicaron que el embrión nunca se formó y que la prueba de embarazo me salió positiva porque en mi útero sí se estaban formando hormonas pero no había nada en él. Mi bebé ni siquiera se formó, pero ya era una ilusión nueva para mí. Creer que estás embarazada y descubrir que no es así es igual de doloroso que perder a tu bebé.
110 respuestas.
Arrugó el ceño al leer aquello, y supo que su caso era algo parecido en cierta forma, por lo que le comprendió enseguida.
De: FuYi
Tuve las contracciones más fuertes de todas y llegué al hospital, pero mi doctor dijo que no me preocupara, que aun no era tiempo y me devolvió a mi casa. Estuve así durante dos días, creyendo que realmente aun no era tiempo a pesar de que yo sentía que había roto fuente, pero él insistía en que aun no daría a luz. Pero estaba equivocado, todos los doctores de su unidad se equivocaron y mi bebé se ahorcó con el cordón umbilical porque no fue dado a luz a tiempo.
205 respuestas.
Y así había muchas otras publicaciones de Ommas que habían pasado por lo mismo que él aunque con toda clase de situaciones, situaciones que él jamás se imaginó que se presentarían por un aborto.
Una vez más se sintió depresivo y sentimental.
Vaciló un momento mientras leía también las respuestas de otras personas que intentaban darle ánimos y responder sus preguntas, y al final decidió publicar algo también, la suya era una pregunta más directa.
De: JJ
Perdí a mi bebé hace una semana… ¿Cómo puedo enfrentar la pérdida?
Casi de inmediato se dejó ver la primera respuesta, era un foro bastante activo.
Respuesta 1: Perder un hijo es lo más doloroso del mundo. Yo perdí a mi bebé hace dos años y aun lo recuerdo con la misma intensidad y me sigue doliendo igual. No te será fácil olvidarlo y seguir con tu vida, y es probable que aunque sigas con tu vida y tengas otros bebés, jamás olvides éste. Sin embargo, el apoyo incondicional de mi esposo me ha permitido sobrellevarlo de una mejor manera, al menos sé que no estoy sola; y tú tampoco lo estás, a muchas Ommas les ha pasado lo mismo que a ti. Así que solo me queda desearte la mejor de las suertes, espero que encuentres el apoyo y las fuerzas necesarias para salir adelante.
Jaejoong, del otro lado de la pantalla dejó caer una nueva lágrima silenciosa y continuó leyendo las otras respuestas que se iban sumando de a poco.
Debido a las dolorosas memorias que te hacen llorar
No podría decir esas últimas palabras, “No te vayas”.
Entretanto, en su estudio, Yoochun también estaba frente a su computadora, y prácticamente por un impulso decidió ingresar a una página de preguntas y respuestas sobre abortos espontáneos.
De: PYC:
Mi esposo tuvo un aborto espontáneo y no sé cómo manejar la situación.
Respuesta 1: El aborto espontáneo y la pérdida de un embarazo son eventos que debemos entender como algo que sucede en la naturaleza, una semilla puede llegar a producir una bella planta o puede no llegar a germinar o hacerlo pero no progresar. La naturaleza es así. No tenemos más remedio que aceptar la naturaleza como es. Cuando una Omma ha sufrido un aborto necesita pasar por un proceso emocional que puede ser duro, pero que también es un proceso de maduración, un proceso de aceptación. El buen profesional sabe respetar la importancia que para la Omma este proceso conlleva. Un error muy habitual por parte de los profesionales o esposos es intentar ayudar a olvidar o intentar contribuir a minimizar este proceso.
Pocos minutos después, y luego de leer cada vez más respuestas, decidió preguntar de nuevo.
De: PYC:
¿Qué se puede hacer para apoyar a estas Ommas?
Respuesta 5: El error del que hablaba se traduce en frases bien intencionadas pero equivocadas como: “Ya tendrás otro bebé”, “Esto no es nada”, “Olvídalo”. La Omma que ha sufrido un aborto lo ha vivido como algo muy impactante y muy importante.
Necesita su tiempo de duelo, su tiempo para digerirlo, su tiempo para aceptarlo, y sus rituales para darle a ese bebé perdido la importancia que se merece. Cuando esa mujer tenga otro embarazo, será otro diferente; no se puede pretender que una madre substituya a un hijo perdido por otro hijo venidero. Son seres diferentes y cada uno debe tener su lugar en la mente de sus seres queridos. De lo contrario se pueden producir ciertos trastornos psicológicos en el nuevo hijo o en los propios padres.
Yoochun sabía bien que debía apoyar al máximo a Jaejoong, pero no tenía idea de cómo empezar, se sentía como un completo imbécil sin un plan de contingencia ante el escenario más aterrador.
De: PYC:
¿Qué debo hacer si mi esposo reacciona de manera agresiva frente a mí después de su aborto?
Respuesta 2: Es comprensible que reaccione así. Normalmente ninguna Omma está preparada para perder a su bebé, y todos reaccionamos de formas diferentes. Lo importante es que le hagas saber que estás ahí y que aun le amas.
Yoochun suspiró, pasándose una mano por el rostro. ¿Por qué su vida se ponía cada vez más de cabeza? ¿Por qué cuando pensaba que ya nada podía ser peor la vida le demostraba que se equivocaba?
Las palabras “Te amo”
Las palabras “Espera por mí”
Simplemente se esconden en mis oídos
Las palabras que no podría decir me hacen sufrir
Apenas unos metros de distancia, en otra habitación de la casa, Jaejoong seguía leyendo las respuestas del foro.
Algunas Ommas sobrellevan mejor su dolor si centran su atención en intentar un nuevo embarazo lo antes posible (aunque el doctor les pedirá que esperen entre cuatro y seis semanas por lo menos). A otras les sucede que transcurren meses o incluso más tiempo antes de recuperar el interés en tratar de concebir. Cada Omma sobrelleva esta pérdida a su manera.
¿Otro bebé? No, definitivamente no estaba preparado para un nuevo embarazo. Y es que en realidad jamás estuvo preparado para ese, pero ya se había hecho a la idea.
Regresó a la lectura de la página, solo que ahora era un artículo escrito por un profesional.
Si has perdido un bebé, tómate el tiempo que necesites para recuperarte, y trata de encontrar a alguien con quien sientas comodidad hablando de tus emociones.
Jaejoong se detuvo de inmediato. ¿Alguien con quien se sintiera cómodo hablando de sus emociones? Sin duda ese era Jung Yunho. La persona con la que jamás tuvo miedo de mostrarse como era, quien era capaz de hacerle sentir especial e importante para alguien. Sí, sin duda era Yunho.
Pero se detuvo de nuevo. Y es que no quería que Yunho lo viera en el estado tan lamentable en el que se encontraba.
En mi corazón lastimado
En mi corazón que llora en el interior
No puedo decir nada y mis recuerdos se los lleva el viento
Mientras me escondo tras mis lágrimas, te espero.
Durante los días que siguieron Yoochun no fue a la clínica y pasó todo el tiempo junto a Jaejoong, intentando compartir con él al máximo y haciéndole saber que no estaba solo. Durante aquellas cuatro semanas los doctores Byunghee y Seungho tuvieron que hacerse cargo de la clínica nuevamente, solo que esta vez Junsu supervisaba de cerca aunque seguía las indicaciones de Siwon para el cuidado de su embarazo.
Y es que a pesar de todo, el bebé de Junsu corría con una suerte completamente distinta a la del bebé de Jaejoong; se estaba formando perfectamente bien en su vientre y aunque el rubio también había sufrido emociones algo fuertes, su bebé estaba bien.
Por otro lado, y aunque los Park-Kim seguían juntos, Yoochun aun no conseguía conectarse del todo con su esposo, quien definitivamente parecía desconectado del mundo, y sobre todo de él, como si aun lo culpara por lo ocurrido.
El lunes que terminaba la licencia de Jaejoong, –un día frío, por cierto– llegó al Conservatorio y fue recibido amablemente por todos sus compañeros a pesar de que solo Heechul y Hyunjoong sabían que había perdido al bebé, solo a ellos dos se había atrevido a contarles y ellos fueron los únicos que le recibieron aun entristecidos y acongojados.
–Lo sentimos, Jae… –Dijo en voz baja Heechul.
–No quiero hablar de eso ahora –refutó con aparente tranquilidad.
–Estaremos ahí para cuando quieras hablar de ello –recordó Hyunjoong.
–Gracias, chicos.
Yunho se le acercó en los minutos en lo vio solo.
–Jae –lo miró como preocupado – ¿Dónde estuviste? ¿Por qué no contestaste mis llamadas? Estaba preocupado por ti…
–Lo siento, no pude responder.
–¿Pero estás bien?
Jaejoong titubeó unos segundos, pero al final asintió despacio con la cabeza.
No, por supuesto que no estaba bien, no después de lo que había tenido que sufrir.
–Pues de la manera que sea, te extrañé mucho –retomó Yunho, posando una mano en el hombro ajeno – ¿te parece si vamos por un café más tarde?
–Veré cómo me siento…
–Bien, gracias.
Jung Yunho siempre fue perceptivo, y se dio cuenta de que definitivamente Jaejoong no estaba bien, ¿Qué le había ocurrido y por qué se había ausentado tan repentinamente?
No debería hacer esto pero…
Las palabras “Te amo”
Las palabras “Espera por mí”
Simplemente se esconden en mis oídos
Las palabras que no podría decir me hacen sufrir
–Flashback–
En vista de que Jaejoong no respondía sus llamadas y no había obtenido respuesta alguna de su paradero, Yunho decidió preguntarle a Heechul.
El pelirrojo había desviado la mirada y luego suspirado con pesadez.
–Creo que él mismo debería decírtelo –espetó con seriedad Kim –pero no lo presiones, por favor, no sé si esté listo para decírtelo de buenas a primeras.
–Fin flashback–
Como era de esperarse, todos sus estudiantes y compañeros estuvieron más que felices de tener de vuelta a Jaejoong, y a pesar de todo, él también se sentía feliz de regresar, al fin y al cabo, necesitaba una distracción o enloquecería encerrado todos los días y perdiéndose en los recuerdos de su bebé no-nato.
Era tarde, las clases habían acabado y todos los maestros se habían marchado a sus casas, todos excepto Jung Yunho, quien ingresó a la sala de profesores, con la esperanza de encontrar a Jaejoong para beber el café del que habían hablado horas antes; pero se quedó estático por unos segundos, cuando notó que dicho castaño estaba sentado frente a su escritorio, llorando en silencio.
–Jaejoong… – Cuando finalmente reaccionó, sólo fue capaz de llamarlo de esa manera, haciendo que el menor se sobresaltara, y después de buscar en su bolsillo, tomara su pañuelo para secarse las lágrimas mientras Jung se acercaba lentamente a él – ¿Qué sucede…?
–Yunho… –suspiró –hay algo que aun no te he dicho…
–¿Qué pasa…? –Finalmente se sentó a su lado – ¿De nuevo tienes problemas con tu matrimonio?
–Tengo problemas… –Aseguró el menor –Pero esta vez son graves… quizás definitivos… –suspiró con pesadez y decidió confesarlo todo –Yunho… tuve un aborto causado por estrés y perdí a mi bebé hace cuatro semanas, por eso me ausenté.
Yunho permaneció en silencio unos segundos, sin tener idea de qué decir exactamente; el dolor del que ahora era su amigo le dolía también a él.
–Lo lamento tanto, Jaejoong… – El mencionado le devolvió la mirada –Pero pase lo que pase –tomó las manos del menor entre las suyas –quiero que sepas que cuentas conmigo incondicionalmente.
Kim Jaejoong sintió cómo algo dentro de su corazón se movía. Era como si Yunho fuera capaz de salvarlo de la soledad, como si pudiera impedir que cayera al abismo en el que se convertía su vida de a poco.
–Gracias, gracias por todo, Yunho… –sonrió débilmente, conmovido por las acciones y dulces palabras del mayor –ojalá mi esposo fuera como tú…
Se detuvo de repente, ¿Qué acababa de decir? Un gran sonrojo lo atacó al caer en cuenta de sus desmedidas palabras, pero todo razonamiento quedó en el aire cuando Yunho lo atrajo hacia su cuerpo para abrazarlo con ternura, como si el mundo dependiera de ello, entregándole su calidez y dulzura. Lo envolvió en sus brazos sin esperar nada a cambio, solo abrazándolo…
Sin poder detenerlo más, varias lágrimas corrieron libres por las mejillas de Jaejoong, mojando la camisa de un Yunho que se limitaba a acariciar su espalda y abrazarlo más fuerte.
En ese instante, Jung Yunho quiso gritarle a los cuatro vientos que no quería dejarlo ir, que lo amaba, que era el único para él… pero esas palabras se quedaron atoradas en su garganta, y solo fue capaz de consolarlo sin más.
En mi corazón lastimado
En mi corazón que llora en el interior
No puedo decir nada y mis recuerdos se los lleva el viento
Mientras me escondo tras mis lágrimas, te espero.
Lee SeungKi –Last words